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viernes, 19 de enero de 2018

Francisco Seguí en el penal de Gando

Recoge Javier Rodrigo en La guerra fascista. Italia en la Guerra Civil española, 1936-1939 que Queipo de Llano «declara ante la legación italiana en noviembre de 1937 que tras la guerra los españoles no se convertirían, y que en consecuencia había "que librarse de esta gente. Hay que seguir fusilando, o crear grandes campos de concentración en las Canarias o en Fernando Po [sic]"». Pese a ese explícito posicionamiento, no se llegó a construir un gran campo de concentración en Fernando Poo. Se recurrió, esos sí, -como veíamos en Gran palabra tienen los blancos- al confinamiento de la  población autóctona en Annobón, mientras los colonos desafectos al golpe de Estado acabarían en el campo de concentración del viejo lazareto de Gando, en Canarias.

Precisamente en "Cuadros del penal: memorias de un tiempo de confusión", Juan Rodríguez Doreste comparte su vivencia de reclusión en el Gando con uno de los represaliados de la Guinea republicana, Francisco Seguí Darder, tercer oficial del Fernando Poo.
Seguí fue identificado como miembro del comité de a bordo por lo que el Consejo de Guerra le condenó a doce años y un día de reclusión menor:

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"Llevábamos algunos meses en Gando cuando llegaron los detenidos en la Guinea española, que procedían de la isla de Fernando Poo y del territorio del Río Muni, a los cuales se habían incorporado los tripulantes capturados del vapor de la Compañía Trasmediterránea, llamado precisamente el Fernando Poo, hundido en las aguas del puerto de Bata. Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora."


Fotografía de Francisco Seguí, valenciano, uno de los oficiales del buque Fernando Poo hundido por los nacionales frente a las costas de Guinea.

Francisco G. González, integrante del Batallón de Voluntarios Patriotas de las Palmas, publica la crónica de la toma de Bata en "El Nacionalista". En su relato, exhaustivo en nombres y cargos de los integrantes de la expedición, sólo pone nombre a un republicano: se trata de Seguí, al que atribuye la determinación de organizar la evacuación del Fernando Póo cuando empezó a hundirse.

Obtendrá la libertad condicional en 1942.

martes, 9 de enero de 2018

El fallido intento de liberación de la Guinea Española

Es una historia vieja, que genera extrañeza. Tanto, como para que la hayan novelado.

El 9 de enero de 1961, un grupo de catalanes, gallegos y portugueses secuestró un barco portugués, con pasajeros y tripulación incluida, para dirigirlo al golfo de Guinea. Allí, contando con incentivar con su acción un levantamiento popular, expandir un movimiento liberador... hasta la España de Franco o el Portugal de Salazar.

El diario Público inicia su artículo "Operación Dulcinea: instrucciones para secuestrar un transatlántico e instaurar la Tercera República" con:

Cubierta del transatlántico Santa María,
rebautizado como Santa Liberdade tras su secuestro por un comando del DRIL.
Su silueta espigada, rayana en los huesos, se desplaza por la cubierta como una figura de Giacometti. Entre el pasaje cunde el nerviosismo, que se atenúa cuando se sirve el desayuno, como si nada hubiese sucedido durante la madrugada. Sin embargo, los pasajeros han escuchado un tiroteo, en el que un oficial portugués ha caído muerto y otros dos miembros de la tripulación han resultado heridos. Afeitado su pintoresco bigote para la ocasión, aquel locuaz esqueleto se dirige a los presentes: el Santa María, a partir de ese momento, pasa a llamarse Santa Liberdade. En tierra nadie sabe que Pepe Velo, un maestro republicano de Celanova, ha secuestrado un transatlántico con más de seiscientos pasajeros y 350 tripulantes a bordo. Las transmisiones por radio han sido cortadas, pues el objetivo de los guerrilleros es dirigirse hacia las colonias africanas de España y Portugal para provocar una sublevación y, después, trasladar la revolución a las metrópolis.
Pepe Velo, ideólogo del secuestro del transatlántico Santa María, durante uno de sus entusiastas discursos.
El secuestro del trasatlántico “Santa María” por un comando del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación DRIL para instaurar la III República fracasó tras días de incertidumbre, y quedó como una anécdota bizarra.

Según Miguel Urbano Rodrigues, un periodista del Estadao y futuro eurodiputado comunista llegado desde Pernambuco para unirse a los secuestradores. “La madrugada nos encontró hablando. De quimeras. Quería llegar a África, sublevar la Guinea Española y salir de allí para Angola. A bordo había veinticuatro comandos portugueses y españoles, una tripulación rencorosa y ochocientos pasajeros en la frontera de la desesperación. Sin embargo, a José Velo todo le parecía posible. Su fuego interior me contagió”.


El artículo "El secuestro del Santa María por el DRIL" lo recoge así:
La prensa portuguesa y española calificó el secuestro como un acto de piratería, a pesar de que la intención fuera meramente propagandística. En España, una prensa totalmente amordazada, obvió aludir a la presencia de españoles entre los secuestradores y presentó la operación como un problema de Portugal y los independentistas de sus colonias africanas.
Los pasajeros fueron desembarcados, junto a la tripulación, bajo la protección de la infantería de marina brasilera. No obstante, el destino de la nave y sus secuestradores no estaba definido pues Galvão aún esperaba marchar a África, ya sin el obstáculo que representaba el pasaje.
Los revolucionarios no querían renunciar a su ambicioso plan de estimular en África una auténtica revuelta contra Oliveira Salazar. No obstante, se enfrentaban a varios problemas para su plan: necesitaban una tripulación para operar el paquebote, así como combustible, agua y alimentos para poder cruzar el Atlántico, pero no iba a ser fácil ni enrolar una tripulación ni conseguir los fondos necesarios.
El objetivo principal del DRIL resultaba impracticable, aunque se había conseguido una gran cobertura del suceso en la prensa internacional y llamar la atención de la opinión pública sobre las dos dictaduras fascistas.
El trasatlántico se convirtió en una carga pesada e inútil para el DRIL, que no podía usar la nave para sus fines. Ante la situación, el día 3 de febrero a las 18:30, Galvão y sus hombres depusieron las armas y entregaron el barco al almirante brasileño Fernándes Días, aceptando el asilo político ofrecido por Brasil.
Y concluye:
Coincidiendo con el fin del secuestro del “Santa María”, el 4 de febrero hubo algunos serios incidentes en Luanda y como consecuencia directa, en marzo, comenzó la guerra de liberación en el norte de Angola.
En 2004 se estrenó el documental cinematográfico “Santa Liberdade”, dirigido y escrito por Margarita Ledo Andión, que narra el secuestro del Santa María. El documental cuenta con la participación de Camilo Mortágua (que tenía 27 años entonces y era la mano derecha de Galvão), Federico Fernández (hijo de José Fernández) y Victor Velo (hijo de José Velo).


lunes, 8 de enero de 2018

Mandarte a Fernando Poo


En el periodo que analiza este blog, los Tribunales de Responsabilidades Políticas  condenarán con destierros al territorio ecuatorial como forma de forzar el exilio del condenado y -en última instancia- requisar el patrimonio familiar por incumplimiento de sentencia.

lunes, 1 de enero de 2018

50 años de independencia

Titulaba el ABC esta fotografía:
Un miliciano negro que formaba
parte de la escuadra de gastadores
del 5º Regimiento (1936).
En octubre se cumplen los 50 años de la joven república de Guinea Ecuatorial. Unos meses antes de la independencia, en pleno aniversario de golpe de Estado de 1936, Franco dirige un mensaje a los Guineanos, a través de Manuel Fraga Iribarne: "En estos días en que se cumple un aniversario más de la gloriosa efemérides de nuestro Movimiento en la vida española (...) Vosotros, mejor que nadie, sabéis hasta qué punto España ha procurado, en todo momento, desde que la paz volvió a nuestra Patria, atender a vuestras necesidades presentes y prever vuestro futuro. De las provincias guineanas España ha sabido hacer un territorio ejemplar, que se compara favorablemente, en el orbe africano en que se halla inscrito, por el nivel de vida, por el estado sanitario, por el número de alfabetizados, por tantos datos que acreditan su progreso. Pero, sobre todos esos bienes, el Gobierno español os ha traído el más deseable de todos: el bien de la paz. En un continente convulsionado por las luchas raciales, tribales y sociales, en el que determinados pueblos han caído en ciertos momentos en niveles próximos a la anarquía, las provincias de Guinea han vivido en paz, en trabajo y en orden, en una línea constante de progreso y de confianza, sin los que todo intento de mejoramiento hubiese sido imposible".

¿Paz?

Entonces, ¿no hubo guerra civil en territorio ecuatoguineano?
Lo cierto es que sí: el territorio y sus pobladores no fueron ajenos ni al conflicto y ni a sus consecuencias.

Un 18 septiembre, la Guinea Española se acostó republicana.... y a la mañana siguiente, nada volvió a ser igual.

En este blog, te facilitamos algunas piezas para que puedas armar tu propio puzzle.

Acompáñanos en este paseo por la Calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel.