CB

Mostrando entradas con la etiqueta prisión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta prisión. Mostrar todas las entradas

miércoles, 24 de julio de 2024

Buena cara

Apenas hace un par de días publicábamos sobre un poeta de Santa Isabel que acabó en un campo de concentración... 

Hoy le toca a otro:

Paco es una persona afable. Sólo le veréis apretar la quijada si percibe una injusticia. Incluso cuando vive un contratiempo en primera persona procura ser conciliador y con cierta resignación como el buenazo de Job.

Ayer, cuando llevaba comida y agua a sus paisanos y familiares annaboneses presos en Malabo, el gendarme de turno le retuvo y está detenido desde entonces. 

Peticiones de explicaciones, apelaciones a sus problemas de salud o las gestiones de su empleador (Paco trabaja para la Oficina de Cooperación de la Embajada de España) han sido infructuosas. 



¿Sabéis que Paco es escritor? Hace unos años escribía: «“…A mal tiempo buena cara…” ni leches y al que dijo eso, cariñosamente lo digo: que le jodan». No estaba pensando en la injusticia propia, sino en la ajena. Precisamente en la que lastra el crecimiento de las nuevas generaciones de Annobon.

Gutí-Fôgo Badjá Toib, que es el nombre de Francisco Ballovera Estrada en su lengua materna, está privado de libertad por dar de comer al hambriento. Veamos si le hacen un patético montaje como al dibujante Ramón Esono o le encierran sin cargos 365 días como a "Paysa", Joaquín Elo Ayeto, por contar un mal y escueto chiste en público... 




No olvidemos tampoco la vivencia de "Jamín Dogg", Benjamín Ndong, quien fue detenido por dedicarle una canción a los taxistas en huelga; tuvo suerte, ya que su prisión fue breve y prácticamente no le torturaron.

Para ser un país sin librerías, parece que le tienen ganas a los escritores... y si no, que le pregunten a Trifonia Melibea Obono.

Pero si queréis saber más sobre Paco, podéis adquirir su última obra aquí.

lunes, 12 de diciembre de 2022

Relegación a las posesiones de África

¿Recordáis cómo tras la creación de los tribunales de responsabilidades políticas, se van acumulando sentencias a las que pudiera haber por la vía civil, militar o administrativa, que conllevan la expulsión del territorio ecuatoguineano? Pero no sólo se expulsará, también se retoma la vieja tradición del destierro de la península, relegando a los condenados a las Posesiones Españolas del Golfo de Guinea (con o sin prisión)? 

Las sentencias de los tribunales de responsabilidades políticas se generaron compulsivamente, y su función era marcar de modo indeleble al contrincante político y ensañarse con el sentenciado, castigarle si es posible, dotándose además de una una vía legal para apropiarse de sus propiedades y forzar su exilio. La sanción del inasumible destierro en África, contribuirá precisamente a consolidar el exilio del sancionado y arropar jurídicamente las expropiaciones de bienes.

Poníamos como ejemplo (entre otros), el de Felipe Forner Castells condenado al destierro en el territorio ecuatorial y cuyo delito fue haber sido electo como diputado provincial de Valencia en la República, además de concejal del Ayuntamiento de Sagunto, el cual se vio forzado a vivir exiliado en Francia con su familia... sin llegar nunca a pisar territorio ecuatoguineano, pese a los requerimientos de comparecencia.

El Archivo Foral de Navarra identifica varias condenas -en ausencia de los acusados y con sentencias en fechas tardías- que incluyen un conveniente destierro en los territorios africanos. El previsible incumplimiento de ese destierro forzará el no retorno de los exiliados y la posibilidad de proceder a la expropiación de su bienes.

Condena a:

Sanción:

Responsabilidad política:

1940.08.08 Luis Alfaro González, vecino de Pamplona.

Pago de 5.000 pesetas. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 12 años y 8 meses de relegación a las posesiones de África. 

Estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil, desempeñar cargos directivos en dicho partido, desempeñar el cargo de secretario del Gobernador Civil de Navarra desde febrero hasta julio de 1936, y salir de la zona republicana durante la Guerra Civil y permanecer en el extranjero más de 2 meses.

1940.09.09. Serafín Úriz Ichaso, tipógrafo, vecino de Pamplona.

Pago de 1.000 pesetas. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 10 años, 4 meses y un día de relegación a las posesiones españolas en África.

Estar afiliado a la Casa del Pueblo de Aoiz al iniciarse la Guerra Civil, desempeñar cargos directivos en dicha organización y distinguirse en todas las huelgas.

1940.01.08. Baldomero Ilzarbe Jáuregui, vecino de San Sebastián (Guipúzcoa).

3.000 pesetas. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 12 años y 8 meses de relegación a las posesiones de África. 

Estar afiliado a la UGT al iniciarse la Guerra Civil y tomar parte activa con el bando republicano llevando armas y capitaneando milicias.

1940.10.05. Fermín Ortega Hernández, vecino de San Sebastián (Guipúzcoa).

Pago de 500 pesetas. Sanción restrictiva de la actividad: 8 años, 4 meses y un día de inhabilitación. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 8 años, 4 meses y un día de relegación a las posesiones de África. 

Estar afiliado al Partido Socialista al iniciarse la Guerra Civil, ser miembro destacado de dicho partido, desempeñar el cargo de concejal en el Ayuntamiento de San Sebastián (Guipúzcoa) y formar parte del tribunal que sentenció a los militares que se rindieron en Loyola (Guipúzcoa).

1940.06.24. Eduardo Díaz Gardedependiente de comercio y vecino de Pamplona.

Pago de 500 pesetas en concepto de indemnización de perjuicios y 10 años y 4 meses de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a la CNT al iniciarse la Guerra Civil, ejercer un cargo directivo en dicho sindicato y organizar huelgas, desórdenes y reuniones clandestinas de carácter comunista.

1940.01.29. Tomás Labairu Hualde, jornalero, vecino de Isaba.

Pago de 2.000 pesetas de indemnización de perjuicios y 12 años y 8 meses de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a la UGT al iniciarse la Guerra Civil, intentar asaltar el cuartel de la Guardia Civil de Isaba y haber huido a Francia después de causar daño en las líneas de comunicación.

1940.09.16. Vicente Ajona Urbiola, vecino de Pamplona.

Pago de 1.000 pesetas por vía de resarcimiento de perjuicios y 12 años de relegación a las posesiones en África.

Causas de responsabilidad política: presidir e instruir las Milicias Socialistas, perseguir a los miembros jaimistas de Pamplona, tenencia de arma de fuego y haber huido de la localidad al iniciarse la Guerra Civil.

1939.08.06. Lamberto Caballero Erviti, vecino de Pamplona.

Pago de 500 pesetas en concepto de indemnización de perjuicios y 10 años 4 meses de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a una organización anarcosindicalista al iniciarse la Guerra Civil.

1940.08.17. Emilio Salvatierra Sunsunaga, motorista de la Diputación de Navarra, vecino de Pamplona.

Pérdida total de bienes. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 15 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil, ser miembro destacado del partido, actuar en motines y algaradas callejeras con pistola en mano, participar en los asaltos a la Diputación de Navarra y al Círculo Tradicionalista, ser concejal y confidente del Frente Popular, haber huido al iniciarse la Guerra Civil a zona republicana, y permanecer en el extranjero sin reintegrarse en territorio nacional en un plazo de 2 meses.

1940.09.17. Tomás Zubizarreta Lazcano, contratista de obras, vecino de Irún (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes. Sanción restrictiva de la actividad: 15 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado y ser fundador del Partido Comunista de Irún (Guipúzcoa), pertenecer al Socorro Rojo Internacional, distinguiéndose en los actos públicos en sus discursos en vascuence en favor de su ideario comunista, haberse significado públicamente en contra del Movimiento Nacional llevando pistola, haber intervenido en la detención de personas y en el Tribunal Popular encargado de juzgar a personas adictas al Movimiento Nacional, dedicarse a la venta del periódico "Euzkadi Roja", y haber huido a Francia ante la llegada del ejército nacional y permanecer en el extranjero más de 2 meses.

1940.08.10. Fernando Ariznea Inda, empleado de banca, vecino de San Sebastián (Guipúzcoa).

Pago de 5.000 pesetas. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 12 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a la UGT al iniciarse la Guerra Civil, ser miembro destacado del Sindicato de Banca y Bolsa afecto a UGT y ejercer cargos en la directiva, desempeñar el cargo de secretario de la Comisión de Finanzas de la Junta de Defensa del Frente Popular y haber huido de San Sebastián (Guipúzcoa) a Francia ante la llegada del ejército nacional, permaneciendo en el extranjero más de 2 meses.

1940.02.09. Jesús Monzón Repáraz, abogado, vecino de Pamplona. Destituido como escribiente por oposición de la Diputación Foral de Navarra.

Pérdida total de bienes y a 15 años de relegación a las posesiones de África.

Ser dirigente y organizador del Partido Comunista en Navarra, significarse por su propaganda marxista, desempeñar el cargo de escribiente en la Diputación de Navarra, desempeñar el cargo de Gobernador en Alicante, ser candidato del Partido Comunista en las elecciones del 16 de febrero de 1936, tomar parte en el asalto a la Diputación de Navarra, pertenecer a la Liga de los Derechos de los Hombres, agrupación declarada masónica, y salir de la zona republicana durante la Guerra Civil y permanecer en el extranjero más de 2 meses.

1940.06.08. Ramón Benito Gómez, agente de policía y vecino de Isaba.

Pago de 5.000 pesetas de indemnización de perjuicios y 15 años de inhabilitación absoluta y de relegación a las posesiones en África.

Estar afiliado al Partido Comunista, haberse puesto a disposición de la UGT al iniciarse la Guerra Civil, oponerse al Movimiento Nacional cortando las comunicaciones telegráficas y telefónicas, y permanecer en el extranjero durante la Guerra Civil sin reintegrarse al territorio nacional en un plazo de 2 meses.

1940.03.07. Ricardo Zabalza Elorga, maestro, vecino de Pamplona.

Pago de 25.000 pesetas por vía de indemnización de perjuicios y 12 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado al Partido Socialista al iniciarse la Guerra Civil, colaborar en el periódico "Trabajadores", ser propagandista y organizar actos de propaganda, haber huido de Pamplona a Valencia donde desempeño el cargo de gobernador civil durante el dominio republicano en dicha ciudad, y presentarse candidato para diputado a Cortes en las elecciones del 16 de febrero de 1936 por el Frente Popular.

1940.04.29. Manuel Arocena Echegaray, vecino de Irún (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes y 15 años de inhabilitación absoluta y relegación a las posesiones en África.

Ser destacado miembro de izquierdas y conocido por su amistad con Indalecio Prieto habiéndole procurado a éste su fuga de España en octubre de 1934, dar amparo y alojo en su casa a las hijas del mismo así como a otros significados socialistas y marxistas de San Sebastián (Guipúzcoa), Éibar (Guipúzcoa) y otros lugares, ostentar el cargo de consejero de CAMPSA y trabajar activamente en el paso por la frontera de armas y municiones de guerra durante el dominio republicano en San Sebastián (Guipúzcoa).

1941.07.01. José Miguel Gomendio Larrañaga, abogado, vecino de Oñate (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 15 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil siendo uno de los dirigentes más característicos por su propaganda oral y escrita en la provincia de Guipúzcoa, fundador del Centro de Izquierda Republicana, desempeñar el cargo de gestor de la Diputación en representación de Ezquerra Vasca, erigirse como jefe del Frente Popular en Guipúzcoa procediendo al nombramiento de comités locales, ordenando detenciones, registros y requisas, distribuir armas entre los milicianos, dictar bandos en el Ayuntamiento de Oñate (Guipúzcoa) y pasar circulares a los bancos de dicha localidad dictando normas y autorizando toda clase de documentos, salvoconductos, vales, recibos, armas, donativos y multas impuestas por el Frente Popular, ejercer el cargo de Fiscal de los Tribunales Populares de San Sebastián (Guipúzcoa), haber huido de San Sebastián (Guipúzcoa) a Oñate (Guipúzcoa) ante la llegada del ejército nacional, destacarse con fuerzas a sus órdenes en el alto de Udana, de allí haber huido a Bilbao (Vizcaya) desempeñando el cargo de Gestor Provincial en Bilbao (Vizcaya) hasta la constitución del Gobierno de Euzkadi, haber huido a Cataluña dónde desempeñó el cargo de secretario del Gobierno de Euzkadi y ante la llegada de las tropas nacionales huir al extranjero y permanecer en el extranjero más de 2 meses.

1940.09.26. Emiliano, Augusto, Sofía,Valeriana y Juana Labairu Hualde, hermanos, vecinos de Isaba.

Emiliano Labairu Hualde pago de 10.000 pesetas; Augusto Labairu Hualde pago de 2.000 pesetas; Sofía y Valeriana Labairu Hualde pago de 1.000 pesetas cada una. Sanción limitativa de la libertad de residencia: Emiliano Labairu Hualde relegación a las posesiones de África. Sentencia absolviendo a Juana Labairu Hualde de la acusación de estar afiliada a algún partido político declarado fuera de la ley o de actuar en contra del Movimiento Nacional.

Emiliano Labairu Hualde por su ideología de izquierdas y por su propaganda y simpatía por los partidos del Frente Popular e intentar junto con otros miembros del Frente Popular de Isaba que se entregaran los 4 guardias civiles de dicho cuartel; Augusto, Sofía y Valeriana Labairu Hualde por difundir propaganda de los partidos del Frente Popular y permanecer en el extranjero durante la Guerra Civil sin reintegrarse al territorio nacional en un plazo de 2 meses.

1940.04.18. Ramón Astudillo Gabarain y Fermín Astudillo, vecinos de San Sebastián (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes, inhabilitación absoluta y relegación a las posesiones en África.

Ramón Astudillo Gabarain estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil, poseer en su domicilio el teléfono del partido, figurar en la lista de pago de la multa impuesta a un destacado activista de izquierdas, ser jefe miliciano dedicado al registro y saqueo de establecimientos y domicilios y realizar detenciones de personas como el Marqués de Ormaza y el reverendo jesuita Padre Aizpuru; Fermín Astudillo estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil, actuar como miliciano republicano y como jefe de un grupo encargado de registros domiciliarios, dirigir el asalto a los juzgados de San Sebastián (Guipúzcoa) llevándose la lista de los empleados de dichos juzgados que habían de ser fusilados.

1940.12.20. Pedro Trimbor Moncada, relojero, vecino de San Sebastián (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes y 15 años de sanción de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado al Partido Comunista, a la Asociación de Amigos de la Unión Soviética y al Socorro Rojo Internacional al iniciarse la Guerra Civil, reunir a miembros destacados del comunismo local en su establecimiento, colaborar con el Frente Popular durante el dominio republicano en San Sebastián (Guipúzcoa) apoderándose de todos los objetos de valor de la joyería Astráin que posteriormente fueron depositados en la Diputación Provincial, encargarse de visar los pasaportes de los súbditos extranjeros que salían por el Club Náutico, haber huido de la localidad ante la llegada del ejército nacional y permanecer en el extranjero más de 2 meses.


Ninguno de ellos pisó nunca el territorio ecuatorial. No es casualidad, que se esa sanción recayera en exiliados condenados en ausencia. Alguno de ellos, como Vicente Ajona Urbiola († Pamplona 1936), el maestro Ricardo Zabalza Elorga († Cementerio del Este, Madrid, 1940) o el también maestro Augusto Labairu Hualde († Pamplona 1936), habían sido fusilados con anterioridad a la sentencia, o incluso -reconoce su condena- como el dependiente de comercio Eduardo Díaz Garde, que habiendo huido de Pamplona fue detenido y conducido a la cárcel de Zaragoza no volviéndose a saber de él (¿recuerdas el principio de La Navaja de Ockham ecuatorial?).

Otros fallecerán en prisión como el tipógrafo Serafín Úriz Ichaso († Pamplona 1943), víctima de los padecimientos que sufrió en la cárcel, o fallecerán en un campo de concentración alemán como el carpintero Tomas Zubizarreta Lazcano († Neuengamme-Bergen-Belsen 1945) tras exiliarse y resistirse infructuosamente a la ocupación alemana de Francia.

Y si se trata de navarros... no te olvides de Un navarro en prisión y el congosá.


miércoles, 15 de diciembre de 2021

Dos más de los 150 del penal

En este paseo por la calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel, son recurrentes las citas a Juan Rodríguez Doreste sobre su vivencia de confinamiento en el campo de concentración del viejo Lazarero de Gando:
«Llevábamos algunos meses en Gando cuando llegaron los detenidos en la Guinea española, que procedían de la isla de Fernando Poo y del territorio del Río Muni, a los cuales se habían incorporado los tripulantes capturados del vapor de la Compañía Trasmediterránea, llamado precisamente el Fernando Poo, hundido en las aguas del puerto de Bata. Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora. (...) Y así un día aparecieron por Gando, derrotados, pálidos, con evidentes señales del estrago corporal que les había causado una reclusión que lindaba en infrahumana. Constituían un buen contingente, muy heterogéneo de composición, pero muy homogéneo en la solidaridad, en el buen espíritu. (...) Me cruzan igualmente por el recuerdo otras figuras de amigos que fueron asiduos concurrentes a nuestro cuarto, que ganaron nuestra estimación, que intimaron incluso con algunos de nosotros y que luego la vida ha esparcido por distintos cuadrantes: los guineos Francisco Luque, escéptico bromista de garra irónica, y Pedro Mantilla, buen dibujante y delineante, excelente persona a quien luego encontré muchas veces en el despacho donde trabajaba en Madrid».

No hay mucha información accesible sobre ambos, pero sí que a Manuel Luque Vázquez y a Pedro Mantilla Henríquez (Enrici dirá el BOE en su nombramiento como capataz forestal en el servicio correspondiente en los territorios españoles del Golfo de Guinea) les fueron conmutadas las penas en noviembre de 1941.

Posiblemente, la extraordinaria memoria del viejo alcalde fallara en esta ocasión y se tratara realmente del Manuel Luque para quien -al igual que para Pedro Mantilla- el fiscal solicitaba reclusión perpetua y finalmente fue condenado a 10 años de prisión, Ambos cuentan igualmente con su correspondiente expediente de indulto, tras cumplir parte de la pena.

Palo ubicado en el patio del campo de concentración del Lazareto de Gando en Gran Canaria, recurrente en los testimonios de maltrato. Fotografía cortesía de Fernando Caballero Guimerá, incluida en "Los campos de concentración de Franco" de Carlos Hernández de Miguel.

jueves, 21 de octubre de 2021

El caso del mecanógrafo

El portal Víctimas de la Dictadura en Castilla-La Mancha recoge la ficha de: Juan Die Pascual de Bonanza (de profesión mecanógrafo), que era natural de San Juan (Alicante):

Hijo de Victorio Die Die y de Clara Pascual de Bonanza y Pardo, siendo Juan el noveno (1-2-1905) de 11 hermanos. Durante un tiempo su familia vivió en Argentina, si bien acabaron regresando a Alicante de donde eran originarios.

Al igual que su bisabuelo Étienne Dye Jouvene adaptó a la sonoridad alicantina su nombre y apellidos -a Esteban Die Juvena- cuando llegó con sus hermanos desde Saint-André-d'Embrun (Francia) en 1768, Juan Die Pascual de Bonanza asumió el nombre de Juan Diez Bonanza durante la militancia en la FAI. Tal vez (entramos en el mundo de las teorías) porque los apellidos familiares le delataban como integrante de una de las grandes familias alicantinas, vinculadas además políticamente con el antiguo régimen.

Regreso tras la tradicional "Paraeta", una paradita durante 
la Romería de la Santa Faz en Alicante, 
acompañada con rosquillas de anís y mistela en la finca "Lo de Die".
La "Paraeta", instaurada por su bisabuelo en 1804, se mantiene en la actualidad.

¿Seguiemos con el relato? 

Entre 1928 y 1931 residió en Fernando Poo, donde era archivero bibliotecario del Servicio Agronómico. 

En julio de1931, fue declarado cesante en la administración colonial ya que «habiendo transcurrido con exceso el tiempo necesario para reintegrarse a su destino, para lo que le fue concedido pasaje por orden de 13 de noviembre anterior, y en vista de las noticias recibidas del Gobierno general de los territorios españoles del Golfo de Guinea, en telegrama núm. 227, de 7 de Diciembre último, en que se comunica haberse usted desembarcado del vapor correo oficial que lo conducía a la Colonia, en uno de los puertos de tránsito, sin que hasta el presente se tenga noticias de su paradero, por lo que sobradamente puede considerarse el abandono del destino que desempeñaba».

Todavía el 16 octubre 1936, la republicana Gaceta de Madrid publica la separación definitiva por denuncia de otro español, el cual -aprovechando su ausencia y cese- ambiciona un terreno de 35 hectáreas de Ebelebu (Río Congue) asignada a Juan Die durante su ejercicio profesional.

En cualquier caso, tras regresar a España trabajó con unos parientes suyos en Valencia, en comisiones y representaciones, hasta que en el mes de junio de 1935 marchó a Venezuela, residiendo en Caracas. Regresó en noviembre de aquel año, buscando trabajo como minero en León, al no encontrarlo se dirigió a Valladolid, sin éxito igualmente, trasladándose a Madrid. Con ayuda de su madre se estableció como reparador de máquinas de escribir por distintos pueblos de la Línea Madrid-Albacete, poco antes de producirse la sublevación. Durante los primeros días de la guerra se ocupó de organizar una columna de milicianos formada por elementos de la FAI llamada "España libre", que marchó a la provincia de Valencia, de donde regresó inmediatamente Juan Die por la responsabilidad de sus cargos, de todos los cuales cesó en septiembre de 1937 para marchar a Alcaraz. Fue uno de los principales dirigentes de esta organización en Albacete. Contrajo matrimonio canónico con Josefa Solbes Huertas en diciembre de 1936, con quien tuvo un hijo, Juan, durante la guerra. Al final de la misma fue internado en el campo de concentración de Sueca, al salir del cual, en 1941, permaneció bajo la identidad falsa de Francisco García del Valle en Madrid, donde trabajó en la redacción del periódico "El Alcázar" (desde enero de 1943), que usa como tapadera para trabajar en favor de su organización desde la clandestinidad, en contacto con Eusebio Azañedo, José Ballestero, Abraham Guillén y Martín Cañella. Fue declarado en rebeldía en 1946, situación en la que permaneció hasta su detención en diciembre de 1954.

Fue juzgado y condenado a pena de muerte, conmutada por la de 30 años de reclusión mayor

El 13 de septiembre de 1957, desde el Pazo de Meiras «Su Excelencia el Jefe del Estado, que Dios guarde, ha tenido a bien conceder el beneficio de libertad condicional», por lo que quedaría en libertad del internamiento en la Prisión Central de San Miguel de los Reyes (Valencia).


 

Edad: 48
Sexo: Hombre
Estado civil: Casado/a
Residencia: Valencia
Partido: FAI
Filiación sindical: CNT (desde agosto de 1936)



Cargo público: Secretario del Frente Popular de Albacete desde agosto de 1936. Consejero Provincial de Hacienda. Concejal y Gestor de la Diputación. Cesó en todos sus cargos en septiembre de 1937.

Actividad en la guerra: Secretario General del Sindicato Mercantil de la CNT hasta septiembre de 1937. Miembro del Comité de Defensa de la CNT-FAI
Lugar de muerte o condena: Prisión Celular de Valencia / Prisión Provincial de Madrid / Prisión Provincial de Albacete / Prisión Central de San Miguel de los Reyes (Valencia) desde el 19 de agosto de 1956
Inicio de la condena: 21/10/1954
Circunstancias: Se celebró el consejo de guerra el 25 de abril de 1956, haciéndose firme la sentencia el 21 de mayo siguiente. Dejaría extinguida la pena el 18 de octubre de 1984. Se le denegó el indulto que solicitaba ateniéndose al Decreto de 9 de octubre de 1945 en junio de 1956. Condenado por el Juzgado Especial de Espionaje y Comunismo de la 1ª Región Militar (Causa nº 122.477) a 3 años de prisión, que sumada a la anterior, hacen que quede extinguida la pena el 15 de agosto de 1986.
Delitos: Adhesión a la rebelión
Tribunal: Causa nº 53-55 (Albacete)
Sentencia: Pena de muerte. Conmutada por la de 30 años de reclusión mayor

Fuentes: Archivo General e Histórico de Defensa, caja 14420/13 / Archivo Histórico Provincial de Albacete, caja 13079; legajo 145, Expediente 63
Investigadores: Lucía Crespo Jiménez / Alfonso Salvador Ferrer

jueves, 30 de septiembre de 2021

Música clandestina

Dibujo de Felo Monzón
(Rafael Monzón Grau-Bassas)
realizado en el campo de concentración
Cuenta Guillermo Martínez en La música clandestina en las prisiones franquistas: esperanza, muerte, picaresca y el sueño de libertad que «Modificar la letra del “Cara al sol”, enfrentarse a las autoridades cada vez que intentaban que una partitura saliera de la cárcel y entonar diferentes canciones sobre su propia realidad es lo que hacían decenas de presos encarcelados durante la dictadura franquista (...) Romper el silencio en las cárceles franquistas no fue algo baladí. Decenas de presos políticos se vieron inmersos en bandas y orquestas de estos centros penitenciarios pensados para el castigo y la muerte, la reeducación del régimen. Entre ellos, decenas de músicos profesionales que no dejaron de entonar sus partituras y composiciones entre barrotes, a veces obligados por las autoridades de la dictadura, otras tantas, por la libertad añorada, la familia lejana, los deseos de escapar. La lírica caló en fragmentos de papel higiénico, en giros irónicos de un Cara al Sol quemado, en la protesta política: su crimen».

No es una sorpresa: habíamos visto ya en la celda de los pintores o el aficionado a los toros de Santa Isabel cómo los confinados buscan estrategias que les permitan hacer más llevadera la prisión o incluso generar espacios para la resistencia. Así surgen casos como los voluntarios a Guinea en el penal de Burgos.

En esa búsqueda los presos se inspirarán en diferentes temas, tantos como emociones:

«Asimismo, el protagonismo también recayó en las mujeres que sustentaban al preso: "La figura de la madre, la esposa y la hermana es muy recurrente porque son quienes les llevaban comida y de algún modo ellas estaban tan presas como ellos", especifica Calero. Aun así, la libertad era el tótem central al que dedicaban sus versos. Así ocurre cuando salen de prisión, o bien por su excarcelación o porque se tratara de un traslado. "Cuando ya sea libre te volveré a ver", decían las presas de Durango "desreferenciadas de su propio sitio, sin un lugar al que regresar", apunta la investigadora. Más allá de las mujeres, tan presentes en el pensamiento y recuerdo de los presos, éstos también dedicaban sus obras musicales a los más pequeños de la familia. Lo mismo sucedía con otras composiciones de contenido sexual, dada la carencia del mismo. "Cuando uno se las encuentra puede sorprender, pero no deja de ser una necesidad física y emocional", señala Calero. Ella misma finaliza al afirmar que, en estos casos, las letras sí tienen cierto contenido humorístico y se retrotraen a los ritmos latinos que ya habían penetrado en España en los años 20, donde todo es más sugerente y hablan del sexo hasta donde pueden, entendiéndolo como un juego».

Entre los testimonios recopilados está La Rumba de Ánxel Jóhan, compuesta en 1940 mientras cumplía condena en la Prisión de las Palmas de Gran Canaria.

Danza en el cálido son 

del bongó.

Rumba de selva

en Fernando Póo.

Baile del vientre

con tetas al sol.

Danza, que danza, que danza

la gripa se escurre llena de sudor.

Lujuria del muslo

crispada la mano

y abierto el bongó.

Trenza el calabó, bó, bó

trenza en tu ombligo

las nipas de N’fork [sic, por N’sork].

Sonido, verso y color

para la negra, negra de Cennobón [sic, por Annobón]

Sobre el autor, recogen en El Silencio Roto que Ánxel Jóhan (nacido como Ángel Juan González López, Lugo, 1901-Madrid 1965) fue:

Poeta, escritor y dibujante lucense. En 1929 se trasladó a Las Palmas de Gran canaria donde colaboró con la revista Yunque. Tras la sublevación militar escribió al gobierno de la república informando de la presencia de Franco en la isla, razón por la cual fue detenido en 1937 y condenado a treinta años de reclusión, de los cuales cumplió cuatro en el Penal de las Palmas. Allí retrató a varios de sus compañeros de presidio, colaboró en la revista clandestina Surcos y escribió diversos poemas y canciones, entre estas las de motivo infantil Dos canciones y la erótica Rumba.

En 1938, el Ministerio del Orden Público declara su separación del servicio del Cuerpo de Telégrafos, al que nunca más volverá a pertenecer.

En 1941 fue excarcelado, siendo entonces cuando publicó sus primeros libros: Redondel sin salida (1944), Alba esencial (1944), Muerte siempre (1945), La agonía junta (1946) y Antología cercada (1947). En 1948 regresó a Lugo, donde se dedicó a diversas actividades docentes.

Finalmente falleció en Madrid en 1965.

 

La canción tiene la evidente influencia de alguno de los 150 presos coloniales en Gando.

De todo modos, Ánxel Jóhan cultivará diversos procesos creativos (pintura, poesía... y otro tipo de canciones) en prisión.

Por ejemplo, dibujos y caricaturas:
Retratos de los presos Eustaquio Almeida Ojeda, Félix Montesdeoca Pérez, Domingo Suárez Morales, Juan Trujillo Pérez, Javier Muñoz Pastor y José Fiol Santana realizados en la prisión de Fyffes.



lunes, 30 de agosto de 2021

Voluntarios a Guinea

¿Recordáis la tradición del destierro al territorio ecuatorial como castigo ejemplar para la disidencia política?

Pues ésta es la historia del penal de Burgos y sus 4000 voluntarios a la deportación y confinamiento en la Guinea Española:

«..descubrió un día que en la cárcel entraban periódicos y materiales clandestinos. Revolvió y apaleó cuanto pudo para hacer declarar a los presos los nombres de las personas que dentro y fuera de la prisión tenían organizado aquel servicio. Nadie dio el menor indicio. El "Jabonero", que así es llamado el bandido en cuestión, reunió a toda la población penal y con voz tremebunda lanzó su amenaza: como se volviera a hacer un descubrimiento semejante, los presos irían a parar a un penal de castigo de la Guinea española. Al día siguiente, el "jabonero" recibió una descomunal jabonadura. Sobre la dirección de la cárcel cayó un alud de 4,000 solicitudes individuales para ir a Guinea. Ni que decir tiene que además de correr el más espantoso ridículo, el "Jabonero" tuvo que darse el trabajo de quemar la montaña de papeles».

La anécdota la recogían en España Popular: semanario al servicio del pueblo español en su edición del 12 de mayo de 1944.

¿Será cierto que los presos se ofrecieron voluntarios para ir a la Guinea Española? 

Lo que sí es cierto, es que el "Jabonero" sí existió: se trata de Marcos Jabonero López, un jienense que anteriormente había pasado por las prisiones de Ocaña, Zaragoza, Valencia, San Miguel de los Reyes… Tras ser subdirector de la Prisión Provincial de Bilbao, pasaría al Dueso en 1933, donde permanecería hasta febrero de 1937 en que sería nombrado Director de la Prisión Provincial de Burgos. A partir del 21 de julio de ese mismo año se haría cargo de la Dirección de la Prisión Central de esa misma ciudad, que es donde sucede esta anécdota.


miércoles, 20 de enero de 2021

El testimonio de un tal Ricardo

En este paseo por la calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel, son recurrentes las citas a Juan Rodríguez Doreste sobre su vivencia de confinamiento en el campo de concentración del viejo Lazarero de Gando:
«Llevábamos algunos meses en Gando cuando llegaron los detenidos en la Guinea española, que procedían de la isla de Fernando Poo y del territorio del Río Muni, a los cuales se habían incorporado los tripulantes capturados del vapor de la Compañía Trasmediterránea, llamado precisamente el Fernando Poo, hundido en las aguas del puerto de Bata. Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora. (...) Y así un día aparecieron por Gando, derrotados, pálidos, con evidentes señales del estrago corporal que les había causado una reclusión que lindaba en infrahumana. Constituían un buen contingente, muy heterogéneo de composición, pero muy homogéneo en la solidaridad, en el buen espíritu. Venían funcionarios caracterizados: el tesorero de Hacienda, el jefe de Correos, el jefe de la Policía gubernativa, el comisario López García, pintoresco personaje, realmente detenido por error, pues no era ni chicha ni limonada, dependientes de la Curaduría, algunos profesionales, cultivadores y finqueros, escritores, un excelente poeta, etc. y la totalidad de la tripulación del Fernando Poo».

Pero no es el único relato que recopila vivencias de los presos coloniales en Gando.

Así, recoge Rafael Tórres en Los Esclavos de Franco que «según testimonio de un tal Ricardo [Sáinz García], abogado residente en Santa Isabel, colaborador del Diario de Guinea y de la prestigiosa Revista de Criminología Forense, recogido por María Manuela de Cora en su libro Retaguardia enemiga, la bestialidad era la tónica del trato de sus captores. Cuenta Ricardo, detenido en los primeros días de la sublevación y mantenido preso sin ninguna imputación formal, que una de las peores torturas era la conocida como "la pena del palo", que se aplicaba por cualquier infracción del reglamento o ante la menor indisciplina. Consistía en situar al penado, erguido, ante un poste en cuyo extremo superior lucía una bombilla, y mantenerlo ahí, de pie, sin dormir, ocho o quince noches seguidas, obligándole durante el día a cumplir el trabajo forzado ordinario. Los compañeros, que asistían al derrumbamiento físico y mental del así castigado, procuraban quitarle parte de la faena, pero sobre la víctima se cernía durante esas jornadas, por parte de la guardia, una vigilancia reforzada. El atrabiliario obispo Pildain, que odiaba a Unamuno, a Galdós y a las mujeres, no reparaba durante sus frecuentes visitas al campo en esas aberraciones que se cometían con los que, a todo trance, pretendía inducir a confesar y comulgar para arrancarles sus pecados».

Palo ubicado en el patio del campo de concentración del Lazareto de Gando en Gran Canaria, recurrente en los testimonios de maltrato. Fotografía cortesía de Fernando Caballero Guimerá, incluida en "Los campos de concentración de Franco" de Carlos Hernández de Miguel.

sábado, 10 de octubre de 2020

Un navarro en prisión y el congosá

El incansable Pedro Medina Sanabria, recoge en su blog dedicado a la Memoria e Historia de Canarias la catalogación que está realizando del archivo jurídico militar de Canarias.

En el listado que está elaborando, salta inesperadamente un nuevo vecino de Santa Isabel:



Se trata del navarro Benigno de los Arcos Hernández, agricultor ("propietario" dirá La Guinea Española) sentenciado a 6 años y un día de prisión mayor por «inducción a la rebelión en los sucesos de Santa Isabel» así como «propalar noticias falsas y tendenciosas». Su hermano Sixto a su vez habría sido condenado a 15 años, y saldrá en libertad condicional en 1943 de los Talleres Penitenciarios de Alcalá de Henares. Recientemente, y por constar como residente en Barcelona ha sido incluido en la lista de reparación jurídica de víctimas del franquismo (1938-1978) de la Generalitat de Catalunya. Se decreta así la nulidad de su condena y “restablece el honor, la dignidad y la memoria” de una víctima “injustamente procesada por los tribunales franquistas”.



En 2016, el historiador Iñaki Egaña les dedica un par de párrafos en su artículo Dispersión: «Benigno y Sixto eran hermanos, uno agricultor, el segundo trabajador en una imprenta. Hijos de Quirico Los Arcos y Petra Hernández. Atrás habían dejado media juventud, cruzando el supuesto ecuador de la vida, los cuarenta. Vecinos de Biana, Sixto esposó con María. Benigno era soltero.
Benigno fue detenido en marzo de 1938, Sixto en abril de 1939. Aunque pueda parecer una aberración, fueron afortunados. Si hubieran sido arrestados año y medio antes, sus cuerpos reposarían en alguna cuneta junto a caminos de herradura. Como otros 3.000 compatriotas navarros. Esquivaron la muerte, pero no la dispersión. Sixto fue internado en Alcalá de Henares, lejos de su casa. Benigno en otro continente, en la prisión provincial de Las Palmas, en la isla de Gran Canaria. Un mundo de por medio».

Benigno cuenta igualmente con expediente de indulto de 1942, tras haber pasado por la cárcel de Santa Isabel, el campo de concentración del viejo Lazareto de Gando y la prisión provincial de Las Palmas.
Unos años después de su liberación es posible identificarle entre los viajeros que llegan en barco a la isla de Fernando Poo.

Como era de esperar, no hay mucha información accesible de este navarro, pese a que el hecho de que acabara regresando al territorito ecuatorial es algo inusual: hay algún caso más de retorno, pero habitualmente se sumaba a la sentencia "ordinaria" (civil o militar) la del Tribunal de Responsabilidades Políticas con castigo de destierro y pérdida de bienes.

De todos modos, el delito de lo que localmente se conoce como congosá, en este caso «propalar noticias falsas y tendenciosas», era lo suficientemente grave en el contexto bélico como para que Manuel de Mendivil, el gobernador general, publicara en marzo del 37 un bando motivado porque «desde hace unos días andan demasiado sueltas las lenguas de los concurrentes a bares, casino, café y locales de pública reunión».



Ya lo adelantaba Mendivil en su discurso de enero al asumir la Gobernación: «piense cada cual a su guisa, pero guárdese sus pensamientos si rebasan la ortodoxia nacionalista, porque su manifestación, su exposición oral o escrita le acarrearía lamentables sanciones que sinceramente deseo evitar. Mis principios me vedan contestar a la bala explosiva del adversario con otra bala explosiva, pero sería locura o mentecatez contestarla con balines de celuloide».