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martes, 5 de enero de 2021

Los condenados a muerte de Fernando Poo

Razonaba Patricio Nbe en su viejo blog que «nunca se ha hablado entre los colonos de las ejecuciones de blancos peninsulares y españoles por parte de sus homónimos que parece ser que hubo en los primeros días de la guerra, ni siquiera de las batallas de la guerra civil en Guinea», y a su vez, Francisco Sánchez Ruano afirmaba en Islam y Guerra Civil Española: moros con Franco y con la República que tras la caída de Bata «los prisioneros españoles y guineanos que hicieron los canarios fueron fusilados en su mayoría».

Para el académico Max Liniger-Goumaz en su Diccionario Histórico de Guinea Ecuatorial,
 no habría duda: sí hubo ejecuciones tras el triunfo de los golpistas.

Están documentadas muertes extrañas como la del barbero Caparrós, ahogados en el hundimiento del Fernando Poo como el primer maquinista Eduardo Selma, detenidos de los que no se vuelve a saber como el sargento Anastasio Núñez, un accidental tiro en la pierna del dueño del chiringuito en la plaza España, y hay referencias a muertos anónimos en las escaramuzas de Bolondó y Kangañe o en el bombardeo a Bata.... y ante la duda, la lógica nos dice que apliquemos el principio de la Navaja de Ockham ecuatorial; Pero ¿hubo fusilamientos?, ¿cómo saberlo con el paso de los años y las limitaciones informativas propias del territorio?

La memoria histórica en la península ha recaído en gran parte en familiares y vecinos: 
En lo que a los europeos se refiere, la mayoría de los afectados en Guinea carecían de familia y los vecinos estaban comprometidos por un pacto de silencio. Y en cuanto a los ecuatoguineanos... ésa es una tarea ardua por hacer.


El nombre de Fulgencio Rosique Maya se encuentra entre
los 4.000 del muro de la memoria en el cementerio de Granada.

En cualquier caso, fusilados vinculados en algún momento con el territorio ecuatorial hay -lamentablemente- varios. En este paseo por la vieja Calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel, hemos recogido algunos de ellos, como el del antiguo gobernador Núñez de Prado en Navarra (-se cree- † 10.09.1936), la del guardia civil Fulgencio Rosique en Granada († 05.08.1936) o la del ex-subgobernador en Annobón Restituto Castilla en Madrid († 08.04.1940). 

Y hay mas... ¿pero con vinculación directa con el golpe de Estado en Santa Isabel y Bata? Alguno hay debidamente documentado que hacen creer que Patricio Nbe y Sánchez Ruano no están desencaminados:

Sí hay constancia, por ejemplo, del fusilamiento del practicante de Río Muni Luis González Peña en Las Palmas († 23.04.1937), al cual -cuatro años después- el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas le condenó a una multa de 5.000 pesetas el 3 de abril de 1940, posteriormente -años después del fusilamiento y multa- fue indultado. O el fusilamiento del abogado Rafael Masiello Guerrero († 02.04.1939) en Cuenca.

O de las cuatro sentencias de muerte por el delito de auxilio a la rebelión en la causa 537/36 a los civiles Generoso Rey García, Gregorio Álvarez Alonso, Vicente Moreno Cancho y Esteban Sánchez Navarro. 
Juan Medina Sanabria, resume en su trabajo Isleta, Puerto de la Luz: campos de concentración:
La Causa contó con el Juez Instructor Comandante de Artillería Antonio Lucena Gómez, y se instruyó para enjuiciar a los anteriormente citados, Directivos del Movimiento rebelde rojo F.P. y ejecutores de actos de violencia en la Guinea Continental, realizadores de incautación del armamento y municiones a los europeos, asaltos a mano armada, apoderándose de vehículos privados, detención de los Misioneros y Religiosas, disparando en la playa contra el buque "Ciudad de Mahón" y las lanchas de expedicionarios que intentaban desembarcar en Bata, etc.
El consejo de guerra se celebra el 3 Noviembre 1938, en el salón de actos del RIC-39, en La Isleta, donde se condena a muerte a cuatro de los implicados, siendo aprobada esta sentencia por el Capitán General Vicente Valderrama, con fecha 23 Noviembre 1938. Dada cuenta la sentencia al Cuartel General del Jefe del Estado, con fecha 3 Octubre 1939, la misma es conmutada por la inferior en grado, pasando las penas de muerte a la de reclusión perpetúa. 
La conmutación de la pena de muerte quedó en 30 años de prisión, la cual fue reducida paulatinamente, incluyéndoles en sucesivas resoluciones de libertad preventiva y reducción de pena en la década posterior. En cualquier caso, el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas igualmente les condenó a la pérdida total de bienes en la Colonia y al destierro de la misma. Y en el caso de Vicente Moreno, la inhabilitación.

Peor suerte tuvo el comerciante Jaime Gay Compte, incluido en la causa 521/36, para quien el fiscal solicitaba la petición de pena de muerte por el delito de rebelión. 
Resumía Francisco Sánchez Ruano:
Presidido por el coronel José de Roas Fernández, actuando como capitán jurídico Ángel Dolla y fiscal Ildefonso Salazar y del Hoyo, quien solicitó una pena de muerte (...). Empero la sentencia rebajaría notablemente estas peticiones (…). El principal beneficiado de la reducción, respecto a la petición fiscal sería el ingeniero Jaime Gay quien vio disminuida su grave situación. Sin embargo no le serviría mucho pues moriría pocos años después víctima de los malos tratos carcelarios.
Así, su pena quedó en 30 años de prisión, que no llegó a cumplir por fallecer durante el complimiento de la misma. Eso sí, cuenta con el habitual expediente de indulto una década después de su muerte en Las Palmas  († 16.04.1939).

Y hubo otros, como Manuel Pérez Teira, tripulante del Fernando Poo, fallecido en prisión preventiva en Santa Isabel († 01.12.1936) que no llegaron a ser juzgados, o como el brigada Sebastián Nacarino Romero que falleció en Valencia († 20.12.1943) tras su paso por prisión.
Y Nacarino, al igual que otros conciudadanos, cuenta con un expediente de indulto posterior a su muerte.

Pero ante la duda... repasa La Navaja de Ockham ecuatorial.



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