CB

Mostrando entradas con la etiqueta I Guerra Mundial. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta I Guerra Mundial. Mostrar todas las entradas

lunes, 21 de noviembre de 2022

Trotski y Guinea Ecuatorial

En El santoral ecuatoguineano narrábamos las dificultades del viaje al territorio y el lucro que generaba esa precarización del transporte. Resultan ilustrativos Los negros negocios del beato Marqués de Comillas, o el conveniente hundimiento en punta Europa del Crucero Isla de Panay, conocido como el Barco de la Muerte: «Allí debe de estar aún, junto a la conciencia del señor marqués».

Crucero Isla de Panay. Conocido como el Barco de la Muerte, fue usado para transportar hacinadas a las tropas españolas asignadas a la guerra hispanoamericana en Cuba. Terminada la guerra fue reasignado por la Trasmediterránea al golfo de Guinea hasta su hundimiento, para cobrar el seguro.

Para tener un informante más, recomendamos la lectura de Mis peripecias en España de León Trotski. Expulsado de Francia por germanófilo, éste vino a España en 1916. 

José Manuel Pedrosa razona en Trotski y el vapor de Fernando Poo (1916) que «de aquella breve y accidentada estancia (en la que lo mejor que le pasó a Trotski fueron sus visitas al Museo del Prado) dejó el revolucionario ruso unos apuntes autobiográficos que fueron traducidos al español y publicados en 1929 (con prólogo hecho para aquella edición por el propio Trotski) por Andrés (o Andreu) Nin, un dirigente comunista que años después, en 1937, en plena Guerra Civil, sería asesinado por agentes de Stalin. Entre sus notas hay algunas que tienen cierto interés para los interesados en la historia de Guinea Ecuatorial, ya que se refieren al vapor Cataluña, que en aquel agitado año de 1916 estaba cubriendo la ruta de Cádiz a Fernando Poo (por entonces, Póo solía escribirse con acento), que era como se conocía a la actual isla de Bioko».

Así, en el capítulo Fiestas y espectáculos: Trotski recoge sus apreciaciones sobre el transporte a Fernando Poo:

«Llegó de Fernando Poo (litoral occidental de África, este resto de las colonias españolas) el vapor Cataluña. Durante el viaje fallecieron cinco personas (¡muertos al agua!), atacadas de fiebre amarilla, quedando 42 enfermos a bordo. El barco parece, más que otra cosa, un hospital. En Fernando Poo hay ahora muchos alemanes de los Camarones. La población ha pasado de 7000 a 10.000 habitantes. El lugar es insalubre; hay fiebre. Los soldados y los empleados reciben haberes dobles.

Las epidemias se ceban en los navíos, que ahora no se desinfectan. El tiempo es oro: es algo más preciado que los barcos. No solamente no se practican inspecciones sanitarias, sino que ni siquiera técnicas. Hundióse ayer cerca de Canarias un gran buque mercante de la Compañía Penidión. Salváronse 18 personas de la tripulación, y el resto -20 hombres- pereció sin novedad. La Compañía recibe el costo del barco -¡asegurado!-, y el personal y las mercancías son facturados con reserva. La guerra simplifica las relaciones y… las cuentas».

lunes, 30 de noviembre de 2020

La discreta tierra ecuatorial II

¿Recordáis la entrada sobre el Refugio ecuatorial? y la de ¿La discreta tierra ecuatorial?

Según Rafael de Mendizábal Allende en Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969), el territorio servía no solo como castigo (como señalábamos en Desterrado... en Guinea), sino también como «refugio más o menos solapado...» de disidentes, pero también de aquellos que necesitaban distanciarse de conflictos.

Pero también sirvió como tierra de asilo durante 2 guerras mundiales, así contábamos recientemente en El recital español, que 

Conocemos de los refugiados alemanes de Camerún, que durante la I Guerra Mundial pidieron asilo en el territorio neutral de la Guinea Española. Incluso, en este paseo por la calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel hemos mostrado cómo los territorios limítrofes de Camerún y Gabón permitieron al inicio de la guerra civil "acogerse a sagrado" a los golpistas fallidos del Río Muni, y posteriormente a los frentepopulistas españoles tras el bombardeo y caída de Bata.

Y -en menor medida- esta situación se reproducirá con los franceses leales a Vichy, que desertaron y huyeron a Río Muni tras ser derrotados en la batalla de Gabón en noviembre de 1940.

Hoy, en "Arguineguín hace 104 años" nos recuerdan desde El Mundo que  precisamente que «Los primeros campamentos españoles para refugiados africanos fueron en Fernando Poo».

«Febrero de 1916. Antigua colonia Española de Guinea. Los combates en la vecina Camerún, hasta ese momento dominada por los alemanes, casi han cesado después de que las tropas del káiser Guillermo haya sido vencidas por los aliados franceses y británicos y la colonia germana se bate en retirada. Son 850 civiles, militares, funcionarios y comerciantes, pero con ellos emprenden la marcha los 6.000 soldados nativos que los alemanes habían adiestrado y que eran absolutamente leales a la bandera imperial y varias decenas de miles de cameruneses les acompañan. Las fuentes históricas que ha ido consultando Font Gavira —cuya investigación está plasmando en una tesis doctoral que verá la luz en breve bajo el título Los refugiados alemanes del Camerún. Impacto en la neutralidad de España durante la Primera Guerra Mundial— no se ponen de acuerdo acerca de la cifra de civiles cameruneses, pero rondarían los 50.000, algunos hablan de hasta 60.000 personas. En el paso fronterizo de Río Campo, los guardias coloniales españoles se limitan a dar la alerta al gobernador, instalado en la capital, Santa Isabel, en la isla de Fernando Poo, de la magnitud del éxodo que está cruzando a suelo español. Poco más pueden hacer, son tres, cuatro a lo sumo, guardias sin apenas equipamiento que asumen un papel poco más que de testigos de la riada humana que pasa antes sus ojos y que va a arribando a la ciudad de Bata. (...) 

Mujeres, niños, ancianos... Llegan en oleadas sin apenas pausa y cruzan la línea invisible de la frontera huyendo del hambre y de la guerra. Se cuentan por miles y no tienen más patrimonio que lo que llevan
encima.
En pocos días, en apenas unas semanas, son tantos ya que las autoridades se confiesan desbordadas.
No hay dónde alojarlos ni comida para alimentarlos y la crisis humanitaria estalla en toda su crudeza. Se hacinan junto al Atlántico, en asentamientos improvisados y sobreviven como pueden, de la caridad de los lugareños y de lo que se procuran por sus propios medios, que no son muchos. La situación es dramática y en las primeras semanas mueren más de mil de inanición y de enfermedades. El Gobierno español repatría a la mitad de ellos de forma expeditiva y con la promesa de que, al menos, no iban a ser objeto de represalias por su huida de su lugar de origen. Pero queda la otra mitad y la crisis no está resuelta, así que se opta por construir un enorme campo de refugiados en el que puedan esperar, ellos también, a ser devueltos a sus países...».





viernes, 9 de noviembre de 2018

Los alemanes del Camerún

Ésta es un gran historia de cómo el territorio ecuatorial no permaneció ajeno a los grandes conflicto bélicos de la época. La Embajada de España en Malabo nos resume en un hilo el paso de los alemanes por el territorio como consecuencia de la I Guerra Mundial: