¿Recordáis cuando se modificó el parte meteorológico del telediario para que los españoles (y no sólo los escolares) dejaran de pensar que las islas Canarias eran mediterráneas y se ubicaban al sur de las islas Baleares?...
Elementos para conocer la guerra civil española en los antiguos territorios españoles del golfo de Guinea. Actual Guinea Ecuatorial.
CB
jueves, 20 de febrero de 2025
Guinea Mediterránea
lunes, 17 de febrero de 2025
Una década
Pareciera que fue ayer.... pero este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel cumplió ya diez años (espera... ¿o y son 11?).
¡Gracias por acompañarnos todo este tiempo!
domingo, 2 de febrero de 2025
De lejía y censores
Soraluce fue enmarcado dentro del Estado Mayor del Ejército Republicano del Norte, pero hizo todo lo posible por eludir su intervención en campaña. Muy al contrario, sí tomó parte activa en la Quinta columna, formó y administró el Socorro Blanco en Bilbao y ayudó a evadirse a numerosos militares afines al golpe. (...)
Durante los once meses que Bilbao permaneció fiel a la República, llegaron a recaudar de 1500 a 2000 pesetas mensuales con las que sostuvieron a familiares sitiados por al hambre como consecuencia de las sacas y los coches fantasmas puestos en marcha por lo que ellos denominaban el dominio rojo separatistas.
César Estornes nos da más información «se quiso detener al capitán Luis Soraluce Irastorza pero por consideración a su delicada salud, solo fue arrestado bajo la vigilancia del coronel Andrés Fernández Piñerua. Soraluce es de tendencia fascista, pertenece a una familia de San Sebastián cuyos componentes son fervorosos monárquicos y estaba emboscado en la comandancia militar, en lugar de estar en los puestos activos como corresponde a su rango».
Soraluce fue juzgado con el resto de golpistas y dado de baja del Ejército de la República en el verano de 1937 por desafecto. De forma paralela, los franquistas también le enjuiciaron, encarcelaron y desterraron por haber estado integrado en las filas del ejército enemigo y no haberse posicionado de forma clara en su bando.El capitán presentó pruebas documentales y se aseguró testimonios para demostrar que no era un traidor ni había eludido sus responsabilidades en la campaña rebelde. Desde su reclusión y confinamiento mantuvo un intenso intercambio epistolar con destacados militares franquistas, a quienes reclamaba su intercesión para revocar una sentencia que consideraba injusta. No obstante, no tuvo éxito y acabó pagando un alto precio por la postura que eligió. Su ambigüedad le dejó en entredicho y pasó la guerra en la retaguardia, intentando restaurar su honorabilidad en lugar de tomar parte en el frente para ascender de graduación.