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martes, 30 de octubre de 2018

Se crea el Sindicato Vertical

El 1 de noviembre de 1954 se publica en el Boletín Oficial del Estado el DECRETO de 26 de octubre de 1954 por el que se reconoce con personalidad jurídica de Corporación de Derecho Público al Sindicato Vertical de Alimentación y Productos Coloniales de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S.


Sobre el tema sindical en Guinea Ecuatorial, Comisiones Obreras realiza el siguiente análisis en Trabajo y libertades sindicales en Guinea Ecuatorial, :

4. EL MOVIMIENTO SINDICAL EN GUINEA ECUATORIAL 

El carácter autoritario de todos los regímenes políticos que ha sufrido Guinea Ecuatorial desde la colonización ha dificultado el ejercicio del derecho de sindicalización de sus ciudadanos. Durante la colonia, el gobierno colonial franquista no reconocía el derecho de asociación, y en consecuencia hasta la década de 1960 no existió ninguna organización de trabajadores para la reclamación de sus derechos. Sí se fomentaron, sin embargo, las cooperativas agrícolas de pequeños productores para el cultivo del cacao. Desde 1936 existía un denominado Sindicato Maderero de empresarios, que defendía los intereses de los productores y compradores españoles. La legislación metropolitana española sólo concebía la existencia de un sindicalismo “vertical”, que reunía a empresarios y trabajadores en una misma organización. Sin embargo, como tantas otras instituciones metropolitanas, ésta no se extendió en la colonia. El primer intento de organización sindical independiente se produjo en la época tardocolonial y en el exilio, con la fundación en 1959 de la Unión General de Trabajadores de Guinea Ecuatorial. La UGTGE mantenía vínculos con el partido nacionalista anticolonial MONALIGE. Este sindicato obtuvo cierta libertad de acción durante la apertura política que supuso el régimen de Autonomía, establecido durante los últimos años de presencia colonial (1965-1968). En esta época tuvo lugar además la primera huelga de funcionarios de la Administración, en 1966, con la exigencia de una equiparación de salarios entre africanos y europeos. Tras la independencia, el carácter extremadamente autocrático y represivo del nuevo gobierno, la disminución drástica de las empresas que operaban en el país y las condiciones de pobreza de la población, dedicada mayoritariamente a actividades de subsistencia, impidieron la organización y funcionamiento de sindicatos. En los ámbitos internacionales, tampoco se prestó mucha atención a la situación que se vivía en Guinea Ecuatorial. Sólo en octubre de 1980 la Conferencia de Unión Sindical Africana (Mogadiscio), aprobó una resolución en la que se pedía que “el gobierno de Guinea Ecuatorial tomara las medidas necesarias para restaurar el funcionamiento normal de los sindicatos, en conformidad con las disposiciones de la OIT”. Con el gobierno establecido por Obiang Nguema tras el golpe palaciego contra su tío, continuaron sin respetarse los derechos de los trabajadores, incluido el de asociación y de libertad sindical, a pesar de que en 1981 Guinea Ecuatorial se adhirió a la OIT. Sólo tras los cambios políticos que conllevaron la reforma de la constitución en 1991, se abrió la posibilidad legal de organizar sindicatos en el país, aunque la Ley Fundamental no recogiera explícitamente este derecho (véase recuadro 3). La Ley sobre Sindicatos y Relaciones Colectivas de Trabajo de 1992, redactada con asesoramiento de la OIT, reguló por primera vez este derecho; en 1999 fue modificada por la ley 6/1999. A pesar del reconocimiento legal de la libertad de sindicalización, existen varios obstáculos para la aparición en Guinea Ecuatorial de sindicatos libres. El primero son las dificultades que establece la misma ley, al exigir un mínimo de 50 trabajadores de un mismo sector. Ello es contradictorio con la realidad del país, ya que la mayoría de las empresas son de tipo familiar y dimensiones reducidas. Además, el artículo 6 excluye de la ley al sector público, a pesar de que éste ocupa del 25 al 40% de los trabajadores asalariados del país. La misma ley prevé una normativa especial para los funcionarios y demás trabajadores públicos, que aún no se ha aprobado. El segundo obstáculo a la aparición de sindicatos es la aplicación restrictiva de la ley, que ha llevado a la denegación de la legalización de la mayor parte de las propuestas presentadas desde principios de los años noventa. En 2005 se ha presentado ante la OIT una queja contra el gobierno de Guinea Ecuatorial por violación de la libertad sindical, denunciando los obstáculos burocráticos, incluidos los del mismo notario de Malabo, a la legalización de dos sindicatos. Además, los promotores de estas propuestas son objeto de prácticas de intimidación por parte de las fuerzas de seguridad. Por último, la estructura del ámbito laboral en Guinea Ecuatorial, con una gran mayoría de trabajadores en el sector informal, dificulta la organización de sindicatos en el sentido más clásico. No obstante, el único sindicato legalizado funciona precisamente en este sector, como veremos más adelante. La labor de los sindicatos en Guinea Ecuatorial se ve muy entorpecida, en primer lugar por el carácter clandestino que deben asumir sus actividades. En segundo lugar porque dos de los principales instrumentos de presión de los trabajadores, el derecho a la huelga y la negociación colectiva, no tienen efectividad alguna. Por último, a causa de la persecución y represión policial y la discriminación laboral a la que se ven sometidos los sindicalistas, quienes reciben el mismo trato que los opositores políticos. La situación del derecho de sindicalización en Guinea Ecuatorial ha sido denunciada en repetidas ocasiones por la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOS). La situación de los sindicatos se agrava en ciertos sectores económicos, como es el de la industria petrolífera. El control que ejerce el gobierno a través de las agencias intermediarias de contratación, y el interés de las multinacionales por evitar la organización de reivindicaciones de sus trabajadores, se aúnan para impedir que exista ninguna iniciativa en este sentido. En general, las organizaciones guineanas con pretensiones sindicales tienen muy baja capacidad de movilización, y todavía carecen de efectividad en la defensa de los derechos y condiciones laborales de los trabajadores.

4.1. Iniciativas sindicales en Guinea Ecuatorial 

En 1990 se creó la Unión Sindical de Trabajadores (UST), que ha venido trabajando en la clandestinidad debido a las recurrentes negativas del gobierno a su legalización. La UST está vinculada al partido socialdemócrata Convergencia para la Democracia Social (CPDS), a través de su Secretaría de Acción Sindical, cuyo programa incluye la necesidad de una democratización de las estructuras políticas del país para una efectiva defensa de los derechos de los trabajadores. Los derechos laborales son, por tanto, reivindicados como parte de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Para el principal partido de la oposición interna, “[dadas] las condiciones actuales de lucha por los derechos de los ciudadanos y de los trabajadores (...) sigue siendo absolutamente necesario que UST encuentre en CPDS la fuente de su acción e iniciativa”. Según la UST, su proyecto sindical consiste en desarrollarse autónomamente en varios sectores, como la educación, los servicios, los transportes o las actividades agropecuarias. Una vez legalizadas varias organizaciones de rama, consideradas como federaciones del sindicato, se pretende convocar un congreso fundacional del sindicato. En este sentido, la UST ha dedicado gran parte de sus actividades a procurar su legalización de acuerdo con las normas vigentes en el país, así como la legalización de otros sindicatos, como el Sindicato Independiente de Servicios (SIS) o la Asociación Sindical de Docentes (ASD). La UST apoyó en 1991 una huelga de funcionarios locales del PNUD de 48 horas, lo que dio lugar a un aumento salarial del 25%. En diciembre de 1992 y principios de 1993, también apoyó la huelga indefinida de profesores del Instituto Rey Malabo, provocada por la expulsión de varios docentes, que motivó una represión brutal por parte del gobierno: “se detuvo y se torturó a políticos, profesores, sacerdotes, estudiantes y otros ciudadanos sin otra justificación que la de amedrentar a todo aquel que pueda pretender criticar la caótica situación del país”. Además, se expulsó a 27 profesores del Instituto. En septiembre de 1993 y marzo de 1994, debido a la brutal represión del año anterior, fracasaron sendas convocatorias de huelga de los trabajadores nacionales de la ONU en Malabo y de la Administración pública, en reivindicación de una subida de los salarios que los ajustase a la devaluación del Franco CFA. El Sindicato Independiente de Servicios (SIS) se constituyó ante notario en enero de 1996, con el objetivo de defensa y mejora de las condiciones de los trabajadores del sector terciario. A pesar de cumplir con todos los requisitos exigidos en la ley, y de la presión ejercida desde la CIOSL solicitando su reconocimiento legal, el gobierno le denegó personalidad jurídica. “En su grupo promotor había unas 80 personas provenientes de la hostelería, correos y comunicaciones, tanto del sector público como privado. El gobierno forzó el despido de varios promotores y negó el reconocimiento a la organización argumentando que varios de ellos eran funcionarios. El SIS recurrió dos veces, pero no logró su legalización”. Por su parte, la Asociación Sindical de Docentes (ASD), constituida en 1998, agrupa a maestros y profesores de enseñanzas primaria, media, profesional y superior, tanto en el sector público como el privado. El gobierno rechazó su solicitud de reconocimiento alegando que agrupaba a funcionarios del Estado y que no estaba aprobada todavía la ley que debería regular la constitución y el funcionamiento de sindicatos dentro del sector público. En el ámbito de la educación privada, la cooperación internacional ha sido objeto de reclamaciones de los trabajadores. En marzo de 1999, 111 maestros y profesores de los centros integrantes de la Asociación de Centros Católicos de la Enseñanza de Guinea Ecuatorial (ACCEGE), financiada por la cooperación española, dirigieron un manifiesto a la presidencia de esta asociación, denunciando las diferencias salariales entre españoles y guineanos y reivindicando un aumento de sueldo y la mejora de las condiciones de trabajo. La reacción de los responsables de la ACCEGE fue acudir al Ministerio de Educación guineano denunciando la politización de la demanda, y no contratar a algunos de sus promotores al año siguiente. Paralelamente a todos estos esfuerzos entorpecidos por el gobierno, funciona la Organización Especializada de los Trabajadores del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, presidida por el hijo del Presidente, Teodoro Nguema Obiang, ministro y empresario. Tiene células en casi todas las empresas del país, con la misión de vigilar y tomar medidas represivas contra cualquier trabajador que no sea militante activo del PDGE y quien manifieste aspiraciones de crear o participar en un sindicato. La estructuración sindical en el ámbito agropecuario no asalariado sufre de los obstáculos propios del llamado sector informal, en el que la distinción entre trabajadores y empleadores no aparece de manera clara. Aquí las relaciones fundamentales se dan entre propietarios y arrendatarios (parcelistas), productores y compradores, y agricultores y asalariados temporales. La sindicalización del trabajo agropecuario no asalariado en Guinea Ecuatorial ha conocido varias iniciativas. En 1998 se organizó una cooperativa de servicios integrados, que logró apoyo de la cooperativa española Mondragón. A partir de esa cooperativa se creó la Organización Sindical de Pequeños Agropecuarios (OSPA), que hace su aparición en un momento crítico para la agricultura, afectada negativamente por la economía del petróleo. Su desarrollo también se vio afectado por la represión gubernamental en las comunidades rurales bubis de la isla de Bioko a principios de 1998. Pero en julio de 2000, después de tres años de espera, logró su reconocimiento legal, siendo el primer sindicato, y hasta ahora único, con dicho estatus. Se trata de un sindicato que quiere representar a agricultores y ganaderos, pequeños propietarios por cuenta propia, arrendatarios o aparceros, y también a técnicos y cooperativas o asociaciones de producción o transformación artesanal. El reconocimiento del gobierno ha podido verse facilitado por su carácter de sindicato de pequeños productores o parcelistas, que lo hace menos propenso a una movilización que pudiera afectar gravemente a los cultivos de los que dependen sus miembros. Inicialmente, formaba parte del proyecto federal de la UST, pero tras su legalización se ha desvinculado del mismo, lo que ha llevado a la primera a promover otro sindicato en el mismo ámbito, la Organización de Trabajadores del Campo (OTC). Además de estas iniciativas sindicales, ha de tenerse en cuenta la existencia de algunas cooperativas, especialmente entre los productores de cacao, como la de Buena Esperanza en Bioko. En 1998 se creó la cooperativa de servicios integrados en el ámbito agropecuario CIPA, que opera en Evinayong y que ha recibido el apoyo de la cooperativa Mondragón de Guipúzcoa (España). En 2002 se lanzó otro proyecto de cooperativa en el ámbito de la pesca artesanal COPESCA, que tiene como objetivo operar en Basupú, Río Campo, Mbini y Cogo. Ambos proyectos aspiran a estructurar la demanda de los trabajadores del sector informal en Guinea. En cuanto a las organizaciones empresariales, a pesar del número relativamente pequeño de tres empleadores que exige la Ley sobre Sindicatos y Relaciones Colectivas de Trabajo para la constitución de una asociación de empresarios, no se ha registrado ningún expediente de solicitud de reconocimiento de una asociación de esta índole, si exceptuamos la Organización Sindical de Pequeños Agropecuarios. El problema está en el hecho de que la gran mayoría de las empresas de cierta entidad que operan en el país, están en manos de los gobernantes, protagonistas de todo tipo de violaciones de los derechos laborales y de la legalidad vigente, y no tienen ningún interés en asociarse. Los empresarios que tuvieran intención de asociarse temen ser acusados de organizarse políticamente en contra del gobierno. Como ya se mencionó en el recuadro 2, la organización de microempresarios que existía en el país desde principios de los años noventa nunca logró reconocimiento legal, a pesar de sus esfuerzos en este sentido. En 1997, el gobierno de Guinea Ecuatorial promovió la constitución de una patronal a nivel nacional para cumplir con las exigencias de su pertenencia a la CEMAC. La independencia de esta patronal es muy discutible, pues los principales cargos de la misma están en manos de personas afines al partido gobernante PDGE. Además, la ausencia de contrapartes sindicales de los trabajadores hace que no pueda cumplir con una de las funciones de las organizaciones de empresarios, que es participar en el diálogo social tripartito entre gobierno, sindicatos y patronales. Además, desde el año 1995, sin someterse al procedimiento legalmente establecido para el reconocimiento de una asociación, se creó el Movimiento de Amigos de Obiang (MAO), que incluía entre otros a todos los empresarios del país, tanto nacionales como extranjeros. El gobierno también ha promovido la creación de organizaciones ficticias ad hoc para contrarrestar la imagen negativa en las instituciones internacionales: en 2000 una inexistente Unión General de Empresas Privadas de Guinea Ecuatorial (UGEPRIGE) presentó un informe en la 277 reunión del Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, en el que se trató el asunto de la libertad de asociación y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva, asegurando que en Guinea Ecuatorial se respetaba el derecho de sindicalización. En cuanto a los colegios profesionales, sólo malfunciona el Colegio de Abogados, con muy escasa independencia del gobierno. La politización del Colegio ha sido siempre el objetivo del régimen, que en 2002 en vísperas de un juicio político contra un grupo de opositores acusados de conspiración, decidió disolverlo temporalmente con el propósito de evitar que éste pudiese designar a los abogados de oficio que debían representar a los acusados, dejando dicha designación al arbitrio del Ministro de Justicia. En 1996 se intentó organizar un Colegio de Médicos, que el gobierno no autorizó.
El gobierno pone obstáculos e impedimentos para la creación de los colegios profesionales en el país. Ello se debe en parte a la aversión y miedo que tiene el régimen a la estructuración de la sociedad, y a su percepción de las organizaciones profesionales como espacios potenciales de reivindicaciones y en consecuencia, posibles semilleros de oposición política. Además los colegios pueden suponer un obstáculo a los intereses consolidados de muchas personas con títulos académicos dudosos instalados en altas instancias del régimen, quienes siempre han visto la organización de los profesionales con recelo.

Memoria histórica fuera de España

miércoles, 17 de octubre de 2018

El delirio ultra

lunes, 15 de octubre de 2018

La caída de la República en África



domingo, 14 de octubre de 2018

El relato de Ángel Miguel Pozanco


Afirma José Luis Vila-San Juan en El curioso alzamiento en Guinea: «Muy poco, casi nada, se ha escrito sobre lo ocurrido en Guinea en aquellas fechas de julio de 1936 que conmovieron a toda España. Y Guinea, aunque distante y en África, también era España».

Dos años después del golpe de Estado de 1936, Ángel Miguel Pozanco pública artículos difundiendo su vivencia del conflicto en los territorios españoles del Golfo de Guinea. Con el tiempo recopilará esa experiencia vital en "Guinea Martir: narraciones, notas y comentarios de un condenado a muerte". 
Su testimonio se convierte así en material fundamental para conocer el desarrollo del conflicto en el territorio del Río Muni:

... Cuando estalló la sublevación militar del 18 de Julio, la colonia hallábase regida por el gobernador general don Luis Sánchez Guerra, designado en noviembre de 1935. El subgobierno de la Guinea Continental ejercíalo el ingeniero don Miguel Hernández Porcel.
Los imponderables de unos intereses creados muy profundos, la actuación misional por otra parte y, en general, el régimen de la propiedad, absorbente, tuvieron mediatizada la expansión racional de cuanto representara la aplicación de una política colonial y de colonización. Los mandos militares de la Guardia colonial adoptaron una posición de reserva.
En Santa Isabel se hallaba el mayor núcleo europeo. En el Continente se advertía mayor capacidad democrática.
El buque «Méndez Núñez», días antes del levantamiento, hizo un viaje a Guinea. Cuando regresó a la Península, la oficialidad del mismo quedó detenida en Santa Isabel. Días después los detenidos se evadieron logrando llegar a la colonia inglesa de Victoria.
La tranquilidad era relativa. No obstante el subgobernador propuso a Sánchez Guerra determinadas medidas para evitar cualquier posibilidad de alzamiento. No fueron puestas en práctica.
En los primeros días de septiembre, súpose que el buque «Fernando Poo» zarparía de la Península con cargamento de víveres. El 18 de este mes conocióse en el Continente que había sido admitido el cese de Sánchez Guerra. Ese mismo día se ordenaba desde Santa Isabel, su subgobernador, que entregara el mando al capitán de la Guardia colonial, que estaba tachado de fascista. Entonces. Porcel, no solamente no entregó la colonia, sino que acordó la detención de la oficialidad militar y de los elementos derechistas que se habían destacado como desafectos.
Las autoridades de la Isla de Fernando Poo se habían declarado facciosas bajo el mando del teniente coronel Serrano. La Guinea Continental permanecía leal bajo la autoridad de Hernández Porcel. Las noticias posteriores confirmaban que Sánchez Guerra había marchado al extranjero.
El día 23, en el barco «Jegavic», los facciosos de Santa Isabel hicieron un desembarco en Kogo; a ellos se incorporó el administrador territorial de la demarcación. Se dirigieron a Río Benito, que tomaron, incautándose da la estación de radio de Botando y apresando a los telegrafistas. A continuación, se dirigían para tomar Bata. Obtenida la noticia, se organizó rápidamente una milicia que partió para Río Benito al encuentro de los insurgentes, cuyo avance detuvieron a, tres kilómetros de Bolóndo.
Nuestra milicia avanzaba y el enemigo se replegó hacia Río Benito. En el encuentro resultaron muertos dos indígenas de nuestras filas.
La guerra, estaba ya en curso en Guinea. Organizadas las Milicias antifascistas logrose el alejamiento del enemigo, que, en unión de varios europeos, se reembarcó para Santa Isabel. El espíritu de los continentales era enorme, pero existía una preocupación seria y Justificada. El «Fernando Poo» estaba en camino y sin medios desde Bata para avisarle lo ocurrido, ya que la estación de Rotando fue inutilizada. Su primera escala habitual era Santa Isabel. De ir allí caía en poder de los rebeldes.
Nosotros, que vivimos aquellas horas, pudimos trasladarnos al Camerón y avisar al «Fernando Poo», que recogió el mensaje. El 30 de septiembre, ante un entusiasmo Indescriptible, fondeó el barco en la bahía de Bata.

Bata, con este hecho, vivió días de tranquilidad.
Así llega el 14 de octubre de 1936. He aquí lo ocurrido en esta fecha luctuosas «El día 14, a las nueve de la mañana, se presentó un barco en la bahía, de Bata. La tripulación del «Fernando Poo» estaba dedicada a terminar la carga del barco. El capitán observó algo sospechoso y ordenó maniobrar; pero antes de iniciar la maniobra y ya a menos de una milla de distancia, el barco que llegaba disparó dos cañonazos: uno a la proa y otro al puente; inmediatamente comenzó el bombardeo de la población.
El «Fernando Poo», puesto en marcha y perdidos los mandos, comenzó a arder y acabó por perderse totalmente. Mientras esto sucedía, del barco atacante se habían arriado varias gasolineras, provistas de ametralladoras, tripuladas por moros, que iniciaban el desembarco protegidos, además, por nutrido fuego de las baterías del buque. No siendo posible oponer resistencia, el 90 por ciento da la población continental hubo de refugiarse entre el Camerón francés y el Gabón.
Los fascistas, llegados desde Canarias, estaban asistidos por un tabor de regulares, trescientos milicianos falangistas y una centuria de coloniales. Nos fueron hechos varios prisioneros, en los que la sevicia característica fascista se empleó inhumanamente. Resultaron muertos varios europeos e indígenas leales a nuestra causa.
***
Guinea se encuentra hoy en poder de los alemanes. Los productos que se obtienen allí trasiéganse a las bodegas de los barcos extranjeros. Y los españoles que hicieron traición a su Patria se hallan sometidos al más abyecto coloniaje, en aquellas tierras tropicales …

viernes, 12 de octubre de 2018

En estos días en que se cumple un aniversario más de la gloriosa efemérides...

Sello conmemorativo
de los XXV Años de Paz
Hoy se cumplen los 50 años de la joven república de Guinea Ecuatorial. Unos meses antes de la independencia, en pleno aniversario de golpe de Estado de 1936, Franco dirige un mensaje a los Guineanos, a través de Manuel Fraga Iribarne: "En estos días en que se cumple un aniversario más de la gloriosa efemérides de nuestro Movimiento en la vida española (...) Vosotros, mejor que nadie, sabéis hasta qué punto España ha procurado, en todo momento, desde que la paz volvió a nuestra Patria, atender a vuestras necesidades presentes y prever vuestro futuro. De las provincias guineanas España ha sabido hacer un territorio ejemplar, que se compara favorablemente, en el orbe africano en que se halla inscrito, por el nivel de vida, por el estado sanitario, por el número de alfabetizados, por tantos datos que acreditan su progreso. Pero, sobre todos esos bienes, el Gobierno español os ha traído el más deseable de todos: el bien de la paz. En un continente convulsionado por las luchas raciales, tribales y sociales, en el que determinados pueblos han caído en ciertos momentos en niveles próximos a la anarquía, las provincias de Guinea han vivido en paz, en trabajo y en orden, en una línea constante de progreso y de confianza, sin los que todo intento de mejoramiento hubiese sido imposible".
¿Paz?

Entonces, ¿no hubo guerra civil en territorio ecuatoguineano?
Lo cierto es que sí: el territorio y sus pobladores no fueron ajenos ni al conflicto y ni a sus consecuencias.

Un 18 septiembre, la Guinea Española se acostó republicana.... y a la mañana siguiente, nada volvió a ser igual.

En este blog, te facilitamos algunas piezas para que puedas armar tu propio puzzle.

Acompáñanos en este paseo por la Calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel.

Franco preparando su "mensaje para Guinea".

miércoles, 3 de octubre de 2018

Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas - 1 octubre de 1949



Todavía en 1949 (!), el Boletín Oficial del Estado del 1 octubre publicaba un Edicto del Juez de Primera Instancia y apelación de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea decretando la libre disposición de los bienes de José Trilla Torreguitart, vecino de Corbins (partido de Balaguer, Lérida), para saldar la multa de treinta y dos mil pesetas a la que fue condenado por el extinguido Tribunal de Responsabilidades Políticas en sentencia del 17 de julio de 1939.



José Trilla, igualmente había sido sentenciado en la CAUSA 521 DE 1936 con 12 años de prisión por delito de rebelión...
Son procedimientos y sanciones distintas.

Pedro Medina Sanabria le incluye entre los reclusos con penas ordinarias que habían sido sentenciados y condenados en la provincia de Las Palmas de Gran Canaria hasta el día 1 de marzo de 1940, cuyas penas fueron conmutadas. Pero eso sólo afectaría la pena ordinaria... la emanada del Tribunal de Responsabilidades Políticas seguirá en vigor, marcando al sentenciado, y con capacidad de ser usada para legitimar la expropiación de bienes.

Recogen en "La Ley de Responsabilidades Políticas, un arma más de represión durante el franquismo", que:

Unos días antes de finalizar la Guerra Civil, 9 de febrero de 1939, se dictó una ley, Ley de Responsabilidades Políticas, para preparar la gran represión ejercida en la posguerra contra “quienes contribuyeron con actos u omisiones graves a forjar la subversión roja”. Los Tribunales, de distintos niveles, encargados de imponer las sanciones se instalaron en toda la geografía española, y estaban compuestos por representantes del Ejército, de la Magistratura y de la Falange Española Tradicionalista y de las J. O. N. S. Las penas consistían en inhabilitación absoluta, o especial en los cargos que tuviese, destierro y sanciones económicas que iban desde la pérdida total de los bienes, incautación de bienes, pago de multas, etc.
En definitiva, para condenar a la pobreza a través del control económico de las personas que defendieron la Segunda República Española, por tanto, establecer una diferencia más entre los vencidos y los vencedores. “Era un proceso para sacar dinero, para obtener un botín de guerra por otro lado siempre se ha dicho que era una herramienta de marginación económica era una forma de establecer una vez más la diferencia entre vencedores y vencidos”, arguye Melanie Ibañéz, Licenciada en Historia, Máster Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia e investigadora de condiciones de vida a partir del Tribunal de Responsabilidades Políticas de Valencia con la profesora Ana Aguado de la Universidad de Historia de Valencia, (...)
La Ley de Responsabilidades Políticas establecía sanciones y penas de modo paralelo a las leyes penales españolas y permitía así imponer diversas condenas contra los republicanos vencidos: desde la pena de muerte hasta larguísimas penas de prisión y trabajos forzados (entre diez a treinta años), con inhabilitaciones y prohibiciones civiles inclusive para quienes cumplieran la totalidad de sus condenas. Además, en estos expedientes, especialmente en los consejos de guerra, se utiliza un vocabulario muy duro para la época, “hay expresiones como que dicha mujer iba en compañía de su amante, y luego resultaba que era el marido. Hoy en día no nos afectaría nada, pero en aquel momento decir que iba en compañía de su amante era decir prostituta”. Hay que entender estos expedientes como un estigma que sancionaba de formo económica, ideológica y sociológica a la persona juzgada, con lo cual se minaba al individuo desde sus raíces.

Tribunal Colonial de Santa Isabel

domingo, 30 de septiembre de 2018

El exilio de Joaquín Mallo

La revista Carta de España incluye parte de su trayectoria vital en "Guinea en Patués: de la nieve de Benasque al cacao de Fernando Poo".
... tuvo la suerte de contar con un sobrino igual de trabajador y abnegado que él, don Joaquín Mallo, que al amparo del paraguas de su tío medró y prosperó convirtiendo la finca Sampaka en modelo de producción. Joaquín Mallo que además de los cargos que ostentó en Santa Isabel (llegó a presidir el Consejo de vecinos, la Cámara de Comercio y la Delegación de la Cámara Agrícola) demostró que también podía participar en la política nacional, tanto que en 1931 salió elegido diputado en las Cortes de Madrid por Huesca, tras haberse presentado por el Partido Radical de Alejandro Lerroux.
Pero Joaquín Mallo no se limitó solo a actividades políticas. Con los beneficios conseguidos comerciando con el cacao de Guinea pudo emprender carreteras, puentes, escuelas que mejoraron las comunicaciones y la vida en el valle de Benasque. Se dice que el presupuesto para construir la carretera de Chía (200.000 pesetas) salió de los bolsillos de Joaquín Mallo, dineros de los beneficios obtenidos en Guinea.
La Enciclopedia Universal Ilustrada de Espasa-Calpe, en su edición de 1924, le incluye precisamente entre los mayores agricultores y comerciantes del territorio: «Entre los agricultores comerciantes nacionales de mayor importancia, todos ellos con excelentes edificios en las respectivas fincas ó haciendas de cacao y café, merecen citarse Hija de Sebastián Torres (antes Rius y Torres); Viuda de Mora (sucesora de Mariano Mora); Pérez é Hijo, Pérez y Compañía, Vigatana, Transatlántica, José Puentes, Joaquín Rodríguez, Joaquín Mallo, Maximiliano Jones, etc».


En Memoria de las Migraciones de Aragón completan la información:
En 1918, Joaquín Mallo Castán presidía el Consejo de Vecinos de Santa Isabel (cargo que en España correspondería a alcalde). Compaginó su carrera política con la de industrial, presidiendo la Cámara de Comercio de Santa Isabel y la Delegación de la Cámara Agrícola de Fernando Poo en Barcelona. Le otorgaron la Cruz de Primera Clase de la Orden del Mérito Naval.
En 1931 salió elegido diputado a las Cortes en Madrid por Huesca. Se presentó por el Partido Radical y por Unión Republicana.  Estuvo durante las tres legislaturas: 1931-1933, 1933-35 y 1936-39. La última ya no la pudo terminar porque en plena guerra, el 1 de octubre de 1938, murió; dicen que en un pequeño pueblo francés muy bonito llamado Casterneau. 
La llegada Casterneau debió ser toda una odisea... Cuenta Antonio M. Moral Roncal en Diplomacia, humanitarismo y espionaje en la Guerra Civil española que las embajadas chilena y guatemalteca habían coordinado el asilo a refugiados desde el inicio de la guerra. «La evacuación de los refugiados revistió muchas dificultades, de tal manera que, según testigos de los hechos, se realizó únicamente en pequeños grupos, asumiendo sus componentes los riesgos derivados de portar documentación falsificada, utilizando un coche de la Embajada chilena o cualquier otro que pudieron conseguir para llegar a Valencia o Alicante donde debían Embarcar. En el mes de marzo, una expedición con pasaportes griegos fue detenida en Tarancón, entre cuyos componentes viajaba Joaquín Mallo, diputado de Unión Republicana, con toda su familia. Todos fueron detenidos y encerrados en la cárcel de Porlier». Tras una serie de gestiones emprendidas por el diplomático guatemalteco Antonio Ferrer Jaén -el cual se entrevistó en dos ocasiones con el ministro- pudieron seguir su viaje.

Joaquín Mallo murió en el exilio, y a falta del texto de su condena que podamos ubicar, hay constancia de la tramitación del correspondiente indulto -una década después de su fallecimiento en el exilio-, destierro, inhabilitación y tras haber sido multado con la pérdida irrevocable de sus bienes en territorio español.

Ah! y por supuesto, Joaquín Mallo (tanto da si fue el padre o el hijo) a tenía la imperdonable falta de ser uno de los públicos contribuyentes a la donación de las 10.353,65 pesetas para la República, conforme a la Gaceta de Madrid del 5 Noviembre 1936.

Décadas después se puede seguir el rastro de los intentos de su viuda y herederos por recuperar parte del patrimonio familiar.

Pese a la incautación de bienes, destierro y muerte en el exilio,
La Guinea Española publicó en portada la esquela del fallecimiento
del ex Alcalde de Santa Isabel. 

Probablemente, se trate del único exiliado republicano cuya esquela fue portada en un medio Español durante el franquismo, o al que celebraron el funeral en una iglesia catedral.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Reflotar el Fernando Poo

Como ya adelantaba La Gaceta de Tenerife el 21 de noviembre de 1936,  "... varios impactos dieron en la línea de flotación, empezando a hacer agua y a tumbarse. Rápidamente se hundió, pereciendo ahogados gran número de rojos, entre ellos el cabecilla de la subversión. El barco ha quedado acostado de banda y enseñando la quilla, se cree que podrá ponerse a flote", han sido varios los intentos por reflotar el Fernando Poo.

Comisión de la Armada para Salvamento de Buques, trabajos de reconocimiento del Fernando Poo en 1939. 
Todavía en 1946 Imperio: Diario de Zamora de Falange Española de las J.O.N.S.  recogía en su edición del 27 de septiembre: "Una empresa británica intentará sacar a flotelo buques hundidos en la costa de la Guinea española"


lunes, 24 de septiembre de 2018

El saqueo de Bata

sábado, 22 de septiembre de 2018

La marcha sobre Bata



miércoles, 19 de septiembre de 2018

Estamos en Twitter

Calle 19 de septiembre

Es cierto, Malabo tuvo una calle dedicada a la derrota de la República ante los golpistas:

Recordada más por la desaparecida pastelería de José Pérez Carrasco que por el hecho que conmemoraba, hubo una calle «19 de septiembre» en la vieja Santa Isabel. Antes se había llamado «O’Donnell» y «Libertad» sucesivamente, según el régimen político imperante en la península.
Y en este caso, aunque sea mera casualidad, la «Libertad» desapareció con el «19 de septiembre».

La Guinea Española en su primera edición de noviembre de 1936 recoge precisamente «Acuerdos laudables: Nuestro Consejo de Vecinos y con buen sentido ha tomado los acuerdos en firme de decretar días Festivos el 19 de septiembre en conmemoración del golpe Salvador dado con toda felicidad y sin derramamiento de sangre en Santa Isabel y que fue secundado por toda la Isla, Benito y Kogo, y el 19 de noviembre festividad de Santa Isabel Patrona de la Ciudad, fecha que fue muy típica en los años robustos de nuestra colonización y que recuerdan con satisfacción los antiguos fernandinos. Muy bien por los ediles.
Otro acuerdo importante ha tomado el Consejo de Vecinos cual ha sido el cambio de nombres de algunas calles; y así, la calle de Galán y García Hernández, se llamará del General Franco; la de Alcalá Zamora, se llamará Alcázar de Toledo y la de la Libertad, calle del 19 de septiembre».

A la derecha de la foto se encontraba el Palacio del Gobernador, actual Palacio Presidencial de Malabo. Últimamente se la conoce como calle del «12 de Octubre» (por el día de la Independencia) y es un callejón absorbido casi en su totalidad por la explanada del Palacio del Pueblo.

Inicio de la calle 19 de Septiembre, a la par del Palacio del Gobernador.
Pero eso no es algo tan extraño: la actual «Avenida de la Independencia» se llamó por décadas del «General Mola» y anteriormente se dividía entre «Avenida de la República» y «Calle de la Marina» o «Hill Street» en el viejo Port Clarence. Y la que actualmente sería la «Calle del Triunfo» (absorbida igualmente por el Palacio del Pueblo) al otro costado del antiguo Palacio del Gobernador, anteriormente fue «Alcázar de Toledo», antes «Nieto Alcalá Zamora» y antes aun de «La Reina». Y probablemente durante la administración británica llegó a tener alguna otra denominación.

Sin olvidarnos de «Juan Fontán» (responsable del bombardeo de Bata y primer gobernador nombrado por Franco) que igualmente contó con su respectiva calle, denominada actualmente «Alcalde Abilio Balboa Arkins», y que previamente estuvo dedicada a «Extremadura» y anteriormente a «San José».

Pero no sólo Santa Isabel: también la capital de Río Muni dedicó una calle a la fecha en que la ciudad se adhirió al golpe de Estado (14 de octubre) tras ser bombardeada y ocupada militarmente.

Por lo menos, en eso sí pasaría Guinea Ecuatorial el control de calidad de la "Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura", conocida como Ley de Memoria Histórica. Aunque quedan temas pendientes... como la Cruz de los Caídos, la plaza (y el barrio) E'Waiso Ipola de la Sección Femenina o el Estadio Municipal de Santa Isabel, rebautizado como La Paz, en memoria de la paz que trajo Franco.

Precisamente en "Memoria y frontera...", de María del Mar Fernández Pérez, se analiza:
El marco físico, territorial, en el que actúan las normas es un tema clásico de la teoría política y la filosofía del derecho, intimamente vinculado con la soberanía del estado y por lo tanto, del núcleo mismo del concepto de poder. Y a pesar de esto, salvo contadas excepciones (señaladamente, ciertas ramas del Derecho Penal) no suele discutirse el límite de aplicabilidad cuando se estudia una ley concreta: suelen aplicarse en el territorio español o a aquellos actos realizados en el extranjero con efectos en nuestro país. Por eso no es frecuente que los teóricos del derecho se interroguen sobre el límite físico (geográfico) al que alcanza la aplicación de una ley.
Una de las particularidades a este respecto de la llamada Ley de Memoria Histórica es que se aprueba con referencia a hechos producidos exclusivamente en un periodo histórico anterior. Y en este periodo las fronteras del Estado eran diferentes, aunque en muchas ocasiones no se sea consciente de esto: no sólo territorios en Marruecos y el actual Sáhara ocupado eran posesiones españolas, también lo era Guinea Ecuatorial. 
Resulta llamativa esta falta de referencias a las colonias si tenemos en cuenta que el imaginario colectivo de la Guerra Civil está plagado de referencias al norte de África: allí se produjo el golpe de estado en un primer momento, de allí venía el ejército africano y la famosa y temida guardia mora. Esta guerra, tan importante para la historia europea, empezó en África, y allí se produjeron los primeros asesinatos de quienes permanecieron fieles a la legalidad republicana. Es muy difícil hablar de este periodo sin hacer referencia al protectorado y situados en el momento actual, habrá que afrontar el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica en territorio extranjero.



domingo, 9 de septiembre de 2018

La Prensa: La Guinea Española y El Defensor de Guinea

Bando de 19 de septiembre de 1936,
publicado en La Guinea Española.
El 1 de abril de 1903,  aparece la revista quincenal La Guinea Española, editada e impresa por los misioneros Hijos del corazón de María (Claretianos). Esta revista que duró más de medio siglo, hasta unos meses después de la proclamación de la independencia (1969). Las últimas ediciones cambio la cabecera por La Guinea Ecuatorial.

Tras el golpe de Estado de 1936 e iniciada la guerra civil, la publicación se posiciona entre los medios leales a la República. Poco después, con el triunfo de los golpistas el 19 de septiembre en la vieja Santa Isabel, La Guinea Española modificará su línea editorial. Tan sólo dos días antes, el semanario publicaba noticias como "La fuerzas leales tomaron hoy el pueblo de Olvera, en la provincia de Cádiz. Aunque la lucha fue intensa, el empujo de los leales arrolló al enemigo y los facciosos tuvieron que huir".

La revista se estuvo editando sin interrupción hasta agosto de 1940, cuando se ve obligada la editorial a interrumpir su edición por falta de papel, motivado ello por la guerra civil.

Puedes consultar la mayoría de los números en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del MCU, así como en la digitalización del fondo claretiano en Raimonland.

En paralelo, y con menor duración, surge El Defensor de Guinea: en mayo de 1930 se autoriza a los funcionarios de correos en territorio guineano la edición de un periódico y ese mismo año y mes ve la luz el bisemanal El Defensor de Guinea, cuya cabecera permanecerá sin cambios hasta el 19 de septiembre de 1936, cuando habiéndose iniciado la guerra civil (1936-1939) y como consecuencia de la adhesión en esas fechas de la Guinea española al bando golpista pasa a denominarse inicialmente El Nacionalista - Órgano de milicias nacionalistas de las Posesiones Españolas del Golfo de Guinea y ya en el año 1937 Frente Nacional - Semanario Colonial de la España Nueva el cual editaba diariamente una Hoja Informativa con noticias de guerra.

Nota de La Guinea Española
en la edición de enero de 1933.
Como la propia revista La Guinea Española relataba en su edición del 21 de mayo de 1939, "llegó afortunadamente en 19 de septiembre de 1936 el alzamiento nacional en esta isla, y los Sres. Buelta, Gay, Robles y demás comparsa del Frente Popular fueron retirados de la circulación; y por tanto, muerto y sepultado EL DEFENSOR DE GUINEA, y la imprenta del Sr. Robles incautada por el nuevo Estado, que es la que ha salido a subasta como al principio dijimos ["motivo de la subasta de la imprenta del rojo y comunista Sr. Robles...", sic].
Era natural, que al que se llamaba pomposamente DEFENSOR DE GUINEA y que otros llaman OFENSOR DE GUINEA le sucediera un verdadero adalid de la Causa Nacional y así vio la primera luz EL NACIONALISTA, cuyos primeros números salieron de nuestra imprenta, mientras se organizaba la que fue del Sr. Robles; a ella se trasladó luego El NACIONALISTA, cambiando más tarde en EL FRENTE NACIONAL..."

En octubre de 1939, tomará Ébano - Semanario de la Guinea Española, Órgano de la Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., el relevo a El Frente Nacional.

El portal opensourceguinea.org documenta el artículo de Francisco G. González, ‘Reportaje Sobre La Expedicion a la Guinea española’, publicado en El Nacionalista, el 5 de octubre de 1936: