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sábado, 16 de diciembre de 2023

Prometido viaje...


Recoge La Vanguardia en Los tres únicos viajes de Franco «Franco tuvo que hacer un largo recorrido para ponerse al frente del golpe de Estado del 18 de julio de 1936, pero quedó curado contra los viajes largos, sobre todo al extranjero, y particularmente en avión. Aunque esta apreciación no está bien documentada, no consta que haya vuelto a volar después del periplo del Dragon Rapide entre Las Palmas, Casablanca y Tetuán. Alguien escribió que prefería moverse bajo palio a subirse a un avión (…). Cuando acumuló poder, se lo pensó mucho más. Únicamente pisó tierra extranjera otras tres veces, y sin distanciarse mucho de las fronteras españolas. Su fobia al avión nunca fue reconocida por sus defensores, pero resultaba evidente. Los más próximos opinan que las muertes de sus compañeros José Sanjurjo y Emilio Mola en accidentes aéreos habían propiciado su rechazo a volar».



Canarias, los territorios del norte de África, Hendaya, Lisboa (con escapada al santuario de Fátima) y Bordighera, una población de la Riviera italiana, con parada en el Montpellier de Vichy.

No hay constancia de otros viajes. Pero… ¿y al territorio ecuatorial? ¡Casí! 

Y es que, mientras Carrero Blanco acumuló millas por mar y aire a Guinea, Franco nunca llegó a Santa Isabel pese a que así se lo habría prometido a su primo Juan Fontán y Lobé (el mismo al que el alcalde -su cuñado- le puso una calle en Las Palmas de Gran Canaria) cuando le nombró Gobernador General y Jefe Provincial de FET y de las JONS:

«Diles a todos los que trabajan en Guinea, que, es tanto lo que me interesan sus problemas, que en cuanto termine la guerra, y las circunstancias me permitan salir de España, mi primer viaje será para ir a la Colonia». 

Te lo cuenta en portada "Frente Nacional - Semanario Colonial de la España Nueva", cabecera que acabará siendo el periódico Ébano, y que se imprimía en la maquinaria del "Defensor de Guinea", expropiado tras el 19 de septiembre de 1936 por su sintonía con el Frente Popular de Santa Isabel.



«Cuando me despedí en Burgos del Generalísimo antes de venir a tomar el Gobierno de esta Colonia, cuando tantas ilusiones, cuando tantos proyectos afluían a nuestros labios, oí de los suyos unas palabras que yo quiero que todos los coloniales conserven grabadas en su corazón. (…) Y esto -explicará Fontán en La Guinea Española- que es un honor incalculable para todos, es también una obligación que contraemos, pues tenemos desde este momento que empezar a trabajar para que, cuando ese día llegue, le podamos presentar una colonia digna del forjador de la España Imperial, digna del Salvador de España, del vencedor de Badajoz, de Málaga, de Toledo, de Bilbao, de Santander, de Oviedo, de ese hombre providencial que Dios ha dado a España para salvar la civilización cristiana. Que todos nos demos cuenta de la trascendencia del momento actual, que todos nos agrupemos sin divisiones ridículas en un apretado haz de flechas que sean nuestras voluntades para que, reunidas por el yugo de! trabajo, nos lleven a una realidad esplendorosa para la Colonia, base del futuro Imperio de la España Una, Grande y Libre. ¡Arriba España! ¡Viva España! ¡Franco, Franco, Franco! ¡Viva la Guinea Española!»

lunes, 28 de agosto de 2023

Tareas del nuevo senado

Tras las pasadas elecciones, el pasado 17 de agosto se reunieron en sesión constitutiva el Congreso y el Senado. No sabemos si su nueva legislatura será efímera, pero el nuevo Senado hereda tareas de la anterior por acuerdo de la Mesa de la Diputación Permanente.

El acuerdo, tomado en su reunión del día 31 de mayo de 2023, incluyó -entre otros- el requerimiento que hizo el senador Carles Mulet en enero sobre a que «en las Palmas de Gran Canaria pervive la calle dedicada a Juan Fontán, golpista en Las Palmas, "libertador" de la ciudad de Bata, gobernador de la Guinea Española, Jefe Provincial de FET y de las JONS y procurador en Cortes, lo cual vulnera el artículo 35 de la Ley de Memoria Democrática», por lo que «se solicita del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, copia de las actas de las reuniones de sus órganos de Gobierno en los cuales se acuerda cumplir con esta ley y eliminar este símbolo».

NÚM. EXP.: 689/005196

AUTOR: MULET GARCÍA, CARLES (GPIC)

OBJETO: Solicitud de remisión por parte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria (Las Palmas) de las actas de acuerdos adoptados por los órganos de gobierno en los que se acuerda eliminar determinado símbolo que estaría incumpliendo la Ley de Memoria Democrática

Pasados unos meses, Mulet volvió a reiterar la solicitud en mayo, y finalmente el boletín oficial de las Cortes Generales publicó el acuerdo de traslado a la XV Legislatura.





Algo parecido le ha pasado a las nuevas autoridades municipales de Puerto del Rosario, que han heredado como tarea la revisión del callejero, incluyendo la calle dedicada a Jesús Fontán, hermano del gobernador.

Igual, aunque cambien las autoridades, tampoco nos olvidamos de la calle dedicada al gobernador Faustino Ruiz en San Fernando (Cádiz), en donde cuenta también con la declaración de "Hijo Predilecto de la Ciudad".

En cualquier caso, si te interesa este tema, no te pierdas:

viernes, 7 de julio de 2023

Puerto del Rosario, el nuevo reto municipal

Contaba Eloy Vera hace un par de semanas en Acabar con la huella del franquismo en Puerto del Rosario, el nuevo reto municipal de El diario de Fuerteventura:

Puerto del Rosario continúa sin cumplir con la memoria histórica. El borrador del Catálogo de símbolos, calles, monumentos y menciones franquistas en Canarias, realizado por la Universidad de La Laguna a instancias del Gobierno de Canarias, recoge 200 símbolos franquistas en las ocho capitales canarias, y once de ellos se encuentran en Puerto del Rosario, donde aún se sigue exaltando a militares golpistas en calles y plazas.

El nuevo gobierno municipal deberá decidir si los borra del callejero o continúa perpetuando la huella franquista. El documento, al que ha tenido acceso Diario de Fuerteventura, señala que las distintas corporaciones municipales de Puerto del Rosario han mantenido una “resistencia continuada” frente a las obligaciones de los sucesivos textos normativos sobre memoria histórica hasta la actual Ley 20/2022.

(...) El catálogo de vestigios franquistas documenta once fichas que corresponden a nueve calles: Comandante Ramón Franco, Comandante Díaz Trayter, Caserío Colonia Rural García Escámez, calle García Escámez, Almirante Lallemand, Almirante Fontán Lobé, Ruiz de Alda, Calvo Sotelo y Gobernador García Hernández, además de dos distinciones, las de Francisco García-Escámez e Iniesta como Alcalde Honorario y al gobernador José García Hernández como Hijo Adoptivo e Hijo Predilecto. 

El artículo sigue desgranando las vicisitudes por las que han pasado las sucesivas leyes de memoria histórica en el municipio, y se detiene en un nombre que nos resulta familiar en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel...:

Jesús Fontán. Hermano del militar Juan Fontán, en su juventud formó parte del entorno de Franco. Pasó a zona sublevada y participó en bombardeos a Gijón y en operaciones de bloqueo en el Mediterráneo. Fue ayudante de Órdenes de Franco, entre 1939 y 1946, y jefe de la Sección de Cinematografía del Consejo de la Hispanidad, vinculado a las tareas de Información antimasónica. En 1962 fue nombrado segundo jefe de la casa militar de Franco.

También fue director de la Delegación Nacional de los Servicios Documentales (1964- 1967), posteriormente llamada Sección de los Servicios Documentales de la Presidencia del Gobierno (1967-1977) y consejero nacional del Movimiento. Simultaneó estas ocupaciones con la presidencia del Instituto Social de la Marina (1967-1976). Algunos lo sitúan como jefe de las redes secretas de la información personal de Franco.

 Lo contábamos precisamente en El callejero y la memoria histórica:

Tanto Juan Fontán como su hermano Jesús pertenecieron a la casa militar de Franco, eran insaciables bibliófilos y fueron procuradores en Cortes, pero el Almirante Jesús Fontán Lobé cuenta con una escuela, calle o casa del mar en gran parte de las ciudades portuarias de España. Al fin y al cabo, además de jefe de los servicios secretos de Franco, fue presidente del Instituto Social de la Marina logrando el aprecio de los marineros durante su administración. Pese a que «los historiadores Xavier Casinos y Josep Brunet señalan que el almirante Fontán utilizaba el Banco Pesquero como tapadera de los servicios secretos especiales de los que era su jefe». Estrecho colaborador de Carrero, a él se debe la concepción en plena guerra civil de la metodología de recopilación de información, elaboración de expedientes y difusión de oficio de los mismos con el fin de que se instruyeran las causas de responsabilidades políticas.

Realmente, a ambos hermanos correspondería la organización de la Oficina de Información y Propaganda Anticomunista (OIPA) en sus primeros pasos, «La OIPA, dirigida por el arquitecto canario Laureano de Armas Gourié desde Salamanca, tuvo su bautismo en Vizcaya bajo la batuta de Manuel Maestro Maestro y Eduardo Galán Ruiz. Esta seguirá la metodología de incautación diseñada por el capitán de la Armada adscrito al Cuartel General de Salamanca, Juan Fontán Lobé, que en sus aspectos fundamentales, apenas varió durante el conflicto. Su esencia consistía en señalar dónde y cuándo se habían encontrado todos los documentos de interés, y conservar un número máximo de folletos, revistas o libros, destruyéndose el resto. A continuación deberían separarse los documentos relativos al personal, como eran las listas de afiliados que servían para elaborar fichas directamente, de aquellos otros que necesitaban un análisis más detenido, como la correspondencia o los libros de actas. De todos ellos, se elaborarían tres fichas de referencias por cada persona encontrada en la documentación y, por último, se comunicaría de oficio a los departamentos del Cuartel General cualquier datos de interés que apareciese en el material incautado» recordaba La Provincia-Diario de Las Palmas. Juan Fontán, como compulsivo bibliófilo y escrutador de archivos habría puesto sus conocimientos al servicio de la OIAP, hasta su nombramiento como gobernador, siguiendo su hermano Jesús esa tarea durante décadas en las diferentes evoluciones del servicio, director de la Delegación Nacional de los Servicios Documentales (1964-1967) y de la Sección de los Servicios Documentales de la Presidencia del Gobierno (1967-1977).

De todos modos, en el Centro Documental de la Memoria Histórica, que se crea a partir de la documentación que pasó por ese baile de siglas que iniciaron ambos hermanos a inicios de la guerra civil con la creación de la Oficina de Información y Propaganda Anticomunista (OIPA), lo tienen claro:


 Y no te pierdas:

lunes, 6 de febrero de 2023

De Palma a Las Palmas

No es un secreto: tanto la pasada Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, como la actual Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, carecen de sensibilidad al pasado colonial español o a que las fronteras españolas han cambiado en las últimas décadas, dejando por fuera de la aplicación de estas leyes a ciudadanía y territorios que vivieron en primera persona la guerra civil y sus consecuencias. En este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel, ya hemos incluido varios ejemplos como la presencia de Juan Fontán y Lobé en el callejero de Las Palmas o la del gobernador Faustino Ruiz en San Fernando.

Así quedaba recogido también por Adzubenam Villullas en el artículo La desconocida calle dedicada a Juan Fontán en Schamann publicado hace dos años en La Provincia-Diario de Las Palmas.

A finales del año pasado, el mismo periódico publicaba que Las Palmas de Gran Canaria se resiste a eliminar los restos de símbolos y vías franquistas: «El Consejo Asesor de la Memoria Histórica propuso eliminar diez calles: Batalla de Balaguer, Batalla de Teruel, Batalla de Brunete, Alejandro Mas de Gaminde, Juan del Río Ayala, Jesús Ferrer Jimeno, Alférez Provisional, Mario César, Juan Saraza Ortíz, María Paz Saez Tejera, Sargento Provisional, Francisco García Escámez y la plaza del comandante Ramón Franco. En esta lista no se incluyó, seguramente por un despiste, a Juan Fontán, criminal franquista que fue gobernador de Guinea entre 1937 y 1942».

Precisamente la edición de hoy, del Diario de Mallorca informa de la petición del senador Carles Mulet: «En las Palmas de Gran Canaria pervive la calle dedicada a Juan Fontán, golpista en las Palmas, "libertador" de la ciudad de Bata, gobernador de la Guinea Española, Jefe Provincial de FET y de las JONS y procurador en Cortes, lo cual vulnera el artículo 35 de la Ley de Memoria Democrática. Por ello se solicita al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, copia de las actas de las reuniones de sus órganos de Gobierno en los cuales se acuerda cumplir con esta ley y eliminar este símbolo»:

La polémica en Canarias por una calle al golpista mallorquín Juan Fontán llega al Senado
El militar atacó Guinea Ecuatorial en la Guerra Civil

El senador valenciano Carles Mulet ha realizado un requerimiento a la Cámara Alta sobre la existencia de una calle dedicada al golpista mallorquín Juan Fontán y Lobé (Palma, 1894- Madrid, 1944) en Las Palmas de Gran Canaria. La vía se encuentra en el barrio capitalino de Schamann, en la colonia diseñada en la década de 1940 durante los años más represivos de la dictadura. Fontán, capitán de artillería al inicio de la Guerra Civil, dirigió el ataque a la ciudad de Bata -Guinea Ecuatorial-, fue gobernador de la colonia del 37 al 42, jefe provincial de FET y de las JONS, procurador en las primeras Cortes franquistas y llegó a crear una milicia callejera en la capital grancanaria durante la II República.

Mulet, senador por designación autonómica de las Cortes Valencianas, remitió al Gobierno central en enero un requerimiento para recabar a la administración competente un informe sobre la existencia de dicha calle al vulnerar el artículo 35 de la ley de Memoria Democrática. «Por ello, se solicita al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria copia de las actas de las reuniones de sus órganos de Gobierno en los cuales se acuerda cumplir con esta ley y eliminar este símbolo», según refleja la petición.

La nueva ley de Memoria Democrática insta a retirar todos aquellos elementos que hagan referencias en callejeros, centros públicos o topónimos «de la sublevación militar y de la dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que la sustentaron, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial». En base a la ley anterior, Mulet requirió en 2020 a Puertos del Estado el cambio de denominación del Muelle Primo de Rivera del Puerto de Las Palmas; finalmente, el dique pasó a llamarse Pérez Galdós ese mismo año.

El senador del grupo parlamentario Izquierda confederal realizó el requerimiento tras conocer la existencia de dicha calle a través del colectivo Biafra, una asociación de Guinea Ecuatorial que se dedica a mantener viva la memoria histórica de la Guerra Civil y la dictadura franquista en la antigua colonial española -cuya independencia se produjo en 1968-. Ya en 2020 denunciaron dicha anomalía en el callejero de la capital grancanaria por vulnerar la anterior ley de memoria histórica.

A diferencia de lo que ocurre en la capital grancanaria, Juan Fontán no tiene ninguna calle en Palma, su ciudad natal. Este personaje ha pasado desapercibido y ha logrado sobrevivir en el callejero a las distintas revisiones de la nomenclatura franquista que se han realizado desde el primer ayuntamiento democrático.

Tampoco aparece en la última relación de calles que confeccionó una comisión de expertos en la pasada legislatura. Maxi Paiser señaló hace dos años que les faltó tiempo para conformar el listado. Por su parte, el historiador y exconcejal en esa etapa, Sergio Millares, indicó entonces que «desconocía» la existencia de una vía dedicada a Juan Fontán, pero que en cualquier caso considera que debería salir del callejero, «fue un criminal, vinculado a la represión de la guerra y la dictadura».

La relación de Fontán con la capital comienza tras la Guerra del Rif (1911-1926). Durante la II República fue presidente en la provincia de Las Palmas del partido Acción Popular, perteneciente a la CEDA. Organizó unas milicias callejeras y tras el golpe de Estado del 18 de julio se adhiere al bando sublevado. A los pocos meses fue designado como capitán para dirigir el ataque a la isla de Fernando Poo y la zona continental de Guinea Ecuatorial.

La expedición partió del Puerto de Las Palmas el 4 de octubre de 1936 con entre 500 y 800 hombres en el buque Ciudad de Mahón. Este se camufló, por lo que logró entrar en la bahía de Bata sin problemas y bombardear el Fernando Poo, embarcación que defendía la legalidad republicana en la antigua capital de la Guinea Ecuatorial. Muchos de los prisioneros que hicieron acabaron en el campo de concentración creado en Gando.

En 1937 es designado gobernador de la entonces Guinea española, puesto que ostenta hasta 1942. Pasa a convertirse en Director General de Marruecos y Colonias y procurador en las primeras cortes franquistas nominado directamente por el dictador. Muere en 1944. Precisamente, el colectivo Biafra achaca a su temprana muerte y el hecho de estar relacionado con la antigua colonia que su nombre haya pasado desapercibido hasta ahora en las calles de la capital grancanaria.


El artículo responde a otro previo desde Las Palmas publicado por La Provincia, con información similar, que se completaba con que «el senador de Compromís realizó otro requerimiento en diciembre para conocer cuándo sería retirado el escudo franquista de la portada de la Base Naval de Las Palmas. Defensa respondió que «desarrolla las actuaciones necesarias para cumplir de manera efectiva con la legalidad vigente en materia de memoria democrática». Carles Mulet considera "tremendamente grave que se burlen de esta manera de las Cortes puesto que la pregunta es bien concreta, ¿Por qué pervive este escudo? y ¿Qué medidas va a adoptar el Gobierno para retirarlo y en qué plazo?". "Sabemos que a la Ministra le parece muy bien su pervivencia, pero mantenerlo es ilegal", indica Mulet; el escudo inflige así las leyes de 2007 y 2022».

  • «En este periodo las fronteras del Estado eran diferentes, aunque en muchas ocasiones no se sea consciente de esto: no sólo territorios en Marruecos y el actual Sáhara ocupado eran posesiones españolas, también lo era Guinea Ecuatorial...». Si te interesa este tema, no te pierdas "Memoria y frontera...", de María del Mar Fernández Pérez.

jueves, 26 de enero de 2023

La no tan desconocida calle...

¿Recordáis el artículo La desconocida calle dedicada a Juan Fontán en Schamann de Adzubenam Villullas publicado en La Provincia-Diario de Las Palmas

Incluso en el sindicador de noticas de ASODEGUE-Asociación para la Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatoria se hicieron eco de la publicación.

El origen de la misma es una de nuestras etapas a lo largo del paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel, en la que tratábamos la presencia de Juan Fontán y Lobé en el callejero de Las Palmas.

No será el único caso, ya que tanto la pasada Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, como la actual Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, no son sensibles al pasado colonial español o a que las fronteras españolas han cambiado en las últimas décadas, dejando por fuera de la aplicación de estas leyes a ciudadanía y territorios que vivieron en primera persona la guerra civil y sus consecuencias.

Así lo hemos publicitado recurrentemente en nuestras redes sociales.



Poco a poco.... se va difundiendo, e incluso herramientas de divulgación colaborativa como la app Vestigios de la Guerra Civil, han georreferenciado esta calle (y otros muchos hitos, también ecuatoguineanos):


Es importante contarlo, ya que si en la historiografía consolidada se desconoce el bombardeo a la ciudad de Bata, es improbable que se sepa que el responsable de la "liberación" de la ciudad cuenta con una calle en Las Palmas de Gran Canaria. Sorprendente, si tenemos en cuenta que la represión en Guinea, durante la primera década tras el 19 de septiembre de 1936, pasa necesariamente por la trama canaria...: Sometimiento armado, nuevas autoridades, purgas, juicios, prisión y fusilamientos tendrán a Canarias como núcleo irradiador.


Se trata, en definitiva de un tema que la lejanía, la censura/autocensura de la postguerra, y el pacto de silencio unido a la posterior independencia han invisibilizado:


Así, que perseveramos...


Recientemente, publicaba La Provincia-Diario de Las Palmas en Las Palmas de Gran Canaria se resiste a eliminar los restos de símbolos y vías franquistas: «El Consejo Asesor de la Memoria Histórica propuso eliminar diez calles: Batalla de Balaguer, Batalla de Teruel, Batalla de Brunete, Alejandro Mas de Gaminde, Juan del Río Ayala, Jesús Ferrer Jimeno, Alférez Provisional, Mario César, Juan Saraza Ortiz, María Paz Sáez Tejera, Sargento Provisional, Francisco García Escámez y la plaza del comandante Ramón Franco. En esta lista no se incluyó, seguramente por un despiste, a Juan Fontán, criminal franquista que fue gobernador de Guinea entre 1937 y 1942».

Y hoy, nos ha llegado una inesperada respuesta:



Resulta un momento interesante, especialmente por que Juan Fontán es sólo un ejemplo: hay más, como el que señalábamos en El callejero y la memoria histórica deslocalizada referente a la calle dedicada al gobernador Faustino Ruiz en San Fernando.

Veamos en qué queda el requerimiento.

Por cierto, desde la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel resulta difícil precisar cuándo se aprobó el nombre de esa calle en Las Palmas. Pero tenemos nuestra hipótesis: la parcelación inicial de la finca familiar que inició en los años 30 Alfredo Schamann en la meseta alta de Las Rehoyas del desaparecido Ayuntamiento de San Lorenzo quedó truncada con la guerra. Al final de la primera mitad de los años cuarenta, después de la creación del Mando Económico de Canarias, la familia Schamann se anticipa a los propósitos de expropiación de suelo ofertándolo al ayuntamiento. Se inicia así el proceso de consolidación del barrio con la construcción pública de las primeras 56 viviendas unifamiliares del llamado grupo Generalísimo Franco que se entregarían en 1944. A veces olvidamos que el golpe de Estado de 1936, respondió también a lealtades personales, camaraderías cuartelarias, intereses económicos y vínculos familiares. Por ejemplo, el Capitán de complemento de artillería y abogado Francisco Hernández González (Franito): fue golpista, combatiente en la guerra civil... y cuñado de Juan Fontán Lobé. Fue Consejero del Cabildo entre 1936 y 1937, poco después de su cese, la Guinea Española recoge un viaje del gobernador Fontán con su esposa, acompañados por «el abogado don Francisco Hernández González, secretario particular del señor Fontán». Desde los 40 ejercerá como Concejal y Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Las Palmas («el alcalde accidental de la ciudad, camarada Hernández González», dirán los periódicos de la época) y en 1945 será nombrado Alcalde, cargo que ocupará hasta 1953. Eso ya nos da una horquilla temporal.
Dos notas curiosas sobre el cuñado de Fontán: el imprescindible blog "Memoria e Historia de Canarias" de Pedro Medina Sanabria reproduce algunas de actas de consejos de guerra en los que se involucra Hernández González (incluyendo el juicio al teniente Ayala). Éste cuenta también -como ilustre regidor- con su propia calle alcalde Francisco Hernández González en Las Palmas desde 1981.

martes, 26 de enero de 2021

La desconocida calle

¿Recordáis la entrada de El callejero y la memoria histórica?

El pasado 24 de enero, Adzubenam Villullas nos contaba en La Provincia – Diario de Las Palmas:



MEMORIA HISTÓRICA | LOS RESQUICIOS DE LA DICTADURA EN EL CALLEJERO

La capital [canaria] conserva una vía dedicada a Juan Fontán, quien fuera gobernador de la excolonia española de 1937 a 1942 | Participó en el bombardeo de la ciudad de Bata

El 4 de octubre de 1936 el buque Ciudad de Mahón partió del Puerto de La Luz y de Las Palmas con destino a Guinea Ecuatorial, a bordo iba un contingente de tropas que formaban parte del bando sublevado de la Guerra Civil. Diez días más tarde, la embarcación arribó frente a las costas de la excolonia española y tras un intenso bombardeo logró hundir el Fernando Poo, el cual defendía en aquellos territorios el gobierno de la República. El capitán de artillería Juan Fontán y Lobé (Palma de Mallorca, 1894-1944) fue uno de los militares que comandó el ataque. Con un destacado papel en la Guerra Civil y en los primeros años de la dictadura -entre otros cargos, fue gobernador de la Guinea colonial (1937-1942) y diputado en las primeras cortes del franquismo-, este mallorquín conserva una calle a su nombre en el barrio de Schamann de Las Palmas de Gran Canaria, un hecho que ha pasado desapercibido para las distintas corporaciones que han pasado por el Ayuntamiento capitalino.

“Al documentarnos para una de las entradas de nuestro blog empezaron a aparecer resultados en el buscador; una visita con Google Street View nos permitió confirmar que no era ningún error, en Las Palmas de Gran Canaria había una calle con el nombre de Juan Fontán”, señalan sorprendidos a este periódico los miembros del Colectivo Biafra, una asociación de Guinea Ecuatorial que se dedica a mantener viva la memoria histórica de la Guerra Civil española y la posterior dictadura franquista en el país africano -cuya independencia se produjo en 1968 tras siglos de colonización-.

Los del Colectivo Biafra siguieron investigando y descubrieron que el nombre de Juan Fontán seguía sin aparecer en la última revisión del callejero de la capital para borrar los últimos resquicios del franquismo. Maximiliano Paiser, uno de los miembros del Consejo Asesor de Memoria Histórica de Las Palmas de Gran Canaria que elaboró la lista de rótulos a modificar, ha reconocido a este periódico que desconocían “por completo” quién fue este militar mallorquín; “de haber sabido quien era lo habríamos incluido”, aclara.

El historiador Sergio Millares, concejal de Participación Ciudadana de la capital en la pasada legislatura, señala que “desconocía” la existencia de tal calle en la ciudad, pero en este caso sí conoce la figura del militar franquista. “Fue un criminal, vinculado a la represión de la guerra y la dictadura”, explica, “pero su nombre ha pasado desapercibido”, puntualiza. En opinión de Millares el rótulo de Juan Fontán debería incluirse en el listado de calles a ser modificadas. “Se trata de un ejercicio de oxigenación democrática, aquellos que tuvieron un papel directo en el aparato del franquismo, especialmente en su primera etapa, no tienen cabida en el callejero”, sentenció.

Bajo su mandato en la pasada legislatura (2015-2019) el Consejo de Cultura aprobó cambiar los rótulos de las calles Juan Saraza Ortiz -delegado del sindicato vertical en Las Palmas durante buena parte de la dictadura-, del Doctor García Castrillo, y del falangista Mario César; además de Sargento Provisional, Alférez Provisional, Calvo Sotelo y la plaza del General García Escámez. Esta última está situada muy cerca de la citada Juan Fontán, en Schamann. En cambio, aquellas que hacen alusión a batallas como la de Teruel, del Ebro o de Brunete decidieron mantenerlas, “pues allí lucharon y murieron personas de ambos bandos”, matiza Millares. 

Fuentes municipales de la concejalía de Cultura, que encabeza Encarna Galván, han asegurado a este periódico que la Mesa Técnica de Memoria y Patrimonio deberá “consensuar” la propuesta de retirada del nombre de Juan Fontán del callejero de la capital para después pasar al Consejo de Cultura, del que depende su aprobación definitiva. Este organismo municipal no se ha podido reunir en el último año por motivos de seguridad sanitaria por la pandemia; de hecho, todavía tienen pendiente ratificar la sustitución de Juan Saraza Ortíz, Doctor García Castrillo y Mario César por los nombres de la pintora Pilar de Lugo, la nadadora Pastora Martín-Fernández y la escritora Olivia Stone, respectivamente.

La pregunta para la mayoría de los capitalinos sería: ¿Quién fue realmente Juan Fontán? La ligazón de este mallorquín con Las Palmas de Gran Canaria comienza tras la Guerra del Rif (1911-1926), contienda en la que participó como teniente de artillería. Durante la II República fue presidente en la provincia de Las Palmas del partido Acción Popular, miembro integrante de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). Fue propietario del periódico Acción, cuyo primer número salió a la calle en abril de 1935. Este rotativo se editaba desde la imprenta del Obispado de Canarias y tenía como “postulados fundamentales” la religión y la patria, según detalla el Archivo de Prensa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

Fontán participó activamente de la política local durante la República, incluso, llegó a crear una milicia callejera para “oponerse a los desmanes de los que se llamaban republicanos”, según detalla el obituario que le dedicó el diario Falange a su muerte. Un artículo en el que destacaron de él su fidelidad al dictador. “Cuando se inició el Alzamiento nacional [golpe de Estado del 18 de julio] se incorporó inmediatamente”, precisa el texto. A los pocos meses de comenzar la guerra el mallorquín sería designado como capitán para dirigir la expedición a Fernando Poo (isla que forma parte de Guinea Ecuatorial), “con el objeto de que en aquellas posesiones no mandaran los rojos”, puntualiza el periódico falangista.

La travesía para atacar los territorios que conforman la actual Guinea Ecuatorial -por ese entonces única colonia española en el África subsahariana- partió el 4 de octubre de 1936. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuántas personas iban a bordo del buque Ciudad de Mahón; según los diferentes cálculos recogidos por el historiador de la Universidad de Huelva José Luis Bibang Ondo Eyang fueron entre 500 y 800 hombres.

“Los sublevados procuraron disfrazar la identificación del buque”, señala el doctorando Bibang Ondo Eyang en su artículo La Guerra Civil en la Guinea Española: un episodio quizá insignificante. Para ello le cambiaron el color y el nombre, pasando a llamarse Ciudad de Macao. Diez días más tarde de zarpar de Gran Canaria, el 14 de octubre, logró acercarse a la bahía de Bata, la capital de la Guinea española continental, todavía en manos republicanas. Su objetivo era el Fernando Poo, otro buque de Trasmediterránea convertido en cárcel para religiosos “y demás simpatizantes de los rebeldes”, indica el experto.

Debido al camuflaje, los republicanos creyeron que el barco estaba allí por otros motivos. “Tan pronto como se acercó el Ciudad de Mahón al Fernando Poo, disparó dos cañonazos contra este último”, señala el historiador. Estos causarían importantes daños en el casco del buque republicano, por lo que terminó por encallar y hundirse. Según los expertos que cita Bibang Ondo Eyang, el 90% de la población blanca de Bata huyó al Camerún francés al estar desarmados, por lo que los sublevados ocuparon así la ciudad.

Los restos del buque semihundido pudieron verse durante años en la bahía de Bata. En aquel ataque murieron nueve personas del bando sublevado y siete del republicano, según el historiador. Tras la toma de la zona, el Ciudad de Mahón zarpó para Santa Isabel -la actual Malabo, capital de Guinea Ecuatorial- con 50 prisioneros, destaca Bibang Ondo Eyang. Muchos de estos acabarían en el campo de concentración que los franquistas habían creado en el lazareto de Gando, junto al aeródromo de Gran Canaria.

Fontán permaneció en el país africano hasta mayo de 1937, momento en el que se incorporó al Cuartel del General Franco en la metrópolis colonial, donde prestó servicios hasta ser designado gobernador de la Guinea Ecuatorial, según subraya el obituario de Falange. Un cargo que ostentó hasta 1942. Pasa a ser nominado entonces Director General de Marruecos y Colonias y, por designación directa del dictador, procurador en las primeras Cortes franquistas. Finalmente, el militar falleció ejerciendo dicho cargo el 14 de julio de 1944. Durante su trayectoria llegó a escribir 13 obras sobre el continente africano y sus gentes, custodiadas ahora por la Biblioteca Nacional.

El Colectivo Biafra señala que “su temprana incursión a Guinea Ecuatorial y su fallecimiento a mediados de los 40 hace que se le haya olvidado”. Sin embargo, la asociación destaca que les resulta “extraño” que el Ayuntamiento de la capital grancanaria “haya mantenido la calle a un golpista que llegó a conformar una milicia en la ciudad durante la II República”.

“Nos faltó tiempo para seguir conformando el listado de calles a modificar”, subraya al respecto Maximiliano Paiser, miembro de la comisión que elaboró el último informe municipal. “Seguramente si analizamos en profundidad todo el callejero saldrán los nombres de este capitán y los de otros que no habíamos tenido en cuenta”, aclara.

Lo cierto es que en uno de los extremos de la calle Juan Fontán se encuentra el colegio Timplista José Antonio Ramos, centro que hasta 2013 se llamaba García Escámez, en recuerdo del general franquista jefe del Mando Económico de Canarias entre 1943 y 1946 y cuyas alusiones públicas están siendo borradas de la ciudad; de hecho, el Ayuntamiento ha anunciado que retirará el busto que hay en su memoria en la plaza homónima en Schamann.

El callejero de Las Palmas de Gran Canaria ha sido revisado en varias ocasiones. Con la llegada de la democracia, durante los primeros mandatos se cambiaron los nombres de las principales calles de la ciudad que hacían alusión a la Guerra Civil y la posterior dictadura. De esta manera, la calle General Franco pasó a ser la avenida Primero de Mayo, la plaza de la Victoria se convirtió en plaza de España, General Mola se rotuló como Mendizabal o la calle 18 de julio -fecha que conmemoraba el golpe de Estado- pasó a ser Quince de Noviembre; entre otras. Además, en 2017 bajo el mandato del socialista Augusto Hidalgo, la ciudad rindió homenaje a dos represaliados por el franquismo durante la contienda, el médico Manuel Monasterio Mendoza y el diputado Eduardo Suárez Morales, al rotular sendas plazas con sus nombres. Ambas están situadas en el Distrito Isleta Puerto Guanarteme. El Ayuntamiento también ha aprobado el cambio inminente de Juan Saraza Ortiz, Mario César y Doctor García Castrillo; en una segunda fase se modificarán otras como puede ser la plaza general García Escámez -cuyo busto situado allí también será retirado pronto-, para poder cumplir así con la vigente Ley de Memoria Histórica. | A. V.

Si te interesa este tema, puedes consultar por ejemplo:

lunes, 9 de septiembre de 2019

El callejero y la memoria histórica

Ésta es una situación curiosa:
La "Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura", conocida como Ley de Memoria Histórica, obvia que hay territorios en los que imperó el franquismo y sus normas durante décadas… y que hoy en día quedan por fuera de las fronteras españolas.

Precisamente en "Memoria y frontera...", de María del Mar Fernández Pérez, se analiza:
En este periodo las fronteras del Estado eran diferentes, aunque en muchas ocasiones no se sea consciente de esto: no sólo territorios en Marruecos y el actual Sáhara ocupado eran posesiones españolas, también lo era Guinea Ecuatorial. 
Resulta llamativa esta falta de referencias a las colonias si tenemos en cuenta que el imaginario colectivo de la Guerra Civil está plagado de referencias al norte de África: allí se produjo el golpe de estado en un primer momento, de allí venía el ejército africano y la famosa y temida guardia mora. Esta guerra, tan importante para la historia europea, empezó en África, y allí se produjeron los primeros asesinatos de quienes permanecieron fieles a la legalidad republicana. Es muy difícil hablar de este periodo sin hacer referencia al protectorado y situados en el momento actual, habrá que afrontar el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica en territorio extranjero.

Ya lo hemos tratamos brevemente en la entrada Calle 19 de septiembre, pero ¿qué pasa cuando las «medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil» atañen a actos que se realizaron fuera del territorio actual de España?
El norte de África tiene numerosos testimonios documentados, y más por documentar, pero sobre los territorios españoles del golfo de Guinea -el gran desconocido-… no hay apenas información accesible.

Lo que no esperaríamos es que en la revisión del callejero de Las Palmas de Gran Canaria, se dejen olvidado a Juan Fontán y Lobé (1894-1944):
Unas once calles de Las Palmas de Gran Canaria tienen nombres franquistas en la actualidad, según un listado provisional del Consejo Asesor de la Memoria Histórica, mientras que el Ayuntamiento elegirá los nuevos nombres para estas vías con la ayuda de los vecinos.
Así lo indica el Consistorio capitalino en un comunicado en el que explicó que este cambio de denominación será una medida que pretende cumplir con la aplicación de la Ley de Memoria Histórica de España.
Las calles Jesús Ferrer Jimeno, Doctor García Castrillo, General Más de Gaminde, Batalla de Balaguer, Batalla de Brunete, Batalla de Teruel, José Calvo Sotelo, Alférez Provisional, Mario César, Juan Saraza Ortiz y María Paz Sanz Tejera, son las once vías que inicialmente han sido propuestas para la modificación de su nombre en la reciente reunión mantenida por el Consejo.
Para mejor ubicación... la calle Juan Fontán de Las Palmas de Gran Canaria une la plaza Schamann (anteriormente plaza Primo de Rivera) con el Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) timplista José Antonio Ramos (anteriormente general Francisco García Escámez).

Tal vez no le recuerden en Canarias, aunque en su obituario desde La Falange se resaltara que «fue colaborador de Franco desde la hora inicial del Alzamiento en Canarias. Participó en los trabajos de la madrugada histórica» y que incluso en el periodo republicano «creó una milicia ciudadana que había de oponerse a los desmanes de los que se llamaban republicanos», milicia que según ABC creó en 1933 y con la que se sumó «el mismo día 18 de julio de 1936».

Sobre esa participación en el golpe de Estado en Canarias, El Diario de Burgos le entrevista en septiembre de 1938: «...El capitán don Juan Fontán, de tan activa participación en la iniciación del Glorioso Movimiento Nacional, ha rehusado darnos detalles de su abnegada intervención en aquellos gloriosos días, se ha limitado a decirnos que siendo compañero de promoción del Generalísimo -en el arma de Artillería- y amigo devoto y leal del Caudillo, puso todo su celo y entusiasmo en cumplir al pie de la letra las instrucciones que le fueron transmitidas.
Pero nosotros decíamos que el señor Fontán es persona de gran amistad del Generalísimo, por ser compañero suyo de infancia; que era jefe de "Acción Popular" de Las Palmas y fue uno de los primeros que prestaron fuerzas de su organización al entonces gobernador militar de Las Palmas, General Franco, y que con muchachos de la J.A.P. vestidos de soldados, tomó el señor Fontán parte en la conquista de los primeros edificios oficiales y de los cuarteles de la isla, lo cual decidió con otros esfuerzos, la feliz iniciación del Movimiento Nacional.
Y, por fin, que, si importante fue su actuación en aquellos días históricos, no lo es menos la que actualmente lleva a cabo en fiel cumplimiento de la misión imperial [en los territorios africanos] de España, a la orden del Caudillo».

Pero puede que sólo le conozcan como dueño y director del periódico Acción, presidente del partido Acción Popular (integrado en la CEDA), bibliófilo y prolífico escritor sobre temas africanos durante su etapa como Director General de Marruecos y Colonias, así como efímero procurador en las Cortes franquistas que prácticamente falleció en el escaño.

A su vez, los coleccionistas de anécdotas de la II Guerra Mundial, probablemente asociarán su nombre al fallido intento por evitar el secuestro nocturno del vapor italiano Duchessa d'Aosta y las lanchas alemanas Likomba y Bibundi por un comando británico una noche de 1942.
Y tal vez, incluso puede que algunos historiadores le señalen como autor del dossier con el que Franco negociaba el apoyo a las potencias del Eje a cambio de beneficios en el continente africano.

Decía el BOE tras su fallecimiento: «Reincorporado al Ejército desde el primer instante del Movimiento Nacional, liberó nuestras Posesiones de Guinea, tomando posesión de ellas después de derrotar al barco enemigo Fernando Poo. Fue Gobernador general de aquellos Territorios desde 1937 a 1942, afrontando y venciendo, durante toda esa etapa, obstáculos impuestos por lo excepcional de las circunstancias conjugadas de tiempo y lugar. Abarcó, sin que aquéllos lo estorbaran, las complicadas facetas de la vida colonial, dando extraordinario impulso a todos los órdenes de su economía. Su capacidad de iniciativa acometió y consiguió simultáneamente amplias reorganizaciones, en todos los aspectos de la Administración pública colonial, con palpables mejoramiento en sus distintos ramos».

Así, su paso por Guinea se pierde en el pacto de silencio tras la independencia.
Pero tan solo rascando superficialmente… se obtiene información inquietante:
  1. En "La guerra que vino de África", Gustau Nerín nos recuerda que «En Canarias la revuelta fue a cargo de Franco, con el apoyo de su primo Pacón, del general Orgaz y del también africanista Juan Fontán (que durante la guerra ocuparía el Gobierno General de Guinea). Pacón dirigió la represión contra los izquierdistas que se resistían al golpe. Posteriormente Franco viajó a Marruecos en compañía de su primo para asumir el mando del ejército del protectorado. Orgaz se quedó controlando Canarias», y Juan Fontán -el cual, según el historiador Ricardo de la Cierva, también estaba emparentado con Franco (ambos descienden del matrimonio conformado por Manuel Tomás Franco de la Madrid y Maria de Viñas Freire de Andrade, en el caso de Francisco Franco por vía paterna y en el de Juan Fontán por la materna)-... zarpó con los voluntarios canarios al golfo de Biafra.
  2. Fue uno de los oficiales con mayor rango de la expedición de Voluntarios canarios que invadió el territorio ecuatorial: «Fue designado -publicará en su obituario Falange- en septiembre 1936 para dirigir la expedición a Fernando Poo, con objeto de que en aquellas posesiones no mandaran los rojos», y por su desempeño el Exmo. Cabildo Insular de Gran Canaria le concedió en 1943 la Medalla del ex Combatiente Canario
  3. Como capitán de artillería, con mando en la expedición, no es probable que sea ajeno al hundimiento a cañonazos del buque civil Fernando Poo, con una veintena de muertos. Acción
    de guerra realizada contra un buque civil desarmado y cobijándose -el Ciudad de Mahón- bajo falso pabellón de un tercer país. Miguel  Valverde  Espín, en Los cruceros auxiliares en la Armada nacional. 36-39, razona que ese hundimiento «fue un disparate (...) pues se trataba de una moderna y espléndida motonave recién incorporada al servicio, carente de defensas de ningún tipo (...). Supongo que el Comandante del Ciudad de Mahón no recibiría ninguna felicitación por ello, ya que realizó lo más fácil. Si  todos los buques de la Armada Nacional hubieran procedido igual, la Marina Mercante española habría desaparecido».
  4. Tras el hundimiento del Fernando Poo se produjo el bombardeo de la ciudad de Bata, población civil y carente de defensas.
  5. Luis Vila-San Juan recoge el relato de un viejo colono que afirma: «los canarios se hicieron cargo de cuanto significaba mando. Los presos, hasta entonces respetados, fueron maltratados y apaleados. Los que se habían sublevado (la gente de orden) tratados casi como “nacionales de 2ª clase” o “semirrojos”. (…) Puede decirse que hubo represalia. No cruenta, no como la de Badajoz, pero sí saliéndose algo de la línea moderada que hasta entonces había prevalecido». O como resume Luis Eugenio Togores, académico y declarado falangistas franquista, «se produjo una ligera represión y un cambio total de en los cargos dirigentes de la colonia». Francisco Sánchez Ruano, por el contrario, afirmará que tras la caída de Bata «los prisioneros españoles y guineanos que hicieron los canarios fueron fusilados en su mayoría». Independientemente de la virulencia de la represión (de difícil documentación) que se pudiera ejercer tras la caída del territorio, sí se puede acceder a la labor de Juan Fontán como Instructor en 1936 de las Causas contra los leales a la República, que acabó con 150 coloniales y tripulación del Fernando Poo en el campo de concentración del viejo lazareto de Gando: «Llevábamos algunos meses en Gando cuando llegaron los detenidos en la Guinea española, que procedían de la isla de Fernando Poo y del territorio del Río Muni, a los cuales se habían incorporado los tripulantes capturados del vapor de la Compañía Trasmediterránea, llamado precisamente el Fernando Poo, hundido en las aguas del puerto de Bata. Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora». Entre los casos de más fácil documentación se identifican fallecimientos como el de Manuel Pérez Teira (Santa Isabel 1936) durante la prisión preventiva, el de Jaime Gay Compte (Las Palmas 1939) durante el cumplimiento de condena -o con motivo de su paso por ella como es el caso de Sebastián Nacarino Romero (Valencia 1943)- e incluso fusilamientos como el del practicante de Bata (Las Palmas 1937). En cuanto a la represión que sufrió la población local... es una tarea ímproba y por realizar.


    A la izquierda, cartelera electoral con la candidatura de J. Fontán por Acción Popular en febrero de 1936 y nombramiento como Jefe Provincial de FET y de las JONS en agosto de 1938.
  6. Tras la expedición al golfo de Guinea, Juan Fontán fue ascendido a Teniente Coronel de Artillería y nombrado gobernador del Territorio por el gobierno de Burgos, pasando posteriormente a la Dirección General de Marruecos y Colonias. Y a él correspondió, como Gobernador General y Jefe Provincial de la Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. (de octubre de 1937 a enero de 1942) implementar la creación del Tribunal de Responsabilidades Políticas en el Territorio. Las sentencias del Tribunal de Santa Isabel se sumaban a las que pudiera haber instruido por la vía civil, militar y administrativa, quedando constancia en el BOE del ensañamiento con el patrimonio y la memoria de los ciudadanos leales a la República.

«Un día de junio de 1937, la voluntad del Caudillo me designó para un cargo de gran responsabilidad y, desde luego, enormemente superior a mi preparación. En los últimos días de diciembre de 1937 tomaba posesión del Gobierno General de nuestra última colonia del África ecuatorial, y la tomaba bajo la impresión de la vehemencia con que el Caudillo me hablaba de sus preocupaciones por los habitantes de aquellos territorios, de su afán por civilizarlos, por mejorar su vida espiritual y material.
Allí permanecí cerca de cinco años, ...». 
Fragmento de la conferencia "La etnología y la política indígena" pronunciada por J.  Fontán en la Facultad de Medicina de San Carlos (Madrid) el 26 de mayo de 1943.

Desde la Dirección General de Marruecos y Colonias destacaban de la vida de Juan Fontán en Bibliografía colonial: contribución a un índice de publicaciones africanas que «rescatara al frente de una tropa expedicionaria para la buena España el florón de las tierras guineanas».

En este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel resulta difícil precisar cuándo se aprobó el nombre de esa calle en Las Palmas. Pero tenemos nuestra hipótesis: la parcelación inicial de la finca familiar que inició en los años 30 Alfredo Schamann en la meseta alta de Las Rehoyas del desaparecido Ayuntamiento de San Lorenzo quedó truncada con la guerra. Al final de la primera mitad de los años cuarenta, después de la creación del Mando Económico de Canarias, la familia Schamann se anticipa a los propósitos de expropiación de suelo ofertándolo al ayuntamiento. Se inicia así el proceso de consolidación del barrio con la construcción pública de las primeras 56 viviendas unifamiliares del llamado grupo Generalísimo Franco que se entregarían en 1944. A veces olvidamos que el golpe de Estado de 1936, respondió también a lealtades personales, camaraderías cuartelarias, intereses económicos y vínculos familiares. Por ejemplo, el Capitán de complemento de artillería y abogado Francisco Hernández González (Franito): fue golpista y combatiente en la guerra civil... y cuñado de Juan Fontan Lobé. Consejero del Cabildo entre 1936 y 1937, poco después de su cese, la Guinea Española recoge en 1938 un viaje del gobernador Fontán con su esposa, acompañados por «el abogado don Francisco Hernández González, secretario particular del señor Fontán» en sustitución de Gabriel de Armas Medina. Posteriormente, desde los 40 ejercerá como Concejal y Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Las Palmas («el alcalde accidental de la ciudad, camarada Hernández González», dirán los periódicos de la época) y finalmente en 1945 será nombrado Alcalde, cargo que ocupará hasta 1953. Eso ya nos da una horquilla temporal. 
Dos notas curiosas sobre el cuñado de Fontán: el imprescindible blog "Memoria e Historia de Canarias" de Pedro Medina Sanabria reproduce algunas de actas de consejos de guerra en los que se involucra Hernández González (incluyendo el juicio al teniente Ayala). El camarada Franito cuenta también -como ilustre Regidor- con su propia calle dedicada al alcalde Francisco Hernández González en Las Palmas desde 1981.

Por su parte, pese a que tanto la capital de Río Muni como la de Fernando Póo dedicaron sendas calles a las fechas en que se adhirieron al golpe de Estado (14 de octubre y 19 de septiembre, respectivamente), en la liberada ciudad de Bata (Río Muni), el Consejo de Vecinos no tuvo a bien dedicar una calle a su libertador.
Al contrario, que el de Santa Isabel (Fernando Poo), que rebautizó en honor al gobernador la calle Extremadura, o el del ayuntamiento de Batete de Claret (Distrito de San Carlos) cuya calle principal pasó a llamarse «Calle Gobernador Fontán».

En el caso de Santa Isabel, ese honor fue retirado años después por las autoridades de la Alcaldía de Malabo, rebautizando la «Calle Juan Fontán» como «Calle Abilio Balboa», en honor del alcalde de Santa Isabel Abilio Balboa Arkins, que al igual que Fontán también había sido procurador en las Cortes franquistas.

Si las autoridades ecuatoguineanas le retiraron la calle a Juan Fontán, ¿por qué Las Palmas habría de mantenérsela?

Aunque para homenajeado, su hermano...: tanto Juan Fontán como su hermano Jesús pertenecieron a la casa militar de Franco, eran insaciables bibliófilos y fueron procuradores en Cortes, pero el Almirante Jesús Fontán Lobé cuenta con una escuela, calle o casa del mar en gran parte de las ciudades portuarias de España. Al fin y al cabo, además de jefe de los servicios secretos de Franco, fue presidente del Instituto Social de la Marina logrando el aprecio de los marineros durante su administración. Pese a que «los historiadores Xavier Casinos y Josep Brunet señalan que el almirante Fontán utilizaba el Banco Pesquero como tapadera de los servicios secretos especiales de los que era su jefe». Estrecho colaborador de Carrero, a él se debe la concepción en plena guerra civil de la metodología de recopilación de información, elaboración de expedientes y difusión de oficio de los mismos con el fin de que se instruyeran las causas de responsabilidades políticas.

Realmente, a ambos hermanos correspondería la organización de la Oficina de Información y Propaganda Anticomunista (OIPA) en sus primeros pasos, «La OIPA, dirigida por el arquitecto canario Laureano de Armas Gourié desde Salamanca, tuvo su bautismo en Vizcaya bajo la batuta de Manuel Maestro Maestro y Eduardo Galán Ruiz. Esta seguirá la metodología de incautación diseñada por el capitán de la Armada adscrito al Cuartel General de Salamanca, Juan Fontán Lobé, que en sus aspectos fundamentales, apenas varió durante el conflicto. Su esencia consistía en señalar dónde y cuándo se habían encontrado todos los documentos de interés, y conservar un número máximo de folletos, revistas o libros, destruyéndose el resto. A continuación deberían separarse los documentos relativos al personal, como eran las listas de afiliados que servían para elaborar fichas directamente, de aquellos otros que necesitaban un análisis más detenido, como la correspondencia o los libros de actas. De todos ellos, se elaborarían tres fichas de referencias por cada persona encontrada en la documentación y, por último, se comunicaría de oficio a los departamentos del Cuartel General cualquier datos de interés que apareciese en el material incautado» recordaba La Provincia-Diario de Las Palmas. Juan Fontán, como compulsivo bibliófilo y escrutador de archivos habría puesto sus conocimientos al servicio de la OIAP, hasta su nombramiento como gobernador, siguiendo su hermano Jesús esa tarea durante décadas en las diferentes evoluciones del servicio, director de la Delegación Nacional de los Servicios Documentales (1964-1967) y de la Sección de los Servicios Documentales de la Presidencia del Gobierno (1967-1977). 
Pero esa.... ya es otra historia.



miércoles, 24 de abril de 2019

Declaración de Francisco Pérez Rodríguez

Los hermanos Juan y Pedro Medina Sanabria son fuente de inspiración e información para este paseo por la calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel. Y el Blog de Pedro Medina Sanabria | Memoria e Historia de Canarias hace un trabajo constante de difusión, por lo que merece la pena bucear un rato por sus páginas.

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A.0.026,756*

DECLARACIÓN INDAGATORIA DEL PROCESADO FRANCISCO PÉREZ RODRÍGUEZ

En Santa Isabel a veintisiete de Enero de mil novecientos treinta y siete.

Ante el Señor Juez y a mi presencian compareció el procesado anotado al margen, a quien se le hizo saber que queda relevado del juramento prestado en su primera declaración y que podía ampliar o rectificar dicha declaración en la forma que creyese conveniente, exhortándole a decir verdad, y después de prestar juramento nuevamente fue preguntado y dijo llamarse como queda al margen expresado, de treinta y cuatro años de edad, natural de Culla de Basa, provincia de Granada, domiciliado en Barcelona, de estado casado, de profesión Radiotelegrafista, que sabe leer y escribir, siendo su Padre Manuel Pérez Rodríguez y su madre Petra Rodríguez Asencio, difunta la madre, y que nunca ha sido procesado por Tribunal alguno.

PREGUNTADO si se afirma y ratifica en su primera declaración obrante al folio sesenta y tres vuelto de la cual se le dá lectura integra dijo: que se ratifica en ella, y que respecto a que el llamado Dieste/ dijo que había que tirar al Cura al agua, no se refiere al Padre Ribé, sino al Padre José Ausejo en el viaje anterior al de estas actuaciones.

PREGUNTADO si tiene algo más que decir dijo: manifiesta el procesado que uno de los domingos en ocasión de ir a dar un paseo por Bata en compañía de Enrique López Astudillo primer radiotelegrafista al pasar junto a la Guardia Colonial decidieron entrar en casa del Suboficial Fontanet para que los invitara a un wisky, no haciéndolo por encontrarse Fontanet ausente. Después se encontraron con un tal Martínez fugado, Radiotelegrafista de Bolondo, el cual les dijo que habían acordado enviar a bordo a los Padres  Misioneros, he de hacer la aclaración que su acompañante López Astudillo se retiró, aun cuando insistió el procesado en que se acercara para oir la conversación, no haciéndolo. El declarante manifestó al llamado Martínez que le parecía muy mal el acuerdo tomado, pues temían que hicieran alguna faena a los Padres Misioneros, dada la calaña del personal que había a bordo.

Por otra parte nadie del Comité, mejor dicho los representantes de los Oficiales, ordenaron que se hiciesen guardia a los Padres Misioneros, que seguramente sería orden de Antonio Tarí o de Francisco Caparrós; que el día antes de llegar a Dakar se ordenó por el comité a los Delegados de los diversos departamentos dieran una relación de armamento que existiera a bordo, presentándose Antonio Tarí y Caparrós con las listas al día siguiente de la llegada a Dakar que figuraban doce o catorce nombre de los pertenecientes a cubierta y ocho o diez del personal de fonda; que durante la estancia enBata Antonio Tarí y Caparrós requisaron pistolas que repartieron a bordo.

En este estado el Señor Juez dio por terminada la presente declaración, sin perjuicio de ampliarla si lo estimara pertinente y leída por el procesado se afirma y ratifica en su contenido y en el juramento

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prestado de lo que yo el Secretario doy fé. Entre líneas dice : “dijo que”, debe leerse, vale. Doy fé.

Y en prueba de conformidad firma con S.S y yo el Secretario que doy fé, en Santa Isabel a 1º de Febrero de 1937.

[Firmas rubricadas de JOSÉ GONZÁLEZ GARCÍA, FRANCISCO PÉREZ RODRÍGUEZ, y LEON HERNÁNDEZ BENÍTEZ].

Cfr.: Archivo del Tribunal Militar Territorial 5.- 9342-297-21.- Causa 24 de 1937.- Folios 128 a 129.