CB

martes, 18 de abril de 2023

Roma versus Masonería

Hoy publica Jesús Colina en El Debate, África es el nuevo campo de batalla entre la masonería y la Iglesia católica:

Ante la expansión de la masonería en África, obispos de varios países del continente están multiplicando pronunciamientos y decisiones para mostrar de la manera más clara posible la incompatibilidad entre el catolicismo y la pertenencia a una logia. Algunos pastores incluso alertan ante los peligros de infiltración masónica en la misma Iglesia.
Uno de los últimos casos más sonados se ha vivido en Togo, donde monseñor Nicodème Anani Barrigah-Bénissan, arzobispo de Lomé, anunció en una carta, fechada el 13 de marzo, la imposibilidad para la Iglesia de celebrar los funerales de Ignace Anani Kokouvi Clomegah, conocido como el Gran Maestro de los masones del país, al tiempo que se consideraba como feligrés de la parroquia Cristo Resucitado de Hedzranawoé. (...) El episcopado togolés recuerda que «desde el 28 de abril de 1738, cuando el Papa Clemente XII condenó la masonería, la posición de la Iglesia no ha cambiado».

Pero esta es una historia que ya nos suena conocida en los paseos por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel:

En la dialéctica local, era tradicional que los claretianos señalaran como masones a los gobernadores con los que entraban en contradicción. Así, identificaban al gobernador José Barrasa Fernández de Castro como masón grado 33 (sic) por su empeño en crear la escuela pública en el territorio, «Barrasa se opuso a que las religiosas se estableciesen en Elobey y no permitió que hubiese más de tres en el colegio ya fundado de Corisco, añadiendo que, si de él dependiera, no habría ninguna. Para mayor sinceridad y lealtad a la masonería, sin permiso de la metrópoli, abrió una escuela laica…», al igual que lo hicieron también con José de la Puente Bassave, «rabiosamente sectario y con indudables pintas de masón», o incluso con Ángel Barrera y Luyando. 

Además de ser un socorrido recurso dialéctico, en el territorio ecuatorial sí hubo masonería (desde los primeros colonos británicos incluyendo a Sir Richard Burton, miembro de Hope Lodge n°337 de Karachi, o exploradores como Manuel Iradier y Bulfy, que fue francmasón y secretario de la logia Victoria n°134 de Vitoria). 

E incluso en Fernando Póo se contó con una logia local de origen hispánico... que fue perseguida por los ganadores de la guerra civil. Se trata de la Logia Fernandina (no confundir con las agrupaciones tradicionales de los criollos fernandinos) constituida en 1929. De hecho, Julian Arija -colono y periodista- señalará a los fernandinos como «protestantes y francmasones en gran mayoría, afiliados a logias inglesas», organizaciones locales en las que -según Gustau Nerín- «se hermanaban blancos y negros».

Bando publicado por el periódico claretiano 
La Guinea Española en noviembre de 1936.

En el caso de los masones, el ensañamiento fue doble, ya que no sólo se aplicaban las consabidas sanciones por la vía administrativa, civil y/o militar: los acusados de pertenecer a la masonería están expuestos tanto a las arbitrariedades del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas como a otro específico, el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, creado más tarde. No podría ser de otra forma, si incluso Franco -bajo el seudónimo de J. Boor- afirmaba en el artículo El gran secreto (1948), que «de origen masónico fueron todos los movimientos revolucionarios que en siglo y medio se suceden en nuestro territorio, y los de secesión de nuestros territorios de América, y masones los gobernantes y generales comprometidos en todas las traiciones que mutilaron nuestra Patria. Masón era Morayta y los que con él desde España alentaron la insurrección cubana, y masones los que en las Cortes, y a espaldas de aquel Ejército, los traicionaron para la renuncia y la rendición...».

Y en Sombreros de copa en Fernando Póo ya os contamos algunos casos. Así que no es tan novedosa esa fijación con los talleres africanos. 

Pero si de religión va el tema... no te pierdas:

No hay comentarios:

Publicar un comentario