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viernes, 16 de agosto de 2024

Ministerio de la Guerra Sucia

No siempre sale Guinea Ecuatorial en una película... y pocas veces sale tan mal. Entre otras cosas, porque el "Ministerio de la Guerra Sucia" está basado en una historia real, que prácticamente no se reconoce: la noche del 14 al 15 de enero de 1942, un comando británico, apoyado por republicanos españoles y el servicio de inteligencia del Consejo Vasco en el exilio, dieron un golpe de mano en el puerto de Santa Isabel, dejando claro que la supuesta neutralidad del puerto español no podía servir para que italianos y alemanes tuvieran un campamento base con el que operar en la zona.

Lo hemos tratado en varias ocasiones en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel.

Es especialmente interesante la perspectiva del Partido Nacionalista Vasco, que esperaba que evidenciando la complicidad de la España franquista con el eje italo-alemán, podría provocar que los aliados arremetieran contra Franco. En algún momento, el PNV hasta soñó con liberar Río Muni e imponer a "Dios y la Ley Vieja" en el territorio con el Lehendakari como administrador temporal.

Te lo contábamos en varias entradas:

Al final, quedó todo en una rabieta diplomática, los alemanes e italianos culpando a los españoles de la perdida... los escasos tripulantes italianos (y un annabones) presos durante el resto de guerra confinados en una remota granja africana, y aunque en Fernando Póo se cortaron un poquito, los puertos españoles del mediterráneo y Canarias siguieron siendo tan receptivos para los nazis como siempre.

Y a Ian Fleming, oficial a cargo del operativo desde Londres, le sirvió como inspiración para crear el personaje ficticio de James Bond unos años después..



Y como daño colateral, la publicación de la noticia supuso la destitución del director del diario Arriba, Xavier de Echarri. La crónica le acarreó igualmente al articulista una multa de suspensión de empleo y sueldo por espacio de una semana -sanción que se extendía al director del periódico-, así como la prohibición de publicar artículos con su firma a lo largo de un mes. A los censores que habían revisado el texto se les impuso dos días.

«Punto final a la impunidad», titulaba Arriba, el 17-I-1942. El texto denunciaba la acción filibustera cometida en el puerto de Santa Isabel, de Fernando Poo, por un comando británico, «con la alevosía más repugnante», en la noche del 14 al 15 de enero de 1942. La unidad se había hecho con el control de tres buques del Eje (dos alemanes y uno italiano) refugiados en ese momento en la Guinea española. El comando logró sacar los barcos capturados del puerto, aprovechando que las exiguas fuerzas navales españolas se hallaban en territorio continental (Río Muni). La Operación Postmaster fue concebida por el Almirantazgo para evitar que estas naves fueran utilizadas para abastecer a los sumergibles alemanes y supuso, a fin de cuentas, la violación de la soberanía de un no beligerante que permitía al editorialista -Herráiz- invocar el Convenio de La Haya para que le fueran restituidos al neutral buques y tripulaciones. Puesta la posición española en tela de juicio por el Eje, el editorial concluía con una severa advertencia: «La repugnante tropelía de Fernando Poo ha puesto punto final a las injerencias y a las tolerancias corteses. España se compromete solemnemente ante el mundo a impedir hasta la última gota de su sangre a que semejantes agresiones puedan ser realizadas de una manera impune. Decimos, simplemente, que ante un nuevo intento contra la no beligerancia española nuestras armas harán fuego en defensa de sus indeclinables obligaciones».

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Definitivamente, la película no es fiel al relato original: en el operativo real, se necesitó un trabajo previo prolongado, orquestado desde el consulado británico, con republicanos españoles de necesarios colaboradores, y personal del Consejo Vasco en el exilio participando en el golpe de mano. Fue una operación limpia, sin muertos. Igual, no tiene desperdicio: convertir Turquía en el África ecuatorial requiere mucha imaginación, y las escuálidas palmeras mediterráneas no dan el pego. Si añadimos soldados del Afrikakorps patrullando la ciudad, un puerto ajeno a la particular orografía volcánica de la isla, las instalaciones del oficial de la Gestapo y comerciante Heinrich Lühr, reubicadas en el puerto. Fernandinos y yorubas (en vez de igbos nigerianos), mano a mano, superando las divisiones sociales. Arquitectura inusual para la ciudad. El Casino sale de punta Cristina y se reubica en una suerte de fuerte colonial en las afueras, y -sorprendentemente- dejando de ser exclusivo para blancos. Los depósitos de combustible de Carboneras reubicados en pleno puerto, mapas históricos de fantasía... 
Lo dejamos así; realmente no hay que tomarse el film como un ejercicio documental.

Kriegsmarine en el puerto de Santa Isabel

Bandera alemana al costado de la capitanía del puerto. Al fondo, soldado del Afrikakorps.

Barracón Lühr/Sede de la Gestapo

Casa Lühr

Fiesta cervecera para marinería y tropa

Fiesta en el casino

Explosión en la central eléctrica de Santa Isabel

Explosión en depósitos de combustible

lunes, 1 de abril de 2024

Formosa equatorial o el Taiwán ibérico (VII)

Campaña de Gabón (1940).
Hay dos temas que generan furibundas reacciones cada vez que los aludimos en este paseo por la calle 19 de septiembre de la vieja Santa Isabel: uno es cuando señalamos el origen africano del presidente José Giral y el otro con cada nuevo relato que incluimos en la serie El Taiwán Ibérico... Surgen así, reacciones del tipo de "Chorradas esto es de risa y el que lo publica mas y el que lo permite mucho más. Menudos demócratas."

Así, que vamos a hacer un repaso cronológico de El Taiwán Ibérico:

Victor Alba, en “Historia de la resistencia antifranquista (1939-1955)” cuenta cómo el gobierno republicano en el exilio confiaba en la acción de las potencias para derribar a Franco… pese a que era evidente que éstas no estaban dispuestas a intervenir: «Cuando un republicano moderado pero con imaginación propuso que el gobierno tomara un avión y se plantara en Madrid para crear a Franco un problema insoluble, le dijeron que estaba loco. Cuando otro propuso que se organizara un desembarco en Fernando Póo, para que el gobierno [en el exilio] estuviera en territorio español, le dijeron lo mismo».

Pero ese moderado republicano no será el único en ficcionar con esa posibilidad:
  • Con la caída del frente catalán, se produce la retirada masiva al territorio francés. Los exiliados españoles serán internados en campos de refugiados a la espera de una solución individualizada. Sin embargo, con la invasión alemana de Francia en 1940, muchos de ellos de encuadrarán tanto en la defensa militar del territorio como en la resistencia, por lo que -tras la ocupación de Francia por el ejército alemán- los republicanos serán perseguidos y confinados en campos de concentración nazis ante la indiferencia del gobierno franquista. A algunos de los exiliados españoles, aprovechando su experiencia militar, se les dio la posibilidad de integrase en la legión extranjera francesa,… fuera del territorio europeo. En agosto de 1940, Leclerc seguirá instrucciones de Charles de Gaulle e inicia su gira africana intentando sublevar a los territorios africanos bajo la administración francesa del gobierno títere de Vichy. Encuentra diferentes apoyos, entre otros de los españoles integrantes del ejército francés, y conforma con éstos la 13ª Demi Brigade de la Legión Extranjera con la que logra que Camerún se adhiera amistosamente a la Francia Libre. En cambio, los soldados y civiles de Gabón, incitados por el obispo local, permanecerán leales a Vichy, por lo que el siguiente destino será Libreville (Gabón), vía principal de entrada de las colonias francesas del África Ecuatorial. Así, tras desembarcar en la bahía de Corisco, remontan el rio N´Tsini y traban combate por primera vez con las fuerzas de Vichy.
-Cuando la 13ª asaltó el aeródromo -dijo Leclerc-, se oyeron gritos en español desde sus filas. Koenig sonrió.
-¿Gritos como estos? -preguntó, y alzó la voz-: «¡Cómo en el Ebro, compañeros!». «¡Cómo en Madrid!». «¡No pasarán!»…
-A eso me refiero.
-Lo llamamos el «recital español». Todos los republicanos españoles se lanzan al ataque a golpe de esas consignas. Para ellos esta guerra es continuación de la suya.
-¿Cuántos españoles tienes en la 13ª?
-La mitad: quinientos. Pero en la 1ª División hay casi tres mil. (...)


Tras la batalla de Gabón, el gobernador general -en funciones por ausencia de Juan Fontán- Víctor Suances organiza la acogida de los funcionarios de Vichy en su huida y
verá con preocupación cómo Río Muni queda rodeado por territorios administrados por los aliados y tan sólo el río Utamboni le separará de soldados republicanos organizados y mejor equipados que las tropas coloniales. Un temor vano: las tropas de Charles de Gaulle seguirán combatiendo en territorio francés (africano y europeo) hasta liberar París. Participaron en la batalla de Gabón -entre otros- el adjudant Felipe Maeztu y Etelvino Pérez, siendo condecorados con la Compagnon de la Libération y Chevalier de la Légion d'Honneur, o Antonio Medina Pérez "Turuta" y Miguel Campos que junto a La Nueve entró en primer lugar en París en agosto de 1944.
  • Iniciada la guerra mundial, al igual que Franco recibió el apoyo de alemanes e italianos durante la guerra civil, en la II Guerra Mundial el gobierno franquista colaboraba con mayor o menor descaro con el Eje Roma-Berlín-Tokio, ocupando el territorio ecuatorial un papel interesante como veíamos en El granero en la retaguardia o incluso en Operación Gibraltar. Así, previendo tanto la posible entrada española en la guerra, como la importancia estratégica del territorio en una posición de neutralidad sesgada, el gobierno vasco en el exilio manejó varias opciones, incluyendo la posibilidad de un levantamiento en el territorio para -juntamente con el gobierno de la República en el exilio- apelar al apoyo aliado para derribar al gobierno de Franco. O incluso magnificar la presencia alemana en Guinea para forzar una intervención de los aliados. De ahí que estratégicamente, «el 11 de septiembre de 1941 se creó en Gran Bretaña el 3º Batallón de Fusileros Marinos de las Fuerzas Navales Francesas Libres. Esa unidad debía de componerse de vascos españoles exiliados y también de voluntarios iberoamericanos», así como una extensa red de espionaje articulado por la diáspora vasca, incluyendo la numerosa presencia de colonos vascos en el territorio ecuatorial. El levantamiento, emulando la experiencia de la Francia Libre en las colonias que rodean La Guinea Española, estaría apoyada por los fusileros, quedando el territorio bajo administración del Gobierno Vasco en el exilio, garantía del respeto a los principios civilizadores del cristianismo, mientras el gobierno republicano no estuviera en condiciones de asumir la gestión. Finalmente, el batallón fue disuelto el 23 de mayo de 1942 como respuesta a una queja formal del Duque de Alba, embajador franquista en Londres, al Foreign Office, pero la red de espionaje sobrevivió incluso al fin de la guerra mundial y estuvo operativa durante el periodo de la guerra fría. 

  • En enero de 1942, meses antes de la disolución, apoyándose en miembros del 3º Batallón de Fusileros Marinos de las Fuerzas Navales Francesas Libres y con apoyo local de la red de espías del gobierno vasco en el exilio, el ejército británico da un audaz golpe (la operación Postmaster) al eje italo-alemán durante la II Guerra Mundial, secuestrando un enorme buque de pasajeros italiano, el Duchesa d'Aosta, una de las mejores unidades de la flota mercante, y de dos lanchas alemanas, Likomba y Bibundi, amarradas en el puerto de Santa Isabel. Por cierto: Ian Fleming -más conocido como autor de James Bond- se involucró en esta operación como comandante de la División de Inteligencia Naval británica: ésta primera acción y posteriores fueron parte de los insumos que crearon al agente 007. De hecho, no son pocos los que creen que Gustavus March-Phillipps, el oficial a cargo de la misma, fue precisamente la inspiración de James Bond.

  • Unos años después, Juan Goytisolo recibía asombrado la petición de Rafael Lorente y Martínez Pontremuli, vicecónsul de España en París, de que «quería que le presentase a Pasionaria, discutir y tomar unas copas con ella (). Luego, algo excitado con el coñac o calvados que yo le servía, me expuso su plan de desembarcar con un puñado de amigos en Fernando Poo y proclamar la República: si resistíamos unos días al asedio de la armada franquista, podríamos reunir allí al gobierno y diputados en el exilio y obtener el reconocimiento diplomático de los países del campo socialista». El vicecónsul acabó cesado y castigado con un destino en Haití, por lo que renunció a la carrera diplomática hasta la llegada del PSOE al poder.
  • El 9 de enero de 1961, un comando del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación DRIL, integrado por catalanes, gallegos y portugueses, secuestró el trasatlántico portugués “Santa María” con pasajeros y tripulación incluida, para dirigirlo al golfo de Guinea. La fallida acción se conoció como la Operación Dulcinea y pretendía incentivar un levantamiento popular, declarar la III República y expandir un movimiento liberador hasta la España de Franco o el Portugal de Salazar. Según Miguel Urbano Rodrigues, un periodista del “Estadao” y futuro eurodiputado comunista llegado desde Pernambuco para unirse a los secuestradores: «La madrugada nos encontró hablando. De quimeras. Quería llegar a África, sublevar la Guinea Española y salir de allí para Angola. A bordo había veinticuatro comandos portugueses y españoles, una tripulación rencorosa y ochocientos pasajeros en la frontera de la desesperación. Sin embargo, a José Velo todo le parecía posible. Su fuego interior me contagió».
  • A finales de ese mismo año, el FBI y la CIA identificaron la posibilidad de un pacto entre comunistas españoles exiliados y cubanos con el objetivo de invadir «uno de los territorios africanos de España». La fuente de las agencias estadounidenses indicó que Enrique Líster, al que describía como «un ex general del ejército republicano español y miembro del Partido Comunista", había estado en Cuba preparando el asalto y que, como resultado del acuerdo, entre 700 y 800 combatientes cubanos habían viajado a Checoslovaquia para recibir un entrenamiento militar intensivo. El FBI suponía, y así lo escribió, que el gobierno español estaba al tanto de esta información», concluyendo que «Dicha invasión no sería posible en el caso de las fuertemente fortificadas Ceuta y Melilla, y no se sostendría en la expansión tórrida del Sahara español, ni en Ifni, donde hay estacionadas suficientes fuerzas militares españolas para repeler dicha invasión. Guinea Española (Río Muni continental y las islas de Fernando Poo y Annobón) son los territorios africanos españoles más desarrollados, excluyendo Ceuta y Melilla y son los más alejados de España y, aparentemente, los menos defendidos militarmente.»
  • La última ficción que incluiremos la relata Rafael de Mendizábal Allende en “Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969)”. Conforme al magistrado, tras la guerra mundial «había comenzado a fermentar un sentimiento nacionalista de baja intensidad y sin brotes graves de violencia, salvo el ataque el año 1962 en las cercanías de Ebebiyin a dos Guardias Civiles que, heridos, repelieron la agresión matando a cuatro de sus atacantes nativos. Ese fermento fue fomentado por los republicanos españoles exiliados en Méjico que pusieron a disposición de los descontentos 200 millones de pesetas del tesoro del yate “Vita”, cifra fabulosa en aquella época, con el fin de desestabilizar el Régimen, colocándole en una situación semejante a la del Portugal de Salazar, enzarzado en guerras coloniales, pequeño gran país siempre bravo, pero equivocado en aquella coyuntura».
  • Un poco en la línea anterior, todavía en 1965, Mosess "Moe" Fishman, el secretario ejecutivo de Veteranos de la Brigada Abraham Lincoln que luchó en la Guerra Civil española, escribía referente a la labor de obtención de fondos para los refugiados españoles y a la actividad de distintos colectivos (incluyendo el Frente Nacional de Liberación de Guinea Española) e individuos (Álvarez del Vayo, Enrique Líster, Modesto, etc.) involucrados en la lucha antifranquista. Y en el caso de los ecuatoguineanos, «éstos ven su lucha como parte de la lucha antifranquista», razonaba el excombatiente de la guerra civil.
Al final, el que las dos islas a las que los portugueses bautizaron como Formosa (Bioko y Taiwán) no corrieran procesos históricos en paralelo sería pura casualidad.

Y un bonus track, en este caso no del Taiwán ibérico... sino del Ibérico Taiwán (¿?):

Se trata de unas ruinas del Alcázar de Toledo que se trasladaron a Quemoy (Kinmen, 金門縣, Jīnmén Xiàn) isla perteneciente a Taiwán para erigir un monumento a los defensores del Alcázar en la isla “avanzada de la China anticomunista”. En mayo de 1960, Muñoz Grandes (ex máximo responsable de la División Azul y en este momento Jefe del Alto Estado Mayor) visitó la primera línea defensiva de la República de China ante las costas de la primera línea defensiva de Taiwán ante las costas de la China continental, en la isla de Quemoy (Jinmen). Como consecuencia de esa expedición militar española y como muestra de la fraternidad, hermandad y confluencia ideológica entre los regímenes del general Franco y del general Chiang Kai-shek la delegación española regaló algunas reliquias relacionadas con el asedio del Alcázar. Entre otras, piedras del mismo Alcázar, un casco, una pistola, un trozo de metralla y una granada de mano. Todo ello se colocó en una vitrina incrustada en la roca de la montaña Taiwu, de la isla de Quemoy (Jinmen), flanqueada por dos lápidas traídas desde España, con escritos en inglés, chino y castellano que sentenciaban: «Los valientes del Alcázar de Toledo (España). A los héroes de Kinmen (China). 16 de mayo de 1960». Fue inaugurado en 1962 por el embajador Larracoechea.

Por otro lado, como muestra de agradecimiento, la misión militar china a España de octubre de 1961, dirigida por el general Peng Mengji, regaló una placa conmemorativa en la que, en chino y español, se podía leer: «A los héroes anti-comunistas del Alcázar de Toledo / Luchar por el anti-comunismo / Ofrecida por los oficiales y soldados de Kinmen y Matsu de la República de la China / Octubre del año quincuagésimo de la República de China».

Tras el giro español en 1973 hacia la china continental, se pierde el rastro del monumento incrustado en la ladera rocosa del monte, y al que se accedía a través de dos estrechas escalerillas. Hay constancia de una nota de Blas Piñar en la que pedía que las piedras del Alcázar de Toledo no fueran devueltas a España y que se mantuvieran como una representación de la fiel amistad y la camaradería anticomunista de ambos países en el pasado.

De igual forma, la placa toledana se encuentra en la actualidad inventariada y almacenada, fuera de toda exposición pública, en el Museo del Ejército situado en el Alcázar de Toledo.


miércoles, 3 de enero de 2024

El Taiwán ibérico (VI) o la Guinea Vasca

Es conocido que el explorador alavés Manuel Iradier creía ver en la lengua benga algo compara­ble al euskera. Así, en la publicación de sus diarios de viaje tras incluir el diccionario básico reproduce un supuesto diálogo entre «un vascongado natural de Arechavaleta (Guipúzcoa) y el autor».

El gipuzkoano afirmará:

He leído con gusto las pruebas de la gramática y vocabulario de la lengua venga que acaba V . de imprimir y encuentro entre esa lengua y nuestra euskara, una relación tan grande, un parecido tan extraordinario especialmente en las terminaciones, que me suena al oído como si este idioma africano fuera una derivación, con muy pocas alteraciones, del idioma euskaro. Aun cuando en muchas palabras, el sentido de la frase no sea el mismo, en la mayoría de ellas, en casi su totalidad se encuentra un significado vasco. No desciendo al mecanismo de la lengua porque no la conozco, pero sospecho haya también en él una gran analogía.

A lo que el propio Iradier completará con:

Un venga que conoce el español, lo habla dándole el mismo sentido, la misma pronunciación é idéntica construcción que un vascongado.

Y procederá a realizar una comparativa entre palabras y expresiones en benga y el euskera, de forma que ibayagane (sic) 'cualquier liquido que sesobra' le recordaba el vasco ibaigañes (sic), y un pueblo africano a la orilla de un rio lo pone Iradier en el mapa con el nombre de Ibai (!).

Tal vez un siglo después Iradier hubiera reforzado el vínculo del benga ibayagane con algo tan vasco como el Palacio de Ibaigane, sede del Athletic Club de Bilbao... Pero por si no fuera suficiente que las cuatro décimas partes de la población blanca de Guinea fueran de origen vasco, y para que no hubiera dudas, el barakaldés Olaechea bautizó como San Mamés al estadio municipal de Ebebiyín, población en zona fang (fuera del territorio tradicional benga) y cuya iglesia-catedral está dedicada a Nuestra Señora de Begoña.


Bromas aparte, en El Taiwán Ibérico hemos recogido en varias ocasiones el interés del PNV por el territorio ecuatorial

Otro día os contaremos sobre curiosidades como la mítica campana de Elgorriaga, que en realidad no es un cencerro vacuno sino una elëbbó, la tradicional campana usada por los baölëólë bubis. O del frontón que construyeron los hermanos Lauzirika en el solar de Artieda en Sevilla de Niefang. Incluso de las aventuras (y desventuras) de Pedro Arriola Bengoa, conocido entre las tribus del Utamboni como Nsoc-Ntang (Elefante blanco); vasco y último gran explorador, contribuyó a afianzar el dominio español sobre el territorio, por lo que contó en su día con una calle dedicada en Santa Isabel y un monumento funerario en el cementerio de San Fernando «erigido por suscripción popular al héroe, 1971-1916» tras su suicidio.

Pero volviendo al tema, Santiago de Pablo lo razona en ¡Grita Libertad! El nacionalismo vasco y la lucha por la independencia de las naciones africanas:

Tras su derrota en la Guerra Civil, el PNV y el Gobierno vasco, establecido en 1936, centraron su actividad en el exilio. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, ambos trataron de ayudar a los aliados, pensando que la derrota nazi llevaría consigo la caída del franquismo. En este plan, la situación africana, clave desde el punto de vista geoestratégico, fue objeto de atención por el PNV. Si Franco entraba en la guerra, apoyando al Eje, el control de los territorios españoles en África (el protectorado de Marruecos, Ifni, el Sahara occidental y la Guinea española) podía ser crucial. Existía, además, el precedente francés, pues la Francia Libre del general De Gaulle había arrebatado al régimen de Vichy varias posesiones galas en África. En junio de 1941, el líder del PNV Manuel Irujo propuso al Ministerio de Asuntos Exteriores británico la ocupación de las colonias españolas en África, incluyendo Canarias.

Así, tras revisar la oficialidad republicana en el exilio, se elige a Servando Marenco Reja, «republicano, muy político y honrado», amigo de Fermín Galán y responsable de la sublevación en Lérida simultánea a la de Jaca de 1930. Marenco, como capitán de corbeta tenía el grado de teniente coronel del Ejército Republicano, por lo que le fue asignada la jefatura del 3er. Batallón de Fusileros Marinos, que se crearía con voluntarios republicanos y latinoamericanos (fueran o no vascos) en territorio británico y siempre como una unidad de las Fuerzas Francesas Libres. Desde Londres, Marenco escribía: «Se proyecta un Estado Mayor y servicios especiales, uno de ellos con destino a Guinea, organizado mediante una misión militar que se propone enviar seguidamente a África Ecuatorial Francesa y que ha comenzado a prepararse (…) Me he propuesto para el cargo de Jefe de la Unidad para dirigir la Comisión de Guinea, cuya excepcional importancia no necesito resaltar. (…) Dentro de poco entraremos en España y hemos de hacerlo por derecho propio y por la puerta grande».

Con este fin, el PNV preparó un informe sobre las “condiciones estratégicas de la Guinea española”, con vistas a una posible acción militar. En este documento anónimo, un militante nacionalista facilitaba datos sobre la situación geográfica y política de Guinea, naturaleza del terreno, comunicaciones con la metrópoli, población, economía, posibilidades de desembarco en puertos y ríos, acuartelamientos de tropas españolas, estaciones de radio, etc. Se destacaba que la Guinea española era fronteriza con Camerún y Gabón, territorios controlados por la Francia Libre del general De Gaulle, y se facilitaba un listado de españoles residentes en Guinea, especificando si eran favorables o contrarios a Franco. 
El texto hacía hincapié en la colonia vasca y sobre todo en quienes, por sus ideas nacionalistas, podían ser cabeza de puente para un movimiento antifranquista y pro-aliado en Guinea. Éste era el caso de los representantes de la empresa bilbaína Eixaguirre (“todos nacionalistas vascos”), de Alejandro Iruregui, o de Jesús Azcune, un comerciante que, por conocer “perfectamente la costa y gran parte del interior”, podría ser útil en una invasión. 
Sin embargo, estos preparativos no sirvieron de nada, pues la idea de ayudar a los aliados, no sólo con información sino militarmente, no fue más allá, debido a la neutralidad franquista.

 






«(...) La compañía Eizaguirre, Manukanela de Bilbao. Sus componentes y empleados son de formación nacionalista vasca. Director en Guinea - Sr Urrutia.

González Gorbeña -  Director (Ajon) monárquico vascófilo.

El principal taller de reparaciones de tractores y lanchas se el de Larrañaga mecánico guipuzcoano, apolítico, que que fué a Guinea, seleccionado en una huelga de Eibar.

(...) José Espeleta - Nacionalista vasco concomitancia con los fascistas.

(...) Jesús Azkune -  Remolcajes y practicajes y consignaciones. Nacionalista vasco de izquierdas. Hombre aprovechable el que mejor conoce la costa. Se desplaza amenudo a Libreville. Se puede entrar en relaciones con él.

(...) Malancha. Cía Vasco-Africana. Gerente Alejandro Iruregi. Nacionalistas vasco exiliado en octubre 1934 por auxilio a la revolución de aquel tiempo. (...)»

Al final, ese 3º Batallón de Fusileros Marinos de las Fuerzas Navales Francesas Libres creado desde el Consejo Nacional de Euzkadi y la Francia Libre fue efímero, y pese a dar los primeros pasos asignando oficiales para información y operaciones en África (orientándose a Guinea Ecuatorial), logrando un único resultado práctico con la participación de Servando Marenco, y su hijo del mismo nombre, en la operación Postmaster en la noche del 14 al 15 de enero de 1942, apenas unos meses antes de disolverse el 3er. BFM. 


Pese a la confusión inicial, el servicio exterior de Franco reclamará con dureza la inaceptable injerencia e irrespeto a la soberanía nacional de un puerto neutral.

Poco después de la operación Postmaster -en febrero de 1942-, previo a su incorporación a su puesto en el África Ecuatorial Francesa, Servando desarrollaba un plan de invasión en el que proponía a Julián Hickman Urrutia como integrante de la unidad, ya que éste tenía el valor añadido de conocer personalmente al subgobernador -Ignacio Gorbeña- en Río Muni, por haber trabajado como técnico a sus órdenes en Altos Hornos de Bilbao. Se incluía a Ángel Aguirreche, con relaciones personales y políticas entre los vascos «acogidos en la colonia para alejarse de los peligros inherentes a su vida en España» y a Cándido Echeverría del Servicio Vasco de Información.


Fusileros de la 1ª compañía del 3er. BFM
con un guion con la cruz de San Andrés.

El borrador incluía que «En el desarrollo de este plan habrían de ser aplicadas las normas que siguen: (…) B) Si fuera preciso ocupar los territorios, serían puestos bajo la autoridad del Gobierno de Euzkadi que preside Don José Antonio de Aguirre, con destino a la Confederación Peninsular u Occidental Europea si llegara a constituirse» Este párrafo tachado en la redacción en castellano, no aparecerá en la redacción final en inglés.



La Delegación de Servando Marenco e hijo, portaba un manifiesto -fechado en Bata- para usarse en caso de que el plan de invasión fuera activado. En éste se informaba a sus habitantes de la toma de posesión de Río Muni por el Gobierno de Euzkadi presidido por Aguirre, la vigencia de la legislación republicana y el establecimiento de un orden basado en el espíritu cristiano y en el respeto de los derechos de la persona humana. Se subrayaba -y aquí puede verse de nuevo una de las obsesiones políticas de Irujo en aquellos momentos- que el Gobierno Vasco mantendría «su autoridad hasta que se constituya la Confederación integrada, al menos, por todos los pueblos que formaron parte de la República Española».

La propuesta, que puede parecer bizarra, guarda relación con que el territorio equatorial estaba, desde la caída de Libreville en noviembre de 1940, completamente rodeada en su zona continental por la Francia Libre del general De Gaulle y la insular a escasos kilómetros de costas bajo el dominio británico y francés. Y que existiera el precedente de que en la batalla de Gabón hubieran participado exiliados republicanos alentaba esa percepción.

Finalmente, el 23 de mayo es disuelto abruptamente el 3er. BFM a raíz de una queja formal del Duque de Alba, Embajador de la españa franquista en Londres. Pero no es de extrañar que la disolución ocurriera poco después del airado reclamo del Embajador por la "inaceptable injerencia" de la Operación Postmaster: La decisión fue acordada por el Comité Nacional Francés ante «la posición adoptada por el Gobierno británico que ve inconvenientes para permitir la constitución en su territorio, bajo etiqueta francesa, de una importante fuerza compuesta de hombres de nacionalidad no francesa e invoca, contra el principio mismo del reclutamiento en curso, los acuerdos Churchill-De Gaulle». 

Con la disolución del 3er. BFM, y una vez terminada la Guerra Mundial, el interés del PNV por Guinea Ecuatorial se acabará diluyendo:

... la independencia de Guinea no fue especialmente destacada por la prensa del PNV. Este hecho resulta sorprendente, si se tiene en cuenta que su idea era enfatizar el ansia de libertad de los países africanos y subrayar cualquier cuestión que supusiera un problema para Franco. Sin duda ello fue debido en parte a que, en el fondo, el PNV reconocía que el caso vasco era diferente del guineano. De hecho, el PNV, que mantenía en el exilio relaciones con partidos de diversos países, no estableció contactos con el movimiento independentista de Guinea Ecuatorial. 

Si te interesa el tema, revisa El Taiwán ibérico (III) y El primer vuelo. Tal vez, incluso El recital español.

sábado, 30 de septiembre de 2023

El primer vuelo

A través de las redes sociales nos llega lo que promete ser un paseo más por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel:

Atando cabos, e investigando un poco, la historia resulta ser -en parte- cierta: el anónimo piloto sí tenía nombre y apellidos, y se trataría de Alfonso Alarcón Artal.

Y aunque sí hubo italianos (e incluso un annobones llamado José Segura) retenidos en el operativo, definitivamente no «les cortaron el cuello», sino que quedaron confinados en la vecina Camerún hasta la capitulación italiana.

Se trata de la operación Postmaster, que tuvo lugar en la noche del 14 al 15 de enero de 1942 en el puerto de Santa Isabel. 

El operativo respondió al hartazgo de Inglaterra, ya que veía con preocupación cómo el supuestamente territorio neutral de la Guinea Española (y sus puertos) era usado con toda impunidad por alemanes e italianos, con la anuencia y colaboración de las autoridades franquistas, incluyendo al gobernador general Juan Fontán, conocido públicamente por sus simpatías hacia las potencias del Eje.

Así, los servicios secretos británicos, con Ian Fleming como responsable del operativo, darán un golpe de mano como advertencia secuestrando de noche el pequeño remolcador alemán Likomba y la barcaza Bibundi, así como el vapor mixto de pasaje y carga italiano Duchessa d'Aosta. Lo de Ian Fleming podría ser anecdótico, pero se intuye que esa acción del SOE será la inspiración del futuro personaje de ficción de James Bond.

El SOE se apoyará en agentes del gobierno vasco en el exilio (3 miembros del disuelto 3º Batallón de Fusileros Marinos de las Fuerzas Navales Francesas Libres) y republicanos como Agustín Zorrilla que organiza una gran fiesta en el Casino de Santa Isabel para emborrachar a la tripulación de los barcos. Las crónicas británicas se referirán a él como Abelino Zorilla. Probablemente, se trataría de Avelino Zorrilla Contreras o su hermano Agustín, del que sí hay menciones en La Guinea Española y en Pares. Esta curiosa confusión entre los dos hermanos induce a pensar que ambos se involucraron y que Agustín acabó acaparando la visibilidad exonerando al resto de involucrados (incluyendo a su hermano)...

Gerardo José Cámara ficciona la situación en "La tierra amada. Aventura y fe":

El casino se encontraba cerca del puerto, era una casa colonial de color blanco rodeada de unos extensos jardines. Esa noche el edificio y los jardines estaban espectacularmente iluminados y engalanados para el evento. Agustín Zorrilla iba vestido con esmoquin, acompañado por Antonio Díaz, el director del casino, paseaban por el jardín saludando a todos los invitados. Los camareros, todos nativos, ofrecían a las personas allí reunidas vino español. A la cena habían acudido todas las gran- des personalidades de la isla: autoridades civiles y militares, el gobernador, empresarios, el Vicecónsul Británico, los cónsules alemán, italiano. y francés, así como la tripulación de los buques extranjeros atracados en el puerto.

- Una gran noche -comentó el director del casino a Zorrilla- ha tenido usted una buena idea al proponerme organizar esta cena.

- Es una manera de romper la monotonía de esta isla y pasar un buen rato -dijo Zorrilla-. -¿Qué tal le van los negocios? -preguntó Antonio Díaz mientras degustaba el vino-.

Mientras transcurre la fiesta, los tres barcos son secuestrados por los británicos y llevados a altamar. Y de Zorrilla... no se volverá a saber (se pierde su pista en Latinoamérica).

La crónica del operativo siempre ha dado protagonismo a Zorrilla -empleado de una ferretería-, quien además de la fiesta recopiló datos del puerto, de la guarnición española e informaciones que útiles para la inteligencia británica. Igualmente, se habría hecho pasar por aficionado a la fotografía por lo que hizo muchas de la zona, llegando a hacerse amigo de Alfonso Alarcón, el piloto de la avioneta del gobernador, con el que hizo varios vuelos tomando diversas fotos, incluyendo vistas aéreas del puerto que rápidamente hizo llegar a sus superiores en Lagos.

En ese relato, Alarcón habría sido engañado por Zorrilla. 

Pero como veíamos en el tweet inicial, a los descendientes del ingeniero Fabio Saldías, éste les habría transmitido que Alarcón había ejercido de «espía para los aliados»...

Pero ¿quién era el piloto Alarcón?

Es cierto, que no se suele contar que él fue protagonista del primer aterrizaje en el aeropuerto Manises, pero tampoco es un secreto muy bien guardado.


A la izq. aviador valenciano Alfonso Alarcón y el paracaidista Tomás Herrero



Alarcón obtuvo en 1931 una de las primeras licencias de piloto en el ámbito civil (número 34), y rápidamente empieza a sonar su nombre, ya que en 1932 es elegido directivo del Aero Club de Valencia, y al año de la directiva de la Liga Española de Pilotos Civiles. Poco después fue designado como Asesor técnico representante de la Dirección General de Aeronáutica Civil en la Junta del Aeropuerto de Valencia.

Previamente había recabado permiso municipal para usar una caseta cercana a la playa de la Malvarrosa, en donde operaba una escuela de aviación, pero acabará desplazando operaciones un poco más lejos de la costa, en Manises, donde -tal y como recuerda el Diario Levante- «el primer avión que aterrizó en l´Horta lo hizo un 6 de noviembre de 1932: era un De Haviland Moth, matrícula EC-ANN, llamado "Avión Valencia", pilotado por su propietario, Alfonso Alarcón Artal, y con el alcalde de Manises de la época, José Carpintero Alpuente, como único pasajero».



El portal Manises online, completará la información:«autoridades y vecinos que fueron el día 6 de Noviembre de 1932, cuatro meses antes de la inauguración del aeropuerto, a recibir a las tres personas que llegaban en el primer avión que aterrizó: El piloto Alfonso Alarcón, el Alcalde José Mª Carpintero y a la primera mujer en llegar por avión a Manises, Carmen Carpintero. Su imagen se puede ver al fondo, todavía dentro del aeroplano. Con 19 años tuvo el honor de ser la primera mujer que aterrizó, en la avioneta llamada Valencia, en el nuevo Aeropuerto de Manises, junto con su padre José Mª Carpintero Alpuente y el piloto Alfonso Alarcón Artal, el día 6 de Noviembre de 1932, preludio de lo que sería la inauguración del nuevo Aeropuerto de Manises, que se le llamó de Valencia, el día 19 de Marzo de 1933».

Finalmente, en abril del 34, el Aero Club de Valencia obtiene el permiso para establecer una Escuela en el aeródromo de Manises, designándose a Alarcón como director.

El Pueblo : diario republicano de Valencia: El Pueblo : diario republicano de Valencia - Año XXXIX Número 13696 - 1932 marzo 5 (05/03/1932)

Alarcón y su avión serán asiduos participantes de fiestas y celebraciones realizando acrobacias aéreas, y -como curiosidad- no serán inusuales sus críticas cinematográficas cuando de aviones se trata...

En el verano del 36, el Heraldo de Castellón informa de la próxima inauguración de un hangar que permitirá la apertura del aeropuerto, y que éste sería dirigido por Alarcón. Poco después dará inicio la la guerra, documentandose estos hitos:

  • En los primeros meses de incertidumbre, Artal habría estado recluido en la prisión de Valencia, quedando en libertad en octubre de 1936.
  • Se incorpora a los cursos de transformación como sargento de complemento y según orden Circular de la Gaceta de la República, nº 358 del 23/12/1936, se resuelve otorgarle el título de Piloto militar de aeroplano con la antigüedad de 11/12/1936, concediéndole el empleo de Brigada. 
  • Según orden del Ministerio de Marina y Aire, Gaceta de la República nº 87 del 28/03/1937, se resuelve conceder el empleo de Teniente de Complemento de Aviación, con la antigüedad de 22/03/1937. 
  • El 19/04/1939 ingresa en la Prisión Provincial de Salamanca, quedando a disposición del Gobernador Civil de Salamanca. 
  • El 22/04/1939 es trasladado a Madrid, a disposición del Comandante de Aviación Sr. Garmí. 

Su ficha en PARES resaltará: Mayor de edad, casado, piloto aviador civil residente en Valencia, perteneciente al partido autonomista. Dirige cartas e instancia a Alejandro Lerreoux (abril 1934).

Finalmente, su caso por "auxilio a la rebelión" será sobreseído y quedará en libertad.

A finales de 1940 tramita la duplicación de su título de piloto "turístico", logrando así retomar su trabajo previo a la guerra. Y con el título bajo el brazo acaba en el territorio ecuatorial como piloto del gobernador. Probablemente, como un ejemplo más de lo que Rafael de Mendizábal Allende razonaba en Misión en África... como «refugio más o menos solapado de disidentes en el régimen nacido de la guerra civil...».


46-5 perteneciente al Ejército del Aire,  transferido el 10/07/1941 para servicio del Gobernador en Guinea Ecuatorial.

Llegado a este punto de su biografía, retomamos la operación Postmaster:

Zorrilla, para justificar la gran fiesta de distracción, habría encadenado una celebración tras otras, de forma incremental... pero puesto que hubiera sido sospechoso que un empleado de ferretería fuera el generoso anfitrión, aprovecha el ego de diferentes coloniales para que se presten como cara visible de las celebraciones. Fernando Gamboa lo resume así en "Tinieblas":

-Si logro que asistan los Lühr, también acudirá el cónsul alemán. Y puedo conseguir que aparezcan también tres o cuatro parejas de la alta sociedad isabelina, para darle más empaque al asunto.

-¿Y en cuanto a la guarnición del puerto? -preguntó Hudgens.

-Esa es la parte más fácil -afirmó Lippett-. Los españoles se apuntan a cualquier fiesta y el capitán Oliveda, responsable del Depósito de Armamento y Parque, no es una excepción. Es el oficial al mando de la guarnición.

Según “Objetivo África: crónica de la Guinea Española en la II Guerra Mundial” de Jesús Ramírez Copeiro, «para la primera de las cenas Agustín Zorrilla habló con el doctor José Soler Flores, proponiéndole que diera una comida a la tripulación italiana del Duchessa con dinero que él le entregaría. Zorrilla le contó que el Duchessa, a pesar de su bandera y naviera, era propiedad de un Lord inglés, que era realmente quien proporcionaba el dinero. El Lord pretendía con ello tener contenta a la tripulación y eliminar así cualquier idea descabellada de regresar con el barco a la patria, con el consiguiente peligro de ser torpedeado por los ingleses y perder totalmente el valor del buque. El doctor Soler se creyó esta absurda historia, pero rechazó la organización de la comida para cuyo servicio le ofrecían una pulsera como regalo a su señora. En vista del fracaso, Zorrilla se dirigió a Alfonso Alarcón Artal, piloto de la avioneta del gobernador, contándole otra historia. Le dijo que unas casas comerciales españolas en la isla, simpatizantes del Eje, no querían aparecer como organizadoras de la cena por miedo a que el vicecónsul británico tomara represalias y les negase los necesarios navicerts. Alarcón creyó todo el cuento y sin preguntar siquiera de qué casas comerciales se trataba, se ofreció a organizar una cena en el Casino».

En definitiva: Pasado republicano, anfitrión de una de las fiestas y necesario colaborador en las excursiones de fotografía aérea de Zorrilla. 
Muchas coincidencias, por lo que fue detenido, interrogado y encausado.

Fotografías del puerto de Santa Isabel y del Duchessa d’Aosta (noviembre 1941), tomadas por el vicecónsul británico Michie, desde el avión del "Sr Alacon". Según las crónicas Británica pagó 5000 pesetas por ese servicio. 


Finalmente, «el funcionario colonial y piloto, Alfonso Alarcón Artal, quedó suspendido de empleo y sueldo desde el 25 de enero de 1942, si bien gracias a las gestiones de su defensor. el capitán Enrique Oliveda Medrano, se le pudo abonar la mitad del sueldo por tener familia a quien mantener (2 hijos). Era la consecuencia de hallarse sujeto a proceso por el Juzgado Militar en la causa instruida por el secuestro de los barcos. Pocas semanas después, el 10 de abril, era cesado de su cargo como piloto aviador del Gobierno General de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea. El 3 de octubre de 1942, en instancia dirigida al gobernador. Alarcón solicitaba pasaporte y pasaje para poder regresar en el Isla de Tenerife a la Península y fijar su residencia en Burjassot (Valencia), quedando a resultas del proceso. Fue así autorizado y el pasaje corrió a cargo del Ministerio de Marina. Finalmente, el sumario instruido por los tribunales de la Jurisdicción de Marina fue sobreseído en febrero de 1943. Alfonso Alarcón quedaba libre de cargos. Quiso reintegrarse de nuevo como piloto civil a la administración colonial en el mes de marzo, pero no hay constancia de que su petición fuera aceptada».

Las crónicas británicas sobre esta acción de guerra son numerosas ya que consideran el operativo Postmaster como la inspiración de Ian Fleming (fue responsable del mismo desde Londres) para crear el personaje ficticio de James Bond. Éstas exculpan a Alarcón y al doctor Soler de complicidad consciente, reduciendo su participación a la de inocentes colaboradores arrastrados por Zorrilla. Desde el Viceconsulado británico en Santa Isabel alentarán esa narrativa, para eludir su responsabilidad, atribuyéndole incluso acciones realizadas por el propio personal consular.

Al final, Zorrilla -tras su escapada a Nigeria y un pasaje a Estados Unidos- acabó en Latinoamérica y -según su sobrina Pilar (de Agustín)- «desde entonces nadie supo nada más de él».

Sobre Alarcón... tan sólo hay una escueta noticia de su participación en la Vuelta Aérea a España en 1951. Y, confirmado, se quedó sin placa en el aeropuerto de Manises.

Aeropuerto de Manises (Valencia). - Primer aterrizaje, 06/11/1932. Aena
«Toma de tierra del por la avioneta "Valencia", que tripulaban los señores Alarcón y Carpintero, éste último alcalde de Manises».

domingo, 20 de agosto de 2023

Nazis tropicales


En "Llibertat, òrgan oficial antifeixista"
del conseil municipal de Mataró,
6 de agosto de 1937.
Ésta es una de esas historias por contar… algo muy habitual en Guinea Ecuatorial. Más allá de que Macías se declarara admirador de Hitler, «(...) el hombre que hizo posible la libertad de África fue el Fuhrer; al provocar la guerra en Europa, consiguió traer la libertad que hoy disfrutamos. Por más que digan que Hitler fue malo, Hitler intentó salvar África. Ese es el hombre que nos ha dado la libertad, tened eso bien presente...», o que el ejército británico diera un audaz golpe (la operación Postmaster) al eje italo-alemán durante la II Guerra Mundial, secuestrando un enorme buque de pasajeros italiano, el Duchesa d'Aosta, una de las mejores unidades de la flota mercante, y de dos lanchas alemanas, Likomba y Bibundi, amarradas en el puerto de Santa Isabel, ¿hubo nazis en el territorio ecuatorial?

Lo extraño sería que no los hubiera, pensando que España fue el país europeo en el que se identificaron más alemanes con pasado nazi susceptibles de ser extraditados. Y -por otra parte- que Guinea fue anhelada siempre como el pedazo faltante del Camerún Alemán por los añorantes del Reich.

Gonzalo de Reparaz apodado "El Muni", le dedicaba en Diario de nuestra guerra un 26 de febrero de 1937 a la colonización de España por los alemanes y los italianos la siguiente reflexión: «No sabíamos qué hacer de Ifni. Los alemanes, en breves semanas, han construido allí dos aeródromos. No sabíamos para qué servían las Canarias, Fernando Poo y el golfo de Guinea. Pensaban nuestros gobernantes que sólo se podían aprovechar para desterrar a los proletarios o a los políticos a quienes se castigaba arrinconándoles. Tal sucedió con Franco, a quien se le dió el mando del archipiélago, que era precisamente la mejor colocación que podía desear, dados sus planes. Pero la ineptitud de los gobernantes españoles es infinita. Franco se servía de Canarias como base para sus planes. Ahora Alemania las aprovecha para los suyos. Nosotros no aprovechamos nada, porque no teníamos planes y ahora ya nada de aquello es nuestro.
Ni el Estrecho. Ni las Baleares. Ni Guinea. Ni la costa andaluza. Y los fascistas se han repartido España en zonas de influencia: los alemanes la España central y occidental; los italianos la España oriental, es decir el Mediterráneo. La España que queda es la que está en armas y en el campo. Los fusiles y las ametralladoras de nuestros milicianos y la artillería de nuestros aviadores tienen la palabra».

Ángel Miguel Pozanco Barranco, ya lo vaticinaba tras su huida de Bata: en su artículo Por las sendas del fascismo de El Heraldo de Castellón del 9 de abril de 1938, aventuraba una próxima guerra mundial, en la que Guinea sería clave para el aprovisionamiento de materias primas para Alemania, «El África Occidental, base alemana importantísima para una futura conflagración. Los buscadores de materias primas. Alemania, con su garra en la Guinea española, está cerca de su antigua colonia del Camerón». 

No le faltaba razón a Pozanco: «El 1 de diciembre de 1938 -nos recuerda Iñaki Tofiño citando a Donato Ndongo- se firmó en Berlín el contrato de suministro a la Alemania nazi de madera de Guinea, que incluía una cláusula por la que la España sublevada se comprometía a no embarcar madera a ningún otro país antes de haber cumplido con las cuotas impuestas por el convenio, una cláusula que resultaría problemática durante la II guerra mundial, cuando la marina británica dificultara el suministro a Alemania y, por ende, impidiera el comercio maderero de la colonia. Así, una parte sustancial de la deuda contraída por los sublevados con la Alemania nazi se pagó con madera de Guinea, de la misma forma el cacao sirvió de garantía para la adquisición de material del ejército sublevado. Acuerdos muy favorables para los nazis, ante la débil posición negociadora de una España en guerra, hostigada desde Guinea por empresas alemanas que, como Casa Woermann, Alfred Schmidt y Otto Mayer, hacían lo posible para favorecer los intereses de su país».

En ese contexto, la Falange local, el Diario Ébano y el propio gobernador participaron como lobby y apoyo a los intereses alemanes. «...los círculos del gobernador -recuerda Luz Gabás- eran más bien pronazis. De hecho, incluso hubo un momento en el que circulaban libremente por la isla periódicos alemanes con subtítulos en español».


Despedida 8 de noviembre de 1938 en el puerto
de Santa Isabel al Batallón de Voluntarios Patriotas
de Las Palmas
, presidida por la esvástica. 


 

Esa alianza sería decisiva no sólo para el desarrollo de la guerra en territorio peninsular, también para el triunfo de los rebeldes en Río Muni: según "El curioso alzamiento en Guinea" de José Luis Vila-San Juan, en los preparativos del golpe de Estado del 19 de septiembre de 1936 en Santa Isabel, se significó un barco alemán: «el 30 de agosto el Méndez Núñez emprende de nuevo el regreso a la Península. Los oficiales desembarcados, de acuerdo con un agricultor simpatizante que se había puesto en contacto con un bananero alemán, se trasladan a él en una lancha, fugándose a Victoria (Camerún británico), y de allí a Las Palmas de Gran Canaria [en el vapor alemán "Panther"], donde se encuentran con Bone que había conseguido escapar a nado». 

En los días siguientes, desde la isla, los golpistas tomarán medidas para hacerse con el territorio del Muni, sucediéndose escaramuzas en el río Ekuku, incertidumbre, y un par de muertos. Los republicanos permitieron a los rebeldes continentales abandonar Rio Benito camino de Gabón y de Camerún, desde donde se trasladaron a Fernando Poo. Según Togores Sánchez un barco alemán llamado “Whama” y un barco sueco llamado “Aodrin” fueron los que llevaron a los rebeldes a las vecinas colonias francesas. 

Igualmente, los alemanes del territorio continental saldrán huyendo a la espera de que se tranquilice la situación. El 4 de octubre -relata Miguel Hernández-, «el Cónsul (alemán de Santa Isabel) añadió que si no se le ponían trabas, el día 14 inmediato se reintegrarían todos [los colonos alemanes] al Continente, para continuar al frente de sus negocios en un barco alemán que, además, traería cien toneladas de arroz con destino a Kogo». 

Por lo que, cuando en la mañana del 14 de octubre se perfila en la bahía de Bata un barco desconocido con bandera extranjera, la ciudad se despierta alegre y confiada en la convicción de que se trata de los alemanes que regresan. Lo demás es historia: el desconocido barco con bandera extranjera se trataba realmente del repintado "ciudad de Mahón" con bandera falsa. Llegará de Las Palmas, y a bordo estaban los voluntarios canarios, tropas marroquís y Teodomiro Avendaño, el agricultor que había auxiliado a los oficiales del "Méndez Núñez" en su fuga. El barco se abrirá paso a cañonazos y las tropas marroquís desembarcarán en la ciudad generándose el pánico entre la población civil que huirá a los países limítrofes.

La crónica franquista recoge que éstos «siembran a su paso el espanto y contagian a todos su miedo irracional. ¡Los alemanes! ¡Que vienen los alemanes! -gritan, atribuyendo esta nacionalidad a sus vencedores, (…)- Han venido alemanes y moros. Degüellan a todos los españoles y someten, a las mujeres a insufribles vejámenes».

Unos años después, en 1941, George Hermann Schebsdath -el Cónsul Alemán en ese momento- fue nombrado Caballero de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas por Franco. Esta orden fue creada en plena guerra civil como reconocimiento a Mussolini y Hitler: «en esta Cruzada contra la barbarie comunista, amenazadora de la Civilización Occidental, es llegado el día de premiar con ánimo ancho y generoso el esfuerzo de todos». (Un inciso: la  Orden Imperial del Yugo y las Flechas fue disuelta el año pasado con la aprobación de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática. No se otorgaba desde 1975, siendo uno de los últimos receptores el gobernador Juan María Bonelli Rubio).

Consulado de Alemania en Santa Isabel a finales de 1939.

Donato Ndongo señala en Franco no ha muerto en Guinea Ecuatorial. Proyección del fascismo en el golfo de Guinea entre 1935 y 1945, que dos semanas más tarde del bombardeo de Bata, las nuevas autoridades establecieron que cada finquero o comerciante debía entregar voluntariamente un porcentaje sobre su producción en especie, envasada y situada en el puerto de embarque a la Junta de Importación y Exportación como contribución al financiamiento de la guerra: «Si para los españoles afincados en Guinea era difícil evadir la orden de “donación” -por las dificultades burocráticas y el riesgo de ser considerado “tibio” o “desafecto”, con las consecuencias pertinentes, según hemos visto–, para las empresas alemanas resultó muy fácil demostrar que “no estaban en condiciones” de hacer frente a aquel pago, aunque se beneficiaron del aumento de los precios. La Embajada de la Alemania de Hitler se encargaba de tramitar ante la Junta Técnica de Franco las exenciones; de este modo, la Casa W. A. Moritz no solo no realizó donación alguna, sino que obtuvo importantes exoneraciones fiscales y otras ventajas económicas».

Durante el segundo año de Guerra Civil el mecanismo comercial creado por la Alemania nazi para facilitar suministros a la administración golpista creció paulatinamente:  «Abrimos sucursales en Zaragoza, Málaga, Bilbao y Santa Isabel (Guinea española). El crecimiento continuo de la necesidad de bienes importados nos obligó a mayores esfuerzos para aumentar la exportación. Por tanto nos dedicamos a la compra de materias primas además del intercambio del sistema de compensación autorizada», dirán las actas del conglomerado empresarial Sociedad Financiera Industrial Ltda-Sofindus.

Las empresas alemanes se convertirían así en herramientas de la acción exterior alemana en el territorio ecuatorial. 

Pero no sólo será un vínculo comercial: «En 1940, -cuenta José Martínez Carreras en "Guinea Ecuatorial española en el contexto de la Segunda Guerra Mundial"- en el mes de septiembre, se informa sobre la organización de concentraciones de grupos de alemanes nacionalistas y en edad militar -parece que unos 42 en Bata y 40 en Río Benito- para colaborar con las autoridades españolas en la disposición de medidas de defensa en Río Muni. En octubre se transmite la noticia de que muchos comerciantes españoles están llegando a Guinea por cuenta de las firmas alemanas; la Agencia Fortuny Limitada y el Banco Exterior de España permiten que este comercio se haga en su propio nombre, aunque la firma alemana Moritz ha cesado de exportar cacao y café, mientras que otras firmas y agentes que comercian son Antonio Macías Casanova y Drumen, S.A.»

Según Objetivo África: crónica de la Guinea Española en la II Guerra Mundial de Jesús Ramírez Copeiro, la Abwehr -el servicio secreto de información alemán- en Santa Isabel «contó entre sus filas con algunos miembros de la colonia alemana afincados en la isla desde hacía muchos años, conocedores por tanto de su lengua y de sus costumbres: Hans Egon Classen y Heinrich Lühr. Sus nombres figuraban en las listas angloamericanas de agentes alemanes, cuya deportación a Alemania se solicitaba al final de la guerra. Ambos eran personajes en permanente actividad, especialmente Classen, dispuesto siempre a obtener información de primera mano, como cuando se desplazó a Laka (actual Sipopo) a raíz del accidente del Sunderland británico. "Classen era el que más veía moverse, esa era su misión -comenta José A. Dies Latorre- la información recogida la enviaba luego cifrada por radio". Aparte de la estrecha y eficaz colaboración de Classen y Lühr en las labores de información, el cónsul Schebsdath contó también con la ayuda desinteresada de la comunidad alemana establecida en la ciudad. La guerra no hacía distingos, las colonias de los países beligerantes afincadas en Santa Isabel, campo neutral, proporcionaron a sus respectivos países una rica fuente informativa.

Para realizar las tareas de información se contó con la infraestructura de la Casa Moritz (compartían vecindad y empleados). En el colindante despacho y oficina del consulado alemán se realizaban las labores confidenciales propias de un consulado en tiempos de guerra, ofreciendo así una cierta protección diplomática a su personal, práctica habitual que los servicios secretos británicos también realizaban con sus consulados y viceconsulados.

La situación estratégica de la isla de Fernando Poo en el golfo de Guinea, área frecuentada por un importante comercio marítimo con Gran Bretaña y paso obligado de numerosos buques por sus inmediaciones, la convertía en una zona de especial interés para el espionaje alemán».

Sin llegar a adquirir la importancia de Hispano-Marokkanische Transport-Aktiengesellschaft, HISMA, la ecuatoguineana Drumen S.A. sirvió de fachada para las operaciones alemanas en el territorio ecuatorial. Ya en 1937, "Llibertat, òrgan oficial antifeixista" del conseil municipal de Mataró advertía que «En Berlín hay una Compañía de Nueva Guinea, de la que es administrador Albert Heht, ex gobernador de Togo y de Guinea alemana, y miembros del Consejo de Administración: Mosler, director de la Deutsche Bank; von Schwabech, de la casa Breinchroeder; Bucher, del A. B. G.; G.W. Mars, banquero de Berlín. Y el barón D'Oppenheim, de Colonia. El presidente de esta sociedad de expansión en las colonias españolas es el mismo Adolf Hitler. Esta compañía posee Drumen, SA en San Carlos (isla de Fernando Poo), así como la factoría de Bata (territorio de Muni). Se comprende por qué el gobierno de Hitler lo insistió tanto que Franco se apoderase de estos territorios».

Lo contábamos en Operación Gibraltar: Iniciada la II Guerra Mundial, Franco y Hitler mantendrán una entrevista en Hendaya para valorar la participación española en el conflicto. Y según Paul Preston, «Hitler sólo aludió de pasada a Canarias y sugirió un encuentro con Franco en la frontera hispanofrancesa. Poco después, Serrano Súñer volvió a reunirse con Ribbentrop, quien le presionó para obtener la cesión de una de las islas Canarias y añadió que Alemania quería la Guinea española y las islas de Fernando Poo (hoy Bioko), Annobón (Pagalu) y otras menores, a cambio del Marruecos francés. Serrano Súñer reaccionó negativamente, afirmando que, aunque la juventud española clamaba por Gibraltar, sería "absolutamente imposible" consentir otras amputaciones o limitaciones del territorio español». 

Aunque el Reich no logró instalar su base en Fernando Póo, los puertos españoles en África fueron estratégicamente receptivos para barcos italianos y alemanes, dando lugar a la operación Postmaster como advertencia británica.

Incluso Copeiro se hace eco de un persistente rumor sobre el abastecimiento de submarinos en Laka, actual Sipopo: «La firma alemana Drumen S.A. poseía fincas de cacao en San Carlos y en Bata: su representante en Santa Isabel era el comerciante Heinrich Lühr. Pero la sociedad alemana tenía también otra finca de cacao en Fernando Poo de gran extensión y a cota baja -llegaba hasta el mar- situada en el distrito de Laka, no lejos del poblado de Baney. (…) la finca disponía de un puertecito alargado con suficiente calado, construido ante la escasez de vehículos y la falta de carreteras. Pero era mucho puerto para tan poca lancha y los rumores no tardaron en surgir. Al parecer desde este punto se abastecía en noches oscuras, sin luna, a los submarinos alemanes que operaban en aguas del golfo de Guinea. La lancha suministraba bidones de combustible, agua potable y víveres a los sumergibles que se aproximaban a la isla».

Terminada II Guerra Mundial, en aplicación de los Acuerdos de Bretton Woods el gobierno español expropiará bienes y propiedades vinculadas a Alemania en todo el territorio nacional, incluyendo los situados en Guinea.

Cuenta Manu Valentín que «el 10 de agosto de 1942 encontramos, tanto a Josef Euwens como a la Drumen, S.A., en la "Proclaimed List of Certain Blocked Nationals" elaborado por la Secretaría de Estado de los EE.UU» y en 1949 el gobierno español «declara que las participaciones pertenecientes a extranjeros de la sociedad Drumen, S.A. están sujetas a la expropiación. Josef Euwens, entre otros, veían peligrar su patrimonio. Sin embargo, dos años más tardes, el BOE anunciaba que la Drumen, S.A. quedaba exenta de las disposiciones que estaban sujetas al bloqueo de propiedades extranjeras. ¿Qué había pasado? ¿Cómo había conseguido librarse de la expropiación? ¿Había jugado algún papel Teodomiro Avendaño, propietario de la Veiga Avendaño, S.A., sociedad que, tiempo después, acabaría adquiriendo las participaciones de la Drumen fundado la Bokoko-Drumen, S.A.?».


Se dan, además de intereses comerciales y empresas instrumentales, casos particulares: por ejemplo, El País revisó los archivos del Ministerio de Exteriores en busca de nazis que hubieran recurrido al "santuario" franquista. El autor de "Los 104 de la lista negra" se fijó en el caso de Franz Liesau Zacharias, que murió en el 52 de la calle Alcalá en 1992, a los ochenta y cuatro años. En la hoja de extradición que habían remitido los aliados a Franco decía: «Este hombre se hace llamar doctor. En realidad fue agente del servicio de contraespionaje involucrado en la compra de animales del Marruecos español y de la Guinea española para fines experimentales en Alemania, entre ellos la propagación de horribles enfermedades, como la peste, en los campos de concentración». 

Fernando García Pañeda, ficciona sobre su trabajo en "Todos tus nombres": 

-¿Arma misteriosa? ¿Qué clase de arma puede ser esa? pregunta Mr. Timothy.

-Habéis hablado de monos, y los monos son los animales más semejantes a los humanos -responde Alphonse-. Lo que tenemos que preguntarnos es qué clase de experimentos puede realizar un biólogo perteneciente a la inteligencia militar con seres parecidos a los humanos. En realidad, nada que no se haya inventado ya. Un arma tan vieja como la misma guerra.

Los informes y ensayos de Liesau sirvieron, en parte, para reducir la población reclusa en campos de concentración y exterminio nazis que se extendieron por países centroeuropeos. En 1947 el Consejo de Control Aliado pidió la extradición de Liesau, rechazada por autoridades franquistas. 

Donato Ndongo lo recuerda en Franco no ha muerto en Guinea Ecuatorial..., «Además de los acuerdos económicos, destaca la cobertura política otorgada por Fontán a la política africana de Hitler. Finalizada la guerra española, el Gobierno de Alemania solicitó a Franco visados para Guinea en favor del doctor Ebeling y Joseph Ellendorf, que deseaban realizar “un viaje de estudios a las selvas vírgenes del Oeste de África”, calificado por los alemanes como de “suma importancia para el intercambio comercial hispano-alemán”. Si tenemos en cuenta que a lo largo de 1938 habían ido a Guinea los “investigadores” alemanes Johannes Zschucke, Walter Wilkening, Joseph Werner y August Müller, así como el catedrático Kleine y su ayudante Fricke, no parece descabellado afirmar que, ante la proximidad de la Segunda Guerra Mundial, tales viajes no respondían tanto a un interés científico o económico, sino político, o más bien de espionaje, relacionados con las intenciones alemanas de recuperar su antigua colonia de Camerún y parte considerable del África ecuatorial, incluida la Guinea continental española».

Sumado a Franz Liesau Zacharias, la lista de los 104 espías nazis reclamados al gobierno de Franco por el Consejo de Control Aliado en 1947 incluye a empleados de la Drumen como Karl Panhorst, oficial de la Abwehr y miembro del NSDAP, Josef Euwens (conocido como José Euwens Dolleman), miembro del NSDAP, o finqueros con plantaciones de café en Kogo como Joachim Heino von Boddein, oficial de la Abwehr, y Wilhelm Johannes Pahl (alias Fernando), gerente administrativo de la Compañía Vasco-Africana Ltd. en Kogo y espía y reclutador de la Abwehr. Y habrá alguno más...

Entre otros, los dos hermanos Clauss Kindt. Y de éstos, nos recuerda Wiliam Martín, «Adolfo Clauss Kindt, nacido en Huelva, hijo de Ludwig Clauss Röder, cónsul honorario en la ciudad. En la I Guerra Mundial actuó como agente del servicio secreto alemán. Luego realizó estudios de agronomía y trabajó en plantaciones de café y cacao en la Guinea Española.

En la Guerra Civil se afilió a Falange Española y combatió como intérprete y oficial de carros en la Legión Cóndor. Durante la II Guerra Mundial fue jefe del Abwehr en Huelva, estando a cargo del servicio de espionaje, contraespionaje y sabotaje, contra los intereses británicos en la provincia. Llegaría a ser uno de los más importantes, activos e inteligentes agentes alemanes en el sur de Europa».

En 1946, el departamento de Guerra de los Estados Unidos, remitió al comité de asuntos militares del Senado una nueva relación de afiliados al NSDAP por el mundo, incluyendo a «Hans Brandau (comerciante agrícola en Bata), Franz Bruno Buchthal (comerciante en Basakato del Oeste), Franz Dittmer (finquero en Santa Isabel), Willy Dölling (comerciante en Santa Isabel), Heinrich Engelbrecht (plomero en Fernando Póo), Fritz Gerboth (agricultor en Santa Isabel), Ernst Georg Goldschmitt (ingeniero agrónomo en San Carlos), Richard Heiner (comerciante en Bata), Fritz Hemmerle (arquitecto en Santa Isabel), Curt Hillmer (empleado en Santa Isabel), Alfred Liebske (empleado en Santa Isabel), Armin Pilz (empleado en Bata), Gerhard Studemund (comerciante en San Carlos), Kurt Vogt (agricultor en Bococo), Rudolf Wocke (jubilado, exsecretario de la gobernación, en Bococo) y Dr Johannes Zschucke (instructor de la Universidad de Colonia en Santa Isabel)».

Algo se sospechaba sobre esa incómoda presencia en territorio ecuatorial en el consulado británico en Santa Isabel: en 1941 reportaban los inversionistas alemanes a su Embajada en Madrid que tres compatriotas había sido retirados de sus puestos en empresas españolas de Bata y Santa Isabel por presiones del consulado, quedando éstos relegados a puestos más discretos fuera de las capitales.

Precisamente, el plan de invasión de Guinea que había ideado el Consejo Nacional de Euskadi para el 3er. Batallón de Fusileros Marinos de la Francia Libre afirmaba a finales de 1941 que en el territorio operaba la «Organización de la Gestapo, repartida entre alemanes y falangistas españoles. Algunos de sus miembros disponen de documentación española, pero son alemanes, que habitaban en países sudamericanos antes de la guerra». Incluyendo como ejemplo a la Casa Woerman, que «la dirige Mr. Herman, un alemán de la Gestapo (...) Individuo peligroso y gran conocedor de La Guinea, tiene una gran influencia».

Por otra parte, además del claro posicionamiento de la Falange local y su periódico Ébano, no son poco los casos de miembros de la administración colonial que se desempeñaron en la llamada popularmente División Azul (la 250 Infanterie-Division del ejército nazi). Lo contábamos de refilón en Los white hunters, con el ejemplo de dos divisionarios: Juan Chicharro Lamamié de Clairac y Francisco Soriano Frade. El primero fue Subgobernador en Guinea y presidente honorario de la Hermandad de la División Azul. U otros como Luis Teigell Cea (del que todavía no hemos hablado en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel), falangista y divisionario y que, tras ganar la oposición de Médico del Servicio Sanitario Colonial, fue Director de la Leprosería de Mikomeseng durante 8 años.
Pero hubo más voluntarios ecuatoriales en la 250ª, al igual que hubo otros falangistas que lo intentaron y fueron rechazados como el alférez Juan Manuel John Tray y Mueri, posteriormente conocido como el "comandante Tray".

Así, que algún nazi sí que hubo en el territorio ecuatorial... 

Eso sí, décadas después Carrero Blanco afirmaba sin rubor en el ayuntamiento de Santa Isabel que «casi sin medios, nos enfrentamos en 1808 con Napoleón, en 1936 con el comunismo y que estábamos dispuestos a hacer frente a Hitler en 1941, cuando acababa de llevarse por delante a todos los ejércitos de Europa...».