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lunes, 12 de abril de 2021

El caso del médico

En la entrada Libre de toda sospecha exponíamos el ensañamiento con que se castigó la lealtad a la República o la tibieza en el apoyo a los golpistas dentro de la función pública.

En algunos casos, además de la inhabilitación perdieron bienes, fueron desterrados, estigmatizados socialmente o cumplieron prisión (o todas ellas combinadas). Y en algunos, como el del Luis González Peña -el practicante de Fernando Poo-, la persecución acabó en fusilamiento

Por su claridad, rescatamos el caso de José Villaverde de Beitia, médico separado del Servicio Sanitario Colonial el 31 de octubre de 1938. Fue separado de su cargo por estimar que "por su conducta había de considerárselo contrario al Movimiento Nacional, como consecuencia de una información sobre actividades de la Masonería en la Colonia, practicada por un Juez Militar, que dio lugar a la resolución del Gobernador General de Guinea de 19 de octubre de 1938".

El Boletín Oficial del Estado en su edición del 8 de abril de 1947 publicó la Orden de 15 de marzo de 1947 por la que se resuelve el recurso de agravios promovido por don José Villaverde de Beitia, contra resolución de la Dirección General de Marruecos y Colonias de 20 de octubre de 1944.
En la orden se desglosan la sucesión de recursos inadmitidos o denegados que el Dr Villaverde interpuso por años para ser reincorporado, "comunicándose al interesado que, teniendo en cuenta los antecedentes suyos existentes en la Colonia y el informe del Gobernador general de la misma, la Dirección General estimaba que no procedía su reingreso en el servicio colonial".


Falleció 8 años después (3 de marzo de 1955), como médico de Tramacastilla de Tena, Huesca, sin lograr la rehabilitación pese a que el 3 de noviembre de 1945 se le incluyó en la lista de personas sobre las cuales "se ha dictado auto de sobreseimiento en sus respectivos procesos, y que por lo tanto han quedado exentas de responsabilidad, quedando alzadas cuantas restricciones de todo orden se les hubiera impuesto".

domingo, 1 de diciembre de 2019

Fallecimiento de Manuel Pérez Teira en prisión

La información sobre Guinea Ecuatorial es escasa y dispersa... y en lo que al golpe de Estado del 36 se refiere, éste se resume habitualmente en un par de anécdotas.

Sin embargo, razonaba Patricio Nbe en su viejo blog que «nunca se ha hablado entre los colonos de las ejecuciones de blancos peninsulares y españoles por parte de sus homónimos que parece ser que hubo en los primeros días de la guerra, ni siquiera de las batallas de la guerra civil en Guinea», como fue el fusilamiento de Luis González Peña.
Pero tampoco hay datos sobre los fallecidos en prisión (como Jaime Gay Compte)... o con motivo de su paso por ella como es el caso de Sebastián Nacarino Romero.

Pedro Medina Sanabria está realizando un gran trabajo para permitir el acceso a diferentes expedientes a través de su blog, y éste nos cuenta del Fallecimiento de Manuel Pérez Teira en prisión preventiva, durante el periodo de instrucción: tripulante (timonel según el 2º oficial Francisco Seguí Darder) del "Fernando Poo", no llegaría a ver los muros del campo de concentración de Gando. A Pérez Teira apenas le dio tiempo de declarar el 20 de octubre ante Juan Fontán, juez nombrado para el esclarecimiento de los hechos ocurridos en el vapor “Fernando Poo” el 14 de octubre de 1936, y pasado el mes de esa declaración falleció en Santa Isabel.

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[Oficio encabezado por el escudo republicano español, y membrete de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea]
109
Tengo el honor de informar a V.S. en contestación a su atento escrito de fecha de ayer, que el tripulante del “FERNANDO PÓO”, Manuel Pérez Teira, ingresó en este establecimiento, el día 24 de Noviembre del año próximo pasado, gravemente enfermo de Pleuresía, y falleció el día 1º de Diciembre siguiente, a consecuencia de emplema de la pleura del lado izquierdo, obrando el correspondiente certificado de defunción, en el Registro civil de este Juzgado Municipal.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Sta. Isabel 20 de Enero de 1936.
[Firma rubricada]
[Al pie]
Sr. Juez Eventual Militar, Don José González, Capitán.
en la Cámara Agrícola.

Cfr.: Archivo del Tribunal Militar Territorial 5.- 9342-297-21.- Causa 24 de 1937.- Folio 109.
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Salta a la vista que, en este documento, el año de la fecha debía haber sido 1937, y no 1936.
Lapsus calami típico del cambio de año.

lunes, 18 de noviembre de 2019

El caso del farero

En la entrada Libre de toda sospecha exponíamos el ensañamiento con que se castigó la lealtad a la República o la tibieza en el apoyo a los golpistas dentro de la función pública.

En algunos casos, además de la inhabilitación perdieron bienes, fueron desterrados, estigmatizados socialmente o cumplieron prisión (o todas ellas combinadas). Y en otros, como el del Luis González Peña -el practicante de Fernando Poo-, la persecución acabó en fusilamiento.

Por su claridad, rescatamos el caso de Juan Viñolas Puig (* Sant Feliu de Guíxols, Girona 28/11/1906 - ✝ Málaga 13/2/2001), torrero en excedencia en su plaza en el faro de la isla de Aire (Menorca) desde junio de 1935 como "supernumerario activo por haber pasado al servicio de la Dirección General de Marruecos y Colonias" y al que tardaron décadas en reintegrarle en su puesto tras la salida de Guinea. 

Éste solicita en febrero de 1937 el reingreso en el cuerpo y el gobierno republicano le destina a la suplencia de Girona. Terminada la guerra es expedientado por los ganadores. No es hasta el 18 de noviembre de 1953 en que tras "depurar la conducta político-social del Técnico-mecánico de Señales Marítimas don Juan Viñolas Puig" es readmitido con sanción al cuerpo. Todavía en 1959 se documenta su solicitud de levantamiento de la sanción de postergación, quedando la misma sin efecto, colocándole en el Escalafón en el lugar que le correspondía.

Como parte de las sanciones, fue sometido a diferentes traslados forzosos (lo que en la práctica supone un destierro de Girona), pasando por los faros de Portman (Murcia), Vizcaya y Málaga, acabando jubilado el 28 de noviembre de 1976 en esta última suplencia.

jueves, 29 de agosto de 2019

El caso del barbero

Razonaba Patricio Nbe en su viejo blog que «nunca se ha hablado entre los colonos de las ejecuciones de blancos peninsulares y españoles por parte de sus homónimos que parece ser que hubo en los primeros días de la guerra, ni siquiera de las batallas de la guerra civil en Guinea».

Es cierto; más allá del fusilamiento de Luis González Peña, resulta muy difícil rastrear a los desaparecidos, presos, represaliados o muertos, como tampoco sabemos de los dos soldados indígenas fallecidos en la batalla del río Ekukú.

La caída de Santa Isabel el 19 de septiembre daría lugar a lo que Lorenzo Bela definía con horror como «gran palabra tienen los blancos...» consternado al ver hasta una veintena de europeos detenidos -cosa nunca vista en la Colonia-. De esos veinte y su destino... tan sólo sabemos del tiro accidental que recibió el dueño del Chiringuito.

De igual forma que contábamos en La batalla y los Mártires y en La huida, que fueron 17 los muertos anónimos en el hundimiento del "Fernando Poo".

Esos 17 muertos anónimos están documentados sin muchos detalles tanto por la prensa republicana, como por la prensa del movimiento, ya que la propia "Gaceta de Tenerife: diario católico de información", en su edición del 21 de noviembre de 1936, recoge el relato y fotografías del tercer comandante del "Ciudad de Mahón": Ángel García Uzariaga cuenta que el "Fernando Poo" «rápidamente se hundió, pereciendo ahogados gran número de rojos, entre ellos el cabecilla de la subversión».



Acompaña la narración con una imagen del cuerpo en el agua, de «el cabecilla de los rojos que dirigía el tiroteo desde el "Fernando Poo", en cuya bodega quedó sepultado».

Igualmente, el Capitán Emilio Ley Arata, director de la Trasmediterránea, afirmaba el 12 de noviembre de 1936 en un artículo de La Prensa: «Los oficiales del barco casi todos son rojos. El oficial que se exceptúa de haber estado de parte de los marxistas es el señor Devesa, casado con una joven de Las Palmas, de familia muy conocida. El Capitán del Fernando Póo, don Antonio Pasaje Respeto (sic), estaba también de parte de los rojos. Resultó muerto en el accidente del Fernando Poo el primer maquinista Eduardo Selma, marxista.»

Tras el bombardeo de Bata se sucederán igualmente las detenciones y paseíllos.

Así, tras instruir diferentes causas, del África ecuatorial se deportarían 150 presos para el penal de Gando, entre tripulación superviviente del Fernando Poo, funcionarios y ciudadanos del territorio.

Pero pongamos un ejemplo concreto: El caso del barbero Caparrós.

Sabemos que existió, y que no es un personaje literario de Ángel Miguel Pozanco, ya que son varios los testimonios al respecto.

La crónica franquista otorga precisamente a Caparrós un papel protagónico: «Desde que llegó a Bata [el vapor Fernando Póo], su Comité de control, compuesto de elementos ácratas de Barcelona, que preside un tal Caparrós, se instala en tierra y asume todas las funciones gubernativas. La autoridad de Hernández Porcel está anulada».

El misionero Amalio Esteban asegura en la rectificación de su declaración que junto al motor del bote que le llevó preso al buque Fernando Póo se encontraba «el que llevaba una camisa especie de pijama, el barbero según las señas». Es decir, el barbero Caparrós no era una ficción de Pozanco.

Concuerda con el del grumete Juan Fernández Hermo, de la tripulación del Fernando Póo que declara al Tribunal Militar Territorial 5, en la Causa 24 de 1937, que «al oír el primer cañonazo se refugió en el oficio de 2ª con las camareras» y que «considera como elementos peligrosos al barbero Caparrós y a Antonio Tarí». O el el Médico Antonio Fuertes Villavicencio que se refiere a él en su declaración como «delegado de la F.A.I.».

Igualmente, el segundo Cocinero Fernando Barba Macero declarará a su vez que «el Comité rojo lo formaban el barbero Caparrós, Antonio Tarí, el cuarto Maquinista Filló, el marinero Calvo y el Engrasador Domingo López».

O el tercer oficial Jacinto Devesa Paredes, que «dice haber sido él quien puso la bandera blanca en el asta de popa [del Fernando Poo]», y que «considera el elemento más extremista del barco al Barbero Caparrós.(...) Sabe que andaban con fusil; Manuel Bauzá, Martorell, un cocinero y el barbero (todos desaparecidos)».

Resulta inquietante ese «todos desaparecidos» afirmado por el tercer oficial... especialmente porque la crónica franquista de la jornada recoge que «Desde las mismas lanchas se ordenó a la gente que aparecía sobre cubierta que levantase las manos. Momentos después los soldados estaban a bordo y se les rendían cuarenta tripulantes, entre los que figuraban el capitán Pasajes, el hombre primer oficial Muñoz y el radiotelegrafista Francisco Pérez y Caparrós, presidente del Comité del control».

En cualquier caso, otros desaparecidos fueron incluidos en el auto de procesamiento posterior como "ausentes", algo no que ocurre con Francisco Caparrós.

Francisco G. González, integrante del Batallón de Voluntarios Patriotas de las Palmas, publica la crónica de la toma de Bata en "El Nacionalista". En ella, le dedica un párrafo la ser detenido en el Fernando Póo por los expedicionarios: «Otro tipo tan repulsivo y de más mala entraña es el barbero de a bordo considerado como uno de los principales jefes y portador de cantidad de municiones, pistola y varias bombas. Este pobre iluso que para mayor infortunio suyo, tiene los ojos bastante torcidos, gozaba haciendo sufrir a todas aquellas personas que él consideraba como nacionalistas y por tanto destinadas al sacrificio». 

A su vez, Ángel Miguel Pozanco señala en "Guinea Mártir - Narraciones, notas y comentarios de un condenado a muerte" que Caparrós, del comité de a bordo, fue asesinado por los facciosos cuando el Ciudad de Mahón se dirigía a Santa Isabel:
Nos contaron la manera inhumana con que llevaron a efecto este asesinato los fascistas. Un moro, al conjuro de las palabras "éste, incomunicado", le segó la cabeza de un golpe de alfanje, después de haberle martirizado horrorosamente.
O como relata La Guinea Española en el primer aniversario de la "liberación" de Bata: «Al más cínico-acometivista- provocador y bravucón del Comité del Fernando Póo, tal vez por ser buen manejador de navajas barberas... en aguas mismas de Bata recibió su digno merecido: él que tanto se vanaglorió de que cortaría el cuello a los Padres».

Fueron 150 los presos "coloniales" hacinados en campo de concentración del viejo Lazareto de Gando... pero el barbero Caparrós, nunca apareció.

Imagen del campo de concentración del Lazareto de Gando en Gran Canaria
(Cortesía de Fernando Caballero Guimerá).
En "Los campos de concentración de Franco" de Carlos Hernández de Miguel.

martes, 3 de abril de 2018

Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas - 3 de abril de 1940 (I)

En el Boletín Oficial del Estado del 30 de julio de 1940, el TRIBUNAL REGIONAL DE RESPONSABILIDADES POLÍTICAS DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA publica las siguientes sentencias:

CONDENA

1Andrés Artieda Mentón o Metón (Industrial)Dos años de destierro de estos territorios y la multa de cinco mil pesetas
2José Lizcano Barco  (Oficial de correos)Doce años de destierro de estos Territorios v la pérdida total de bienes que posea el mismo en la Colonia
3Higinio Mazorra SeptiemQuince años de destierro de estos Territorios y la pérdida total de sus bienes en la Colonia
4Jesús Mazorra SeptiemExento de responsabilidades políticas
5José Manuel Vilella Sánchez (Comerciante)Tres años de destierro y al pago al Estado de la multa de setenta y cinco mil pesetas
6Ignacio García de Veas (Comerciante)Seis años de destierro de estos territorios y la multa de mil quinientas pesetas
7Luis González Peña (Practicante)Multa de cinco mil pesetas
8Manuel Alaiz PlazaDos años de destierro de estos Territorios y al pago de mil quinientas pesetas de multa
9Rafael Matamala Baeza (Droguero)Dos años de destierro de estos Territorios y la multa de dos mil pesetas

Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas - 3 de abril de 1940 (II)

En el Boletín Oficial del Estado del 11 de octubre de 1941, el TRIBUNAL REGIONAL DE RESPONSABILIDADES POLÍTICAS DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA publica las siguientes sentencias:

CONDENA

1Andrés Artieda Mentón o Metón (Industrial)dos años de destierro de estos territorios y la multa de cinco mil pesetas
2Rafael Matamala Baeza (Droguero)dos años de destierro de estos territorios y la multa de dos mil pesetas
3José Manuel Vilella Sánchez (Comerciante)tres años de destierro y el pago al Estado de la multa de setenta y cinco mil pesetas
4Luis González Peña (Practicante)multa, de cinco mil pesetas

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Indultos (previa condena)

La dictadura franquista vertebró su régimen represor mediante la promulgación de leyes especiales con un objetivo bien claro: continuar, ya durante la larga posguerra, la persecución de los contrarios o desafectos al Nuevo Estado, mediante incautaciones de bienes, sanciones económicas, reclusión, y si procedía, la eliminación física. La construcción jurídica de la represión política que siguió a las eliminaciones selectivas e indiscriminadas de los primeros momentos de la sublevación, se materializó por parte de los vencedores en un entramado institucional especializado y coordinado, para castigar y doblegar a los denominados enemigos de España, como los Consejos Guerra, la Ley de Depuración de Empleados Públicos, las Juntas de Incautación de Bienes, el Tribunal Especial contra la Masonería y el Comunismo, los Tribunales de Responsabilidades Políticas y, más cercano en el tiempo, el Tribunal de Orden Público. Todas las instituciones franquistas implicadas en la persecución política y social, en virtud de su minuciosidad, generaron una ingente masa de documentación, conservada en su mayoría.

A través del Portal de Víctimas de la Guerra Civil y Represaliados del Franquismo es posible identificar algunos indultos, otorgados tras pasar por la persecución y condena previa.
La arbitraria maquinaria de la represión, se solapará y contradecirá: los indultos llegaron tarde, no sin antes haber perdido bienes y propiedades, profesión, periodos de reclusión, destierro y/o exilio, escarnio público... y en algunos casos incluso tras haber fallecido, como el caso de Joaquín Mallo (el viejo alcalde de Santa Isabel), que falleció en el exilio, Luis González Peña (el practicante de Fernando Poo) o Matías López Morales, que fueron fusilados, Jaime Gay (comerciante), que falleció en prisión, o Alejandro Torres, que falleció con el fusil en la mano cubriendo la retirada de los que cruzaban la frontera tras la caída de Bata...

Expedientes de indultos, hay alguno más..., por lo que éstos sirven como ejemplo tras una búsqueda no exhaustiva:

Indultado

Población

Año Expte

Ansa Ancole, Mateo

Santa Isabel

 

Amestoy Nombela, Martín

 

1957

Arcos Hernández, Benigno

Río Muni

1942/1957

Ayala Larrazabal, Julián

Río Muni

1942

Brutinell Ridaura, Enrique

Río Muni

1966

Buelta Saura, Luis

Fernando Poo

1957

Cazorrán Gracia (o García), José

 

 

Costa Roca, Antonio

Fernando Poo

1957

Díaz, Francisco

 

1957

Ferreiro Salgado, Manuel

1960

García de Veas, Ignacio

Río Muni

1957

García Girón, Francisco

Fernando Poo

1957

García Villalba y Mollins, Ángel

1957

Gay Compte, Jaime

Fernando Poo

1957

González Casado, José

1957

González Peña, Luis

Río Muni

1959

Gonzalez Rodriguez, Constante

1957

Hinestrosa Montes, Francisco

Fernando Poo

1957

José Sáez, Ginés

Bata 

1940

Lloret Peral, Abelardo

Fernando Poo

1941/1945

Longueira Seijo, Francisco

1956

López Cano, Gabriel

1957

López Morales, Matías

1940/1958

Lozano Alonso, José

1956

Luque Vázquez, Manuel

Fernando Poo

1957

Mallo Castán, Joaquín

Fernando Poo

1959

Mantilla Henríquez, Pedro

Fernando Poo

1957

Martínez Moreno, Luis

Río Muni

1959

Marques Aceituno, Carlos

Fernando Poo

1957

Matamala Baeza, Rafael

Río Muni

1957

Mazo Muñoz, Luis

Río Muni

1957

Mazorra Septiem, Higinio

1948/1956

Miguel Pozanco, Ángel

Río Muni

1957

Montilla Henríquez, Pedro

1957

Moyano Ebela, María Luisa

Río Muni

Muedra Miñón, Félix

 

1944/1958

Nacarino Romero, Sebastián

Río Muni

1957

Padrón Melían, Francisco

1957

Pallares Rey, Jose

Río Muni

1957

Pérez Ballesta, Salvador

 

1957

Plata Calvert, Antonio

Río Muni

1957

Pozo Ariznavarreta, Raimundo

Río Muni

1942

Rey García, Generoso 

Fernando Poo

1957

Ruiz Jardín, Eduardo

Fernando Poo

1957

Ruiz, Ernesto

 

1957

Salbio Dutroy, Segundo

Fernando Poo

1957

Sánchez Navarro, Esteban

Fernando Poo

1957

Sánchez Pérez, Luis

 

1957

Serra Company, José

Río Muni

1956

Serrano Roldán, José

 

 

Trilla Torreguitart, José

 

 

Torres García, Alejandro

Río Muni

1957

Vilella Sánchez, José Manuel

1957

Vives Bonet, Laureano

1957

 


Campo de concentración
del antiguo Lazareto de Gando.
El blog "Memoria e Historia de Canarias" de Pedro Medina Sanabria recoge diferentes y variados
documentos de la represión en Canarias. Entre otros, la relación de Penas ordinarias conmutadas dimanadas de la Comisión Provincial de Exámenes de Penas de Las Palmas de Gran Canaria, encontrándose algunos de los republicanos guineanos condenados entre ellos, incluyendo algunos de los 150 del penal de Gando: "Llevábamos algunos meses en Gando cuando llegaron los detenidos en la Guinea española, que procedían de la isla de Fernando Poo y del territorio del Río Muni, a los cuales se habían incorporado los tripulantes capturados del vapor de la Compañía Trasmediterránea, llamado precisamente el Fernando Poo, hundido en las aguas del puerto de Bata. Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora."