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jueves, 31 de octubre de 2024

II año triunfal

Como cada año, se suceden los actos en memoria de los muertos en la toma de Bata el 14 de octubre de 1936.

Así, en el II año triunfal, desde San Carlos (actual Luba) se suman al homenaje: 

«Cinco fueron los Voluntarios que al atardecer el día 14 de Octubre del 36, hallaron la muerte en el vapor Fernando Poo, al inundarse de agua sus bodegas y hundirse. Quiso la Providencia evitar un día de luto al Cuerpo Expedicionario y a sus familias. De no haberse notado a tiempo el balanceo del barco, precursor del peligro inminente de hundimiento que aquel anunciaba, hubieran perecido ahogados, algunos centenares de jóvenes, clases y Oficiales. Pasada lista en la cubierta del Mahón, de los Voluntarios que habían ido a prestar vigilancia y custodia del Fernando Póo, sólo se notaron a faltar cinco Voluntarios, por el eterno descanso de sus almas y de los que en lo restante del año fallecieron en Sta. Isabel, la segunda sección de la primera Compañía, residente en ésta, encargó la celebración de una Misa de Réquiem y solemne funeral. Al mismo se unieron los Oficiales y sección de Voluntarios, las Autoridades del Distrito, las de Consejo de Vecinos y muchas señoras y particulares del elemento europeo. Nosotros que como víctimas liberadas presenciamos los sucesos tristes que en Bata se desarrollaron aquel día, al recordar tan triste aniversario, nos asociamos también al dolor de las familias de los extintos y muy de corazón imploramos por ellos las misericordias del Altísimo. La patria les agradece el sacrificio de sus vidas y los que aun quedamos, la generosidad de sus almas jóvenes, que para siempre estarán al lado de los luceros eternos, presenciando el resurgir de esta su España y nuestra, madre de almas grandes, de héroes, de mártires»


lunes, 21 de octubre de 2024

Declarar y morir

Los hermanos Juan y Pedro Medina Sanabria son fuente de inspiración e información para este paseo por la calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel. Y el Blog de Pedro Medina Sanabria | Memoria e Historia de Canarias hace un trabajo constante de difusión, por lo que merece la pena bucear un rato por sus páginas. Hoy, recuperamos la vieja entrada: 

U.4,917,598

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DON JUAN FONTAN LOBE, CAPITAN DE ARTILLERÍA Y JUEZ NOMBRADO PARA EL ESCLARECIMIENTO DE LOS HECHOS OCURRIDOS EN EL VAPOR «FERNANDO POO» EL 14 DE OCTUBRE DE 1936.

C E R T I F I C O: Que a mi presencia y actuando como Secretario Alfonso Manrique de Lara Fierro, Sargento del Batallón de Voluntarios de Las Palmas, se presenta el Marinero Manuel Pérez y Teira, de la tripulación del “Fernando Poo”, que manifiesta lo siguiente:

Que vio a proa al Contramaestre que iba a virar el ancla; asegura que había cuatro grilletes de cadena. – –

Vió a Antonio Tarí con un fusil que tiró al agua. – –

Cree que Vivó prestó servicio en los Padres pero no está seguro. – –

Ha oído decir que Manuel Tarí estuvo en las milicias. – –

Cita como del Comité a Antonio Tarí, Domingo López, Seguí, Francisco Pérez y Juan Calvo. – –

Considera que el más extremista es el Barbero. – –

Dice que Manuel Diaz Diaz tenía el fusil de los marineros.- –

Y en prueba de conformidad firma el presente con S.S. y yo el Secretario que doy fé, en Santa Isabel a 20 de Octubre de 1936.

[Firmas rubricadas de MANUEL PÉREZ TEIRA, JUAN FONTÁN LOBÉ, y firma abreviada de ALFONSO MANRIQUE DE LARA FIERRO].

Cfr.: Archivo del Tribunal Militar Territorial 5.- 9342-297-21.- Causa 24 de 1937.- Folio 48.

Pérez Teira, tripulante (timonel según el 2º oficial Francisco Seguí Darder) del "Fernando Poo", no llegaría a ver los muros del campo de concentración de Gando. A Pérez Teira apenas le dio tiempo de declarar el 20 de octubre ante Juan Fontán, y casi un mes después será hospitalizado y falleciendo a la semana de su ingreso.

Dale un repasada a:

jueves, 17 de octubre de 2024

‘Negro limbo’, la historia olvidada

Es recurrente en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel, acordarnos del gobernador Faustino Ruiz y su calle dedicada en San Fernando (pese a su más que probable participación en el bombardeo a la desbandá de Málaga desde el crucero Canarias o la desaparición de Acacio Mañé, entre otros).

Curiosamente, nos acordamos del verdugo... y no de la víctima.

En el 2019, os contábamos de El caso Acacio Mañé: ‘Negro limbo’, la historia olvidada del colonialismo español en África:

El filme rescata uno de los episodios más desconocidos del colonialismo español en África durante el régimen franquista, “pues si todavía tenemos el capítulo abierto de la memoria histórica, de los muertos enterrados en cunetas en nuestro país, imagínate en qué situación de olvido se encuentra este tema en los territorios que fueron colonia como Guinea Ecuatorial”, reflexiona Benítez sobre el país en el que centra su película, actualmente, en fase de preproducción.

Así, la desaparición de un líder negro en la Guinea española durante la dictadura franquista es el motor de una cinta donde se abordarán “los pactos de silencio” que se establecen “en las familias, las instituciones y la sociedad en general” para “esconder verdades incómodas”, adelanta.

Y ayer, la XXI edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, que se celebrará entre el 8 y el 16 de noviembre, informaba que acogerá 22 estrenos nacionales, de los que diez serán estrenos internacionales, la mayor parte de ellos en la sección Panorama Andaluz, ya que el festival pretende destacar la industria cinematográfica andaluza en esta edición. 
Y entre esos 22 estrenos se incluye ‘Negro limbo’, el segundo largometraje documental de Lorenzo Benítez, que ahonda en los secretos de Estado y la impunidad en la antigua Guinea española.


«Tres amigos investigan un crimen cometido en la Guinea española en 1959. Uno es hijo del fiscal general de la colonia africana. Otro es casi ciego y el tercero el cineasta que los filma. La víctima es Acacio Mañé, primer negro (fang) que intentó reclamar la soberanía ante la ONU. (...) Los secretos y la impunidad de la dictadura franquista en la antigua Guinea española continúan presentes en democracia. El franquismo consiguió ocultar sus crímenes y torturas contra el Movimiento Nacional de Liberación de Guinea Ecuatorial a finales de los años 50. Uno de sus líderes, Acacio Mañe, fue detenido y hecho desaparecer. Ahora su familia reclama justicia y reparación desde África. Solo nos ha llegado el relato idílico de los viejos colonos. »

martes, 15 de octubre de 2024

Lectura contra la amnesia de la colonización

En Novelas contra la amnesia de la colonización, Lucía Hellín Nistal recomienda 3 (ó cuatro) lecturas imprescindibles contra la desmemoria colonial. Te compartimos el fragmento más vinculado a Guinea Ecuatorial, pero no dejes de leer el artículo completo con las «historias que recorren tres novelas y un ensayo que, desde distintos ángulos, inciden en las raíces colonialistas imperialistas españolas, tan borradas desde un presente con amnesia selectiva que sirve para justificar el expolio y la violencia del imperialismo actual. Cuatro textos y cuatro autores que merece la pena recorrer, especialmente en estos días que rodean la celebración patria del 12 de octubre que con himnos y banderas tapa ese origen sangriento y exige silencio mientras la Unión Europea -y el gobierno del Estado español- se arma hasta los dientes, protege e incentiva a sus empresas extractivistas por el mundo, militariza las fronteras y mantiene los pactos con el estado genocida de Israel»:

Los poderes de la tempestad

Donato Ndongo es uno de los escritores ecuatoguineanos más conocidos internacionalmente, impulsor del africanismo en España, periodista, historiador, antiguo director del Colegio Mayor África de Madrid o el Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Murcia. Desde cada uno de estos ámbitos el centro de su trabajo ha estado en la denuncia del colonialismo español sobre Guinea Ecuatorial, y la relación de ese pasado con el difícil presente del país tras su independencia, precisamente un 12 de octubre, en 1968. Es este impulso el que dio vida a la novela Los poderes de la tempestad (Sequitur, 2022), publicada originalmente en 1997, reeditada en 2014 y de nuevo hace un par de años, con intacta vitalidad.

Se trata del segundo libro de una trilogía hasta que comenzó en 1987 con la conocidísima novela Las tinieblas de tu memoria negra (Sequitur, 2022). En Los poderes de la tempestad se relata el regreso a Guinea Ecuatorial de un joven tras pasar varios años formándose como abogado en España. El viaje, que realiza junto a su mujer española y su hija, se convierte pronto en una pesadilla expuesta a través de descripciones que no eluden la podredumbre más absoluta: “entre patas de mono sanguinolentas, bananas podridas y antílopes rebozados en un enjambre de moscas”; a la vez fotografía y metáfora de la decadencia y el dolor de los fusilamientos, la tortura y la cárcel que van apareciendo a lo largo de las páginas de la novela.

El propósito del protagonista era contribuir a la mejora de la situación del país, tomado por la dictadura de Macías tras un dudoso proceso de independencia de la España franquista. Pero el abogado se enfrenta nada más llegar a una distancia con una tierra de la que comenzó a ser alejado aún antes de abandonarla mediante una educación colonial católica, acrecentada durante sus años en Madrid, que ahora explota ante un país destrozado y extraño:

“Dios mío, ayúdame a sobrevivir en este mundo que es el mío pero que ya se me escapa como si no fuera el mío, tengo tanta confusión en mi alma como si me despertara de repente en una tierra ajena, mi mentalidad ha cambiado tanto que ya no me reconozco como negro, como bantú, como africano, como guineano nacido en la misma tribu, en el mismo clan, en el mismo poblado, entre la misma gente que el primo Mbo”.

La primera persona de la narración expresa esta distancia y también la sorpresa ante el cierre informativo: “¿No llegan a España noticias de Guinea? ¿No sabéis allí que esto se ha convertido en un infierno?”. Se mezcla, sin embargo, con el relato en segunda persona que parece dirigirse directamente al protagonista, o tal vez al lector, haciendo su sufrimiento nuestro y nuestra su obsesión por dar a conocer la historia de su tierra.

Y siguen sin llegar noticias, por eso tal vez no habrás leído que ahora mismo el presidente Obiang, en el cargo desde 1979, está dirigiendo una gran represión contra la provincia de Annobón, una pequeña isla donde se levantan contra la destrucción de sus tierras por parte de empresas y multinacionales con las que el dictador mantiene acuerdos.

sábado, 12 de octubre de 2024

En estos días en que se cumple un aniversario más de la gloriosa efemérides...

Hoy se cumplen los 56 años de la joven república de Guinea Ecuatorial. Unos meses antes de la independencia, en pleno aniversario de golpe de Estado de 1936, Franco dirige un mensaje a los Guineanos, a través de Manuel Fraga Iribarne: "En estos días en que se cumple un aniversario más de la gloriosa efemérides de nuestro Movimiento en la vida española (...) Vosotros, mejor que nadie, sabéis hasta qué punto España ha procurado, en todo momento, desde que la paz volvió a nuestra Patria, atender a vuestras necesidades presentes y prever vuestro futuro. De las provincias guineanas España ha sabido hacer un territorio ejemplar, que se compara favorablemente, en el orbe africano en que se halla inscrito, por el nivel de vida, por el estado sanitario, por el número de alfabetizados, por tantos datos que acreditan su progreso. Pero, sobre todos esos bienes, el Gobierno español os ha traído el más deseable de todos: el bien de la paz. En un continente convulsionado por las luchas raciales, tribales y sociales, en el que determinados pueblos han caído en ciertos momentos en niveles próximos a la anarquía, las provincias de Guinea han vivido en paz, en trabajo y en orden, en una línea constante de progreso y de confianza, sin los que todo intento de mejoramiento hubiese sido imposible". 

Unos días antes, Castiella afirmaba en las Cortes que "en Guinea empieza a amanecer" [grandes aplausos], seguido de una intervención de Pilar Primo de Rivera para dar las gracias a los procuradores guineanos por la colaboración que habían prestado a las Cortes.

Pero ¿el Gobierno español os ha traído el más deseable de todos: el bien de la paz?
Entonces, ¿no hubo guerra civil en territorio ecuatoguineano? Lo cierto es que sí: el territorio y sus pobladores no fueron ajenos ni al conflicto y ni a sus consecuencias.

Un 18 septiembre, la Guinea Española se acostó republicana.... y a la mañana siguiente, nada volvió a ser igual.

En este blog, te facilitamos algunas piezas para que puedas armar tu propio puzzle.
Acompáñanos en este paseo por la Calle 19 de Septiembre de la vieja Santa Isabel.


Franco recibiendo las credenciales del embajador de Guinea Ecuatorial, Esteban Nsue. Gregorio López Bravo, ministro de asuntos exteriores, con Franco, en el palacio de oriente, junto al balcón de la sala de la Reina Cristina.


Por cierto... si tienes un rato, no te pierdas:

martes, 1 de octubre de 2024

La memoria, no tan histórica

Fue ayer. Y a veces lo olvidamos.

La memoria histórica no siempre es cosa de los abuelos; ya lo decíamos en Memoria colonial.

Pero ¿si también afecta al periodo que supuestamente supera la prueba del algodón?

Danilo Albin nos recordaba hace unos años que en España nunca ha revisado las condecoraciones a dictadores entregadas por Juan Carlos I

Un movimiento de opositores guineanos reclama formalmente al Congreso que revoque la distinción entregada por el ahora rey emérito a Teodoro Obiang en 1979. Por entonces también hubo medallas a otros miembros de regímenes totalitarios.

Son el símbolo del terror. De la tortura y de la desaparición. De regímenes que aplastaron a la población civil y tiraron gente viva al mar. Son los ya muertos Jorge Rafael Videla y Gregorio Álvarez en Argentina y Uruguay o el aún dictador Teodoro Obiang en Guinea. Unos y otros, jefes militares todos, tenían y tienen una medalla en común: Juan Carlos I les condecoró con una de las más altas distinciones que ofrece España. La tenían y la tienen porque en España no ha habido intención de anular esas distinciones. Ahora hay una oportunidad.

El paso lo ha dado el Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial Tercera República, conformado por opositores a la dictadura de Obiang. En una iniciativa presentada por escrito a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y a los grupos parlamentarios, los responsables de esta organización guineana con sede en Madrid reclaman que la Cámara anule formalmente la concesión del Collar de la Orden de Isabel la Católica a ese dictador.

La distinción fue otorgada por el rey Juan Carlos mediante un real decreto publicado el 12 de diciembre de 1979, cuatro meses después del golpe de estado en Guinea Ecuatorial. Por entonces también fueron condecorados otros miembros de la cúpula golpista con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.



El Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial Tercera República califica como "vergonzoso" que Obiang, "el dictador más longevo del mundo", continúe ostentando esa medalla. Recuerda en tal sentido que el jefe del régimen "ha mostrado nulo respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas" y ha ordenado "torturas, detenciones ilegales, secuestros y asesinatos", a la vez que "ha mostrado su desprecio al Estado español acusándolo públicamente de todo".

"Por lo tanto, es una vergüenza para la democracia española que Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y su camarilla sigan hoy ostentando tan altas distinciones", señala en la misiva remitida a Batet y a los portavoces de los grupos políticos en el Congreso, a los que piden "adoptar las iniciativas que correspondan o en su caso instar al Gobierno a invalidar y revocar de manera efectiva las mencionadas condecoraciones".

Del mismo modo, plantean la imposición de sanciones "a personas involucradas en abusos de derechos humanos, corrupción, degradación del Estado de Derecho y represión de la democracia en el régimen dictatorial de Teodoro Obiang". En concreto, solicitan la prohibición de entrada a la Unión Europea, el congelamiento de cuentas, confiscación de bienes y revocación de permisos de residencia en España "si los tuvieran" a una serie de miembros del régimen.

Videla y Mobutu

Lo cierto es que en el listado de dictadores condecorados por España no solo figura Obiang. Ese mismo año, el rey Juan Carlos también entregó el Collar de la Orden de Isabel la Católica al militar argentino Jorge Rafael Videla y a su homólogo peruano, Francisco Morales Bermúdez.

En el caso del jefe del régimen argentino, las relaciones se vieron fortalecidas con el viaje que el monarca había realizado a aquel país en noviembre de 1978. De nada valieron entonces las peticiones de distintas organizaciones de derechos humanos para que no realizara esa visita oficial a la dictadura de Videla, responsable para entonces de miles de desapariciones y torturas.

Dos años después, el monarca español distinguió con ese mismo collar a dictadores de otros lares: el indonesio Suharto, considerado por Transparencia Internacional como el líder más corrupto de la historia moderna, el jeque emiratí Zayed bin Sultán o el emir de Baréin Isa bin Salman Al Jalifa recibieron esa condecoración española.

En 1983 hubo distinciones para el dictador uruguayo Gregorio Álvarez y para el brasileño João Baptista Figueiredo, así como para otro rostro de la represión: el temido Mobutu Sese Seko, dictador de la República de Zaire, también figura entre los condecorados ese año por el rey Juan Carlos I.
"Comportamientos extraordinarios"

Según destaca el ministerio de Asuntos Exteriores en su página web, la Orden de Isabel la Católica "fue instituida por el Rey Fernando VII el 14 de marzo de 1815, con la denominación de Real Orden Americana de Isabel la Católica". Su objetivo es "premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional". "Su Majestad el Rey es el Gran Maestre de la Orden de Isabel la Católica, por lo que todas las condecoraciones de esta Orden son conferidas en su nombre", destaca Exteriores.

La normativa establece que en caso de fallecimiento de la personalidad distinguida con el collar, "los herederos" de las personas distinguidas con el collar deben entregarlo a las autoridades diplomáticas españolas.

Pregunta sin respuesta

"¿Ha previsto el Gobierno revocar las condecoraciones y reconocimientos oficiales, teniendo en cuenta que dichos militares y diplomáticos fueron represores y criminales de una feroz dictadura?", preguntó en 2014 el entonces diputado de La Izquierda Plural Joan Josep Nuet tras la publicación de distintas informaciones sobre este asunto en Público. El Gobierno de Mariano Rajoy nunca le respondió.

El Ejecutivo del PP también recibió una pregunta del entonces diputado de IU Gaspar Llamazares, a quien sí respondió: en febrero de 2015, el Gobierno alegó que "las relaciones bilaterales entre España y Argentina en la época de la dictadura del general Videla, se mantuvieron conforme con el principio de la universalidad de relaciones diplomáticas entre Estados y similares a las mantenidas con el resto de países del continente iberoamericano".

"La relación bilateral en esa época fue además consecuente con el hecho de que Argentina es una de las naciones con las que España tiene lazos históricos y culturales más intensos, que van más allá de la permanencia en el poder de un tipo u otro de Gobierno, al asentarse las relaciones diplomáticas no entre éstos sino entre Estados", defendió entonces el Ejecutivo del PP.

No olvides repasar:

jueves, 19 de septiembre de 2024

El relojero de Cartagena


Según Rafael de Mendizábal Allende en Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969), el territorio servía no solo como castigo (como señalábamos en Desterrado... en Guinea), sino también como «refugio más o menos solapado...» de disidentes, pero también de aquellos que necesitaban distanciarse de conflictos.

No se libraron ni los brigadistas internacionales (no todos iban a ser alemanes de la Abwehr). 

La historiadora Blanca Calvo ha rescatado el caso de Otto Bruno Löbig, el relojero de Cartagena:

Hace unos meses, mirando el listado de "murcianos deportados" de Archivo General de la Región de Murcia me encontré un nombre alemán y como otra cosa no, pero soy rato cotilla, empecé a investigar.

Otto, viviendo en Cartagena, mi lógica me hizo pensar que era minero.
Pero no. Otto Bruno Loebig nació en enero de 1901 en Alemania, en las cercanías de Berlín . De sus primeros años se sabe poco. 
En 1915 fue aprendiz de relojero en Berlín. Tras la 1GM y la crisis, se fue a Holanda y luego a Francia donde empieza la militancia antifascista en la Legión Extranjera. Aquí pasó 5 años antes de irse a Madrid en 1925. 
Un año después se casa con Inocencia Naranjo Martínez y se instala en Cartagena donde abre una relojería.

 


Los años de la Guerra Civil son confusos. Mientras que la solicitud de asilo enviada en 1948 mantiene que durante la guerra fue relojero entre Galicia y Zamora, la documentación de archivo da otra versión: En el CDMH se conserva un documento de brigadistas internacionales heridos y hospitalizados entre los que figura Otto Bruno, comandante de la XI Brigada.

Durante la Guerra, su mujer Inocencia y el primogénito de la pareja, Emilio Juan de tan solo 5 años, buscaron refugio en Alemania con la madre y la hermana de Otto. En Godesberg nacerá, en 1936, Ingrid Sylvia Inocencia Lobig Naranjo. 

Tras la guerra, la familia regresa a Cartagena donde su papel como brigadista le supuso el ostracismo social y que su negocio sufriera diversos ataques.
Otto intentará sacar adelante su relojería, que encontró destrozada en 1939 . 
Fue detenido y permaneció en la prisión de San Antón Abad. Por su condición de ciudadano alemán solicitó ayuda al cónsul germano en Cartagena, Enrique C. Frike. 
Spoiler, un cónsul alemán en Cartagena no podía ser otra cosa que nazi por lo que no estaba muy por la labor de ayudar a un brigadista antifascista.
La respuesta literal que recibió Inocencia fue: "Él sabría que había hecho para acabar detenido".   
Por lo que en 1939, ante la imposibilidad de rehacer su vida en Cartagena por el acoso y la represión, la familia se traslada [en agosto con el vapor Plus Ultra] a Santa Isabel, Fernando Poo, donde Otto trabajará brevemente como comerciante. 
De su etapa en Guinea sólo se sabe que, de regreso a España en el barco Escolano, [éste fue interceptado por un submarino francés y obligado a entregar a un pasajero alemán que viajaba a bordo del vapor español. Así, Löbig] fue detenido por su condición de ciudadano alemán el 22 de noviembre de 1939 y enviado a la prisión de Casablanca. [Todavía el 9 de abril de 1940 el Embajador de España en París remitía una nota verbal al Ministro francés de Exteriores.]
En territorio francés [Löbig] pasó por distintas prisiones hasta ser deportado los campo de trabajos forzados Tiouine y Sussoni. De estos campos no se conserva casi información, pero se sabe, por su testimonio, que Otto tuvo problemas con los nazis internados por su posición antifascista 
En 1940, [con la derrota francesa por el ejército alemán, las autoridades colaboradoras de Vichy], le trasladan a Alemania donde sería encarcelado en Stuttgart y deportado en 1940 al campo de Welzheim como prisionero político por haber "realizado propaganda antinazi". 
Un año después acabaría en Dachau. ¿Su número? El 25.523

 

 

Otto lograría trabajo como relojero y mecánico de máquinas de escribir. Se puede intuir que, dentro del horror, tuvo una posición algo privilegiada ya que en 1942 le permiten recuperar de entre sus enseres una faja que necesita “para el dolor de riñones” . 
El 29 de abril de 1945. Sus únicas posesiones eran un sombrero, un par de zapatos, un abrigo, un blusón, unos pantalones, una camisa y unos calzoncillos. 
Tras pasar por Austria y Francia, logrará regresar, gracias a la Misión francesa de repatriación, a Cartagena el 9 de agosto de 1946.
En un documento de este año escribe en la casilla de nacionalidad: “alemán viviendo en el extranjero”; como dirección particular: “Barrio de la Concepción, calle Casado 46, Cartagena” y como ocupación: “relojero y comerciante".
Y siempre antifascista, denunció “maltrato por parte de las SS y guardias, palizas, sufrimiento mental y problemas de estómago”. 
También figura por primera vez sus discrepancias con el Cónsul alemán de Cartagena y con la mujer de este; el matrimonio le condenó al ostracismo social tras la Guerra Civil y le acusaron de ser judío. 
Disclaimer. El único artículo "periodístico" que hay sobre él describen a Otto como un acérrimo nazi. Dicho artículo solo presenta como fuentes "lo que me dijo mi suegra". 
Para volver a Cartagena facilita tres contactos que avalarán su regreso a España: Don Augusto Siljeström, cónsul sueco en Cartagena; el joyero Don Cayetano Naranjo y el propietario del Bar Chiki, el señor Ortuño. 

Otto fue un antifascista en francia de entreguerras, brigadista internacional, deportado a campos argelinos, a Dachau. Pasó por la cárcel de Cartagena. Y durante años su figura ha estado en el olvido.
Otto regresó a Cartagena el 9 de agosto de 1946 gracias a la ayuda de la Misión de reparación francesa. El 23 de agosto de 1946, 14 días después de su regreso, escribe una misiva a la Comisión Interaliada de la Embajada Alemana en Madrid con el fin de exigir una indemnización por el tiempo deportado como prisionero político y por la pérdida económica que dicha deportación provocó en su negocio de joyero. 
En total solicita una indemnización por los 2.500 días pasados en campos de concentración nazis, aliados y enfermedades contraídas, a razón de 100 dólares por día. 
Justifica esta petición explicando que “esta cantidad no es mucho por el sufrimiento moral y physico (sic) durante tantísimos años y la importancia de mi negocio y que es de justicia esta indemnización”. No recibió respuesta.
 
Podemos intuir que su regreso a España fue complicado pues, pese a ser liberado de Dachau, fue investigado por el gobierno alemán siguiendo el protocolo que evitaba la fuga de antiguos nazis. 
La burocracia fue lenta y Otto tuvo que esperar hasta el 4 de noviembre de 1946 para que gobierno civil de Múnich confirmase su presencia como deportado en el campo de concentración de Dachau, había pasado más de un año desde la liberación de dicho campo. 
El regreso a España, una España franquista, opuesta a los ideales por los que había luchado toda su vida, no fue sencillo. Acosado por vecinos, vigilado por la Político-Social (“abren y censuran mi correo”) y se le prohibió trabajar con joyas. 
En la misiva de agosto de 1948 se señalará como principal culpable de este hostigamiento a la viuda del cónsul alemán en Cartagena .
 
En 1948 volvió a mandar una carta pidiendo ayuda económica, en esta ocasión el destinatario fue la American Joint y en ella solicitará, por su condición de desplazado, un préstamo retornable en 5 años para poder migrar a Caracas y establecer allí su negocio de joyero. 
En este documento, fechado el 15 de abril, explica como tras su regreso no hizo más que encontrase “por parte de las autoridades todas las imaginarias dificultades” y como tras “no haber recibido las autorizaciones necesarias para poder desarrollar su negocio” decidió “emigrar” 
tras pasar 23 años en España. En 1948 escribió en perfecto castellano que su deseo no era otro que empezar en un país democrático y libre con sus hijos. Finalizó la misiva con un “ruego al ETERNO para que les conceda una vida larga en bien de la humanidad y la democracia”. 
Como preparación a este exilio la familia se instaló en Santa Cruz de Tenerife donde en 1947 nacerá la tercera hija del matrimonio Canary Alicia. Su nombre figura en una petición de exilio enviada en 1948 a PCIRO (Comisión internacional de ayuda a los refugiados). 
La America Joint reenviará la misiva a la Comisión Internacional de Ayuda para los Refugiados . En la documentación que presenta apenas aporta información sobre su actividad en la Guerra Civil, solo da una vaga descripción de su presencia en Zamora; en cambio, detalla con precisión su estancia por distintas prisiones y campos de concentración nazis: “Entre 1940 y 1945 prisionero y deportado en Dachau. En 1945 estancia en Brego, entre 1945 y 1946 en París y Sete, antes de regresar a Cartagena.” 
En Julio de ese año la Comisión Internacional de ayuda a los Refugiados solicita a Otto información concreta sobre su actividad entre 1920 y 1948. En agosto la American Joint considera que en su testimonio hay lagunas, que su currículo es confuso en cuanto a su condición de judío: señalado como tal por María Luisa Oliva Gutiérrez, esposa del cónsul alemán en Cartagena. Durante su estancia en los campos de concentración en Marruecos y Argelia temió que la pronunciación francesa de su apellido, Levi en vez de Loebig, le acarrease problemas con otros alemanes internados en Argelia. Los americanos proponen su repatriación, es decir, el regreso a Alemania en vez del pasaje a Caracas. 
La noticia se le comunica en septiembre de 1948, no se conserva la respuesta de Otto.
Paralelamente, Otto había logrado el 2 de abril los certificados necesarios para migrar a Venezuela 
Decidió esperar a julio para que sus hijos acabaran el bachillerato y pudieran seguir sin problemas sus estudios en el nuevo país. Mientras tanto Otto planeaba vender todos sus bienes y lograr un préstamo que le permitiera sufragar el gasto del viaje e instalarse en Venezuela . 
En este momento se pierde la pista de Otto y su familia. Una familia que en 1948 se encontraba en Santa Cruz buscando desesperadamente ayuda económica para los pasajes de barco y el inicio de una nueva vida en Caracas. 
Una nueva vida que le permitiera criar a sus tres hijos: Emilio, Ingrid y Canary Alicia en un país democrático. 
En abril apareció la mágica que suele acompañar a estas investigaciones. Logré localizar al nieto de Otto y aunque en principio estaba reacio por miedo a otro artículo difamatorio.
La familia llegó a Caracas y se estableció con cierto éxito. 
Otto es descrito por su nieto como "rosacruz, masón y superviviente de un campo de concentración".
Otto falleció de un ataque al corazón en Maiquetía, Venezuela, el viernes 28 de enero de 1977. 
Volvía de un viaje a Egipto donde solía ir a comprar material para su comercio de joyería. Fue enterrado el 30 de enero en el cementerio del Este de Caracas. Tenía 76 años. Carlos Andrés Pérez, en aquel momento presidente socialista de la República de Venezuela, envió una corona de flores y una nota de pésame. Este gesto le aleja, de nuevo, de la visión dada por un periodista en 2016, la de un ciudadano alemán simpatizante del nazismo.

El comerciante Otto B. Löbig y su paso por Dachau, se suma al del fernandino estudiante de medicina Carlos Grey Molay y al maderero Fernando Fernández Lavín (ambos en Mauthausen), al corisqueño electricista José Epita Mbomo (Neuengamme), al cartero de Bata Isidro Álvarez (Laufen) y a Manuel Cuenca Vázquez (Buchenwald), Jefe del Servicio Agronómico de Fernando Poo.

domingo, 8 de septiembre de 2024

Día de las Personas Cooperantes

El año pasado tuvimos un emotivo recuerdo por los cooperantes fallecidos.

Pero en esta ocasión, os compartimos la perspectiva del enfant terrible de Ramón Esono.
¿Intentamos descifrar esta viñeta de "La pesadilla de Obi"?



[NOTA: El vehículo de UNICEF y la ubicación de los cooperante en el "Bistró", la terraza del Instituto Cultural de Expresión Francesa-ICEF, no es inocua... . Tal vez por eso, en la versión impresa de "La pesadilla...", éstos ya no están en esa terraza.]

Por cierto, hablando de cooperantes: ¿alguien sabe dónde está el escritor Francisco Ballovera Estrada, empleado de la Cooperación Española?

domingo, 1 de septiembre de 2024

Viaje

¿Recordáis las dificultades de llegar al territorio ecuatorial o de movilidad interna que detallábamos en Permiso de turismo o incluso de arbitrariedad en la estadía como recogíamos en Artículo 5?

El 7 de septiembre de 1936, el piloto Josep Civit Jové y su pareja Carme Álvarez Carreras obtuvieron autorización de circulación del Comitè Central de les Milícies Antifeixistes de Catalunya, para trasladarse a la Guinea Española con el pasaporte 200/49.


Es un documento histórico curioso... especialmente porque pocos días después -un 18 de septiembre- la Guinea Española se acostó republicana.... y a la mañana siguiente, nada volvió a ser igual.

Ese mismo día, en la tarde, zarpó del puerto de Barcelona el Fernando Póo, en el que sería su último viaje.

En La Guinea Española hay registrados varios viajes de Civit, incluyendo uno en 1934 en el buque Escolano, pero el nombre de los 50 pasajeros del 7 de septiembre de 1936 no queda recogido en el periódico, ya que tras un pulso por radio entre el puesto de Santa Isabel y el de Bata, el barco fue a Río Muni y la edición del periódico quedó en la isla (territorio leal a Burgos tras el golpe de estado del sábado 19), no publicando los movimientos de viajeros de la zona continental.

El último viaje registrado de Civit es de 1940. Pasados los años, ya en 1948, éste refundó el Aeroclub de Lleida, desaparecido durante la Guerra Civil, y adquirió algunos de sus aviones más representativos. Hasta 1957, año en que cedió el campo de aviación a los padres salesianos para que lo incorporaran a su finca colindante, ya que el aeroclub sólo usaba la pista del aeródromo de Alfés. Pero esa es otra historia.

domingo, 25 de agosto de 2024

La caballerosidad que te roba las botas... y la calle

En agosto de 1936 fue asesinado Miguel Núñez de Prado, antiguo gobernador del territorio ecuatorial.

Su caso es peculiar, ya que era compañero y amigo de los principales líderes golpistas, pero probablemente por eso a ojos de Mola era imperdonable su lealtad republicana... o tal vez fuera su pertenencia a la masonería.

Contábamos en La caballerosidad que te roba las botas, que tras su detención en Zaragoza las fuerzas sublevadas hicieron valer su condición de director general de Aeronáutica, para amenazar con su fusilamiento en caso de producirse nuevos bombardeos sobre Cádiz. Seguirá un intercambio de mutuas amenazas a las que se sumará la Marina, y Franco responderá con un lacónico "Esperamos que la caballerosidad con que se ha portado siempre la Marina evite derramamiento de sangre."

Al final, como recogíamos en El caso del viejo Gobernador que murió descalzo, fue fusilado en el cruce a Murugarren de la carretera Bearin a Abarzuza (Navarra): "..Se metieron en la pieza, aquí, de estas flores, ocho metros para arriba, en este orillo y... a ver, quitaros los zapatos, las botas. Se quitaron las botas..¡daros media vuelta! Pun, pun, al agujero..se cayó y todo. Aquí mismo, yo estaba aquí. Ahí había una pared..."

Así que caballerosamente le robaron las botas, le fusilaron,... y le quitaron la calle.

¿La Calle? Correcto; como Hijo Predilecto de la ciudad de Montilla (Córdoba), igualmente contaba con una calle dedicada (inicialmente al "Coronel Núñez de Prado y Susbielas" y posteriormente al "General Núñez de Prado y Susbielas") en el barrio Sotollón, desde que 1925 la que anteriormente se conocía como calle "Fuente Álamo" cambió de nombre por decisión de la Comisión Municipal Permanente. Con la llegada de la República, las nuevas autoridades optaron el 13 de junio de 1931 por un cambio más; dedicando la calle a los "Generales Núñez de Prado", rindiendo así homenaje a padre e hijo (Miguel y Miguelito Núñez, como decían sus convecinos), ambos ilustres montillanos y generales de Caballería.


Calle Fuente Álamo en 1915.

Pero al igual que en Santa Isabel, en donde la calle "Libertad" fue anulada -literalmente- con un "19 de Septiembre", en Montilla la franquista Comisión Gestora Municipal hizo desaparecer la calle "Generales Núñez de Prado" con un rotundo "General Franco". 

Fueron ágiles en quitarle la calle: el 12 de septiembre de 1936 (no había pasado ni un mes de la desaparición del viejo gobernador) y -con las botas todavía calientes- ya se había formalizado el cambio. 

Y así se mantuvo hasta la muerte de Franco, volviendo el 24 de agosto de 1979 al nombre histórico de "Fuente Álamo".

Más suerte tienen Juan VaraJuan Fontán o Faustino Ruiz gobernadores coloniales del territorio ecuatorial con presencia en el callejero español y que pese a su innegable vinculación con la maquinaria represora del franquismo, cuentan décadas después de forma inamovible con sus respectivas calles en diferentes municipios españoles.



viernes, 16 de agosto de 2024

Ministerio de la Guerra Sucia

No siempre sale Guinea Ecuatorial en una película... y pocas veces sale tan mal. Entre otras cosas, porque el "Ministerio de la Guerra Sucia" está basado en una historia real, que prácticamente no se reconoce: la noche del 14 al 15 de enero de 1942, un comando británico, apoyado por republicanos españoles y el servicio de inteligencia del Consejo Vasco en el exilio, dieron un golpe de mano en el puerto de Santa Isabel, dejando claro que la supuesta neutralidad del puerto español no podía servir para que italianos y alemanes tuvieran un campamento base con el que operar en la zona.

Lo hemos tratado en varias ocasiones en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel.

Es especialmente interesante la perspectiva del Partido Nacionalista Vasco, que esperaba que evidenciando la complicidad de la España franquista con el eje italo-alemán, podría provocar que los aliados arremetieran contra Franco. En algún momento, el PNV hasta soñó con liberar Río Muni e imponer a "Dios y la Ley Vieja" en el territorio con el Lehendakari como administrador temporal.

Te lo contábamos en varias entradas:

Al final, quedó todo en una rabieta diplomática, los alemanes e italianos culpando a los españoles de la perdida... los escasos tripulantes italianos (y un annabones) presos durante el resto de guerra confinados en una remota granja africana, y aunque en Fernando Póo se cortaron un poquito, los puertos españoles del mediterráneo y Canarias siguieron siendo tan receptivos para los nazis como siempre.

Y a Ian Fleming, oficial a cargo del operativo desde Londres, le sirvió como inspiración para crear el personaje ficticio de James Bond unos años después..



Y como daño colateral, la publicación de la noticia supuso la destitución del director del diario Arriba, Xavier de Echarri. La crónica le acarreó igualmente al articulista una multa de suspensión de empleo y sueldo por espacio de una semana -sanción que se extendía al director del periódico-, así como la prohibición de publicar artículos con su firma a lo largo de un mes. A los censores que habían revisado el texto se les impuso dos días.

«Punto final a la impunidad», titulaba Arriba, el 17-I-1942. El texto denunciaba la acción filibustera cometida en el puerto de Santa Isabel, de Fernando Poo, por un comando británico, «con la alevosía más repugnante», en la noche del 14 al 15 de enero de 1942. La unidad se había hecho con el control de tres buques del Eje (dos alemanes y uno italiano) refugiados en ese momento en la Guinea española. El comando logró sacar los barcos capturados del puerto, aprovechando que las exiguas fuerzas navales españolas se hallaban en territorio continental (Río Muni). La Operación Postmaster fue concebida por el Almirantazgo para evitar que estas naves fueran utilizadas para abastecer a los sumergibles alemanes y supuso, a fin de cuentas, la violación de la soberanía de un no beligerante que permitía al editorialista -Herráiz- invocar el Convenio de La Haya para que le fueran restituidos al neutral buques y tripulaciones. Puesta la posición española en tela de juicio por el Eje, el editorial concluía con una severa advertencia: «La repugnante tropelía de Fernando Poo ha puesto punto final a las injerencias y a las tolerancias corteses. España se compromete solemnemente ante el mundo a impedir hasta la última gota de su sangre a que semejantes agresiones puedan ser realizadas de una manera impune. Decimos, simplemente, que ante un nuevo intento contra la no beligerancia española nuestras armas harán fuego en defensa de sus indeclinables obligaciones».

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Definitivamente, la película no es fiel al relato original: en el operativo real, se necesitó un trabajo previo prolongado, orquestado desde el consulado británico, con republicanos españoles de necesarios colaboradores, y personal del Consejo Vasco en el exilio participando en el golpe de mano. Fue una operación limpia, sin muertos. Igual, no tiene desperdicio: convertir Turquía en el África ecuatorial requiere mucha imaginación, y las escuálidas palmeras mediterráneas no dan el pego. Si añadimos soldados del Afrikakorps patrullando la ciudad, un puerto ajeno a la particular orografía volcánica de la isla, las instalaciones del oficial de la Gestapo y comerciante Heinrich Lühr, reubicadas en el puerto. Fernandinos y yorubas (en vez de igbos nigerianos), mano a mano, superando las divisiones sociales. Arquitectura inusual para la ciudad. El Casino sale de punta Cristina y se reubica en una suerte de fuerte colonial en las afueras, y -sorprendentemente- dejando de ser exclusivo para blancos. Los depósitos de combustible de Carboneras reubicados en pleno puerto, mapas históricos de fantasía... 
Lo dejamos así; realmente no hay que tomarse el film como un ejercicio documental.

Kriegsmarine en el puerto de Santa Isabel

Bandera alemana al costado de la capitanía del puerto. Al fondo, soldado del Afrikakorps.

Barracón Lühr/Sede de la Gestapo

Casa Lühr

Fiesta cervecera para marinería y tropa

Fiesta en el casino

Explosión en la central eléctrica de Santa Isabel

Explosión en depósitos de combustible

domingo, 11 de agosto de 2024

Cuenta Nicolás Sesma...

¿Habéis leído Ni una, ni grande, ni libre de Nicolás Sesma?

Es interesante... y, para variar, el siempre ignorado territorio ecuatorial se cuela en algunos de sus párrafos:

Lejos, muy lejos de una neutralidad defendida a capa y espada, Franco y la dictadura llamaron por lo tanto insistentemente a las puertas de la beligerancia. Por añadidura, esta decisión generaba ya, al contrario que en el caso italiano, un consenso muy amplio entre la élite política y militar del régimen, cuya visión del conflicto había cambiado radicalmente con la debacle francesa. No en vano, el decreto que establecía el paso a la «no beligerancia» se presentó en el Boletín Oficial del Estado como fruto de un «acuerdo del Consejo de Ministros». Recogiendo el sentir de algunos altos mandos -como los generales Carlos Martínez Campos y Alfredo Kindelán, por entonces capitán general de Baleares- el único que continuó expresando sus reservas fue Salvador Moreno, titular de la decisiva cartera de Marina. Sin duda, por su experiencia en el crucero Canarias durante la contienda española, Moreno sabía que resultaba mucho más sencillo masacrar civiles indefensos en la carretera de Málaga a Almería, bien protegido por los acorazados y submarinos alemanes e italianos, que enfrentarse junto a ellos a la poderosa Marina Real Británica.

Los objetivos que se perseguían con una hipotética entrada en la guerra europea eran compartidos por el conjunto de la coalición nacionalista. La reclamación de «Gibraltar [...] la unión de Marruecos bajo su protectorado [...] el Oranesado; la ampliación del Sáhara español y la ampliación de sus posesiones del Golfo de Guinea» entroncaban perfectamente con las aspiraciones coloniales, tanto conservadoras como regeneracionistas, del primer tercio del siglo XX. Al mismo tiempo, esta ambición expansionista proporcionaba una vía de entendimiento y colaboración entre el Ejército como institución y FET-JONS como partido único, al fusionar el africanismo castrense con la voluntad de imperio del falangismo.

[...]

Apenas unas semanas después de Pearl Harbor, un incidente naval puso definitivamente en evidencia que la España franquista iba a permanecer, salvo que recibiera un ataque directo, fuera de la guerra. En enero de 1942, un comando británico llevaba a cabo en el puerto de Santa Isabel, en la isla de Fernando Poo de la Guinea Española -en la actualidad, Malabo, Bioko y Guinea Ecuatorial-, una operación para hacerse con el control de dos barcos alemanes y uno italiano, allí anclados y sospechosos de participar en el abastecimiento de submarinos para el duelo en el Atlántico. Antecedente de las célebres acciones de sabotaje en Noruega y otros escenarios de la guerra, la audacia de los protagonistas, entre los que se contaban varios republicanos exiliados, hizo que Ian Fleming, por entonces asistente de la División de Inteligencia Naval, se inspirara en ellos para la creación del personaje de James Bond.

Menos entusiasmado con esta flagrante violación de la no beligerancia y la soberanía españolas se mostró, lógicamente, Serrano Suñer, que calificó lo sucedido, según las fuentes británicas, como un acto de piratería intolerable y advirtió que podrían ser las armas las que hablaran en respuesta. De hecho, en muchas otras ocasiones -como con el hundimiento del Maine y del transatlántico Lusitania- había sido precisamente un conflicto naval el desencadenante o la excusa que habían conducido a una declaración de guerra. Sin embargo, y a pesar de las protestas italianas y alemanas, las autoridades franquistas no pasaron de la gesticulación. Era una situación muy similar a la que se produjo durante la primera guerra mundial, cuando los barcos mercantes españoles eran atacados por los contendientes y el gobierno español amenazaba con la beligerancia, para a continuación reconocer que, sencillamente, carecía de los medios necesarios para ejercer represalias.

[...]

Del mismo modo, por su origen y praxis africanista y fascista, renunciar a sus escasas posesiones coloniales suponía admitir oficialmente la derrota definitiva de su «voluntad de Imperio», pero no hacerlo comprometía igualmente la veracidad de su discurso de la «tradicional amistad hispano-árabe» y la «hermandad hispano-marroquí». Y es que estos hermanos se habían también cansado de ser tutelados como menores de edad -literalmente en el caso de la Guinea Española, gracias a la doctrina del homo infantilis-, y reclamaban ahora su emancipación nacional.

[...]

Así las cosas, en las certeras palabras de Rosa Pardo, mediados los años cincuenta «la diplomacia española carecía de proyecto: era una madeja de iniciativas grandilocuentes, sobre un discurso de férreo anticomunismo como base, que se combinaban con bandazos estilo “Tercera Vía” (derivados del nacionalismo falangista y del resentimiento generado por el aislamiento), siempre sobre el cimiento de la confianza generada por los Pactos de 1953. Esta politique de grignotage (como la calificaba el servicio exterior francés) [...] no facilitaba el acercamiento a Europa Occidental». Carencias estratégicas y falta de coordinación con la otra metrópoli europea implicada, en este caso Francia, presidieron efectivamente el proceso de descolonización de Marruecos. En febrero de 1956, según lo dispuesto en la Carta de las Naciones Unidas, España fue oficialmente preguntada por Dag Hammarskjöld acerca de la existencia de territorios no autónomos que se encontraran bajo su administración. Sin que se tratara de un homenaje a la nacionalidad del secretario general, el régimen franquista optó por hacerse el sueco y ordenó a José Félix de Lequerica que tratara de ganar tiempo y dilatara al máximo su respuesta. De haberla preparado en tiempo y forma, el delegado español habría informado de que, en aquellos momentos, las colonias controladas desde Madrid se dividían en tres grandes áreas jurisdiccionales. En primer lugar, estaba la ya citada Guinea Española, que comprendía la isla de Fernando Poo y la zona continental de Río Muni. Unos territorios organizados para la sistemática extracción de sus recursos -productos forestales, bananos, café, cacao y aceite de palma- mediante el trabajo forzoso de la población nativa y de braceros nigerianos, gestionados según el clásico modelo hispánico de concesiones administrativas y delegación en la Iglesia católica, que había establecido un sistema segregado a través del llamado Patronato de Indígenas. La máxima autoridad recaía en el Gobernador General, cargo que durante este periodo fue ocupado sucesivamente por los almirantes Faustino Ruiz González y Francisco Núñez Rodríguez. Un reflejo de la importancia que tenía esta colonia para la Armada, ya que le permitía justificar el incremento de sus partidas en el presupuesto nacional.

[...]

la dictadura alternó nuevamente la realidad práctica con el deseo oficial. De esta forma, desde Exteriores se advirtió que el proceso de descolonización era inexorable, y que oponerse al mismo podía provocar una nueva marginación internacional, además de impedir que pudiera resolverse favorablemente la cuestión de Gibraltar, perfilada ya como una de las prioridades de Fernando M. Castiella. A pesar de ello, Presidencia siguió adelante con su política de «provincialización», en línea con lo intentado por Francia en Argelia y por el Portugal de Salazar en Angola, Mozambique y Guinea-Bisáu, que consistía en presentar las colonias como parte indisociable del territorio nacional, como trató de escenificar con el cambio de denominación de la Dirección General de Marruecos y Colonias, convertida en Plazas y Provincias Africanas desde agosto de 1956. 

En consecuencia, cuando ya no pudo retrasarse más la respuesta a la Secretaría General de la ONU, se ordenó a Lequerica que comunicara que España no administraba posesiones coloniales, al tiempo que se favorecían las posiciones galas y lusas en las votaciones de la Asamblea General. El propio Franco, que valoraba enormemente la conexión hispano-portuguesa, bendecía de hecho esta postura en sus intervenciones, como en el discurso pronunciado ante las Cortes con motivo de los veinticinco años de su acceso al poder, en el que se refería a la colonización como “una tarea civilizatoria de los más nobles cometidos [...] deberes de los pueblos que poseen un nivel cultural más elevado y disponen de medios suficientes [...]. La independencia ha de ser un fruto maduro, que se desprende sin violencias ni traumatismos llegada la mayoría de edad [...]. Y esto lo proclama una nación que ha dado vida a veinte naciones, que se desgajaron un día del árbol nacional [...]. Nuestra posición en este orden es bien clara. El separar ese proceso natural de mayoría de edad [...] de las alteraciones artificiales creadas de fuera a adentro, sostenidas por el comunismo”.

Sin embargo, en la práctica, por mucho que fuera a regañadientes, con amenazas y retrasándolo lo más posible, la dictadura franquista siempre dio su brazo a torcer, y nunca estuvo dispuesta a tensionar una situación hasta el punto de volver a provocar una nueva guerra. En ello jugaron otra vez un papel fundamental algunos miembros de la clase dirigente, que trabajaron en la dirección adecuada por iniciativa propia, incluso a costa de retorcer las indicaciones recibidas del mismo Consejo de Ministros. Tal fue el caso de José Félix de Lequerica, que, en contacto directo con Castiella, sobrepasó en varias ocasiones las instrucciones del gobierno y ganó tiempo y crédito político al proporcionar información bajo mano a la Secretaría General de la ONU, y todo ello siempre «en servicio de España y del Caudillo». Así las cosas, en 1960 se aceptó finalmente participar en la Comisión de la ONU para la Información sobre los Territorios no Autónomos, en 1962 Presidencia asumió una orientación basada en el reconocimiento del autogobierno, en 1963 se sometió a referéndum un régimen de autonomía para Guinea, en vigor desde el año siguiente y que sirvió como preludio a la independencia del país en octubre de 1968 -la dictadura de Francisco Macías Nguema se instauró pocos meses después-, mientras que en junio de 1969 se culminó la llamada «retrocesión» de Ifni al reino de Marruecos.

[...]


sábado, 3 de agosto de 2024

Prensa decana

Por estos días, el teniente general Gutiérrez Mellado inauguraba la 2ª época del diario "Ébano" con la maquinaria del agonizante periódico "El Eco de Canarias". Ambos periódicos procedían de la cadena de Prensa del Movimiento originada de las confiscaciones de la guerra civil.
Gutierrez Mellado en la cer...
En el caso de "Ébano", tras el golpe de Estado en Santa Isabel el 19 de septiembre de 1936, fue clausurado el periódico "El Defensor de Guinea" y tras un baile de cabeceras con "El Nacionalista" -por la milicias nacionalistas- y "Frente Nacional" surge la denominación actual.


Dirá "La Guinea Española" que "afortunadamente (...) los Sres. Buelta, Gay, Robles y demás comparsa del Frente Popular fueron retirados de la circulación; y por tanto, muerto y sepultado EL DEFENSOR DE GUINEA, y la imprenta del Sr. Robles incautada por el nuevo Estado, que es la que ha salido a subasta como al principio dijimos ["motivo de la subasta de la imprenta del rojo y comunista Sr. Robles...", sic]. Era natural, que al que se llamaba pomposamente DEFENSOR DE GUINEA y que otros llaman OFENSOR DE GUINEA le sucediera un verdadero adalid de la Causa Nacional y así vio la primera luz EL NACIONALISTA, cuyos primeros números salieron de nuestra imprenta, mientras se organizaba la que fue del Sr. Robles; a ella se trasladó luego El NACIONALISTA, cambiando más tarde en EL FRENTE NACIONAL...".




Los responsable de "El Defensor de Guinea", en su mayoría funcionarios de correos simpatizantes del Frente Popular acabarán en el campo de concentración del viejo lazareto de Gando, en Canarias. De su imprenta surgirá el nuevo periódico editado por la unificada FET y de las JONS.


En su primera etapa, empezó con el maestro Heriberto Álvarez como director (el azote de los hablantes del pichi) y acabó con Gabriel Núñez (futuro directivo de Radio Televisión Española). 

Orgulloso, Fraga afirmará que la independencia se produjo con 2 emisoras, 1a televisión, 1 diario y 1 semanario.

En la nueva etapa se adaptará la cabecera, pero su edición acabará decayendo a la par del colapso de la administración de Macías. ¿Os da la vista para leer "dirección: Severo Moto"?: cierto, fue director un tiempo en esa década y al inicio de la siguiente.



Desaparecerá un tiempo, hasta el 3 de agosto de 1980, en que resurgirá con el apoyo solidario de "El Eco de Canarias", evolución tardía del diario canario "Falange", surgido a su vez de la incautación del antiguo diario socialista "Avance".

Y así hasta convertirse -pese a las dificultades del contexto- en la prensa decana del país, y uno de los periódicos más veteranos del continente. Se sorprendería el gobernador Fontán, cuyo periódico "Acción" (soporte de la CEDA canaria) acumuló menos recorrido que "Ébano".


Por cierto... Compartimos la Portada especial del periódico Ébano publicada el 12 de octubre de 1968. Colección OQNVCQNS [JUAN VALBUENA].


Un par de portadas de 1937 del periodo en que la cabecera fue "Frente Nacional: semanario colonial de la España nueva". En la primera, se da la bienvenida al gobernador Juan Fontán y Lobé. Resulta curioso que la mancheta conserve el escudo republicano con la corona mural. Tal vez por eso "Ébano" se estrenó con un gran águila de San Juan.



No todo van a ser viejas historias: todavía en 2021, el fotógrafo de Bioko Aquiles Mensa Site comparte un artículo que le dedica "Ébano" en su edición impresa:


Bueno... volvemos a las viejas historias: "VIAJE OFICIAL FELIPE GONZÁLEZ" en 1991. Una vendedora del periódico 'Ébano' distribuye un ejemplar en el que se anuncia la llegada del presidente del Gobierno español.


En esa época, "Ébano" se imprimía en la imprenta de la cooperación española en el desaparecido Centro Cultural Hispano-Guineano. La siguiente fotografía corresponde al patio del Centro Cultural:

 

Por cierto... ¿tenéis curiosidad por conocer la cabecera histórica de "Potopoto", el alter ego continental de "Ébano"?


Eso sí, con el tiempo las cabeceras fueron evolucionando. El animalito de "Potopoto" desapareció de la mancheta y el de "Ébano" se hizo más chiquito en la oreja izquierda...