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jueves, 30 de enero de 2025

La poesía bajo sospecha

En "Cuadros del penal: memorias de un tiempo de confusión", Juan Rodríguez Doreste (senador y alcalde de Las Palmas) comparte su vivencia de confinamiento en el campo de concentración del viejo Lazareto de Gando. 
Recoge también la llegada de los represaliados de África: «Llevábamos algunos meses en Gando cuando llegaron los detenidos en la Guinea española, que procedían de la isla de Fernando Poo y del territorio del Río Muni, a los cuales se habían incorporado los tripulantes capturados del vapor de la Compañía Trasmediterránea, llamado precisamente el Fernando Poo, hundido en las aguas del puerto de Bata. Eran aproximadamente unos ciento cincuenta en total, entre tripulantes y coloniales. De los primeros salieron las bajas más importantes que causó la expedición conquistadora. (...) Y así un día aparecieron por Gando, derrotados, pálidos, con evidentes señales del estrago corporal que les había causado una reclusión que lindaba en infrahumana. Constituían un buen contingente, muy heterogéneo de composición, pero muy homogéneo en la solidaridad, en el buen espíritu».

Los presos, eran repartidos por afinidades, como una forma de hacer que el insalubre confinamiento y los maltratos tuvieran una mínima válvula de escape:

«Evoco el grupo de los coloniales, como les llamábamos, con particular simpatía. Compartí el alojamiento, primero, con Gonzalo Carrillo, abogado, pintor y caricaturista, y después, con Francisco Hinestrosa, alto funcionario de Hacienda, que era también excelente retratista. Los tres nos reunimos hasta nuestra liberación en el memorable cuarto de la pintura que en el último año de nuestra odisea fue algo así como la Academia del Penal, en estricto sentido ateniense».

Poco a poco, conformaban aulas/celdas que aglutinaban a los abogados, pintores, escritores...

Así que si veis que en la Guinea Ecuatorial actual, las autoridades van coleccionado escritores en las celdas, recordad que no es un invento nuevo: Franco ya lo hacía en el campo de concentración del viejo Lazareto de Gando. 

CC BY-SA 2.0
La poesía bajo sospecha


Se llama Hermelindo León Laurel, escritor, dramaturgo y empleado público de la biblioteca de la Embajada de España en Malabo, adscrita a la española Red de Bibliotecas de la Administración General del Estado-BAGE.


Recientemente, el colombiano Panorama Cultural recordaba refiriéndose a Guinea Ecuatorial que "Hay países en los que llegar a la cárcel, puede ser lo más parecido a una lotería nefasta. Una concatenación de situaciones incomprensibles, injustas, sin sentido y sin justificación".

Esta vez le ha tocado a Hermelindo, Dino para los amigos, tal y como recogía este fin de semana el digital Radio Macuto:
"El escritor Hermelindo León Laurel fue detenido de manera ilegal y sometido a torturas en la isla de Annobón, Guinea Ecuatorial, en lo que parece ser un nuevo capítulo de la represión sistemática contra los annoboneses por parte del régimen de Teodoro Obiang".


Se suma así al medio centenar acumulado en medio año desde que la población de la isla de Annobón envió una carta al Defensor del Pueblo ecuatoguineano pidiendo respeto medioambiental.

Entre éstos, el también escritor y empleado de la Embajada, Francisco Ballovera, privado de libertad desde que se acercó a la comisaría a entregarles agua y alimentos, y que sigue en prisión sin ningún motivo.

viernes, 24 de enero de 2025

Que me muera de tétano...

Hace unos meses publicábamos sobre un poeta de Santa Isabel que acabó en un campo de concentración... Hoy le toca a otro.

El portal Africanidad, nos recuerda el texto "Prisión" de Paco, en el artículo "Francisco Ballovera sigue en prisión sin motivo alguno":

«Hoy he sentido. He sentido en el fondo de mi alma la esencia de mi existencia en este mundo. He sentido y he visto que mi presencia en este mundo es una melancolía. Brutal y áspero para las flores de mayo y octubre. Dogma y sutil de Dios que vela por el espíritu que en mí prospera. He visto asimismo anidar búhos y murciélagos en los ojos y en la chaqueta del déspota. ¡Tírame!, tirano, de la lengua que me muera de tétano».
https://www.africanidad.com/2025/01/francisco-ballovera-sigue-en-prision.html



El texto es el siguiente:


Pero falta el relato de su propia vida: En diciembre la introducía la revista digital colombiana Panorama Cultural con un «La aterradora historia de Francisco Ballovera, un escritor que no sabe por qué está encarcelado en Guinea Ecuatorial Si ésta es la historia de un escritor, no hay mejor forma para ejemplarizarla que una novela: La vivencia de Francisco Ballovera Estrada es -cuando menos- kafkiana. En “El Proceso” de Franz Kafka, Josef K. es arrestado una mañana por una razón que desconoce. Así, el protagonista se ve inmerso en una pesadilla para defenderse de algo que nunca se sabe qué es y con argumentos aún menos concretos, experimentando en sus propias carnes la inaccesibilidad a la 'justicia' y a la 'ley'.

En el caso del escritor Francisco Ballovera, que es originario de la isla de Annobón, aunque ha pasado la mayor parte de su vida en la isla de Bioko; éste se acercó el pasado 22 de julio a la Comisaría Central de Malabo, conocida como Guantánamo, a llevar comida y agua a sus paisanos. Terminada la visita, sin previo aviso fue retenido en la salida y está preso desde entonces.

No es extraño que se acercara a la comisaria, ya que se tratan de sus vecinos y familiares, y como recuerda Daniel Janse -seguimos con la literatura- en su novela “Black Beach”, la comisaría de «Guantánamo está cerca de la ciudad, es fácil para los familiares y amigos de los prisioneros visitarla, trayendo comida, agua y cigarrillos».

Pero ¿Guantánamo? El nombre es una referencia popularmente asentada. Así, un año antes, elDiario.es publicaba cómo «la escritora y activista Trifonia Melibea Obono fue detenida por la policía de Guinea Ecuatorial (…), pero nadie se dio cuenta de ello. La ingresaron en la sede del Ministerio de Seguridad, un sitio con tan pocas garantías que allí todo el mundo la llama Guantánamo».

Son múltiples los relatos. El escritor y cooperante Alberto Quintana cuenta cómo al ir a indagar a finales del 2017 por la situación del dibujante Ramón Esono que había sido detenido arbitrariamente la tarde previa: «Cuando a la mañana siguiente regresamos a Guantánamo, como era fácil de prever, no nos permitieron verlo. Solo pudo pasar un momento su hermana para entregarle algo de comida. En el cuarto donde esperamos había un policía tumbado y vi pasar una rata grande. Después me preguntaron si no me había fijado en las manchas de la pared. Parece que eran de sangre, pero yo no reparé».

Sea por el infausto recuerdo de su homónimo cubano, sea por castiza aliteración sonora vinculado el nombre a la arraigada costumbre guineoecuatoriana de decir ‘aguantando’ cuando de salud quebrantada se trata… la sabiduría popular se refiere a la Comisaría Central como ‘Guantánamo’.

Pero como fuera, en el descenso a los infiernos hacia el viejo presidio colonial de Black Beach, el primer paso es hacer unas noches… en Guantánamo.

¿Seguimos con el kafkiano proceso de Francisco Ballovera? «Oh soledad, soledad… tan trágica y tremenda soledad» publicaba Francisco Ballovera en la revista chilena “Mal de Ojo” hace unos años. Pero lamentablemente, Ballovera no está solo:

Con su inesperada privación de libertad se suma al confinamiento de los annoboneses que, por firmar una nota solicitando el respeto medioambiental en las obras de la isla de Annobón, habían sido detenidos unos días antes. Precisamente a ellos es que había llevado agua y comida momentos antes de su detención.

Francisco Ballovera, además de escritor, es sindicalista de la española Unión General de Trabajadores, ya que es empleado de la Oficina de la Cooperación de la Embajada de España en Malabo. Es miembro también de Somos Más, un colectivo dedicado a generar conciencia ciudadana cuya movilización más significativa fue la organización de donaciones de alimentos durante el confinamiento en la pasada pandemia. Y, desde hace años, es igualmente responsable del área de Cultura e Integración Étnica en el partido opositor Convergencia para la Democracia Social. Pero sobre todo es un poeta enamorado de su isla, a la que evoca en gran parte de su obra, y que se define a sí mismo como artista de la palabra: «soy un poeta que libera su alma prisionera mediante infinitos vuelos y cantos».

¿Seguimos? La lista de detenidos se incrementó los días siguientes, empezando por Paysa Eló Ayeto, cabeza visible de Somos Más y Ángel Obama Obiang Eseng, el abogado de ambos. No se trata de la primera visita de Ayeto a Guantánamo… Alberto Quintana lo recuerda igualmente en su libro, citándole: «la primera vez que me torturaron, (…) me preguntaron sobre ‘el atentado de Obiang’. Me llevaron a la Brigada Judicial, conocida como Guantánamo y en el sótano me colgaron de un andamio con unas cuerdas y empezaron a golpearme con todo lo que tenían a mano».

En esta ocasión, Human Rights Watch reportaba cómo «Al día siguiente, la policía detuvo por 48 horas, sin presentar cargos, al abogado de Ayeto, Ángel Obama Obiang Eseng, líder del partido opositor CPDS. Eseng también es el abogado del poeta detenido Francisco Ballovera Estrada y de varios ciudadanos detenidos por asistir a protestas en la provincia de Annobón».

Quien conoce el carácter bonachón y colaborativo del escritor Ballovera, no puede evitar personalizar su situación, especialmente por lo incomprensible que hubiera sido someter a castigos al buen samaritano cuando socorre al apaleado. Pero siendo un mal de muchos, las protestas -tibias por la incertidumbre- saltan de uno a otro, o se diluyen en la anónima masa de detenidos.

Así, el 24 de julio Human Rights Watch pedía «la liberación inmediata de Francisco Ballovera Estrada y de todos los ciudadanos detenidos arbitrariamente en relación con las protestas pacíficas en la isla de Annobón». A su vez, los escritores aglutinados en PEN América retomaban ese reclamo; «PEN América se une a Human Rights Watch (HRW) para pedir a las autoridades de Guinea Ecuatorial que liberen inmediatamente al poeta Francisco Ballovera Estrada, detenido arbitrariamente y sin cargos hace más de una semana».

Igualmente, desde -la no siempre segura- lejanía de España, diferentes facciones de opositores o el autoproclamado gobierno annobonés en el exilio hacían sus públicas denuncias. En la isla de Bioko, el opositor Convergencia para la Democracia Social y el colectivo Somos Más también levantaron la voz… con el resultado de la detención de Ángel Obama Obiang Eseng y de Paysa Eló Ayeto.

En el caso del escritor Ballovera esa cautelosa apatía choca con su anterior experiencia con los tribunales; ésta se remonta a 2017, por participar en una huelga general del Servicio Exterior español (no hay que olvidar que Francisco es ¿o era? empleado público de la Cooperación Española) para pedir la actualización de sus salarios congelados desde la crisis del 2008. Pese a ser aquella una huelga legal, Ballovera junto a otros compañeros fue duramente sancionado por las autoridades españolas. Finalmente, sendas juezas españolas resolvieron que esas sanciones eran improcedentes, y que -además de improcedentes- habían sido «asombrosamente desproporcionadas». Cerraron sus sentencias recalcando los «exiguos salarios» de los empleados de la Administración pública española en Guinea Ecuatorial. Tras las sentencias, se sucedieron preguntas parlamentarias por Francisco y sus compañeros y las tres principales centrales sindicales (UGT, CCOO y CSIF) en la administración española exigieron el cese del entonces Director de la Cooperación Española en Madrid… que casualmente poco después pasó a ocupar un puesto en una cómoda embajada española del norte de Europa.

Tal vez algún día, Francisco Ballovera cuente ese incidente en un poema. Y por cierto, lo de los «exiguos salarios» no ha cambiado. Pero sorprende que, si en aquella ocasión toda una maquinaria se puso en marcha para corregir una injusticia, cómo es que en ésta permanece muda.

No solo faltan reclamos, también escasea la información: ¿dónde están los presos? ¿dónde está el poeta Ballovera? La familia intuye que a 400km de su hogar, con un océano de por medio. El dibujante Ramón Esono, que en su febril productividad está elaborando también un cómic que incluye a Ballovera, cuenta en una viñeta que «inicialmente lo enviaron a la prisión de Black Beach, en Malabo, (...) a inicios de AGOSTO a la prisión de Oveng Azem, en la ciudad de Mongomo, donde permanece en detención en espera». Coincide con Amnistía Internacional que recogía en el correspondiente llamado a ‘acción urgente’ cómo a su colega Joaquín Elo Ayeto «inicialmente lo enviaron a la prisión de Black Beach, en Malabo, antes de trasladarlo el 13 de agosto a la prisión de Oveng Azem, en la ciudad oriental de Mongomo, donde permanece en detención en espera de juicio.»

Sin juicio, ni sentencia, “The Guardian” recordaba hace un mes que «Once cautivos están recluidos en la prisión de Black Beach en Malabo, una instalación notoria con reputación de abandono sistemático y brutalidad con los reclusos. Otras veintiséis personas, entre ellas el poeta y opositor Francisco Ballovera Estrada, están recluidas en otra prisión de la ciudad oriental de Mongomo, dijeron dos fuentes, y según un activista se les ha negado el acceso a sus familiares y a sus abogados».

No es de extrañar: Alberto Quintana contaba refiriéndose a la experiencia del pintor Esono que «Para ser sincero, yo nunca creí que lo que fuera al final a liberar a Ramón fuese el procedimiento jurídico. ¿Cómo confiar en procedimiento jurídico en un Estado donde la justicia es una ficción legal y la única ley válida “lo que diga El Jefe”?». Premonitoriamente, en abril de 2010 Francisco Ballovera publicó “Prisión” en el primer número de la revista “Atanga” editada por la dupla de Centros Culturales de España en Guinea Ecuatorial:

«Hoy he sentido. He sentido en el fondo de mi alma la esencia de mi existencia en este mundo. He sentido y he visto que mi presencia en este mundo es una melancolía. Brutal y áspero para las flores de mayo y octubre. Dogma y sutil de Dios que vela por el espíritu que en mí prospera. He visto asimismo anidar búhos y murciélagos en los ojos y en la chaqueta del déspota. ¡Tírame!, tirano, de la lengua que me muera de tétano».

O tal vez no era profético… y tan sólo reproducía su vivencia personal en lo que Ramón Esono llamó «la cárcel más grande» al quedar en libertad tras medio año en la prisión de Black Beach.

miércoles, 22 de enero de 2025

El caso de José Si Esono

¿Recordáis El santoral ecuatoguineano? Un clásico en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel.

En él, os contábamos de mártires, beatos y postulantes para ser elevados a los altares...

Y os contábamos también el caso de José Si Esono, "el guardián del ara", del  que el seminario Catalunya Cristiana informaba el 28 de enero de 1993 que «Ja s'han començat a donar els primers passos per incoar la seva causa de beatificació».

Fallecido en 1941, sigue siendo a día de hoy un referente entre los animadores de las parroquias rurales de Guinea Ecuatorial.
Incluso Gustau Nerín, le dedica un par de párrafos, como  objeto de la furia del teniente Ayala: «José Si Esono, un catequista al que los guineanos consideran un auténtico santo, no pudo escapar a las vejaciones de Ayala. José Si Esono se negaba a trabajar en las obras públicas, ya que, argumentaba, no podía abandonar la predicación de la palabra de Dios para dedicarse a tareas mundanas. Ayala le citó en Mikomeseng y le exigió que le explicara por qué no podía trabajar como los demás. El catequista le respondió que estaba al servicio de Dios y de la humanidad. El teniente le contestó que, como se resistía a trabajar, él le enseñaría a servir a la humanidad. Le ordenó cargar con los blancos que viajaran de Mikomeseng a Akonangui, una distancia de unos cien kilómetros.Los europeos iban cómodamente sentados en una silla que se sostenía sobre dos palos y que un par de negros cargaban a sus espaldas. Aunque Si Esono era de constitución muy endeble, parece ser que llevaba a cabo tan ardua labor con mucha dignidad; él aseguraba que Dios le ayudaba y que, cuando rezaba, los blancos pesaban menos. Ayala, al ver que Si Esono, gracias a su fe, resistía el cumplimiento de la sanción, prolongó la duración del castigo».




Seguro os quedasteis con curiosidad de saber más...

Os lo cuenta el obispo de Ebibeyín, Miguel Ángel Nguema Bee, en ACN internacional:

Guinea Ecuatorial, ubicada en la costa occidental de África fue, después de independizarse de España en 1968, una dictadura marxista durante más de once años. La Iglesia católica fue perseguida y el culto prohibido. Los templos fueron convertidos en almacenes de cacao y café. Fueron los catequistas laicos los que llevaron a cabo la evangelización durante esta época.

(...) “Recuerdo que cuando era pequeño, en los años 70, mi abuela y mi madre nos llevaban a trabajar a una finca los domingos, nos hacía llevar nuestras herramientas, nos dirigíamos al bosque y un catequista allí nos esperaba y celebrábamos la Palabra de Dios. Hacíamos la comunión espiritual. Pasábamos dos horas compartiendo y luego volvíamos al pueblo como si hubiéramos trabajado”. Fueron once años de cruel dictadura donde gracias a los catequistas muchos cristianos pudieron mantenerse en el fuego de la fe.

La importancia del catequista para Guinea Ecuatorial se remonta incluso a los comienzos de la evangelización, como queda reflejado en la historia de José Si Esono, un joven catequista que nació en la aldea de Ebansok y que fue martirizado en los años 30.
 
José Si Esono nunca había oído hablar de Cristo. Sin embargo, un día fue a la ciudad costera de Bata para vender su café, como hacía a menudo. “En medio del bullicio del mercado, un misionero claretiano se acercó a hablar con él y le enseñó a rezar el rosario. José notó que, después de rezar esa oración con el sacerdote, todo lo que había ido a hacer a la ciudad no había resultado tan difícil como solía ser habitualmente”, cuenta Mons. Miguel Ángel. Al regresar a su pueblo, José decidió que iba a enseñar a todos a rezar el rosario. Los habitantes del poblado preguntaron: «¿Qué es eso de rezar?». Y querían saber más sobre esta oración, el rosario, algo tan nuevo para ellos.  Él respondió: «Hay un hombre blanco ahí en Bata que me lo ha enseñado y le voy a invitar para que venga aquí». Dicho y hecho. José volvió a Bata a vender café la siguiente vez, buscó al misionero y cuando lo encontró, le dijo: «Mi pueblo ya reza el rosario; ahora quiero que vengas a explicarnos quién es esta María a la que rezamos».
 
Así fue como los claretianos llegaron a Ebansok. “¡Ni siquiera había carreteras!”, cuenta el obispo. “Fue un peligroso viaje a pie de 125 kilómetros a través del bosque”, explica. Entre otras cosas era peligroso viajar hasta Bata, ya que, en aquellos años, había muchas tensiones entre diversas etnias locales y para llegar allí había que atravesar territorios con poblaciones enfrentadas.

“Este catequista logró que todo su pueblo abrazara el evangelio”, continúa Mons. Miguel Ángel, “además, logró que su pueblo aceptara a los blancos: el ‘blanco’ era considerado como alguien hostil, el colono que maltrataba y oprimía, pero él logró que el pueblo no atacara a los claretianos, al interceder por ellos. De este modo, se inició la primera misión de la diócesis de Ebibeyín. En 2024 se cumplen los cien años de la llegada del evangelio.”

A José Si Esono se le recuerda con una cruz de madera colgada al cuello, que parecía vaticinar su futuro martirio. Años después del inicio de la misión, Esono empezó a explicar que no podían rezar a amuletos y luego rezar a Jesús. Por este motivo, pidió que trajeran los amuletos que todavía usaban algunos en el pueblo para quemarlos. El jefe del poblado se indignó y se negó ante esta petición. Ya no lo veía como un catequista que les había enseñado a rezar sino como alguien que “quería exterminar lo que sus ancestros les habían dejado como creencia”, narra el obispo.  Lo acusaron de brujería y lo quemaron vivo.

Su martirio ha dejado un testimonio de fe inquebrantable. “Queremos abrir un proceso de beatificación para José Si Esono”, dice Monseñor Miguel Ángel, y concluye: “Se trata de un hombre ejemplar de mucha fe que logró que la evangelización penetrara en esos lugares”.

Y si os interesa el tema religioso, no os perdáis:

 

lunes, 13 de enero de 2025

Presea ecuatorial

Baleares: órgano de FET
y de las JONS, 13/01/1962.

«La Medalla de Oro de Fernando Póo al Caudillo», «placa de plata del Consejo de Vecinos de Santa Isabel al Gobernador Juan Fontán Lobé»,  «alcalde de Santa Isabel recibe al ministro subsecretario de la Presidencia, Carrero Blanco, y le hizo entrega de la llave de la ciudad», «...una cariñosa acogida. En la ciudad de San Carlos, el alcalde impuso al ministro la medalla de la ciudad», «colocó sobre su pecho la medalla de hijo adoptivo de la ciudad de Bata, título que le fue concedido con motivo de la anterior visita» o «...en sesión extraordinaria celebrada por la Diputación provincial de Río Muni y a propuesta del presidente, la Corporación acordó por unanimidad conceder la medalla de oro de la provincia al ministro»... 

¿Seguimos?

«En las actas [del ayuntamiento de Santa Isabel] se recogían acuerdos de honores a personas destacadas. De acuerdo con la Ley de Administración Local, no podían darse de la manera simple que se venían haciendo, ya que no era legal. Se acordó llevar a cabo un Reglamento de Honores y éste está aprobado por el Gobierno.

En su virtud y con motivo de la marcha de Don Faustino Ruiz se instruyó un expediente para nombrarle hijo adoptivo y Alcalde honorario. El expediente esta terminado y el Pergamino en nuestro poder y sólo a la espera de serle remitido.

La primera consecuencia del Reglamento fue la concesión al Caudillo, de la primera Medalla de Oro de la Ciudad. Está en la Caja de caudales en espera de que algún día pueda serle entregada con todo honor».

No es la primera vez que lo tratamos en este paseo por la calle 19 de septiembre de la vieja Santa Isabel: los procesos de memoria histórica no son sensibles a las modificaciones de fronteras o a procesos globales como el colonialismo. 



Precisamente en "Memoria y frontera...", de Mª del Mar Fernández Pérez, se analiza:

«En este periodo las fronteras del Estado eran diferentes, aunque en muchas ocasiones no se sea consciente de esto: no sólo territorios en Marruecos y el actual Sáhara ocupado eran posesiones españolas, también lo era Guinea Ecuatorial.

Resulta llamativa esta falta de referencias a las colonias si tenemos en cuenta que el imaginario colectivo de la Guerra Civil está plagado de referencias al norte de África: allí se produjo el golpe de estado en un primer momento, de allí venía el ejército africano y la famosa y temida guardia mora. Esta guerra, tan importante para la historia europea, empezó en África, y allí se produjeron los primeros asesinatos de quienes permanecieron fieles a la legalidad republicana. Es muy difícil hablar de este periodo sin hacer referencia al protectorado y situados en el momento actual, habrá que afrontar el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica en territorio extranjero».


Mención aparte nuestro callejero Juan Fontán, que además de contar con la placa de plata del Consejo de Vecinos de Santa Isabel (actual alcaldía de Malabo), mantiene una calle dedicada en Las Palmas que le puso su cuñado y alcalde, el camarada Franito, y cuenta con la Medalla del ex Combatiente Canario que le concedió en 1943 el Exmo. Cabildo Insular de Gran Canaria. Y eso que sólo combatió en algaradas callejeras en Las Palmas y contra la población civil en la Bahía de Bata, a la que bombardeó desde el Fernando Póo.

Pero ya lo hemos visto en:


En 1962, autoridades del ayuntamiento de Evinayong (Río Muni)
hace entrega de reconocimiento.


Definitivamente, la Ley de Memoria Democrática ha dejado por fuera diferentes supuestos.
Por ejemplo, y aunque la sección 2.ª de la ley se ocupa de la revocación de distinciones, nombramientos, títulos y honores institucionales, de condecoraciones y recompensas que hayan sido concedidos o supongan la exaltación de la Guerra y la Dictadura, no se han previsto procedimientos cuando los reconocimientos proceden de autoridades extranjeras. 

Con la anterior Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, ya se planteó la posibilidad (art. 15.1) de que «las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas». 

¿Debería condicionarse en las subvenciones de Estado y Ayuda Oficial al Desarrollo el respeto a estos principios?

Es poco probable, ya que la ley actual sólo prevé la privación de subvenciones (art. 39.1) previa sanción  administrativa firme por «atentar, alentar o tolerar prácticas en contra de la memoria democrática».


De todos modos... no todos los reconocimientos corresponden al periodo colonial; algunos fueron otorgados por las autoridades de una Guinea Ecuatorial independiente.

domingo, 29 de diciembre de 2024

El caso de Segundo Sabio

Recordábamos en Una pena de muerte y 11 cadenas perpetuas, cómo a Jaime Gay Compte se le había condenado a muerte en un Consejo de Guerra instruido por delito de rebelión/excitación a la rebelión, a 11 compañeros del Frente Popular del territorio ecuatorial a cadena perpetua y otros a penas de entre 20 y 12 años...

Y se retiró la acusación contra los procesados Antonio Platas Calvete, José Bortes de la Torre y Segundo Sabio Dutroy [Dutoit], «por considerar que los hechos perseguidos no son constitutivos de delito».

Vamos a detenernos en la figura de Segundo Sabio (o Savio, como se llamaba su abuelo italiano).

Hijo de Segundo Sabio del Valle, pastor protestante y miembro de la logia Caballeros de la Noche de Zaragoza, adscrita a la Gran Logia Simbólica Independiente, donde alcanzó el grado 33. Durante su estancia en la capital aragonesa falleció su primera esposa, lo que seguramente le produjo una crisis de fe, que le llevó a abandonar la práctica religiosa hasta tal punto que sus cuatro hijos menores, los que tuvo con su esposa en segundas nupcias, no fueron bautizados.

La madre de Segundo Sabio fue Adèle Dutoit y Wyttenbach, natural de la ciudad suiza de Lausanne.

Fueron varios hermanos, tres de ellos varones, Rafael, Fernando y Segundo, que se significaron en la defensa de la República:

  • Rafael, que nació en Madrid el 22 de octubre de 1890, se formó en la Academia de Ingenieros militares de Guadalajara. Al estallido de la guerra era comandante de Ingenieros y fue pionero en el tratamiento y conservación de monumentos de Madrid mediante su sistema de blindaje antiaéreo, del que son ejemplos la fuente de la Cibeles y la fachada del Hospicio. Formaba parte del mando de la Comandancia de Obras y fortificaciones y fue ascendido a teniente coronel en el frente de Madrid participando en las fortificaciones de la capital. Al final de la guerra fue detenido, encausado y depurado. Como el Ejército de Franco andaba escaso de ingenieros con experiencia en fortificaciones se le ofreció en 1939 trabajo de ingeniero civil para el plan urgente  de  fortificaciones del Campo de Gibraltar que Franco quería a toda costa. Rafael Sabio reunió a su equipo de antes de la guerra y fue protagonista de esta obra militar llamada "la muralla del Estrecho" junto con miles de presos republicanos que formaban los batallones de trabajadores del Ejercito. En 1944 fue indultado y sobreseído su expediente de responsabilidades políticas.

  • Fernando, Capitán de Intendencia retirado que mandó unidades milicianas al principio de la guerra. Era masón, iniciándose en la Logia Hércules de Ceuta con el sobrenombre de Asoka. Con la guerra se encontraba en Madrid y pertenecía a la UMRA. Ingresó en Quinto regimiento del que fue nombrado jefe honorario. En una de las acciones contra el Cerro Garabitas en la Casa de Campo, Sabio resultó herido. Después, ya restablecido, mandó la 13 división, recién creada con la base de la 5 Brigada Mixta. Era marzo de 1937. Ascendido a teniente coronel se le dio el mando de la zona catalana del Instituto de Carabineros. Una de sus tareas más citadas es las gestiones que tuvo que realizar con el gobierno de Andorra para que impidieran las actividades de rebeldes y quinta columnistas que se acopiaban de material en el Principado. Al final de la guerra pasó al Estado Mayor del Grupo de Ejércitos de la Región Oriental. Desde Cataluña partió al exilio con visa mexicana.

Pero del tercer hermano (que era el 5°) y que fue Segundo... apenas tenemos información salvo que falleció en Cádiz.

sábado, 28 de diciembre de 2024

La aterradora historia

Hace unos meses publicábamos sobre un poeta de Santa Isabel que acabó en un campo de concentración...

Hoy le toca a otro, y su relato nos llega desde Colombia, con "La aterradora historia de Francisco Ballovera, un escritor que no sabe por qué está encarcelado en Guinea Ecuatorial" por Johari Gautier Carmona en Panorama Cultural:

La célebre obra “El proceso”, de Franz Kafka, se queda pequeña ante el caso de este autor africano. La realidad del país tropical no tiene compasión con sus ciudadanos, ni siquiera para los que propugnan el amor a las letras y hablan desde las ideas. Tampoco les ofrece una tregua para creer en algo mejor y esperanzador.


El relato es el siguiente:

Hay países en los que llegar a la cárcel, puede ser lo más parecido a una lotería nefasta. Una concatenación de situaciones incomprensibles, injustas, sin sentido y sin justificación. Guinea Ecuatorial podría ser un buen ejemplo y el escritor Francisco Ballovera el hombre desafortunado (y desoído) de esta historia. 

La célebre obra “El proceso”, de Frantz Kafka, se queda pequeña ante el caso de este autor africano. La realidad del país tropical no tiene compasión con sus ciudadanos, ni siquiera para los que propugnan el amor a las letras y hablan desde las ideas. Tampoco les ofrece una tregua para creer en algo mejor y esperanzador. La dictadura en la que está inmersa Guinea Ecuatorial es ciega, desalmada y terriblemente longeva.

El arresto de Francisco Ballovera Estrada se produjo el 22 de julio del 2024, cuando el poeta acudió a la Comisaría Central de Malabo –también conocida localmente como “Guantánamo”– para llevar comida y agua a unos protestantes encarcelados que habían firmado una carta en la que rechazaban explícitamente el uso de dinamita por parte de la empresa SOMAGEC en la isla de Annobón (para la construcción de una carretera a la cual se han opuesto numerosos habitantes debido al deterioro que han sufrido sus viviendas).

Francisco Ballovera realizó su visita en el periodo estipulado, sin ir en contra de las reglas de la institución, pero el escritor fue detenido ese mismo día por la Gendarmería Nacional sin que se aportaran mayores explicaciones. Enseguida, voces disidentes apuntaron al perfil sindicalista o político del arrestado. Ballovera es, efectivamente, miembro del Ejecutivo Nacional del partido “Convergencia para la Democracia Social” (CPDS), sindicalista de la organización española Unión General de Trabajadores, y empleado de la Oficina de la Cooperación de la Embajada de España en Malabo. Pero otras voces enfatizaron también su origen annobonés como motivo de su arresto. Es el caso reciente de la escritora Trifonia Melibea quien escribió el 15 de noviembre en sus redes sociales –coincidiendo con el Día Internacional del Escritor en Prisión (Writers Prison Day)–, que el escritor Francisco Ballovera “está encarcelado por ser annobonés (minoría étnica) y guineoecuatoriano consciente”.

La idea de una supuesta independencia de Annobón, promovida desde distintos círculos, ha sido motivo de tensión entre el gobierno central en Malabo y la isla de Annobón. Evidentemente, en un régimen como el de Guinea Ecuatorial, en donde la libertad de expresión es casi inexistente (según los informes de Amnesty International y Reporteros sin fronteras, Guinea Ecuatorial ocupa el puesto 120 de 180 países en temas de libre expresión), cualquier crítica o denuncia procedentes de territorios periféricos, como Annobón, pueden ser etiquetados como subversivos o malintencionados.

A nivel local, muchas detenciones pasan desapercibidas o se ven silenciadas por el miedo persistente y tenaz. Pocas se ven respaldadas a nivel internacional, como sucedió con el dibujante Ramón Esono en 2017 quien se benefició -en palabras de Amnistía Internacional[1]- de una “coalición mundial” compuesta por cientos de artistas, activistas y organizaciones dedicadas a proteger la libertad artística, la libertad de expresión y otros derechos humanos. 

En el caso de Francisco Ballovera, el ruido de su encarcelación llegó a mediatizarse gracias al pronunciamiento de Human Rights Watch que pedía «la liberación inmediata de Francisco Ballovera Estrada y de todos los ciudadanos detenidos arbitrariamente en relación con las protestas pacíficas en la isla de Annobón». Poco después, los escritores reunidos en PEN América retomaron ese reclamo y solicitaron su liberación: «PEN América se une a Human Rights Watch (HRW) para pedir a las autoridades de Guinea Ecuatorial que liberen inmediatamente al poeta Francisco Ballovera Estrada, detenido arbitrariamente y sin cargos hace más de una semana». Y, sin embargo, el silencio volvió a imponerse después de manera estruendosa.  

Preguntado acerca de estas últimas encarcelaciones del régimen de Guinea Ecuatorial, el escritor ecuatoguineano Donato Ndongo nos respondió con términos contundentes. “Por desgracia, no son únicos ni excepcionales los casos de Ramón Esono y Francisco Balloverra. El régimen no tolera ninguna discrepancia, por nimia o comedida que sea, sobre todo si proviene de los que ellos consideran "intelectuales". Como he recordado a menudo, el actual es mera continuación del régimen represor instalado en Guinea Ecuatorial desde la independencia en 1968. No olvidemos que Teodoro Obiang Nguema era, de hecho, el número dos del Francisco de Francisco Macías, su brazo ejecutor de cuantos crímenes se cometieron en la isla de Bioco. Los detalles están en mi libro Historia y tragedia de Guinea Ecuatorial.” 

Donato Ndongo, autor de obras literarias imprescindibles para conocer la Guinea Ecuatorial actual, ésa que nació con las independencias africanas y cayó en una deriva autoritaria que todavía sigue sin resolver, vive exiliado en España desde el año 1994 debido a su oposición al gobierno de Teodoro Obiang. Desde su llegada a la Península Ibérica, nunca ha dejado de denunciar la tiranía de un país que exporta forzosamente a quienes piensan diferente. “Yo mismo tuve que salir de mi país porque me amenazaron de muerte –explica Donato–. No se atrevieron a encarcelarme por ser más conocido internacionalmente y porque, en aquel momento, era delegado de la Agencia EFE. Desde la independencia, son incontables los casos de personas como Ramón y Paco, encarceladas o asesinadas injustamente: abogados, médicos, artistas, profesores, maestros... Desde el filólogo Manuel Castillo Barril (annobonés como Paco Ballovera) a médicos como Elías Maho Sicachá”.

Cinco meses después de su encarcelación, el ruido entorno al escritor Francisco Ballovera ha decrecido notablemente. La atención se ha difuminado. Y ese olvido también es sinónimo de sufrimiento. Sabemos gracias a las respuestas de unos allegados –que mantienen el anonimato bajo el nombre de “Colectivo Biafra”– que Francisco Ballovera ha pasado por tres instituciones carcelarias: la Comisaría central de Malabo en donde estuvo retenido durante un mes, luego, fue trasladado a la prisión colonial de Black Beach, y finalmente, llegó a la prisión Oveng Azem, donde permanece todavía hoy. Ese recorrido sin sentido, ambiguo e insensible, es el método que emplea el gobierno para mantener a los detenidos fuera de la atención pública, pero también con el fin de mantenerlo sumergido en un proceso inentendible, sin juicio al horizonte: al igual que “El proceso” de Kafka. Nadie sabe claramente por qué Ballovera está detenido. Ni siquiera él mismo, y esto se produce porque las autoridades saben jugar dolorosamente con los escenarios, los tiempos y los silencios.

Ninguno de los lugares mencionados nos permite augurar un buen trato. La Comisaría central de Guinea Ecuatorial se ha ganado el apodo de “Guantánamo” por el maltrato dado a los detenidos. En un informe de Amnistía Internacional del año 2021[2], se describe la prisión de Black Beach (o Playa Negra) en Guinea Ecuatorial como un “escondite” o “un agujero” en el que la humedad causada por la proximidad del mar hace que los prisioneros vivan en condiciones infrahumanas. Además, el hacinamiento y las torturas frecuentes la convierten en un auténtico infierno. El centro penitenciario Oveng Azem es el más reciente de los tres. Fue inaugurado con bombos y platillos en 2018[3], como si de una catedral o biblioteca nacional se tratara, para reforzar la imagen de un régimen inquebrantable. El jefe de Estado, Obiang Nguema, acudió a la ceremonia junto a su esposa y, en aquel entonces, la prisión construida por la empresa Blue Skies Word fue descrita como el centro penitenciario más moderno del mundo. A fecha de hoy, la modernidad de las instalaciones no se cuestiona, pero sí los tratos a los recluidos. Una de las más recientes denuncias de torturas y excesos que involucra a la cárcel de Oveng Azem se produjo en enero del 2023 con la muerte del opositor Julio Obama Mefuman[4], de 61 años, quien había sido secuestrado en 2019 junto a otros tres opositores en Sudán del Sur y llevado a la fuerza hasta Guinea Ecuatorial donde se denunciaron reiteradas torturas antes de su condena a prisión de por vida bajo la acusación de intento de golpe de estado y terrorismo. Se llegó a confirmar que un hijo del jefe de Estado estaba involucrado en la tortura[5].

Las circunstancias de este rapto siguen investigándose. Familiares de los otros secuestrados que acompañaban a Julio Obama y que siguen en vida, permanecen a la espera de noticias. De hecho, el periódico El País publicó un documental[6] en diciembre del 2024 que revela los métodos y engaños empleados por el régimen ecuatoguineano para acabar con los opositores. Los periodistas no dudaron en tildar esta persecución de “cacería criminal” orquestada por el dictador de Guinea Ecuatorial.

La situación carcelaria en Guinea Ecuatorial es explosiva y preocupante. En realidad, Guinea se ha convertido en una gran cárcel a cielo abierto. A modo de ilustración, la jurista y activista guineana Luzmila Ondo Bise explicó en una entrevista reciente que el uso desmedido de la represión afectaba particularmente a los hombres y era una clara forma de silenciar a familias y poblados enteros. Llegó incluso a expresar que: “Casi la mitad de la población masculina de Guinea Ecuatorial está encarcelada o ha tenido que huir del país”[7], como resultado de una política sistemática de silenciamiento.   

En este contexto, y dado el tiempo transcurrido, sólo podemos desear que el silencio se rompa y que el poeta Ballovera, al igual que los demás arrestados, puedan expresarse, contactar a sus seres queridos y defenderse. A Francisco Ballovera no le han dicho por qué permanece encerrado, aunque él intuye que fue por llevar comida y agua a sus paisanos presos. Pero entonces, ¿quién llevará comida y agua al propio Paco? ¿Quién se atreverá, en ese régimen del miedo, a preguntar por los motivos de su arresto?

Y también: ¿Cómo aportarle humanidad a este eterno “Proceso” que vive Guinea Ecuatorial?

 

Johari Gautier Carmona  

@JohariGautier

 

Nota del autor: En 2021, el escritor ecuatoguineano Francisco Ballovera publicó los cuentos “La rana camuflaje y la abuela Mémvè De Ôkêtê” y “La niña que soñaba con los ángeles” en PanoramaCultural.com.co. Tres años más tarde, en agosto y octubre 2024, el colectivo Biafra se puso en contacto con la redacción del periódico en busca de apoyo solidario. El correo recibido transmitía el desespero del autor encarcelado. A raíz de estos estos contactos, y viendo que la situación no parecía resolverse, realicé algunas entrevistas y una investigación que concluyeron con este reportaje.

 

Referencias: 


[1] Amnistía Internacional. “Guinea ecuatorial: Ramón Esono, excarcelado”. 8 de marzo del 2018. https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/guinea-ecuatorial-ramon-esono-excarcelado/

[2] Aministía Internacional. “El infierno viviente de los prisioneros desaparecidos de Guinea Ecuatorial y sus familias”. 23 de junio del 2021. Ver: https://www.amnesty.org/en/latest/campaigns/2021/06/the-living-hell-of-equatorial-guinea-missing-prisoners/ 

[3] PDGE. “El presidente inaugura el centro penitenciario de Oveng Ansem”. Guinea Ecuatorial. Julio 2018. Ver: https://www.pdge-guineaecuatorial.com/carcel-inauguracion-obiang-nguema-mbasogo/

[4] Euronews.com. “Guinea Ecuatorial | Muere en prisión un opositor español a la dictadura de Obiang” . Enero del 2023. Enlace directo: https://es.euronews.com/2023/01/16/guinea-ecuatorial-muere-en-prision-un-opositor-espanol-a-la-dictadura-de-obiang

[5] El País. “Muere uno de los opositores españoles a Obiang preso en una cárcel de Guinea Ecuatorial “. Madrid, España. Enero del 2023. Enlace directo: https://elpais.com/espana/2023-01-15/muere-uno-de-los-opositores-espanoles-a-obiang-preso-en-una-carcel-de-guinea-ecuatorial.html  

[6] El País. “OBIANG: La cacería criminal del dictador de Guinea Ecuatorial | Documental EL PAÍS”. Madrid, España. Diciembre del 2024. Enlace directo: https://www.youtube.com/watch?v=fJcL-7snWgA  

[7] Real Politik. “Luzmila Ondo Bise: "La mitad de la población masculina de Guinea Ecuatorial está encarcelada"”. Argentina. Diciembre del 2024. Enlace directo: https://realpolitik.com.ar/nota/62354/luzmila-ondo-bise-la-mitad-de-la-poblacion-masculina-de-guinea-ecuatorial-esta-encarcelada/

jueves, 19 de diciembre de 2024

Vamos a por medio año de prisión del escritor Francisco Ballovera...

Hace unos meses publicábamos sobre un poeta de Santa Isabel que acabó en un campo de concentración... Hoy le toca a otro:


Desde Chile, la revista "Mal de Ojo" publicaba meses atrás

Hace unos días nos llegó la noticia de que uno de nuestros colaboradores de Guinea Ecuatorial fue apresado cuando llevaba agua y comida sus paisanos detenidos en la Comisaría Central (conocida popularmente como Guantánamo) en Malabo.

 


Desde Colombia, difunden "La aterradora historia de Francisco Ballovera, un escritor que no sabe por qué está encarcelado en Guinea Ecuatorial" por Johari Gautier Carmona en Panorama Cultural:

La célebre obra “El proceso”, de Franz Kafka, se queda pequeña ante el caso de este autor africano. La realidad del país tropical no tiene compasión con sus ciudadanos, ni siquiera para los que propugnan el amor a las letras y hablan desde las ideas. Tampoco les ofrece una tregua para creer en algo mejor y esperanzador.

 

Rebelión,org, enfatizaba:

Hay países en los que llegar a la cárcel, puede ser lo más parecido a una lotería nefasta. Una concatenación de situaciones incomprensibles, injustas, sin sentido y sin justificación. Guinea Ecuatorial podría ser un buen ejemplo y el escritor Francisco Ballovera el hombre desafortunado (y desoído) de esta historia.

 

Incluso -tímidamente- Radio Macuto se atrevía a publicar desde su exilio: 

(...)

Ballovera, Paysa, Jeronimo, Andony mi GrandFrend, Anacleto y todos los de Annobon… Occidente indiferente

(...).


A su vez, el portal Africanidad, nos recuerda el texto "Prisión" de Paco, en el artículo "Francisco Ballovera sigue en prisión sin motivo alguno":

Hoy he sentido. He sentido en el fondo de mi alma la esencia de mi existencia en este mundo. He sentido y he visto que mi presencia en este mundo es una melancolía. Brutal y áspero para las flores de mayo y octubre. Dogma y sutil de Dios que vela por el espíritu que en mí prospera. He visto asimismo anidar búhos y murciélagos en los ojos y en la chaqueta del déspota. ¡Tírame!, tirano, de la lengua que me muera de tétano.

 

Y desde España, el noticiero de ASODEGUE recordaba hace un tiempo:

Y, así, Francisco Ballovera, que además de poeta es empleado de la Cooperación Española en el país y sindicalista de la española Unión General de Trabajadores (UGT), lleva meses de prisión por llevar agua y comida a sus paisanos.. 





Leales en Kameroun

Cuenta El Diluvio: diario político de avisos, noticias y decretos en su edición de 19 de diciembre de 1936, que «Desde mediados de octubre, en el más inexplicable de los abandonos por parte de nuestras autoridades, hállense estos españoles leales en el Kameroun, hirviendo de impaciencia por volver a la patria para empuña r las armas contra los traidores que se han alzado a fin de derrumbar la República».

El 15 de octubre habían llegado a Camerún en busca de asilo hasta que pudiesen regresar a zona republicana. Otros republicanos huyeron a Gabón a través de la selva.

El 19 de octubre, Rodrigo Miralles desde Camerún remite al Diario de Almería una carta narrando la situación que han vivido y en la que se encuentran, elaborando una relación de refugiados:

Emilio Fontanet, Ángel García Villalba, Eugenio Domingo, Rafael Maciello, su señora y dos hijos; Antonio López y su señora; Toribio Villalobos, Juan Antonio Ortiz, Luis del Caso, Juan Notario Notario y su señora; Rafael Matamala, señora y dos hijos, Gabriel López Cano, señora y dos hijos; José Cazorrán; José Cuervo y señora; señora de Garriga; Fidel Miralles; Juan Bernat; Antonio Tinoco; José Martínez y señora; José Navarro; Enrique Ghofre; Martin Rmestoy; Julián Cortés y señora; Francisco Camps; Miguel Riestra; Alejo Cuadra; Inocencio Ferro; Daniel Martínez; Catalino Gómez, su señora y dos hijos; Domingo González; José Garrido; Raimundo del Pozo; Rafael Bauchaud; señora de Molina, su madre y su hija; Luis Martínez, su señora y tres hijos; Arturo Lemus; Severino Carnaval; Rufino Martínez; Juan González; Francisco Ruiz; José González y un hijo; Vicente Urigen; Juan de la Iglesia; Andrés Artieda; Rodrigo Miralles; Francisco Azapiri y señora; Manuel Vázquez; Francisco Picó; Juan Manuel Vilella; José Correa; Isidro Álvarez; Anselmo Mínguez; Alejandro Blanco; José Lozano, su señora y su hija; Miguel Ruiz Ramírez; Diego Ruiz Gardyn; Eduardo Ruiz Gardyn; Luis Cruz; señora de Iranzo y su hija; señora de Sánchez; Luis Mazo; Antonio Martínez, su señora y un hijo; Ernesto Ruiz; Luis Santos; Enrique Méndez; Eugenio Martin; Marcelino Seuva; Jaime Menkara; Emilio del Arca, su señora, el padre y cinco hijos; Juan José López; Manuel Feneiro; Juan Ferreiro; Gerardo de las Heras; Narciso Colell; Luis Abaunza; Federico Guardón; Anselmo Herráiz; Pedro Emvid; Juan Munné, Higinio Mazorra. Además de los anteriormente citados, se han refugiado por la parte del Gabón y Kribi bastantes españoles, y se cree que casi todos estamos a salvo. Hay que lamentar la muerte y desaparición de muchos de los tripulantes del barco. La mayoría de ellos embarcarán dentro de unos días para España y se cree que hay algunos más, refugiados en los bosques. Hago constar que todas las familias que tenían parientes en Bata deben tener confianza hasta el último momento, porque los que se refugiaron en los bosques tardarán varios días en aparecer y no sabemos aún la lista y total de los refugiados en otras partes del Cameroun.

Poco a poco irán logrando la repatriación, pese a que en lo que Hernández Porcel reclamaba que: «Vencidas las naturales dificultades para la repatriación, comenzó ésta, tan ansiada, tan esperada a cada instante por todos (...).¡La conducta de estos compatriotas, marchando a España, contrasta con la de algunos que han preferido el exilio y sus  consecuencias, a incorporarse a la defensa de su país!».

Aunque el 1 de octubre, El Diluvio ya informaba que «a Barcelona llegarán de la Guinea, en el vapor "Ibiza", voluntarios de Fernando Póo para enrolarse en las milicias antifascistas del Frente Popular de la Guinea».



viernes, 29 de noviembre de 2024

¡Viva el estraperlo!

La "denuncia Nombela" o "Caso Tayá" es una historia vieja...: el gobierno de derechas de la II República tuvo su propia caja B, su respectivo conseguidor y un desconocido A. Lerroux, cuya acumulación de escándalos acabó generando la caída del gobierno... caída inesperada para los partidos que integraban la coalición, y cuya frustración por la consecuente victoria del Frente Popular desencadenó la ruptura del 18 de julio de 1936. 

De hecho, tras las elecciones de febrero, concluirá Donato Ndongo-Bidyogo, «la victoria del Frente Popular en un ambiente de máxima polarización sería el pretexto de la sublevación militar que desembocó en la Guerra Civil».
Pero Ndongo no será el único que sostendrá ese análisis...; veíamos en La Gürtel del gobierno de derechas y Guinea que «entre la documentación elaborada por José Antonio Primo de Rivera en la prisión de Alicante, se incluye la referencia al "Asunto de Guinea..." como parte de su "síntesis moral" de los motivos que condujeron a la "rebelión" en julio de 1936».

Manzaneque, ex Gobernador de La Guinea,
momentos antes de jurar su declaración 
por al asunto Nombela ante la comisión parlamentaria el 4 de diciembre de 1935.


Pedro Medina Sanabria, recoge este texto en su imprescindible blog:


El 29 de noviembre de 1935, la prensa madrileña anunció con grandes titulares otro escándalo, y Miguel Maura planteó una interpelación pidiendo una investigación parlamentaria.

Aquella mañana pasé por la Presidencia, mientras se halla en sesión el Consejo de Ministros, y advertí grupos de gente estacionados en la calle, en hosco silencio, con un número desacostumbrado de guardias civiles entre ellos.

La historia del nuevo escándalo se extendió como fuego sobre un llano después de una sequía. Algún tiempo antes el Gobierno había contratado con un armador dos barcos para el servicio de la Guinea Española. Los barcos entregados estaban tan carcomidos, que uno se hundió en las mismas aguas del muelle y el agente del Gobierno canceló el contrato. El vendedor demandó por daños y perjuicios quinientas mil pesetas, La reclamación fue a manos de Lerroux, amigo del vendedor, y aquel la entregó a su secretario para investigación. De acuerdo con la historia que circulaba, este último habíase asombrado ante la moderación de la demanda. «¿Cómo? ¡Esto es ridículo!

La cantidad es demasiado pequeña. Debemos subirla lo menos a tres millones de pesetas». y así fue hecho al principio, tras la insistencia del demandante. Entonces, así reza la historia, la cantidad se elevó a siete millones; pero, intimidados por su propia audacia, se dejó en tres millones. Tras esto, Lerroux avisó al agente en la Guinea Española para que pagase la cantidad dando la impresión de que la orden procedía del Consejo de Ministros. Pero el agente, hombre honesto, se negó a cumplir la orden, siendo por ello sumariamente depuesto. Regresando a Madrid a toda prisa, el agente visitó a otros ministros, que negaron todo conocimiento de la transacción si bien un distinguido ministro, notable por su piedad, pensó que era menos peligroso pagar que exponerse a las consecuencias políticas de una denuncia.

A medida que la historia era conocida, aparecía claro que los cansados hombros de Lerroux tenían que cargar con el fardo, por lo que su resentimiento echaba chispas. Sus lugartenientes no aparecían en sus escaños, y un día Lerroux, encarándose con sus con sus colegas de la derecha, les dio una explicación directa. Estos se sintieron considerablemente afectados por el gesto. Lerroux compareció ante la Comisión e insistió en que los ministros habían sido consultados.

Tras la cortina, los dirigentes derechistas trabajaban febrilmente para manipular el informe, Maura, presidente de la Comisión, dimitió como protesta., La Ceda, insistiendo en la prístina pureza de Lerroux, echaba las culpas sobre el humilde secretario, elegido como chivo expiatorio. Los monárquicos deseaban declarar culpables a los dos, amo y secretario, pero solamente de un «error administrativo». Los republicanos de izquierda estaban dispuestos a considerar culpables, no solamente al amo y al secretario, sino a Gil Robles como encubridor del hecho.

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La Comisión no pudo llegar a un acuerdo, y sólo un informe firmado encubriendo los hechos y firmado por nueve de los veintiuno que la formaban fue presentado por la Ceda como «el informe de la Comisión»; pero las opiniones discrepantes de los monárquicos y los partidos de izquierda ni siquiera se leyeron. Según el «informe de la Comisión», Lerroux salió «puro como la luz e inmaculado como una estrella», víctima inocente de un perverso secretario, que fue desollado con justa cólera.

Disgustado por la farsa y la hipocresía de todo ello, José Antonio Primo de Rivera estaba como un toro furioso en una tienda de porcelanas. Atacó demoledoramente el hecho hipócrita, con pruebas, y su vigorosa acusación contra la corrupción creó intranquilidad. Sabiendo que Lerroux solamente podía  ser exonerado por órdenes de Gil Robles, se dirigió en tonos dramáticos a él, llamándole por su nombre, implorándole que no se hiciera el habitual defensor de aquellos culpables de fraude contra el Estado. El requerido, con enrojecido rostro y semblante de furor, retorciéndose y contorsionándose en su asiento, hubo un momento en que pareció que iba a levantarse, pero cambió de parecer. Lerroux permanecía sentado e inmóvil, con los brazos cruzados.

Fue un debate violento, pero sin sentido, una batalla vergonzosa. A las diez, las Cortes suspendieron la sesión hasta la una y media de la madrugada. A las seis de la mañana se verificó la votación. Lerroux fue exonerado, condenado su oscuro secretario, con la teoría de que a mejor día, un hecho mejor – pues era domingo por la mañana. Pero apenas se anunció el resultado, cuando una penetrante voz se levantó de la desierta tribuna diplomática: «¡Viva el estraperlo!»

Los diputados miraron a la cara del travieso José Antonio Primo de Rivera, quien, con el desparpajo de un niño malicioso, se reía de sus mayores. Los diputados miraron con ceñudo enfado y se echaron a la calle, desierta.

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Fuente:
Autor: Claude G. Bowers, Embajador USA en España de 1933 a 1939
Título: Misión en España (My Mission to Spain)
1955 Editorial Grijalbo.- México
CAPITULO XII .- «!VIVA EL ESTRAPERLO!» FRUTOS PODRIDOS! Páginas 172 a 174.

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