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jueves, 17 de octubre de 2024

‘Negro limbo’, la historia olvidada

Es recurrente en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel, acordarnos del gobernador Faustino Ruiz y su calle dedicada en San Fernando (pese a su más que probable participación en el bombardeo a la desbandá de Málaga desde el crucero Canarias o la desaparición de Acacio Mañé, entre otros).

Curiosamente, nos acordamos del verdugo... y no de la víctima.

En el 2019, os contábamos de El caso Acacio Mañé: ‘Negro limbo’, la historia olvidada del colonialismo español en África:

El filme rescata uno de los episodios más desconocidos del colonialismo español en África durante el régimen franquista, “pues si todavía tenemos el capítulo abierto de la memoria histórica, de los muertos enterrados en cunetas en nuestro país, imagínate en qué situación de olvido se encuentra este tema en los territorios que fueron colonia como Guinea Ecuatorial”, reflexiona Benítez sobre el país en el que centra su película, actualmente, en fase de preproducción.

Así, la desaparición de un líder negro en la Guinea española durante la dictadura franquista es el motor de una cinta donde se abordarán “los pactos de silencio” que se establecen “en las familias, las instituciones y la sociedad en general” para “esconder verdades incómodas”, adelanta.

Y ayer, la XXI edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, que se celebrará entre el 8 y el 16 de noviembre, informaba que acogerá 22 estrenos nacionales, de los que diez serán estrenos internacionales, la mayor parte de ellos en la sección Panorama Andaluz, ya que el festival pretende destacar la industria cinematográfica andaluza en esta edición. 
Y entre esos 22 estrenos se incluye ‘Negro limbo’, el segundo largometraje documental de Lorenzo Benítez, que ahonda en los secretos de Estado y la impunidad en la antigua Guinea española.


«Tres amigos investigan un crimen cometido en la Guinea española en 1959. Uno es hijo del fiscal general de la colonia africana. Otro es casi ciego y el tercero el cineasta que los filma. La víctima es Acacio Mañé, primer negro (fang) que intentó reclamar la soberanía ante la ONU. (...) Los secretos y la impunidad de la dictadura franquista en la antigua Guinea española continúan presentes en democracia. El franquismo consiguió ocultar sus crímenes y torturas contra el Movimiento Nacional de Liberación de Guinea Ecuatorial a finales de los años 50. Uno de sus líderes, Acacio Mañe, fue detenido y hecho desaparecer. Ahora su familia reclama justicia y reparación desde África. Solo nos ha llegado el relato idílico de los viejos colonos. »

martes, 15 de octubre de 2024

Lectura contra la amnesia de la colonización

En Novelas contra la amnesia de la colonización, Lucía Nistal recomienda 3 (ó cuatro) lecturas imprescindibles contra la desmemoria colonial. Te compartimos el fragmento más vinculado a Guinea Ecuatorial, pero no dejes de leer el artículo completo con las«historias que recorren tres novelas y un ensayo que, desde distintos ángulos, inciden en las raíces colonialistas imperialistas españolas, tan borradas desde un presente con amnesia selectiva que sirve para justificar el expolio y la violencia del imperialismo actual. Cuatro textos y cuatro autores que merece la pena recorrer, especialmente en estos días que rodean la celebración patria del 12 de octubre que con himnos y banderas tapa ese origen sangriento y exige silencio mientras la Unión Europea -y el gobierno del Estado español- se arma hasta los dientes, protege e incentiva a sus empresas extractivistas por el mundo, militariza las fronteras y mantiene los pactos con el estado genocida de Israel.»:

Los poderes de la tempestad

Donato Ndongo es uno de los escritores ecuatoguineanos más conocidos internacionalmente, impulsor del africanismo en España, periodista, historiador, antiguo director del Colegio Mayor África de Madrid o el Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Murcia. Desde cada uno de estos ámbitos el centro de su trabajo ha estado en la denuncia del colonialismo español sobre Guinea Ecuatorial, y la relación de ese pasado con el difícil presente del país tras su independencia, precisamente un 12 de octubre, en 1968. Es este impulso el que dio vida a la novela Los poderes de la tempestad (Sequitur, 2022), publicada originalmente en 1997, reeditada en 2014 y de nuevo hace un par de años, con intacta vitalidad.

Se trata del segundo libro de una trilogía hasta que comenzó en 1987 con la conocidísima novela Las tinieblas de tu memoria negra (Sequitur, 2022). En Los poderes de la tempestad se relata el regreso a Guinea Ecuatorial de un joven tras pasar varios años formándose como abogado en España. El viaje, que realiza junto a su mujer española y su hija, se convierte pronto en una pesadilla expuesta a través de descripciones que no eluden la podredumbre más absoluta: “entre patas de mono sanguinolentas, bananas podridas y antílopes rebozados en un enjambre de moscas”; a la vez fotografía y metáfora de la decadencia y el dolor de los fusilamientos, la tortura y la cárcel que van apareciendo a lo largo de las páginas de la novela.

El propósito del protagonista era contribuir a la mejora de la situación del país, tomado por la dictadura de Macías tras un dudoso proceso de independencia de la España franquista. Pero el abogado se enfrenta nada más llegar a una distancia con una tierra de la que comenzó a ser alejado aún antes de abandonarla mediante una educación colonial católica, acrecentada durante sus años en Madrid, que ahora explota ante un país destrozado y extraño:

“Dios mío, ayúdame a sobrevivir en este mundo que es el mío pero que ya se me escapa como si no fuera el mío, tengo tanta confusión en mi alma como si me despertara de repente en una tierra ajena, mi mentalidad ha cambiado tanto que ya no me reconozco como negro, como bantú, como africano, como guineano nacido en la misma tribu, en el mismo clan, en el mismo poblado, entre la misma gente que el primo Mbo”.

La primera persona de la narración expresa esta distancia y también la sorpresa ante el cierre informativo: “¿No llegan a España noticias de Guinea? ¿No sabéis allí que esto se ha convertido en un infierno?”. Se mezcla, sin embargo, con el relato en segunda persona que parece dirigirse directamente al protagonista, o tal vez al lector, haciendo su sufrimiento nuestro y nuestra su obsesión por dar a conocer la historia de su tierra.

Y siguen sin llegar noticias, por eso tal vez no habrás leído que ahora mismo el presidente Obiang, en el cargo desde 1979, está dirigiendo una gran represión contra la provincia de Annobón, una pequeña isla donde se levantan contra la destrucción de sus tierras por parte de empresas y multinacionales con las que el dictador mantiene acuerdos.

sábado, 12 de octubre de 2024

En estos días en que se cumple un aniversario más de la gloriosa efemérides...

Hoy se cumplen los 56 años de la joven república de Guinea Ecuatorial. Unos meses antes de la independencia, en pleno aniversario de golpe de Estado de 1936, Franco dirige un mensaje a los Guineanos, a través de Manuel Fraga Iribarne: "En estos días en que se cumple un aniversario más de la gloriosa efemérides de nuestro Movimiento en la vida española (...) Vosotros, mejor que nadie, sabéis hasta qué punto España ha procurado, en todo momento, desde que la paz volvió a nuestra Patria, atender a vuestras necesidades presentes y prever vuestro futuro. De las provincias guineanas España ha sabido hacer un territorio ejemplar, que se compara favorablemente, en el orbe africano en que se halla inscrito, por el nivel de vida, por el estado sanitario, por el número de alfabetizados, por tantos datos que acreditan su progreso. Pero, sobre todos esos bienes, el Gobierno español os ha traído el más deseable de todos: el bien de la paz. En un continente convulsionado por las luchas raciales, tribales y sociales, en el que determinados pueblos han caído en ciertos momentos en niveles próximos a la anarquía, las provincias de Guinea han vivido en paz, en trabajo y en orden, en una línea constante de progreso y de confianza, sin los que todo intento de mejoramiento hubiese sido imposible". 

Unos días antes, Castiella afirmaba en las Cortes que "en Guinea empieza a amanecer" [grandes aplausos], seguido de una intervención de Pilar Primo de Rivera para dar las gracias a los procuradores guineanos por la colaboración que habían prestado a las Cortes.

Pero ¿el Gobierno español os ha traído el más deseable de todos: el bien de la paz?
Entonces, ¿no hubo guerra civil en territorio ecuatoguineano? Lo cierto es que sí: el territorio y sus pobladores no fueron ajenos ni al conflicto y ni a sus consecuencias.

Un 18 septiembre, la Guinea Española se acostó republicana.... y a la mañana siguiente, nada volvió a ser igual.

En este blog, te facilitamos algunas piezas para que puedas armar tu propio puzzle.
Acompáñanos en este paseo por la Calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel.


Franco recibiendo las credenciales del embajador de Guinea Ecuatorial, Esteban Nsue. Gregorio López Bravo, ministro de asuntos exteriores, con Franco, en el palacio de oriente, junto al balcón de la sala de la Reina Cristina.


Por cierto... si tienes un rato, no te pierdas:

martes, 1 de octubre de 2024

La memoria, no tan histórica

Fue ayer. Y a veces lo olvidamos.

La memoria histórica no siempre es cosa de los abuelos; ya lo decíamos en Memoria colonial.

Pero ¿si también afecta al periodo que supuestamente supera la prueba del algodón?

Danilo Albin nos recordaba hace unos años que en España nunca ha revisado las condecoraciones a dictadores entregadas por Juan Carlos I

Un movimiento de opositores guineanos reclama formalmente al Congreso que revoque la distinción entregada por el ahora rey emérito a Teodoro Obiang en 1979. Por entonces también hubo medallas a otros miembros de regímenes totalitarios.

Son el símbolo del terror. De la tortura y de la desaparición. De regímenes que aplastaron a la población civil y tiraron gente viva al mar. Son los ya muertos Jorge Rafael Videla y Gregorio Álvarez en Argentina y Uruguay o el aún dictador Teodoro Obiang en Guinea. Unos y otros, jefes militares todos, tenían y tienen una medalla en común: Juan Carlos I les condecoró con una de las más altas distinciones que ofrece España. La tenían y la tienen porque en España no ha habido intención de anular esas distinciones. Ahora hay una oportunidad.

El paso lo ha dado el Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial Tercera República, conformado por opositores a la dictadura de Obiang. En una iniciativa presentada por escrito a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y a los grupos parlamentarios, los responsables de esta organización guineana con sede en Madrid reclaman que la Cámara anule formalmente la concesión del Collar de la Orden de Isabel la Católica a ese dictador.

La distinción fue otorgada por el rey Juan Carlos mediante un real decreto publicado el 12 de diciembre de 1979, cuatro meses después del golpe de estado en Guinea Ecuatorial. Por entonces también fueron condecorados otros miembros de la cúpula golpista con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.



El Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial Tercera República califica como "vergonzoso" que Obiang, "el dictador más longevo del mundo", continúe ostentando esa medalla. Recuerda en tal sentido que el jefe del régimen "ha mostrado nulo respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas" y ha ordenado "torturas, detenciones ilegales, secuestros y asesinatos", a la vez que "ha mostrado su desprecio al Estado español acusándolo públicamente de todo".

"Por lo tanto, es una vergüenza para la democracia española que Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y su camarilla sigan hoy ostentando tan altas distinciones", señala en la misiva remitida a Batet y a los portavoces de los grupos políticos en el Congreso, a los que piden "adoptar las iniciativas que correspondan o en su caso instar al Gobierno a invalidar y revocar de manera efectiva las mencionadas condecoraciones".

Del mismo modo, plantean la imposición de sanciones "a personas involucradas en abusos de derechos humanos, corrupción, degradación del Estado de Derecho y represión de la democracia en el régimen dictatorial de Teodoro Obiang". En concreto, solicitan la prohibición de entrada a la Unión Europea, el congelamiento de cuentas, confiscación de bienes y revocación de permisos de residencia en España "si los tuvieran" a una serie de miembros del régimen.

Videla y Mobutu

Lo cierto es que en el listado de dictadores condecorados por España no solo figura Obiang. Ese mismo año, el rey Juan Carlos también entregó el Collar de la Orden de Isabel la Católica al militar argentino Jorge Rafael Videla y a su homólogo peruano, Francisco Morales Bermúdez.

En el caso del jefe del régimen argentino, las relaciones se vieron fortalecidas con el viaje que el monarca había realizado a aquel país en noviembre de 1978. De nada valieron entonces las peticiones de distintas organizaciones de derechos humanos para que no realizara esa visita oficial a la dictadura de Videla, responsable para entonces de miles de desapariciones y torturas.

Dos años después, el monarca español distinguió con ese mismo collar a dictadores de otros lares: el indonesio Suharto, considerado por Transparencia Internacional como el líder más corrupto de la historia moderna, el jeque emiratí Zayed bin Sultán o el emir de Baréin Isa bin Salman Al Jalifa recibieron esa condecoración española.

En 1983 hubo distinciones para el dictador uruguayo Gregorio Álvarez y para el brasileño João Baptista Figueiredo, así como para otro rostro de la represión: el temido Mobutu Sese Seko, dictador de la República de Zaire, también figura entre los condecorados ese año por el rey Juan Carlos I.
"Comportamientos extraordinarios"

Según destaca el ministerio de Asuntos Exteriores en su página web, la Orden de Isabel la Católica "fue instituida por el Rey Fernando VII el 14 de marzo de 1815, con la denominación de Real Orden Americana de Isabel la Católica". Su objetivo es "premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional". "Su Majestad el Rey es el Gran Maestre de la Orden de Isabel la Católica, por lo que todas las condecoraciones de esta Orden son conferidas en su nombre", destaca Exteriores.

La normativa establece que en caso de fallecimiento de la personalidad distinguida con el collar, "los herederos" de las personas distinguidas con el collar deben entregarlo a las autoridades diplomáticas españolas.

Pregunta sin respuesta

"¿Ha previsto el Gobierno revocar las condecoraciones y reconocimientos oficiales, teniendo en cuenta que dichos militares y diplomáticos fueron represores y criminales de una feroz dictadura?", preguntó en 2014 el entonces diputado de La Izquierda Plural Joan Josep Nuet tras la publicación de distintas informaciones sobre este asunto en Público. El Gobierno de Mariano Rajoy nunca le respondió.

El Ejecutivo del PP también recibió una pregunta del entonces diputado de IU Gaspar Llamazares, a quien sí respondió: en febrero de 2015, el Gobierno alegó que "las relaciones bilaterales entre España y Argentina en la época de la dictadura del general Videla, se mantuvieron conforme con el principio de la universalidad de relaciones diplomáticas entre Estados y similares a las mantenidas con el resto de países del continente iberoamericano".

"La relación bilateral en esa época fue además consecuente con el hecho de que Argentina es una de las naciones con las que España tiene lazos históricos y culturales más intensos, que van más allá de la permanencia en el poder de un tipo u otro de Gobierno, al asentarse las relaciones diplomáticas no entre éstos sino entre Estados", defendió entonces el Ejecutivo del PP.

No olvides repasar: