Pocos días después de la caída de Bata,
La Guinea Española narraba que «la toma de Bata fue una jornada feliz; se abordó al [buque de pasaje y carga] "Fernando Poo", que al resistir fue echado a pique pereciendo el Comité Comunista y bastante tripulación; se bombardeó el centro de Bata, la Casa del Sr. Del Pozo de donde partían agresiones y fue maltrecha: después de cuatro horas, Bata estaba en paz. (...) Hermosa jornada de ese día que libró a nuestro Continente de
la tiranía de unos cuantos malvados coloniales y de la fiereza de unos
soviéticos que se anidaban en el Fernando Poo».
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La "casa del Sr. Del Pozo" antes del bombardeo. |
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Fotografía de 1940, en segundo plano la casa del "Sr. Del Pozo", y en el mar -a su derecha- se distinguen los restos del buque Fernando Poo. |
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Es una descripción escueta, al igual que la que
remite Rodrigo Miralles al
Diario de Almería desde su exilio en Camerún: «Después de bombardear el barco, el "Ciudad de Mahón" empezó a disparar sobre Bata, sin tener en cuenta que es una población indígena y que los negros están al margen de toda lucha entre nosotros. Poco podíamos hacer con nuestro medio centenar escaso de roñosos mosquetones contra los cañones y ametralladoras del "Ciudad de Mahón"...».
Juan Cuesta, nieto de Juan Cuesta Milvain, capitán de la Trasmediterrénea abordo del Ciudad de Mahón concreta que «como no se rindieron, dieron un cañonazo de aviso a la chimenea que pasó por alto abriendo un boquete en un edificio, respondieron con fusiles, bajaron el tiro y el segundo cañonazo dió en la linea de flotación hundiendolo...».
Y así, como daño colateral de un disparo de advertencia al buque "Fernando Poo", inició el bombardeo a Bata.
Lo cuenta también Gonzalo Matamala, el hijo del farmacéutico de Bata, en la entrada "
Recuerdos de mi primera infancia" de su blog
Memorias: «una vez en la bahía de Bata arriaron esta bandera [francesa] e izaron la bandera de los rebeldes (la actual) y sin previo aviso comenzaron a bombardear la ciudad y en especial muchos de los cañonazos fueron dirigidos hacía nuestra casa, ya que al parecer la confundieron con un centro oficial como la sede del Subgobierno, esta confusión se debió a que en días anteriores se había celebrado en nuestra casa un recepción para celebrar el aniversario de la instauración de la república, y por ello habían puesto frente a la misma banderas y gallardetes; al parecer el hecho de que este evento se celebrase en nuestra casa era el haber sido elegida por ser uno de los pocos edificios edificados de ladrillos al igual que las casas de Europa, también por ser la única que en aquel tiempo tenía un salón lo suficiente amplio (el hall de
la farmacia) con aforo suficiente para la celebración de estos eventos, puesto que la sede del subgobierno carecía de un local que reuniera las condiciones para ello.
Ese día sobre las seis de la mañana comenzaron a bombardear como antes he expuesto por lo que salimos de casa con apenas lo puesto y siguiendo los consejos de mi padre nos reunimos una cantidad de personas y salimos en coche camino del Camerún con el fin de no caer en manos de aquellos que querían adueñarse de la ciudad y que según mi madre no habrían dudado en matar a todos aquellos que no fueran adictos al gobierno dictatorial fascista por lo que
huimos a la mencionada colonia francesa después de toda una noche por la selva y caminos prácticamente meras sendas llegamos a Duala y de allí fuimos a Yaundé,...».
Gustau Nerín documenta la huida de los republicanos ante el bombardeo y desembarco en Bata, los cuales «se iban a pie, en condiciones extremas, porque habían abandonado sus hogares lo más rápido posible. Según algunos guineanos, testigos de la huida, había incluso niños blancos desnudos».
El vice-consul británico en Santa Isabel, reportó que el Ciudad de Mahón «pasó a bombear dos edificios en el pueblo donde se estaba haciendo resistencia. Estos edificios fueron de las oficinas de la "compañia Trasmediterranea" y las oficinas del "Banco Exterior de España". Se reporta que ambos edificios están muy dañados». Si bien en otra nota añadirá días después que «el daño sufrido por el edificio
del Banco en Bata no ha sido tan grande como se reportó
anteriormente». Rodrigo Miralles desde Camerún remitirá al
Diario de Almería una carta narrando la situación que han vivido, señalando que «cinco fueron los cañonazos que dispararon sobre el Banco Exterior de España, próximo a la playa, en el momento que estábamos sacando el dinero el cajero del Banco y yo».
Ángel Miguel Pozanco, secretario del Subgobierno de Bata, concluye que «con dos cañonazos destruyó el Fernando Poo y atacó la sede del Subgobierno. En el ataque al Fernando Poo también murieron varios tripulantes y otros fueron hechos prisioneros. Soldados marroquíes bien armados, que fueron desembarcados en Bata, no respetaron nada ni a nadie».
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La "casa del Sr. Del Pozo" tras sufrir varios impactos.
Imágenes gentileza de Crónicas de la Guinea Ecuatorial.
«...los cañoncitos del siete y medio que artillaban al Ciudad de Mahón también iniciaron un diálogo con la ciudad aún roja. El edificio del Banco Exterior de España, edificio éste el de mayores dimensiones de Bata, apuntó el blanco. En su mismo centro, un pepinazo abrió una gran boca negra. Un erupto de humo y polvo prologó el silencio de aquella casa, donde hasta hacía unos segundos, asomaban fusiles por las ventanas».
En la consiguiente desbandada, Pozanco describirá cómo «…Preparase asimismo el salvamento de la documentación oficial del Sub-gobierno. En una camioneta que iba a corta distancia del coche oficial, con el Subgobernador y familiares y una señora y un niño que aquel recogió. Al pasar por la playa, frente al edificio del Banco Exterior de España, una bomba destruyó la camioneta y su contenido…».
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Pero... ¿quién era el Sr. Del Pozo del que el redactor de
La Guinea Española hace mención expresa?
Por los prólogos de Benita Sampedro y Baltasar Fra a la edición póstuma de
Ceiba II de Raquel Ilombe, sabemos que se trata de Raimundo del Pozo Ariznavarreta, riojano llegado a los territorios españoles del Golfo de Guinea el 2 de marzo de 1918, a bordo del vapor San Carlos: «adquirió tierras y bienes inmuebles en Guinea, y en especial una casa que resultaría emblemática, hasta que la Guerra Civil española lo sorprendió en la ciudad de Bata. Sus simpatías republicanas hicieron que
tuviera que huir hacia Camerún, cruzando la frontera desde su finca en el distrito de Nkimi (Río Muni).
Sancionado por responsabilidades políticas tras la guerra civil con expulsión de la colonia,
obtuvo permiso para una última estancia de cuatro meses en Guinea, entre junio y octubre de 1944, tras lo cual, enfermo de filariosis, se instaló definitivamente en Madrid, (…) hasta su muerte en 1945».
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En la primera estrofa del poema El triángulo de Raquel Ilombe su ausencia queda recogida con un:
Padre, te fuiste
como se marcha el río,
ruido de remolinos
fueron tus últimos suspiros.
Raquel Ilombe comparte igualmente en su poema a su hermano Víctor el impacto que le produce ver el estado de la casa cuando, décadas después, regresa a Guinea Ecuatorial y recupera las propiedades familiares:
Cómo he llorado,
hermano mío.
Cuánto daño me ha hecho
ver deshecho
el interior de mi casa.
La fachada está sucia y despintada,
las ventanas arrancadas,
los cristales que quedan
asemejan cuchillos y espadas
recordando la tragedia
de estos años pasados.
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Raimundo del Pozo Ariznavarreta al lado del río que rodea su finca, situada en el distrito de Nkimi, Río Muni.
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Vista desde el mar en la década de los 70, de la casa construida en 1929 por Raimundo del Pozo Ariznavarreta. |
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En
Los mundos de Papá Luis, Almudena González-Vigil nos aporta más información a través de la biografía del
pintor Luis Royo del Pozo, Papá Luis, quien «pinta en un marco incomparable: un amplio y luminoso estudio con un enorme balcón, siempre abierto, que se despliega al Atlántico, con vistas hasta Río Campo (la frontera guineo-camerunesa). Entre estos muros, cargados de pinturas, no sólo se respira arte, sino también historia. Su señorial casa, de planta baja y tres pisos -hasta hace poco la más alta de la ciudad de Bata- perteneció a su abuelo materno, Raimundo del Pozo Ariznavarreta, un conocido republicano español de cuya relación con una mujer de Corisco, Esperanza Epita Bianbuja, nació la poeta Ilombe, madre de Luis.
Al comienzo de la Guerra Civil española, en 1936, la casa albergaba el Subgobierno colonial de Río Muni, por lo que recibió algunos cañonazos del buque artillado Ciudad de Mahón, enviado por el General Franco para conquistar la ciudad.
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Desfile de Falange un 18 de julio de los años 50,
frente a la subdelegación del Gobierno en Bata. |
Más tarde, la planta del edificio fue ocupada por la Factoría Dumbo, donde muchos guineanos recuerdan haber comprado sus primeros
libros y sus primeros discos».
Construida en 1929, con vistas al mar, la "casa del Sr Del Pozo" es actualmente uno de los escasos edificios centenarios que se conservan en Bata; está integrado en el paseo marítimo (antigua Avenida Calvo Sotelo), alberga el popular restaurante
Casa Marcial y tiene a la par el
Centro Cultural de la Embajada de España.