CB

martes, 7 de marzo de 2017

El exilio de Manuel Loma Fernández

Ficha Ministerio de Interior año 1957,
Manuel de la Loma Fernández-Marchante
En La Epopeya del “Méndez Núñez”, se recoge parte de la historia de Manuel Loma Fernández, Capitán médico en el Méndez Núñez: "Con la aprobación de toda la dotación, a propuesta del 2º Comandante, fueron nombrados los jefes de cada servicio y demás cargos de responsabilidad, vacantes por el desembarco de mandos y oficiales. El teniente de navío del cuerpo general Bona, fue nombrado Comandante. Segundo Comandante y responsable político del buque el secretario general de la célula. Oficial de derrota el alférez de navío Guasch al que agregaron 4 auxiliares navales que conocían un poco la navegación. Jefe de máquinas al teniente maquinista Navarro, camarada del partido. Jefe de artillería al auxiliar 1º de artillería del buque, también militante del partido. Jefe de sanidad al capitán médico Loma, camarada del partido, que ya desempeñaba este cargo."
Sin embargo, en algunas ocasiones la actuación de los médicos fue decisiva a la hora de decantar la adscripción del barco a uno u otro bando. Así, por ejemplo, en el caso del crucero «Méndez Núñez», que se encontraba en Guinea, es decisiva la actuación del capitán médico Manuel Loma Fernández, que es el único oficial que permanece fiel a la República y a bordo, cuando todos los demás son desembarcados. De los auxiliares de Sanidad, José Moreno Mesa, sigue con el capitán médico, mientras que Miguel Nieto desembarca en Guinea con el resto de los oficiales”. “La Sanidad en la Marina republicana”. Dr. Pedro Ferrer Córdoba. Estaba a bordo del “José Luís Díez” en su viaje de regreso a España. En el informe titulado “Comportamiento del personal en el viaje de regreso a España del destructor “José Luís Díez”, se describe su actitud de la siguiente forma: Capitán Médico. MANUEL LOMA.-Estuvo en su puesto y atendió con rapidez a los heridos.
Editorial de Jaime Gay Compte en El Defensor de Guinea,
según La Guinea Española.
Partidario de la República, fue posteriormente Comisario médico en el José Luis Díez en agosto 38 y embarcado por orden verbal en el Gravina el 5 de marzo de 1939. Salió de Cartagena con la Escuadra el 5 de marzo de 1939 en el Gravina, en lo que fue el inicio masivo del exilio para la armada republicana.

Así se recoge en Bizerta, el Exilio de los marinos republicanos:
Para casi 4000 marinos de la Flota Republicana española el exilio empezó en Bizerta. En la mañana del 7 de marzo de 1939 once buques fondearon en su rada. Para poder entrar, las autoridades francesas exigieron la entrega y el desarme total. Inmediatamente se quitaron los cerrojos de los cañones, se trincaron las direcciones de tiro, se llevaron a los pañoles los fusiles, las municiones, las ametralladoras. Se cerraron con llave que custodió el mando francés. También dieron la orden de entregar las pistolas. Según testimonios de muchos marinos prefirieron tirarlas al mar. A las dos de la tarde, les permiten cruzar el canal hasta el lago de Bizerta. Allí, uno a uno, sin arriar las banderas republicanas, fueron entrando el Miguel de Cervantes, el Libertad, el Méndez Núñez y ocho destructores el Valdés, el Lepanto, el Gravina, el Antequera, el Miranda, el Escaño, el Jorge Juan y el Ulloa. El submarino C-4 llegaría al día siguiente.

 En su caso, tras abandonar el campo de concentración, se vio obligado a exiliarse en Rusia, en donde estuvo ejerciendo como médico. Allí  conoció  a  la  farmacéutica  Sinaída  Danilova, con quien contrajo matrimonio en septiembre de 1940 y tuvo cuatro hijos.

Durante la II  Guerra  Mundial  fue  destinado a la región de Omsk (Siberia  Occidental),  en  donde ejerció de director del Hospital Militar de Yalutorovsk, que estaba  destinado  a  oficiales heridos del Ejército Rojo.
Manuel  de  la  Loma  regresó  con  su  familia  a  España en el quinto viaje del buque Krym, en enero de 1957.
Conforme a Los médicos republicanos españoles exiliados en la Unión Soviética, falleció de manera  súbita  en  1968  a  causa de  un  infarto  de  miocardio que le sobrevino mientras estaba trabajando en el ambulatorio de Pontones.

3 comentarios:

  1. Fue mi padre. Una buena persona, defensor de la República legal. De buena familia republicana pero sin ser clasista. Lo pasamos mal en España.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario, no nos pasa desapercibido...: reconocemos que nos ha emocionado.
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Fue un valiente, un hombre de honor y principios.¡Salud y República!

      Eliminar