Cuenta Gemma Mañá Delgado en La voz de los náufragos: la narrativa republicana entre 1936 y 1939 que «Casualmente existían lazos familiares entre el nuevo alcalde de Tenerife y algunos sublevados de Santa Isabel, por lo que el movimiento insurreccional no descuidó la situación en Guinea».
Pero, ¿quién era ese alcalde y de qué familiares se trataba?
Una vez más, el blog de Pedro Medina Sanabria será esclarecedor:
El 18 de julio de 1936, el Alcalde Republicano de Santa Cruz de Tenerife. José Carlos Schwartz Hernández es detenido en su casa, trasladado al edificio de Capitanía General (entonces Comandancia Militar), y luego conducido preso al Castillo de Paso Alto, de donde sería desaparecido el 2 de octubre de 1936.
Faltando a su honor, incumpliendo su firmada promesa de servicio y fidelidad a la República, desobedeciendo sus leyes, atacándola, en vez de defenderla con las armas, el Coronel Juan Vara Terán ocupa el Ayuntamiento, y al día siguiente, usurpando el puesto de Alcalde, se constituye en Presidente de la Comisión Gestora constituida
Precisamente, Juan Vara había sido anteriormente subgobernador en el territorio ecuatorial, como descubrimos a través de
Aquel 18 de julio de 1936 en Santa Cruz de Tenerife, que yo viví y recuerdo de Baltasar Pérez Bés:
En el año 1934 asciende a Coronel y pasa a la Guinea Española con el cargo de subgobernador de dichos territorios. A primeros de julio de 1936 llega a Santa Cruz, donde tenía fijada su residencia, tras recibir una licencia de dos meses por enfermedad y aprovecha su estancia en la isla, para participar en los inicios de la sublevación de los militares del día 18, en que le nombran Alcalde de Santa Cruz de Tenerife.
Es decir, se encontraba convenientemente en Canarias para sumarse a -dirá Gustau Nerín en "La guerra que vino de África"- la revuelta «a cargo de Franco, con el apoyo de su primo Pacón, del general Orgaz y del también africanista Juan Fontán (que durante la guerra ocuparía el Gobierno General de Guinea). Pacón dirigió la represión contra los izquierdistas que se resistían al golpe. Posteriormente Franco viajó a Marruecos en compañía de su primo para asumir el mando del ejército del protectorado. Orgaz se quedó controlando Canarias», y Juan Fontán -que según el historiador Ricardo de la Cierva también estaba emparentado con Franco-... zarpó con los voluntarios canarios al golfo de Biafra.
Juan Vara se mantendrá muy ocupado con la depuración de los empleados públicos municipales, y -como militar- participará igualmente en diferentes consejos de guerra.
Así, con todo, todavía tendrá tiempo de contribuir a los preparativos de la toma del territorio ecuatorial. A inicios del año siguiente, se resolverá su pase a situación de reserva por haber cumplido la edad reglamentaria para ello. Y al igual que a Juan Fontán, se le reconocerán los servicios prestados con una calle a su nombre, en su caso en el distrito 6, dentro de la urbanización conocida como Villa Benítez, a quien se le asignó esa calle en Santa Cruz de Tenerife por acuerdo municipal de fecha 18 de mayo de 1973.
Esa calle le ha hecho merecedor de un prolijo anexo del "Catálogo de Símbolos, Calles, Monumentos y menciones franquistas existentes en el ámbito territorial de Canarias", en el que se desarrolla su participación en el golpe de Estado y en la maquinaria de acoso y represión a los republicanos.
Serían por tanto tres, junto a Juan Fontán y Faustino Ruiz los gobernadores españoles del territorio ecuatorial con presencia en el callejero español y vinculación con el franquismo. Habrá más, seguro. También la tuvo por unos años en Montilla (Córdoba) su hijo predilecto Miguel Núñez del Prado. Pero al igual que en Santa Isabel, en donde la calle "Libertad" fue anulada por un "19 de Septiembre", en Montilla la franquista Comisión Gestora Municipal hizo desaparecer la calle "General Núñez de Prado", antigua "Fuente Álamo", con un "General Franco".
¿Seguimos? Para conocer a esos familiares en Guinea aludidos por Gemma Mañá, bastará con leer nuevamente a Baltasar Pérez Bés:
La mañana transcurrió tranquila, y por la tarde mi hermana y yo fuimos a la casa del Coronel de la Guardia Civil, D. Juan Vara Terán que vivía en la calle Campos, a visitar a su nieta Carmencita de nuestra edad, hija del Capitán de la Guardia Civil D. Enrique Pueyo del Val y una hija de D. Juan, recién llegada de la Guinea Española donde su padre había sido jefe de la Guardia Colonial.
Ese yerno, Enrique Pueyo del Val, ha salido un par de veces en este paseo por la calle 19 de septiembre de la vieja Santa Isabel: como Capitán de la Guardia Colonial participó junto a Juan Fontán como juez instructor en las causas abiertas tras la caída de Bata; entre otras, en la Causa 630 de 1936 de Fernando Poo o en la 521 contra el Frente Popular en Guinea.
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Relación documentada por Pedro Medina Sanabria de posibles defensores de los encausados tras la caída de Bata, en la que se excluye -entre otros- a Enrique Pueyo del Val por su condición de juez instructor. |
El historiador L.E. Tagores (que no destaca por sus simpatía a la II República), considerará al teniente coronel Serrano, jefe de la Guardia Colonial, y a su subordinado, capitán de la Guardia Civil, Pueyo, autores materiales del Alzamiento en Santa Isabel. De hecho, tras la toma del poder en Santa Isabel, ambos integrarán la Junta de Defensa Colonial Nacionalista (equivalente a la peninsular Junta de Defensa Nacional) junto a Carlos
Vázquez (Secretario General), Luis Ayuso Sánchez (Administrador Territorial de Santa Isabel,
Delegado del orden público y Jefe de la Movilización Civil) y Joaquín Gamir (Jefe de la Agrupación Nacionalista).
Por eso, y sin que tuviera consecuencias para Pueyo, desde Valencia el Consejo de Ministros decretó su cese el 21 de junio de 1937, firmando el mismo Manuel Azaña.
Al contrario que a su suegro, a Enrique Pueyo no se le puso el nombre en una calle (que sepamos), pero sí obtuvo la rehabilitación del título de Conde del Val en 1955, a cuyo nombre sí hay una calle en Madrid.