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jueves, 30 de enero de 2025

La poesía bajo sospecha

En "Cuadros del penal: memorias de un tiempo de confusión", Juan Rodríguez Doreste (senador y alcalde de Las Palmas) comparte su vivencia de confinamiento en el campo de concentración del viejo Lazareto de Gando. 
Recoge también la llegada de los represaliados de África: «Llevábamos algunos meses en Gando cuando llegaron los detenidos en la Guinea española, que procedían de la isla de Fernando Poo y del territorio del Río Muni, a los cuales se habían incorporado los tripulantes capturados del vapor de la Compañía Trasmediterránea, llamado precisamente el Fernando Poo, hundido en las aguas del puerto de Bata. Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora. (...) Y así un día aparecieron por Gando, derrotados, pálidos, con evidentes señales del estrago corporal que les había causado una reclusión que lindaba en infrahumana. Constituían un buen contingente, muy heterogéneo de composición, pero muy homogéneo en la solidaridad, en el buen espíritu».

Los presos, eran repartidos por afinidades, como una forma de hacer que el insalubre confinamiento y los maltratos tuvieran una mínima válvula de escape:

«Evoco el grupo de los coloniales, como les llamábamos, con particular simpatía. Compartí el alojamiento, primero, con Gonzalo Carrillo, abogado, pintor y caricaturista, y después, con Francisco Hinestrosa, alto funcionario de Hacienda, que era también excelente retratista. Los tres nos reunimos hasta nuestra liberación en el memorable cuarto de la pintura que en el último año de nuestra odisea fue algo así como la Academia del Penal, en estricto sentido ateniense».

Poco a poco, conformaban aulas/celdas que aglutinaban a los abogados, pintores, escritores...

Así que si veis que en la Guinea Ecuatorial actual, las autoridades van coleccionado escritores en las celdas, recordad que no es un invento nuevo: Franco ya lo hacía en el campo de concentración del viejo Lazareto de Gando. 

La poesía bajo sospecha

Se llama Hermelindo León Laurel, escritor, dramaturgo y empleado público de la biblioteca de la Embajada de España en Malabo, adscrita a la española Red de Bibliotecas de la Administración General del Estado-BAGE.


Recientemente, el colombiano Panorama Cultural recordaba refiriéndose a Guinea Ecuatorial que "Hay países en los que llegar a la cárcel, puede ser lo más parecido a una lotería nefasta. Una concatenación de situaciones incomprensibles, injustas, sin sentido y sin justificación".

Esta vez le ha tocado a Hermelindo, Dino para los amigos, tal y como recogía este fin de semana el digital Radio Macuto:
"El escritor Hermelindo León Laurel fue detenido de manera ilegal y sometido a torturas en la isla de Annobón, Guinea Ecuatorial, en lo que parece ser un nuevo capítulo de la represión sistemática contra los annoboneses por parte del régimen de Teodoro Obiang".


Se suma así al medio centenar acumulado en medio año desde que la población de la isla de Annobón envió una carta al Defensor del Pueblo ecuatoguineano pidiendo respeto medioambiental.

Entre éstos, el también escritor y empleado de la Embajada, Francisco Ballovera, privado de libertad desde que se acercó a la comisaría a entregarles agua y alimentos, y que sigue en prisión sin ningún motivo.

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