Cuenta Enrique Martino Martín en Corrupción y contrabando:funcionarios españoles y traficantes nigerianos en la economía de Fernando Poo (1936-1968), «Durante esos años, desde el balcón de su oficina, junto al palacio del gobernador y la catedral, el vicecónsul británico veía cómo los "obreros nigerianos" recién desembarcados y contratados marchaban hacia las fincas "obligándoles a hacer el saludo fascista"».
Resulta un dato sorprendente, pero no tanto. Al fin y al cabo, el DECRETO de 17 de julio de 1942 por el que se refunden las disposiciones vigentes en lo que respecta el Himno Nacional, Cantos Nacionales y Saludos, incluía en su artículo tercero que «se establece como Saludo Nacional el constituido por el brazo derecho extendido en dirección al frente, con la mano en prolongación del mismo, abierta, sus dedos unidos y algo más altos que la cabeza».
Es decir, en el nuevo Estado había himno y bandera oficial, pero también un saludo.
La fotografía histórica ha dejado un curioso rastro que vamos a seguir en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel:
«La población local realiza el Saluto Romano en un minuto de silencio» ante el monumento a los caídos en la fachada de la catedra de Santa Isabel, documentaba el diplomático alemán Günter Wolff durante su viaje de investigación a la Guinea española (1939/1940).
Precisamente Ébano, en la edición conmemorativa del Día de la Victoria de 1940, recogía el discurso de Joaquín Robles, jefe provincial de propaganda, que concluía con un «quiero que hoy como todos los días desde hace un año oigáis con
reverencia la Conmemoración de los Caídos, brazo en alto, como tantos cayeron
Cara al Sol, por España y por Dios».
Ébano y La Guinea Española tienen recurrentes alusiones a pobladores, europeos y autóctonos, adultos y escolares recibiendo a las autoridades brazo en alto.
En esta otra imagen, podemos apreciar a niños cantando el Cara al Sol -brazo en alto- con el maestro antes de entrar en la escuela, conforme a «la ordenanza del 28 de septiembre que determinó que la enseñanza en la colonia debía responder “a las conveniencias nacionales”; los juegos infantiles, obligatorios, tenderían “a la exaltación del patriotismo sano y entusiasta de la España nueva”» recordaba Donato Ndongo Bidyogo en la ponencia "La proyección del fascismo en el Golfo de Guinea (1936-1945)" realizada dentro del III Seminario Internacional sobre Guinea Ecuatorial del Centro de Estudios Afro-hispánicos de la UNED.
Claro, que no siempre se saludaba a la romana... Gobernador Juan M. Bonelli en Evinayong durante una de sus visitas a las zonas interiores del territorio continental de Río Muni en 1945. pic.twitter.com/0O2ArW1G6g
— Calle 19 de Septiembre (@CalleSeptiembre) 30 de enero de 2023
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