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jueves, 19 de septiembre de 2024

El relojero de Cartagena


Según Rafael de Mendizábal Allende en Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969), el territorio servía no solo como castigo (como señalábamos en Desterrado... en Guinea), sino también como «refugio más o menos solapado...» de disidentes, pero también de aquellos que necesitaban distanciarse de conflictos.

No se libraron ni los brigadistas internacionales (no todos iban a ser alemanes de la Abwehr). 

La historiadora Blanca Calvo ha rescatado el caso de Otto Bruno Löbig, el relojero de Cartagena:

Hace unos meses, mirando el listado de "murcianos deportados" de Archivo General de la Región de Murcia me encontré un nombre alemán y como otra cosa no, pero soy rato cotilla, empecé a investigar.

Otto, viviendo en Cartagena, mi lógica me hizo pensar que era minero.
Pero no. Otto Bruno Loebig nació en enero de 1901 en Alemania, en las cercanías de Berlín . De sus primeros años se sabe poco. 
En 1915 fue aprendiz de relojero en Berlín. Tras la 1GM y la crisis, se fue a Holanda y luego a Francia donde empieza la militancia antifascista en la Legión Extranjera. Aquí pasó 5 años antes de irse a Madrid en 1925. 
Un año después se casa con Inocencia Naranjo Martínez y se instala en Cartagena donde abre una relojería.

 


Los años de la Guerra Civil son confusos. Mientras que la solicitud de asilo enviada en 1948 mantiene que durante la guerra fue relojero entre Galicia y Zamora, la documentación de archivo da otra versión: En el CDMH se conserva un documento de brigadistas internacionales heridos y hospitalizados entre los que figura Otto Bruno, comandante de la XI Brigada.

Durante la Guerra, su mujer Inocencia y el primogénito de la pareja, Emilio Juan de tan solo 5 años, buscaron refugio en Alemania con la madre y la hermana de Otto. En Godesberg nacerá, en 1936, Ingrid Sylvia Inocencia Lobig Naranjo. 

Tras la guerra, la familia regresa a Cartagena donde su papel como brigadista le supuso el ostracismo social y que su negocio sufriera diversos ataques.
Otto intentará sacar adelante su relojería, que encontró destrozada en 1939 . 
Fue detenido y permaneció en la prisión de San Antón Abad. Por su condición de ciudadano alemán solicitó ayuda al cónsul germano en Cartagena, Enrique C. Frike. 
Spoiler, un cónsul alemán en Cartagena no podía ser otra cosa que nazi por lo que no estaba muy por la labor de ayudar a un brigadista antifascista.
La respuesta literal que recibió Inocencia fue: "Él sabría que había hecho para acabar detenido".   
Por lo que en 1939, ante la imposibilidad de rehacer su vida en Cartagena por el acoso y la represión, la familia se traslada [en agosto con el vapor Plus Ultra] a Santa Isabel, Fernando Poo, donde Otto trabajará brevemente como comerciante. 
De su etapa en Guinea sólo se sabe que, de regreso a España en el barco Escolano, [éste fue interceptado por un submarino francés y obligado a entregar a un pasajero alemán que viajaba a bordo del vapor español. Así, Löbig] fue detenido por su condición de ciudadano alemán el 22 de noviembre de 1939 y enviado a la prisión de Casablanca. [Todavía el 9 de abril de 1940 el Embajador de España en París remitía una nota verbal al Ministro francés de Exteriores.]
En territorio francés [Löbin] pasó por distintas prisiones hasta ser deportado los campo de trabajos forzados Tiouine y Sussoni. De estos campos no se conserva casi información, pero se sabe, por su testimonio, que Otto tuvo problemas con los nazis internados por su posición antifascista 
En 1940, [con la derrota francesa por el ejército alemán, las autoridades colaboradoras de Vichy], le trasladan a Alemania donde sería encarcelado en Stuttgart y deportado en 1940 al campo de Welzheim como prisionero político por haber "realizado propaganda antinazi". 
Un año después acabaría en Dachau. ¿Su número? El 25.523

 

 

Otto lograría trabajo como relojero y mecánico de máquinas de escribir. Se puede intuir que, dentro del horror, tuvo una posición algo privilegiada ya que en 1942 le permiten recuperar de entre sus enseres una faja que necesita “para el dolor de riñones” . 
El 29 de abril de 1945. Sus únicas posesiones eran un sombrero, un par de zapatos, un abrigo, un blusón, unos pantalones, una camisa y unos calzoncillos. 
Tras pasar por Austria y Francia, logrará regresar, gracias a la Misión francesa de repatriación, a Cartagena el 9 de agosto de 1946.
En un documento de este año escribe en la casilla de nacionalidad: “alemán viviendo en el extranjero”; como dirección particular: “Barrio del a concepción, calle Casado 46, Cartagena” y como ocupación: “relojero y comerciante".
Y siempre antifascista, denunció “maltrato por parte de las SS y guardias, palizas, sufrimiento mental y problemas de estómago”. 
También figura por primera vez sus discrepancias con el Cónsul alemán de Cartagena y con la mujer de este; el matrimonio le condenó al ostracismo social tras la Guerra Civil y le acusaron de ser judío. 
Disclaimer. El único artículo "periodístico" que hay sobre él describen a Otto como un acérrimo nazi. Dicho artículo solo presenta como fuentes "lo que me dijo mi suegra". 
Para volver a Cartagena facilita tres contactos que avalarán su regreso a España: Don Augusto Siljeström, cónsul sueco en Cartagena; el joyero Don Cayetano Naranjo y el propietario del Bar Chiki, el señor Ortuño. 

Otto fue un antifascista en francia de entreguerras, brigadista internacional, deportado a campos argelinos, a Dachau. Pasó por la cárcel de Cartagena. Y durante años su figura ha estado en el olvido.
Otto regresó a Cartagena el 9 de agosto de 1946 gracias a la ayuda de la Misión de reparación francesa. El 23 de agosto de 1946, 14 días después de su regreso, escribe una misiva a la Comisión Interaliada de la Embajada Alemana en Madrid con el fin de exigir una indemnización por el tiempo deportado como prisionero político y por la pérdida económica que dicha deportación provocó en su negocio de joyero. 
En total solicita una indemnización por los 2.500 días pasados en campos de concentración nazis, aliados y enfermedades contraídas, a razón de 100 dólares por día. 
Justifica esta petición explicando que “esta cantidad no es mucho por el sufrimiento moral y physico (sic) durante tantísimos años y la importancia de mi negocio y que es de justicia esta indemnización”. No recibió respuesta.
 
Podemos intuir que su regreso a España fue complicado pues, pese a ser liberado de Dachau, fue investigado por el gobierno alemán siguiendo el protocolo que evitaba la fuga de antiguos nazis. 
La burocracia fue lenta y Otto tuvo que esperar hasta el 4 de noviembre de 1946 para que gobierno civil de Múnich confirmase su presencia como deportado en el campo de concentración de Dachau, había pasado más de un año desde la liberación de dicho campo. 
El regreso a España, una España franquista, opuesta a los ideales por los que había luchado toda su vida, no fue sencillo. Acosado por vecinos, vigilado por la Político-Social (“abren y censuran mi correo”) y se le prohibió trabajar con joyas. 
En la misiva de agosto de 1948 se señalará como principal culpable de este hostigamiento a la viuda del cónsul alemán en Cartagena .
 
En 1948 volvió a mandar una carta pidiendo ayuda económica, en esta ocasión el destinatario fue la American Joint y en ella solicitará, por su condición de desplazado, un préstamo retornable en 5 años para poder migrar a Caracas y establecer allí su negocio de joyero. 
En este documento, fechado el 15 de abril, explica como tras su regreso no hizo más que encontrase “por parte de la Autoridades todas las imaginarias dificultades” y como tras “no haber recibido las autorizaciones necesarias para poder desarrollar su negocio” decidió “emigrar” 
tras pasar 23 años en España. En 1948 escribió en perfecto castellano que su deseo no era otro que empezar en un país democrático y libre con sus hijos. Finalizó la misiva con un “ruego al ETERNO para que les conceda una vida larga en bien de la humanidad y la democracia”. 
Como preparación a este exilio la familia se instaló en Santa Cruz de Tenerife donde en 1947 nacerá la tercera hija del matrimonio Canary Alicia. Su nombre figura en una petición de exilio enviada en 1948 a PCIRO (Comisión internacional de ayuda a los refugiados). 
La America Joint reenviará la misiva a la Comisión Internacional de Ayuda para los Refugiados . En la documentación que presenta apenas aporta información sobre su actividad en la Guerra Civil, solo da una vaga descripción de su presencia en Zamora; en cambio, detalla con precisión su estancia por distintas prisiones y campos de concentración nazis: “Entre 1940 y 1945 prisionero y deportado en Dachau. En 1945 estancia en Brego, entre 1945 y 1946 en París y Sete, antes de regresar a Cartagena.” 
En Julio de ese año la Comisión Internacional de ayuda a los Refugiados solicita a Otto información concreta sobre su actividad entre 1920 y 1948. En agosto la American Joint considera que en su testimonio hay lagunas, que su currículo es confuso en cuanto a su condición de judío: señalado como tal por María Luisa Oliva Gutiérrez, esposa del cónsul alemán en Cartagena. Durante su estancia en los campos de concentración en Marruecos y Argelia temió que la pronunciación francesa de su apellido, Levi en vez de Loebig, le acarrease problemas con otros alemanes internados en Argelia. Los americanos proponen su repatriación, es decir, el regreso a Alemania en vez del pasaje a Caracas. 
La noticia se le comunica en septiembre de 1948, no se conserva la respuesta de Otto.
Paralelamente, Otto había logrado el 2 de abril los certificados necesarios para migrar a Venezuela 
Decidió esperar a julio para que sus hijos acabaran el bachillerato y pudieran seguir sin problemas sus estudios en el nuevo país. Mientras tanto Otto planeaba vender todos sus bienes y lograr un préstamo que le permitiera sufragar el gasto del viaje e instalarse en Venezuela . 
En este momento se pierde la pista de Otto y su familia. Una familia que en 1948 se encontraba en Santa Cruz buscando desesperadamente ayuda económica para los pasajes de barco y el inicio de una nueva vida en Caracas. 
Una nueva vida que le permitiera criar a sus tres hijos: Emilio, Ingrid y Canary Alicia en un país democrático. 
En abril apareció la mágica que suele acompañar a estas investigaciones. Logré localizar al nieto de Otto y aunque en principio estaba reacio por miedo a otro artículo difamatorio.
La familia llegó a Caracas y se estableció con cierto éxito. 
Otto es descrito por su nieto como "rosacruz, masón y superviviente de un campo de concentración".
Otto falleció de un ataque al corazón en Maiquetía, Venezuela, el viernes 28 de enero de 1977. 
Volvía de un viaje a Egipto donde solía ir a comprar material para su comercio de joyería. Fue enterrado el 30 de enero en el cementerio del Este de Caracas. Tenía 76 años. Carlos Andrés Pérez, en aquel momento presidente socialista de la República de Venezuela, 
envió una corona de flores y una nota de pésame. Este gesto le aleja, de nuevo, de la visión dada por un periodista en 2016, la de un ciudadano alemán simpatizante del nazismo.

El comerciante Otto B. Löbig y su paso por Dachau, se suma al del fernandino estudiante de medicina Carlos Grey Molay y al maderero Fernando Fernández Lavín (ambos en Mauthausen), al corisqueño electricista José Epita Mbomo (Neuengamme), al cartero de Bata Isidro Álvarez (Laufen) y a Manuel Cuenca Vázquez (Buchenwald), Jefe del Servicio Agronómico de Fernando Poo.

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