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sábado, 10 de mayo de 2025

Quién se acuerda de Eduardo?

El 14 de octubre del 36, caerá la ciudad de Bata bajo los cañones del Ciudad de Mahón. Antes hundiría al buque civil Fernando Poo, muriendo 17 tripulantes ahogados en la bahía. Incluyendo Eduardo Selma, maquinista y héroe del naufragio del vapor Teide

En la madrugada del 8 de junio de 1932, el Teide embarranca en punta Oscura, al SO de la isla de Fernando Poo, en un lugar llamado por los nativos Etepo, junto al río Baña y muy próximo a punta Sagre. El 1er maquinista Eduardo Selma, logró que el barco se mantuviera estable, facilitando la evacuación ordenada de tripulación y pasajeros junto al capitán.

02.00 h - El buque no para de dar terribles golpes contra las piedras y no cesa de llover un momento.

-Siguen las señales de SOS sin desesperante resultado.

-El buque ha iniciado una tumba a estribor y los golpes contra las piedras son cada vez más alarmantes.

-Continua la lluvia y las señales de SOS.

04.30 h - Llamadas a CRR con las señales de SOS sin resultado.

-A causa de entrar agua en la máquina, me dicen han apagado los hornos de estribor y funciona solamente el de babor bajando la corriente a 60 V.

-Continúan los espeluznantes golpes del buque contra las rocas y la tumba a estribor va acentuándose cada vez más.

Sigo haciendo llamadas de SOS desesperadamente.

 

Finalmente, a las 5 de la tarde, Selma, el capitán del Teide y Jaime Ors -el delegado de la Trasmediterránea- tomaron la última lancha dando por perdido el buque.

Francisco Font Betanzos relata el hundimiento, y concluye con "años más tarde otro buque de la Compañía Trasmediterránea se perdería en estas aguas guineanas, aunque por motivos diferentes. El Fernando Poo era hundido por el Ciudad de Mahón, de la misma naviera, el 14 de octubre de 1936… pero ésta es otra historia".


Precisamente, el maquinista del Fernando Póo sería también Eduardo Selma, aunque en esta ocasión, el capitán Emilio Ley Arata, director de la Trasmediterránea, en la edición del 12 de noviembre de La Prensa afirmaba que «resultó muerto en el accidente del Fernando Poo el primer maquinista Eduardo Selma, marxista».
Resulta sorprendente esa afirmación de "marxista", dirigida a quién propició la salvación de la tripulación y pasaje (obispo de Santa Isabel incluido) del Teide en 1932. Ya que no hay nada que nos induzca a pensar que Eduardo Selma merezca la inquina del director de la Trasmediterránea.

Si revisamos el Blog de Pedro Medina Sanabria | Memoria e Historia de Canarias es posible consultar las declaraciones que la tripulación del Fernando Póo realiza a Juan Fontán, en calidad de juez, sobre los hechos ocurridos el 14 de octubre de 1936 en la bahía de Bata:

Así, el radiotelegrafista Enrique López Astudillo, declara «que Antonio Tarí obligó a los maquinistas con pistola», lo cual coincide con el electricista Jaime Tomás Romeo, con «que bajó Antonio Tarí con pistola en mano, negándose el 1º [Eduardo Selma] y 2º a poner los motores en marcha y obligándoles Antonio Tarí con la pistola». De hecho, según el cuarto maquinista Ceferino Sáez Sánchez, no sólo fue obligado, si no «que el 1º maquinista [Eduardo Selma] dio la orden de cerrar el combustible» y parar el barco.
Esto cuadraría con la declaración del capitán Pasajes, que afirma que «cuando vio que el barco se ponía en movimiento fue a la entrada de la máquina y gritó que parasen sin saber si fue por su orden o por otra causa pero el barco paró». Y -en un intento por protegerse y proteger a su tripulación- el capitán enumera al personal menos sospechoso de ser leal al gobierno republicano y -entre otros- «cita como simpatizantes del movimiento [nacional] al médico Fuertes, a Muñoz, Zamora, y a todos los maquinistas excepto Filló y Bausá».

Incluso Manuel de Dios y del Águila, recuerda cómo él y Selma se habrían peleado con los tripulantes más combativos...: «con motivo de la celebración de las Asambleas tuvieron un disgusto el declarante y el primer Maquinista Eduardo Selma con Filló». Y ya sabemos que Manuel de Dios era señalado por sus compañeros como derechista frente a Filló que era considerado uno de los líderes revolucionarios del barco.

En definitiva, cuando en la historiografía franquista se recuerda (o se oculta) a los 17 ahogados de la tripulación del Fernando Póo, los únicos a los que se pone nombre es al "comunista Eduardo Selma" y al "barbero Caparrós". Pese a que Selma, el héroe del hundimiento del vapor Teide, realmente no se habría significado en los sucesos del 14 de octubre como para merecer el desdén del director de la Trasmediterránea.

La clave, probablemente serán deudas anteriores... vinculadas al proceso de huelga en el puerto de Barcelona, antes de partir el último viaje del Fernando Póo: el 23 de junio de 1936, el diario Universal recogía la noticia de que «a última hora de la noche de ayer la Policía se personó a bordo del trasatlántico Fernando Póo cuya tripulación se declaró en huelga de brazos caídos, a consecuencia de unas diferencias con la Compañía. Los agentes practicaron la detención de los 80 tripulantes de la nave, que ingresaron detenidos en el Juzgado de guardia, donde de madrugada continúa el interrogatorio»

lunes, 5 de mayo de 2025

Dos tenientes en Guinea

Los hermanos Juan y Pedro Medina Sanabria son fuente de inspiración e información para este paseo por la calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel. Y el Blog de Pedro Medina Sanabria | Memoria e Historia de Canarias hace un trabajo constante de difusión, por lo que merece la pena bucear un rato por sus páginas. Hoy, recuperamos esta entrada: 

CAUSA 537 DE 1936 CONTRA DOS TENIENTES EN GUINEA

A.0.000.829*

Comandancia    Militar    de      Canarias

13058 – 420 – 18

Plaza de Santa Isabel de Fernando Poo                                            Juzgado Militar Eventual num.1

Causa numero 537 de 1936

Delito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Encartado. Tenientes Don Enrique Olivera Medrano y Don Francisco Rancaño Sarilles

Ocurrió el hecho el día  . . . . . . . . . . . .

Dieron principio las actuaciones  el día 5 de Mayo de 1937.

En prisión preventiva el día  . . . . . . . . . . . . . . . . . .

En libertad provisional . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

JUEZ INSTRUCTOR               SECRETARIO
Capitán de Artillería.Teniente de Infantería
Don Juan Fontan Lobe.Don Pedro Baeza Martinez.

Cfr.: Archivo del Tribunal Militar Territorial 5.- 13058-420-18.- Causa número 537 de 1936.- Cubierta.

domingo, 2 de febrero de 2025

De lejía y censores

¿Recordáis la entrada sobre el Refugio ecuatorial?

Según Rafael de Mendizábal Allende en Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969), el territorio servía no sólo como castigo (como señalábamos en Desterrado... en Guinea), sino también como «refugio más o menos solapado...» de disidentes, pero también de aquellos que necesitaban distanciarse de conflictos.

Era el caso del coronel Félix Muedra Miñón, quien en la década de los cuarenta fue empleado por Teodomiro Avendaño, el sargento Paisa, como gerente de su empresa Bokoko: «Muedra, había sido un militar republicano asignado al Estado Mayor del Grupo de Ejércitos de la Región Central sobre quien siempre cayó la sospecha de connivencia con los franquistas (se le señaló reiteradamente como saboteador y quintacolumnista en el frente de Madrid)». Poco faltó para que le señalaran de casadista. En cualquier caso, sus afinidades con los golpistas no le salvaron de una condena de 30 años... de los que apenas cumplió un par. Finalmente acabó pasando unos anodinos años en Fernando Póo.

No fue sólo él, aunque algunos tuvieron más suerte. Es el caso de José Luis Soraluce Irastorza:

Los investigadores Javier de la Colina Menéndez y  Javier de la Colina Aranceta (padre e hijo) cuentan en “El informe Soraluce” cómo se gestó el levantamiento militar en Bilbao en julio de 1936, que fracasó porque el cuartel del ejército en Garellano no llegó a rebelarse.

Soraluce fue enmarcado dentro del Estado Mayor del Ejército Republicano del Norte, pero hizo todo lo posible por eludir su intervención en campaña. Muy al contrario, sí tomó parte activa en la Quinta columna, formó y administró el Socorro Blanco en Bilbao y ayudó a evadirse a numerosos militares afines al golpe. (...) 

Durante los once meses que Bilbao permaneció fiel a la República, llegaron a recaudar de 1500 a 2000 pesetas mensuales con las que sostuvieron a familiares sitiados por al hambre como consecuencia de las sacas y los coches fantasmas puestos en marcha por lo que ellos denominaban el dominio rojo separatistas.

César Estornes nos da más información «se quiso detener al capitán Luis Soraluce Irastorza pero por consideración a su delicada salud, solo fue arrestado bajo la vigilancia del coronel Andrés Fernández Piñerua. Soraluce es de tendencia fascista, pertenece a una familia de San Sebastián cuyos componentes son fervorosos monárquicos y estaba emboscado en la comandancia militar, en lugar de estar en los puestos activos como corresponde a su rango».

Soraluce fue juzgado con el resto de golpistas y dado de baja del Ejército de la República en el verano de 1937 por desafecto. De forma paralela, los franquistas también le enjuiciaron, encarcelaron y desterraron por haber estado integrado en las filas del ejército enemigo y no haberse posicionado de forma clara en su bando.
El capitán presentó pruebas documentales y se aseguró testimonios para demostrar que no era un traidor ni había eludido sus responsabilidades en la campaña rebelde. Desde su reclusión y confinamiento mantuvo un intenso intercambio epistolar con destacados militares franquistas, a quienes reclamaba su intercesión para revocar una sentencia que consideraba injusta. No obstante, no tuvo éxito y acabó pagando un alto precio por la postura que eligió. Su ambigüedad le dejó en entredicho y pasó la guerra en la retaguardia, intentando restaurar su honorabilidad en lugar de tomar parte en el frente para ascender de graduación.

La discreta tierra ecuatorial se perfila como el destino idóneo: En enero de 1940, La Guinea Española informa de su incorporación -en sustitución de Francisco Hernández González (camarada Franito), cuñado del gobernador- como secretario particular del gobernador general y Jefe provincial de FET y de la JONS, Juan Fontán, a quien había conocido en un servicio anterior como Comandante en Las Palmas.
E incluso en octubre de 1941 a marzo de 1942, en un ejercicio de confianza Soraluce será gobernador en funciones por ausencia de Fontán. Sin embargo, tras asumir Mariano Alonso Alonso como nuevo gobernador en 1942, Soraluce no retornará a las funciones secretariales y será  nombrado censor cinematográfico en la colonia.

Pareciera que podría haber acabado como el coronel Muedra, en Madrid en «una tiendecita donde le encontré despachando jabón y lejía», pero Soraluce pudo progresar en el ejército una vez terminó su servicio en Guinea: tuvo mejor fortuna (al fin y al cabo, fue compañero de armas de la trama canaria del golpe de Estado), y asumió funciones docentes en instituciones militares a su retorno a la península, progresando poco a poco en el escalafón y en responsabilidades. Pasó finalmente a la reserva en 1965.

domingo, 29 de diciembre de 2024

El caso de Segundo Sabio

Recordábamos en Una pena de muerte y 11 cadenas perpetuas, cómo a Jaime Gay Compte se le había condenado a muerte en un Consejo de Guerra instruido por delito de rebelión/excitación a la rebelión, a 11 compañeros del Frente Popular del territorio ecuatorial a cadena perpetua y otros a penas de entre 20 y 12 años...

Y se retiró la acusación contra los procesados Antonio Platas Calvete, José Bortes de la Torre y Segundo Sabio Dutroy [Dutoit], «por considerar que los hechos perseguidos no son constitutivos de delito».

Vamos a detenernos en la figura de Segundo Sabio (o Savio, como se llamaba su abuelo italiano).

Hijo de Segundo Sabio del Valle, pastor protestante y miembro de la logia Caballeros de la Noche de Zaragoza, adscrita a la Gran Logia Simbólica Independiente, donde alcanzó el grado 33. Durante su estancia en la capital aragonesa falleció su primera esposa, lo que seguramente le produjo una crisis de fe, que le llevó a abandonar la práctica religiosa hasta tal punto que sus cuatro hijos menores, los que tuvo con su esposa en segundas nupcias, no fueron bautizados.

La madre de Segundo Sabio fue Adèle Dutoit y Wyttenbach, natural de la ciudad suiza de Lausanne.

Fueron varios hermanos, tres de ellos varones, Rafael, Fernando y Segundo, que se significaron en la defensa de la República:

  • Rafael, que nació en Madrid el 22 de octubre de 1890, se formó en la Academia de Ingenieros militares de Guadalajara. Al estallido de la guerra era comandante de Ingenieros y fue pionero en el tratamiento y conservación de monumentos de Madrid mediante su sistema de blindaje antiaéreo, del que son ejemplos la fuente de la Cibeles y la fachada del Hospicio. Formaba parte del mando de la Comandancia de Obras y fortificaciones y fue ascendido a teniente coronel en el frente de Madrid participando en las fortificaciones de la capital. Al final de la guerra fue detenido, encausado y depurado. Como el Ejército de Franco andaba escaso de ingenieros con experiencia en fortificaciones se le ofreció en 1939 trabajo de ingeniero civil para el plan urgente  de  fortificaciones del Campo de Gibraltar que Franco quería a toda costa. Rafael Sabio reunió a su equipo de antes de la guerra y fue protagonista de esta obra militar llamada "la muralla del Estrecho" junto con miles de presos republicanos que formaban los batallones de trabajadores del Ejercito. En 1944 fue indultado y sobreseído su expediente de responsabilidades políticas.

  • Fernando, Capitán de Intendencia retirado que mandó unidades milicianas al principio de la guerra. Era masón, iniciándose en la Logia Hércules de Ceuta con el sobrenombre de Asoka. Con la guerra se encontraba en Madrid y pertenecía a la UMRA. Ingresó en Quinto regimiento del que fue nombrado jefe honorario. En una de las acciones contra el Cerro Garabitas en la Casa de Campo, Sabio resultó herido. Después, ya restablecido, mandó la 13 división, recién creada con la base de la 5 Brigada Mixta. Era marzo de 1937. Ascendido a teniente coronel se le dio el mando de la zona catalana del Instituto de Carabineros. Una de sus tareas más citadas es las gestiones que tuvo que realizar con el gobierno de Andorra para que impidieran las actividades de rebeldes y quinta columnistas que se acopiaban de material en el Principado. Al final de la guerra pasó al Estado Mayor del Grupo de Ejércitos de la Región Oriental. Desde Cataluña partió al exilio con visa mexicana.

Pero del tercer hermano (que era el 5°) y que fue Segundo... apenas tenemos información salvo que falleció en Cádiz.

lunes, 21 de octubre de 2024

Declarar y morir

Los hermanos Juan y Pedro Medina Sanabria son fuente de inspiración e información para este paseo por la calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel. Y el Blog de Pedro Medina Sanabria | Memoria e Historia de Canarias hace un trabajo constante de difusión, por lo que merece la pena bucear un rato por sus páginas. Hoy, recuperamos la vieja entrada: 

U.4,917,598

48

DON JUAN FONTAN LOBE, CAPITAN DE ARTILLERÍA Y JUEZ NOMBRADO PARA EL ESCLARECIMIENTO DE LOS HECHOS OCURRIDOS EN EL VAPOR «FERNANDO POO» EL 14 DE OCTUBRE DE 1936.

C E R T I F I C O: Que a mi presencia y actuando como Secretario Alfonso Manrique de Lara Fierro, Sargento del Batallón de Voluntarios de Las Palmas, se presenta el Marinero Manuel Pérez y Teira, de la tripulación del “Fernando Poo”, que manifiesta lo siguiente:

Que vio a proa al Contramaestre que iba a virar el ancla; asegura que había cuatro grilletes de cadena. – –

Vió a Antonio Tarí con un fusil que tiró al agua. – –

Cree que Vivó prestó servicio en los Padres pero no está seguro. – –

Ha oído decir que Manuel Tarí estuvo en las milicias. – –

Cita como del Comité a Antonio Tarí, Domingo López, Seguí, Francisco Pérez y Juan Calvo. – –

Considera que el más extremista es el Barbero. – –

Dice que Manuel Diaz Diaz tenía el fusil de los marineros.- –

Y en prueba de conformidad firma el presente con S.S. y yo el Secretario que doy fé, en Santa Isabel a 20 de Octubre de 1936.

[Firmas rubricadas de MANUEL PÉREZ TEIRA, JUAN FONTÁN LOBÉ, y firma abreviada de ALFONSO MANRIQUE DE LARA FIERRO].

Cfr.: Archivo del Tribunal Militar Territorial 5.- 9342-297-21.- Causa 24 de 1937.- Folio 48.

Pérez Teira, tripulante (timonel según el 2º oficial Francisco Seguí Darder) del "Fernando Poo", no llegaría a ver los muros del campo de concentración de Gando. A Pérez Teira apenas le dio tiempo de declarar el 20 de octubre ante Juan Fontán, y casi un mes después será hospitalizado y falleciendo a la semana de su ingreso.

Dale un repasada a:

miércoles, 24 de julio de 2024

Buena cara

Apenas hace un par de días publicábamos sobre un poeta de Santa Isabel que acabó en un campo de concentración... 

Hoy le toca a otro:

Paco es una persona afable. Sólo le veréis apretar la quijada si percibe una injusticia. Incluso cuando vive un contratiempo en primera persona procura ser conciliador y con cierta resignación como el buenazo de Job.

Ayer, cuando llevaba comida y agua a sus paisanos y familiares annaboneses presos en Malabo, el gendarme de turno le retuvo y está detenido desde entonces. 

Peticiones de explicaciones, apelaciones a sus problemas de salud o las gestiones de su empleador (Paco trabaja para la Oficina de Cooperación de la Embajada de España) han sido infructuosas. 



¿Sabéis que Paco es escritor? Hace unos años escribía: «“…A mal tiempo buena cara…” ni leches y al que dijo eso, cariñosamente lo digo: que le jodan». No estaba pensando en la injusticia propia, sino en la ajena. Precisamente en la que lastra el crecimiento de las nuevas generaciones de Annobon.

Gutí-Fôgo Badjá Toib, que es el nombre de Francisco Ballovera Estrada en su lengua materna, está privado de libertad por dar de comer al hambriento. Veamos si le hacen un patético montaje como al dibujante Ramón Esono o le encierran sin cargos 365 días como a "Paysa", Joaquín Elo Ayeto, por contar un mal y escueto chiste en público... 




No olvidemos tampoco la vivencia de "Jamín Dogg", Benjamín Ndong, quien fue detenido por dedicarle una canción a los taxistas en huelga; tuvo suerte, ya que su prisión fue breve y prácticamente no le torturaron.

Para ser un país sin librerías, parece que le tienen ganas a los escritores... y si no, que le pregunten a Trifonia Melibea Obono.

Pero si queréis saber más sobre Paco, podéis adquirir su última obra aquí.

domingo, 21 de julio de 2024

El cartero poeta

Contaba Juan Rodríguez Doreste en su vivencia de confinamiento en el campo de concentración del viejo Lazarero de Gando que «Llevábamos algunos meses en Gando cuando llegaron los detenidos en la Guinea española, que procedían de la isla de Fernando Poo y del territorio del Río Muni, a los cuales se habían incorporado los tripulantes capturados del vapor de la Compañía Trasmediterránea, llamado precisamente el Fernando Poo, hundido en las aguas del puerto de Bata. Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora. (...) Y así un día aparecieron por Gando, derrotados, pálidos, con evidentes señales del estrago corporal que les había causado una reclusión que lindaba en infrahumana. Constituían un buen contingente, muy heterogéneo de composición, pero muy homogéneo en la solidaridad, en el buen espíritu. Venían funcionarios caracterizados: el tesorero de Hacienda, el jefe de Correos, el jefe de la Policía gubernativa, el comisario López García, pintoresco personaje, realmente detenido por error, pues no era ni chicha ni limonada, dependientes de la Curaduría, algunos profesionales, cultivadores y finqueros, escritores, un excelente poeta, etc. y la totalidad de la tripulación del Fernando Poo».

Sobre los funcionarios de correos José Lizcano Barco e Isidro Álvarez Martínez, ya hemos desarrollado un par de paseos por este recorrido en la calle 19 de septiembre de Santa Isabel.

Pero sobre Luis Buelta Saura, el cartero destinado en Santa Isabel, apenas un párrafo:

...adscrito a la oficina de Correos en Santa Isabel, para el que el fiscal pedía cadena perpetua, pesó mucho su compromiso con el semanario El Defensor de Guinea. Como La Guinea Española relataba en su edición del 21 de mayo de 1939, «llegó afortunadamente en 19 de septiembre de 1936 el alzamiento nacional en esta isla, y los Sres. Buelta, Gay, Robles y demás comparsa del Frente Popular fueron retirados de la circulación; y por tanto, muerto y sepultado EL DEFENSOR DE GUINEA, y la imprenta del Sr. Robles incautada por el nuevo Estado...», por lo que finalmente fue condenado a 10 años de prisión.
 
Rodríguez Doreste sí le dedica algo de atención: «Otro sensible poeta, antiguo jefe de Correos de Guinea, Luis Buelta, nos leía también sus composiciones líricas. Los cinco vates de la prisión: Luis Buelta, Antonio Alfonso, Luis Gálvez, que estuvo preso en Tenerife, Rafael Rodríguez Delgado y José Antonio Rial,-que ha publicado en Venezuela sus memorias de la prisión de Fyffes bajo forma novelada- recogieron años después en un precioso tomito, cuidado y editado por Rafael con verdadero primor, algunos de sus poemas de presidiarios».

El cartero poeta, no era un desconocido en la isla. No podría ser de otra forma, si como razona M. López Vicario en En Guinea Ecuatorial, historiando sus venturas y desventuras, «¿Qué hubiera sido del maestro, del médico, del practicante, del religioso, del cabo, del empresario, o del ciudadano, sin el servicio de Correos? El cartero, en Guinea, fue introductor de cultura, especialmente entre los que no tenían relación con los centros religiosos, de sanidad o de cultura, naciendo un sentimiento de curiosidad y simpatía hacia el cartero, que un día acercaría al nativo del más recóndito poblado, hacia ese medio que le facilitaría alguna de esas pequeñas cosas, que el nativo tanto valoraba. Mientras el maestro, médico o religioso, inspiraban respeto, el cartero infundía confianza y simpatía».

En el caso concreto del cartero Luis Buelta, éste contaba con arraigo familiar de años en la isla, como atestiguan las sentidas expresiones de apoyo que generò el fallecimiento de su padre, Luis Buelta Pagés.

Sobre su vocación literaria aludida por Rodríguez Doreste, ésta era de sobra conocida (y reconocida) en Santa Isabel, ya que precisamente a él le tocó recitar unos poemas de su autoría en alabanza de los expedicionarios de la mítica  Patrulla Atlántida que realizó el primer vuelo por etapas entre Melilla y Guinea Ecuatorial en un remoto 1926: En la Escuela Oficial de Niñas, «la Música, la Poesía, la Literatura y la Declamación tuvieron muy dignos representantes. (...) La poesía rayó muy alto en las composiciones de D. Luis Buelta, bien conocido del mundo artístico de la Colonia; (...). La declamación debió quedar muy satisfecha, al oír recitar y declamar a D. Antonio Balanza la poesía del Sr. Buelta».


¿Seguimos con su historia? Hoy subir al pico Basilé, se realiza en una cómoda carretera (tal vez el único problema sea el control de acceso desde Laka/Sipopo). Pero en esa época el viaje requería armarse de valor para una dura ascensión. En 1925 ocurrió el hecho sorprendente de averiguarse que el que el pico Santa Isabel (el hoy conocido como pico Basilé), el más elevado de la isla, al que se atribuían hasta entonces 2,850 m, de altitud, tenía en realidad 4,710 m, es decir, 1,860 m, más de lo que se suponía y constaba en los mapas. Y con esa "redefinición" de la altura del pico, la expedición se consideró con autoridad para rebautizarlo como pico España. 
La ascensión que dió lugar a ese descubrimiento contó con un Luis Buelta Saura de 24 años como uno de sus promotores e integrantes... y su relator: «Dos móviles primordiales nos llevaron a intentar la ascensión a la cumbre más alta de Fernando Poo: uno patriótico y otro científico. Incorporar de hecho la montaña a nuestra isla, explorándola en su mayor extensión posible divulgando sus características entre nuestros compatriotas, y bajar con datos fidedignos acerca de su flora, climatología, altitud, situación, etc. Han sido contadísimas las expediciones que se han llevado a cabo para escalar el formidable macizo fernandino, y casi todas ellas lo fueron por extranjeros, singularmente por los soldados y oficiales alemanes, internados del Camerón durante la guerra europea, El inconveniente más grave que se tropieza para efectuar la ascensión es la falta de agua, elemento que desaparece por completo a unas cuatro horas de Santa Isabel. Y también la carencia absoluta de caminos, hasta el punto de que nuestro viaje se llevó a término abriéndonos paso violentamente durante casi todo el trayecto, a través del bosque virgen que, contra lo que esperábamos, y destruyendo nuestras previsiones, se hacia más compacto e impenetrable al ganar en altura, Previa la autorización del excelentísimo señor gobernador interino de estos territorios, don Carlos Tovar de Revilla, quien dió toda clase de facilidades y elementos para que nuestro proyecto fuese una realidad lo más rápidamente posible, salimos de Basilé, poblado sit, a 450 m, de altura y a 8 kms. de la capital, en la madrugada del domingo 25 de octubre».
Una gran historia para le época, pese a que se equivocaran en la medición (hoy se sabe que son realmente 3,011 m). En su relato del ascenso, Buelta tiene igualmente un cariñoso recuerdo por Antonio Copachito, de Zaragoza de Sampaka, y Guillermo Sipoto, de Botonó, los dos bubis que le acompañaron en el ascenso, pese al miedo por invadir las posesiones del dios Morimó.

Los periódicos españoles recibirán regularmente sus relatos no sólo de la ascensión al pico Basilé;  crónicas, novedades y relatos costumbristas de Santa Isabel están accesibles en las hemerotecas.

Por eso, no es de extrañar que -como escritor y cronista- fuera promotor el 1 de mayo de 1930 de "El Defensor de Guinea" junto a José Robles Diez, impresor de oficio. Desde "La Guinea Española" reconocerán que la iniciativa fue inducida y apoyada por el Superior Provincial de los claretianos en Banapá, ya que con esa nueva hoja bisemanal o diaria de noticias cubrirían sus promotores un servicio que ellos con su publicación misionera no podían ofertar. E incluso se les facilitó la imprenta monopol que Maximiliano C. Jones había comprado en 1924 a instancias del gobernador Barrera, y que tras pasar por diferentes dueños acababa de ser adquirida por los claretianos.

Fundador y Director: Luis Buelta,
dice la cabecera de "El Defensor de Guinea"


El nuevo periódico santaisabelino afirmaba ser  «ajeno a toda tendencia política y social» y su norma «la defensa de los intereses de nuestras colonias en el golfo de Guinea y cómo salvaguardar la acción colonizadora de España en estas posesiones». 

Todo parece indicar que durante los primeros años la alianza entre los dos periódicos funcionó, si bien se fue tensando al igual que el clima político en la península, hasta el 1 de mayo de 1936 (6º aniversario de la creación de "El Defensor de Guinea") en que se crea el Frente Popular de Fernando Póo. Lo crearán según la historiografía franquista «una docena de descontentos sin prestigio ni arraigo: un comerciante de Santa Isabel, don Jaime Gay Compte, hombre apasionado y violento; un contratista de Obras, José Serrano Roldán, aventurero procedente de Tánger, que había creado en la isla una logia llamada "Fernandina número 17", filial de otras de Valencia y Barcelona; un médico, Abelardo Lloret, y unos cuantos funcionarios de menor cuantía y colonos descalificados», estando los funcionarios de correos entre esos "funcionarios de menor cuantía".
En las sucesivas ediciones del bisemanal, se percibirá la sintonía entre el Frente Popular y "El Defensor de Guinea" por lo que con el triunfo del golpe de Estado en Santa Isabel, la imprenta será confiscada.

Como la propia revista "La Guinea Española" relataba en su edición del 21 de mayo de 1939, «llegó afortunadamente en 19 de septiembre de 1936 el alzamiento nacional en esta isla, y los Sres. Buelta, Gay, Robles y demás comparsa del Frente Popular fueron retirados de la circulación; y por tanto, muerto y sepultado EL DEFENSOR DE GUINEA, y la imprenta del Sr. Robles incautada por el nuevo Estado, que es la que ha salido a subasta como al principio dijimos ["motivo de la subasta de la imprenta del rojo y comunista Sr. Robles...", sic]. Era natural, que al que se llamaba pomposamente DEFENSOR DE GUINEA y que otros llaman OFENSOR DE GUINEA le sucediera un verdadero adalid de la Causa Nacional y así vio la primera luz EL NACIONALISTA, cuyos primeros números salieron de nuestra imprenta, mientras se organizaba la que fue del Sr. Robles; a ella se trasladó luego El NACIONALISTA, cambiando más tarde en EL FRENTE NACIONAL...», que se ha mantenido hasta el día de hoy como ÉBANO.

Se percibe un fuerte rencor hacia el periódico, que se razona por su postura durante lo que los clericales coloniales llamaban el "Tornado Antirreligioso": «A los pocos días de la instalación de la república en España, escribe Tomás L. Pujadas, el periódico santisabelino "El Defensor de Guinea" , que dirigía don Luis Buelta, publicaba un radio llegado de la Península, que decía textualmente: "Conviene que tanto ese periódico como la gente más principal de la capital hagan campaña en contra de los misioneros, para que inmediatamente sean sustituidos por sacerdotes seculares y se acabe así con sus intromisiones»....

Ah! y por supuesto, Buelta tenía la imperdonable falta de ser uno de los públicos contribuyentes a la donación de las 10.353,65 pesetas para la República, conforme a la Gaceta de Madrid del 5 Noviembre 1936. No podía ser de otra forma, si los impulsores de la campaña fueron precisamente los funcionarios de correos en Fernando Póo y Río Muni, a instancias de su colega de Bata, Isidro Álvarez Martínez.



El 7 de Octubre de 1936 se da inicio a la instrucción de la Causa 521/36 contra 23 paisanos por el delito de rebelión, incluyendo a Luis Buelta Saura.

Juan Medina Sanabria en Isleta, Puerto de la Luz: campos de concentración, resume la Causa: «juez instructor Capitán de Infantería Fortunato López Chávez, por el presunto delito de rebelión, contra el paisano Jaime Gay Compte y veintidós individuos más. Se enjuicia a todo el Comité del Frente Popular en Fernando Póo, por reuniones clandestinas tendenciosas desde el 18 Julio/19 Septiembre siguiente (estaba ya el Frente Popular suspendido en la isla), por los contactos con el Gobierno de Madrid y Bata y sus actuaciones con los subalternos y marinería del crucero "Méndez Núñez", implicándoseles en la destitución de la oficialidad del buque, etc. Tiene lugar el consejo de guerra el 27 Septiembre 1937 en el hogar del soldado del Cuartel del Grupo Autónomo Mixto de Ingenieros nº 4, sito en La Isleta, siendo aprobada la sentencia por la Autoridad Judicial el 16 Octubre 1937».

Según La guerra civil en las colonias españolas del áfrica occidental, el consejo de guerra fue
«presidido por el coronel José de Roas Fernández, actuando como capitán jurídico Ángel Dolla y fiscal Ildefonso Salazar y del Hoyo, quien solicitó una pena de muerte y otras 17 de numerosos años de prisión. Empero la sentencia rebajaría notablemente estas peticiones (…).

 A las nueve de la mañana del lunes comenzó a celebrarse en el Hogar del Soldado, del Cuartel del Grupo Autónomo Mixto de Zapadores y Telégrafos número 4, el Consejo de Guerra Ordinario de Plaza, para ver y fallar la causa seguida contra Jaime Gay Compte y otros, acusados del delito de rebelión. 


El Ministerio Fiscal interesó las siguientes penas: 
  • De muerte, para Jaime Gay Compte
  • Reclusión perpetua para José Robles Díaz, Pedro Mantilla Hernández, Luis Buelta Saura, Gonzalo Carrillo Riera, Santiago Gil Filiberto, Casimiro Peralta García, Francisco Hiniestro Montes, Manuel Luque Vázquez. Fermín Fernández Ortes, Ginés Pérez Ballesta. José Serrano Roldan y José Trillo Toreguitar. 
  • Veinte años de reclusión temporal para José García Solves. Quince años, para Vicente Gil Filiberto y José  Mendoza Carreño. Doce años, para Enrique Pellicer Garay y José Pallares Rey. 
  • Y retiró la acusación contra los procesados Antonio Platas Calvete, José Bortes de la Torre y Segundo Sabio Dutroy.

A las cuatro y media de la tarde terminó de celebrarse dicho Consejo de Guerra, reuniéndose seguidamente el Tribunal para  deliberar y dictar sentencia, la que será dada a conocer una vez aprobada por la Superioridad. 

El Tribunal fué presidido por el coronel don José de Rozas Fernández y actuó de vocal ponente el capitán del Cuerpo Jurídico, don Ángel Doll Manera. La Ley Marcial estuvo representada por  el alférez del citado Cuerpo, don Ildefonso Salazar y del Hoyo.


Finalmente, pese a la propuesta de reclusión perpetua, a Luis Buelta Saura le caerán 10 años de prisión.

Poco después de la condena, sufrirá un expediente de depuración del Juzgado Especial de la Dirección General de Correos y Telecomunicación, resolviéndose su separación definitiva del servicio de Correos.

Años después de entrar en prisión se beneficiará de una conmutación de pena y el 08 de noviembre de 1941, el BOE publica su libertad condicional provisional con liberación definitiva del destierro, saliendo de la Prisión Provincial de Las Palmas de Gran Canaria.

Cuenta igualmente con un expediente de indulto generado en 1956, tras haber pasado por prisión e incautación de bienes.


lunes, 1 de julio de 2024

El caso de la Cera

Veíamos en El caso de José González Casado, cómo éste -según la instrucción abierta- había sido nombrado Agente de Policía por el Delegado del Frente Popular y "en la noche del 3 de Octubre de 1936, en unión de Gerardo de la Cera, se presentó para detener a D. Antonio Pedroza, con el pretexto de que en la Caja de Curaduría de Niefa[g] se guardaban ciento cincuenta mil pesetas, que figuraban a cargo de del indicado."

Se trata de un error de transcripción: Gerardo de la Cera, realmente es el agricultor zamorano Gerardo de las Heras Ríos, sargento retirado del cuerpo de ingenieros, que -tras la caída de Bata y la consiguiente huida a los territorios fronterizos bajo administración francesa- es repatriado, vía Burdeos, con fecha 11 de enero de 1937 en el vapor "Asia".

De nuevo en el península, es reintegrado poco después al ejército por el gobierno de la República con el empleo de alférez y antigüedad de 5 de diciembre 1935. Irá ascendiendo paulatinamente, hasta que a inicios de 1938, se publica el "certificado de reconocimiento facultativo practicado por el Tribunal Médico Militar de la plaza de Madrid, al capitán de Ingenieros don Gerardo de las Heras Ríos, del batallón de Zapadores del II Cuerpo de Ejército, por el que se comprueba que el interesado se encuentra inútil total para el servicio militar", causando baja el mes de enero.

Fue condenado en ausencia, el 27 de marzo de 1940 por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Santa Isabel a tres años de destierro y al pago al Estado de la multa de tres mil pesetas "con motivo de su oposición al triunfo del Glorioso Movimiento Nacional".

Y en octubre de 1945, publicaba La Guinea Española: "La Audiencia Provincial de Las Palmas, hace saber que habiendo satisfecho D. Gerardo De las Heras Ríos la sanción que le fué impuesta por responsabilidades políticas, ha recobrado la libre disposición de sus bienes: dicho Sr. De las Heras, era agricultor y vecino de Santa Isabel."

Pero ya hemos visto durante este paseo por la calle 19 de septiembre de la vieja Santa Isabel, que a las penas impuestas por los tribunales de responsabilidades políticas, se suman (o incluso se solapaban) las generadas por la vía administrativa y laboral, o las emanadas de tribunales civiles y militares, cuando no sanciones sociales y religiosas.

Así, De las Heras está incluido en la causa: 027066 (Ref archivo: 40349). Se le identifica como hombre de 53 años, nacido en Palazuelo de Sayago, Fariza (Zamora). Procesado entre 1941-1942 por un Consejo de guerra, Sumarísimo, que le impuso una pena de doce años y un día de reclusión temporal, conmutada posteriormente a tres años de prisión menor.

Cuenta como es costumbre con el correspondiente expediente de indulto de 1957 tras haber cumplido la condena y haber sido privado de sus propiedades. En su caso, el expediente se origina en la Audiencia Provincial de Oviedo, por lo que se entiende que contó con la habitual acumulación y solapamiento de sentencias, en un ejercicio aleccionador.

Palazuelo de Sayago, actualmente con menos de 100 vecinos, es una población muy pequeña que es pedanía de Fariza (que tampoco es grande). Hay constancia de que en 1944 falleció en Figueres, Girona, un Gerardo de las Heras Ríos, natural de Palazuelo. De ser él (no parece haber dudas), el cobro de la exorbitante sanción de 3000 pesetas e indulto se habría producido tras su muerte; una vez dejó el penal de Las Palmas apenas habría tenido oportunidad de disfrutar de la libertad, ni de su familia numerosa.

Y puesto que falleció en Figueres, cuando en 2017 la Generalitat de Catalunya decretó la nulidad de los juicios sumarísimos, incluyó a De las Heras entre los beneficiarios por lo que “restablece el honor, la dignidad y la memoria” de una víctima “injustamente procesada por los tribunales franquistas”.


Por cierto, en "El secreto de la garrota", la señora María comparte un recuerdo sobre la guerra en Palazuelo:




martes, 18 de junio de 2024

Caso José González Casado

Los hermanos Medina Sanabria son una fuente imprescindible de información para este paseo por la calle 19 de septiembre de la vieja Santa Isabel. Pedro, por ejemplo, recogía en plena pandemia esta interesante noticia:

JOSÉ GONZÁLEZ CASADO ACUSADO DEL DELITO DE AUXILIO A LA REBELIÓN MILITAR

A.9.138.944

62

Excmo. Señor:

El Fiscal Jurídico Militar, evacuando el traslado que le ha sido conferido a tenor del artº 542 del Código de Justicia Militar, formula las siguientes conclusiones:

PRIMERA.- El procesado JOSE GONZALEZ CASADO, al iniciarse el Glorioso Movimiento Nacional, siguió una conducta en todo momento de acuerdo con el Comité del Frente Popular establecido en los territorios del Golfo de la Guinea Española. Actuó como miliciano rojo prestando servicios de armas, practicó registros de diferentes fincas, fue nombrado Agente de Policía por el Delegado del Frente Popular y en la noche del 3 de Octubre de 1936, en unión de Gerardo de la Cera [probablemente el agricultor zamorano Gerardo de las Heras Ríos], se presentó para detener a D. Antonio Pedroza, con el pretexto de que en la Caja de Curaduría de Niefa[g] se guardaban ciento cincuenta mil pesetas, que figuraban a cargo de del indicado. Al ser reconquistados los territorios de Guinea por las tropas nacionales, el procesado huyó al Camerún [con su hijo] donde permaneció hasta el 15 de Enero de 1940.

SEGUNDA.- Estos hechos que se encuentran probados a todos los folios del sumario son constitutivos de un delito de auxilio a la rebelión militar previsto y penado en el art. 240 del Código de Justicia Militar.

TERCERA.- No existen circunstancias modificativas de responsabilidad criminal

CUARTA.- Renuncia este Ministerio a ulteriores diligencias de pruebas y a la asistencia a la de lectura de cargos.

QUINTA.- Procede imponer a la procesado una pena de QUINCE años de reclusión temporal, con las accesorias legales correspondientes. Conmutable por NUEVE años según el apartado 9º del Grupo V de la Orden de 25 de Enero de 1940, relación con la Ley de 6 de Diciembre de 1940.

SEXTA.- Le será de abono al procesado el total del tiempo de prisión preventiva sufrida por razón de esta causa.

SEPTIMA.- Como responsabilidad es de aplicación el Decreto de 9 de Febrero de 1939.

OCTAVA.- Todo conforme a los preceptos legales citados y demás de general aplicación.

Santa Cruz de Tenerife 10 de Marzo de 1942.

EL FISCAL,

P.I.

[Firma rubricada precedida por el sello elíptico estampado en tinta, de la FISCALÍA JURÍDICO MILITAR DE CANARIAS * Santa Cruz de Tenerife, que lleva en su interior el escudo nacional del águila aferrando el Yugo y las Flechas].

 Cfr. Archivo del Tribunal Militar Territorial 5.- 7186-227-8- Causa 33 de 1941.- Folio 62.

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Cuenta con expediente de indulto de 1957.

miércoles, 5 de junio de 2024

Presos heredados

No es la primera vez que lo contamos en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel: 
El 1 de mayo de 1936, se constituye el Frente Popular en Fernando Poo, como estructura partidaria.

Esa primera experiencia apenas superó el mes: según la historiografía franquista, la victoria del Frente Popular en 1936 tras el escándalo de la gürtel del gobierno de derechas, pone nervioso a los poderes fácticos coloniales y el gobernador «Reúne a la Junta de Autoridades el 5 de junio y promulga un bando por el que se declara a la colonia en estado de excepción, lo que le permite expulsar al Presidente del Frente Popular Rodríguez Delgado y a otros agitadores, a los que pone a disposición de la Audiencia de Canarias».

 


Los deportados son Rafael Rodriguez Delgado, abogado y presidente del Frente Popular, Sotero Ortega Yáñez, Eugenio Santos Germán, agricultor, y Antonio Alfonso Rodriguez, carnicero.

Serán encarcelados como presos gubernativos, sorprendiéndoles el golpe de Estado estando ya en prisión.

Y aunque el 28 de junio de 1936 "La Guinea Española" daba la noticia de su próximo regreso en el Ciudad de Cádiz, el diario “Acción” de Las Palmas confirmaba en su edición del día 24 la Lista de los detenidos en Las Palmas y pueblos de la isla, incluyendo a los cuatro de Fernando Póo entre los alojados en la Prisión Provincial y Castillo de San Francisco.

Así, fueron heredados por autoridades golpistas canarias, pasando desde ese momento por diferentes confinamientos, incluyendo los almacenes de la bananera Fyffes o Faifes, (como la denominaba la población local) o el campo de concentración del viejo lazareto de Gando, en donde recibieron a los 150 presos coloniales tras la caída de Bata.

Los cuatro tuvieron diferentes procesos:
  • Rafael Rodriguez Delgado: «tras muchas aventuras intercontinentales, que, entre otros destinos, lo llevaron a desempeñar durante doce años un importante puesto como Asesor jurídico en la Sección de Interpretación de Lenguas de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, vive ahora en Madrid, jubilado, escribiendo en Indice, con su mujer y sus dos hijos».
  • Sotero Ortega Yáñez: En 1952 se le concedió la libertad condicional junto a otros veinticinco penados.
  • Eugenio Santos Germán: acusado por "hojas clandestinas" 
  • Antonio Alfonso Rodríguez: El Consejo de Guerra le condenó a pena de muerte, si bien posteriormente sería conmutada por la de cadena perpetua; pena que entonces consistía en treinta años de reclusión mayor. Cuenta Juan Rodríguez Doreste que, en el campo de concentración de Gando, Antonio Alfonso integraba las tertulias literarias en Gando, y tras su excarcelación se exilió, «olvidado de la poesía, se halla ahora en Caracas dedicado a la filatelia comercial».


lunes, 20 de mayo de 2024

El caso del Capitán del puerto

En su informe de 23 de septiembre de 1936, Ramírez Dampierre, habla de un total cuarenta detenidos en la noche del 18 al 19, que los días posteriores se irán incrementando con nuevos arrestos. Entre los mismos, el diplomático luso distinguía, además de tres portugueses, media docena de funcionarios de la Secretaría General del Gobierno, cuatro funcionarios de la Administración de Hacienda, tres de la Administración de Correos, dos negros, el capitán del puerto, y varios particulares.

No sabemos si el desaparecido sargento Núñez estuvo entre estos primeros detenidos, ya que no hay apenas nombres en el relato. En este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel hemos ido desgranando varios de ellos, y aunque nos sigue faltando el nombre del hombre de El Chiringuito (que recibió un tiro en la pierna esa noche), sí tenemos el del Capitán del Puerto.

Se trata de Miguel Morillo Martín-Pinilla, nacido el 18 de febrero de 1905, y que en 1923 opositó con éxito a la Escuela Naval Militar. Una década después -pese a sus deseos de establecerse en París o Londres por una temporada que le escribía a la poeta Mathilde Pomès- el joven alférez de navío de la Armada, de la dotación del cañonero Canalejas, acabó obteniendo la plaza de Ayudante de Marina y Capitán del puerto de Santa Isabel de Fernando Poo en sustitución de Ignacio Martell Viniegras:

«Como resultado del concurso convocado en la Gaceta de Madrid de fecha 7 de Noviembre próximo pasado, para la provisión de la plaza de Capitán de puerto de Santa Isabel de Fernando Poo, ha sido nombrado para desempeñarla el Alférez de Navío D. Miguel Morillo Martín-Pinilla. En previsión de que por cualquier circunstancia vacara de nuevo la referida plaza, se designa a D. Martín Ugalde Echevarría, Oficial primero del Cuerpo general de Servicios Marítimos y Subdelegado Marítimo de Laredo, a quien se confiere esta opción por el plazo máximo de seis meses.
Madrid, 22 de Diciembre de 1934.— El Inspector general, Antonio Nombela

Así, cuando se produce el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, se encuentra destinado en Fernando Póo. Y si bien no consta que se involucrara en la creación del Frente Popular local, la historiografía franquista no duda de su apoyo a la autoridad republicana ("Judas auténtico", dirá de él).

Narciso Jesús Nuñez Calvo, en su ponencia Guarnición militar y Fuerzas de Orden Público en Guinea, lo cuenta así: 

El Heraldo de Zamora,
14 de diciembre de 1936.
«En la bahía de Santa Isabel se encontraba fondeado desde el día 24 del mes anterior, el crucero Méndez Núñez, siendo su comandante el capitán de fragata Trinidad Matres García, quien al estallar el alzamiento militar recibió un radio del ministerio de Marina para que regresase a la metrópoli. Sin embargo cuando realizaba el viaje de regreso, ordenaron su vuelta a Santa Isabel, ya que si bien la colonia no se había sublevado contra el gobierno de Madrid la situación se había tornado muy tensa. 

Dado que el comandante del crucero no era de la confianza de la dotación pro‐republicana se procedió en la madrugada del día 29 de agosto a su destitución siendo desembarcado junto a la mayor parte de los oficiales. Recluidos inicialmente los oficiales desembarcados en el palacio del gobernador tuvieron que ser trasladados (...) hasta  una  finca  ubicada  en  Basakato [la de Teodomiro Avendaño]. La conducción se llevó a cabo por fuerzas de la Guardia Colonial bajo el mando del capitán de la Guardia Civil Enrique Pueyo del Val y acompañados del teniente de navío Miguel Morillo Martín, quien por aquel entonces estaba al servicio de la administración colonial».

Por contar con la autoridad y la confianza del Gobernador, probablemente él también es el responsable del cateo de la hacienda de Avendaño, descubriendo los explosivos que había facilitado su vecino de San Carlos, Maximiliano Jones, y las armas con que los oficiales planificaban tomar y destruir el Méndez Núñez.

Los hermanos Salvador y Fernando Moreno de Alborán y Reina le darán igualmente un valor decisivo en La guerra silenciosa y silenciada

«Mientras tanto, en Santa Isabel, el Comandante y los oficiales [del Méndez Núñez] habían hecho reiteradas gestiones reservadas para tratar de hacerse con el buque para la causa nacional con el concurso de un núcleo de civiles y la Guardia Colonial. Los resultados fueron siempre negativos; podía contarse con tres o cuatro civiles, pero nunca con la Guardia Colonial. El capitán de Puerto de Santa Isabel, teniente de navío Morillo, se mantenía fiel al Gobernador y no actuó ni pensaba actuar en favor del Comandante y oficiales del crucero. (...) Más tarde se supo que el entendimiento directo entre el comité del buque, presidido por el tercer maquinista Sierra y el Presidente del Consejo de ministros a través de radio Basile (...) era un hecho conocido por el Ayudante de Marina, teniente de navío Morillo quién mantenía informado al Gobernador. (...) Si en Fernando Poo, el Comandante del Méndez Núñez, capitán de fragata Matres, hubiera contado con el apoyo del teniente de navío Morillo y la Guardia Colonial, podía haberse resuelto el problema. Bastaba con llevar a cabo unas detenciones a bordo y embarcar un pelotón de guardias, para haber incorporado el crucero al Alzamiento y dominado la isla y el continente. Pero no fue así; no pudo contar con la Guardia Colonial y el teniente de navío Morillo era, además, confidente del Gobernador».

Y para que no hubiera dudas de su lealtad, tenía -además- la falta imperdonable de ser uno de los públicos contribuyentes a la donación de las 10.353,65 pesetas para la República, conforme a la Gaceta de Madrid del 5 Noviembre 1936.



Así, no es de extrañar que con el triunfo del golpe de Estado el 19 de septiembre, Luis Serrano Maranges le depusiera nombrando a José González Ramos en su lugar, y Morillo acabara arrestado y encerrado en el enorme barracón de cemento del puerto viejo.

Tuvo, de todo modos, mejor fortuna que el sargento Anastasio Núñez, que desapareció en los «practicamente incruentos "incidentes" de Santa Isabel».

Tras la caída de Bata, fue posteriormente detenido en el crucero auxiliar Ciudad de Mahón. En febrero de 1937 fue trasladado a la prisión militar del Castillo de Santa Catalina en Cádiz. Fue juzgado en Consejo de Guerra (Causa nº 131 de 1937) y condenado en mayo de 1938 a seis meses y un día de prisión, separación del servicio y baja de la Armada.

Mientras se produce su trasladado a Cádiz, y puesto que no está ni entre los 150 coloniales del campo de concentración de Gando, ni entre los repatriados a través de las fronteras con los territorios bajo administración francesa, el gobierno republicano infiere que se ha sumado a los sublevados e Indalecio Prieto decreta su baja definitiva en la Armada, con pérdida de empleo, sueldos, gratificaciones, derechos pasivos, honorarios, condecoraciones y demás prerrogativas o emolumentos que puedan corresponderle...

A pesar de ser la cara de "Judas auténtico" por su lealtad, según la historiografía franquista, en las décadas posterior hay trazos de que comparte actos sociales y eventos fraternos con sus viejos compañeros de promoción.

Finalmente, le perdemos la pista, hasta diciembre de 1978, ya con una nueva Constitución y muerto Franco, en que Gutiérrez Mellado firma la orden por la que se dispone el pase a la situación de "retirado", «con determinación de que, de haber continuado en activo, habría alcanzado, por antigüedad, el empleo de Capitán de Navío, y su retiro por edad le habría correspondido el 18 de febrero de 1969, quedando modificadas en este sentido la Orden Ministerial de 25 de mayo de 1938, que lo dio de baja en la Armada, y la Orden Ministerial número 1.079/77 (D) , de 25 de agosto (D. O. núm. 196) , que dispuso su pase a la situación de "retirado", habiendo perfeccionado catorce trienios de Oficial».