CB

domingo, 30 de septiembre de 2018

El exilio de Joaquín Mallo

La revista Carta de España incluye parte de su trayectoria vital en "Guinea en Patués: de la nieve de Benasque al cacao de Fernando Poo".
... tuvo la suerte de contar con un sobrino igual de trabajador y abnegado que él, don Joaquín Mallo, que al amparo del paraguas de su tío medró y prosperó convirtiendo la finca Sampaka en modelo de producción. Joaquín Mallo que además de los cargos que ostentó en Santa Isabel (llegó a presidir el Consejo de vecinos, la Cámara de Comercio y la Delegación de la Cámara Agrícola) demostró que también podía participar en la política nacional, tanto que en 1931 salió elegido diputado en las Cortes de Madrid por Huesca, tras haberse presentado por el Partido Radical de Alejandro Lerroux.
Pero Joaquín Mallo no se limitó solo a actividades políticas. Con los beneficios conseguidos comerciando con el cacao de Guinea pudo emprender carreteras, puentes, escuelas que mejoraron las comunicaciones y la vida en el valle de Benasque. Se dice que el presupuesto para construir la carretera de Chía (200.000 pesetas) salió de los bolsillos de Joaquín Mallo, dineros de los beneficios obtenidos en Guinea.
La Enciclopedia Universal Ilustrada de Espasa-Calpe, en su edición de 1924, le incluye precisamente entre los mayores agricultores y comerciantes del territorio: «Entre los agricultores comerciantes nacionales de mayor importancia, todos ellos con excelentes edificios en las respectivas fincas ó haciendas de cacao y café, merecen citarse Hija de Sebastián Torres (antes Rius y Torres); Viuda de Mora (sucesora de Mariano Mora); Pérez é Hijo, Pérez y Compañía, Vigatana, Transatlántica, José Puentes, Joaquín Rodríguez, Joaquín Mallo, Maximiliano Jones, etc».


En Memoria de las Migraciones de Aragón completan la información:
En 1918, Joaquín Mallo Castán presidía el Consejo de Vecinos de Santa Isabel (cargo que en España correspondería a alcalde). Compaginó su carrera política con la de industrial, presidiendo la Cámara de Comercio de Santa Isabel y la Delegación de la Cámara Agrícola de Fernando Poo en Barcelona. Le otorgaron la Cruz de Primera Clase de la Orden del Mérito Naval.
En 1931 salió elegido diputado a las Cortes en Madrid por Huesca. Se presentó por el Partido Radical y por Unión Republicana.  Estuvo durante las tres legislaturas: 1931-1933, 1933-35 y 1936-39. La última ya no la pudo terminar porque en plena guerra, el 1 de octubre de 1938, murió; dicen que en un pequeño pueblo francés muy bonito llamado Casterneau. 
La llegada Casterneau debió ser toda una odisea... Cuenta Antonio M. Moral Roncal en Diplomacia, humanitarismo y espionaje en la Guerra Civil española que las embajadas chilena y guatemalteca habían coordinado el asilo a refugiados desde el inicio de la guerra. «La evacuación de los refugiados revistió muchas dificultades, de tal manera que, según testigos de los hechos, se realizó únicamente en pequeños grupos, asumiendo sus componentes los riesgos derivados de portar documentación falsificada, utilizando un coche de la Embajada chilena o cualquier otro que pudieron conseguir para llegar a Valencia o Alicante donde debían Embarcar. En el mes de marzo, una expedición con pasaportes griegos fue detenida en Tarancón, entre cuyos componentes viajaba Joaquín Mallo, diputado de Unión Republicana, con toda su familia. Todos fueron detenidos y encerrados en la cárcel de Porlier». Tras una serie de gestiones emprendidas por el diplomático guatemalteco Antonio Ferrer Jaén -el cual se entrevistó en dos ocasiones con el ministro- pudieron seguir su viaje.

Joaquín Mallo murió en el exilio, y a falta del texto de su condena que podamos ubicar, hay constancia de la tramitación del correspondiente indulto -una década después de su fallecimiento en el exilio-, destierro, inhabilitación y tras haber sido multado con la pérdida irrevocable de sus bienes en territorio español.

Décadas después se puede seguir el rastro de los intentos de su viuda y herederos por recuperar parte del patrimonio familiar.

Pese a la incautación de bienes, destierro y muerte en el exilio,
La Guinea Española publicó en portada la esquela del fallecimiento
del ex Alcalde de Santa Isabel. 
Probablemente, se trate del único exiliado republicano cuya esquela fue portada en un medio Español durante el franquismo, o al que celebraron el funeral en una iglesia catedral.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Reflotar el Fernando Poo

Como ya adelantaba La Gaceta de Tenerife el 21 de noviembre de 1936,  "... varios impactos dieron en la línea de flotación, empezando a hacer agua y a tumbarse. Rápidamente se hundió, pereciendo ahogados gran número de rojos, entre ellos el cabecilla de la subversión. El barco ha quedado acostado de banda y enseñando la quilla, se cree que podrá ponerse a flote", han sido varios los intentos por reflotar el Fernando Poo.

Comisión de la Armada para Salvamento de Buques, trabajos de reconocimiento del Fernando Poo en 1939. 
Todavía en 1946 Imperio: Diario de Zamora de Falange Española de las J.O.N.S.  recogía en su edición del 27 de septiembre: "Una empresa británica intentará sacar a flotelo buques hundidos en la costa de la Guinea española"


lunes, 24 de septiembre de 2018

El saqueo de Bata

sábado, 22 de septiembre de 2018

La marcha sobre Bata



miércoles, 19 de septiembre de 2018

Estamos en Twitter

Calle 19 de septiembre

Es cierto, Malabo tuvo una calle dedicada a la derrota de la República ante los golpistas:

Recordada más por la desaparecida pastelería de José Pérez Carrasco que por el hecho que conmemoraba, hubo una calle «19 de septiembre» en la vieja Santa Isabel. Antes se había llamado «O’Donnell» y «Libertad» sucesivamente, según el régimen político imperante en la península.
Y en este caso, aunque sea mera casualidad, la «Libertad» desapareció con el «19 de septiembre».

La Guinea Española en su primera edición de noviembre de 1936 recoge precisamente «Acuerdos laudables: Nuestro Consejo de Vecinos y con buen sentido ha tomado los acuerdos en firme de decretar días Festivos el 19 de septiembre en conmemoración del golpe Salvador dado con toda felicidad y sin derramamiento de sangre en Santa Isabel y que fue secundado por toda la Isla, Benito y Kogo, y el 19 de noviembre festividad de Santa Isabel Patrona de la Ciudad, fecha que fue muy típica en los años robustos de nuestra colonización y que recuerdan con satisfacción los antiguos fernandinos. Muy bien por los ediles.
Otro acuerdo importante ha tomado el Consejo de Vecinos cual ha sido el cambio de nombres de algunas calles; y así, la calle de Galán y García Hernández, se llamará del General Franco; la de Alcalá Zamora, se llamará Alcázar de Toledo y la de la Libertad, calle del 19 de septiembre».

A la derecha de la foto se encontraba el Palacio del Gobernador, actual Palacio Presidencial de Malabo. Últimamente se la conoce como calle del «12 de Octubre» (por el día de la Independencia) y es un callejón absorbido casi en su totalidad por la explanada del Palacio del Pueblo.

Inicio de la calle 19 de Septiembre, a la par del Palacio del Gobernador.
Pero eso no es algo tan extraño: la actual «Avenida de la Independencia» se llamó por décadas del «General Mola» y anteriormente se dividía entre «Avenida de la República» y «Calle de la Marina» o «Hill Street» en el viejo Port Clarence. Y la que actualmente sería la «Calle del Triunfo» (absorbida igualmente por el Palacio del Pueblo) al otro costado del antiguo Palacio del Gobernador, anteriormente fue «Alcázar de Toledo», antes «Nieto Alcalá Zamora» y antes aun de «La Reina». Y probablemente durante la administración británica llegó a tener alguna otra denominación.

Sin olvidarnos de «Juan Fontán» (responsable del bombardeo de Bata y primer gobernador nombrado por Franco) que igualmente contó con su respectiva calle, denominada actualmente «Alcalde Abilio Balboa Arkins», y que previamente estuvo dedicada a «Extremadura» y anteriormente a «San José».

Pero no sólo Santa Isabel: también la capital de Río Muni dedicó una calle a la fecha en que la ciudad se adhirió al golpe de Estado (14 de octubre) tras ser bombardeada y ocupada militarmente.

Por lo menos, en eso sí pasaría Guinea Ecuatorial el control de calidad de la "Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura", conocida como Ley de Memoria Histórica. Aunque quedan temas pendientes... como la Cruz de los Caídos, la plaza (y el barrio) E'Waiso Ipola de la Sección Femenina o el Estadio Municipal de Santa Isabel, rebautizado como La Paz, en memoria de la paz que trajo Franco.

Precisamente en "Memoria y frontera...", de María del Mar Fernández Pérez, se analiza:
El marco físico, territorial, en el que actúan las normas es un tema clásico de la teoría política y la filosofía del derecho, intimamente vinculado con la soberanía del estado y por lo tanto, del núcleo mismo del concepto de poder. Y a pesar de esto, salvo contadas excepciones (señaladamente, ciertas ramas del Derecho Penal) no suele discutirse el límite de aplicabilidad cuando se estudia una ley concreta: suelen aplicarse en el territorio español o a aquellos actos realizados en el extranjero con efectos en nuestro país. Por eso no es frecuente que los teóricos del derecho se interroguen sobre el límite físico (geográfico) al que alcanza la aplicación de una ley.
Una de las particularidades a este respecto de la llamada Ley de Memoria Histórica es que se aprueba con referencia a hechos producidos exclusivamente en un periodo histórico anterior. Y en este periodo las fronteras del Estado eran diferentes, aunque en muchas ocasiones no se sea consciente de esto: no sólo territorios en Marruecos y el actual Sáhara ocupado eran posesiones españolas, también lo era Guinea Ecuatorial. 
Resulta llamativa esta falta de referencias a las colonias si tenemos en cuenta que el imaginario colectivo de la Guerra Civil está plagado de referencias al norte de África: allí se produjo el golpe de estado en un primer momento, de allí venía el ejército africano y la famosa y temida guardia mora. Esta guerra, tan importante para la historia europea, empezó en África, y allí se produjeron los primeros asesinatos de quienes permanecieron fieles a la legalidad republicana. Es muy difícil hablar de este periodo sin hacer referencia al protectorado y situados en el momento actual, habrá que afrontar el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica en territorio extranjero.



domingo, 9 de septiembre de 2018

La Prensa: La Guinea Española y El Defensor de Guinea

Bando de 19 de septiembre de 1936,
publicado en La Guinea Española.
El 1 de abril de 1903,  aparece la revista quincenal La Guinea Española, editada e impresa por los misioneros Hijos del corazón de María (Claretianos). Esta revista que duró más de medio siglo, hasta unos meses después de la proclamación de la independencia (1969). Las últimas ediciones cambio la cabecera por La Guinea Ecuatorial.

Tras el golpe de Estado de 1936 e iniciada la guerra civil, la publicación se posiciona entre los medios leales a la República. Poco después, con el triunfo de los golpistas el 19 de septiembre en la vieja Santa Isabel, La Guinea Española modificará su línea editorial. Tan sólo dos días antes, el semanario publicaba noticias como "La fuerzas leales tomaron hoy el pueblo de Olvera, en la provincia de Cádiz. Aunque la lucha fue intensa, el empujo de los leales arrolló al enemigo y los facciosos tuvieron que huir".

La revista se estuvo editando sin interrupción hasta agosto de 1940, cuando se ve obligada la editorial a interrumpir su edición por falta de papel, motivado ello por la guerra civil.

Puedes consultar la mayoría de los números en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del MCU, así como en la digitalización del fondo claretiano en Raimonland.

En paralelo, y con menor duración, surge El Defensor de Guinea: en mayo de 1930 se autoriza a los funcionarios de correos en territorio guineano la edición de un periódico y ese mismo año y mes ve la luz el bisemanal El Defensor de Guinea, cuya cabecera permanecerá sin cambios hasta el 19 de septiembre de 1936, cuando habiéndose iniciado la guerra civil (1936-1939) y como consecuencia de la adhesión en esas fechas de la Guinea española al bando golpista pasa a denominarse inicialmente El Nacionalista - Órgano de milicias nacionalistas de las Posesiones Españolas del Golfo de Guinea y ya en el año 1937 Frente Nacional - Semanario Colonial de la España Nueva el cual editaba diariamente una Hoja Informativa con noticias de guerra.

Nota de La Guinea Española
en la edición de enero de 1933.
Como la propia revista La Guinea Española relataba en su edición del 21 de mayo de 1939, "llegó afortunadamente en 19 de septiembre de 1936 el alzamiento nacional en esta isla, y los Sres. Buelta, Gay, Robles y demás comparsa del Frente Popular fueron retirados de la circulación; y por tanto, muerto y sepultado EL DEFENSOR DE GUINEA, y la imprenta del Sr. Robles incautada por el nuevo Estado, que es la que ha salido a subasta como al principio dijimos ["motivo de la subasta de la imprenta del rojo y comunista Sr. Robles...", sic].
Era natural, que al que se llamaba pomposamente DEFENSOR DE GUINEA y que otros llaman OFENSOR DE GUINEA le sucediera un verdadero adalid de la Causa Nacional y así vio la primera luz EL NACIONALISTA, cuyos primeros números salieron de nuestra imprenta, mientras se organizaba la que fue del Sr. Robles; a ella se trasladó luego El NACIONALISTA, cambiando más tarde en EL FRENTE NACIONAL..."

En octubre de 1939, tomará Ébano - Semanario de la Guinea Española, Órgano de la Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., el relevo a El Frente Nacional.

El portal opensourceguinea.org documenta el artículo de Francisco G. González, ‘Reportaje Sobre La Expedicion a la Guinea española’, publicado en El Nacionalista, el 5 de octubre de 1936: