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jueves, 31 de octubre de 2024

II año triunfal

Como cada año, se suceden los actos en memoria de los muertos en la toma de Bata el 14 de octubre de 1936.

Así, en el II año triunfal, desde San Carlos (actual Luba) se suman al homenaje: 

«Cinco fueron los Voluntarios que al atardecer el día 14 de Octubre del 36, hallaron la muerte en el vapor Fernando Poo, al inundarse de agua sus bodegas y hundirse. Quiso la Providencia evitar un día de luto al Cuerpo Expedicionario y a sus familias. De no haberse notado a tiempo el balanceo del barco, precursor del peligro inminente de hundimiento que aquel anunciaba, hubieran perecido ahogados, algunos centenares de jóvenes, clases y Oficiales. Pasada lista en la cubierta del Mahón, de los Voluntarios que habían ido a prestar vigilancia y custodia del Fernando Póo, sólo se notaron a faltar cinco Voluntarios, por el eterno descanso de sus almas y de los que en lo restante del año fallecieron en Sta. Isabel, la segunda sección de la primera Compañía, residente en ésta, encargó la celebración de una Misa de Réquiem y solemne funeral. Al mismo se unieron los Oficiales y sección de Voluntarios, las Autoridades del Distrito, las de Consejo de Vecinos y muchas señoras y particulares del elemento europeo. Nosotros que como víctimas liberadas presenciamos los sucesos tristes que en Bata se desarrollaron aquel día, al recordar tan triste aniversario, nos asociamos también al dolor de las familias de los extintos y muy de corazón imploramos por ellos las misericordias del Altísimo. La patria les agradece el sacrificio de sus vidas y los que aun quedamos, la generosidad de sus almas jóvenes, que para siempre estarán al lado de los luceros eternos, presenciando el resurgir de esta su España y nuestra, madre de almas grandes, de héroes, de mártires»


martes, 19 de septiembre de 2023

El relato de Doreste

Las memorias Cuadros del penal: (memorias de un tiempo de confusión) de Juan Rodríguez Doreste recogen su vivencia en el campo de concentración del viejo Lazarero de Gando.
Éste texto, es citado recurrentemente en este paseo por la calle 19 de septiembre de la vieja Santa Isabel, ya que es un relato de primera mano conocer del sufrimiento de los 150 presos coloniales y tripulación del Fernando Poo en ese penal de Las Palmas.

Igualmente incluye una narración del proceso histórico:

Los funcionarios y la guarnición militar del continente, reducida ésta prácticamente a unas milicias que tenían más carácter de gendarmería civil que de unidad castrense, se mantuvieron fieles al gobierno legítimo por espacio, poco más o menos, de tres meses. Suspendido el contacto y la comunicación regular con la Península, en espera de una inminente sofocación del levantamiento, en la que todos confiaban al no triunfar en los primeros días la vasta conjuración, aquellas gentes decidieron aguardar pacientemente el que estimaban cercano desenlace. El único acto que pudiera tildarse de rebeldía, aunque realmente no lo fuera en sus especiales circunstancias, fue la decisión unánime de los tripulantes del "Fernando Poo" de negarse a zarpar con rumbo a Europa, dejando el barco fondeado en aguas de Bata, en la Guinea continental, hasta que el horizonte político se aclarara. Su pecado mayor, tan ingenuo como contraproducente, fue detener a unos cuantos misioneros, que estaban esparcidos por el interior, y concentrarlos en el "Fernando Poo", convertido en parcial prisión militar, bastante diferente por comodidades y trato al inmundo pontón en que fueron encerrados los presos políticos de Tenerife hasta que se trasladaron a la prisión de Fyffes. El gobierno nacionalista decidió, por razones de prestigio exterior, rescatar aquellos territorios y encomendó la misión al Gobierno militar de nuestra provincia. Se requisó y se artilló conveniente mente el vapor "Ciudad de Mahón", que prestaba servicios entre las islas, se reclutó un batallón que se llamó de voluntarios canarios, en el que se inscribieron hombres jóvenes y maduros a quienes no agradaba la adhesión directa al falangismo, y en los primeros días de octubre la expedición puso proa aventura. Se rumoreó entonces que la partida se estuvo difiriendo hasta comprobar que el Blas de Lezo, unidad de guerra naval fiel al gobierno republicano, abandonaba las aguas guineanas donde estaba apostado.

 

En la crónica histórica, que la prensa local relató a través de literatura tan ditirámbica como altisonante, fueron presentadas la conquista y la ocupación como una epopeya heroica. En realidad hubiera podido ser calificada de episodio de opereta —más de seiscientos hombres, entre los cuales figuraba un Tabor moro de Tiradores de Ifni, un batallón de voluntarios uniformados, artilleros, médicos, etc. para reducir a un puñado de aparentes rebeldes que no disponían ni de una sola ametralladora— si no hubiese costado a los vencidos el tributo de numerosas vidas, y a los expedicionarios cinco desaparecidos en el mar, al ladearse inesperadamente el casco del buque "Fernando Poo", cuando ya se encontraban a bordo numerosos voluntarios que lo creían definitiva mente estabilizado. De los tripulantes que perecieron, unos se ahogaron al tratar de ganar la orilla a nado, otros fueron ametrallados en la lancha en que huían desde una falúa que el Ciudad de Mahón desplazó para perseguirlos. Pocos pudieron escapar alcanzando, a través de los bosques, la frontera del Camerún. El navío artillado conminó a rendirse al "Fernando Poo". Al no acceder la tripulación, le disparó varios cañonazos, uno de los cuales abrió un boquete en la banda de estribor. El barco se escoró y quedó totalmente acostado.

El resto de la epopeya fué un sencillo y marcial paseo. Ingresaron en la prisión todos los funcionarios en activo, los supervivientes del barco hundido, y unas cuantas personas más, caracterizadas en la colonia por un republicanismo más o menos tibio, pero desde luego nunca muy extremado y ardoroso.

Lo que sí resultó ardoroso fue el largo encierro. Amontonados en unos barracones, en condiciones climáticas tan desfavorables, con servicios higiénicos y sanitarios apenas elementales, desprovistos de ejercicio y de adecuada alimentación, la salud de los presos comenzó a quebrantarse, su estado físico a descaecer visiblemente. Y así un día aparecieron por Gando, derrotados, pálidos, con evidentes señales del estrago corporal que les había causado una reclusión que lindaba en infrahumana. Constituían un buen contingente, muy heterogéneo de composición, pero muy homogéneo en la solidaridad, en el buen espíritu. Venían funcionarios caracterizados: el tesorero de Hacienda, el jefe de Correos, el jefe de la Policía gubernativa, el comisario López García, pintoresco personaje, realmente detenido por error, pues no era ni chicha ni limonada, dependientes de la Curaduría, algunos profesionales, cultivadores y finqueros, escritores, un excelente poeta, etc. y la totalidad de la tripulación [del Fernando Póo].

(...) Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora.

lunes, 6 de febrero de 2023

De Palma a Las Palmas

No es un secreto: tanto la pasada Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, como la actual Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, carecen de sensibilidad al pasado colonial español o a que las fronteras españolas han cambiado en las últimas décadas, dejando por fuera de la aplicación de estas leyes a ciudadanía y territorios que vivieron en primera persona la guerra civil y sus consecuencias. En este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel, ya hemos incluido varios ejemplos como la presencia de Juan Fontán y Lobé en el callejero de Las Palmas o la del gobernador Faustino Ruiz en San Fernando.

Así quedaba recogido también por Adzubenam Villullas en el artículo La desconocida calle dedicada a Juan Fontán en Schamann publicado hace dos años en La Provincia-Diario de Las Palmas.

A finales del año pasado, el mismo periódico publicaba que Las Palmas de Gran Canaria se resiste a eliminar los restos de símbolos y vías franquistas: «El Consejo Asesor de la Memoria Histórica propuso eliminar diez calles: Batalla de Balaguer, Batalla de Teruel, Batalla de Brunete, Alejandro Mas de Gaminde, Juan del Río Ayala, Jesús Ferrer Jimeno, Alférez Provisional, Mario César, Juan Saraza Ortíz, María Paz Saez Tejera, Sargento Provisional, Francisco García Escámez y la plaza del comandante Ramón Franco. En esta lista no se incluyó, seguramente por un despiste, a Juan Fontán, criminal franquista que fue gobernador de Guinea entre 1937 y 1942».

Precisamente la edición de hoy, del Diario de Mallorca informa de la petición del senador Carles Mulet: «En las Palmas de Gran Canaria pervive la calle dedicada a Juan Fontán, golpista en las Palmas, "libertador" de la ciudad de Bata, gobernador de la Guinea Española, Jefe Provincial de FET y de las JONS y procurador en Cortes, lo cual vulnera el artículo 35 de la Ley de Memoria Democrática. Por ello se solicita al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, copia de las actas de las reuniones de sus órganos de Gobierno en los cuales se acuerda cumplir con esta ley y eliminar este símbolo»:

La polémica en Canarias por una calle al golpista mallorquín Juan Fontán llega al Senado
El militar atacó Guinea Ecuatorial en la Guerra Civil

El senador valenciano Carles Mulet ha realizado un requerimiento a la Cámara Alta sobre la existencia de una calle dedicada al golpista mallorquín Juan Fontán y Lobé (Palma, 1894- Madrid, 1944) en Las Palmas de Gran Canaria. La vía se encuentra en el barrio capitalino de Schamann, en la colonia diseñada en la década de 1940 durante los años más represivos de la dictadura. Fontán, capitán de artillería al inicio de la Guerra Civil, dirigió el ataque a la ciudad de Bata -Guinea Ecuatorial-, fue gobernador de la colonia del 37 al 42, jefe provincial de FET y de las JONS, procurador en las primeras Cortes franquistas y llegó a crear una milicia callejera en la capital grancanaria durante la II República.

Mulet, senador por designación autonómica de las Cortes Valencianas, remitió al Gobierno central en enero un requerimiento para recabar a la administración competente un informe sobre la existencia de dicha calle al vulnerar el artículo 35 de la ley de Memoria Democrática. «Por ello, se solicita al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria copia de las actas de las reuniones de sus órganos de Gobierno en los cuales se acuerda cumplir con esta ley y eliminar este símbolo», según refleja la petición.

La nueva ley de Memoria Democrática insta a retirar todos aquellos elementos que hagan referencias en callejeros, centros públicos o topónimos «de la sublevación militar y de la dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que la sustentaron, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial». En base a la ley anterior, Mulet requirió en 2020 a Puertos del Estado el cambio de denominación del Muelle Primo de Rivera del Puerto de Las Palmas; finalmente, el dique pasó a llamarse Pérez Galdós ese mismo año.

El senador del grupo parlamentario Izquierda confederal realizó el requerimiento tras conocer la existencia de dicha calle a través del colectivo Biafra, una asociación de Guinea Ecuatorial que se dedica a mantener viva la memoria histórica de la Guerra Civil y la dictadura franquista en la antigua colonial española -cuya independencia se produjo en 1968-. Ya en 2020 denunciaron dicha anomalía en el callejero de la capital grancanaria por vulnerar la anterior ley de memoria histórica.

A diferencia de lo que ocurre en la capital grancanaria, Juan Fontán no tiene ninguna calle en Palma, su ciudad natal. Este personaje ha pasado desapercibido y ha logrado sobrevivir en el callejero a las distintas revisiones de la nomenclatura franquista que se han realizado desde el primer ayuntamiento democrático.

Tampoco aparece en la última relación de calles que confeccionó una comisión de expertos en la pasada legislatura. Maxi Paiser señaló hace dos años que les faltó tiempo para conformar el listado. Por su parte, el historiador y exconcejal en esa etapa, Sergio Millares, indicó entonces que «desconocía» la existencia de una vía dedicada a Juan Fontán, pero que en cualquier caso considera que debería salir del callejero, «fue un criminal, vinculado a la represión de la guerra y la dictadura».

La relación de Fontán con la capital comienza tras la Guerra del Rif (1911-1926). Durante la II República fue presidente en la provincia de Las Palmas del partido Acción Popular, perteneciente a la CEDA. Organizó unas milicias callejeras y tras el golpe de Estado del 18 de julio se adhiere al bando sublevado. A los pocos meses fue designado como capitán para dirigir el ataque a la isla de Fernando Poo y la zona continental de Guinea Ecuatorial.

La expedición partió del Puerto de Las Palmas el 4 de octubre de 1936 con entre 500 y 800 hombres en el buque Ciudad de Mahón. Este se camufló, por lo que logró entrar en la bahía de Bata sin problemas y bombardear el Fernando Poo, embarcación que defendía la legalidad republicana en la antigua capital de la Guinea Ecuatorial. Muchos de los prisioneros que hicieron acabaron en el campo de concentración creado en Gando.

En 1937 es designado gobernador de la entonces Guinea española, puesto que ostenta hasta 1942. Pasa a convertirse en Director General de Marruecos y Colonias y procurador en las primeras cortes franquistas nominado directamente por el dictador. Muere en 1944. Precisamente, el colectivo Biafra achaca a su temprana muerte y el hecho de estar relacionado con la antigua colonia que su nombre haya pasado desapercibido hasta ahora en las calles de la capital grancanaria.


El artículo responde a otro previo desde Las Palmas publicado por La Provincia, con información similar, que se completaba con que «el senador de Compromís realizó otro requerimiento en diciembre para conocer cuándo sería retirado el escudo franquista de la portada de la Base Naval de Las Palmas. Defensa respondió que «desarrolla las actuaciones necesarias para cumplir de manera efectiva con la legalidad vigente en materia de memoria democrática». Carles Mulet considera "tremendamente grave que se burlen de esta manera de las Cortes puesto que la pregunta es bien concreta, ¿Por qué pervive este escudo? y ¿Qué medidas va a adoptar el Gobierno para retirarlo y en qué plazo?". "Sabemos que a la Ministra le parece muy bien su pervivencia, pero mantenerlo es ilegal", indica Mulet; el escudo inflige así las leyes de 2007 y 2022».

  • «En este periodo las fronteras del Estado eran diferentes, aunque en muchas ocasiones no se sea consciente de esto: no sólo territorios en Marruecos y el actual Sáhara ocupado eran posesiones españolas, también lo era Guinea Ecuatorial...». Si te interesa este tema, no te pierdas "Memoria y frontera...", de María del Mar Fernández Pérez.

jueves, 26 de enero de 2023

La no tan desconocida calle...

¿Recordáis el artículo La desconocida calle dedicada a Juan Fontán en Schamann de Adzubenam Villullas publicado en La Provincia-Diario de Las Palmas

Incluso en el sindicador de noticas de ASODEGUE-Asociación para la Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatoria se hicieron eco de la publicación.

El origen de la misma es una de nuestras etapas a lo largo del paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel, en la que tratábamos la presencia de Juan Fontán y Lobé en el callejero de Las Palmas.

No será el único caso, ya que tanto la pasada Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, como la actual Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, no son sensibles al pasado colonial español o a que las fronteras españolas han cambiado en las últimas décadas, dejando por fuera de la aplicación de estas leyes a ciudadanía y territorios que vivieron en primera persona la guerra civil y sus consecuencias.

Así lo hemos publicitado recurrentemente en nuestras redes sociales.



Poco a poco.... se va difundiendo, e incluso herramientas de divulgación colaborativa como la app Vestigios de la Guerra Civil, han georreferenciado esta calle (y otros muchos hitos, también ecuatoguineanos):


Es importante contarlo, ya que si en la historiografía consolidada se desconoce el bombardeo a la ciudad de Bata, es improbable que se sepa que el responsable de la "liberación" de la ciudad cuenta con una calle en Las Palmas de Gran Canaria. Sorprendente, si tenemos en cuenta que la represión en Guinea, durante la primera década tras el 19 de septiembre de 1936, pasa necesariamente por la trama canaria...: Sometimiento armado, nuevas autoridades, purgas, juicios, prisión y fusilamientos tendrán a Canarias como núcleo irradiador.


Se trata, en definitiva de un tema que la lejanía, la censura/autocensura de la postguerra, y el pacto de silencio unido a la posterior independencia han invisibilizado:


Así, que perseveramos...


Recientemente, publicaba La Provincia-Diario de Las Palmas en Las Palmas de Gran Canaria se resiste a eliminar los restos de símbolos y vías franquistas: «El Consejo Asesor de la Memoria Histórica propuso eliminar diez calles: Batalla de Balaguer, Batalla de Teruel, Batalla de Brunete, Alejandro Mas de Gaminde, Juan del Río Ayala, Jesús Ferrer Jimeno, Alférez Provisional, Mario César, Juan Saraza Ortiz, María Paz Sáez Tejera, Sargento Provisional, Francisco García Escámez y la plaza del comandante Ramón Franco. En esta lista no se incluyó, seguramente por un despiste, a Juan Fontán, criminal franquista que fue gobernador de Guinea entre 1937 y 1942».

Y hoy, nos ha llegado una inesperada respuesta:



Resulta un momento interesante, especialmente por que Juan Fontán es sólo un ejemplo: hay más, como el que señalábamos en El callejero y la memoria histórica deslocalizada referente a la calle dedicada al gobernador Faustino Ruiz en San Fernando.

Veamos en qué queda el requerimiento.

Por cierto, desde la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel resulta difícil precisar cuándo se aprobó el nombre de esa calle en Las Palmas. Pero tenemos nuestra hipótesis: la parcelación inicial de la finca familiar que inició en los años 30 Alfredo Schamann en la meseta alta de Las Rehoyas del desaparecido Ayuntamiento de San Lorenzo quedó truncada con la guerra. Al final de la primera mitad de los años cuarenta, después de la creación del Mando Económico de Canarias, la familia Schamann se anticipa a los propósitos de expropiación de suelo ofertándolo al ayuntamiento. Se inicia así el proceso de consolidación del barrio con la construcción pública de las primeras 56 viviendas unifamiliares del llamado grupo Generalísimo Franco que se entregarían en 1944. A veces olvidamos que el golpe de Estado de 1936, respondió también a lealtades personales, camaraderías cuartelarias, intereses económicos y vínculos familiares. Por ejemplo, el Capitán de complemento de artillería y abogado Francisco Hernández González (Franito): fue golpista, combatiente en la guerra civil... y cuñado de Juan Fontán Lobé. Fue Consejero del Cabildo entre 1936 y 1937, poco después de su cese, la Guinea Española recoge un viaje del gobernador Fontán con su esposa, acompañados por «el abogado don Francisco Hernández González, secretario particular del señor Fontán». Desde los 40 ejercerá como Concejal y Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Las Palmas («el alcalde accidental de la ciudad, camarada Hernández González», dirán los periódicos de la época) y en 1945 será nombrado Alcalde, cargo que ocupará hasta 1953. Eso ya nos da una horquilla temporal.
Dos notas curiosas sobre el cuñado de Fontán: el imprescindible blog "Memoria e Historia de Canarias" de Pedro Medina Sanabria reproduce algunas de actas de consejos de guerra en los que se involucra Hernández González (incluyendo el juicio al teniente Ayala). Éste cuenta también -como ilustre regidor- con su propia calle alcalde Francisco Hernández González en Las Palmas desde 1981.

viernes, 4 de noviembre de 2022

En Guinea, la mili y hasta loros

Recuerda Domingo Rodríguez en Pellagofio, edición de noviembre de 2013 de La Provincia que «En la escuela de nuestra infancia aprendíamos que, además de Ifni y el Sáhara, España poseía en África las denominadas provincias de Fernando Poo y Río Muni, colonias que con el paso del tiempo pasarían a denominarse Guinea Ecuatorial. Y de allí, de la Guinea, llegaban maderas. Y cacao. Y café. Y aceite de palma. Y plátanos, cocos y piñas "porque son dos provincias de suelo fertilísimo"; nos decían los maestros. Y así lo señalaba, además, la Enciclopedia de Grado Medio, único libro de texto que utilizábamos en el grupo escolar (además del Catecismo, claro). Llegaban también muchos loros susceptibles de ser malcriados por chiquillos mataperros, capaces de enseñarles palabrotas y otras ordinarieces. No era raro observar cómo de un balcón o azotea salían los sonidos inconfundibles de los papagayos, adquiridos a cambulloneros, traídos como regalo o como recuerdo de la estancia en la colonia africana de muchos canarios que hicieron el servicio militar en aquella plaza. Como quienes aparecen en esta foto, entre los que se encuentra Tomás Pérez Sánchez, canario del Carrizal de Ingenio que cumplió parte de sus siete años de servicio militar en la antigua colonia española, viviendo el desarrollo de la guerra civil desde aquel lugar tan alejado del campo de batalla peninsular, donde fue testigo directo del hundimiento de la motonave Fernando Poo».


martes, 18 de octubre de 2022

Requiem

Lo recogía el diario de Las Palmas Falange en su edición del 18 de octubre de 1939:

Misa de Réquiem por los Caídos de la Guinea Española

Por iniciativa del capellán y oficiales que pertenecieron al Batallón de Voluntarios Patriotas de Las Palmas, en la mañana del sábado último se rezó una misa en la parroquia de San Bernardo (San Telmo) en sufragio de los Caídos en la Guinea Española el 14 de octubre de 1936, día en que se incorporaron a la Nueva España aquellos territorios, por la columna expedicionaria canaria.

Ofició el citado capellán, don Manuel Rodríguez Falcón, y, entre los numerosos fieles que asistieron al piadoso acto, se encontraban la oficialidad que perteneció al Batallón de Voluntarios Patriotas de las Palmas, así como muchos compañeros y familiares de los Caídos.

El piadoso recuerdo, dentro de su sencillez, resultó muy emocionante.

La Patria les agradecía, remarcaba el periódico La Guinea española, por el sacrificio de sus vidas “que para siempre estarán al lado de los luceros eternos”.

Diario Falange de Las Palmas.
12 de octubre de 1938.





Voluntarios canarios
desfilando en el puerto de Santa Isabel

lunes, 26 de septiembre de 2022

Mi caballo murió

Razonábamos en El funcionario de Naciones Unidas que «no se trata de hurgar en viejas historias, sino de conocer mejor lo que pasó en el territorio ecuatorial. Y para eso... es esclarecedor conocer a sus protagonistas».

La figura de Juan Fontán ya la hemos tratado anteriormente, pero desconocemos al otro oficial (Edmundo Hernández Medina) que le acompañaba como lugarteniente en la toma de Bata

A través de El curioso alzamiento en Guinea del monárquico José Luis Vila-San Juan sabemos que:
... hay que subrayar que los elementos de la fuerza expedicionaria, a los que se esperaba como amigos, se comportaron en líneas generales, como ocupantes.
Inmediatamente después de una Misa de Campaña, que coincidió con la Fiesta de la Raza, el 12 de octubre de 1936, los canarios se hicieron cargo de cuanto significaba mando. Los presos, hasta entonces respetados, fueron maltratados y apaleados. Los que se habían sublevado (la gente de orden) tratados casi como "nacionales de 2ª clase" o "semirrojos".
Nada me han dicho en contra del Jefe de la expedición (el capitán Fontán). Sí, en cambio, respecto a otro oficial, al que apodaron "Mi caballo murió" pues siempre iba con una fusta de montar (¿o de pegar?) aunque no tenia caballo.
Puede decirse que hubo represalia. No cruenta, no como la de Badajoz, pero si saliéndose algo de la línea moderada que hasta entonces había prevalecido.
El gracejo popular recurrió en este caso a un conocido tango de moda en los años 30, muy festejado entre la tropa, para describir al capitán Edmundo Hernández Mediana ya que -según Donato Ndongo- «andaba siempre fustigando a su alrededor con un látigo, aunque no tenía caballo».



No hay mucha información sobre él, pero se entiende que había tomado parte activa del golpe de Estado en Canarias:

Así, por ejemplo participó en la sustitución de las autoridades republicanas, siendo designado el 4 de agosto por el Gobernador Civil franquista como presidente de la Cámara de Comercio y vicepresidente de la Junta de Obras del Puerto de Las Palmas [un inciso para entender la importancia de esta institución: ¿recuerdas el caso de Joaquín Masmano, y del comité de huelga del puerto, desaparecido en el viaje del 5 de septiembre del Dómine?].

Igualmente, en el portal de Pedro Medina Sanabria, se recoge el expediente de Alberto Hernández Suarez, brigada del Regimiento de Infantería Canarias número 39, en servicio de Jefe de la Guardia Municipal de Las Palmas en 1936.

En ese expediente, consta la declaración del propio Edmundo Hernández:
Que era el Jefe de las fuerzas, y, que obedeciendo ordenes de la comandancia Militar, se personó [el 30 de julio] en el domicilio del denunciante acompañado de varios subordinados.
Que previo consentimiento de la familia del mismo, y a presencia de ella se registraron minuciosamente todas las habitaciones.
Que en la sala de la casa se encontró una Biblioteca comunista; y que a presencia de la citada familia y de los subordinados que le acompañaban, se recogieron todos los tomos, se ataron con cuerdas, poniendo por fuera un papelito en que decían a quien pertenecían.
El brigada denunciante afirmaba en el expediente que la «biblioteca comunista» no era sino ejemplares de la colección Vida Nueva, y que en concreto un tomo «titulado el País de la bruma del autor Conan Doyle» tenía escondidas 5.000 pesetas de un premio de lotería, y que éstas le habrían sido robadas en el registro realizado «sin mandamiento judicial alguno» dirigido por «un paisano que tocándose con el gorro de cuartel ostentaba en el mismo las estrellas de Capitán».
Y pese a ser acusado inicialmente por desobediencia, tras su denuncia del robo del dinero, su acusación se modificará a auxilio a la rebelión (ver: Denunciante transformado en Denunciado), acabando finalmente condenado a muerte por un consejo de Guerra.

El brigada fue fusilado a las dieciocho horas del día 3 de octubre de 1936, en el Campo de Tiro Militar de la Isleta. Y -al día siguiente del fusilamiento- el capitán Hernández embarcaba como oficial del Batallón de Voluntarios Patriotas de Las Palmas.

Tras la caída de Bata, al igual que Fontán, asumirá la función de juez instructor en el encausamiento a los 150 coloniales (la tripulación del vapor Fernando Poo y los leales a la República en el territorio ecuatorial), hasta el traspaso de los expedientes a los tribunales Canarios y confinamiento en el campo de concentración del viejo Lazareto de Gando. Es el caso, por ejemplo, de la instrucción por "delito de rebelión" (sic) al guardia colonial Sebastián Nacarino Romero.

Nota social del diario Falange de marzo de 1938
Mientras tanto, en Canarias -ante la ausencia de su presidente Edmundo Hernández-, la Cámara de Comercio de Las Palmas aplazaba las elecciones para renovar reglamentariamente su directiva. 

Revisando la documentación accesible, su puesto en la gestora de la Cámara se mantenía todavía en mayo de 1938 (a su retorno de Fernando Poo), cuando se incorporaron nuevos miembros a la misma.

El boletín de la Cámara de Comercio resumirá el triunfo de la expedición canaria sobre la Guinea republicana con un lacónico «la tranquilidad es ahora absoluta».

lunes, 23 de mayo de 2022

El refugio ecuatorial

Recordábamos en Desterrado en Guinea, que el franquismo retoma la vieja tradición del destierro (con o sin prisión) peninsular, relegando a los condenados a las Posesiones Españolas del Golfo de Guinea. Se sucederán así sentencias de los Tribunales de Responsabilidades Políticas contra las supuestas disidencias (externas o internas).

El escritor y dramaturgo Ramón Mª del Valle-Inclán ponía -de hecho- en La Corte de los milagros la frase «¡Si está clavado, mujer! Son unos pillastres que debían estar en Fernando Poo» en boca de la reina Isabel II.

Sin embargo, razona Rafael de Mendizábal Allende en Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969) que «Guinea como las Islas Canarias, había sido lugar de destierro o confinamiento de revoltosos durante la insurrección en Cuba, al final del siglo xix, la Dictadura de Primo de Rivera -Unamuno- y la República en el siguiente y de refugio más o menos solapado de disidentes en el régimen nacido de la guerra civil...».

Es el caso de su amigo y asesor, el Dr. Beato: «En Burgos y en Madrid había recibido buenos consejos para conservarme sano en aquellas tierras. El doctor Vicente Beato, ginecólogo que había ayudado al nacimiento de mi hija Diana un año antes, residente durante dos "campañas" en la isla para escapar de los rigores de la guerra civil. (...) Estuvo en los Territorios Españoles del Golfo de Guinea dos campañas, cuatro años, entre 1936 y 1940, siendo allí Médico del Servicio Sanitario Colonial y Director del Dispensario Infantil de Santa Isabel».

No será el único. Ya ocurría antes de la guerra civil, que peninsulares como El Cejas o el poeta León Felipe se establecieran temporalmente en el territorio buscando distanciarse de problemas en Europa, e igualmente a raíz de la guerra civil veíamos otros casos.

Como por ejemplo en El fusilamiento de Matías López Morales, «cuyo padre -Matías López Rodríguez- se alistó a sus más de 50 años en el Batallón de Voluntarios enviado a Guinea en el Ciudad de Mahón, para evitar infructuosamente el fusilamiento de su hijo».

Juan Medina Sanabria en Isleta, Puerto de la Luz: campos de concentración  identifica otro más que os compartimos a modo ilustrativo:

Pelegrín Martín y Modesto Pernas,
guardias municipales de Telde en 1928.
Se trata del Modesto Pernas, guardia municipal de Telde desde finales de 1925 tras su licenciamiento como sargento.

Cuenta Medina que «en la mañana del Sábado 18 Julio 1936 llegan noticias sobre la situación en la Capital, así como órdenes del Gobierno Civil a la Alcaldía de Telde para que se procediera tomar las medidas precisas para garantizar el orden público, hacer frente al levantamiento militar y que por la Federación Obrera se convocara huelga general, reuniéndose muchos obreros en la plaza de San Gregorio (diversos ancianos entrevistados siempre decían plaza de Los Llanos), muchos con escopetas de caza y diversas pistolas, llevándose a cabo cacheos, detenciones, etc. en diversos lugares del término municipal. (...) Antes de las once de la mañana del citado día 19 Julio, llegan desde Las Palmas de Gran Canaria al Ayuntamiento diversas fuerzas afectas con el Alzamiento Militar, a las que se unen la Guardia Civil y Falange local (concentrados en el barrio de San Juan y San Antonio). Se toma la Alcaldía (dicen que solo hubo dos disparos sin desgracias personales) y una vez tomado el Ayuntamiento estas fuerzas siguen hacia el barrio de San Gregorio por la calle La República (luego General Franco). Antes de llegar a la plaza son tiroteados con fuego de pistolas y escopetas, siendo repelido dicho ataque con cerradas descargas de fusilería y pistolas. La concentración obrera se dispersa y huyen en desbandada, quedando más de una bala incrustada en la fachada de la Parroquia de San Gregorio. No hay por fortuna desgracias personales entre los obreros y la actuante fuerza nacionalista. Una vez sometidas las zonas urbanas de Telde proceden a la persecución y detención de los implicados en estos incidentes, dándose cuenta al Gobierno Militar la total pacificación del municipio».

Modesto Pernas es arrestado, y tras un periodo como detenido gubernativo (es decir, sin cargos pero privado de libertad por decisión de la autoridad) es puesto en libertad el 25 de junio de 1937. Fue afortunado, ya que el historiador Sergio Millares defiende que «la represión que el régimen franquista llevó a cabo en el municipio de Telde durante los meses próximo al alzamiento del 18 de julio de 1936 se saldó con la desaparición de al menos 25 vecinos de la localidad de los que nunca más se supo. (...) "El verano fue especialmente sangriento y no fue hasta mediados de 1937 cuando se dieron órdenes de no seguir con esta persecución"».

Se produce así su liberación, y poco después emigrará al territorio ecuatorial, en donde inicia una nueva vida, ya desvinculado de empleo en la función pública.

Todavía en 1942, el Juzgado de Instrucción de Telde le incoa un expediente, como supuesto vecino del municipio, y un años después, la Audiencia Provincial de las Palmas de Gran Canaria publica el sobreseimiento y el desbloqueo de sus propiedades estableciéndose la «libre disposición de sus bienes».

En su nueva vida ecuatorial, en 1951 La Guinea Española cuenta de festejos matrimoniales en Baney y de cómo contrajeron matrimonio «Conrado Bopa y Reginalda Sialo, siendo sus padrinos, D. Modesto Pernas y Dª Anita de Pernas» y en 1954 hay constancia de su condición de empleado de D. Juan García de Fistón.

En 1957, ya completamente asentado, el Gobierno general de Guinea, con informe favorable de la Asesoría Jurídica y de la Dirección General de Plazas y Provincias Africanas, publica la orden de concesión gratuita de terreno «a don Modesto Pernas Fraguio, un terreno de 30 hectáreas, al sitio denominado Las Coronas de Mueri (San Carlos), de la isla de Fernando Poo, dentro de los siguientes linderos: Norte, Luis Díes Latorre; Sur, Lucinda del Carmen Esteves García; Este, Inasa, y Oeste, Roselló y Lucinda del Carmen Esteves García».

martes, 26 de enero de 2021

La desconocida calle

¿Recordáis la entrada de El callejero y la memoria histórica?

El pasado 24 de enero, Adzubenam Villullas nos contaba en La Provincia – Diario de Las Palmas:



MEMORIA HISTÓRICA | LOS RESQUICIOS DE LA DICTADURA EN EL CALLEJERO

La capital [canaria] conserva una vía dedicada a Juan Fontán, quien fuera gobernador de la excolonia española de 1937 a 1942 | Participó en el bombardeo de la ciudad de Bata

El 4 de octubre de 1936 el buque Ciudad de Mahón partió del Puerto de La Luz y de Las Palmas con destino a Guinea Ecuatorial, a bordo iba un contingente de tropas que formaban parte del bando sublevado de la Guerra Civil. Diez días más tarde, la embarcación arribó frente a las costas de la excolonia española y tras un intenso bombardeo logró hundir el Fernando Poo, el cual defendía en aquellos territorios el gobierno de la República. El capitán de artillería Juan Fontán y Lobé (Palma de Mallorca, 1894-1944) fue uno de los militares que comandó el ataque. Con un destacado papel en la Guerra Civil y en los primeros años de la dictadura -entre otros cargos, fue gobernador de la Guinea colonial (1937-1942) y diputado en las primeras cortes del franquismo-, este mallorquín conserva una calle a su nombre en el barrio de Schamann de Las Palmas de Gran Canaria, un hecho que ha pasado desapercibido para las distintas corporaciones que han pasado por el Ayuntamiento capitalino.

“Al documentarnos para una de las entradas de nuestro blog empezaron a aparecer resultados en el buscador; una visita con Google Street View nos permitió confirmar que no era ningún error, en Las Palmas de Gran Canaria había una calle con el nombre de Juan Fontán”, señalan sorprendidos a este periódico los miembros del Colectivo Biafra, una asociación de Guinea Ecuatorial que se dedica a mantener viva la memoria histórica de la Guerra Civil española y la posterior dictadura franquista en el país africano -cuya independencia se produjo en 1968 tras siglos de colonización-.

Los del Colectivo Biafra siguieron investigando y descubrieron que el nombre de Juan Fontán seguía sin aparecer en la última revisión del callejero de la capital para borrar los últimos resquicios del franquismo. Maximiliano Paiser, uno de los miembros del Consejo Asesor de Memoria Histórica de Las Palmas de Gran Canaria que elaboró la lista de rótulos a modificar, ha reconocido a este periódico que desconocían “por completo” quién fue este militar mallorquín; “de haber sabido quien era lo habríamos incluido”, aclara.

El historiador Sergio Millares, concejal de Participación Ciudadana de la capital en la pasada legislatura, señala que “desconocía” la existencia de tal calle en la ciudad, pero en este caso sí conoce la figura del militar franquista. “Fue un criminal, vinculado a la represión de la guerra y la dictadura”, explica, “pero su nombre ha pasado desapercibido”, puntualiza. En opinión de Millares el rótulo de Juan Fontán debería incluirse en el listado de calles a ser modificadas. “Se trata de un ejercicio de oxigenación democrática, aquellos que tuvieron un papel directo en el aparato del franquismo, especialmente en su primera etapa, no tienen cabida en el callejero”, sentenció.

Bajo su mandato en la pasada legislatura (2015-2019) el Consejo de Cultura aprobó cambiar los rótulos de las calles Juan Saraza Ortiz -delegado del sindicato vertical en Las Palmas durante buena parte de la dictadura-, del Doctor García Castrillo, y del falangista Mario César; además de Sargento Provisional, Alférez Provisional, Calvo Sotelo y la plaza del General García Escámez. Esta última está situada muy cerca de la citada Juan Fontán, en Schamann. En cambio, aquellas que hacen alusión a batallas como la de Teruel, del Ebro o de Brunete decidieron mantenerlas, “pues allí lucharon y murieron personas de ambos bandos”, matiza Millares. 

Fuentes municipales de la concejalía de Cultura, que encabeza Encarna Galván, han asegurado a este periódico que la Mesa Técnica de Memoria y Patrimonio deberá “consensuar” la propuesta de retirada del nombre de Juan Fontán del callejero de la capital para después pasar al Consejo de Cultura, del que depende su aprobación definitiva. Este organismo municipal no se ha podido reunir en el último año por motivos de seguridad sanitaria por la pandemia; de hecho, todavía tienen pendiente ratificar la sustitución de Juan Saraza Ortíz, Doctor García Castrillo y Mario César por los nombres de la pintora Pilar de Lugo, la nadadora Pastora Martín-Fernández y la escritora Olivia Stone, respectivamente.

La pregunta para la mayoría de los capitalinos sería: ¿Quién fue realmente Juan Fontán? La ligazón de este mallorquín con Las Palmas de Gran Canaria comienza tras la Guerra del Rif (1911-1926), contienda en la que participó como teniente de artillería. Durante la II República fue presidente en la provincia de Las Palmas del partido Acción Popular, miembro integrante de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). Fue propietario del periódico Acción, cuyo primer número salió a la calle en abril de 1935. Este rotativo se editaba desde la imprenta del Obispado de Canarias y tenía como “postulados fundamentales” la religión y la patria, según detalla el Archivo de Prensa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

Fontán participó activamente de la política local durante la República, incluso, llegó a crear una milicia callejera para “oponerse a los desmanes de los que se llamaban republicanos”, según detalla el obituario que le dedicó el diario Falange a su muerte. Un artículo en el que destacaron de él su fidelidad al dictador. “Cuando se inició el Alzamiento nacional [golpe de Estado del 18 de julio] se incorporó inmediatamente”, precisa el texto. A los pocos meses de comenzar la guerra el mallorquín sería designado como capitán para dirigir la expedición a Fernando Poo (isla que forma parte de Guinea Ecuatorial), “con el objeto de que en aquellas posesiones no mandaran los rojos”, puntualiza el periódico falangista.

La travesía para atacar los territorios que conforman la actual Guinea Ecuatorial -por ese entonces única colonia española en el África subsahariana- partió el 4 de octubre de 1936. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuántas personas iban a bordo del buque Ciudad de Mahón; según los diferentes cálculos recogidos por el historiador de la Universidad de Huelva José Luis Bibang Ondo Eyang fueron entre 500 y 800 hombres.

“Los sublevados procuraron disfrazar la identificación del buque”, señala el doctorando Bibang Ondo Eyang en su artículo La Guerra Civil en la Guinea Española: un episodio quizá insignificante. Para ello le cambiaron el color y el nombre, pasando a llamarse Ciudad de Macao. Diez días más tarde de zarpar de Gran Canaria, el 14 de octubre, logró acercarse a la bahía de Bata, la capital de la Guinea española continental, todavía en manos republicanas. Su objetivo era el Fernando Poo, otro buque de Trasmediterránea convertido en cárcel para religiosos “y demás simpatizantes de los rebeldes”, indica el experto.

Debido al camuflaje, los republicanos creyeron que el barco estaba allí por otros motivos. “Tan pronto como se acercó el Ciudad de Mahón al Fernando Poo, disparó dos cañonazos contra este último”, señala el historiador. Estos causarían importantes daños en el casco del buque republicano, por lo que terminó por encallar y hundirse. Según los expertos que cita Bibang Ondo Eyang, el 90% de la población blanca de Bata huyó al Camerún francés al estar desarmados, por lo que los sublevados ocuparon así la ciudad.

Los restos del buque semihundido pudieron verse durante años en la bahía de Bata. En aquel ataque murieron nueve personas del bando sublevado y siete del republicano, según el historiador. Tras la toma de la zona, el Ciudad de Mahón zarpó para Santa Isabel -la actual Malabo, capital de Guinea Ecuatorial- con 50 prisioneros, destaca Bibang Ondo Eyang. Muchos de estos acabarían en el campo de concentración que los franquistas habían creado en el lazareto de Gando, junto al aeródromo de Gran Canaria.

Fontán permaneció en el país africano hasta mayo de 1937, momento en el que se incorporó al Cuartel del General Franco en la metrópolis colonial, donde prestó servicios hasta ser designado gobernador de la Guinea Ecuatorial, según subraya el obituario de Falange. Un cargo que ostentó hasta 1942. Pasa a ser nominado entonces Director General de Marruecos y Colonias y, por designación directa del dictador, procurador en las primeras Cortes franquistas. Finalmente, el militar falleció ejerciendo dicho cargo el 14 de julio de 1944. Durante su trayectoria llegó a escribir 13 obras sobre el continente africano y sus gentes, custodiadas ahora por la Biblioteca Nacional.

El Colectivo Biafra señala que “su temprana incursión a Guinea Ecuatorial y su fallecimiento a mediados de los 40 hace que se le haya olvidado”. Sin embargo, la asociación destaca que les resulta “extraño” que el Ayuntamiento de la capital grancanaria “haya mantenido la calle a un golpista que llegó a conformar una milicia en la ciudad durante la II República”.

“Nos faltó tiempo para seguir conformando el listado de calles a modificar”, subraya al respecto Maximiliano Paiser, miembro de la comisión que elaboró el último informe municipal. “Seguramente si analizamos en profundidad todo el callejero saldrán los nombres de este capitán y los de otros que no habíamos tenido en cuenta”, aclara.

Lo cierto es que en uno de los extremos de la calle Juan Fontán se encuentra el colegio Timplista José Antonio Ramos, centro que hasta 2013 se llamaba García Escámez, en recuerdo del general franquista jefe del Mando Económico de Canarias entre 1943 y 1946 y cuyas alusiones públicas están siendo borradas de la ciudad; de hecho, el Ayuntamiento ha anunciado que retirará el busto que hay en su memoria en la plaza homónima en Schamann.

El callejero de Las Palmas de Gran Canaria ha sido revisado en varias ocasiones. Con la llegada de la democracia, durante los primeros mandatos se cambiaron los nombres de las principales calles de la ciudad que hacían alusión a la Guerra Civil y la posterior dictadura. De esta manera, la calle General Franco pasó a ser la avenida Primero de Mayo, la plaza de la Victoria se convirtió en plaza de España, General Mola se rotuló como Mendizabal o la calle 18 de julio -fecha que conmemoraba el golpe de Estado- pasó a ser Quince de Noviembre; entre otras. Además, en 2017 bajo el mandato del socialista Augusto Hidalgo, la ciudad rindió homenaje a dos represaliados por el franquismo durante la contienda, el médico Manuel Monasterio Mendoza y el diputado Eduardo Suárez Morales, al rotular sendas plazas con sus nombres. Ambas están situadas en el Distrito Isleta Puerto Guanarteme. El Ayuntamiento también ha aprobado el cambio inminente de Juan Saraza Ortiz, Mario César y Doctor García Castrillo; en una segunda fase se modificarán otras como puede ser la plaza general García Escámez -cuyo busto situado allí también será retirado pronto-, para poder cumplir así con la vigente Ley de Memoria Histórica. | A. V.

Si te interesa este tema, puedes consultar por ejemplo:

lunes, 19 de octubre de 2020

Relatos de viajeros

Afirma José Luis Vila-San Juan en El curioso alzamiento en Guinea: «Muy poco, casi nada, se ha escrito sobre lo ocurrido en Guinea en aquellas fechas de julio de 1936 que conmovieron a toda España. Y Guinea, aunque distante y en África, también era España».

Comparte Moncho Núñez en los relatos de viajeros del Foro de Crónicas de la Guinea Ecuatorial, unas Breves Notas Históricas Guineanas:

19 de septiembre de 1936.- El Tte. Coronel Luís Serrano Maranges, Comandante Militar, firma en Santa Isabel, dos meses y un día después del 18 de julio, la adhesión de Gobierno General de Guinea al ejercito sublevado, declarando el estado de guerra, dando un plazo de cuatro horas para entregar todas las armas e indicando que todos los funcionarios que falten a sus obligaciones serán declarados reos de rebelión.
Firma por España y por la República.
Las autoridades de Bata permanecen leales al Gobierno de Madrid.
26 de septiembre.- A partir de esa fecha se empiezan a dar órdenes a los misioneros de reunirse en Niefang con la idea de trasladarlos al Cameroun. Tres días después se decide su traslado a Bata donde son alojados 17 religiosos en la casa Alena.
12 de octubre.- Desde el buque Fernando Poo, anclado en Bata, se cursa un telegrama a Santa Isabel ofreciendo el canje de los misioneros detenidos allí por los prisioneros republicanos detenidos en la isla.
13 de octubre.- Los misioneros son embarcados en el buque Fernando Poo.
14 de Octubre.- Son embarcados también en el Fernando Poo dos europeos, empleados de la casa Abascal.
Aparece en el horizonte el buque artillado Ciudad de Mahón, que venía desde Canarias a Guinea con fuerzas franquistas, y que al acercarse a la costa dispara por sorpresa tres cañonazos al vapor Fernando Poo, cuya tripulación estaba descargando sacos de arroz. Los disparos apuntan a la popa del buque, que era donde estaban los misioneros, y dan en la hélice y en el timón, ocasionando el comienzo de su hundimiento. Una cuarta granada disparada desde el Ciudad de Mahón entró por el ventanillo del camarote que ocupaban los misioneros causando la muerte instantánea del P. Acacio Ferraz, del Hº Angel Roig y del empleado de la Casa Abascal D. Félix del Hoyo, quedando heridos otros dos religiosos y el otro empleado de Abascal. Un trozo de metralla penetró en el camarote de enfrente e hirió a dos Hermanos en las piernas. Los heridos fueron el Hº Isidoro Gil, Hº Visctoriano Gutiérrez, y los Padres Pedro Iturriza y José Boixadera.
Los marineros del buque lanzaron una lancha al mar, disparando sus ametralladoras al Ciudad de Mahón y consiguieron llegar a la playa.
Al cesar los cañonazos subieron a cubierta los misioneros ilesos y vieron como se  acercaban las lanchas del Ciudad de Mahón con fuerzas a bordo.
El hundimiento del Fernando Poo significa el fin de la última resistencia de los republicanos de Guinea frente a los sublevados.
Los religiosos son embarcados en el Ciudad de Mahón para su traslado a Santa Isabel.
16 de Octubre.- Llega a Santa Isabel el Ciudad de Mahón procedente de Bata, donde había dejado un Destacamento de 200 Tiradores de Ifni. Venían a bordo unos 500 hombres.
19 de octubre.- Se celebran en la Catedral de Santa Isabel los funerales por las victimas del bombardeo realizado contra el Fernando Poo y el enfrentamiento posterior. Estos eran: Los voluntarios canarios Luís Rodríguez, sargento; Lorenzo Frías Cabrera; Juan M. Sánchez Martín; Fernando Santana Bautista y Antonio Suárez Navarro. Los Misioneros P. Acacio Ferraz, superior de Río Benito y el Hº Angel Roig y finalmente el Empleado de la Casa Abascal en Bata Sr. Félix del Hoyo.
21 de Octubre.- Muere en el Hospital de Santa Isabel el Hº Isidoro Gil, herido en Bata. 
Milicianos Voluntarios canarios del Ciudad de Mahón.

lunes, 10 de agosto de 2020

El relato por Juan Medina Sanabria

Los hermanos Juan y Pedro Medina Sanabria son fuente de inspiración e información para este paseo por la calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel.

El Blog de Pedro Medina Sanabria | Memoria e Historia de Canarias hace un trabajo constante de difusión, por lo que merece la pena bucear un rato por sus páginas.

Juan, a su vez, es autor de varias publicaciones. Destaca el trabajo Isleta, Puerto de la Luz: campos de concentración. En él, le dedica todo un capítulo a los 150 del campo de concentración del viejo lazareto de Gando, y presenta una relación de penados y sentencias. Os compartimos un extracto de la contextualización y desarrollo del conflicto en el territorio de la Guinea española:

Crucero ligero "Méndez Núñez" (modernizado). Hasta mediado de Septiembre 1936 el desconocimiento de su situación a bordo en relación con el levantamiento militar genera una total incertidumbre en la navegación de las aguas de Canarias desde la Guinea al estrecho de Gibraltar.
Situación anterior al levantamiento militar

A pesar de la distancia que los separa de la metrópoli, se vive un ambiente parecido al resto de España, incluso el periódico "El Defensor de la Guinea", de tipo colonial y atento sólo a los negocios materiales, a partir de 1931 hace constante propaganda republicana, y desde Febrero 1936, se convierte en el vocero del Frente Popular.
De esta manera se crearon conflictos y problemas que nunca habían existido en los territorios, viéndose como las tibias primeras medidas tomadas por el Gobernador General no llegaban a surtir efecto, obliga a una reunión de la Junta de Autoridades el 5 Junio 1936. Se promulga un Bando por el que se declaraba el "estado de excepción", que permite a la expulsión de dirigentes del Frente Popular, a los que se deporta y se ponen a disposición de la Audiencia de Las Palmas.
Estas situaciones obligan al Gobierno de la República, en respuesta a una llamada del Gobernador, a enviar a la Guinea un buque de la Armada, para calmar los ánimos y reforzar la autoridad española en estas tierras. Se designa el crucero "Méndez Núñez" al mando del Capitán de Fragata Trinidad Matres García, con una tripulación de 320 hombres.
Poseía las siguientes características:
- 6.140 tons. de desplazamiento.
- seis cañones Vickers de 152 mm.
- un cañón de 47,
- un cañón Armstrong de 76,2.
- cuatro ametralladoras del 7 y
- 12 tubos lanzatorpedos. 
Al inicio del alzamiento militar, ya se encontraba navegando por aguas al sur de Dákar, con rumbo Santa Isabel de Fernando Poó, donde llega el Domingo 19 Julio 1936, conociéndose ya en los territorios y a bordo el estallido del movimiento nacional. A su llegada, la dotación del crucero capta el interés y apasionamiento que los Oficiales mostraban oyendo a bordo las noticias que al respecto emite la única emisora española en la zona: "Radio Basilé". Comentaban las incidencias y pormenores sobre la actuación republicana para sofocar el levantamiento. Se decía que el Comandante y la Oficialidad eran, como la generalidad en la Armada, adictos a la causa nacional; la mayoría de los Subalternos, las Clases y la Marinería, eran leales a la República, estando muy politizados e influidos por la línea establecida por el Frente Popular. Se aseguraba que el "Méndez Núñez", según radio de su Comandante, promete unirse a las fuerzas nacionalistas en aguas de Canarias. Lo ciertamente documentado, es que el 21 Julio el Comandante del "Méndez Núñez", envía un radio al Ministerio de Marina en Madrid comunicando su propósito de salir el día 23 Julio con el Gobernador General a recorrer el territorio de las islas en viaje de una semana de duración; aprovecha la ocasión para pedir el envío de 300 tons. de carbón que necesita. Los planes que la Oficialidad pueda abrigar en relación con el destino de este barco se ignoran aún, aunque la estación de radio del crucero se encuentra absolutamente controlada por ella. La dotación parece inquieta y en actitud alerta. Un grupo de auxiliares, en el que lleva la voz cantante Juan Bautista Morales y Ramón Prado, consiguen sin grandes dificultades establecer contactos con los dirigentes del Frente Popular de Santa Isabel: "al que dieron cuenta de la situación de a bordo", y por este medio, utilizando de madrugada la emisora de la isla, se comunican con el Gobierno en Madrid. De improviso, ese mismo día 21, desde Madrid ordenan al "Méndez Núñez" el regreso a la Península. El Gobernador General no alcanza a entender el momento que se está viviendo y protesta airadamente. El barco no zarpa hasta el 24 de Julio. Para entonces, el 2°. maquinista Manuel Sierra Rivero, que se dibuja como cabeza de los Auxiliares y Cabos más politizados, consigue hacer llegar a Madrid, el siguiente mensaje: "UMRA (Unión Militar Republicana Antifascista) VIGILANTE. VIVA LA REPÚBLICA". Pero lo que ni él ni sus seguidores saben que vía Las Palmas y desde Cádiz seguramente a través de radios portuguesas, los insurgentes, por su parte, hacen llegar al "Méndez Núñez" su versión de la situación y su consigna:
"EJÉRCITO Y MARINA LEVANTADOS PATRIOTA LEVANTAMIENTO SALVADOR ESPAÑA 18 JULIO ALZAMIENTO TRIUNFANTE ESPERANDO CAÍDA MADRID HOY. STOP. AUXILIARES ESCUADRA Y FLOTILLA DESTRUCTORES SUBLEVARON BUQUES, DESTITUYENDO JEFES Y OFICIALES, ASESINANDO VARIOS.STOP. DETENGA PERSONAL RADIOTELEGRÁFICO Y TODOS LOS AUXILIARES SOSPECHOSOS, ADVIRTIENDO RESTO Y CABOS SERÁN FUSILADOS AL MENOR INTENTO, COMO LO HAN SIDO EN ARSENAL LA CARRACA. STOP. NO HAGA CASO ESTACIÓN RADIO MADRID, ÚNICA EN PODER DE LOS COMUNISTAS. STOP. VIVA ESPAÑA."
La travesía es lenta. Después de carbonear y hacer víveres frescos sucesivamente en Lagos (el día 25) y Freetown (el 28), llega a Dákar a primeros de Agosto, entre el 5 y el 7. A Dákar se llegó dos días después de lo debido - recordarán algunos de los hombres de la dotación - lo que motivó un incidente, entre la Oficialidad y el Comandante, al manifestar aquélla su extrañeza por semejante tardanza, contestando desabridamente el Jefe, diciendo que, como se le volviera a hacer objeto de otra advertencia semejante, ordenaría poner la proa hacia alta mar, hasta que se agotase el último resto de combustible. Los nervios, cuándo menos, estaban a flor de piel y la nueva orden que allí se recibe de Madrid no hace más que ponerlos a prueba; hay que regresar a Fernando Poó y nadie se explica esta orden aparentemente insensata. Pero si es verdad que el Comandante había prometido unirse a las fuerzas franquistas en Canarias, la sospecha de que tuviera la intención de hacerlo encontrándose tan próximo como ya se encontraba de estas islas, sería la razón por la que Madrid le ordenó retornar a la Guinea. Ya para entonces el alzamiento de los militares de Marruecos se ha convertido en una verdadera guerra civil que afecta a toda España, y en la que empiezan a intervenir además potencias extranjeras. El destino del último barco de la Flota está a punto de jugarse. Estamos ya a mediados de Agosto. Auxiliares, Cabos y Marinería del "Méndez Núñez" firman abordo una declaración de adhesión al Gobierno de la República. El Comandante y Oficiales dan largas para evitar que el comunicado sea radiado a Madrid, y en reuniones que mantienen con grandes propietarios de fincas de la colonia, llega a prepararse hasta la toma del crucero. El Gobernador General Sánchez Guerra llegará a tiempo con nuevas órdenes de Madrid, en el sentido de forzar al Comandante (padeciendo fiebres palúdicas) y Oficiales no afectos al Gobierno Republicano que resignen el mando. Son desembarcados casi todos ellos y puestos a disposición de su Autoridad; se fugarán pronto y con facilidad. A bordo quedan el contador Capitán de Intendencia Nicolás Jiménez Basso, el médico Manuel Loma Fernández, el Teniente de Navío Ángel Bona Orbeta y el Alférez de Navío Manuel Guarchs Rojano. A estos dos últimos, por ser los que menos desconfianza despiertan, se les entrega el mando; cuatro días después se encuentran de nuevo en Dákar, donde los citados Oficiales se escapan a nado, para reunirse con sus compañeros, en Las Palmas de Gran Canaria, el 23 Septiembre 1936, el mismo día que, por fin, arriba el viejo crucero "Méndez Núñez" a Cartagena, conducido por el contramaestre de víveres Juan Montiel Cerdá y el segundo maquinista Manuel Sierra Rivero como Oficial de Derrota. Durante su paso por los territorios del Sahara Español, por la aviación destinada en Cabo Juby-Villa Cisneros, se estuvo vigilando la zona en su búsqueda, con resultado negativo. Cuando se confirma la llegada del crucero "Méndez Núñez" a Cartagena, desaparece la incertidumbre que había con este "peligro", dado que su estancia en aguas del golfo de la Guinea y canario-africanas así como estar casi toda la Flota bajo control de la República, tenían muchas actuaciones nacionalistas a la espera de la línea que iba a seguir este último buque de la Armada, que tarda más de dos meses en definirse a favor del Gobierno de Madrid. Un simple estudio cronológico de los documentos obtenidos y publicaciones editadas sobre los hechos acaecidos en los territorios de la Guinea Española durante esta etapa, indica que desaparecido el peligro del crucero "Méndez Núñez" las actuaciones se precipitan. En menos de un mes, estos ricos territorios se incorporan a la causa nacionalista, pasándose por las siguientes situaciones:

Zona de las islas

El 5 Septiembre 1936 el Gobernador General de los Territorios de la Guinea Española, solicita a Madrid ser cesado de su cargo, siendo aceptada su dimisión el día 17 siguiente, marchando al extranjero. Queda designado para relevarle el Coronel de Sanidad de la Armada Estanislao Lluesma García, que repetía en el cargo. Y como podrá verse a continuación, no llega siquiera a trasladarse a la Guinea. Se fraguaba en la isla de Fernando Poó un levantamiento militar, bajo la dirección del Teniente Coronel Luis Serrano Marangues, Jefe de la Guardia Colonial, que se pronuncia el 19 de Septiembre 1936, con la lectura y publicación de un Bando, donde establece de manera rotunda, como únicas órdenes a acatar, las emanadas por el Gobierno de Burgos, no produciéndose ningún hecho trágico en la isla. Al igual que en los lugares donde triunfaba en estos momentos el alzamiento castrense, se procede a la detención de individuos afiliados al Frente Popular y los considerados, por razón de sus actuaciones y conversaciones, desafectos con el nuevo régimen.

Por su lejanía y la detención de los posibles enlaces con el Gobierno de la República, esta nueva situación se mantiene totalmente en secreto, no llegando la noticia a Madrid, con quién se mantuvo la comunicación durante mucho tiempo sabiéndose de esta manera datos sobre la llegada del buque "Fernando Poó", que sólo traía 20 fusiles y unas cuántas pistolas. Se consigue también que se situase en Duala (Camerún) 119.648 francos, divisas muy necesarias para el desenvolvimiento de la colonia. Esa comunicación se rompe porque Madrid averiguó que las Autoridades de Santa Isabel estaban al mismo tiempo comunicándose frecuentemente con Canarias.

Zona continental

Sobre estos territorios se tenía la soberanía española desde las mismas fechas que "Fernando Poó" y demás islas, confirmándose un real dominio en las negociaciones llevadas a cabo en el Paris en 1900, siendo Embajador de España Fernando León y Castillo, que tras un laborioso regateo con las grandes potencias coloniales (Inglaterra, Francia, Alemania, etc.) que se aprovechan de la situación de España - había perdido la guerra de Cuba y todas las posesiones americanas y Filipinas-, logra que sea reconocida nuestra soberanía en unos 25.000 Kilómetros cuadrados de la zona continental, una de las tierras mas feraces del globo, aunque sometido a un clima terrible, casi insoportable para los europeos. León y Castillo obtiene con su intervención el título de Marqués del Muni. Una vez logrado el 19 Septiembre 1936 la incorporación de las islas de la Guinea al Gobierno de Burgos, desde Santa Isabel de Fernando Poó se ordena, primero por medio de radio-telegramas, el cese de los Autoridades de la zona Continental, designando a personas afectas al levantamiento militar como nuevas Autoridades. No acatada esta orden llega a Kogo una pequeña fuerza que inicia de esta manera el levantamiento militar en la zona, llegándose hasta enfrentarse con armas al encontrarse los dos bandos; sofocada esta situación huyen los desembarcados hacia los territorios extranjeros limítrofes. De esta manera se frustra la ocupación militar a favor del Gobierno de Burgos, quedando la zona Continental a las órdenes de la República. Después de estos incidentes el Gobierno de Madrid ordena al correo del mes de Septiembre m/n. "Fernando Poó" (había salido el día 15 de Barcelona), que se dirija directamente a Bata donde llega el 30 Septiembre, siendo recibido en olor de multitudes. Al comprobarse que solamente traía 6 fusiles y una pistola, se produce un gran desencanto; no obstante, el cargamento de arroz y otros comestibles, mitiga la ya preocupante escasez de muchos productos de primera necesidad. La tripulación del buque correo estaba compuesta por muchos ácratas de Barcelona (afiliados a la C.N.T.), muy influenciada por las directrices del Frente Popular. Estos individuos junto con residentes en Bata, de parecidas ideas, proceden a recorrer el territorio; destituyen al personal y detienen a particulares afectos al Gobierno de Burgos. Otra de las medidas fue el desmantelar los establecimientos religiosos y 17 Misioneros, 7 Monjas y otros prisioneros son trasladados, en la noche del 12 al 13 de Octubre 1936, al buque "Fernando Poó", poniéndose guardia armada a las entrada de los camarotes donde estaban los detenidos.

Llegada de la motonave "Ciudad de Mahón"

La m/n.Ciudad de Mahón que, una vez artillada en Las Palmas de Gran Canaria, llega a la Guinea Española y después de un combate se hace con la zona continental, hundiéndose la m/n. «Fernando Poó» a consecuencia de las averías producidas por los disparos de dicho buque.


Al inicio del Alzamiento Militar se encontraba en el puerto de La Luz (Las Palmas de Gran Canaria), la moderna motonave de la CIA. Trasmediterránea "Ciudad de Mahón", de 1.550 tons. de registro bruto y unos 14 nudos de velocidad. Fue construida en los astilleros de Echevarrieta de Cádiz en 1931. Requisada desde el primer momento conservaba su tripulación civil. El Sábado 26 Septiembre 1936, justo tres días después de llegar el crucero "Méndez Núñez" a Cartagena, y por tanto desaparecida esta amenaza en aguas canarias y de la Guinea, ordena que sea armado "en corso" la m/n "Ciudad de Mahón". Se inician estos trabajos el día 27 en los varaderos de la Gran Canaria por personal del Grupo de Ingenieros del Ejército, que desmontan un cañón de 101,6 mm. del cañonero "CANALEJAS" (se instala en la proa del buque) y otro de 75 mm. del guardacosta "ARCILA"(en la popa). Queda su instalación terminada, así como diversas obras de acondicionamiento del buque para su nuevo cometido, en la mañana del Sábado 3 Octubre siguiente. Es puesta la m/n. "Ciudad de Mahón" al mando del Teniente de Navío Balén y en la madrugada del 5 Octubre 1936, con un Batallón de soldados (unos 600 hombres) y marinos a bordo, a las órdenes del Comandante Gonzalo Gómez Abad, sale para la Guinea donde llega en la mañana del día 14 siguiente.

A unos 2.000 mts. del puerto de Bata iza bandera francesa, siendo detectada su llegada por la tripulación del buque "Fernando Poó", que se despreocupan de su presencia dado que se encontraban desembarcando el cargamento de arroz traído desde la Península. A unos 1.000 mts. del puerto se iza la bandera del Gobierno de Burgos, intimidándose al buque republicano a través de la radio para que se rindiera, no recibiéndose contestación alguna. Se observa como el buque "Femado Poó" leva anclas y el humo de la chimenea delata la maniobra de las máquinas. El "Ciudad de Mahón" dispara dos cañonazos, que fueron largos deliberadamente, desplegándose la tropa sobre la cubierta del buque. Ante el silencio del buque se empieza a disparar al bulto. Uno de los proyectiles da en el costado de estribor, a la altura de la línea de flotación, y otro unos sesenta centímetros más arriba. Por la primera brecha empieza a entrar agua, viéndose una gran confusión a bordo del "Fernando Poó", donde se dispara contra el buque atacante, incluso se iza hasta una bandera blanca. Se acerca el "Ciudad de Mahón" a su presa, cuando se observa como vuelve la chimenea a vomitar humo a borbotones, lo que indica que se aviva el fuego dándose avante toda, buscando el "Fernando Poó" el abordaje por su mayor porte, siendo repelida esta maniobra con fuego de cañón, dando en el puente de mando y diversos lugares. Se incendia el buque y un proyectil entra en la cámara donde habían prisioneros y causa tres muertos: el padre Rvdo. Acacio Ferraz; el hermano Rvdo. Ángel Roix y el empleado de la Casa Abascal Félix del Hoyo. La metralla llega igualmente al camarote contiguo, donde son heridos los religiosos, hermanos Rvdo.lsidoro Gil (se le amputa una pierna y muere en el Hospital de Santa Isabel días después) y Rvdo.Víctor Gutiérrez. También padece heridas leves los Rvdos.padres lturriza y Baiseda. Desde la popa del buque se vuelve a disparar diversas veces contra las lanchas de la fuerza expedicionaria, siendo otra vez castigada la zona con fuego de los cañones, hasta que se logra la rendición total del buque, pasando parte de las lanchas con tropa a ocupar el
Diario Falange de Las Palmas.
12 de octubre de 1938.
navío. Desde diversos edificios y lugares del puerto se hacía fuego de fusilería, que obliga otra vez a utilizar los cañones contra los mismos y se nota como la gente salía por carretera hacia los territorios franceses limítrofes. Sobre las 18:00 horas, una vez sofocada y desaparecida la actividad bélica en la zona, se ordena trasladar tropas a la ciudad, procediéndose a descolgar más botes de ambos buque. Al llegar al agua las lanchas del "Fernando Poó", se produce más desequilibrio en el ya dañado buque, que se inclina violentamente hacia estribor y se va a pique en muy pocos minutos, tan pocos, que no hubo tiempo para salvar a cinco tripulantes y cinco componentes de la tropa encargados de los prisioneros y vigilancia del buque, que mueren todos ahogados. No se ha podido obtener los datos de los cinco tripulantes de la m/n. "Fernando Poó" fallecidos.
Los cinco voluntarios canarios ahogados fueron: Sargento Luis Rodríguez. Soldados voluntarios Lorenzo Frías Cabrera; Juan Sánchez Martín; Fernando Santa Ana Bautista y Antonio Suárez Navarro.

En los siguientes días se continúa con la ocupación del territorio, y el día 15 llegan a Kogo y Rio Benito, donde estaban cargando madera de okumen el vapor noruego "Lagos". Se apoderan de este barco y de su rico cargamento, poniéndose a bordo una tripulación de presa, que días después lo traslada a Santa Isabel de Fernando Poó. El viejo e irreductible colono republicano, Alejandro Torres García, fusil en mano, es el último que hizo frente a las patrullas nacionales que se hacían cargo de la zona continental, hasta que agotada la munición una bala lo mata en la selva, lo que hace ascender a un total de quince fallecidos en la toma de los territorios de la Guinea Continental. En días siguientes queda todo el territorio ocupado por las tropas del Gobierno de Burgos y detenidos los desafectos del nuevo régimen que no huyen a las colonias extranjeras limítrofes. Quedan estas tierras como un arsenal de preciosos recursos naturales para los alzados en armas, que posteriormente nombran al Capitán de Navío de la Armada Manuel Mendívil, nuevo Gobernador General.