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martes, 27 de noviembre de 2018

Consejo de vecinos de Santa Isabel

Consejo viejo en la plaza Shelly.
Edificio antiguo del Consejo de vecinos de Santa Isabel de Fernando Poo.
El 26 de noviembre de 1880 se establece el Consejo de vecinos de Santa Isabel para atender a la administración comunal. Éste estaba integrado por 5 ó 7 miembros, mayores de edad, con residencia en la isla, así como ejercer alguna industria o contar con propiedades rústicas o urbanas.

El 15 de Junio de 1929 se publica la Real Orden Núm. 242 reconociendo que "constituye una excepción entre los Consejos de vecinos de esas posesiones el de Santa, Isabel, cuya población, formada por un gran número de vecinos españoles, comerciantes y agricultores en su mayor parte, entre los cuales se halla altamente desarrollado el sentido de solidaridad en favor de los intereses del procomún" aprueba un nuevo reglamento por el que ha de regirse el Consejo de Vecinos de Santa Isabel.

Consejo viejo visto desde la costa.
Sello denominado "casa de nipa" de 1924,

reproduciendo la que entonces era la casa 
del Gobernador.
Han pasado los años, y el viejo Consejo de Vecinos de Santa Isabel ha dado paso a la Alcaldía de Malabo.

Pero... por asociación de ideas: ¿y si hablamos del Consejo de Residentes?


Los CREs tienen las funciones de asesorar al jefe de la Oficina Consular, encauzando hacia ésta el sentir y preocupación de la comunidad española, proponiendo medidas que puedan contribuir a mejorar la atención a ella y constituyendo un cauce abierto para que los españoles en el exterior puedan conocer las medidas de las administraciones públicas españolas que les afecten o exponer sus problemas

Frente a los 700 electores mínimos que establecía el Real Decreto 1339/1987, de 30 de octubre, sobre cauces de participación institucional de los españoles residentes en el extranjero, el actual Real Decreto 1960/2009, de 18 de diciembre, por el que se regulan los Consejos de Residentes Españoles en el Extranjero, establece un mínimo de 1.200 electores:

Artículo 2. Constitución.
1. En todas las circunscripciones consulares en cuyas listas del Censo Electoral de Residentes Ausentes se hallen inscritos, como mínimo, mil doscientos electores, se constituirá, por elección, un Consejo de Residentes Españoles como órgano consultivo de la respectiva oficina consular.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 10.2 de este real decreto y a los solos efectos de este artículo, se consideran electores quienes figuren en la correspondiente lista del Censo Electoral de Residentes Ausentes en el último día del mes anterior al de la fecha de publicación de la convocatoria de elecciones.
¿Y cuántos residentes hay en Guinea Ecuatorial? Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en agosto de 2018 se contabilizaron un total de 1.450 españoles inscritos en el Censo electoral de españoles residentes en el extranjero (CERA).

Países con un volumen similar de ciudadanos españoles como por ejemplo Nicaragua con 1.368, cuentan con su propio Consejo de Residentes. Así que ¿por qué no Guinea Ecuatorial?

sábado, 17 de noviembre de 2018

El crucero "Canarias" en 1936 y 1969

La historia es caprichosa, tiene giros insospechados, y un ejercicio de memoria histórica lo pone en evidencia:

¿Cómo sino el "Canarias", el mismo crucero que durante la Guerra Civil participó incesantemente en el traslado de tropas de Ceuta a Cádiz, y desde donde se masacró a la población civil en la "La Desbandá" (1936) acabó participando en la evacuación de los ciudadanos españoles del territorio ecuatoguineano en 1969?

O ¿cómo Faustino Ruiz González ocupó durante la guerra varios destinos, incluyendo el de director de tiro del crucero “Canarias”, posteriormente fue Gobernador de los territorios españoles del Golfo de Guinea durante trece años (1949-1962), y cuya administración es recordada por la represión que costó la vida -entre otros- a Acacio Mañé y Enrique Nvó?

Benito Sacaluga reflexiona en su blog sobre qué hacer con los elementos de la memoria histórica:
El pasado 30 de agosto Rubens Ascanio Gómez hace en Facebook las siguiente pregunta: “¿Y qué hacer con un recuerdo de un barco que participó en la masacre de entre 3.000 y 5.000 civiles en Málaga?”.
Desde aquí agradezco a Rubens su recuerdo a las víctimas de "La Desbandá" y la denuncia contra sus asesinos.
El barco en cuestión no es otro que el crucero “Canarias” de la Armada Española (1936 – 1975), uno de los buques franquistas que participó en el bombardeo de la población civil que en febrero de 1937 huían de Málaga por la carretera de Almería, tras la toma de la capital malagueña por las tropas franquistas. El número exacto de víctimas, hombres, mujeres y niños, no está claro pero se manejan cifras de muertos de entre 3.000 y 5.000, de los heridos no hay datos ni aproximados.
Nos sigue diciendo Rubens:
“La habrán visto un montón de veces de camino a Las Teresitas, apenas a unas pocas decenas de metros del monumento a Franco de Santa Cruz”. Y sigue: “Ya el compañero Julio Concepción comentó hace unas semanas la vergonzosa placa homenaje a este crucero ubicada en las paredes del Cabildo y avanzaba la existencia de este monumento".
"Triste ruta de la memoria y desmemoria la de la costa chicharrera, la misma que sirvió de sepultura marina de tantos, como el poeta Domingo Torres. Dónde está la antigua prisión de Paso Alto, en donde estuvo preso el último alcalde republicano de Santa Cruz. Donde el águila del franquismo todavía preside uno de los laterales del edificio de la Comandancia de Marina. En la que la escultura dedicada a Franco sigue marcando los días...”

¿Cómo responder a la pregunta de Rubens Ascanio? A mi modo de ver la respuesta es sencilla.

Acudamos a la historia:
El “Canarias”, un buque de guerra magnifico, entró en servicio en septiembre de 1936, al comienzo de la Guerra de España. Los sublevados se hicieron dueños de la Base de Ferrol el 18 de julio de 1936, estando el “Canarias” terminando su equipamiento y artillería tras su botadura, llevada a cabo esta el 28 de mayo de 1931, al inicio de la II República, se botó por tanto con bandera republicana. Durante toda su vida útil, y hasta su desguace, estuvo bajo bandera franquista.

Pocos fueron los combates navales en los que se vio inmerso el “Canarias”, todos ellos contra barcos de inferior categoría. En septiembre de 1936 el ministro de Marina de la República, Indalecio Prieto, ordenó que la Flota dejase las costas mediterráneas y se traslade al Cantábrico, dejando solo dos unidades menores para la vigilancia y control del Estrecho de Gibraltar, los destructores “Almirante Ferrándiz” y “Gravina”. El 29 de septiembre los cruceros sublevados “Canarias” y “Baleares” se encuentran ya en aguas del Estrecho. El “Canarias” avista al destructor “Almirante Ferrándiz”, el cual no ha sido advertido por la aviación republicana de la presencia de los cruceros enemigos en esas aguas. El “Canarias” lanza varias andanadas de sus cañones de 203/50 mm desde una distancia de entre 20.000 y 16.000 metros, dos de ellas alcanzan al “Ferrándiz” hundiéndolo sin prácticamente percatarse de la presencia del crucero.

Tarda el "Canarias" casi 90 días en participar en otro combate naval, en la Batalla de Cabo Machichaco. Un combate entre el crucero y varios “Bous”, (bacaladeros armados), de la Marina de Guerra Auxiliar de Euskadi. El saldo del combate fue el hundimiento del bou “Nabarra”. Eso sí, el “Canarias” no desaprovechó la ocasión para cañonear al mercante “Galdames”, apoderándose del mercante, ocasionando de paso la muerte de cuatro de sus pasajeros, una mujer y tres niños.

En abril de 1937, junto con el crucero Baleares, atacó a varios barcos de la Flota Republicana cuando esta regresaba a Cartagena procedente de Málaga. No hizo ningún blanco, y al poco optó por huir para evitar los disparos de los buques republicanos y los procedentes de las baterías costeras de Cartagena.
En marzo de 1938 participó en la Batalla del Cabo de Palos, en la que, después de que los buques republicanos hundieran a su gemelo el “Baleares”, huyó a toda máquina.
Finalmente, en agosto de 1938, junto a media docena de barcos más, intentó hundir al destructor republicano “José Luis Díez” en aguas de el Estrecho. Ni consiguieron hundirlo, ni apresaron al destructor, refugiándose este en Gibraltar.
Estos fueron los combates navales del “Canarias” durante la Guerra de España, y durante toda su existencia. No es precisamente un historial digno de homenaje alguno.
En el haber del “Canarias” solo hay hundido otro buque más, esta vez sin posibilidad alguna de combate, ya que se trataba de un mercante desarmado, el “Komsomol”, de bandera soviética, al que cañoneó frente a las costas de Orán en diciembre de 1936.
El resto de acciones navales de importancia en las que el “Canarias” utilizó su potente artillería fueron contra objetivos en tierra, sin ninguna oposición artillera digna de mención, más bien inexistente:
  • Cañoneo de la ciudad de Alicante.
  • Cañoneo de Almería
  • Cañoneo del puerto de Barcelona
  • Cañoneo de Rosas
  • Cañoneo de Palamós ...

Acabada la guerra participó en las siguientes misiones:
  • Cañoneo de la costa de Ifni
  • Zafarrancho de combate intimidatorio frente al puerto de Agadir
  • Evacuación de Guinea Ecuatorial
  • Maniobras hispano-francesas en aguas cercanas a Barcelona.
Según lo anterior hemos de convenir que el “Canarias” no es digno de homenaje alguno por sus acciones bélicas, y si alguien así lo considerase dicha consideración quedaría totalmente descalificada por las criminales actuaciones del crucero contra la población civil, muy especialmente en lo referente a lo sucedido en la carretera Málaga-Almeria, lo que popularmente es conocido por “La Desbandá”.
Antes de responder a la pregunta de Rubens Alcaine que cito al inicio, indicar que el “Canarias” es , o era, muy querido por parte de la población canaria, mas concretamente por parte de los habitantes de Santa Cruz de Tenerife. Ya en 1937 las autoridades tinerfeñas se ofrecieron a Franco para costear y entregar al “Canarias” su bandera de combate. La entrega se materializó en 1941, entre grandes festejos militares, civiles y religiosos, el coste de la enseña se sufragó mediante una suscripción popular, a base de la puesta a la venta de papeletas de 25 céntimos. Abundando en lo anterior, cuando el crucero fue dado de baja en la Armada (1975), las autoridades tinerfeñas solicitaron que el buque les fuera entregado para ser convertido en museo, no sé lo que hoy opinaran los tinerfeños sobre esto. Finalmente el crucero fue desguazado.
Bien, teniendo en cuentas los tiempos que corren, y las más que evidentes muestras de rechazo que gran parte de la sociedad española muestra ante la retirada de símbolos franquistas, ante el problema de la hélice del “Canarias” propongo la siguiente solución, una solución sencilla, de bajísimo coste y que además permitirá a los tinerfeños amantes del buque el seguir disfrutando de una de las tres hélices del crucero.
Mi propuesta es la siguiente (concluye Benito Sacaluga):
Conservar la hélice en su lugar, y sustituir la placa que existe actualmente por otra en la que conste en varios idiomas el historial del buque, por supuesto es imprescindible que se refleje con claridad el bombardeo de la carretera Málaga-Almería y el número de muertos civiles que provocó, así como el nombre del resto de poblaciones que fueron objeto del fuego de los cañones del crucero.
Si mi propuesta prosperase, cosa que sinceramente no creo que suceda, sería interesante conocer lo que pensarán los miles y miles de turistas extranjeros que visitan Tenerife cada año, al comprobar a que atrocidades se rinde homenaje en España.
Claro que a mi lo que me pide el cuerpo es que se funda la hélice, y que lo obtenido por la venta de su extraordinario bronce se done a la Asociación contra el Silencio y el Olvido por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga, una asociación que ya lleva localizadas en fosas comunes a más de 2.800 personas asesinadas por el franquismo.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Nos copian... un poquito

Es... curioso, ya que el artículo El delirio ultra: neonazis negros, falangistas «morenos» (La Felguera Editores) de Agente Provocador en parte se han inspirado en nuestras entradas:
Les compartimos el artículo:

El delirio ultra: neonazis negros, falangistas «morenos» - Doctor Peligro

En la Guinea española La Falange publicó el periódico Ébano, creó grupos de «flechas morenos» y compuso el himno del «falangista moreno». Décadas más tarde, los neonazis españoles llegaron a contar con una sección guineana

El 16 de junio de 1994 fue un día nefasto para Ignacio Alonso García, militante de Bases Autónomas y conocido neonazi madrileño. Fue detenido acusado de golpear con una barra de hierro a varios estudiantes de izquierdas de la asociación ADN Recalcitrante, muy activa en la universidad. No lo hizo solo. Le acompañaban varios ultraderechistas más. La universidad se convertía en foco de agitación. La «rata negra», símbolo fascista europeo con varias décadas de tradición, podía verse en pegatinas y carteles. La organización neonazi, Bases Autónomas, fundada en el otoño de 1983, se distribuía en un sinfín de grupúsculos y asociaciones como Disenso, Teoría y Praxis o Bernal Díaz del Castillo, entre otras, todas ellas propagadoras de la ideología «anarcofascista», como se decía comúnmente para referirse a los basistas y que ellos mismos se encargaban de proclamar.




MANIFESTACIÓN DE BASES AUTÓNOMAS EL 20 DE NOVIEMBRE DE 1988 EN LA PLAZA DE CHAMBERÍ DE MADRID

Según la policía, Alonso no era un recién llegado. Cinco años antes había sido detenido por participar en incidentes durante un acto electoral de CDS. Entonces, lo que hizo parece más ingenuo: lanzó huevos contra quienes intervenían, entre ellos el antiguo presidente Adolfo Suárez. Aquel nazismo disfrazado de social y revolucionario, relacionado con numerosos ataques y agresiones contra activistas, gays e inmigrantes era todavía más sorprendente: Alonso había nacido en Guinea Ecuatorial, la antigua colonia española y feudo del franquismo más rancio.

FASCISTAS GUINEANOS

«Yo soy moreno de la Guinea / que por España voy a luchar / contra los rojos que la mancillan / y que la tratan de destrozar»

Parecía un oxímoron: nazis guineanos y, aún más, una sección negra y africana ultraderechista. La historia del falangismo no reconocía ningún atisbo de «africanidad», pero eso fue antes de la Guerra Civil, cuando todo cambió. Un poco antes del golpe fascista, La Falange ya contaba con un grupo de Guinea, en Santa Isabel, organizado por Luis Ayuso Sánchez-Molero, capitán de la Guardia Civil. El estallido de la guerra tardó en manifestarse en la isla de Fernando Poo, que se sublevó contra el gobierno de la República, mientras que la zona continental se mantuvo por un tiempo fiel al gobierno. Finalmente, la llegada de tropas franquistas desde Canarias hizo que todo el territorio guineano quedase bajo el dominio fascista, sin prácticamente resistencia armada. Comenzaba la ocupación colonial.



CUARTEL GENERAL DE LA FALANGE EN SANTA ISABEL

«El antiguo sueño imperial parecía surgir de las cenizas. Incluso no tardaron en componer un himno de los “falangistas morenos”»

Los falangistas estaban exultantes. Maltrecho el orgullo patriota décadas antes con la pérdida de las colonias americanas, ahora España «resurgía». El antiguo sueño imperial parecía surgir de las cenizas. Incluso no tardaron en componer un himno de los «falangistas morenos»: «Yo soy moreno de la Guinea / que por España voy a luchar / contra los rojos que la mancillan / y que la tratan de destrozar / Nos manda Franco, invicto jefe / que a la victoria marcha triunfal / y aunque caigamos en la Cruzada / la nueva España resurgirá / Los falangistas morenos / por la patria a morir / los falangistas morenos / por la patria a luchar / ¡Arriba España!, bendita e inmortal / Lucharemos por nuestro Caudillo / y por la Falange, que es gran ideal».



LA GUINEA ESPAÑOLA (13 DE FEBRERO DE 1938)

Se crearon, al igual que en territorio peninsular, grupos de «Flechas», de juventudes y niños falangistas, que en el caso de Guinea se llamaron «flechas morenos». ABC, en su edición del 29 de septiembre de 1938, publicó una fotografía en la que se veía a un numeroso grupo de niños guineanos, pioneros «flechas», dirigidos por un falangista. En Fernando Poo la Milicia Falangista estaba compuesta por dos milicias de falangistas indígenas y cuatro de europeos. La Falange, desde 1939 hasta 1969, publicó su vocero Ébano, encargado de difundir sus ideas.



FALANGISTAS GUINEANOS



REVISTA ÉBANO, NÚMERO 5 (NOVIEMBRE DE 1939)

En el minuto 2:40 de este documental podéis ver un desfile del Frente de Juventudes “Moreno”:

EL PRINCIPIO DEL FIN

«Una humillada Guardia Civil decidió, antes de partir, desfilar por última vez por las calles de Santa Isabel, mientras una muchedumbre les increpaba y apuntaba con sus armas»


En 1968 terminaba el sueño colonial español en Guinea, a pesar de la oposición de Carrero Blanco, que intentó por todos los medios su perpetuación. La Guardia Civil inició una evacuación más o menos ordenada de los colonos españoles, aunque muchos se quedaron. Poco antes, Fraga Iribarne, el único representante español que se vio en los últimos días de la colonia, afirmó que lo que sucedería, con la independencia, sería el nacimiento de una nueva «hija de la Hispanidad», atribuyéndose el acontecimiento como un triunfo. Hasta el último momento España se comportó de forma desafiante y arrogante. Encerrados los guardias civiles en sus cuarteles, repartieron armas a los civiles españoles. Frente al puerto de Santa Isabel, el acorazado Pizarro apuntaba con sus cañones el palacio de Macías. Poco a poco fueron saliendo. Cuando solamente quedaban unos pocos centenares de españoles, se produjeron algunas manifestaciones de odio antiespañol. Hubo insultos y se pasearon grupos armados. Un grupo de las Compañías de Operaciones Especiales (COES) viajó hasta Guinea para rematar la operación, levantando rápidamente un pequeño muelle al lado del cuartel para proteger a los españoles de la ira de algunos anticolonialistas. Sin embargo, en un gesto del todo innecesario, una humillada Guardia Civil decidió, antes de partir, desfilar por última vez por las calles de Santa Isabel, mientras una muchedumbre les increpaba y apuntaba con sus armas.



DICTADORES COMBATIENDO A DICTADORES



ACTO ORGANIZADO POR FUERZA NUEVA EN APOYO DE UNA GUINEA ESPAÑOLA EN LA QUE INTERVINIERON ANTIGUOS CARGOS FRANQUISTAS DE LA COLONIA (FUERZA NUEVA, MARZO DE 1978)

El mundo, a finales de los sesenta y primeros setenta, estaba sacudido por luchas antiimperialistas y grupos armados de «liberación nacional». El franquismo, ante esto, no se quedó quieto. Conspiró de forma incansable para derrocar a Macías, el presidente, que instauró una dictadura. Dictadores combatiendo a dictadores. España acogió y financió a los grupos de la oposición, como Acción Nacional de Liberación de Guinea Ecuatorial (ANALIGE), sufragado por empresarios españoles con intereses en Guinea. Incluso estuvo cerca de lograr la caída de Macías, con un golpe fallido en diciembre de 1976. El grupo mantenía relaciones con el terrorismo de ultraderecha español y organizaciones como Guerrilleros de Cristo Rey o Fuerza Nueva a través de dirigentes como Antonino Masoco. También había otros opositores que campaban a sus anchas en el Madrid franquista, como el Partido Nacional para la Democracia. Desarrollo y Educación Cívica (PANDDECCA), fundado en Madrid en 1974 y donde militaban antiguos estudiantes universitarios del Colegio Mayor Virgen de África. Las autoridades miraban para otro lado cuando estos grupos, unidos a otros de carácter marcadamente fascista, conspiraban contra Macías. La acción más importante fue la toma simbólica de su Embajada en Madrid el 5 de marzo de 1978, aniversario del primer intento de golpe contra Macías. Varios militantes entraron en la embajada, donde se celebraba una fiesta en honor del presidente guineano. Leyeron una proclama y ocuparon el edificio durante unas horas. Luego se fueron sin mayores problemas. Un año después se inició la llamada «operación Leon», el golpe militar destinado a derrocar al anticolonialista Macías. Al frente de la intentona estaba Teodoro Obiang Nguema, sobrino de Macías y teniente coronel del ejército guineano, formado en la escuela militar de Zaragoza. El gobierno español conocía el plan y, por supuesto, lo apoyó. Obiang fue bendecido por España, que amparó su régimen.

LOS NEONAZIS NEGROS



PORTADA DEL NÚMERO 9 DE LA PESTE NEGRA (OCTUBRE-NOVIEMBRE DE 1986)

A finales de los ochenta, mientras Bases Autónomas practicaba un terrorismo callejero que puso en guardia incluso a sectores franquistas menos «radicalizados», llegando a celebrar un 20-N en honor del anarquista Buenaventura Durruti y reventar algunos actos falangistas, se publicaban fanzines y revistas, por lo general de escasa tirada, que recogían el ideario basista. Entre las más conocidas estaban Corrosión o La Peste Negra, entre otras. En algunos de sus números hicieron referencia a la Guinea antaño española, llegando a publicar una ilustración en la que se veía un brazo blanco unido a otro negro. La disparidad de personas que participaban en la organización era tal que incluso existió una sección guineana formada por negros guineanos que soñaban con un retorno del país al «Imperio».

La campaña por la vuelta al redil de Guinea sumó numerosos apoyos entre los nazis españoles y grupos guineanos, llegando a colaborar ambos, así como de los falangistas. La existencia de negros en el interior de Bases Autónomas no fue entendida por todos y generó tensiones. Muy pocos basistas, y menos aún los jóvenes ultras, conocían la histórica relación entre Guinea y España y las intentonas del franquismo por aplastar a Macías. En algunas manifestaciones ultras incluso se vivieron momentos de tensión cuando desfilaron algunos guineanos que reclamaban el retorno de una Guinea española, o se repartían panfletos a favor de los «falangistas morenos». Nadie, por entonces, cantaba ya su himno, ese que decía: «Los falangistas morenos / por la patria a morir / los falangistas morenos / por la patria a luchar».

viernes, 9 de noviembre de 2018

Los alemanes del Camerún

Ésta es un gran historia de cómo el territorio ecuatorial no permaneció ajeno a los grandes conflicto bélicos de la época. La Embajada de España en Malabo nos resume en un hilo el paso de los alemanes por el territorio como consecuencia de la I Guerra Mundial: