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viernes, 14 de abril de 2023

Primer aniversario

El artículo La II República, ¿o la llegada de un mesías para los olvidados territorios españoles del Golfo de Guinea? de José Luis Bibang Ondo Eyang relata cómo fue la adhesión del territorito ecuatorial a la II República:

Por la tarde del 14 de abril de 1931 se proclamó en España la República. Si no insólito (ya que se trataba de la II República), sí se trató de un hecho histórico que no dejó impasible a nadie. En la misma tarde, el presidente del Gobierno Provisional, Don Niceto Alcalá Zamora, envió un radiograma al gobierno colonial, resaltando el clima y el ambiente pacífico en que se habían desarrollado los hechos: «Presidente de la República a Gobernador de Guinea. -Tengo el honor de participar a V.E. que el gobierno de la República sin el menor incidente, con el aplauso entusiasta del pueblo y la cooperación leal y respetuosa del ejército, guardia civil y fuerza de orden público, se ha posesionado del poder en esta tarde sin choque alguno con el régimen a extinguir, antes bien previa cordial conferencia con el anterior ministro de Estado, que representaba a aquel [...]». Las autoridades coloniales, en tanto que funcionarios públicos, tenían pocas opciones ante el radio del gobierno metropolitano. O acataban el nuevo régimen o dimitían. Al día siguiente, a las 13:30 p.m., la Junta de Autoridades coloniales se reunió en una sesión extraordinaria en la que se adoptó un comunicado manifestando su adhesión al nuevo régimen en los siguientes términos: «Recibido radiograma V.E. nº 25. -Reunida la Junta de autoridades acordó unánimemente respetar y acatar el nuevo régimen, enviando a V.E. gobierno atento y respetuoso saludo y un ofrecimiento leal colaboración, felicitándole de que trascendental suceso se haya realizado sin luchas ni violencias, por acto legal voluntad popular». Dos días después, en una concentración pública organizada en la ciudad de Santa Isabel a tal efecto, Don Pedro Amilivia, entonces presidente del Consejo de Vecinos de la capital, leyó un escrito que concluía con las siguientes palabras: «Yo espero que así seguirá [refiriéndose al ambiente de paz en que se han desenvuelto los hechos en la metrópoli] hasta su completo término la evolución y recordando que el nuevo régimen tiene por bandera la libertad, es su culto la justicia y como norma los derechos del hombre, estudiará los problemas coloniales con todo cariño, con toda voluntad, cooperando todos para conseguir una colonia rica y espléndida, trozo de una patria espléndida y más rica» (...).

Además de las declaraciones de las altas autoridades, todos los Jefes de Servicios y oficiales debieron prestar “voluntariamente” una promesa de adhesión a la República. Se utilizó la fórmula siguiente: «Prometo por mi honor servir bien y fielmente a la República, obedecer sus leyes y defenderla con armas».

Sobre las reacciones, expectativas y contradicciones entre la población local merece la pena repasar el resto del artículo de Bibang.

Pero con respecto a la aparente tranquilidad y consenso entre los colonos, además del indicador de ausentarse el obispo de la colonia en la sesión extraordinario de la Junta de Autoridades Coloniales, de la que era miembro nato por su condición de presidente del Patronato de Indígenas, tan sólo una anécdota en el primer aniversario de la República:

Cuenta Tomás L. Pujadas en La Iglesia en la Guinea Ecuatorial, Fernando Poo que

El primer aniversario del advenimiento de la república coincidió con el día de viernes santo y naturalmente fue necesario celebrar una recepción oficial en el palacio del gobierno con su inevitable servicio de bocadillos anticlericales, es decir, de jamón en día de abstinencia.

Las señoras más detallistas, cayeron pronto en la cuenta y se contentaron con beber gaseosas u horchata. Los caballeros, más despistados o más cobardes religiosamente hablando, tomaron gentilmente su respetable bocadillo.

Pero he aquí que a un republicano de los presentes, seguro de la autoridad que le daba su antiguo reconocido republicanismo, se sacó del chaqué un carnet republicano con borla de oro y dijo con suficiente voz para que lo pudiesen oír todos los come-jamones: "En toda España sólo somos cuarenta los que tenemos esta clase de carnet, entre ellos Azaña; los republicanos de primera hora. Pues bien, sepan que yo guardo abstinencia sin que mis convicciones republicanas se resistan”. Bastó esto para que muchos de los que ya estaban mordisqueando el bocadillo lo echaran disimuladamente debajo de la mesa, para que se lo comieran los gatos, los cuales no estaban obligados a la ley de la abstinencia.

Aunque Pujadas se lía con las fechas, ya que el 1er aniversario no cayó en Viernes Santo... (ese año Viernes Santo fue un 25 de marzo, fue en el segundo aniversario en el que coincidió), en cualquier caso, tan sólo unos días antes del aniversario, La Guinea Española aleccionaba a los come-jamones publicando un fragmento de una canción popular:

Vengo a acusarme, mi Padre, 
De que he comido jamón
¿Será por tener la Bula?
No que fue con tenedor.

Días después del supuesto incidente, cerraría un extenso artículo con un lapidario «y cuando oigáis o leáis que la Misión Católica quiere acapararlo todo, Junta de Autoridades, Patronato, Consejo de Vecinos, etc, tened compasión y lástima de esos pobrecillos que no saben lo que hablan, ni entienden lo que escriben; de lo contrario tendríamos que llamarlos embusteros con el diccionario de la Academia Española».

Todo ello precedido por un debate entre El Defensor de Guinea y La Guinea Española tras la publicación por ésta última de una reflexión de cómo Managua quedó arrasada en 1931 por un terremoto como castigo divino por las políticas laicaizantes, especialmente en el ámbito educativo.

En cualquier caso, sirva la anécdota como ejemplo de cómo la tranquilidad ecuatorial era sólo aparente, y había un soterrado pulso. También lo visibiliza José Luis Vila-San Juan en El curioso alzamiento en Guinea, cuando años más tarde se encontraría «la población, al decir de las izquierdas, dividida en laicos y clericales, es decir, los pertenecientes al Frente Popular y los "terratenientes del Casino"».

Y... ¿quién sería ese republicano de primera hora? Dos históricos del republicanismo hubo en el territorio ecuatorial que participaron en la sublevación de Jaca: Rafael Rodríguez Delgado, primer presidente del Frente Popular en Fernando Póo, y Guillermo Cabanellas, Secretario del Gobierno General de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea. 

Tal vez hubo incluso un tercero; el capitán de corbeta Servando Marenco, responsable de la sublevación en Lérida y amigo personal de Fermín Galán, participó en la operación postmaster en el puerto de Santa Isabel durante la II Guerra Mundial. Pero esa es otra historia. 

Por fechas... y por capacidad de generar esa reacción dentro de un acto en palacio, probablemente fue Guillermo Cabanellas.


Fiesta republicana en Río Benito (1934):
«La colonia española en Río Benito (Guinea española)
festejó el aniversario de la proclamación de la República
que simboliza la niña María Luisa Domínguez,
a quién rodean en la foto varios indígenas».

domingo, 28 de junio de 2020

El funcionario de Naciones Unidas

Imagen del campo de concentración del
Lazareto de Gando en Gran Canaria
(Cortesía de Fernando Caballero Guimerá).
En "Los campos de concentración de Franco"
de Carlos Hernández de Miguel.
No se trata de hurgar en viejas historias, sino de conocer mejor lo que pasó en el territorio ecuatorial. Y para eso... es esclarecedor conocer a sus protagonistas.

José Más nos relata En el país de los bubis, el esfuerzo que supuso vender el primer libro en la guinea española. Debió ser un panorama académicamente desolador en un mundo de finqueros dedicados a la extracción, pero también se dan -necesariamente- casos excepcionales.

Hablemos del abogado Rafael Rodríguez Delgado, también conocido como Rodríguez Amérigo, del que ya tratamos en Tres escritores de Guinea en el penal de Gando citando la vivencia de Juan Rodríguez Doreste en confinamiento en el campo de concentración del viejo Lazareto de Gando: «Llevábamos algunos meses en Gando cuando llegaron los detenidos en la Guinea española, que procedían de la isla de Fernando Poo y del territorio del Río Muni, a los cuales se habían incorporado los tripulantes capturados del vapor de la Compañía Trasmediterránea, llamado precisamente el Fernando Poo, hundido en las aguas del puerto de Bata. Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora. (...) Dos presos de Guinea se pasaban las horas muertas en nuestro cuarto: Rafael Rodríguez Delgado [presidente del Frente Popular en Santa Isabel] y Antonio Alfonso. Rafael es de los hombres más inteligentes, cultos y preparados que he conocido...».

La historia del presidente del Frente Popular empieza unos años antes, con la fallida sublevación de Jaca y cuyos efectos se sintieron en la declaración de la II República cuatro meses después.

En La España del siglo XX de Manuel Tuñón de Lara, se recoge la narración del propio Rodríguez de cómo él era el intermediario que mantenía el contacto entre Jaca y el Comité revolucionario de Madrid. Esa mediación, comisionada por Manuel Azaña, con Fermín Galán se habría visto frustrada por el hecho de que el coche en que «se dirigía desde Madrid a Jaca sufriera una avería y no llegara a su destino hasta las ocho de la mañana del día 12, cambió tal vez el curso de los acontecimientos; él era el único de los “ateneístas” llegados de Madrid para colaborar en el alzamiento que sabía que este mismo día se dirigía a Jaca un miembro del Comité revolucionario. Si se hubiera hablado con Galán la noche antes, el movimiento habría sido aplazado [hasta el día 15]».
El resultado de los problemas de coordinación entre los diferentes actores de la sublevación ya es historia.

Siguiendo con nuestro relato, el joven abogado fue detenido a los pocos días en Tarrasa. 

Junto a los ateneístas madrileños, Ramón Martínez de Pinillos, Fernando Cárdenas Abarzuza y Manuel Carnero Muñoz se exilió a Francia, librándose finalmente de una dura condena al proclamarse al poco tiempo la Segunda República en 1931.

En PARES es posible rastrear el expediente de la «Causa nº 348/1930 instruida por la Capitanía General de la 5ª Región contra los paisanos de Madrid, Jaca y Ayerbe implicados en los sucesos ocurridos en diciembre de 1930 por un delito de rebelión militar». Incluyendo la instruida contra «José Rico Godoy y Rafael Rodríguez Delgado por el delito de rebelión y a los que se le intervino una cámara fotográfica y cinco películas (fols.629-732). Contiene: varias cartas y notas interceptadas por la policía (fols.645-662); y 3 fotografías de un edificio y de paisajes rurales». Igual, la Auditoria de Guerra de la 5ª Región Militar le incoa expediente por varios artículos publicados en el periódico "Jaca 12 de diciembre".

El 27 de marzo de 1931, el diario Pueblo recogía la noticia del procesamiento de "don Rafael Rodríguez Delgado, abogado" y titulaba: "Todos los ciudadanos que piensan y trabajan están decididos a conquistar el poder legítimo republicano. Nuevas manifestaciones en favor de la amnistía. En vísperas del logro de las aspiraciones del país. ¡Viva España con honra!"

El expediente de PARES incluye también el Oficio del Gobernador Militar de Jaca al juez instructor Casado comunicándole que el Gobierno de la República había promulgado un decreto de amnistía (14 de abril de 1931). Se trata del primer decreto del gobierno provisional, el cual «teniendo en cuenta que los delitos políticos, sociales y de imprenta, responden generalmente a un sentimiento de elevada idealidad; que los hechos más recientes de ese orden han sido impulsados por el amor a la Libertad y a la Patria, y, además legitimados por el voto del pueblo, en su deseo de contribuir al restablecimiento y afirmación de la paz pública decreta, como primera medida de su actuación» la amplia amnistía, incluyendo a los implicados por los sucesos de Jaca.

En 1933, dando forma a una idea de Ricardo Baroja (el hermano de Pío Baroja), -«Haremos bailar a las chicas polinésicas al son del gramófono y a los negritos filipinos al del bandoneón. Cazaremos elefantes en el África ecuatorial, cachalotes en Corisco y en las Azores, focas en Alaska, tigres en la India, panteras en Java y canguros en Australia (...)»- los 4 compañeros en el exilio parisino inician un proyecto de circunnavegación en barco. En palabras de Cárdenas, armador del velero "Exir Dallen", éste «está destinado a hacer un viaje de circunnavegación, proponiéndose realizar numerosas investigaciones científicas, así como filmar y registrar documentales culturales. Esta expedición no ha solicitado en ningún momento ni solicitará jamás ningún dinero del bolsillo del contribuyente español, harto saqueado ya. El ideario político de los expedicionarios no se presta a ninguna confusión. Casi todos ellos, con el armador a la cabeza, prepararon, de acuerdo con el Comité revolucionario, presidido por don Niceto Alcalá Zamora, la insurrección de Jaca, por lo que sufrieron procesamientos, persecuciones y prisión en aquella ocasión, como en otras muchas, durante el régimen monárquico y dictatorial. Queremos hacer constar esto porque el único bulo que nos molesta es el de que a bordo de este buque pudiera existir y convivir con nosotros algún afecto al antiguo régimen».

La explicación responde al hostigamiento que sufre el velero en los diferentes puertos donde recala, ya que -inicialmente- se les señalará como monárquicos confabulados para rescatar a los participantes de la sanjurjada presos en Villa Cisneros. Tras esa declaración la sospecha recaerá en un hipotético trabajo de difusión revolucionaria con el viaje como coartada...



Como fuera, tras un primer cabotaje en diferentes puertos del mediterráneo, regresan a España para aprovisionamiento y reparaciones, y finalmente inician el recorrido de la costa atlántica de África. Así, el 9 de septiembre de 1934 amarra el velero en el puerto de Santa Isabel, aunque según la relación de pasajeros y tripulantes publicada por La Guinea Española, Amérigo (Rafael Rodríguez) no llegó en ese viaje. Pero sí lo hizo poco después en el vapor "Plus Ultra", un mes antes de que el "Exir Dallen" partiera para Gabón... 
Finalmente, la circunnavegación quedará truncada en Montevideo. Pero esa es otra historia.

Con respecto al abogado Rodríguez, resulta tentador pensar en la discreta tierra ecuatorial, ya que tras esa primera presencia en el territorio, en 1934, parece que se acaba arraigando en el mismo. Aunque mantendrá relación fluida con la península, puesto que en 1935 obtendría el doctorado en la Universidad de Madrid.

Y si bien no llegó a coincidir con Guillermo Cabanellas en Fernando Póo (éste estuvo unos años destinado en la isla, como Secretario del Gobierno General de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea); resulta llamativo que ambos fueran estudiantes de derecho en Salamanca y hubieran participado en la sublevación de Jaca.

Como veíamos con José Luis Vila-San Juan en El curioso alzamiento en Guinea, Rafael Rodríguez habría conformado el Frente Popular en la isla de Fernando Poo: «El llamado Presidente del Frente Popular -único partido existente en Fernando Poo- había ido reclutando a sus adeptos casa por casa (como quien hace seguros), ya que en el Casino -una especie de club privado- sólo tenían entrada los propietarios y apoderados, lo que significaba que, aun en la eventualidad de que hubiera podido hacer allí su propaganda, poca clientela hubiese conseguido... -En total logró reclutar unos 150 hombres. Pero, nunca fueron extremistas. Era un Frente Popular muy moderado».

Según la historiografía franquista, la victoria del Frente Popular en 1936 tras el escándalo de la gürtel del gobierno de derechas, pone nervioso a los poderes fácticos coloniales y el gobernador «Reúne a la Junta de Autoridades el 5 de junio y promulga un bando por el que se declara a la colonia en estado de excepción, lo que le permite expulsar al Presidente del Frente Popular Rodríguez Delgado y a otros agitadores, a los que pone a disposición de la Audiencia de Canarias». Y así, sea como preso gubernativo de junio 1936 o como leal a la República en el territorio ecuatorial durante el golpe de Estado de julio, Rafael Rodríguez acaba confinado en Gando.

Tras pasar por diferentes presidios (Santa Isabel, Gando, Tenerife y Rota), es puesto en libertad. 

Iniciará el exilio en Venezuela, junto a José Rial, con quien había compartido prisión. Rial dirá de Rodríguez que «era un valiente, un hombre con un solo pulmón (lo había perdido en prisión de una hemotisis)», que arriesgaba su salud y que pese a que «no podía subir una escalera de cuatro escalones, un hombre que se asfixiaba» hacía lo imposible por reunificar a su familia que se había quedado en Madrid.

Según Félix Santos en Exiliados y emigrados: 1939-1999, se habría sumado a la diáspora de la posguerra: «En el ámbito científico hay que situar nombres tan destacados como el de Severo Ochoa, Premio Nobel en 1959. Arturo Duperier, Julio Rey Pastor, Francisco Grande Covián, Bosch Gimpera, ex rector de la Universidad de Barcelona, Juan Oró, el ingeniero aeronáutico Emilio Herrera, general de Aviación que sería durante un tiempo presidente de la República española en el exilio, Rafael Rodríguez Delgado, Ignacio Bolívar...».

Y -seguimos con Doreste- «tras muchas aventuras intercontinentales, que, entre otros destinos, lo llevaron a desempeñar durante doce años un importante puesto como Asesor jurídico en la Sección de Interpretación de Lenguas de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, vive ahora en Madrid, jubilado, escribiendo en Indice, con su mujer y sus dos hijos».

A su muerte, en 1997, se publicó la siguiente nota:

Nació en El Escorial, Madrid, el 15 de Agosto de 1912. Siguió estudios en Derecho en la Universidad de Salamanca, obteniendo el Doctorado en la Universidad de Madrid (1935). En 1951 viaja a Caracas donde durante un período comprendido entre 1951-56 fue Director de la Revista Venezolana de Síntesis, seguidamente, haciendo gozo de una beca de investigación se traslada a la Universidad de Yale (1956-57, coincidiendo con su hermano José Manuel). Mas tarde ingresa a las Naciones Unidas donde desarrolla una amplia labor como funcionario internacional (1958-68).
Viaja posteriormente a Santiago de Chile, siendo el primer director del Centro Latinoamericano de Documentación Económica y Social (Clades-Cepal) (1969-72). Desde 1978 es profesor del Instituto Nacional de Administración Pública de España.
En 1980 funda la Sociedad Española de Sistemas Generales (SESGE) desde la cual desarrolla una amplia y fructífera labor de difusión sistémica, como Presidente Honorario de la misma (1980-86 y 1990-97). Ha dictado Conferencias en Universidades y otras entidades académicas de Latinoamérica, EE.UU. y Europa. Sus temas de interés son la Teoría y Aplicaciones de Sistemas, Informática Documentaria y Ciencias de la Información. Su producción intelectual comprende más de un centenar de artículos y ponencias en recintos y reuniones internacionales sobre Filosofía de la Ciencia, Teoría de Sistemas, Desarrollo Integrado, Técnicas de Información, etc.
Destaca dentro de su contribución sus trabajos sobre Desarrollo Integrado, donde postula que el Hombre es la razón última del desarrollo de las Sociedades. Es miembro de la International Society for the Systems Sciences, del Capítulo Español del Club de Roma, de la Societé Internationale pour le Developpment, de la Interantional Federation of Systems Research, del International Institute of Systems de EE.UU, siendo actualmente Vice-Presidente de la Unión Europea de Sistemas.
Así mismo es Director de la Revista Internacional de Sistemas (España). Miembro de Consejos Editoriales de la Revué Internationale de Systémique (Francia), Systems Practice (Reino Unido) y del Consejo Editorial de Sistémica (Perú).
En 1993 edita conjuntamente con el Profesor Bela Banathy el International Systems Science Handbook,obra que cubre diversos temas propuestos por 35 pensadores sistémicos de diversas partes del Orbe y en 1994 el Instituto Andino de Sistemas - IAS de Lima, Perú, publica una de sus últimas obras titulada Teoría de Sistemas y Gestión de las Organizaciones.
Posteriormente, en 1997 publica su última obra titulada "Del Universo al Ser Humano", (McGraw Hill International). Fallece en Madrid, en Abril de 1997, dejando un gran vacío dificil de llenar en el ámbito sistémico de la comunidad mundial y un gran ejemplo por seguir tanto por sus grandes virtudes y cualidades como ser humano como por sus grandes dotes de pensador y visionario sobre temas relacionados con el destino de la Humanidad.

viernes, 14 de abril de 2017

El exilio de Guillermo Cabanellas de Torres


A los ciudadanos leales a la República se les sancionó por diferentes vías y en este blog se pueden consultar diferentes ejemplos: multas, prisión, inhabilitación profesional, confiscación de propiedades destierro (en unos caso en Guinea y en otros... de Guinea), muerte... Persecución que en muchos casos acabó suponiendo el exilio del país.

Es posible contar varios ejemplos de vida y muerte en el exilio, de los que incluimos algunos casos:

  • Guillermo Cabanellas de Torres (Melilla 25/06/1911 - Buenos Aires, Argentina 13/04/1983) fue Secretario del Gobierno General de la Guinea Española durante la República, y autor de -entre otros- La selva siempre triunfa (con el seudónimo de William C. Towers), ¡Esclavos! (notas sobre el África negra), su lealtad republicana le supuso el exilio de por vida en el cono sur de América Latina.

El Diccionario Biográfico del Socialismo Español de la Fundación Pablo Iglesias recoge su trayectoria:

Abogado, profesor, escritor y editor. Hijo del general Miguel Cabanellas Ferrer, que asumió la presidencia de la Junta de Defensa Nacional del ejército sublevado tras el golpe de Estado de julio de 1936. Su primera infancia transcurrió en Marruecos, donde su padre estaba destinado. Estudió el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Mahón-Menorca (Baleares) y en el Cardenal Cisneros de Madrid. Licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca y doctor por la Universidad Central de Madrid. Miembro de la Federación Universitaria Escolar y fundador de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos y de la Confederación Internacional de Estudiantes de Derecho siendo delegado por España al Congreso que ésta organización celebró en Bruselas en 1930. Participó en el movimiento pro republicano de diciembre de 1930 (se trata de un eufemismo: significa que participó en la sublevación de Jaca, junto a Rafael Rodríguez Delgado, primer presidente del Frente Popular en Fernando Póo. Tal vez hubo incluso un tercer participante que pasó por Guinea Ecutorial; el capitán de corbeta Servando Marenco, responsable de la sublevación en Lérida y amigo personal de Fermin Galán, participó en la operación postmaster en el puerto de Santa Isabel durante la II Guerra Mundial. Pero esa es otra historia).

Era también afiliado de la UGT, e integrante de la Agrupación Socialista de Madrid.

«Guillermo, el hijo díscolo del general golpista, antes de ser secretario de Gustavo de Sostoa había participado en la sublevación de Jaca, con Fermín Galán, Ramón Acín, Rafael Sánchez Ventura».... y Rafael Rodríguez Delgado.

Durante la Segunda República ejerció los cargos de secretario del Gobierno General de la Guinea Española, secretario del Jurado Mixto Nacional de Teléfonos y secretario jurídico de la Delegación Marítima de la provincia de Murcia. Asimismo ejerció la abogacía en Madrid y en Ciudad Real ingresando en la AS de la capital de España en 1934. Cuando se produjo la sublevación militar se encontraba en Zaragoza donde permaneció hasta mayo de 1937 que se trasladó a Francia y desde allí a Uruguay, donde residió seis meses hasta que en 1938 se estableció en Asunción (Paraguay). Cursó la carrera de abogado en la Universidad Nacional de Asunción y trabajó en la redacción de El País donde en 1940 desempeña el cargo de jefe de redacción. Colaboró en diversos diarios y revistas y fundó la editorial Heliasta especialista en textos jurídicos. En 1944 se trasladó a Argentina
estableciéndose en Buenos Aires donde ejerció como abogado laboralista, publicó libros y fue profesor en diversas universidades. En 1960 fue designado profesor titular de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires, de la que fue destinado diez años después por la dictadura peronista. Fue profesor de Derecho del Trabajo en las universidades de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), Quito (Ecuador), Santo Domingo (República Dominicana), Lima y Arequipa (Perú) y Caracas (Venezuela). Asesor académico honorario del Programa de Relaciones Industriales de la Universidad San Martín de Porres de Lima y profesor emérito de la universidad argentina John F. Kennedy. Fundó la editorial Atalaya en 1944 y en 1980 adquirió la editorial Claridad. Autor de varias novelas con el seudónimo "William C. Towers" como La selva siempre triunfa (1944) y Proa al exilio (1945); de obras históricas: La guerra de los mil días (1973) y Cuatro generales (1977) y obras jurídicas como Tratado de Derecho Laboral (10 vol. en la 2ª ed. de 1963) y Diccionario enciclopédico de derecho usual (8 vol. en su 25 ed. de 2003). Participó en la creación de la Asociación Iberoamericana de Derecho del Trabajo. Falleció en Buenos Aires el 13 de abril de 1983. La Asociación Iberoamericana de Juristas del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social creada en 1995, lleva su nombre.



Busto del Dr Cabanellas
en la plazuela del costado Este del Parque España de Tegucigalpa,
entre las avenidas Alfonso XIII y Enrique Tierno Galván.