CB

jueves, 23 de marzo de 2017

Requisitorias en el III Año Triunfal

Una búsqueda sencilla en el Boletín Oficial del Estado permite acceder a, por ejemplo, las requisitorias del  Auditor de Guerra de Canarias y en su nombre el Juez Militar eventual de Bata dirigidas a Diego Ruiz Gardin (funcionario del Estado), Ángel Miguel Pozanco Barranco (Secretario Judicial) y José Lizano Barco (oficial de Correos), por los delitos de rebelión y malversación de caudales públicos.

Publicadas el 23 de marzo de 1939 (III Año Triunfal), casi tres años después del triunfo del golpe de Estado en el territorio ecuatoguineano, "al mismo tiempo se ruega y encarga a todas las Autoridades y Agentes de la Policía Judicial de la Nación, procedan á la busca y captura de dicho procesado, el que de ser habido será puesto a la disposición. de este Juzgado".

A su vez, en Santa Isabel, el Juez que instruye la causa número 630 de 1936 llama a comparecer a Julián Ayala Larrazábal (Capitán retirado de la Guardia Civil), Rafael Masiello Guerrero (Administrador Territorial), Laureano Vives Bonet, Ángel García Villalba Molíns (Ingeniero Agrónomo), Luis Mazo Muñoz, Angel Miguel Pozanco Barranco  (Secretario Judicial), Manuel Aláiz Plaza (maestro nacional) y Carlos Padrón Meliá, procesados todos ellos por delito de rebelión, "para notificarles el auto de procesamiento y tomarles la indagatoria y demás diligencias, bajo apercibimiento de ser declarados rebeldes, encareciendo a las Autoridades y sus Agentes la busca y detención de los citados, presentándolos en este Juzgado Militar, sito en Santa Isabel de Fernando Póo, cuartel de la Guardia Colonial, debidamente vigilados y custodiados."






La vieja prisión colonial

martes, 7 de marzo de 2017

El exilio de Manuel Loma Fernández

Ficha Ministerio de Interior año 1957,
Manuel de la Loma Fernández-Marchante
En La Epopeya del “Méndez Núñez”, se recoge parte de la historia de Manuel Loma Fernández, Capitán médico en el Méndez Núñez: "Con la aprobación de toda la dotación, a propuesta del 2º Comandante, fueron nombrados los jefes de cada servicio y demás cargos de responsabilidad, vacantes por el desembarco de mandos y oficiales. El teniente de navío del cuerpo general Bona, fue nombrado Comandante. Segundo Comandante y responsable político del buque el secretario general de la célula. Oficial de derrota el alférez de navío Guasch al que agregaron 4 auxiliares navales que conocían un poco la navegación. Jefe de máquinas al teniente maquinista Navarro, camarada del partido. Jefe de artillería al auxiliar 1º de artillería del buque, también militante del partido. Jefe de sanidad al capitán médico Loma, camarada del partido, que ya desempeñaba este cargo."
Sin embargo, en algunas ocasiones la actuación de los médicos fue decisiva a la hora de decantar la adscripción del barco a uno u otro bando. Así, por ejemplo, en el caso del crucero «Méndez Núñez», que se encontraba en Guinea, es decisiva la actuación del capitán médico Manuel Loma Fernández, que es el único oficial que permanece fiel a la República y a bordo, cuando todos los demás son desembarcados. De los auxiliares de Sanidad, José Moreno Mesa, sigue con el capitán médico, mientras que Miguel Nieto desembarca en Guinea con el resto de los oficiales”. “La Sanidad en la Marina republicana”. Dr. Pedro Ferrer Córdoba. Estaba a bordo del “José Luís Díez” en su viaje de regreso a España. En el informe titulado “Comportamiento del personal en el viaje de regreso a España del destructor “José Luís Díez”, se describe su actitud de la siguiente forma: Capitán Médico. MANUEL LOMA.-Estuvo en su puesto y atendió con rapidez a los heridos.
Editorial de Jaime Gay Compte en El Defensor de Guinea,
según La Guinea Española.
Partidario de la República, fue posteriormente Comisario médico en el José Luis Díez en agosto 38 y embarcado por orden verbal en el Gravina el 5 de marzo de 1939. Salió de Cartagena con la Escuadra el 5 de marzo de 1939 en el Gravina, en lo que fue el inicio masivo del exilio para la armada republicana.

Así se recoge en Bizerta, el Exilio de los marinos republicanos:
Para casi 4000 marinos de la Flota Republicana española el exilio empezó en Bizerta. En la mañana del 7 de marzo de 1939 once buques fondearon en su rada. Para poder entrar, las autoridades francesas exigieron la entrega y el desarme total. Inmediatamente se quitaron los cerrojos de los cañones, se trincaron las direcciones de tiro, se llevaron a los pañoles los fusiles, las municiones, las ametralladoras. Se cerraron con llave que custodió el mando francés. También dieron la orden de entregar las pistolas. Según testimonios de muchos marinos prefirieron tirarlas al mar. A las dos de la tarde, les permiten cruzar el canal hasta el lago de Bizerta. Allí, uno a uno, sin arriar las banderas republicanas, fueron entrando el Miguel de Cervantes, el Libertad, el Méndez Núñez y ocho destructores el Valdés, el Lepanto, el Gravina, el Antequera, el Miranda, el Escaño, el Jorge Juan y el Ulloa. El submarino C-4 llegaría al día siguiente.

 En su caso, tras abandonar el campo de concentración, se vio obligado a exiliarse en Rusia, en donde estuvo ejerciendo como médico. Allí  conoció  a  la  farmacéutica  Sinaída  Danilova, con quien contrajo matrimonio en septiembre de 1940 y tuvo cuatro hijos.

Durante la II  Guerra  Mundial  fue  destinado a la región de Omsk (Siberia  Occidental),  en  donde ejerció de director del Hospital Militar de Yalutorovsk, que estaba  destinado  a  oficiales heridos del Ejército Rojo.
Manuel  de  la  Loma  regresó  con  su  familia  a  España en el quinto viaje del buque Krym, en enero de 1957.
Conforme a Los médicos republicanos españoles exiliados en la Unión Soviética, falleció de manera  súbita  en  1968  a  causa de  un  infarto  de  miocardio que le sobrevino mientras estaba trabajando en el ambulatorio de Pontones.

domingo, 5 de marzo de 2017

El hombre con remordimientos II

Hubo un tiempo en el que Arturo Pérez-Reverte, el enfant terrible de las letras ibéricas fue enviado especial del diario Pueblo. «Cuando estaba en el diario Pueblo me iba a África, pasaba allí dos meses y a la vuelta decía: “Mira, tengo esto”, y lo ponían en primera. Pero eso se acabó». De ese período quedan las crónicas "Guinea Ecuatorial: ahora o nunca" y un rosario de relatos propios y ajenos, que -tal vez- algún día se puedan leer en un único tomo...

Mientras, disfrutemos de El misterio del 'Castillo Montealegre':

Hace un año les contaba a ustedes en esta página -El marino que lloraba- un recuerdo infantil, de cuando mi tío Antonio Pérez-Reverte, capitán de la marina mercante, se reunía en mi casa con otros dos capitanes amigos, Salvador Pérez García y Ginés Sáez, íntimos los tres desde que eran alumnos de Náutica. Contaba en el artículo que Salvador había sobrevivido al torpedeamiento de su barco durante la Segunda Guerra Mundial; y que su relato me impresionaba al escucharlo de niño, por la amargura con que refería la suerte de varios compañeros desaparecidos en el mar: un grupo a bordo de una balsa que dificultaba la navegación del bote salvavidas donde iba el resto de náufragos, y que se perdió de noche, después de que alguien cortara el cabo y dejase la balsa a la deriva. Eso es lo que conté en mi artículo, y poco más; pues nunca hasta entonces supe otra cosa: ni dónde fueron torpedeados, ni cuándo, ni por quién. Hasta desconocía el nombre del barco, o lo olvidé tras escucharlo siendo niño. Fue la tragedia de aquellos hombres abandonados y la desolación de Salvador al recordar -a veces veía lágrimas en sus ojos- lo que retuve toda mi vida. Con eso escribí la página, sin ir más allá. Un recuerdo infantil del mar y sus tragedias. Eso era todo.

Sin embargo, se produjo un efecto curioso. Mi tío Antonio, Salvador y Ginés habían muerto cuando publiqué el artículo; pero mi memoria del suceso, breve y vago recuerdo infantil, era compartida por otros. Lo supe después, cuando varios lectores -compañeros de Salvador, hijos y amigos de supervivientes- me hicieron llegar informaciones complementarias y detalles del naufragio, incluido el informe oficial de la compañía Trasmediterránea sobre la pérdida del buque. Gracias a ellos puedo hoy completar aquel impreciso recuerdo mío, reconstruyendo la historia completa; el drama que hacía llorar a Salvador cuando, con un cigarrillo en la boca y un vaso de whisky en la mano, recordaba la tragedia de un barco cuyo nombre conozco ahora: el Castillo Montealegre.

Desplazaba 3.792 toneladas y era de bandera española. El 8 de abril de 1943 navegaba bajo el mando del capitán don Francisco Zamora, con 47 tripulantes y cargamento de madera de Guinea Ecuatorial, cuando a mediodía fue avistado por el submarino alemán U-123. Aunque el barco llevaba la bandera española pintada en los costados como los reglamentos marítimos estipulaban para buques de países neutrales, el comandante Horst von Schroeter ordenó disparar tres torpedos que hundieron el Castillo Montealegre en menos de un minuto. Cinco hombres desaparecieron con el barco y el resto pudo salvarse gracias a un bote que flotó milagrosamente y a los restos dispersos en el mar. El comandante alemán se limitó a emerger -los supervivientes lo describieron con barba rubia y gorra de capitán, asomado a la torreta-, preguntó «What ship?» y, pese a confirmar que había echado a pique a un neutral, volvió a sumergirse sin prestar ningún socorro a los náufragos.

El bote que había quedado a flote estaba maltrecho; y mientras algunos supervivientes lo calafateaban con trozos de ropa, taponaban agujeros y achicaban agua, otros, incluidos cinco heridos, se agruparon sobre una balsa hecha con restos del naufragio. Quedaron, al fin, veintinueve hombres en el bote y trece en la balsa; pero al ir una y otro unidos por un cabo, y estar el bote averiado, la mala mar y los tirones de la balsa amenazaban con hundirlos a todos. Hubo discusiones. Y de noche, la balsa se soltó -Salvador decía que alguien cortó el cabo al amparo de la oscuridad-. Los veintinueve del bote fueron rescatados dos días más tarde por la corbeta inglesa HMS Inkpen. De los que quedaron en la balsa, nunca se supo: la noche se los tragó para siempre, y pasaron a formar parte de la extensa relación de misterios que el mar guarda en sus entrañas. El torpedeamiento de un neutral no perjudicó la carrera del comandante Von Schroeter, que más tarde recibiría la cruz de caballero, sobrevivió a la guerra y llegó a ser almirante de las fuerzas navales de la OTAN. En cuanto a los supervivientes del Castillo Montealegre, las buenas relaciones entre el gobierno de Franco y la Alemania nazi pusieron sordina al asunto: se les ordenó cerrar la boca. En los informes oficiales, el incidente de la balsa a la deriva se resolvió como acuerdo voluntario entre los náufragos para arreglárselas cada uno por su cuenta; pero los gritos de «¡No nos dejéis aquí!» que a Salvador arrancaban lágrimas al recordarlos alejándose en la oscuridad, ponen las cosas en su sitio: hombres y mar, supervivencia, vida o muerte. Tragedias viejas como el mundo. Historias como ésta que hoy, al fin, puedo completar para ustedes.

lunes, 6 de febrero de 2017

Annobón último reducto de la II República en África

Lo cuenta José Manuel Martínez Bande en "Los años críticos: República, conspiración, revolución y
alzamiento":

"(...) Había que terminar con esta situación, que no dejaba de representar un cierto peligro sobre el flanco del conjunto Marruecos-Canarias-Ifni-Sáhara, y a tal efecto embarcaría en Sidi Ifni, en el vapor Ciudad de Mahón (teniente de navío Fernando Balén), artillado como crucero auxiliar, un tabor al mando del capitán Ángel Bueno de Linares, uniéndose a esta fuerza en Canarias un grupo de voluntarios y un destacamento artillero.

El 14 de octubre llegaba el Ciudad de Mahón a la bahía de Bata, intimidando a la rendición al Femando Poo, cuyo comité revolucionario se había hecho dueño de la isla. Al contestar la motonave con fuego, tras haber enarbolado bandera blanca, sería hundida a cañonazos.
Las lanchas de desembarco al acercarse a la costa recibirían también fuego de fusilería, callando pronto tras nuevos disparos artilleros.

Quedaron en Bata dos días, marchando la tercera a Santa Isabel. Poco después (el 5 de febrero de 1937) llegaba a la isla de Annobón, ya al sur de la línea ecuatorial, el vapor Ciudad de Alicante, armado igualmente como crucero auxiliar, que, con un pequeño destacamento de tiradores al mando también del capitán Bueno, ocuparía prácticamente sin incidentes, el último punto de África aún formalmente dentro del poder republicano.
Ya no quedaba al sur del paralelo de Canarias ningún trozo territorial capaz de suponer preocupación alguna para la sublevación en su conjunto."


El buque Ciudad de Alicante en la factoría de Matagorda de Cádiz durante su transformación en crucero auxiliar en en el mes de octubre de 1936. La motonave de la C. Trasmediterránea, de 2.900 Tn., fue transformada en crucero auxiliar en el astillero, artillándolo con un cañón de 120mm. desmontado del fuerte de Cortadura de Cádiz; dos de 101mm. y uno de 47mm., entrando en servicio en los primeros días de diciembre en aguas del estrecho y, desde Ceuta, fue comisionado a Fernando Poo y a la pacificación posterior de la colonia de Río de Oro, regresando al Estrecho a mediados de abril del 37.

lunes, 16 de enero de 2017

Inicio de causas contra los tripulantes del vapor "Fernando Poo"

El Fernando Poo a su llegada 
por primera vez a Santa Isabel 
con el Obispo de Guinea Leoncio Fernández.
"La Gaceta de Tenerife: diario católico de información" en su edición del 16 de enero de 1937, 
    informa de inicio de CAUSAS contra los tripulantes del vapor "Fernando Poo", en la Guinea.

    Era previsible: conforme documenta Francisco Font Betanzos en La corta vida marinera del buque Fernando Poo de la Compañía Trasmediterránea, cuando se inicia el golpe de Estado del 18 de julio de 1936,  el Fernando Poo navegaba en aguas de Guinea. La tripulación remite un telegrama de aliento y adhesión al presidente de la República:
    En aguas Guinea tripulación buque Fernando Poo compuesta afiliados C.N.T. y U.G.T. protestan enérgicamente cobarde criminal levantamiento horda fascista, lamentando no estar Península para luchar unidos hermanos proletarios aplastar imperialismo. Doloridos por victimas reacción, nos ofrecemos Gobierno Frente Popular defender República.
    De hecho, el Capitán Emilio Ley Arata, director de la Trasmediterránea, afirmaba el 12 de noviembre de 1936 en un artículo de La Prensa: «Los oficiales del barco casi todos son rojos. El oficial que se exceptúa de haber estado de parte de los marxistas es el señor Devesa, casado con una joven de Las Palmas, de familia muy conocida. El Capitán del Fernando Póo, don Antonio Pasaje Respeto (sic), estaba también de parte de los rojos. Resultó muerto en el accidente del Fernando Poo el primer maquinista Eduardo Selma, marxista.»
    Se trata de viejas deudas contra la tripulación. Tan sólo unos meses antes, el 23 de junio de 1936, el diario Universal recogía la noticia de que «a última hora de la noche de ayer la Policía se personó a bordo del trasatlántico Fernando Poo cuya tripulación se declaró en huelga de brazos caídos, a consecuencia de unas diferencias con la Compañía. Los agentes practicaron la detención de los 80 tripulantes de la nave, que ingresaron detenidos en el  Juzgado de guardia, donde de madrugada continúa el interrogatorio»

    Meses después, «el 29 de agosto de 1936 el Fernando Poo, que había permanecido fiel a la República como hemos podido comprobar -precisa Francisco Font-, arribaba a Málaga procedente de Guinea con un importante cargamento. Mediante un radiograma el Gobierno le había ordenado que no hiciese escalas hasta el puerto malagueño. Pero el Gobierno de Burgos, que había captado el radio, ordenó que procediesen al puerto de Ceuta bajo amenaza de ser atacado por la aviación si no obedecían. El capitán desatendió esta última orden. Había realizado el viaje costeando con la intención de encallar el buque antes de entregarlo a un gobierno que estimaba ilegítimo. A la entrada del Estrecho un destructor leal le estuvo protegiendo hasta llegar al puerto de destino. A pesar de arribar a Málaga la descarga se efectuaría en el puerto de Valencia, para el que saldría cuando la superioridad lo ordenase. (...)».


    En su siguiente viaje, el 30 de septiembre arribó a Bata el Fernando Poo, prescindiendo de la escala habitual en Santa Isabel, al discernir que los golpistas se habían hecho con el poder en la misma. «El material bélico que portaba, contradiciendo todos los comentarios sensacionalistas, se reducía a seis fusiles y una pistola. La oficialidad de cubierta estaba integrada por el capitán, Antonio Pasaje Repeto; oficiales, Francisco Zamora Enclasaus, Francisco Seguí Darder y Jacinto Devesa Paredes. Alumno de Náutica, Juan Sintes. Médico, Víctor Ruiz Gallardón». Por cierto, que este médico era hermano de Alberto Ruíz Gallardón, el "Cejas".

    Igualmente se les acusó durante la indagatoria realizada por Juan Fontán y Lobe, juez nombrado para el esclarecimiento de los hechos ocurridos en el vapor “Fernando Poo” el 14 de octubre de 1936, del asesinato en su domicilio en Barcelona del padre Tomás Ribé, capellán del barco.

    Así, son varias las declaraciones del 1936 y 1937 en las que los encausados responden sobre el final del padre Ribé, a quien La Guinea Española recordaba en diciembre de 1936 como «aquel cura bajito, regordete, colorado, calvo, de andar y hablar pausado, simpático y sin enemigos posibles» y que habría sido asesinado a la puerta de su casa tras recibir a los marineros con un «¡Hola, chiquets! ¿Qué tal? Entren, que tomarán alguna cosa».
    Pese a esa acusación, tres años después el periódico rectifica publicando que el capellán estaba vivo.

    Con todo, Guillermo Portilla recoge en El derecho penal bajo la dictadura franquista: Bases ideológicas y protagonistas cómo años después (1942) «El Consejo Supremo de Justicia Militar condenó a muerte por un delito de adhesión a un sujeto que formó parte del Comité revolucionario a bordo del “Fernando Póo” e intentó entregar al capellán, sigue la sentencia, a las autoridades rojas de Málaga, lo que finalmente no consiguió (Sentencia de 18/11/1942 RJA. 1394).»

    El resto... forma parte de la entrada La batalla y los Mártires.

    domingo, 15 de enero de 2017

    Los catalanes de Fernando Poo



    Meses antes al golpe de Estado, en marzo de 1936, tuvo lugar la "Entrega a la presidencia de la Generalidad de un mensaje de unos catalanes de Fernando Poo", "Retrat de grup amb motiu de la presència de l'aviador Ramon Carreras al Palau de la Generalitat per fer arribar a presidència un missatge el qual li ha estat lliurat per un grup de catalans de Fernando Poo. El rep Bonaventura Gassol. Barcelona."
    En medio del proceso de purga y represión que vive tanto la población civil como los empleados de la administración colonial tras el golpe de Estado de septiembre de 1936 en Santa Isabel y la posterior caída de Bata en octubre, en enero de 1937 La Guinea Española recoge una nota de la colectividad catalana, en la que "un español catalán" ejerce de portavoz de la misma y se adhiere a los golpistas como ciudadano ejemplar:

    Todos no somos iguales
    Los tristemente célebres sucesos que se han producido en España desde el 17 de julio, han puesto otra vez en plano de actualidad a los catalanes, para ofrecerlos como un caso único en la historia de España. Los catalanes de Fernando Poo, si no todos, una mayoría condenamos todos los movimientos revolucionarios que partiendo de Cataluña o de otras regiones, contribuyan a arruinar a nuestra Patria Española. No es culpa nuestra haber nacido allí, ni es tampoco culpa nuestra que nuestros padres nos hayan enseñado a hablar catalán. En las filas nacionalistas figurarán sin ninguna duda, miles y miles de catalanes que lucharán como Prim luchó en Castillejos en defensa de España y de la Fe. El día que las camisas azules desborden el Ebro y pisen tierras catalanas, ya verán como de cualquier rincón de aquella región, saldrán catalanes a luchar por España, pero en las actuales circunstancias se comprende que estén sometidos lo mismo que lo están en Málaga, en Bilbao y en Madrid. No quedaron atrás Gerona ni el Bruch en la defensa de la patria contra el francés enemigo, por eso hay que esperar un poco con la seguridad de que los verdaderos catalanes se pasarán a las filas nacionalistas tan pronto tengan ocasión. Los quinientos mil forasteros que hay en Cataluña, son seguramente los que en su mayoría luchan en las filas rojas, nosotros los catalanes sabemos que la destrucción y el odio, no es propio de ningún buen catalán.
    Un español catalán.


    Autoodi a la Guinea de 1936:
    "no es culpa nuestra haber nacido allí".


    Forma parte de una historia por contar... .

    En el 2016, con motivo de la exposición "Ikunde. Barcelona, metròpoli colonial", surgen reflexiones inusuales del tipo de «"A diferencia de lo que la gente se imagina, la auténtica metrópoli de Guinea colonial no fue Madrid sino Barcelona", asegura Josep Fornés, director del Etnològic y del Museu de les Cultures del Món».
    «La exposición no deja títere con cabeza. Apunta a los políticos franquistas, a los misioneros claretianos que se cargaron las costumbres de las tribus y a los empresarios catalanes que se enriquecieron en esa Guinea colonial con mano de obra tan barata, entre ellos el padre de Fèlix Millet, saqueador confeso del Palau de la Música, que envió a su hijo a que adquiriera experiencia de joven en sus plantaciones africanas, propiedad de la Compañía Agrícola Industrial de Fernando Poo, que él presidía. Tampoco se salvan el ayuntamiento, el zoo ni el propio Museu de Etnologia, que luce en sus vitrinas algunos tesoros de la cultura fang. "Lo que hizo Barcelona en esa colonia africana fue un expolio y un saqueo. Se llevaron dinero a capazos sin ningún tipo de escrúpulo", critica Antebi.»
    Esta particular relación de la burguesía catalana con Guinea, es descrita por Gustau Nerín en Nuestra Guinea: «Guinea Española fue, en gran parte, una colonia catalana. A partir del momento en que se empezó a difundir el cultivo del cacao, hacia 1884, los inversores catalanes se hicieron presentes en la élite finquera (plantadora y exportadora de cacao). Con el tiempo, coparían la cúpula de algunas de las grandes empresas presentes en Guinea, como la Compañía Trasatlántica, LEZNA o Frapejo. Los catalanes también tuvieron un papel importante en la dominación colonial de los guineanos. Como el Gobierno español no tenía escuela colonial y, por lo tanto, no disponía de funcionarios especializados en tareas coloniales, confió la transformación de las poblaciones autóctonas a las congregaciones de los claretianos y de las concepcionistas, que tenían una amplia presencia catalana. La evangelización de Guinea se planificó desde Vic y desde Barcelona.

    Con tanta presencia catalana en la colonia es normal, pues, que los grandes propagandistas de la colonia salieran de Barcelona, como Juan Bravo Carbonell o el periodista Josep Vilaró, y que la literatura colonialista de temática guineana fuera dominada por autores catalanes en lengua castellana: Josep Maria Vilà, Liberata Masoliver y, sobre todo, el tremendamente racista Bartolomé Soler. A pesar de todo, Guinea, una colonia poco extensa y poco poblada, no está muy representada en el nomenclátor barcelonés (tan solo hay una calle dedicada a Fernando Poo, otra al explorador Iradier y una tercera al geógrafo Beltrán y Rózpide, propagandista del colonialismo).
    En ese tiempo de grandes intercambios económicos entre Cataluña y Guinea, Barcelona se convirtió en la segunda casa de la élite fernandina, la burguesía negra de la isla de Fernando Poo. Así, en el barrio de las Tres Torres establecerían su segunda residencia familias acomodadas guineanas como los Collins, los Jones o los Dougan. Y al llegar la independencia de Guinea, y establecerse allí la dictadura de Macías, Barcelona se convirtió, automáticamente, en tierra de refugio para muchos guineanos, una tierra un tanto inhóspita, que no siempre los acogió fraternalmente. Algunos sufrieron mucho: añoranza, discriminación, explotación... Otros se integraron bastante bien».



    jueves, 5 de enero de 2017

    Causa 630 de 1936 de Fernando Poo

    El blog "Memoria e Historia de Canarias" de Pedro Medina Sanabria recoge diferentes y variados documentos. Entre otros:

    CAUSA 630 DE 1936 DE FERNANDO POO

    COMANDANCIA GENERAL DE CANARIAS
    Plaza de Santa Isabel de Fernando Poo    Juzgado Eventual Número 1
    13061– 421 -1
    CAUSA número 630 de 1.936
    Delito : Rebelión
    Procesados: Capitán retirado Don Julián Ayala Larrazábal. Don Angel María Pozanco, Don Luis Bazo, Don Luis Mazo, Don Angel Garcia Villalba, Don Rafael Massiello, Don Laureano Vives, Don Carlos Padrón Melian, Don Manuel Alaiz.
    Dieron principio las actuaciones el 5 de Enero de 1.937.
    En prisión preventiva el dia 9 de Agosto de 1.940
    En libertad provisional el dia
    JUEZ INSTRUCTOR
    SECRETARIO
    Capitán de Artillería, Don Juan Fontán Lobé.-Sargento del Batallón de Voluntarios Don Alfonso Manrique de Lara y Fierro
    Otro.- Capitán de la Guardia Colonial Don Enrique Pueyo del ValOtro.- Suboficial de la Guardia Colonial Don Vicencio Garcia Blazo
    Otro.- Teniente de la Guardia Colonial Don Antonio Varela ToinielOtro.- Cabo de la Guardia Colonial Gregorio Aparicio
    Otro.- Capitán de Infantería Don Pedro Baena MartínezOtro.- Cabo movilizado Teofilo Jorge
    Otro.- Teniente Coronel de Artillería Don Juan Mora SotoOtro.- Teniente de Artillería Don Francisco Díaz
    Otro.- Coronel de Artillería Don Diego Figueroa ManraraOtro.- Teniente Provisional Don Francisco del Rio Falcón
    Otro.- Idem idem idem
    Don Rafael Fernández de Miranda
    Cfr.: ATMTQ 13061–421-1.- Causa 360 de 1936.- Cubierta.

    ---


    En dicha Causa, cuyas actuaciones dieron principio el 5 de enero de 1937,  fueron encartados, además del Capitán de la Guardia civil JULIÁN AYALA LARRAZÁBAL, estos otros siete hombres:
    1Ángel García Villalba,Ingeniero Agrónomo
    2Ángel Miguel Pozanco BarrancoSecretario del Subgobernador
    3Carlos Padrón Melián,Paisano
    4Laureano Vives BonetJefe de Policía
    5Luis Mazo Muñoz,Escribiente del Subgobierno
    6Manuel Alaiz PlazaMaestro Nacional
    7Rafael Masiello Guerrero,Administrador Territorial

    domingo, 30 de octubre de 2016

    Causa 522 de 1936 contra José Munuera Quiñonero

    El blog "Memoria e Historia de Canarias" de Pedro Medina Sanabria recoge diferentes y variados documentos. Entre otros:

    CAUSA 522 DE 1936 CONTRA JOSÉ MUNUERA QUIÑONERO

    COMANDANCIA GENERAL DE CANARIAS

    Plaza de Santa Isabel de Fernando Poo Año de 1936

    Nº 4021 Legº 162 – 1


    Instruída al Teniente de Ingenieros, DON JOSE MUNUERA QUIÑONERO, administrador Territorial de San Carlos, por el supuesto delito de traición.

    Dieron principio las actuaciones . . . . . . el 30 de Octubre de 1.936
    En prisión, el día . . . . . . . . . . . . . . . . . .12 de Noviembre de 1.936
    En libertad, el día . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 de Enero de 1.937
    JUEZ INSTRUCTOR
    SECRETARIO
    El Teniente de Caballería,
    El Cabo del Batallón de Voluntarios
    Don Diego de Alcalá Buriel y Vazquez
    Patriotas de Las Palmas, Don
    Francisco Sánchez López
    OTRO
    OTRO
    Capitán Don Edmundo Hernández Medina
    Alférez Don Ismael Sánchez Rodríguez
    OTRO
    Capitán Don Juan Fontán Lobé


    Cfr.: ATMTQ 4021-162-1.- Causa 522 contra JOSÉ MUNUERA QUIÑONERO.- Cubierta.


    * * * * * * * * * *

    Este procedimiento se inicia en Santa Isabel de Fernando Poo, en la fecha indicada, 30 de octubre de 1936, por orden del Comandante Militar, en virtud de una información, entregada por el capitán de las Milicias Nacionalistas, acerca de la conducta del Teniente de Ingenieros JOSÉ MUNUERA QUIÑONERO.


    JOSÉ MUNUERA QUIÑONERO, tras haber estado de permiso en la Península, había regresado a la Colonia española de Guinea, con el fin de incorporarse a su destino como Administrador Territorial de San Carlos, viajando en el vapor FERNANDO POO.


    Mediante oficio número 1388, de fecha 2 de noviembre de 1936, el GOBERNADOR GENERAL DE LOS TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL GOLFO DE GUINEA, ordena que se le asigne el número 21 del Registro.

    Posteriormente, mediante radiograma recibido el 16 de noviembre de 1936, remitido por la AUDITORÍA DE GUERRA DE CANARIAS, se le adjudicaría a esta causa el número 522 de 1936, desarrollándose un prolijo procedimiento que superaría el centenar de folios.

    jueves, 20 de octubre de 2016

    Libre de toda sospecha

    Fernando Ballano, en "Aquel negrito del África tropical: el colonialismo español en Guinea" recoge que:
    Para los funcionarios que se quedaron, el 20 de octubre, por orden del Gobierno general se establece la obligación, para poder seguir cobrando el sueldo, de firmar una declaración jurada que rezaba: «X, español, funcionario del Estado, declara bajo palabra de honor y jura ante Dios no haber hecho armas contra el Movimiento salvador de España, al que ha servido fielmente y sin interrupción desde su iniciación en estos territorios, ofreciendo al nuevo régimen establecido su adhesión incondicional, prometiendo por su honor y jurando ante Dios su fidelidad más absoluta y leal al mismo».
    En el Boletín Oficial del Estado es posible identificar un goteo de readmisiones al servicio, previa comprobación de antecedentes y comportamiento durante el proceso de conquista del poder:
    • ORDEN de 13 de marzo de 1939 admitiendo al servicio, sin imposición de sanción. al Radiotelegrafista de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea D. Eduardo Sánchez Hernández. 
    Iltmo. Sr.: Vista la información instruida, de conformidad con la Ley de 10 de febrero último, al Radiotelegrafista de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea, don Eduardo Sánchez Hernández, esta Vicepresidencia del Gobierno ha acordado la admisión al servicio de dicho funcionario, sin imposición de sanción alguna.
    Lo que comunico a V. I. a los efectos oportunos.
    Dios guarde a V. I. muchos años.
    Burgos. 13 de marzo de 1939. — III Año Triunfal.
    FRANCISCO G. JORDANA
    • ORDEN de 7 de julio de 1939 admitiendo al servicio, sin imposición de sanción, al Maestro albañil del Servicio de Obras Públicas de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea don Angel Fernández Cárdenas. 
    Ilmo. Sr.: Vista la información instruida, de conformidad con la Ley de 10 de febrero último, al Maestro albañil del Servicio de Obras Públicas de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea, don Angel Fernández Cárdenas, esta Vicepresidencia del Gobierno ha acordado la admisión al servicio de dicho funcionario, sin imposición de sanción alguna. Lo que comunico a V. I. a los efectos oportunos. Dios guarde a V. I. muchos años. Eurgos, 7 de julio de 1939.— Año de la Victoria. FRANCISCO G. JORDANA limo. Sr. Jefe del Servicio Nacional de Marruecos y Colonias.— Madrid.
    • ORDEN de 29 de julio de 1939 admitiendo a servicio, sin imposición de sanción, al Maestro Carpintero denlos Territorios Españoles del Golfo de Guinea don Miguel Abaunza Bonacho. limo. Sr.: Vista la información instruida, de conformidad con la Ley de 10 de febrero último al Maestro Carpintero de los territorios Españoles del Golfo de Guinea, D. Miguel Abaunza Bonacho, esta Vicepresidencia del Gobierno ha acordado la admisión al servicio de dicho funcionario sin imposición de sanción alguna. Lo que comunico a V. I. A los efectos oportunos. Dios guarde a V. I. muchos años. Burgos, 29 de julio de 1939.— Año de la Victoria. FRANCISCO G. JORDANA. limo. Sr. Jefe del Servicio Nacional de Marruecos y Colonias.—Madrid.
    • ORDEN de 23 de agosto de 1939, admitiendo al servicio, sin imposición de sanción, al Perito Agrícola de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea, don Ramón Moscoso Alaminos limo. Sr.: Vista ]a información instruida, de conformidad con la ; Ley de 10 de febrero último, al Perito Agrícola de los Territorios Españoles del Goifo de Guinea, don Ramón Moscoso Alaminos, este Ministerio de Asuntos Exteriores, ha acordado la admisión, sin sanción, al servicio, de dicho funcionario. Lo que comunico a V. I. a los efectos oportunos. Dios guarde a V. I. muchos años Burgos. 23 de agosto de 1939.— . Año de la Victoria. JUAN BEIGBEDER ATIENZA. limo. Sr. Director General de' Marruecos y Colonias.—Madrid
    • Orden de de 9 de octubre de 1940 por la que se admite al servicio del Estado, sin sanción, al Maestro de Primera Enseñanza en los territorios del Golfo de Guinea don Jesús José Colás Zapardiel.
    • Orden de 6 de junio de 1945 por la que se resuelve el expediente de depuración del Maquinista del Servicio de Obras Públicas de los Territorios españoles del Golfo de Guinea don Julio Medina Sánchez, debiendo continuar en la misma situación de excedente forzoso en que se encontraba al incoarse el expediente.
    • Orden de 14 de febrero de 1950 por la que se declara admitido al servicio, sin sanción, a don Manuel Gramunt Puig, Notario de los Territorios españoles del Golfo de Guinea.
    Y hay más...

    Algunos, como Juan Viñolas Puig (* Sant Feliu de Guíxols, Girona 28/11/1906 - ✝ Málaga 13/2/2001), en excedencia en su plaza en el faro de la isla de Aire (Menorca) desde junio de 1935 como "supernumerario activo por haber pasado al servicio de la Dirección General de Marruecos y Colonias" tardaron décadas en ser reintegrados en su puesto tras la salida de Guinea.
    Éste solicita en febrero de 1937 el reingreso en el cuerpo y el gobierno republicano le destina a la suplencia de Girona. Terminada la guerra es expedientado por los ganadores. No es hasta el 18 de noviembre de 1953 en que tras "depurar la conducta político-social del Técnico-mecánico de Señales Marítimas don Juan Viñolas Puig" es readmitido con sanción al cuerpo. Todavía en 1959 se documenta su solicitud de levantamiento de la sanción de postergación, quedando la misma sin efecto.
    Como parte de las sanciones, fue sometido a diferentes traslados forzosos (lo que en la práctica supone un destierro de Girona), pasando por los faros de Portman (Murcia), Vizcaya y Málaga, acabando jubilado el 28 de noviembre de 1976 en esta última suplencia.

    O como José Villaverde de Beitia, médico separado del Servicio Sanitario Colonial el 31 de octubre de 1938. Fue separado de su cargo por estimar que "por su conducta había de considerárselo contrario al Movimiento Nacional, como consecuencia de una información sobre actividades de la Masonería en la Colonia, practicada por un Juez Militar, que dio lugar a la resolución del Gobernador General de Guinea de 19 de octubre de 1938". 
    El Boletín Oficial del Estado en su edición del 8 de abril de 1947 publicó la Orden de 15 de marzo de 1947 por la que se resuelve el recurso de agravios promovido por don José Villaverde de Beitia, contra resolución de la Dirección General de Marruecos y Colonias de 20 de octubre de 1944.
    En la orden se desglosan la sucesión de recursos inadmitidos o denegados que el Dr Villaverde interpuso por años para ser reincorporado, "comunicándose al interesado que, teniendo en cuenta los antecedentes suyos existentes en la Colonia y el informe del Gobernador general de la misma, la Dirección General estimaba que no procedía su reingreso en el servicio colonial".
    Falleció 8 años después (3 de marzo de 1955), como médico de Tramacastilla de Tena, Huesca, sin lograr la rehabilitación pese a que el 3 de noviembre de 1945 se le incluyó en la lista de personas sobre las cuales "se ha dictado auto de sobreseimiento en sus respectivos procesos, y que por lo tanto han quedado exentas de responsabilidad, quedando alzadas cuantas restricciones de todo orden se les hubiera impuesto".

    En cualquier caso, para las nuevas incorporaciones, "en la solicitud deberán anotarse dos clases de méritos: 1.° Méritos profesionales (...). 2.° Méritos en relación con el Movimiento Nacional, especificando si es Mutilado, si ha sido herido y cuántas veces, si ha estado en el frente, en qué unidad y durante cuanto tiempo. Se tendrán en cuenta para resolver él concurso los turnos de preferencia y exclusión a que se refiere la Ley de 25 de agosto de 1939, - por lo que los concursantes deberán acompañar las certificaciones que acrediten su inclusión en alguno de los turnos de preferencia de Caballeros Mutilados, Ex combatientes. Ex cautivos, etc., indicando cual sea."

    lunes, 17 de octubre de 2016

    Los tiempos de Madrid

    El 14 de octubre -el mismo día en que es hundido el buque Fernando Poo y bombardeada la ciudad de Bata- el Gobierno de Madrid (republicano) sigue administrando el territorio en la distancia. Sea por desfase en las noticias o como estrategia, la Gaceta de Madrid del 16 Octubre 1936 publica la siguiente resolución, cesando a un empleado público:

    ADMINISTRACION CENTRAL 
    PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS 
    DIRECCION GENERAL DE MARRUECOS Y COLONIAS 

    El Gobernador general de las Posesiones españolas del Golfo de Guinea en el expediente instruido a D. Juan Die y Pascual de Bonanza, funcionariodel Servicio Agronómico Colonial, en virtud de denuncia formulada por don José Ginés Sáez, ha dictado con fecha 26 de Abril último la siguiente resolución:

    “Visto el expediente comenzado, a instruir en 5 de Noviembre de 1934 contra el funcionario del Servicio Agronómico D. Juan Die y Pascual de Bonanza: Resultando probado cuanto se detalla en la propuesta que eleva a este Gobierno general el Sr. Juez instructor con fecha 23 del corriente: Considerando que es evidente la procedencia de la sanción propuesta, Este Gobierno general, en uso de las facultades que le confiere el Estatuto de Personal, promulgado por Decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros fecha 8 de Diciembre de 1931, ha resuelto:

    Primero. Declara al funcionario del Servicio Agronómico D, Juan Die y Pascual de Bonanza definitivamente separado del servicio como incurso en la falta de probidad comprendida en el párrafo tercero del artículo 19 del Estatuto de Personal.

    Segundo. Que se le prevenga del derecho que le concede el párrafo penúltimo del artículo 20 del Estatuto de Personal vigente para recurrir de la anterior resolución ante la Presidencia del Consejo de Ministros, Dirección general de Marruecos y Colonias, al hacérsele la notificación por edicto que deberá publicarse en el Boletín Oficial, dada la situación de rebeldía en que se encuentra y su ignorado paradero, así como en la Gaceta de Madrid .

    Tercero. Que no existe derecho alguno a D. José Ginés Sáez, vecino de Kogo, sobre el terreno de 35 hectáreas de Ebelebu (Río Congue) a que se refiere la instancia dirigida a este Gobierno general con fecha 2 de Octubre de 1934, que dio lugar a este expediente, debiéndose manifestar así. al interesado y a los servicios agronómico y forestal para su conocimiento y efectos que procedan.

    Cuarto. Dese cuenta a la Superioridad.”
    Lo que en cumplimiento de lo acordado se hace público para conocimiento del interesado y a los efectos prevenidos. Madrid, 14 de Octubre de 1936.

    -El Director general, Argimiro Maestro de León

    domingo, 16 de octubre de 2016

    La huida

    Cuenta Gemma Mañá Delgado en "La voz de los náufragos: la narrativa republicana entre 1936 y 1939" respaldado con fragmentos de "Guinea Mártir - Narraciones, notas y comentarios de un condenado a muerte" escrito por Ángel Miguel Pozanco que:

    "Con intromisiones de ciudadanos alemanes, el 14 de octubre de 1936, llegó frente a Bata el vapor faccioso Ciudad de Mahón, pintado y camuflado como barco de una naviera alemana. Con dos cañonazos destruyó el Fernando Poo y atacó la sede del Subgobierno. En el ataque al Fernando Poo también murieron varios tripulantes y otros fueron hechos prisioneros. Soldados marroquíes bien armados, que fueron desembarcados en Bata, no respetaron nada ni a nadie.

    Caparrós, del comité de a bordo, fue asesinado por los facciosos cuando el Ciudad de Mahón se dirigía a Santa Isabel:
    Nos contaron la manera inhumana con que llevaron a efecto este asesinato los fascistas. Un moro, al conjuro de las palabras "éste, incomunicado", le segó la cabeza de un golpe de alfanje, después de haberle martirizado horrorosamente (p. 165).
    Sin armas, el 14 de octubre de 1936, Hernández Porcel ordenó evacuar Bata hacia Ambán y Ebebeyín -en la frontera con el Camerún-. Otros republicanos huyeron a Gabón a través de la selva.
    Los europeos leales a quienes sorprendió el desembarco sobre el sur continental y aún algunos rezagados involuntariamente por causa de enfermedad, hubieron de abandonar el territorio adentrándose en Gabón. El éxodo de éstos resultó algo inenarrable: a través del bosque desconocido e impenetrable, acechados por las fieras de la selva, alimentándose de comida indígena no siempre encontrada, pernoctando en poblados alejados poco frecuentados por europeos, con la constante amenaza de verse perseguidos, adquirió dramatismo que enerva el ánimo mejor templado. Así, tras un recorrido que consumió para algunos varias semanas, llegaron a Gabón los últimos; varios de ellos dando un largo rodeo se dirigieron al Camerún; unos y otros atacados por el paludismo, enfermos, a punto e pagar con la vida su inquebrantable voluntad de seguir denominándose españoles...
    Algunos aún querían resistir sin armas, por lo que depusieron a Hernández Porcel.

    El brigada Fontanet decidió resistir en Ebebiyin, último puesto antes de pasar a Camerún, produciéndose un enfrentamiento con la columna nacional, resultando con varias bajas los republicanos.

    El 15 de octubre llegaron a Camerún en busca de asilo hasta que pudiesen regresar a zona republicana. Tras estos hechos, los sublevados aprovisionaron Guinea con material de guerra y especialistas alemanes. La nueva guardia marroquí controlaba todo y cometió toda clase de abusos incontrolados con los nativos, muchos de los cuales también migraron al Camerún. En Burgos, el subgobernador Hernández Porcel y Ángel Miguel Pozanco fueron condenados a muerte en ausencia."

    El 19 de octubre, Rodrigo Miralles desde Camerún remite al Diario de Almería una carta narrando la situación que han vivido y en la que se encuentran:

    Relación de españoles refugiados en el Cameroun
    Emilio Fontanet, Ángel García Villalba, Eugenio Domingo, Rafael Maciello, su señora y dos hijos; Antonio López y su señora; Toribio Villalobos, Juan Antonio Ortiz, Luis del Caso, Juan Notario Notario y su señora; Rafael Matamala, señora y dos hijos, Gabriel López Cano, señora y dos hijos; José Cazorrán; José Cuervo y señora; señora de Garriga; Fidel Miralles; Juan Bernat; Antonio Tinoco; José Martínez y señora; José Navarro; Enrique Ghofre; Martin Rmestoy; Julián Cortés y señora; Francisco Camps; Miguel Riestra; Alejo Cuadra; Inocencio Ferro; Daniel Martínez; Catalino Gómez, su señora y dos hijos; Domingo González; José Garrido; Raimundo del Pozo; Rafael Bauchaud; señora de Molina, su madre y su hija; Luis Martínez, su señora y tres hijos; Arturo Lemus; Severino Carnaval; Rufino Martínez; Juan González; Francisco Ruiz; José González y un hijo; Vicente Urigen; Juan de la Iglesia; Andrés Artieda; Rodrigo Miralles; Francisco Azapiri y señora; Manuel Vázquez; Francisco Picó; Juan Manuel Vilella; José Correa; Isidro Álvarez; Anselmo Mínguez; Alejandro Blanco; José Lozano, su señora y su hija; Miguel Ruiz Ramírez; Diego Ruiz Gardyn; Eduardo Ruiz Gardyn; Luis Cruz; señora de Iranzo y su hija; señora de Sánchez; Luis Mazo; Antonio Martínez, su señora y un hijo; Ernesto Ruiz; Luis Santos; Enrique Méndez; Eugenio Martin; Marcelino Seuva; Jaime Menkara; Emilio del Arca, su señora, el padre y cinco hijos; Juan José López; Manuel Feneiro; Juan Ferreiro; Gerardo de las Herras; Narciso Colell; Luis Abaunza; Federico Guardón; Anselmo Herráiz; Pedro Emvid; Juan Munné, Higinio Mazorra. Además de los anteriormente citados, se han refugiado por la parte del Gabón y Kribi bastantes españoles, y se cree que casi todos estamos a salvo. Hay que lamentar la muerte y desaparición de muchos de los tripulantes del barco. La mayoría de ellos embarcarán dentro de unos días para España y se cree que hay algunos más, refugiados en los bosques. Hago constar que todas las familias que tenían parientes en Bata deben tener confianza hasta el último momento, porque los que se refugiaron en los bosques tardarán varios días en aparecer y no sabemos aún la lista y total de los refugiados en otras partes del Cameroun.



    El mismo 15 de octubre se cesa, por rebeldía, a los funcionarios del continente que habían huido a Camerún y se incautan sus bienes.

    La Vanguardia recoge esta nota en su edición del 28 de abril del 1937 referente a la llegada a Burdeos del funcionario.
    El diario La Libertad de 4 de febrero de 1937 recoge la noticia "El paquebote «Asie» ha llegado a Burdeos, trayendo a bordo 53 españoles embarcados en Doala (Camerún). Estos pasajeros eran funcionarios republicanos o colonos de Bata. Entre ellos se encuentran Miguel Ruiz, Ramón Almirez, alcalde de Bata, y Rafael Iranzo Núñez, comandante del puerto. Los pasajeros han declarado que el día 14 de Octubre, el «Ciudad de Mahón», afecto a la flota de Franco, y procedente de Fernando Poo, disparó sobre Bata. Un buque con numerosos pasajeros, anclado en el puerto de Bata, fue hundido, pereciendo 17 personas. Los habitantes de Bata huyeron en automóvil hacia Gabón. Algunos se encuentran aún en Dousville. Otros se trasladaron al Camerún y los restantes embarcaron a bordo del paquebote «Asie»".
    Fernando Ballano, en "Aquel negrito del África tropical: el colonialismo español en Guinea" recoge que:
    Para los funcionarios que se quedaron, el 20 de octubre, por orden del Gobierno general se establece la obligación, para poder seguir cobrando el sueldo, de firmar una declaración jurada que rezaba: «X, español, funcionario del Estado, declara bajo palabra de honor y jura ante Dios no haber hecho armas contra el Movimiento salvador de España, al que ha servido fielmente y sin interrupción desde su iniciación en estos territorios, ofreciendo al nuevo régimen establecido su adhesión incondicional, prometiendo por su honor y jurando ante Dios su fidelidad más absoluta y leal al mismo».
    Igualmente, documenta Donato Ndongo Bidyogo en la ponencia "Reivindicaciones de España. La proyección del fascismo en el Golfo de Guinea (1936-1945)" realizada dentro del III Seminario Internacional sobre Guinea Ecuatorial que:
    No revistieron importancia militar las breves escaramuzas de la Guerra Civil en el golfo de Guinea. Aunque se confirmaría en octubre, con la llegada de las tropas de ocupación –integradas por marroquíes–, en septiembre estaba consolidada la situación a favor del bando franquista. Son de un marcado carácter represivo las primeras disposiciones de la cabeza visible del Nuevo Estado en la colonia, el teniente coronel Luis Serrano, jefe de la Guardia Colonial. Destaca la prohibición del abono de nóminas “sin la presencia del interesado”, orden destinada a suspender de empleo y sueldo a los empleados que hubiesen huido o estuviesen presos, y facilitar la localización de los escondidos; decretó la baja de cuantos funcionarios prestaran sus servicios en la Guinea continental “hasta tanto se depure individualmente su conducta”; el Gobierno General incautó todos los bienes de las “personas desafectas al Movimiento Salvador de España”, consideradas tales los detenidos por haberse opuesto directa o indirectamente a la sublevación. Desde el 20 de octubre, ningún funcionario podía percibir haberes con cargo a los presupuestos generales de la colonia o cualquier otro organismo público, semipúblico o que tuviese préstamos de entidades oficiales, sin antes adherirse al nuevo régimen mediante juramento solemne de “absoluta fidelidad y lealtad”, disposiciones que afectaban por igual a colonos y nativos.