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martes, 14 de mayo de 2024

¿Qué fue de Ángel Miguel Pozanco?

Poco sabemos de Ángel Miguel Pozanco Barranco, periodista, escritor y abogado, "republicano intransigente" según la historiografía franquista, o como decía de forma aséptica la Gaceta de Madrid (1940), "natural de Sevilla, de 37 años de edad, hijo de Miguel y de Purificación, casado, oficial de secretaría judicial, domiciliado últimamente en Bata (Guinea), y en la actualidad en ignorado paradero".

Mientras permanecían en asilo temporal en Yaundé, Ángel Miguel Pozanco al igual que el subgobernador Hernández Porcel fueron condenados a muerte en ausencia.

Pero como es habitual, las sanciones se acumulaban por la vía militar, civil, administrativa...

Así, en diciembre de 1937, en Santa Isabel el Juez que instruye la causa número 630 de 1936 le llama a comparecer junto con otros ciudadanos "para notificarles el auto de procesamiento y tomarles la indagatoria y demás diligencias, bajo apercibimiento de ser declarados rebeldes, encareciendo a las Autoridades y sus Agentes la busca y detención de los citados, presentándolos en este Juzgado Militar, sito en Santa Isabel de Fernando Póo, cuartel de la Guardia Colonial, debidamente vigilados y custodiados." 

Y en 1939, el Auditor de Guerra de Canarias publica una requisitoria y en su nombre el Juez Militar eventual de Bata, para juzgarle por "auxilio a la rebelión y malversación de caudales públicos". 

Por si no hubiera dudas (que no las había) en su posicionamiento leal al gobierno republicano, Pozanco formaba parte del listado público de los contribuyentes a la donación de las 10.353,65 pesetas para la República, incluido en la edición de la Gaceta de Madrid del 5 Noviembre 1936.

En 1940, el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Santa Isabel le juzga en ausencia y es condenado a la pena de "quince años de destierro de estos territorios, inhabilitación especial durante el tiempo de la condena para el ejercicio de su profesión de oficial de Secretaría y pérdida total de sus bienes en la Colonia". No podía ser de otra forma, si -como él mismo relata- se significó como leal al gobierno republicano incluso evitando que el Fernando Póo cayera en manos de los golpistas: "Al final llegamos a Exoloba [en territorio francés], desde donde hicimos circular el siguiente radiograma : 'Capitán Comité República vapor español Fernando Poo. Os comunica Pozanco secretario subgobierno Bata para manifestaros orden Subgobernador Porcel que isla Fernando Poo declarose facciosa bajo mando teniente coronel Serrano. Ayer 23 barco pequeño desembarcaron Kogo Rio Benito, incautándose estación radio Bolondo aprisionando telegrafistas varios más, intentando dirigirse Bata, conteniéndoles tres kilómetros Bolondo. Advertidos nosotros movimiento anteriormente, declaróse estado guerra, cese capitán, tenientes, Guardia Colonial. Precisamos urgente auxilio vuestro, diríjanse toda máquina Bata'…"

Y todavía se reiterará la condena en 1941.

Curiosamente, en 1957 se tramitará de oficio su indulto.

¿Armamos el resto del puzzle?; Huído tras la caída de Bata, el 15 de octubre llegó a Camerún en busca de asilo hasta que pudiesen regresar a zona republicana. Tras estos hechos, los sublevados aprovisionaron Guinea con material de guerra y especialistas alemanes. La nueva guardia marroquí controlaba todo y cometió toda clase de abusos incontrolados con los nativos, muchos de los cuales también migraron al Camerún. 

Finalmente se reincorporó al territorio republicano en Valencia vía Burdeos, siendo reintegrado a su categoría profesional el 16 de julio de 1937. Es mismo año publicó Guinea Mártir: narraciones, notas y comentarios de un condenado a muerte, además de numerosos artículos sobre la guerra y de denuncia al fascismo y su aliados. Se trata precisamente de un prolífico periodo en el que publicará -entre otras- libros como Ojos que no ven (dedicado a Mª Teresa León, esposa de Rafael Alberti, y al propio poeta con el que había compartido pupitre de escuela) y la novela tropical Esfinge roja; esfinge de ébano.

[Un inciso: entre los títulos de la biblioteca del presidente Negrín hay un ejemplar de Guinea Mártir. El ejemplar está dedicado a Juan Negrín en una fecha muy significativa, el 1º de mayo de 1938.]

Siendo reemplazo de 1924, fue llamado a filas por el Gobierno de la República el 12 de septiembre de 1938.
Iñaki Tofiño ha hecho seguimiento en su tesis a su producción narrativa durante ese periodo y constata que "Su presencia en prensa se cierra el 6 de enero de 1939, veinte días antes de la entrada en Barcelona de las tropas rebeldes, con la publicación de un anuncio de su libro en La vanguardia (6/1/1939). No publicará nada más, así que es probable que se uniera al éxodo republicano. A saber si consiguió rehacer su vida o acabó sus días en algún campo de prisioneros. Su nombre, eso sí, aparecerá en multitud de textos oficiales producidos por los tribunales del nuevo régimen."

Efectivamente, tras la derrota republicana acabó en territorio francés, solicitando la evacuación a México para él y para Enriqueta Villalba Evangelia, su esposa. En ese periodo,  nacerá su hijo Víctor Enrique (1940) en Biarritz.


La información sobre Pozanco se difumina; su esposa e hijo vivirán en Barcelona, en donde fallecerá Enriqueta, mientras él vivirá exiliado en Venezuela.

Finalmente, se truncará su convicción de regresar algún día al territorio ecuatorial, ya que falleció en Caracas. 

Y en 2012, su hijo -que también era escritor y poeta- publicará Memorias epistolares, recogiendo sus vivencias incluyendo "el padre emigrado que, desde tan lejos, se entera de la muerte de su esposa, nunca aclaradas las circunstancias reales del fallecimiento aunque el joven Víctor ni siquiera pueda compartir con él las sospechas que alberga para no comprometer la seguridad de su progenitor en el exilio caraqueño."

En su recuerdo, Víctor Pozanco convocará durante años el Premio de Poesía y Novela "Miguel Ángel Pozanco", y publicará los textos premiados en los cuadernos de la Biblioteca Ciencias y Humanidades (Biblioteca CyH) de Barcelona.

jueves, 7 de diciembre de 2023

El caso Cuenca

Victor Sanz, en "El exilio español en Venezuela", recoge un interesante relato:

Manuel Cuenca

El Ferrol 1882-Caracas 1958

Padre de los anteriores. Ingeniero químico industrial. Ocupó el cargo de jefe de las azucareras de Zaragoza y del Servicio Agronómico de Fernando Poo [y por lo tanto, parte de las autoridades que integran estatutariamente el Patronato Indígenas], en la Guinea Española, donde se encontraba al inicio de la sublevación. Pidió permiso para salir de vacaciones y cuando el barco en que viajaba pasó por Lisboa, se quedó y fue a España, poniéndose a las órdenes del gobierno republicano. Fue designado jefe de laboratorios del Servicio de Inteligencia. Con el fin de la guerra en Cataluña salió para Francia, durante la ocupación alemana fue detenido por los nazis y le enviaron al campo de concentración de Buchenwald hasta el fin de la guerra. Regresó a París y de allí vino a Venezuela , estando gobernando la Junta Cívico-Militar, con Betancourt de presidente. Al exiliarse a Venezuela, logró un puesto de profesor en un liceo de Boconó, Estado de Trujillo. 

Siguió trabajando un tiempo más, pero por razones de salud se vio obligado a retirarse. O.R.V. , Informante, Fernando Cuenca (hijo).

De ser así, tendríamos el 6º confinado en un campo de concentración nazi (Buchenwald), vinculado al territorio ecuatorial, que se sumaría a Isidro Álvarez (Laufen), José Epita Mbomo (Neuengamme), Fernando Fernández Lavín (Mauthausen), Otto B. Löbig (Dachau) y Carlos Grey Molay (Mauthausen).

Hay poca información accesible sobre el periodo africano de Manuel Cuenca, si bien es cierto, que "La Guinea Española" recoge un viaje (1935) del capataz Manuel Cuenca en el vapor Legazpi. 

Tiene también la imperdonable falta de ser uno de los públicos contribuyentes a la donación de las 10.353,65 pesetas para la República, conforme a la Gaceta de Madrid del 5 Noviembre 1936.

Las crónicas dicen que el ingeniero químico Manuel Cuenca Vázquez era natural de Ferrol, nacido el 3 de octubre de 1882, e hijo de un general de la Guardia Civil. Titulado en Bélgica, es un alma errante: a lo largo de su vida profesional, habría trabajado en Zaragoza, Paraguay, Cuba, Fernando Póo y finalmente exiliado en Venezuela, pasando por Francia y Alemania. 
Iniciado el conflicto armado, tras el triunfo del golpe de Estado en Santa Isabel, escapa de Fernando Póo con la excusa de disfrutar de sus vacaciones reglamentarias, incorporándose a la España republicana como Director del Laboratorio del Departamento de Información del Estado, y más tarde en el Laboratorio Químico del Ministerio de Defensa Nacional. Caído el frente catalán, participa en la retirada al territorio francés, sufriendo sucesivos internamientos en los campos de Argelès-sur-Mer, Bram, Montolieu, Septfonds y Montauban. Pedirá infructuosamente refugio en México, hasta que con la invasión alemana de Francia será confinado por los nazis en el Campo de Concentración de Buchenwald. Tras su liberación, se exiliará a Venezuela, en donde paulatinamente se irán reagrupando sus hijos: Fernando, Juan, y María Teresa Cuenca. 

Faltaría tan sólo Luis [Victoriano] Cuenca Estevas. No les acompaña tampoco la madre de éstos, Soledad Estevas Fernández en el exilio venezolano, ya que se habrían divorciado en 1938.

Los 4 hermanos cuentan con mucha historia, os lo contamos en gallego (para variar):
  • Femando Cuenca. Vigo 1918. Capitán republicano. Presenciou as negociacións de rendición notificandoas ás forzas na estrada de Estremadura. Agachado en Madrid fuxe a México e en 1947 chega a Venezuela. 
  • Juan Cuenca Estevas. Ourense 1914. Milita nas Juventudes Socialistas. Realiza traballos de intelixencia. Condenado a morte. Fuxe e chega a Venezuela en 1952. Abre a libraria "Europa". 
  • Maria Teresa Cuenca de Tejero. Vigo 1913. Secretária de Indalecio Prieto e do ministro do Aire Hidalgo de Cisneros. Reclamada radialmente polo réxime de Franco fuxe a Franza en 1940 e posteriormente chega a Venezuela. A desaparición por parte da policia do seu fillo fixo dela unha figura pública. Traballaba no IVSS coma secretária e moraba na urbanización Los Caobos. O su fillo, Alejandro, nado en 1940, chega a Venezuela en 1957. Militante da Juventud Comunista, en 1967 é detido nunha rúa céntrica polo Servizo de Intelixéncia das Forzas Armadas. É desaparecido e presumibelmente morto por mor das torturas. 
Luis, que habría fallecido en Somosierra pocos días después de dar inicio la guerra civil, es conocido por formar parte del grupo que asesinó a Calvo Sotelo.

José María Zavala lo recoge en "Los expedientes secretos de la Guerra Civil", a través de la declaración de su hermano Juan:

Hace un año me nacionalicé venezolano, sin perder la nacionalidad española. He venido ahora a España, con mi familia, por asuntos particulares. Resido accidentalmente en Madrid, en la calle del General Álvarez de Castro número 1.
Mi hermano es Luis Cuenca Estevas, que en el libro de la Causa General aparece con el nombre de “Victoriano”. Mi hermano nació en La Coruña, en 1910 o 1911, hijo de nuestros padres Manuel y Soledad. Nuestro padre era ingeniero industrial. Éramos una familia de clase media; mi hermano cursó el Bachiller y se presentó más tarde a unas oposiciones, que no ganó, al Cuerpo de Aduanas.
Reveses de fortuna obligaron a mi padre y a mi hermano Luis a marcharse a Cuba en 1928, donde tuve noticias de que Luis anduvo envuelto en los jaleos de los estudiantes que ocurrieron en La Habana en aquella época, aunque ignoro si fue durante la Presidencia de Machado o con posterioridad a la misma.
Mi padre y hermano regresaron a España en 1932, pero muy poco después mi padre volvió a marcharse de España al Gran Chaco, entre Bolivia y Paraguay. Mi hermano Luis se afilió a las Juventudes Socialistas con marcada inclinación a la figura de Indalecio Prieto, a quien acompañaba en todos los mítines en que éste intervenía, asistiendo también a los que iban Fernando de los Ríos y Besteiro.
Mi hermano Luis vivía con entera independencia de mí, quizá influido por disgustos familiares –y no por causa mía–, que no vienen ahora al caso mencionar, y por eso no tenía noticia muy exacta de la vida que llevaba. Ignoro cuáles fueron sus medios de vida en aquel entonces, aunque tuve noticia de que tenía unas representaciones y después que estuvo trabajando en un sindicato.
Sí sabía la estrecha amistad que unía a mi hermano Luis con el teniente Castillo y la que tenía, aunque más superficial, con el capitán de la Guardia Civil Fernando Condés, afines a sus ideas. (...)

 




jueves, 3 de agosto de 2023

Sobre ciudadanía y memoria democrática

Más allá de que la memoria histórica en España se olvida que las fronteras evolucionan con el paso del tiempo como señala Mª del Mar Fernández Pérez en "Memoria y frontera...":

En este periodo las fronteras del Estado eran diferentes, aunque en muchas ocasiones no se sea consciente de esto: no sólo territorios en Marruecos y el actual Sáhara ocupado eran posesiones españolas, también lo era Guinea Ecuatorial.
Resulta llamativa esta falta de referencias a las colonias si tenemos en cuenta que el imaginario colectivo de la Guerra Civil está plagado de referencias al norte de África: allí se produjo el golpe de estado en un primer momento, de allí venía el ejército africano y la famosa y temida guardia mora. Esta guerra, tan importante para la historia europea, empezó en África, y allí se produjeron los primeros asesinatos de quienes permanecieron fieles a la legalidad republicana. Es muy difícil hablar de este periodo sin hacer referencia al protectorado y situados en el momento actual, habrá que afrontar el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica en territorio extranjero.

O como recordábamos en La memoria histórica deslocalizada II, la memoria y reparación no pueden limitarse sólo al territorio o al periodo afectado por la guerra civil, ya que se olvida de la memoria colonial, por ejemplo.

Así, con todo, la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática establece, en su disposición adicional octava, la posibilidad de adquirir la nacionalidad española para:

a) los nacidos fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que originariamente hubieran sido españoles, y que, como consecuencia de haber sufrido exilio por razones políticas, ideológicas o de creencia o de orientación e identidad sexual, hubieran perdido o renunciado a la nacionalidad española;
b) los hijos e hijas nacidos en el exterior de mujeres españolas que perdieron su nacionalidad por casarse con extranjeros antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978;
c) los hijos e hijas mayores de edad de aquellos españoles a quienes les fue reconocida su nacionalidad de origen en virtud del derecho de opción de acuerdo a lo dispuesto en la presente ley o en la disposición adicional séptima de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura (Ley de Memoria Histórica).

Pero surgen algunas contradicciones. 

Con la anterior Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, ya se planteó la posibilidad de que los ecuatoguineanos, saharauis e ifneños (o incluso cubanos, portorriqueños y filipinos) pudieran acogerse a esa opción, y entonces la jurisprudencia maniobró consolidando la interpretación de que los pobladores de los antiguos territorios coloniales nunca fueron españoles, ya que -alguien resolvió- éstos nunca fueron ciudadanos sino súbditos. Así, no es posible apelar a una nacionalidad que realmente nunca se ostentó. O en términos de la constitución de 1978, se trata de "la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles", por lo que la patria no se rompe si quien se emancipa no es español, sino mero habitante de un territorio administrado.






Es un argumento difícil de entender, pero hagamos un ejercicio de sofismo: suponiendo que el principio de súbdito frente al de ciudadano fuera real... ¿todos los ecuatoguineanos fueron "súbditos"? La historiografía colonial dice que en 1843, el Capitán de fragata Juan José de Lerena firmó el Acta de Incorporación a la corona de España de la isla de Corisco y otorgó Carta de nacionalidad española para los habitantes. Y el artículo 3 de la Constitución de la monarquía española de 1837 (al igual que la de Cádiz de 1812) es claro: son españoles “los extranjeros que hayan adquirido carta de naturaleza”, por lo que con las fuentes normativas de la época (la Constitución de 1837 fue fruto de la crisis del Estatuto Real, y sobrevivió dificultosamente hasta su derogación definitiva por la Constitución de 1845), los habitantes de los territorios regidos por Bonkoro I serían españoles por carta de naturaleza y -se entiende que- ciudadanos. Y el resto de los ecuatoguineanos (y sus descendientes) que no estuvieran sometidos a ese acto serían meros súbditos. O tal vez no, al fin y al cabo este texto es sólo un juego de argumentos. 

Ahora, que de los que fueron "emancipados" por el Patronato de Indígenas, ya ni hablamos...


Si tienes curiosidad, busca la ORDEN de 13 de agosto de 1962 por la que se declara en vigor en las Provincias de Fernando Póo y Río Muni el Decreto número 357/1962, sobre obligatoriedad del Documento Nacional de Identidad.


¿Seguimos con las dudas? 

Por otra parte,

El artículo 33. también establece la concesión de la nacionalidad española a los voluntarios integrantes de las Brigadas Internacionales y a sus descendientes que acrediten una labor continuada de difusión de la memoria de sus ascendientes y la defensa de la democracia en España.

Ésto es un paso más que el anterior Real Decreto 1792/2008, de 3 de noviembre, sobre concesión de la nacionalidad española a los voluntarios integrantes de las Brigadas Internacionales. Pero nos surge una duda... ¿los ecuatoguineanos (y sus descendientes) que lucharon por la República y que en 1968 perdieron su condición de súbditos españoles, podrían acogerse a ese beneficio? No son muchos... pero tampoco son pocos.

¿Los descendientes de ecuatoguineanos como José Carlos Grey Molay o José Epita Mbomo, que hicieron la guerra en las filas del ejército republicano, y que acabaron en el exilio (o incluso en campos de concentración nazis por ser españoles y republicanos), podrían acogerse a este beneficio o a los anteriores?




martes, 18 de julio de 2023

El caso del radiotelegrafista de Río Benito

Hace tiempo nos cayó una consulta: «He estado buscando información relacionada con la construcción de la primera central eléctrica en Bata y su fundador durante los años aproximados 1932 y 1936 y no he encontrado nada. La cuestión es que el fundador de esta central también llego a ser gobernador provisional, pero no tengo documentación oficial y es que en España mucha información de la Guerra civil se "ha perdido" sobre todo cuando se trata de un republicano. (…) perteneció a la marina republicana española enviada a Guinea, luego dejó la marina para construir la central eléctrica. Me gustaría, que -si hay alguien que sabe de esto- me lo explicara o me diera bibliografía, ya que se trata de mi bisabuelo: Luis Martínez Moreno»

Lo intentamos en su día con el caso de Ramón López Nieto… ¿lo intentamos de nuevo con Luis Martínez Moreno?

Natural de Fuensanta, Albacete, de profesión radiotelegrafista (civil) 1ª clase y montador mecánico-electricista. Desde 1922 era igualmente piloto de aviación militar, sirviendo en el Dédalo, el primer buque portaaeronaves de la Armada Española, siendo merecedor de la medalla militar de Marruecos con los pasadores "Melilla" y "Tetuán".

De 1923 a 1936 trabajó en la compañía Marconi como radiotelegrafista y montador de radio. En 1928 montó en Río Benito (Guinea Española), por cuenta de la Dirección de Marruecos y Colonias, una estación de radio de la que fue jefe hasta el 14 de octubre de 1936, ya que con la caída de Bata se sumó a la huida republicana a los países limítrofes.

Esa ruptura es una vivencia que ya hemos relatado anteriormente: tras el hundimiento del barco "Fernando Póo" por el "Ciudad de Mahón" y el posterior bombardeo de la ciudad de Bata, se produce una estampida de europeos y población local que huye ante el desembarco de las tropas marroquíes y voluntarios canarios al mando de Juan Fontán. Se internarán en las zonas boscosas buscando las fronteras francesas de Camerún y Gabón: «se iban a pie -documenta Gustau Nerín-, en condiciones extremas, porque habían abandonado sus hogares lo más rápido posible. Según algunos guineanos, testigos de la huida, había incluso niños blancos desnudos».

¿Seguimos con el relato de Luis Martínez? Previamente, en 1935, había instalado una central eléctrica para suministro de alumbrado en Bata, así como otras instalaciones eléctricas de menor importancia efectuadas por cuenta de entidades privadas. Su familia recordará incluso que participó en la creación de un cine en la capital del Río Muni.

Llegado el golpe de Estado, mientras en Fernando Póo triunfan los golpistas el 19 de septiembre de 1936, en Río Muni cundía la incertidumbre al no tener claro qué pasaba en la isla. Mientras tanto, «una barcaza procedente de la isla de Santa Isabel y tripulada por unas diez personas desembarcó en Bolondo, ocupó la estación de radio e hizo prisioneros a todas las personas que allí nos encontrábamos -recuerda Ramón Martínez Monés- (...) El Jefe de la estación costera, Luís Martínez, así como el operador Vicente Gómez y sus familias, fueron considerados como rehenes y trasladados a Rio Benito (...). Al quedar incomunicada la Estación Costera con la capital, las fuerzas cívicas y militares de Bata, sospecharon lo peor. Cuando horas más tarde lograron comunicarse con las personas que habían ocupado la Estación, conocieron sus intenciones y que no eran otras de las de ocupar Bata (...), la reacción de las fuerzas vivas de Bata fue inmediata: detener a todas las personas adictas o sospechosas de simpatizar con el llamado Movimiento Nacional (...)».

Como sabemos, la situación se saldó con el emisario del subgobierno de Bata (Raimundo del Pozo, el finquero y padre de Raquel Ilombe) huido en el bosque, y dos muertos resultados del primer
enfrentamiento armado en el territorio. «Ante esta postura, los ocupantes de la Estación de Radio propusieron un canje de prisioneros y abandonar el intento de ocupación. El canje tuvo lugar (...), a las doce de la noche y se llevó a cabo en cayucos entre Rio Benito y Bolondo, cruzando la desembocadura del Rio Benito, de más de una milla de ancha, y con tiburones».

Quedando así libres Luis Martínez Moreno y familia; aunque como recogía Pozanco «nos hallábamos incomunicados de la península, porque la estación de radio de Rio Benito -Bolondo- había sido inutilizada por los radiotelegrafistas leales, al ocuparla los sediciosos».

Es asombroso contar con el privilegiado relato de primera mano de Ramón, uno de los hijos de Luis Martínez para armar las piezas de este puzzle.

La crónica franquista lo recoge de forma muy similar:

Emisarios del Frente Popular salen en automóviles requisados a recorrer las distintas demarcaciones y proceder al relevo de los administradores territoriales y jefes de puesto que inspiran sospechas. Se les sustituye por sargentos y cabos de la Guardia colonial.
En Akurean y en Niefang, adonde se dirige Alejandro Torres; en Ebinayon, que se ha confiado al sargento Cautó, y en Msork, que recibe la visita de Manuel Alaiz: no ocurre nada de importancia. La transmisión de mandos se efectúa pacíficamente. Los hechos graves se producen en Kogo y Rio Benito, adonde se había enviado a Raimundo del Pozo para que procediese a la sustitución del administrador Oliveda. Precisamente, en aquellos momentos llegaba a Kogo, en el vaporcito pesquero "Gergavic", un significado elemento de la colonia, el marqués de Elduayen, que era portador de una carta del teniente coronel Serrano para el jefe de la Guardia colonial del continente, capitán Morales, y para el Administrador territorial, Oliveda, dándoles instrucciones a fin de que secundasen el Alzamiento. Oliveda no espera más y declaró el estado de guerra en Rio Benito y Kogo, procediendo a la detención de los agitadores más peligrosos, que eran Esteban Cruz, Carlos Padrón y Laureano Rodríguez. Después, en compañía del jefe de los Servicios Forestales, Pedro Fuster, se dirigió a Bolondo y ocupó sin resistencia la estación de radio, poniendo presos a su encargado Vicente Gómez y a Luis Martínez, que habían llegado allí para tratar de comunicar con Madrid por la vía de Duala. Desde la estación llamó Oliveda a la de Bata, pidiendo que se pusiera al habla el capitán Morales o, en su defecto, Sáez Pichel. El radiotelegrafista José Lizcano, que recibió la comunicación, fué a dar cuenta al Subgobernador de aquel mensaje.
-¡No es posible!, comentó Porcel.
-A estas horas Oliveda debía de estar destituido y preso. ¿Qué ha hecho entonces Raimundo del Pozo?
Lo que había hecho, sencillamente, era escapar con grandes apuros de caer en manos de Oliveda. Porque a su llegada a Kogo, el alzamiento se había llevado ya a cabo, y para no quedar en su poder tuvo que abandonar el automóvil y ocultarse en el bosque. Por otros conductos se supo en Bata, al cabo de algún tiempo, lo que en Kogo y Rio Benito había sucedido, y la alarma cundió entre los frentepopulistas del continente.
Fontanet, en su condición de comandante militar, decretó la movilización de todos los elementos útiles y los proveyó de las armas de fuego de que disponía. A su frente puso a otro instructor de la Guardia colonial, el brigada Antonio Bande. Cuando se supo que los desembarcados en Kogo avanzaban sobre Bata, Bande formó su tropilla y salió a su encuentro.
Por primera vez en la historia de la colonia iban a enfrentarse españoles contra españoles, ante los ojos asombrados de los negros. Y lo que es aún peor, se iba a obligar a éstos a acometerse unos a otros, en nombre de intereses y de ideales que no comprendían (...).
Bande y Oliveda, al frente cada uno de su grupo, se encontraron en las orillas del río Ekuko, a tres kilómetros de Bolondo. En ambos bandos figuraban guardias coloniales negros. A las voces de ¡alto! que se dieron al reconocerse, y a los vivas a la República y al Frente Popular, y a la España y al Ejército, que las siguieron, sucedió el crepitar de los primeros tiros (...).
Se habla vertido la primera sangre. Las víctimas fueron dos negros de la Guardia colonial que habían seguido, por obediencia, a sus instructores.
El tiroteo no duró mucho. Al verterse la primera sangre se parlamentó. Bande hizo saber a Oliveda que tenía en su poder gran número de rehenes y que los fusilaría si no abandonaba el continente. Los elementos patriotas se rindieron ante la amenaza. Hubo un canje de prisioneros y los revolucionarios prometieron que dejarían salir del territorio a toda persona que lo deseara. Oliveda, con los que quisieron seguirle, buscó refugio en las colonias extranjeras del Camerón y Gabón, desde donde regresó, al cabo de algún tiempo, a Santa Isabel.
Los rehenes derechistas que fueron canjeados a consecuencia de este convenio ascendían a veintitrés, figurando entre ellos el capitán Morales y el teniente Sáez Pichel, (...).

Así con todo, una semana después -a instancias de la tripulación del vapor Fernando Poo- se habría elegido asambleariamente un nuevo Comité Central del Frente Popular en Río Muni (el de Santa Isabel lo había disuelto un mes antes el gobernador cesado), siendo Luis Martínez integrante de ese nuevo comité, al igual que lo había sido semanas antes del comité provisional presidido por Alejandro Torres García.

Estación radiotelegráfica de Río Benito en 1933.


En las indagatorias posteriores que inicia Juan Fontán, se recoge la declaración de Francisco Pérez Rodriguez (2º radiotelegrafista del vapor Fernando Póo y presidente del "comité rojo" -sic- de abordo) con «manifiesta el procesado que uno de los domingos en ocasión de ir a dar un paseo por Bata en compañía de Enrique López Astudillo primer radiotelegrafista al pasar junto a la Guardia Colonial decidieron entrar en casa del Suboficial Fontanet para que los invitara a un wisky, no haciéndolo por encontrarse Fontanet ausente. Después se encontraron con un tal Martínez fugado, Radiotelegrafista de Bolondo, el cual les dijo que habían acordado enviar a bordo a los Padres Misioneros, he de hacer la aclaración que su acompañante López Astudillo se retiró, aun cuando insistió el procesado en que se acercara para oir la conversación, no haciéndolo. El declarante manifestó al llamado Martínez que le parecía muy mal el acuerdo tomado, pues temían que hicieran alguna faena a los Padres Misioneros, dada la calaña del personal que había a bordo».

14 días después de ser elegido Luis Martínez miembro de Comité Central, se producirá el hundimiento del Fernando Póo y el bombardeo de la ciudad de Bata, produciéndose la retirada al interior del continente y el posterior cruce de frontera.

En la huida, Luis Martínez participa en Ebibeyin de los consejos (integrados por 40 republicanos y comunistas, dirá la crónica franquista) en los que Porcel da por perdido el territorio, quedando electo Rafael Masiello Guerrero como último gobernador por quienes deciden hacer frente a las tropas marroquíes. Finalmente, la defensa será insostenible, viéndose empujados a cruzar la frontera con la cobertura -hasta el último cartucho- de Alejandro Torres.

En Guinea mártir: Narraciones, notas y comentarios de un condenado a muerte, Pozanco deja constancia de su exilio temporal y posterior repatriación con su familia: «En el vapor "Brassa", zarparon con rumbo a Dakar y de allí a España, los siguientes: José Lizcano Barco, Emilio Fontanet Monfort, Rafael Masiello Guerrero y familia y Luis Martínez y familia». 

Así, el 1 de diciembre de 1937, después de haber estado refugiado en Yaundé (Camerún), logró volver a España. En donde se presentará voluntario al Gobierno republicano, como clamaba Pozanco: «¡La conducta de estos compatriotas, marchando a España, contrasta con la de algunos que han preferido el exilio y sus consecuencias, a incorporarse a la defensa de su país!». Y a finales de 1937, Indalecio Prieto «al objeto de atender las necesidades que implica la creación de Transmisiones en el Arma de Aviación, (…) he resuelto cause alta en la misma, para mientras persistan las actuales circunstancias», movilizando a Luis Martínez Moreno como teniente. Posteriormente, es destinado al Arma de Aviación como jefe de varias estaciones de radio adscritas a los Servicios Secretos de la Defensa Aérea, entre ellas las del aeropuerto de Barcelona (Sabadell y Montjuich), hasta el día 6 de febrero de 1939, cuando obedeciendo órdenes superiores, atravesó la frontera francesa por Port-Pou.

Tras el inevitable paso por los campos de internamiento franceses, solicitará infructuosamente asilo en México, incluyendo en su solicitud que «durante los últimos meses de la guerra de España estudió y llevó a término un sistema de aparato radio-eléctrico aplicable a la guerra moderna, el cual por razones particulares construirá en América y lo ofrecerá previas ciertas condiciones, para la defensa de las democracias». 

Finalmente retornará a España con su esposa Dolores y sus tres hijos... pero esa ya es otra historia. Te la cuenta su familia en La vida al Prat, i la familia...

En cualquier caso, no se lo pusieron fácil: como afiliado de la UGT, integrante del Frente Popular del Río Muni y hermano de la francmasonería, los golpistas procederán contra él. Tenía, además, la falta imperdonable de ser uno de los públicos contribuyentes a la donación de las 10.353,65 pesetas para la República promovida por el jefe de Correos, Isidro Álvarez Martínez.

Así, en marzo de 1940, el Tribunal de Responsabilidades Políticas de Santa Isabel le condena -en ausencia- por unanimidad a 12 años de destierro del territorio ecuatorial y pérdida total de bienes, lo que incluirá los aportes a la central eléctrica de Bata o al cine que creó en esta ciudad.

Cuenta con sendos expedientes de indulto de 1947 y 1959 tanto del Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas de Bata como de Prat de Llobregat, Barcelona, por lo que casi con seguridad previamente había acumulado varias sentencias condenatorias en ausencia.

martes, 2 de mayo de 2023

Gobernador por un día (o por una noche)

José Luis Vila-San Juan recoge en su relato sobre el golpe de Estado del 19 de septiembre de 1936 en Santa Isabel que:

«La consigna fue presentarnos a las 12 de la noche del 18 de septiembre. Nos reunimos unos cincuenta. Ninguno de nosotros pertenecía a ningún partido político. Pero el Frente Popular tampoco se había dormido, aunque siempre siguiendo la línea moderada que marca todo el proceso de la guerra en Fernando Poo. El mismo 18 de septiembre, destituye a Sánchez Guerra y nombra Gobernador a un medico-cirujano de mucho prestigio y potencialidad económica. Uno de los "triunfadores", no de los "fracasados", como hubiese sido lo lógico. (No me quieren dar su nombre. Yo lo he averiguado, pero quiero respetar el significativo silencio de mis comunicantes como correspondiente cortesía por los muchos otros datos que me han proporcionado.) El nuevo Gobernador ostentó su cargo sólo una noche (la del 18 al 19 de septiembre). Hoy es General de la reserva del Ejército español».

Mucho secretismos cuando está publicado en el BOE. Se trata del coronel retirado de Sanidad de la Armada don Estanislao Lluesma García, que ya había sido gobernador de Guinea en sustitución de Gustavo de Sostoa y Sthamer tras su asesinato.

En cualquier caso, hasta su llegada, Sánchez Guerra ofreció el cargo de gobernador interino al registrador de la propiedad José María Martín-Gamero Isla y al Dr Abelardo Lloret Peral, declinando ambos el ofrecimiento. Posteriormente, el primero acabó sumándose al aparato represor franquista integrando la Comisión de Incautación de Bienes prevista por la Junta de Defensa Nacional, y el Dr Lloret internado en el campo de concentración de Gando.

Pero -tal vez- la duda sea quién quedó finalmente como gobernador interino tras el declinamiento del Dr, Lloret... lo que aclaramos con Fernando El Africano en el imprescindible Foro de Crónicas de La Guinea Ecuatorial: «El Gobernador que dice en la crónica cuyo mandato duró un día y que no quiere mencionar su nombre, era el médico militar don José del Val Cordón. Que llegó a Guinea creo como comandante médico y decidió establecerse en Santa Isabel como médico particular, con su hermana [Carmen]. Posteriormente además de su clínica fue el Director cirujano del Hospital General. Una magnifica persona vecino y amigo de mi familia. Operó a mi hermana Paquita de una operación ocular delicada, y que gracias a sus esfuerzos no perdió el ojo. (…) Recuerdo que me contaba mi tío Julián que era secretario del Ayuntamiento de Santa Isabel, que en principio hubo algunas detenciones por parte del bando republicano y se nombró Gobernador interino a don José del Val, médico y comandante de marina, pero presumo que como no era muy político dimitió. Entonces Santa Isabel se declaró del bando de Franco, y se escuchaban las noticias en casa de mi tío que era de los pocos particulares que tenía una radio. Él era falangista. En Bata dominó la República hasta el hundimiento del Fernando Poo (…). Como premio a su labor durante la Guerra a mi tío lo destituyeron cuando ganó su bando (Franco), y menos mal que logró colocarse de contable en Fortuny».

Aunque realmente tampoco hubo mucho margen de maniobra ni para el Dr Lloret, ni para el Dr del Val: como recuerda Fernando El Africano, a las pocas horas del nombramiento del Dr Lluesma se produjo el golpe de Estado en Santa Isabel.

Os contamos un poco más sobre el efímero gobernador...

El gobernador y su esposa María Luisa Uranga.
Fue destinado a la Estación naval del Golfo de Guinea por primera vez en 1902, y prestó servicio en diferentes países, incluyendo la incorporación al frente de guerra europeo en 1915 -en donde acabó como visitador de campamentos y hospitales de prisioneros franceses en Alemania- para estudiar la organización y los progresos higiénicos y quirúrgicos en los ejércitos involucrados.
Cuenta Estanislao Lluesma Goñalóns, nieto del gobernador Estanislao Lluesma García, que además de gobernador de la Guinea Española en África, «fue médico de la Armada española, que entre sus pacientes contaba con la infanta Isabel de Borbón y el rey Alfonso XIII. Entre muchos otros méritos, mi abuelo recibió la Medalla al Reconocimiento Francés por su gestión con los prisioneros enfermos en Alemania durante la Primera Guerra Mundial y tuvo el extraño honor de haber sido condenado a muerte dos veces en su vida, a causa de sus ideales republicanos, en la España del siglo pasado».

Juan Medina Sanabria, relata en su trabajo Isleta, Puerto de la Luz: campos de concentración, que «El 5 Septiembre 1936 el Gobernador General de los Territorios de la Guinea Española, solicita a Madrid ser cesado de su cargo, siendo aceptada su dimisión el día 17 siguiente, marchando al extranjero. Queda designado para relevarle el Coronel de Sanidad de la Armada Estanislao Lluesma García [y en espera de su incorporación se le propone al doctor Abelardo Lloret Peral como gobernador interino, el cual declina el nombramiento], que repetía en el cargo. Y como podrá verse a continuación, no llega siquiera a trasladarse a la Guinea. Se fraguaba en la isla de Fernando Poó un levantamiento militar, bajo la dirección del Teniente Coronel Luis Serrano Marangues, Jefe de la Guardia Colonial, que se pronuncia el 19 de Septiembre 1936, con la lectura y publicación de un Bando, donde establece de manera rotunda, como únicas órdenes a acatar, las emanadas por el Gobierno de Burgos, no produciéndose ningún hecho trágico en la isla. Al igual que en los lugares donde triunfaba en estos momentos el alzamiento castrense, se procede a la detención de individuos afiliados al Frente Popular y los considerados, por razón de sus actuaciones y conversaciones, desafectos con el nuevo régimen».

Definido por los claretianos en Guinea como «señor equilibrado y comedido», durante el sitio a Madrid fue Jefe de la Defensa Pasiva (Junta Superior de Defensa Pasiva y Antigas de Madrid), encargada de la construcción de refugios antiaereos, así como la creación de brigadas sanitarias, antigases, de desescombro, etc.

Pese a estar marcado ideológicamente, no se vio forzado al exilio.
Sí fue procesado (9289 1939 183/3) por el franquismo y su propio hijo -Estanislao Lluesma Uranga- vivirá exiliado en Argentina. Como recordábamos en la Sentencia de Miguel Hernández Porcel, «sus predecesores leales a la República tuvieron procesos similares, como Miguel Núñez de Prado (1926-1931) que fue fusilado pocos días después del golpe de Estado o Estanislao Lluesma García (1932-1934 y 1936). O su efímero sucesor, Rafael Masiello Guerrero, que acabó fusilado...
Diferente fue con Ángel Manzaneque Feltrer (1934-1935), que como Auditor de la Cuarta Región Militar formó parte del aparato represor».

viernes, 10 de febrero de 2023

El caso de los hermanos Gonzálvez

¿Recordáis la entrada sobre el Refugio ecuatorial?

Según Rafael de Mendizábal Allende en Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969),  el territorio servía no solo como castigo, sino también «refugio más o menos solapado de disidentes en el régimen nacido de la guerra civil...».

La Universidad de Alicante ha elaborado una base de datos de La represión franquista en la provincia de Alicante, y entre la biografías recopiladas se encuentran la de los hermanos Gonzálvez:


  • GONZÁLVEZ HERRAIZ, Rafael
Alicante – Alacant / L'Alacantí
Natural y vecino de Alicante. Empleado, de 40 años. Según un informe de la policía, era persona totalmente desafecta al Régimen, se afilió al Sindicato de Espectáculos (UGT) en 1937 y al PCE en 1938, colaboró contra el Régimen en todas las ocasiones en que podía. Sirvió en el ejercito rojo, en Intendencia de Aviación -¿confusión con su hermano?-.
En septiembre de 1939 marchó a trabajar en unas plantaciones en Bata. Había ciertas contradicciones entre los informes de la policía, la guardia civil y FET y de las JONS (Guinea Española)
(Fuente: AHPA. Legajo 781).

Ficha de Tomas Gonzalves Herraiz.
  • GONZÁLVEZ HERRAIZ, Tomás
Alicante – Alacant / L'Alacantí
Natural y vecino de Alicante. Profesor de idiomas, de 28 años. Ingresó en el Reformatorio de Alicante el 19-VIII-1939 desde el Castillo de Santa Bárbara, quedó en libertad el 20-IX-1939. Era sargento de complemento y cuando fue movilizado su reemplazo, pasó por la Escuela Popular de Guerra, de la que salió como Teniente de Intendencia, siendo destinado a Cuenca. Un Consejo de guerra celebrado el 2-II-1940 le absolvió.
Estaba entonces trabajando en unas plantaciones en Bata (Guinea Española).
(Fuente: AHPA. Legajos 781y 19590). 


viernes, 25 de noviembre de 2022

El exilio de José Poveda

¿Recordáis las entradas sobre el destierro en Guinea aplicable a las supuestas disidencias (externas o internas)?
Un castigo pensado para forzar al exilio al penado y arropar jurídicamente las incautaciones de bienes...

La Universidad de Alicante ha elaborado una base de datos de La represión franquista en la provincia de Alicante, y entre la biografías recopiladas se encuentra la de José Poveda Vila, hijo del también condenado al destierro en Guinea Antonio Poveda Sanjuán:

Natural y vecino de Onil, nacido el 25-XI-1903. Se ganaba la vida como comerciante panadero, por lo que se le conocía popularmente como "Paneque". 

Miembro del Sindicato de Artes Blancas (UGT) y afiliado a la Agrupación Socialista de Onil (Alicante). Su padre, Antonio Poveda Sanjuán, era presidente de la UGT y destacado dirigente de izquierdas.

Durante la guerra civil fue concejal y responsable de Abastos. En marzo de 1939, con 35 años, marchó al exilio en el African Trader, se estableció en Sidi Safi (Argelia), acompañado por su padre de 69 años.

Antonio y José Poveda.

En septiembre de 1941 fue enviado a los campos de concentración de Colomb Béchar y Kenadza. En 1943 estuvo cuarenta días preso en Colomb Béchar y tras la liberación del norte de África por las tropas aliadas estuvo en Argel y Orán. Posteriormente regresó a Sidi Safi, donde estableció una panadería y fue miembro de la UGT y del PSOE. Residió en Sidi Safi hasta la independencia de Argelia, fecha en que se trasladó a Francia estableciéndose en Lyon (Francia), donde murió en 1975.

Antes de su muerte visitó Onil en dos ocasiones.

Acusado en la Causa General de haber participado en un asesinato y en la detención del jefe de las derechas de la localidad, que murió en la cárcel, y de otros tres vecinos, que fueron condenados a muerte y fusilados. También fue acusado de tomar parte en el saqueo de varios edificios religiosos. En diciembre de 1939 el alcalde franquista lo incluyó en una lista de vecinos a los que se debía aplicar la LRP: «concejal, directivo de la Casa del Pueblo, inductor de crímenes y asesinatos, hombre de acción, huido al extranjero». 

El JM de Jijona ordena, en julio de 1940, su busca y captura. La Comisión Dictaminadora de la repatriación de exiliados políticos pide informes suyos, en diciembre de 1962: según la Comandancia de la Guardia Civil, estaba exiliado en Orán, antes del GMN era del PSOE, interviniendo en todos sus actos, y actuaba como lugarteniente de su padre, presidente de la UGT y destacadísimo dirigente de izquierdas. Durante el GMN fue elemento de acción, propagandista, intervino en detenciones y en el saqueo de Iglesias y ermitas. «No se puede comprobar de ningún modo interviniese directamente en los asesinatos cometido por los rojos en dicha época, ni tampoco indirectamente se puede probar nada sobre estos crímenes; a título de sospecha y desde un plano muy oscuro se supone participase indirectamente en los planes de alguno de los asesinados, pero nadie hasta la fecha puede probar nada de estos, ni incluso tampoco aparece acusado en las diligencias que fueron instruidas a la liberación».




El alcalde habla de sus pésimos antecedentes y conducta, dirigía a las masas que controlaba su padre como jefe de un “grupo de revoltosos” de la UGT, se le considera inductor de los asesinatos, pues durante el GMN (sic, Glorioso Movimiento NAcional) “se le veía participar en todas partes” colaborando con el Comité y el Ayuntamiento, aunque nunca ocupó ningún cargo en ellos; se trasladó a Argelia y no se sabe si marchó luego a Francia. “Sería repugnante su presencia aquí”, es peligroso para el orden público, ya que “existen aún elementos de los que eran seguidores del mismo (que) hoy no se mueven, no hay cabeza directora, no se les ve contacto; su presencia podría resultar peligrosa en este aspecto”. Se le aplicó la LRP: en agosto de 1940 el JRP le cita para leerle los cargos, estaba en paradero desconocido: se le condenó a inhabilitación y extrañamiento en la Guinea durante 15 años y a la pérdida total de sus bienes. 

Antonio, al igual que su padre, falleció en el exilio... sin llegar nunca al territorio ecuatorial.

(Fuente: Causa General - AHPA. Legajo 3461 - Gaceta de Alicante, 6-VII-1940 - BOP, 15 y 22-VIII-1940 y 12-VIII y 3-XI-1941 – Fundación Pablo Iglesias).
                 

lunes, 3 de octubre de 2022

El Taiwan Ibérico (V)


Esta es una historia curiosa... ¿recordáis El Taiwán ibérico (IV) y el oro de Moscú, conforme al cual el Gobierno de la República en el exilio habría financiado a los independentistas ecuatoguineanos (con el oro de Moscú) como vía para combatir a Franco?
No fue la única ni la última teoría conforme a la cual el declive de Franco debería iniciarse en el reducto más remoto del territorio español... y en las entradas dedicadas al Taiwán Ibérico encontraréis una relación de intentos.

Ésta es una entrada curiosa, ya que PARES conserva una carta (1965-01-28, Nueva York) de Moe Fishman a Margarita Nelken (Comité de Ayuda al Pueblo Español en México):
Se trata de una misiva en la que Mosess "Moe" Fishman, el secretario ejecutivo de Veteranos de la Brigada Abraham Lincoln que luchó en la Guerra Civil española, refiere a Nelken asuntos tocantes a la labor de obtención de fondos para los refugiados y a la actividad de distintos colectivos (Frente Nacional de Liberación de Guinea Española) e individuos (Álvarez del Vayo, Enrique Líster, Modesto, etc.) involucrados en la lucha antifranquista. 
En el caso de los ecuatoguineanos, «éstos ven su lucha como parte de la lucha antifranquista», razona el excombatiente de la guerra civil.
El documento está escrito en papel con membrete de la referida asociación de excombatientes norteamericanos.



They see their struggle as part of the anti-Franco struggle.

miércoles, 29 de junio de 2022

El caso del mecánico especialista

Rafael de Mendizábal Allende razona en Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969) que «Guinea como las Islas Canarias, había sido lugar de destierro o confinamiento de revoltosos durante la insurrección en Cuba, al final del siglo XIX, la Dictadura de Primo de Rivera -Unamuno- y la República en el siguiente y de refugio más o menos solapado de disidentes en el régimen nacido de la guerra civil...».

La Universidad de Alicante ha elaborado una base de datos de La represión franquista en la provincia de Alicante, y entre la biografías recopiladas tal vez se ajuste la de Luis Sancho Riera a la situación que describía Rafael de Mendizábal:

Nacido en Alicante, 29 de junio de 1918, en una familia de 11 hermanos, su padre era alcoyano y mecánico, murió a los 35 años. En la guerra Luis Sancho prestó sus servicios como mecánico especialista de la aviación republicana con empleo de cabo. Salió hacia el exilio en los últimos días de la guerra acompañando al piloto en un avión de entrenamiento de dos plazas. Estuvo dos meses en la cárcel de Orán, después en Camp Suzzoni en Boghar. Tras pasar un tiempo en Camp Morand en Boghari, fue integrado en una de las compañías de trabajadores extranjeros y enviado hacia el sur del desierto, al campo de Bou Arfa, en la construcción del ferrocarril transahariano. En su testimonio, Luis Sancho dice que se organizaban campamentos cada cinco kilómetros del trazado del ferrocarril y allí se levantaban de 30 a 40 tiendas de campaña (marabouts). Cada campamento construía los 5 kilómetros que le correspondían de vías y cada grupo de tres personas tenían que picar 3 m³ de tierra todos los días por obligación. Pasó después a las minas de carbón de Yerada en Marruecos, justo en la frontera con Argelia, ejerciendo de mecánico reparando los motores diésel de las vagonetas y las instalaciones eléctricas. Enfermó de tifus y lo llevaron a un hospital en Sidi Bel Abbed. Habían pasado cuatro años desde su llegada. Debió ser ya en 1943, poco después de la llegada de los Aliados, cuando decide volver a España.

Volvió a España y tuvo que repetir el servicio militar en infantería en Cádiz. Al terminar volvió a Alicante y trabajó en diversos oficios, empleándose en una fábrica de cerámica. Por su actividad política tuvo que marchar a Andalucía, primero a Granada y luego a Cádiz donde trabajó de carpintero. Se trasladó después a Madrid, a Torrejón de Ardoz donde vivió varios años. En Madrid optó a una oposición de mecánico-electricista y fue enviado a Guinea, trabajó en telefonía y en una empresa de desguace de buques [y su Expediente Personal de Reservista fue transferido a la Guardia Colonial como reemplazo de 1939].
Posteriormente entró como personal civil en el Ministerio del Aire, trabajando en el aeropuerto en la central eléctrica. Consiguió traslado al aeropuerto de El Altet donde se jubiló.

Fuente: Manuel del Río Martín: La memoria y los aviadores de la IIª República durante la Guerra Civil. Tesis doctoral, UA, 2015. Publicaciones Universidad de Alicante, 2018. Alicante.

lunes, 23 de mayo de 2022

El refugio ecuatorial

Recordábamos en Desterrado en Guinea, que el franquismo retoma la vieja tradición del destierro (con o sin prisión) peninsular, relegando a los condenados a las Posesiones Españolas del Golfo de Guinea. Se sucederán así sentencias de los Tribunales de Responsabilidades Políticas contra las supuestas disidencias (externas o internas).

El escritor y dramaturgo Ramón Mª del Valle-Inclán ponía -de hecho- en La Corte de los milagros la frase «¡Si está clavado, mujer! Son unos pillastres que debían estar en Fernando Poo» en boca de la reina Isabel II.

Sin embargo, razona Rafael de Mendizábal Allende en Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969) que «Guinea como las Islas Canarias, había sido lugar de destierro o confinamiento de revoltosos durante la insurrección en Cuba, al final del siglo xix, la Dictadura de Primo de Rivera -Unamuno- y la República en el siguiente y de refugio más o menos solapado de disidentes en el régimen nacido de la guerra civil...».

Es el caso de su amigo y asesor, el Dr. Beato: «En Burgos y en Madrid había recibido buenos consejos para conservarme sano en aquellas tierras. El doctor Vicente Beato, ginecólogo que había ayudado al nacimiento de mi hija Diana un año antes, residente durante dos "campañas" en la isla para escapar de los rigores de la guerra civil. (...) Estuvo en los Territorios Españoles del Golfo de Guinea dos campañas, cuatro años, entre 1936 y 1940, siendo allí Médico del Servicio Sanitario Colonial y Director del Dispensario Infantil de Santa Isabel».

No será el único. Ya ocurría antes de la guerra civil, que peninsulares como El Cejas o el poeta León Felipe se establecieran temporalmente en el territorio buscando distanciarse de problemas en Europa, e igualmente a raíz de la guerra civil veíamos otros casos.

Como por ejemplo en El fusilamiento de Matías López Morales, «cuyo padre -Matías López Rodríguez- se alistó a sus más de 50 años en el Batallón de Voluntarios enviado a Guinea en el Ciudad de Mahón, para evitar infructuosamente el fusilamiento de su hijo».

Juan Medina Sanabria en Isleta, Puerto de la Luz: campos de concentración  identifica otro más que os compartimos a modo ilustrativo:

Pelegrín Martín y Modesto Pernas,
guardias municipales de Telde en 1928.
Se trata del Modesto Pernas, guardia municipal de Telde desde finales de 1925 tras su licenciamiento como sargento.

Cuenta Medina que «en la mañana del Sábado 18 Julio 1936 llegan noticias sobre la situación en la Capital, así como órdenes del Gobierno Civil a la Alcaldía de Telde para que se procediera tomar las medidas precisas para garantizar el orden público, hacer frente al levantamiento militar y que por la Federación Obrera se convocara huelga general, reuniéndose muchos obreros en la plaza de San Gregorio (diversos ancianos entrevistados siempre decían plaza de Los Llanos), muchos con escopetas de caza y diversas pistolas, llevándose a cabo cacheos, detenciones, etc. en diversos lugares del término municipal. (...) Antes de las once de la mañana del citado día 19 Julio, llegan desde Las Palmas de Gran Canaria al Ayuntamiento diversas fuerzas afectas con el Alzamiento Militar, a las que se unen la Guardia Civil y Falange local (concentrados en el barrio de San Juan y San Antonio). Se toma la Alcaldía (dicen que solo hubo dos disparos sin desgracias personales) y una vez tomado el Ayuntamiento estas fuerzas siguen hacia el barrio de San Gregorio por la calle La República (luego General Franco). Antes de llegar a la plaza son tiroteados con fuego de pistolas y escopetas, siendo repelido dicho ataque con cerradas descargas de fusilería y pistolas. La concentración obrera se dispersa y huyen en desbandada, quedando más de una bala incrustada en la fachada de la Parroquia de San Gregorio. No hay por fortuna desgracias personales entre los obreros y la actuante fuerza nacionalista. Una vez sometidas las zonas urbanas de Telde proceden a la persecución y detención de los implicados en estos incidentes, dándose cuenta al Gobierno Militar la total pacificación del municipio».

Modesto Pernas es arrestado, y tras un periodo como detenido gubernativo (es decir, sin cargos pero privado de libertad por decisión de la autoridad) es puesto en libertad el 25 de junio de 1937. Fue afortunado, ya que el historiador Sergio Millares defiende que «la represión que el régimen franquista llevó a cabo en el municipio de Telde durante los meses próximo al alzamiento del 18 de julio de 1936 se saldó con la desaparición de al menos 25 vecinos de la localidad de los que nunca más se supo. (...) "El verano fue especialmente sangriento y no fue hasta mediados de 1937 cuando se dieron órdenes de no seguir con esta persecución"».

Se produce así su liberación, y poco después emigrará al territorio ecuatorial, en donde inicia una nueva vida, ya desvinculado de empleo en la función pública.

Todavía en 1942, el Juzgado de Instrucción de Telde le incoa un expediente, como supuesto vecino del municipio, y un años después, la Audiencia Provincial de las Palmas de Gran Canaria publica el sobreseimiento y el desbloqueo de sus propiedades estableciéndose la «libre disposición de sus bienes».

En su nueva vida ecuatorial, en 1951 La Guinea Española cuenta de festejos matrimoniales en Baney y de cómo contrajeron matrimonio «Conrado Bopa y Reginalda Sialo, siendo sus padrinos, D. Modesto Pernas y Dª Anita de Pernas» y en 1954 hay constancia de su condición de empleado de D. Juan García de Fistón.

En 1957, ya completamente asentado, el Gobierno general de Guinea, con informe favorable de la Asesoría Jurídica y de la Dirección General de Plazas y Provincias Africanas, publica la orden de concesión gratuita de terreno «a don Modesto Pernas Fraguio, un terreno de 30 hectáreas, al sitio denominado Las Coronas de Mueri (San Carlos), de la isla de Fernando Poo, dentro de los siguientes linderos: Norte, Luis Díes Latorre; Sur, Lucinda del Carmen Esteves García; Este, Inasa, y Oeste, Roselló y Lucinda del Carmen Esteves García».

jueves, 5 de mayo de 2022

Un guineo más en Mauthausen

Seguro que recordáis el sufrimiento de Carlos Grey-Molay (en diversos archivos y publicaciones se le identifica como José Carlos Grey-Key), Carlitos, en el campo de concentración de Mauthausen o el de José Epita Mbomo en Neuengamme.

Pero no fueron los únicos guineos que fueron confinados por los nazis... os contamos el caso de Fernando Fernández Lavín:

Cuenta Jesús Gutierrez Flores en “Guerra Civil en Cantabria y pueblos de Castilla" que Fernando Fernández Lavín nació en la localidad de Quintana de Soba (Cantabria) en 1914, «en cuya escuela aprendió las primeas letras, pastoreó el ganado de sus padres y segó y recogió la hierba de sus brañas. Salió de su tierra para emplearse en una explotación maderera en Guinea, hasta que la guerra le sorprendió con 20 años».

Al igual que otros conciudadanos, abandonará el territorio ecuatorial tras el triunfo del golpe de Estado y -en su caso- retornará vía Francia con un grupo de vascos. Ya en Cataluña, se incorpora como soldado de la quinta del 35 (había realizado el servicio militar en la Guardia Colonial).

Luchó en los frentes de Madrid, Teruel y el Ebro, para concluir en Cataluña con el grado de comandante. Fue herido en 1938 e ingresado en el Hospital Militar de Barcelona, donde conoció a la que será su mujer (Feliciana Alonso) que visitaba a unos chicos de Irún.
Traspasó nuevamente la frontera francesa con los vencidos y fue reclutado en una compañía de trabajo para después reforzar la línea Maginot que pretendía contener la amenaza del vecino alemán. Hecho prisionero, fue confinado en Mauthausen el 12 de diciembre de 1940, en donde coincidirá con Carlos Grey-Molay.



Está documentado que en el campo de concentración, Fernando Fernández Lavín se significó como miembro destacado de la organización de resistencia interna.

Carlos Hernandez de Miguel en "Los últimos españoles de Mauthausen" relata, por ejemplo, que «en septiembre de ese año, los deportados dieron un último paso en su nivel organizativo y fundaron el AMI, Aparato Militar Internacional. A esas alturas, los españoles ya llevaban meses con estructuras paramilitares que, aunque contaban con escasísimas armas, sí estaban relativamente bien organizadas. Por esa razón, Fernando Fernández Lavín, primero, y Miguel Malle, desde comienzos de 1945, fueron los dos máximos responsables del mando central del AMI junto al general soviético Andréi Pirógov. El papel de esta estructura militar cobró especial importancia,(..) en los momentos finales de la historia del campo y, también, durante las horas y días que siguieron a la liberación».

Fernando Fernández Lavín, comandante de la AMI, organización resistente clandestina creada en 1944 en el campo de Mauthausen, 4-7 de mayo de 1945 (Foto de Francesc Boix). 

Tras ser liberado, requirió atenciones médicas por una fuerte bronconeumonía y daños en el hígado. Regresó finalmente a España en 1954, trabajando como conductor de autobuses en Barcelona hasta sacar una oposición como administrativo.

Autor:Francesc Boix i Campo. Porta d'entrada al camp de presoners.Varis deportats encarregats del control del camp fins a l'arribada dels americans. Fernando Fernández Lavín, membre del Aparell Militar Internacional (AMI). Tira de sis imatges, marca PERUTZ, amb la numeració: 4, 3, 2, 1, 45, 44, a la part superior.

Falleció en 1993 en Barcelona, sin regresar nunca al territorio ecuatorial.
  • El cuarto guineo confinado en un campo de concentración nazi (inicialmente en Sachsenhausen y finalmente en Laufen), fue Isidro Álvarez, el cartero de Bata. Sobre su vida encontrarás más información en el blog deportados de Asturias.
Pero si quieres saber más sobre Carlos Greykey, accede a