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sábado, 30 de septiembre de 2023

El primer vuelo

A través de las redes sociales nos llega lo que promete ser un paseo más por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel:

Atando cabos, e investigando un poco, la historia resulta ser -en parte- cierta: el anónimo piloto sí tenía nombre y apellidos, y se trataría de Alfonso Alarcón Artal.

Y aunque sí hubo italianos (e incluso un annobones llamado José Segura) retenidos en el operativo, definitivamente no «les cortaron el cuello», sino que quedaron confinados en la vecina Camerún hasta la capitulación italiana.

Se trata de la operación Postmaster, que tuvo lugar en la noche del 14 al 15 de enero de 1942 en el puerto de Santa Isabel. 

El operativo respondió al hartazgo de Inglaterra, ya que veía con preocupación cómo el supuestamente territorio neutral de la Guinea Española (y sus puertos) era usado con toda impunidad por alemanes e italianos, con la anuencia y colaboración de las autoridades franquistas, incluyendo al gobernador general Juan Fontán, conocido públicamente por sus simpatías hacia las potencias del Eje.

Así, los servicios secretos británicos, con Ian Fleming como responsable del operativo, darán un golpe de mano como advertencia secuestrando de noche el pequeño remolcador alemán Likomba y la barcaza Bibundi, así como el vapor mixto de pasaje y carga italiano Duchessa d'Aosta. Lo de Ian Fleming podría ser anecdótico, pero se intuye que esa acción del SOE será la inspiración del futuro personaje de ficción de James Bond.

El SOE se apoyará en agentes del gobierno vasco en el exilio (3 miembros del disuelto 3º Batallón de Fusileros Marinos de las Fuerzas Navales Francesas Libres) y republicanos como Agustín Zorrilla que organiza una gran fiesta en el Casino de Santa Isabel para emborrachar a la tripulación de los barcos. Las crónicas británicas se referirán a él como Abelino Zorilla. Probablemente, se trataría de Avelino Zorrilla Contreras o su hermano Agustín, del que sí hay menciones en La Guinea Española y en Pares. Esta curiosa confusión entre los dos hermanos induce a pensar que ambos se involucraron y que Agustín acabó acaparando la visibilidad exonerando al resto de involucrados (incluyendo a su hermano)...

Gerardo José Cámara ficciona la situación en "La tierra amada. Aventura y fe":

El casino se encontraba cerca del puerto, era una casa colonial de color blanco rodeada de unos extensos jardines. Esa noche el edificio y los jardines estaban espectacularmente iluminados y engalanados para el evento. Agustín Zorrilla iba vestido con esmoquin, acompañado por Antonio Díaz, el director del casino, paseaban por el jardín saludando a todos los invitados. Los camareros, todos nativos, ofrecían a las personas allí reunidas vino español. A la cena habían acudido todas las gran- des personalidades de la isla: autoridades civiles y militares, el gobernador, empresarios, el Vicecónsul Británico, los cónsules alemán, italiano. y francés, así como la tripulación de los buques extranjeros atracados en el puerto.

- Una gran noche -comentó el director del casino a Zorrilla- ha tenido usted una buena idea al proponerme organizar esta cena.

- Es una manera de romper la monotonía de esta isla y pasar un buen rato -dijo Zorrilla-. -¿Qué tal le van los negocios? -preguntó Antonio Díaz mientras degustaba el vino-.

Mientras transcurre la fiesta, los tres barcos son secuestrados por los británicos y llevados a altamar. Y de Zorrilla... no se volverá a saber (se pierde su pista en Latinoamérica).

La crónica del operativo siempre ha dado protagonismo a Zorrilla -empleado de una ferretería-, quien además de la fiesta recopiló datos del puerto, de la guarnición española e informaciones que útiles para la inteligencia británica. Igualmente, se habría hecho pasar por aficionado a la fotografía por lo que hizo muchas de la zona, llegando a hacerse amigo de Alfonso Alarcón, el piloto de la avioneta del gobernador, con el que hizo varios vuelos tomando diversas fotos, incluyendo vistas aéreas del puerto que rápidamente hizo llegar a sus superiores en Lagos.

En ese relato, Alarcón habría sido engañado por Zorrilla. 

Pero como veíamos en el tweet inicial, a los descendientes del ingeniero Fabio Saldías, éste les habría transmitido que Alarcón había ejercido de «espía para los aliados»...

Pero ¿quién era el piloto Alarcón?

Es cierto, que no se suele contar que él fue protagonista del primer aterrizaje en el aeropuerto Manises, pero tampoco es un secreto muy bien guardado.


A la izq. aviador valenciano Alfonso Alarcón y el paracaidista Tomás Herrero



Alarcón obtuvo en 1931 una de las primeras licencias de piloto en el ámbito civil (número 34), y rápidamente empieza a sonar su nombre, ya que en 1932 es elegido directivo del Aero Club de Valencia, y al año de la directiva de la Liga Española de Pilotos Civiles. Poco después fue designado como Asesor técnico representante de la Dirección General de Aeronáutica Civil en la Junta del Aeropuerto de Valencia.

Previamente había recabado permiso municipal para usar una caseta cercana a la playa de la Malvarrosa, en donde operaba una escuela de aviación, pero acabará desplazando operaciones un poco más lejos de la costa, en Manises, donde -tal y como recuerda el Diario Levante- «el primer avión que aterrizó en l´Horta lo hizo un 6 de noviembre de 1932: era un De Haviland Moth, matrícula EC-ANN, llamado "Avión Valencia", pilotado por su propietario, Alfonso Alarcón Artal, y con el alcalde de Manises de la época, José Carpintero Alpuente, como único pasajero».



El portal Manises online, completará la información:«autoridades y vecinos que fueron el día 6 de Noviembre de 1932, cuatro meses antes de la inauguración del aeropuerto, a recibir a las tres personas que llegaban en el primer avión que aterrizó: El piloto Alfonso Alarcón, el Alcalde José Mª Carpintero y a la primera mujer en llegar por avión a Manises, Carmen Carpintero. Su imagen se puede ver al fondo, todavía dentro del aeroplano. Con 19 años tuvo el honor de ser la primera mujer que aterrizó, en la avioneta llamada Valencia, en el nuevo Aeropuerto de Manises, junto con su padre José Mª Carpintero Alpuente y el piloto Alfonso Alarcón Artal, el día 6 de Noviembre de 1932, preludio de lo que sería la inauguración del nuevo Aeropuerto de Manises, que se le llamó de Valencia, el día 19 de Marzo de 1933».

Finalmente, en abril del 34, el Aero Club de Valencia obtiene el permiso para establecer una Escuela en el aeródromo de Manises, designándose a Alarcón como director.

El Pueblo : diario republicano de Valencia: El Pueblo : diario republicano de Valencia - Año XXXIX Número 13696 - 1932 marzo 5 (05/03/1932)

Alarcón y su avión serán asiduos participantes de fiestas y celebraciones realizando acrobacias aéreas, y -como curiosidad- no serán inusuales sus críticas cinematográficas cuando de aviones se trata...

En el verano del 36, el Heraldo de Castellón informa de la próxima inauguración de un hangar que permitirá la apertura del aeropuerto, y que éste sería dirigido por Alarcón. Poco después dará inicio la la guerra, documentandose estos hitos:

  • En los primeros meses de incertidumbre, Artal habría estado recluido en la prisión de Valencia, quedando en libertad en octubre de 1936.
  • Se incorpora a los cursos de transformación como sargento de complemento y según orden Circular de la Gaceta de la República, nº 358 del 23/12/1936, se resuelve otorgarle el título de Piloto militar de aeroplano con la antigüedad de 11/12/1936, concediéndole el empleo de Brigada. 
  • Según orden del Ministerio de Marina y Aire, Gaceta de la República nº 87 del 28/03/1937, se resuelve conceder el empleo de Teniente de Complemento de Aviación, con la antigüedad de 22/03/1937. 
  • El 19/04/1939 ingresa en la Prisión Provincial de Salamanca, quedando a disposición del Gobernador Civil de Salamanca. 
  • El 22/04/1939 es trasladado a Madrid, a disposición del Comandante de Aviación Sr. Garmí. 

Su ficha en PARES resaltará: Mayor de edad, casado, piloto aviador civil residente en Valencia, perteneciente al partido autonomista. Dirige cartas e instancia a Alejandro Lerreoux (abril 1934).

Finalmente, su caso por "auxilio a la rebelión" será sobreseído y quedará en libertad.

A finales de 1940 tramita la duplicación de su título de piloto "turístico", logrando así retomar su trabajo previo a la guerra. Y con el título bajo el brazo acaba en el territorio ecuatorial como piloto del gobernador. Probablemente, como un ejemplo más de lo que Rafael de Mendizábal Allende razonaba en Misión en África... como «refugio más o menos solapado de disidentes en el régimen nacido de la guerra civil...».


46-5 perteneciente al Ejército del Aire,  transferido el 10/07/1941 para servicio del Gobernador en Guinea Ecuatorial.

Llegado a este punto de su biografía, retomamos la operación Postmaster:

Zorrilla, para justificar la gran fiesta de distracción, habría encadenado una celebración tras otras, de forma incremental... pero puesto que hubiera sido sospechoso que un empleado de ferretería fuera el generoso anfitrión, aprovecha el ego de diferentes coloniales para que se presten como cara visible de las celebraciones. Fernando Gamboa lo resume así en "Tinieblas":

-Si logro que asistan los Lühr, también acudirá el cónsul alemán. Y puedo conseguir que aparezcan también tres o cuatro parejas de la alta sociedad isabelina, para darle más empaque al asunto.

-¿Y en cuanto a la guarnición del puerto? -preguntó Hudgens.

-Esa es la parte más fácil -afirmó Lippett-. Los españoles se apuntan a cualquier fiesta y el capitán Oliveda, responsable del Depósito de Armamento y Parque, no es una excepción. Es el oficial al mando de la guarnición.

Según “Objetivo África: crónica de la Guinea Española en la II Guerra Mundial” de Jesús Ramírez Copeiro, «para la primera de las cenas Agustín Zorrilla habló con el doctor José Soler Flores, proponiéndole que diera una comida a la tripulación italiana del Duchessa con dinero que él le entregaría. Zorrilla le contó que el Duchessa, a pesar de su bandera y naviera, era propiedad de un Lord inglés, que era realmente quien proporcionaba el dinero. El Lord pretendía con ello tener contenta a la tripulación y eliminar así cualquier idea descabellada de regresar con el barco a la patria, con el consiguiente peligro de ser torpedeado por los ingleses y perder totalmente el valor del buque. El doctor Soler se creyó esta absurda historia, pero rechazó la organización de la comida para cuyo servicio le ofrecían una pulsera como regalo a su señora. En vista del fracaso, Zorrilla se dirigió a Alfonso Alarcón Artal, piloto de la avioneta del gobernador, contándole otra historia. Le dijo que unas casas comerciales españolas en la isla, simpatizantes del Eje, no querían aparecer como organizadoras de la cena por miedo a que el vicecónsul británico tomara represalias y les negase los necesarios navicerts. Alarcón creyó todo el cuento y sin preguntar siquiera de qué casas comerciales se trataba, se ofreció a organizar una cena en el Casino».

En definitiva: Pasado republicano, anfitrión de una de las fiestas y necesario colaborador en las excursiones de fotografía aérea de Zorrilla. 
Muchas coincidencias, por lo que fue detenido, interrogado y encausado.

Fotografías del puerto de Santa Isabel y del Duchessa d’Aosta (noviembre 1941), tomadas por el vicecónsul británico Michie, desde el avión del "Sr Alacon". Según las crónicas Británica pagó 5000 pesetas por ese servicio. 


Finalmente, «el funcionario colonial y piloto, Alfonso Alarcón Artal, quedó suspendido de empleo y sueldo desde el 25 de enero de 1942, si bien gracias a las gestiones de su defensor. el capitán Enrique Oliveda Medrano, se le pudo abonar la mitad del sueldo por tener familia a quien mantener (2 hijos). Era la consecuencia de hallarse sujeto a proceso por el Juzgado Militar en la causa instruida por el secuestro de los barcos. Pocas semanas después, el 10 de abril, era cesado de su cargo como piloto aviador del Gobierno General de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea. El 3 de octubre de 1942, en instancia dirigida al gobernador. Alarcón solicitaba pasaporte y pasaje para poder regresar en el Isla de Tenerife a la Península y fijar su residencia en Burjassot (Valencia), quedando a resultas del proceso. Fue así autorizado y el pasaje corrió a cargo del Ministerio de Marina. Finalmente, el sumario instruido por los tribunales de la Jurisdicción de Marina fue sobreseído en febrero de 1943. Alfonso Alarcón quedaba libre de cargos. Quiso reintegrarse de nuevo como piloto civil a la administración colonial en el mes de marzo, pero no hay constancia de que su petición fuera aceptada».

Las crónicas británicas sobre esta acción de guerra son numerosas ya que consideran el operativo Postmaster como la inspiración de Ian Fleming (fue responsable del mismo desde Londres) para crear el personaje ficticio de James Bond. Éstas exculpan a Alarcón y al doctor Soler de complicidad consciente, reduciendo su participación a la de inocentes colaboradores arrastrados por Zorrilla. Desde el Viceconsulado británico en Santa Isabel alentarán esa narrativa, para eludir su responsabilidad, atribuyéndole incluso acciones realizadas por el propio personal consular.

Al final, Zorrilla -tras su escapada a Nigeria y un pasaje a Estados Unidos- acabó en Latinoamérica y -según su sobrina Pilar (de Agustín)- «desde entonces nadie supo nada más de él».

Sobre Alarcón... tan sólo hay una escueta noticia de su participación en la Vuelta Aérea a España en 1951. Y, confirmado, se quedó sin placa en el aeropuerto de Manises.

Aeropuerto de Manises (Valencia). - Primer aterrizaje, 06/11/1932. Aena
«Toma de tierra del por la avioneta "Valencia", que tripulaban los señores Alarcón y Carpintero, éste último alcalde de Manises».

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