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martes, 23 de mayo de 2023

La memoria histórica deslocalizada II

La memoria histórica en España se olvida que las fronteras evolucionan con el paso del tiempo como señala Mª del Mar Fernández Pérez en "Memoria y frontera...":

En este periodo las fronteras del Estado eran diferentes, aunque en muchas ocasiones no se sea consciente de esto: no sólo territorios en Marruecos y el actual Sáhara ocupado eran posesiones españolas, también lo era Guinea Ecuatorial.
Resulta llamativa esta falta de referencias a las colonias si tenemos en cuenta que el imaginario colectivo de la Guerra Civil está plagado de referencias al norte de África: allí se produjo el golpe de estado en un primer momento, de allí venía el ejército africano y la famosa y temida guardia mora. Esta guerra, tan importante para la historia europea, empezó en África, y allí se produjeron los primeros asesinatos de quienes permanecieron fieles a la legalidad republicana. Es muy difícil hablar de este periodo sin hacer referencia al protectorado y situados en el momento actual, habrá que afrontar el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica en territorio extranjero.

Siendo así, ¿cómo reaccionar cuando la memoria histórica española es protagonista en otras tierras? Cuenta precisamente Juan Miguel Baquero en El país de la desmemoria: del genocidio franquista al silencio interminable cómo:

En otra parte del planeta existe un insólito reducto de simbología del régimen de Franco. Filipinas desafía a la memoria histórica con varias calles dedicadas a falangistas y militares sublevados. Mola St aparece en los letreros callejeros de Manila recordando al cerebro del fallido golpe de Estado de julio del 36 que provocó la Guerra Civil española. Del cruce de esta vía salen otras llamadas Aranda, Ponte, Mascardo -por Moscardó- y Dávila, en homenaje a veteranos de la campaña de Marruecos y luego rebeldes contra el gobierno republicano. Estas calles enlazan con Primo de Rivera, en el barrio de Singkamas, hasta llegar a La Paz en el distrito obrero de Pasong Tamo. El distrito del área de Makati es una ruta del fascismo español por el apoyo que la oligarquía manileña brindó a los golpistas. «De todos los países, Filipinas fue donde hubo más apoyo a Franco en la colonia española», explicaba a la agencia Efe el profesor especializado en Historia de Asia de la Universidad Complutense de Madrid Florentino Rodao, autor del libro Franquistas sin Franco: una historia alternativa de la Guerra Civil desde Filipinas. «Filipinas fue uno de los países que se pusieron del lado de Franco cuando la retirada de embajadores de la ONU», tras la resolución que sometía a España al aislamiento diplomático en 1946. Y la Iglesia católica local apoyó al golpista español, nombrándolo incluso Rector Magnificus de la Universidad de Santo Tomás. O celebrando misas en memoria de José Antonio Primo de Rivera, cuyo padre, el dictador Miguel Primo de Rivera, había participado en la guerra contra los independentistas del archipiélago a finales del siglo XIX. En el barrio de La Paz también hay un callejón dedicado al general sublevado Miguel Cabanellas. El franquismo lo retiró de la nomenclatura, pero Manila conservó su nombre. «Como Cabanellas era masón, pasó a ser ignorado por las autoridades rebeldes pero en Filipinas no se enteraron de la situación, por lo que conservó la calle», explicaba el historiador. Y ahí siguen las calles fascistas de Filipinas. La memoria histórica de Franco está construida en esta base material, palpable, pero los símbolos etéreos del relato de los vencedores también han penetrado en el ideario popular hasta crear una dura e impermeable coraza. El franquismo sociológico no conoce fronteras.




Si Filipinas, Marruecos, Guinea Ecuatorial o -por ejemplo- Guatemala mantuvieran simbología equívoca o monumentos desafortunados, ¿podrían verse privados de subvenciones (art. 39 de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática), incluidas las correspondientes a la Ayuda Oficial al Desarrollo?


Aprovecha para pasear de nuevo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel:

viernes, 19 de mayo de 2023

Elecciones locales

¿Eres ciudadano español o tienes doble nacionalidad y resides en Guinea Ecuatorial? 

En ese caso, te interesará saber que el próximo 28 de mayo de 2023 se celebrarán elecciones a las Cortes de Aragón, a la Junta General del Principado de Asturias, al Parlamento de les Illes Balears, al Parlamento de Canarias, al Parlamento de Cantabria, a Cortes de Castilla-La Mancha, a les Corts Valencianes, a la Asamblea de Extremadura, a la Asamblea de Madrid, a la Asamblea Regional de Murcia, al Parlamento de Navarra y al Parlamento de La Rioja, además de elecciones a las Asambleas de Ceuta y Melilla.

Los electores que residen en el extranjero y que opten por depositar el voto en urna lo harán entre el octavo y el tercer día, ambos inclusive, anteriores al día de la elección, entregando personalmente los sobres en aquellas Embajadas, Oficinas o Secciones Consulares en las que estén inscritos o en los lugares que a tal efecto se habiliten para ello, en horario de mañana y tarde, incluidos los consulados honorarios de España en el extranjero.

También hay elecciones municipales, pero si eres residente en el exterior no podrás votar por no estar empadronado en un ayuntamiento español. A cambio tienes las elecciones al Consejo de Residentes.

O tal vez no: Frente a los 700 electores mínimos que establecía el Real Decreto 1339/1987, de 30 de octubre, sobre cauces de participación institucional de los españoles residentes en el extranjero, el actual Real Decreto 1960/2009, de 18 de diciembre, por el que se regulan los Consejos de Residentes Españoles en el Extranjero, establece un mínimo de 1.200 electores:

Y aunque a 1 de marzo de 2023, el CERA para Guinea Ecuatorial incluye a 1.522 ciudadanos con derecho a voto.... éstos se reparten entre la demarcación de Malabo, con 1.003, y los 519 en Bata.

Si bien es probable que con las futuras inscripciones que se deriven de las adquisiciones de nacionalidad española por la Ley de Memoria Democrática en los próximos años se alcance el límite de los 1.200 ciudadanos en Malabo.

Te lo contábamos anteriormente en el Consejo de vecinos de Santa Isabel.


martes, 16 de mayo de 2023

Adoquín de la memoria

Tal vez -ficcionábamos en algún tweet- algún día José, Carlos, Fernando, Isidro o Manuel puedan tener su propio adoquín de la memoria...  

Pues parece que lo veremos: Carlos Grey Molay (conocido también como Greykey), prisionero n° 5124 del Campo de Concentración de Mauthausen, va a tener un adoquín de la memoria en Barcelona.

La semana pasada publicaban los medios: 

Dos Stolpersteine en Sarrià - Sant Gervasi recordarán a dos represaliados por el nazismo en el lugar donde vivieron

De las doce piedras de memoria que se colocarán este año, dos serán en el distrito, en los lugares donde las personas homenajeadas vivieron en algún momento de sus vidas.

Por una parte, la que se dedica a Carlos Grey Molay, que es la primera persona afrodescendiente del Estado español que contará con una Stolperstein. Nació el 4 de julio de 1913 a Fernando Póo, entonces colonia española (actualmente Bioko, en Guinea Ecuatorial). Fue un combatiente republicano notable que estuvo recluido y sobrevivió al campo de Mauthausen.

Aunque de orígenes humildes, pudo estudiar e ir a la Universidad de Barcelona, donde cursó medicina. El estallido de la guerra hizo que se uniera a las tropas que combatían contra los sublevados. Después de la derrota pasó a Francia, donde participó en la guerra contra Alemania. Detenido, fue enviado a Mauthausen en 1941 con la matrícula 5124. Después de la liberación volvió a Francia, donde permanecería el resto de su vida. Murió en 1982.

La colocación del adoquín en memoria de Carlos Grey Molay tendrá lugar en la calle de Atenas, 3, el jueves, 18 de mayo, a las 10.00 h. Lo hará el alumnado del CFA Montserrat Roig, del distrito de Sant Martí.

Seis sobrevivientes de los campos de concentración conocemos, vinculados al territorio ecuatorial. Pero seguro que hay más...:

  • N° 31635 de Neuengamme: se trata del corisqueño José Epita Mbomo, "Yoni". Llegó a España en el viaje de vuelta de la Patrulla Atlántida y se acabó especializando como electricista y mecánico de hidroaviones en la base militar de Los Alcázares. Probable tío de Raquel Ilombe, fue el primer negro en casarse con una blanca en Cartagena, en donde se arraigó y le pilló la guerra. Derrotado el gobierno Republicano, acabó exiliado en Francia, donde luchó en la Resistencia contra la invasión alemana. Tras la derrota francesa, fue deportado a campos nazis y sobrevivió a un naufragio. Rehizo su vida en Francia tras la liberación.
  • N°5124 de Mauthausen (el más conocido). Carlos Greykey o Greymolay, ecuatoguineano de origen, creció en Barna en donde estudió medicina y luchó por la República. Como otros republicanos, sufrió exilio y acoso en Francia, hasta la invasión nazi. "Carlitos" pasó a defender la soberanía y libertades del país anfitrión, terminando finalmente en un campo de concentración alemán. Tras su liberación, se arraigó en Francia.
  • N° 4782 de Mauthausen: el cántabro Fernando Fernández Lavín, que había iniciado su exilio tras el bombardeo de la ciudad de Bata por el vapor Ciudad de Mahón. Se incorporó al frente catalán hasta "la retirada" republicana a Francia. Participó en la resistencia francesa a la invasión alemana, hasta la derrota. Y ya internado en el campo de concentración, participará de las estructuras clandestinas que acabarán tomando el campo tras la huida de las SS. Tanto él como Carlos Grey Molay  han quedado inmortalizados en las fotografías de Francesc Boi, el fotógrafo de Mauthausen.
  • N° 59282 de Sachsenhausen: Isidro Álvarez Martínez, el cartero batense. Como funcionario leal, integró el núcleo duro del Frente Popular en Río Muni, tuvo que huir, con el desembarco de falangistas y tropa marroquí en la bahía de Bata, y retornar al territorio peninsular por barco usando los puertos franceses. Al igual que sus compañeros, se ve empujado a "la retirada" a Francia, resiste a los alemanes y acaba en un campo de concentración.  Los años siguientes pasará por diferentes establecimientos, hasta recaer en los campos argelinos y finalmente retornar a España.
  • N° 23523 de Dachau: Otto Bruno Löbig, el relojero de Cartagena, trabajó como comerciante en Guinea. De esa etapa, sólo se sabe que, de regreso a España en el barco Escolano, éste fue interceptado por un submarino francés y obligado a entregar al pasajero alemán que viajaba a bordo del vapor español. Así, Löbig fue detenido el 22 de noviembre de 1939, iniciando un recorrido por prisiones en el norte de África, hasta que las autoridades francesas colaboracionistas lo remitirán a Alemania.
  • El 6° identificado (por ahora) es el ingeniero Manuel Cuenca Vázquez. En su caso, habría quedado en la isla de Fernando Póo tras el golpe de Estado del 19 de septiembre de 1936 en Santa Isabel. Triunfando el gobierno de Burgos, habría aprovechado un permiso reglamentario para reincorporarse al territorio leal a la república vía Lisboa. Acabará exiliado en Francia y finalmente en el campo de concentración de Buchenwald. Tras su liberación se verá exiliado a Venezuela.


Ya tenemos uno en Barcelona... tal vez algún día nos tropecemos con los adoquines por las calles de Malabo o de Bata.

lunes, 15 de mayo de 2023

La Guerra por Donato Ndongo

El profesor Ndongo es un referente para este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel, y -ahora que se ha vuelta a promover su justa candidatura al Premio Princesa de Asturias de las Letras- rescatamos este fragmento de Historia y tragedia de Guinea Ecuatorial publicado por Diario 16, por un Donato Ndongo de 26 años:

La República y Guinea

Como todas las revoluciones nacionales, la República del 14 de abril de 1931 fue esencialmente chauvinista en sus planteamientos, y apenas se ocupó de otros problemas que no fueran los suyos propios. Como todo régimen de derechas, demoliberal, de la Europa de la época, la República española fue colonialista, aunque ese colonialismo fuera, en términos relativos, más humanista, Hasta el mes de mayo de 1931 fue gobernador general Miguel Núñez de Prado, nombrado por la Dictadura, que siguió sometiendo a los nativos. Durante su mandato se abrieron los primeros caminos, se llevaron las primeras factorías al interior del continente y se generalizó la construcción de aserraderos de madera. En cada pueblo se formaron destacamentos de 15 ó 20 guardias coloniales al mando de un oficial o suboficial blanco, y el negro empezó a familiarizarse con la cara de los blancos y los gestos que querían significarse en esa cara. La República nombró gobernador general al general Sostoa, que fue asesinado pocos meses después de llegar por un sargento de la Guardia Colonial en Annobón. Se nombró entonces a Estanislao Lluesma, quien en 1932 protagonizó el incidente del Buenos Aires, barco que deporto a 121 sindicalistas barceloneses a Annobón, lo que produjo enconadas disputas en las Cortes. Nombrado gobernador Manzaneque, permanecería en el cargo hasta 1835, y fue quien completó la pacificación del territorio continental. En 1934, Manzaneque había intentado una reestructuración de la colonia. Un Decreto de 21 de noviembre de ese año autorizaba a la Inspección General de Colonias a dar instrucciones para resolver los problemas relacionados a la concesión de terrenos, en espera de la elaboración de un reglamento sobre el régimen de la propiedad de los Territorios del Golfo de Guineas. En 1935, al plantearse la sucesión de Manzaneque al frente, del Gobierno General de Guinea, se produjo un incidente entre el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, y el jefe del Gobierno, Alejandro Lerroux. Este propuso para el cargo al naviero Tayá, alto cargo de la Compañía Transmediterránea, a lo que se opusieron el presidente y el inspector general de Colonias, quienes sostuvieron la candidatura de Luis Sánchez Guerra, hijo del ex presidente del Consejo de Ministros con Alfonso XIII, a su vez vetada por Leroux. Para sostener sus razones, el inspector general de colonias acusó a Tayá de haberse lucrado con fondos del Gobierno destinado en Guinea, contando para ello con la complicidad del jefe del Gobierno. Este incidente, muy comentado en la época y conocido como la denuncia Nombela precipitaría el hundimiento del líder radical. El presidente Alcalá Zamora pudo así colocar a un hombre de su confianza, Sánchez Guerra, en el Gobierno General dé- Santa Isabel. Alcalá Zamora deseaba, un remozamiento de la acción colonial, y estaba dispuesto a llevar a cabo las mejoras que fueran precisas para asegurar la productividad del territorio guineano y, con ello, sanear en lo posible, la maltrecha balanza comercial de España. El nuevo gobernador general llevó como secretario general a Miguel Pozanco, que ha legado a la historia de Guinea unos, datos del máximo, interés histórico y cultural. Vivian entonces en la isla de Fernando Poo 2.000 europeos, que, aunque españoles, en su mayoría estaban britanizados. Las explotaciones agrícolas y forestales se cedían a cambio del pago de un pequeño canon al Gobierno General y demás autoridades coloniales, y las grandes compañías exportadoras de cacao contrataban a los negros, guineanos o emigrantes, por 80 céntimos semanales. No obstante, eran obligados a trabajar en agotadoras jornadas que nunca eran inferiores a doce y hasta catorce horas diarias. Los braceros vivían con sus familias en unos largos barracones, insalubres, y eran forzados a comprar los productos alimenticios o de uso personal que necesitarán en la cantina de la finca, propiedad del patrón. La corrupción administrativa era general. La compañía maderera Alena S.A., que explotaba en exclusiva la zona del río Benito, embarcaba cientos de miles de toneladas anuales. Sólo cada cuatro meses tres veces al año iba un barco a la isla de Annobón, siendo éste el único enlace de dicho territorio con el resto de la colonia. Las misiones, a pesar de los tiempos que corrían, conservaban prácticamente intacto su enorme poderío, aunque había una cierta tensión entre algunos colonos liberales, generalmente recién llegados, y el obispo Leoncio Fernández Galilea. En las misiones se aprovechaba el recreo para que los niños y catequistas negros mientras los blancos iban a almorzar a sus casas fueran a chapear (cortar la hierba) las fincas de los misioneros.

Aunque con anterioridad existían varios proyectos para construir el puerto de Bata, la llegada de Luis Sánchez Guerra, ingeniero de Caminos, aceleró la idea y se iniciaron las obras: Los obreros, negros, eran reclutados. en el interior del continente por Alena mediante una prima total de 600 pesetas, que se entregaba la mitad a los familiares del contratado y la otra mitad a lo largo del período del contrato. Sánchez Guerra se enfrentó muy pronto con la Cámara Agraria, agrupación de los colonos; al reformar tímidamente el reglamento del trabajo de los negros. La administración del último gobernador republicano saneó muchas zonas pantanosas, llegándose a exterminar casi por completo a la mosca tsé tsé, transmisora de la enfermedad del sueño. Se había creado un servicio de vigilancia forestal encargado de evitar y reprimir las talas abusivas. de madera, y se programó un sistema racionalizado de repoblación forestal.

A partir de 1935 la colonia pasó a llamarse de modo oficial Territorios, Españoles del Golfo de Guineas y se llevó a cabo una nueva distribución administrativa de dichos territorios. La isla de Fernando Poo quedó dividida en tres demarcaciones: Santa Isabel, San Carlos y Concepción; en la parte continental se suprimió el distrito sur, unificándose el territorio bajo el mando de un solo subgobernador. Este único, distrito fue subdividido en once demarcaciones: Acurenam, Bata, Ebebiyín, Evinayong, Mikomiseng, Kogo, Rio Benito, Bimbiles, Mongomo, Nsork y Niefing. Annobón, Corisco y Elobeyes eran otros tantos distritos. No, se llegó a completar la reforma de la administración.

Un censo efectuado en las primeras semanas de 1936 dio la cifra de 157.881 habitantes nativos, cantidad que puede muy bien aproximarse a la realidad, aunque hay que contar con las posibles y fáciles omisiones.

La guerra civil en las islas

Evidentemente, la República no fue anticolonialista, pero hizo un intento serio de modernización de las, relaciones coloniales, sacándolas de un paternalismo caduco e ineficaz y creando una colonia moderna. Muchos españoles anticolonialistas, y algunos negros, habían concebido una cierta esperanza, al triunfar el Frente. Popular, de poder crear una especie de "colonia modelo". Los negros seguían sin ninguno de los derechos civiles reconocidos a los blancos, aunque había mejorado en parcelas muy concretas sus condiciones materiales de vida. Un capitalismo moderno, dinámico e imaginativo luchaba para capitalizar a su favor la situación de la colonia, del cual no eran ajenos intereses franceses, en franco contraste contra los terratenientes asentados y los misioneros primorriveristas. Muchos españoles, sobre todo catalanes, se habían establecido en Fernando Poo en el lustro precedente, y la isla se iba perfilando como tierra de promisión, en el aspecto económico, además de la privilegiada situación geográfica en que estaba situada. Pero apenas había en la colonia actividad política como tal. Resume perfectamente la filosofía del colono la siguiente declaración de uno de aquellos hombres: nosotros habíamos ido: allí a trabajar y a luchar por ganar dinero. La Península, Madrid y el Congreso quedaban muy lejos.

En Guinea había un solo partido, el Frente Popular, formadoa principios de 1936, y que contaba con unos 150 adeptos. No se celebraron elecciones ni votaron en febrero de 1936 los españoles allí residentes. Era un Frente Popular muy moderado, en el que predominaba el elemento socialdemócrata, dirigido por un grupo de intelectuales y animado por lo que podríamos llamar la clase media de la sociedad colonial. A pesar de todo, se cerraron algunas iglesias, se habló en favor de los negros colonizados y hubo incidentes dialécticos entre los laicos y los "clericales". Estos últimos eran la aristocracia colonial, que se reunía en un club muy privado, llamado El Casino, de Santa Isabel: Allí únicamente tenían acceso los propietarios y los apoderados, y en sus locales apenas si interesaba la política. Pero por nimios que sean unos incidentes, si suceden en una pequeña comunidad que, además, está a la defensiva, adquieren una importancia desmesurada. Corrieron rumores de. que los nativos iban a sublevarse y Sánchez Guerra puso en estado de alerta a los 800 guardias coloniales y proclamó el estado de excepción el 5 de junio. Solicitó refuerzos a Madrid, y se le envió el crucero Méndez Núñez, que llegó a Santa Isabel el 24 del mismo mes, permaneciendo en Guinea hasta primeros de agosto.

El 14 de julio llega a la colonia la noticia del asesinato de Calvo Sotelo. Los clericales organizaron algún mitin y se rezó algún responso, que obligó al gobernador a sancionar a sus organizadores con 50 pesetas de multa. Cuando se anunció, en la tarde del 18 de julio, la sublevación de las tropas estacionadas en Marruecos, apenas nadie se inquietó. Hubo un pequeño motín a bordo del Méndez Núñez, resuelto a favor del Gobierno de Madrid. En los primeros días del mes de agosto, el buque partió hacia España, pero en Dakar recibió órdenes de regresar a Fernando Poo. Al anclar de nuevo en Santa Isabel la facción nacionalista planteó un desembarco en la ciudad, que hizo abortar el propio gobernador subiendo al buque y arengando a la marinería. Algunos rebeldes consiguieron escapar hacia el Camerún británico-ex alemán. Pronto corrió el rumor de la llegada del buque Fernando Poo, que habitualmente cubría la ruta, comercial con España, portador de armas para el Frente Popular. La verdad es que únicamente traía seis fusiles y una pistola, armamento ordinario en un buque mercante. Miguel Pozanco, desde Radio Ebolowa, en el Camerún francés, consiguió comunicar con el capitán del barco, poniéndole en antecedentes, sobre, la situación de semirrebeldía que se vivía en la isla y, recomendándole se dirigiera directamente a Bata.

Hasta mediados de agosto reinó la calma en Guinea. Pero la incertidumbre sobre lo que realmente ocurría en la Península, pues las noticias llegaban con dificultad, acompañado por el bloqueo que de las cuentas corrientes hizo el único Banco existente en la colonia, el Exterior de España, y la angustia: por la escasez de alimentos para los europeos (que los importaban directamente de España), hizo subir de temperatura los hasta entonces casi pacíficos enfrentamientos entre laicos y clericales, es decir, entre el Frente Popular y los terratenientes del Casino. Algunos propietarios coloniales, a quienes la sublevación nacionalista había sorprendido en Barcelona, consiguieron llegar por los medios más inimaginados a Santa Isabel, y allí explicaron su versión sobre el ya llamado Glorioso Alzamiento. El capitán Ayuso, jefe de la Guardia Civil (andando el tiempo llegaría a ser director general de la Guardia Civil), propuso al teniente coronel Serrano, jefe de la Guardia Colonial, la insurrección. para ganar la isla a la causa nacional. Se reclutó a los “clericales”, que se reunieron el 18 de septiembre para destituir a Sánchez Guerra. Nombraron gobernador a un médico hacendado, que ostentó el cargo hasta el día siguiente, al hacerse cargo del Gobierno General el teniente coronel Serrano. Durante la noche se detuvo a todos los componentes del FrentePopular, aunque no hubo violencias, Serrano declaró el día 19 el estado de guerra, siguiendo las instrucciones del Gobierno de Burgos.

La guerra civil en el continente

El subgobernador de Bata, Miguel Hernández Porcel, del Frente Popular, se negó a sumarse a la sublevación capitaneada por los militares de la isla, con lo que quedaron incomunicados ambos territorios. Desde Kogo y Rio Benito, zonas de importantes explotaciones madereras controladas por los clericales, se intentó una marcha sobre Bata el 23 de septiembre de 1936. A la altura de Comandachina, cerca del río Ekuku, fueron Interceptados por las tropas gubernamentales. En ambos bandos, mandados por suboficiales blancos, las tropas eran negras. Al darles el "¡Alto en hombre de la República!", los contrarios respondieron con un "¡Viva el Ejército, Arriba España!". Sonaron unos cuantos disparos, y en la formación progubernamental cayeron muertos dos negros. Rodeada por completo, se. rindió la formación rebelde, cuyos cabecillas fueron. detenidos. Pocos días después eran expulsados del territorio, refugiándose en Gabón. Desde allí, varios consiguieron llegar a la isla de Fernando Poo.


Los madereros y comerciantes contrarios al Frente Popular se iban trasladando, con todos los medios a su alcance, a Santa Isabel. El Frente Popular quedó así reforzado en Bata gracias a la decisión y activismo de hombres como Miguel Pozanco, Alejandro Torres García y José Sierra Companys, primo del presidente de la Generalitat de Cataluña. Pero las autoridades francesas de las vecinas colonias les negaron cualquier tipo de ayuda que no fuera el asilo político. El Frente Popular se encontró, pues, aislado de la metrópoli y de prácticamente todo el mundo, y su capacidad de defensa se reducía a un centenar de viejos fusiles, sobrantes de las campañas de Marruecos. Mientras tanto, el buque Fernando Poo, que había permanecido en la bahía de Bata, había puesto rumbo a Fernando Poo. Apenas hubo zarpado, empezaron a radiarle desde ambas capitales que no se dirigiera a la otra, pues ellos eran los guberna mentales y los otros los sublevados. Desde Santa Isabel existía el propósito de apoderarse del barco para invadir el continente, Ante la duda, el radiotelegrafista comunicó con Madrid, donde, después de aclararle la situación, le ordenaron dirigirse a Bata; allí fue utilizado como prisión, encerrándose en él a monjas, sacerdotes y otros sospechosos de rebelión y conspiración. A los pocos días de anclado el Fernando Poo, se presentó en la bahía de Bata el Ciudad de Mahón, salido de Canarias para apoyar a los insurrectos de Santa Isabel. Disparó contra la ciudad y contra el Fernando Poo, que se hundió con losprisioneros a bordo. A continuación, desembarcó una compañía de tropas moras que ocupó la ciudad. Dicha compañía estaba al mando de Francisco Pérez Barrueco, que fue inmediatamente nombrado subgobernador de Bata. Los republicanos se retiraron hacia el interior del continente, siguiendo la ruta de Ebebiyin, hasta que alcanzaron la frontera gabonesa. Muchos años después, aún se podía ver el esqueleto del Fernando Poo en el fondeadero de Bata. Allí le hablan dejado las autoridades coloniales como permanente símbolo del martirio de unos hombres que habían caído por Dios y por la Patria, víctimas de la barbarie de los comunistas. Así hablaba, en los primeros años 60, un misionero de Bata a sus alumnos.

 

Comisión de la Armada para Salvamento de Buques,
trabajos de reconocimiento del Fernando Poo en 1939.

La expedición del Ciudad de Mahón estaba mandada por el capitán Fontán, y como lugarteniente por el capitán Hernández. El 12 de octubre de 1936 se celebró en Santa Isabel una misa de campaña, después de la cual se hizo cargo del Gobierno General dicho capitán Juan Fontán. Hasta entonces no había sido especialmente cruenta la situación, pero los presos laicos empezaron a ser apaleados y hubo algún fusilamiento. En cuanto a los colonos que ya habitaban en el territorio y que se habían sublevado contra el Gobierno de la República pasaron a ser considerados, incomprensiblemente, ciudadanos de segunda categoría. Para tratar de hacerse agradables a los ojos de las nuevas autoridades los viejos colonos organizaron una suscripción popular, cuyo resultado fue la donación del 20 por 100 de sus ganancias durante dos años para la causa nacional. Además, organizaron el envío masivo de materias primas y alimentos al bando nacional, pero todo ello no parecía ser suficiente para las tropas de ocupación venidas de Canarias, que se adueñaron de la situación e impusieron su propia ley. Las tropas estaban animadas por el segundo oficial, el capitán Hernández, al que se conocía por el sobrenombre de "Mi caballo murió", ya que siempre andaba fustigando a su alrededor con un látigo, aunque no tenía caballo.

Los miembros supervivientes del Frente Popular fueron deportados a Canarias en los primeros días de noviembre de 1936, y Guinea pasó a formar parte del territorio del nuevo Estado, una de cuyas primeras disposiciones fue la de suprimir las denominaciones autóctonas de algunos distritos: Mongomo pasó a ser Guadalupe; Bimbiles, Valladolid; Niefang, Sevilla, y Kogo, Puerto Iradier.

lunes, 8 de mayo de 2023

El vestigio del gobernador

Contábamos anteriormente en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel, cómo «El Consejo Asesor de la Memoria Histórica propuso eliminar diez calles: Batalla de Balaguer, Batalla de Teruel, Batalla de Brunete, Alejandro Mas de Gaminde, Juan del Río Ayala, Jesús Ferrer Jimeno, Alférez Provisional, Mario César, Juan Saraza Ortiz, María Paz Saez Tejera, Sargento Provisional y las plazas de Francisco García Escámez y de Ramón Franco. En esta lista no se incluyó, seguramente por un despiste, a Juan Fontán, criminal franquista que fue gobernador de Guinea entre 1937 y 1942».

En ocasiones se le confunde con su hermano Jesús, que tiene calles y casas del mar dedicadas en diferentes ciudades portuarias de España. En el caso de Juan, quien fuera militar, ingeniero naval, dirigente de la CEDA en Las Palmas, conspirador y adepto a la Rebelión desde su inicio y designado por Franco para el desempeño de cargos como los de gobernador general de Guinea y director general de Marruecos y Colonias, además de ser «compañero de promoción del Generalísimo –en el arma de Artillería– y amigo devoto y leal del Caudillo» (Nautilus, Armando, 3 de septiembre de 1938, p. 4). Dicha relación ha sido mencionada por algunos autores, por lo que Jesús Fontán conoció a Franco desde temprana edad, ya que residía en Ferrol y su hermano era amigo de este
(«Franco iba a su casa a estudiar con su hermano Juan», Mérida, María, 1977, p. 284); incluso
se ha indicado una relación de parentesco (De la Cierva, Ricardo, 1997, p. 307, se refiere a Jesús Fontán como «pariente de Franco y coordinador de sus servicios secretos de información»).

Tras años de espera, finalmente se ha publicitado el resultado de los trabajos recopilatorios del catálogo de vestigios franquistas en Canarias. El borrador, encargado a académicos de la Universidad de La Laguna no será oficial hasta su aprobación y publicación en el boletín oficial.

En cualquier caso, éste incluye a Juan Fontán y Lobe:

Juan Fontán Lobé (Palma de Mallorca, 21 de agosto de 1894-Madrid, 14 de julio de 1944) fue una de las personas implicadas en la Sublevación del 18 de julio de 1936 en Gran Canaria más cercanas a Francisco Franco y que mayores cotas de poder alcanzó durante los primeros años de la Dictadura. Capitán de Artillería e ingeniero naval, fue presidente de Acción Popular en Las Palmas, participó en la conspiración y en la Rebelión del 18 de julio de 1936 y desempeñó los cargos de gobernador general de Guinea y director general de Marruecos y Colonias. La participación de Juan Fontán en la Rebelión del 18 de julio de 1936 está documentada por varias fuentes, así como su implicación en las tramas conspiratorias previas. En una entrevista que concedió cuando era gobernador en Guinea, fue presentado de la siguiente manera:

[…] fue uno de los primeros que prestaron fuerzas de su organización al entonces gobernador militar de Las Palmas, General Franco [sic], y que con muchachos de la J.A.P. vestidos de soldados, tomó el señor Fontán parte en la conquista de los primeros edificios oficiales y cuarteles de la isla, lo cual decidió con otros esfuerzos, la feliz iniciación del Movimiento Nacional (Nautilus, Armando, 3 de septiembre de 1938, p. 4).

Una nota necrológica publicada en la edición madrileña del ABC resaltaba cómo Fontán Lobé se implicó desde las primeras horas del 18 de julio y apuntaba que había creado una «milicia» en 1933, lo que indica que, en el entorno del partido, y especialmente de sus juventudes, había elementos armados y dispuestos a la ejecución de acciones violentas:

[…] el señor Fontán y Lobé ha prestado valiosísimos servicios a España, no solo desde la iniciación del glorioso Alzamiento, al que se sumó el mismo día 18 de julio de 1936 al mando de una milicia ciudadana, creada por él en Las Palmas en 1933, cuando ostentaba la jefatura de Acción Popular en la hermosa ciudad Canaria; sino desde su más temprana juventud, ya que como teniente de Artillería tomó parte durante varios años en la campaña de Marruecos (Anónimo, 9 de julio de 1944 p. 22).

El profesor Agustín Millares Cantero, a partir de diversas fuentes –entre las que destacan testimonios de algunos protagonistas–, ha concluido que «Casi toda la plana mayor de la CEDA estuvo implicada en los preparativos de la rebelión, desde el presidente de la junta provincial, el ingeniero naval y capitán de Infantería Juan Fontán Lobé, hasta el homónimo japista Bernardino Correa Viera» (Millares Cantero, Agustín, 2014, p. 137), lo que corrobora lo avanzado de la trama y la amplitud de sus apoyos sociales. Otro testimonio que sitúa a Juan Fontán entre los conjurados fue el del periodista, también partícipe en la conspiración y ejecución del Golpe de estado, Domingo Navarro Navarro, quien hizo una relación de aquellos conjurados encargados de la seguridad de Franco con motivo de su llegada a la capital grancanaria el 17 de julio (Padrón Melián, Juan, 1937. Archivo Histórico Nacional. FC-Causa General, Expediente de Francisco Franco Bahamonde, 1563, Exp. 23, pp. 11 y 14.). Por su papel destacado en el Golpe de estado y sus servicios prestados a la Rebelión y la Dictadura recibió diversos honores y distinciones. En el ámbito estatal fue distinguido, entre otras, con «la Gran Cruz de la Orden de la Mehdauia, la Encomienda con placa de Isabel la Católica, la del Mérito Militar con distintivo rojo, así como la Medalla de África» (Araima, Luis, 14 de julio de 1944, p. 6). En Santa Isabel (actual Malabo) recibió el homenaje del Consejo de Vecinos, que le entregó una placa de plata repujada con el escudo de la ciudad (Anónimo, 6 de agosto de 1939, pp. 12-13), y el Cabildo de Gran Canaria, a su vez, lo condecoró con la Medalla del excombatiente canario en su categoría de honor. La primera fue concedida a Francisco Franco:

Igualmente han sido concedidas las Medallas de Honor al teniente general Orgaz, Alto Comisario de España en Marruecos, que el día 18 de julio de 1936 asumió el mando de la Comandancia General de Canarias, después de la marcha del Caudillo al Marruecos español; al actual Capitán General de Canarias y ex Gobernador Militar de Las Palmas, laureado general don Francisco García Escámez; al Director General de Marruecos y Colonias, don Juan Fontán y Lobé, al Secretario Técnico de la Subsecretaría de Educación Nacional, don Guillermo de Reyna Medina (Anónimo, 18 de julio de 1943, p. 1).

En el municipio de Las Palmas de Gran Canaria la memoria de Juan Fontán Lobé fue perpetuada en el espacio público poco después de su fallecimiento con la denominación de una de las calles de la barriada del Generalísimo Franco, en Schamann:

El Sr. García Ibáñez da cuenta a la Corporación del reciente fallecimiento del Director General de Colonias y Marruecos, don Juan Fontán Lobé, relevante personalidad en quien concurrían singulares circunstancias de caballerosidad, patriotismo y amor a este país al que prestó importantes beneficios. Propone, por ello, se haga constar en actas el sentimiento de la Corporación y se transmita a la señora, doña Isabel Hernández González, viuda del finado el pésame de la misma por tan irreparable pérdida. El Sr. Guedes Caballero se adhiere a la propuesta del señor García Ibáñez proponiendo además, que el nombre del Sr. Fontán Lobé merece sea perpetuado en esta Ciudad rotulando una de las calles de la capital. Por aclamación se acuerda aceptar las propuestas de los Sres. García Ibáñez y Guedes Caballero. La Presidencia en nombre de la familia, y como hermano político del finado, da las gracias a la Corporación por este recuerdo (AHPLP, Libro de actas de pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Libro n.º 98, 1941-1944. Sesión extraordinaria del 26 de julio de 1944, f.º 182v).

Contexto histórico

Juan Fontán participó de forma activa en la Sublevación contra la legalidad republicana desde sus inicios. Él mismo expuso su actuación desde el 18 de julio de 1936 en una declaración jurada, de 20 de mayo de 1941, que fue adjuntada a su hoja de servicios: 

18 de Julio de 1936.- Se hallaba en Las Palmas de Gran Canaria en la situación de retirado extraordinario como Capitán de Artillería, presentándose en el Gobierno Militar al Caudillo a las 8 de la mañana de dicho día quedando a sus directrices e inmediatas órdenes hasta su salida vía avión para Tetuán, y a continuación prestando servicios en el Estado Mayor de dicho Gobierno Militar.

En 8 de Agosto de 1936 a petición del Comandante Militar de Marina de Las Palmas pasó a prestar servicios a las órdenes de dicha Autoridad como Ingeniero Naval, efectuando entre otros servicios el artillado del Crucero Auxiliar «Ciudad de Mahón». En 14 de Septiembre de 1936 pasó a prestar servicios como Capitán al Batallón de Voluntarios Patriotas. Total de servicios en Las Palmas 2 meses y 17 días (AGMS, Hoja matriz de servicios de Juan Fontán Lobé, 1657 CG 124F).

Tras el 18 de julio de 1936 Juan Fontán desarrolló actividades de responsabilidad al servicio de la Sublevación, ya que estuvo integrado en el Estado Mayor del Gobierno Militar de Las Palmas y se encargó de dirigir el artillado de la motonave Ciudad de Mahón, buque al que se le instalaron dos piezas artilleras procedentes del cañonero Canalejas y del guardacostas Arcila, operación que finalizó el sábado 3 de octubre (Medina Sanabria, Juan, 2002, p. 254). Al día siguiente, Juan Fontán:

En 4 de Octubre de 1936 y al mando de su Compañía del Batallón de Voluntarios partió en el Crucero Auxiliar «Ciudad de Mahón» hacia la Guinea Española para incorporarla a la España Nacional formando parte de la conquista de Bata y del buque rojo «Fernando Poo» siguiendo en dichos Territorios prestando servicio de campaña. Total de servicios de campaña en la Guinea 7 meses y un día (AGMS, Hoja matriz de servicios de Juan Fontán Lobé, 1657 CG 124F). 

El Batallón de Voluntarios Patriotas fue organizado desde el 29 de julio de 1936 a partir de la  Compañía de Voluntarios de Las Palmas –formada a partir del 22 de julio–, integrada por requetés (carlistas) y otros voluntarios, «jóvenes y maduros a quienes no agradaba la adhesión directa al falangismo» (Rodríguez Doreste, Juan, 1978, p. 89). Su primer organizador fue el comandante Domingo Padrón Guarello (Anónimo, 31 de julio de 1936, p. 1; Anónimo, 2 de agosto de 1936, p. 6) y estaba integrado por cuatro compañías, dos de las cuales fueron enviadas a Guinea, una de ellas al mando de Juan Fontán Lobé.

El 19 de septiembre de 1936 se perpetró y triunfó la Rebelión en Santa Isabel, capital de la colonia y de la isla de Fernando Poo, actual Bioko, pero la parte continental se mantuvo fiel a la República tras frustrarse el día 23 de septiembre un primer intento de los rebeldes (Bibang Ondo Eyang, José Luis, 2020, pp. 606-613). Esa circunstancia, unida al regreso a la Península del crucero republicano Méndez Núñez –que había estado en la colonia y del que se temía que pudiese atacar o bloquear en su singladura de vuelta a alguno de los puertos canarios– motivó la organización de la expedición, que arribó a Bata el día 14 de octubre y que en esa fecha bombardeó y hundió al buque de la Trasmediterránea Fernando Poo. La expedición, integrada por 673 hombres (González, Daniel, 2018), estaba compuesta: 

[…] por un tabor de Tiradores de Ifni, al mando del capitán Claudio Arpón; una batería del Grupo Mixto de Canarias, mandada por el teniente José González García; media sección de ametralladoras del regimiento de Infantería Las Palmas, con el teniente Pedro Baena Martínez; y dos compañías de voluntarios canarios, del batallón de Patriotas, mandadas por los capitanes Juan Fontán Lobé y Edmundo Hernández, que se trasladan a la Isla, y luego a Bata. Llegan en la motonave Ciudad de Mahón, que viene armada con dos piezas de artillería, y transporta una columna de desembarco de 700 hombres, con el comandante de Infantería Gonzalo Gómez Abad, de los que deja 200 en el Continente. Antes de fondear sostiene un cañoneo con el Fernando Póo al que primeramente incendia, y luego asalta. Desembarcada una compañía de tropas moras, mandada por el capitán Francisco Pérez Barrueco, se inicia la reconquista del territorio continental, obligando a las fuerzas republicanas, a pasar las fronteras más próximas, internándose en los países vecinos de Gabón y el Camerún, quedando abandonada, sin dirección, ni cometido la tropa indígena, que pasa a unirse a las tropas victoriosas. Con ello quedaban finalizadas las operaciones en el Territorio, y la situación normalizada a finales de octubre con el triunfo del bando nacional (De Sequera Martínez, Luis, 2005, pp. 22-23).

 Al día siguiente del hundimiento del Fernando Poo los expedicionarios dejaron en Bata un contingente de 200 soldados y el resto partió para Santa Isabel, donde permanecieron hasta el regreso del Ciudad de Mahón a Canarias el 23 de enero de 1937 (Bibang Ondo Eyang, José Luis, 2020, p. 620). Con objeto de asegurar la conquista de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea, se procedió de inmediato a:

[…] la limpieza ideológica en la administración colonial. Se declaró el cese de todos los funcionarios –detenidos o fugados– que habían apoyado a la República, y sus bienes, junto con los de otros particulares republicanos, fueron incautados (Bibang Ondo Eyang, José Luis, 2020, p. 621).

La llegada de los expedicionarios implicó una intensificación de la represión ejercida por los rebeldes en Fernando Poo y su inicio en el territorio continental, dado que «los canarios se hicieron cargo de cuanto significaba mando. Los presos, hasta entonces respetados, fueron maltratados y apaleados. Los que se habían sublevado (la gente de orden) tratados casi como “nacionales de 2ª clase” o “semirrojos” […]» (cit. por Colectivo Biafra, 18 de julio de 2016).

La represión se tradujo, entre 1936 y 1942, en: 

249 procesos judiciales vinculados a la Guerra Civil. Todos ellos sobre población española dirimidos entre la «Comisión para la Incautación de Bienes» (64), los «Tribunales de responsabilidades Políticas» (139) y los «Tribunales Militares» (46). La mayor parte de estos procesos fueron in absentia (Muñoz Martínez, Celeste, 2020, p. 74, n. 3).

Los voluntarios canarios permanecieron en la colonia hasta el 16 de marzo de 1938 y regresaron a Las Palmas en la madrugada del día 29 (Anónimo, 29 de marzo de 1938, p. 4).

Juan Fontán Lobé participó en la represión inicial en la colonia, ya que ejerció como juez instructor de varias causas entre octubre de 1936 y enero de 1937. Su actuación data de los primeros momentos, inicio de las averiguaciones y obtención de las primeras declaraciones que, una vez entregadas, engrosaron esos procesos que concluyeron su instrucción y fueron llevados a consejos de guerra con posterioridad a la marcha de Fontán Lobé con destino a Salamanca:

 

 

Causa/sign. Actuación de Juan Fontán

Cargos

Encausados, sentencia

522/1936 4021-162-1
Juez instructor f.º 88-91v.

Traición.

José Munuera Quiñonero. Sobreseída.

537/1936 7114-223-30 Por orden de la Auditoría de Guerra a esta causa se le acumularon las n.º 538, 588, 592 y 594.
Juez instructor.

Negligencia y rebelión

Consejo de guerra celebrado el 4 de junio de 1938.
-Sebastián Nacarino Romero, 20 años.
 -José Serra Companys, 16 años.
-Jaime Andrés Sanchiz, 12 años y un día.
 -Martín Illeras Sirbero, 12 años y un día.
-Ernesto Gómez García, 12 años y un día.
-Dos absoluciones.

630/1936 13061-421
-1 Juez instructor, f.º 4-18.

Negligencia y Rebelión

Consejo de guerra celebrado el 31 de mayo de 1941.
-Julián Ayala Larrazábal, seis años.
–Resto de los encausados en rebeldía, salieron del territorio guineano.

24/1937 9342-297-1
«Juez nombrado para el esclarecimiento de los hechos ocurridos en el vapor “Fernando Poo” el 14 de octubre de 1936», f.º 3-62.

Rebelión, contra los tripulantes del Fernando Poo.

Consejo de guerra celebrado el 28 de septiembre de 1937 –Francisco Pérez Rodríguez, 12 años y un día.
–Vicente Filló Places, 12 años y un día.
–Francisco Seguí Darder, doce años y un día.
–Domingo López Santos, 12 años y un día.
–Manuel de Dios y del Águila, 12 años y un día.
–Manuel Tarí Quiles, 12 años y un día.
–Mariano Juan Mas, 12 años y un día.
–Antonio Dieste Ojeda, cinco años.
–Adolfo Celis Mones, cinco años.
–Manuel Díaz Díaz, cinco años.
–ClaudioHidalgo Quintanilla, cinco años.
–Aristóteles Montolio Villalonga, dos años.
–Juan Ruiz Sánchez, dos años.
–Rafael Ginart Martín, dos años.
–Antonio Pasajes Repeto, un año.
–Antonio Pascual Pons, un año.
–Manuel Vivó Pedros, un año
–Manuel Ferreiro Nieto, un año.
–Francisco Cano Bravo, un año.
–Juan Ballesteros Malea, dos años de prisión menor.

Fuente: AIMCA, fondo del Tribunal Militar Territorial Quinto en Medina Sanabria, Pedro, «El blog de Pedro Medina Sanabria. Memoria e Historia de Canarias», https://pedromedinasanabria.wordpress.com/

 

La primera estancia de Juan Fontán en la colonia se prolongó hasta el 31 de marzo de 1937, dado que el 15 de marzo le fue ordenado presentarse al Cuartel General de Franco (Anónimo, 4 de abril de 1937 abril, p. 4). Su permanencia en el Cuartel General se prolongó «siete meses y un día». De su actividad en esos meses no consta en la declaración contenida en su hoja de servicios las tareas que le fueron encomendadas. En dos trabajos académicos se nombra a Juan Fontán como la persona que propuso la metodología para la organización de la documentación incautada a las organizaciones «marxistas» y «masónicas» en el frente del Norte con destino a la recién creada Oficina de Información y Propaganda Anticomunista (OIPA), 20 de abril de 1937 (Cruanyes i Tor, Josep, 2002, p. 38), y a la Delegación Nacional de Servicios Especiales, establecida a finales de mayo:

El capitán de la Armada, Juan Fontán Lobé, adscrito al Cuartel General de Salamanca propuso una metodología de trabajo ante la caída del Cinturón de Hierro, y que apenas varió en el tiempo. Ésta consistía en señalar en todos los documentos de interés dónde y cuándo se habían encontrado y conservar un número mínimo de folletos, revistas o libros, destruyéndose el resto. A continuación, debían separarse los documentos relativos al personal, como eran las listas de afiliados, que servían para elaborar fichas directamente, de aquellos otros que necesitaban un análisis más detenido, como la correspondencia o los libros de actas. De todos ellos, se elaborarían tres fichas de referencias por cada persona encontrada en la documentación. Y, por último, se comunicaría de oficio a los departamentos del Cuartel General cualquier dato de interés que apareciese en el material incautado (Espinosa Romero, Jesús y Rodríguez López, Sofía, 2015, p. 134).

En el fragmento arriba citado se indica que Fontán era capitán de la Armada, pertenecía a Artillería, y en nota al pie atribuyen a Juan Fontán actividades posteriores que no realizó él, sino su hermano Jesús (p. 134, n. 5), que sí era capitán de la Armada. Todo indica que de los hermanos Fontán Lobé, era Juan el que estaba en el Cuartel General desempeñando esas tareas vinculadas a la propaganda y la represión, ya que su hermano menor pasó el 27 de junio de 1937 a la zona sublevada y participó en operaciones navales hasta el 2 de septiembre, fecha de su arribada a Ferrol y pase a Burgos para someterse a consejo de guerra para esclarecer su actividad en Madrid entre el 18 de julio de 1936 y la fecha de su evasión, del que quedó eximido de responsabilidad y fue devuelto al servicio activo (AGCGA, Expediente personal de Jesús Fontán Lobé, sign. 183. Profesionales).

El 29 de septiembre de 1937 Franco nombró a Juan Fontán Lobé gobernador general de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea en sustitución de Manuel Mendivil Elio (BOE, n.º 348, 3 de octubre de 1937, p. 3 650). El periódico Acción dio cuenta de los nombramientos realizados para el gobierno de la colonia, entre los que figuraban destacados miembros de Acción Popular en Las Palmas durante el periodo republicano y algunos protagonistas del 18 de julio en esa isla (Anónimo 17 de noviembre de 1937, p. 8).

La llegada de Juan Fontán a Guinea representó el inicio de una nueva etapa, ya que, si el gobernador anterior había «asegurado a Franco adhesión de los colonos y organizado el aprovisionamiento en retaguardia, Fontán sentaría las bases de la nueva administración colonial» (Ndongo-Bidyogo, Donato, julio de 2006, sin paginar). Con relación a la represión, durante el mandato de Fontán se organizó:

[…] el Tribunal de Responsabilidades Políticas en el Territorio. Las sentencias del Tribunal de Santa Isabel se sumaban a las que pudiera haber instruido por la vía civil, militar y administrativa, quedando constancia en el BOE del ensañamiento con el patrimonio y la memoria de los ciudadanos leales a la República (Colectivo Biafra, 9 de septiembre de 2019).

La administración colonial dirigida por Juan Fontán acrecentó la presión sobre la población nativa y profundizó en la segregación entre europeos e «indígenas», denominación dada a toda la población negra. Por ejemplo, el 21 de febrero de 1938 se modificó la prohibición de «infligir castigos corporales a los trabajadores negros», impuesta poco antes de la Rebelión por el gobernador republicano Luis Sánchez Guerra), con la introducción de una clasificación del tipo de maltrato que, en la práctica, dotaba a los colonos blancos de impunidad (Ndongo-Bidyogo, Donato, 2006).

Además de las actividades como gobernador, Juan Fontán tuvo un importante papel en la fijación de las consignas de la Dictadura en la colonia como jefe de FET-JONS. En sus discursos se observa nítidamente la ósmosis entre elementos retóricos fascistas y, sobre todo, los propios de la cultura política nacionalcatólica, de la que procedía. Sus alocuciones en las fechas del calendario del Régimen son expresivas del culto a la personalidad profesado a Franco, así como de la exaltación a los caídos, la apelación al deber de mantenerse «en pie de guerra contra todo enemigo del interior o el exterior» y la reafirmación de las ideas de deber y sacrificio (véanse a modo de ejemplos: Fontán Lobé, Juan, 1 de abril de 1940, pp. 1-2; Anónimo, 7 de abril de 1940, pp. 8 y 6). La ejecutoria de Fontán Lobé se vio recompensada a principios de 1942 con un nuevo cargo de responsabilidad al servicio del Régimen. El 21 de enero de 1942 fue designado director general de Marruecos y Colonias, por lo que quedó en situación de disponible forzoso (BOE, n.º 64, 5 de marzo de 1942, p. 1 604), y unos meses después asumió la vicepresidencia del Consejo de Administración de la Compañía General Española de África, antigua filial de la Compañía Franco- Española del Ferrocarril Tánger-Fez, a cuyo frente estaba Luis Carrero Blanco. En 1943, además, Juan Fontán fue uno de los procuradores en Cortes por designación de Franco (BOE, n.º 43, 12 de febrero de 1943, p. 1 443). Los años finales de la vida de Juan Fontán estuvieron dedicados a la política colonial y a la difusión de la idea de Imperio e Hispanidad defendida por el Régimen. En este sentido, impartió conferencias, publicó artículos en la revista África y realizó una muy amplia actividad de recopilación bibliográfica cuya materialización, además de la donación de esos fondos a la Biblioteca Nacional y al AGA, fue su Bibliografía colonial. Contribución a un índice de publicaciones africanas, publicada por la Dirección General de Marruecos y Colonias en 1946 (Tofiño Quesada, Iñaki, 2021, p. 113). Juan Fontán Lobé falleció tras una larga enfermedad el 8 de julio de 1944, según la nota de la agencia Cifra, a consecuencia de una operación quirúrgica. Fue enterrado por voluntad propia en Cantalapiedra (Salamanca). Según las necrológicas, su salud se había quebrantado en Guinea.

Unos meses después su trayectoria al servicio de la Rebelión y la Dictadura fue recompensada a título póstumo mediante la Ley de 17 de marzo de 1945 por la que se concede una pensión extraordinaria a doña Isabel Hernández González, viuda de don Juan Fontán y Lobé (BOE, n.º 77, 18 de marzo de 1945, p. 2 118). La inclusión de la denominación «Juan Fontán» en este catálogo está motivada por su participación en la trama conspiratoria que se materializó en el Golpe de estado el 18 de julio de 1936, por su actuación al servicio de la Rebelión en Las Palmas y en los territorios del Golfo de Guinea, así como por los cargos de alta responsabilidad que desempeñó al servicio de la Sublevación y de la Dictadura –gobernador general de los Territorios del Golfo de Guinea, jefe de FET-JONS en la colonia, director general de Marruecos y Colonias, procurador en Cortes por designación directa del dictador–, a lo que se debe añadir su actividad represiva y su papel en la elaboración y transmisión de las consignas del Régimen. Por todo ello se adecua a varios de los criterios establecidos para la realización de este catálogo:

 «1.º Participó en la conspiración y/o en la sublevación del 18 de julio de 1936. 

2.º Desempeñó cargos políticos e institucionales de importancia en los ámbitos local, insular, provincial o nacional durante la Guerra Civil y el periodo dictatorial. 

3.º Fue miembro o partícipe en los distintos tipos de represión ejercida a partir de 1936. 

4.º tuvo relación con las actividades ideológicas en condición de símbolo o propagandista de los sublevados contra el orden constitucional, así como de legitimador del régimen dictatorial».

Además, Juan Fontán Lobé contribuyó a la victoria de los sublevados de forma activa, tanto por su actividad en el Estado Mayor del Gobierno Militar de Las Palmas como por su participación en la expedición a Guinea y por los cargos de responsabilidad desempeñados que contribuyeron a la implantación de la Dictadura franquista.

Justificación

Desde el periodo de la II República Española (1931-1936), sectores de Falange Española (José Antonio Primo de Rivera) realizaron aproximaciones al régimen fascista en Italia estableciendo contactos con Mussolini, cuyos emblemas y actividades propagandísticas cobraron forma en los instrumentos y acciones desarrolladas por este grupo político en las vísperas de la Guerra. Durante la Guerra Civil, distintas facciones de la movilización militar y de la represión política y social, particularmente sectores de Falange Española de las JONS, tradicionalistas o carlistas, monárquicos fascistizados y militares rebeldes, establecieron un conjunto muy complejo de símbolos y de herramientas de propaganda, que debían servir para:

  1. La propagación de la participación en la Guerra.
  2. La condena generalizada a amplios sectores de la sociedad, y principalmente,
  3. Contribuir a escribir la historia para que sirviera de apoyo al nuevo orden establecido tras la contienda.

Todo ello se convirtió en la fijación de una política de memoria. Las actuaciones iniciales se materializaron en la sustitución de la memoria democrática de la República y periodos anteriores, por denominaciones de los personajes de la nueva hora y sus símbolos. Las primeras actuaciones se concretaron en: la denominación de calles y espacios públicos, la construcción de monumentos y el establecimiento de espacios memoriales, el otorgamiento de honores y distinciones y la difusión de consignas, tanto en los medios de propaganda como en los distintos ámbitos de socialización (Enseñanza, Ejército, organizaciones de encuadramiento social…). En Canarias, parte de esos elementos estaban ya elaborados en los años de la República, y especialmente, en los meses anteriores a la Guerra Civil, en los que llegó a diseñarse el emblema del nuevo escudo de la Nación.

Desde la Guerra Civil, la arquitectura y el espacio público adquirieron un valor simbólico de primer orden, tanto para la exaltación del Dictador y de algunas de las principales personalidades del Régimen, como para la imposición de los símbolos de la victoria, los caídos y los organismos de la Dictadura y el partido único, FET-JONS. En 2007, el Congreso de los Diputados aprobó la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura. En su Artículo 15 precisa:

1.      Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas.

2.      Lo previsto en el apartado anterior no será ́de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley.

3.      El Gobierno colaborará con las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales en la elaboración de un catálogo de vestigios relativos a la Guerra Civil y la Dictadura a los efectos previstos en el apartado anterior.

En el ámbito autonómico, fue a partir de la IX Legislatura (2015-2019) cuando formalmente se comenzó a dar traslado del mandato recogido en la normativa estatal antes mencionada, mediante la aprobación de la Ley 5/2018, de 14 de diciembre, de memoria histórica de Canarias y de reconocimiento y reparación moral de las víctimas canarias de la guerra civil y la dictadura franquista. En ese documento se recogen distintas determinaciones con el objeto de contribuir a la normalización en los términos establecidos por la legislación nacional de memoria histórica y desarrollados por la norma autonómica, y en particular, en cuanto a la obligación de retirar cualquier simbología franquista del espacio público (Título II. Símbolos y actos contrarios a la memoria histórica, art.º 12, 13 y 14). El 2 de julio de 2019, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife recibió el resultado de un trabajo de investigación «Dictamen correspondiente al Expediente 578/17 relativo a contratación del servicio necesario para la redacción de un proyecto sobre cumplimiento de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, … de la Memoria Histórica por el Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife», en concreto con relación a las denominaciones oficiales del callejero, espacios y elementos urbanos, … De ello se desprende que la definición del grado de cumplimiento de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, …, conocida como «Ley de Memoria Histórica» fue el aspecto central del contenido a realizar. Este dictamen fue necesario para orientar las acciones municipales debido a la causa iniciada contra el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 2017 y ratificada en mayo de 2018 por incumplimiento de la Ley de Memoria Histórica de 2007. En virtud de las determinaciones de la norma autonómica, en marzo de 2022 se presentó a la Comisión Técnica de Memoria Histórica de Canarias el «Catálogo de símbolos, calles, monumentos y menciones franquistas de Canarias. Fase I. Municipio de Santa Cruz de Tenerife». Este documento fue aprobado en junio del mismo año.

El actual documento constituye el «Catálogo de símbolos, calles, monumentos y menciones franquistas de Canarias. Fase II. Capitales insulares». Y a ello se añade la aprobación y entrada en vigor de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, publicada en el Boletín Oficial del Estado núm. 252, de 20 de octubre de 2022. El concepto de Memoria Democrática de la norma actual incorpora el estudio de las acciones llevadas a cabo durante la Democracia por las administraciones públicas en orden a regularizar los conceptos del deber de memoria que identifica esta Ley. Tras la promulgación de la Constitución Española de 1978 y la celebración de las primeras elecciones municipales democráticas, algunas corporaciones iniciaron un proceso de retirada de símbolos franquistas, o plantearon iniciativas en ese sentido. No obstante, ese proceso ha sido incompleto y en numerosas localidades aún permanecen numerosos vestigios y elementos conmemorativos del Régimen dictatorial y de personalidades con responsabilidades en la estructura creada por el Franquismo, convertidos también en símbolos. Este es el concepto que la actual ley de 2022 define como “Memoria Democrática”: el conjunto de acciones relativas a la normalización de la Memoria Histórica. Y con relación al contenido desarrollado en este documento, se estudian un conjunto de precisiones que ahondan en el concepto del Deber de memoria, en aspectos relativos a la política de honores y a la presencia de vestigios en el espacio público. La Ley de 2022 precisa los conceptos sometidos al deber de memoria y a las actuaciones a realizar en cuanto a «los símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática» en el Título II, Capítulo IV, Sección primera (art.º 34-39) y Sección segunda (art.º 40-42). Las acciones previstas en este documento corresponden a las determinaciones de la Ley en el Artículo 35. Símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática; el Artículo 36. Catálogo de símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática; en el Artículo 37. Procedimiento de retirada o eliminación de elementos contrarios a la memoria democrática; y en la Sección 2ª. Distinciones, condecoraciones y títulos.

Documentos y Fuentes Documentos

- AGCGA, Expediente personal de Jesús Fontán Lobé, sign. 183. Profesionales
- AGMS, Hoja matriz de servicios de Juan Fontán Lobé, 1657 CG 124F, EXP. 13.
- AIMCA, fondo del Tribunal Militar Territorial Quinto, Causas 522/1936 (4021-162-1), 537/1936 (7114-223-30), 630/1936 (13061-421-1), 24/1937 (9342-297-1).
- Padrón Melián, Juan, «¡España está salvada! Cuando el Caudillo inició en Canarias el Glorioso Movimiento Nacional (un testigo de la Cruzada), Santander, Editorial Cantabria S.A., 1937. Archivo Histórico Nacional. FC-Causa General, 1563, Exp. 23.
- AHPLP, Libro de actas de pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Libro n.º 98, 1941-1944.
- Real orden nombrando Perito Inspector de buques de la marina mercante de Coruña a D. Juan Fontán y Lobe, Ingeniero Naval y Capitán de Artillería del Ejército. Gaceta de Madrid, n.º 68, 09 de marzo de 1923, p. 852.
- Orden admitiendo a D. Juan Fontán Lobé la renuncia del cargo de Perito Inspector de la provincia de Las Palmas. Gaceta de Madrid, n.º 130, 10 de mayo de 1933, p. 1 018.
- Decreto núm. 372. Nombrando Gobernador General en los Territorios Españoles del Golfo de Guinea, a D. Juan Fontán Lobe. BOE, n.º 348, 3 de octubre de 1937, p. 3 650.
- Orden reintegrando a la situación de actividad al Comandante de Estado Mayor D. Fernando García Loygorri y otros. BOE, 114, 22 de octubre de 1938, pp. 1 937-1 938.
- Decreto de 21 de enero de 1942 por el que se dispone cese en el cargo de Gobernador General de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea, don Juan Fontán y Lobé. BOE, n.º 22, 22 de enero de 1942, p. 487.
- Decreto de 21 de enero de 1942 por el que se nombra Director General de Marruecos y Colonias a don Juan Fontán y Lobé. BOE, n.º 22, 22 de enero de 1942, p. 487.
- Orden por la que queda «disponible forzoso» el Teniente Coronel de Artillería don Juan Fontán y Lobé, por haber sido nombrado Director General de Marruecos y Colonias. BOE, n.º 64, 5 de marzo de 1942, p. 1 604.
- Orden por la que se nombra el Consejo de Administración de la Compañía General Española de África. BOE, n.º 276, 3 de octubre 1942, p. 7 820.
- Lista de los Procuradores en Cortes. BOE, n.º 43, 12 de febrero de 1943, p. 1 443.
- Ley por la que se concede una pensión extraordinaria a doña Isabel Hernández González, viuda de don Juan Fontán y Lobé, BOE, n.º 77, 18 de marzo de 1945, p. 2 118.

Publicaciones por orden cronológico

Anónimo, «Ayuntamiento», El Eco de Santiago, 12 de julio de 1907, p. 1
Anónimo, «Academias Militares», La Correspondencia de España, 31 de mayo de 1908, p. 2.
Anónimo, «Información militar», Gaceta de Tenerife, 5 de abril de 1921, p. 3.
Anónimo, «Información de Marina», Diario de la Marina, Madrid, 21 de febrero de 1930, p. 1.
Anónimo, «Los accidentes marítimos. El guardacostas “Wad Ras” encalla en la Caleta de Fuste», Gaceta de Tenerife, 27 de diciembre de 1930, p. 2.
Anónimo, «Capitanes de las distintas Armas que han pedido el retiro», ABC, Madrid, 16 de julio de 1931, p. 39.
Anónimo, «Información de Marina. La ponencia de la Subsecretaría de la Marina Civil», ABC, Madrid, 14 de abril de 1932, p. 32.
Anónimo, «Comandancia de Marina. El remolcador de la Junta de Obras», Hoy, 6 de agosto de 1932, p. 7.
Anónimo, «Comandancia de Marina», Hoy, 18 de agosto de 1932, p. 7.
Anónimo, «Nombramientos de la Gaceta», Hoy, 11 de mayo de 1933, p. 5.
Anónimo, «Comandancia de Marina», Hoy, 19 de julio de 1933, p. 7.
Anónimo, «El puerto», Hoy, 10 de octubre de 1933, p. 7.
Anónimo, «Los candidatos que se presentarán por Las Palmas», La Provincia, 7 de noviembre de 1933, p. 9.
Anónimo, «Nueva Junta directiva de “Acción Popular”», La Provincia, 12 de diciembre de 1933, p. 10.
Anónimo, «En la vecina isla. La nueva Junta de Acción Popular», Gaceta de Tenerife, 20 diciembre de 1933, p. 5.
Anónimo, «Personalidades de las derechas españolas. Las manifestaciones que ha hecho en Las Palmas el ilustre primer vicepresidente del Congreso de los Diputados don Cándido Casanueva», Gaceta de Tenerife, 25 de agosto de 1934, p. 2.
Anónimo, «Las manifestaciones que ha hecho en Las Palmas el ilustre primer vicepresidente del Congreso de los Diputados don Cándido Casanueva», Gaceta de Tenerife, 25 de agosto de 1934, p. 2.
Anónimo, «Importante conferencia de don Cándido Casanueva. La actuación de la C.E.D.A.», Gaceta de Tenerife, 28 de agosto de 1934, p. 3.
Anónimo, «Los partidos de derechas en la vecina isla. Con éxito rotundo se celebra en Teror la primera Asamblea general de Acción Popular de aquella villa», Gaceta de Tenerife, 9 de noviembre de 1934, p. 5.
Anónimo, «Acción Popular. Grandes actos de propaganda del partido», La Provincia, 23 de febrero de 1935, p. 13.
Anónimo, «Acción Popular en Las Palmas. Conferencia pronunciada antes de anoche con la asistencia de gran número de afiliados», La Provincia, 14 de marzo de 1935, p. 11.
Anónimo, «La nueva directiva de Acción Popular», La Provincia, 16 de marzo de 1935, p. 6.
Anónimo, «Mitin de Acción Popular en Arucas», La Provincia, 28 de marzo de 1935, p. 1.
Anónimo, «Don Juan Fontán regresa», Acción, 12 de junio de 1935, p. 16.
Anónimo, «Una carta del presidente del presidente de Acción Popular de Las Palmas», Gaceta de Tenerife, 14 de julio de 1935, p. 2.
Anónimo, «¡Todo el poder para el Jefe; a por él!», Acción, 5 de enero de 1936, p. 1.
Anónimo, «La lucha electoral en Las Palmas. Los candidatos de Acción Popular», La Prensa, 24 de enero de 1936, p. 2.
Anónimo, «Don Juan Fontán regresa de Madrid. Mañana dará una conferencia con el tema “la táctica del Jefe”», Acción, 3 de enero de 1936, p. 1. Giar, «¡Todo el Poder para el Jefe; a por él!», Acción, 5 de enero de 1936, p. 1 y 5.
Anónimo, «Asamblea Provincial de Acción Popular de las Palmas», Acción, 19 de enero de 1936, p. 8.
Anónimo, «El domingo se celebró en el “Hollywood Cinema” la asamblea de Acción Popular, designándose en ella los candidatos del Partido que han de luchar en las próximas elecciones generales, La Provincia, 21 de enero de 1936, p. 6.
Anónimo, «El partido popular agrario, fuera de la C.E.D.A. Grave error», Acción, 29 de enero de 1936, p. 1.
Anónimo, «Un paso atrás en las coaliciones proyectadas», Diario de Las Palmas, 29 de enero de 1936, p. 1.
Anónimo, «El partido del señor Mesa y López expulsado de la CEDA por Gil Robles», La Provincia, 30 de enero de 1936, p. 1. Fontán Lobé, Juan, «Una nota de Acción Popular», Acción, 29 de enero de 1936, p. 1.
Anónimo, «Gobierno Civil», Diario de Las Palmas, 30 de enero de 1936, p. 3.
Anónimo, «Lo que deducimos», Acción, 2 de febrero de 1936, p. 1.
Anónimo, «Gil Robles confirma la separación del P.P.A.A. de la C.E.D.A. Copia fotográfica del telegrama recibido por el Jefe Provincial de Acción Popular, ayer, a las ocho de la tarde», Acción, 4 de febrero de 1936, p. 1.
Anónimo, «Una nota de Acción Popular de la mujer», Acción, 2 de febrero de 1936, p. 1.
Anónimo, «Estrepitoso derrumbamiento de un cacicato», La Provincia, 15 de febrero de 1936, p. 1.
Anónimo, «Vibrantes discursos de los señores Fontán y Miranda Junco, en la asamblea de Acción Popular celebrada en el Hollywood Cinema», La Provincia, 15 de febrero de 1936, pp. 7-8.
Anónimo, «Las elecciones en Las Palmas», La Prensa, 18 de febrero de 1936, p. 8.
Anónimo, «El nuevo alcalde de Las Palmas, don Antonio García López hace declaraciones a la prensa», La Provincia, 31 de julio de 1936, p. 1.
Anónimo, «La situación en Las Palmas», Gaceta de Tenerife, 2 de agosto de 1936, p. 6. De «La Tarde», de Tenerife, «La esposa del Generalísimo ha dicho…», El Castellano (Burgos), 24 de febrero de 1937, p. 2.
Anónimo, «Noticias de la colonia de Santa Isabel», La Guinea Española, 4 de abril de 1937 abril, p. 4.
Anónimo «De la vida social», Falange, 12 de abril de 1937, p. 7.
Anónimo, «Vida de sociedad», Acción, 4 de septiembre de 1937, p. 6.
Anónimo, «Información regional», La Prensa, 8 de septiembre de 1937, p. 2.
Anónimo, «Nombramiento», Falange, 14 de octubre de 1937, p. 8.
Anónimo, «Nuevo gobernador de Guinea», Amanecer, 16 de octubre de 1937, p. 2.
Anónimo, «Llegó esta mañana el gobernador general de la Guinea», Falange, 16 de noviembre de 1937, p. 8.
Anónimo, «Se encuentra en esta ciudad el Gobernador General de Guinea. Nombramientos para diversos cargos en aquellas posesiones», Acción, 17 de noviembre de 1937, p. 8.
Anónimo, «Ayer embarcó para Fernando Póo el Gobernador General de la Guinea», Acción, 2 de diciembre de 1937, p. 8.
Anónimo, «El nuevo gobernador», La Guinea Española, 12 de diciembre de 1937, p. 4. La Dirección, «Nuestra bienvenida», La Guinea Española, 19 de diciembre de 1937, p. 1.
Anónimo, «Noticias de la colonia de Santa Isabel. El gobernador general don Juan Fontán Lobé comunica con la isla», La Guinea Española, 19 de diciembre de 1937, pp. 6 y 7.
Anónimo, «Noticias de la Colonia de Santa Isabel», La Guinea Española, 2 de enero de 1938, p. 8. Gobierno General de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea, «Comunicado», La Guinea Española, 30 de enero de 1938, pp. 3-4
Anónimo, «Noticias de la Colonia de Santa Isabel», La Guinea Española, 20 de marzo de 1938, p. 6.
Anónimo, «Llega el Batallón de Voluntarios Patriotas destinado a Fernando Poo», Falange, 29 de marzo de 1938, p. 4.
Anónimo, «Canto patriótico al general Franco» e «Himno de los falangistas indígenas», La Guinea Española, 13 de febrero de 1938, p. 1. Nadinlong, «El Excmo. Sr. Gobernador en Bata», La Guinea Española, 30 de marzo de 1938, p. 4. Ruiaz, «Realidades coloniales», La Guinea Española, 24 de abril de 1938, pp. 2-4. Nautilus, Armando, «Una entrevista con el Gobernador General de la Guinea Española», Diario de Burgos, 3 de septiembre de 1938, p. 4.
Anónimo, «Regreso del Gobernador General de la Guinea», Falange, 10 de septiembre de 1938, p. 7.
Anónimo, «Noticias de la colonia de Santa Isabel», La Guinea Española, 25 de septiembre de 1938, p. 7.
Anónimo, «Noticias de la colonia de Santa Isabel», La Guinea Española, 13 de noviembre de 1938, p. 6.
Anónimo, «Noticias de la colonia de Santa Isabel», La Guinea Española, 27 de noviembre de 1938, p. 8.
Anónimo, «Fiestas del desfile de La Victoria», La Guinea Española, 21 de mayo de 1939, p. 7.
Anónimo, «Noticias de la colonia de Santa Isabel. Nuestro Consejo de vecinos», La Guinea Española, 6 de agosto de 1939, pp. 12-13
Anónimo, «Santa Isabel dispensa un brillante recibimiento al Excmo. Sr. Don Juan Fontán Lobé, Gobernador General de estos territorios», Ébano, 18 de enero de 1940, p. 1.
Fontán Lobé, Juan, «Franco artífice de la victoria», Ébano, 1 de abril de 1940, pp. 1-2.
Fontán Lobé, Juan, «Discurso de D. Juan Fontán jefe Provincial del movimiento y Gobernador General de estos territorios», Ébano, 7 de abril de 1940, pp. 8 y 6. Fontán Lobé, Juan, «En el tercer aniversario de la Unificación», Ébano, 21 de abril de 1940, pp. 1-2.
Anónimo, «El Jefe del Estado designa cincuenta Procuradores en las Cortes españolas», El Día, 14 de febrero de 1943, p. 5.
Fontán Lobé, Juan, «La etnología y la política indígena», conferencia pronunciada en la Facultad de Medicina de San Carlos (Madrid) el 26 de mayo de 1943. Reprod en http://www.asodegue.org/hcdf1d.430626.htm  
Agencia Cifra, «La comisión de presupuestos de los Cortes aprueba el dictamen sobre el proyecto de los del Golfo de Guinea. Fue aceptada la mayor parte de las enmiendas presentadas. El dictamen pasará ahora al pleno». Falange, 27 de mayo de 1943, p. 1.
Anónimo, «Próximamente se entregará la Medalla del ex-combatiente canario al Generalísimo. También le ha sido concedida al teniente general Orgaz, general García Escámez, Fontán Lobé y Reyna Medina. Ya pueden ser adquiridas por los que tengan derecho», Falange, 18 de julio de 1943, p. 1.
Anónimo, «En el Círculo Medina. Interesante conferencia del director general de Marruecos y Colonias, Sr. Fontán y Lobé acerca de la Guinea Española», ABC (Madrid), 21 de octubre de 1943, p. 13.
Anónimo, «Ha fallecido el director general de Marruecos y Colonias, don Juan Fontán y Lobé», ABC (Madrid), 9 de julio de 1944, p. 22.
Anónimo, «Don Juan Fontán ha muerto», Falange, 9 de julio de 1944, p. 8. Agencia Cifra, «Ha fallecido el Director General de Marruecos y Colonias», El Día, 9 de julio de 1944, p. 6.
Araima, Luis, «Don Juan Fontán, hijo ilustre de la patria. Hombre amante de España, fiel al Caudillo y trabajador infatigable por la grandeza nacional», Falange, 14 de julio de 1944, p. 6.
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Colectivo Biafra, «El curioso alzamiento en Guinea», Calle 19 de septiembre. Elementos para conocer la guerra civil española en los antiguos territorios españoles del golfo de Guinea. Actual Guinea Ecuatorial, Calle 19 de Septiembre: El curioso alzamiento en Guinea (calle19septiembre.blogspot.com)
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Muñoz Martínez, Celeste, «Autarquía en la Guinea Española. Una aproximación a las políticas de rentabilización y de coacción económica del colonialismo franquista (1936-1959)», Segle XX. Revista catalana d’història, n.º 13, 2020.
Domínguez Núñez, Moisés (2021), «General Balmes con Fontán Lobé», http://desdemicampanario.es/2021/05/20/general-balmes-con-fontan-lobe/  
Tofiño Quesada, Iñaki, Guinea, el delirio colonial de España, Tesis doctoral, Universitat Autònoma de Barcelona, 2021.

Observaciones

En el presente documento, las expresiones: «cruzada», «mártir», «caído», así como otras tales como «caudillo», … se señalan en cursiva pues corresponden a denominaciones creadas con un nuevo significado por los servicios de propaganda de los sublevados, que fueron aplicadas corrientemente en toda clase de soportes, documentos oficiales, señalizaciones e informaciones. Además, fueron insistentemente aplicados durante la Guerra Civil y posteriormente reelaboradas a lo largo de la dilatada Dictadura del Franquismo.

Sus significados y el origen de estas expresiones se detallan en el Anexo I complementario de la Memoria de este Catálogo.

Criterios metodológicos aplicados conforme a la legislación La metodología aplicada toma en consideración la Ley 5/2018, de 14 de diciembre, de memoria histórica de Canarias…, aprobada como desarrollo de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos… durante la guerra civil y la dictadura. Además, incluye los conceptos desarrollados en la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática. Se identifican grupos en función de sus respectivos conceptos probados de vinculación o relación con la Sublevación militar, la Guerra Civil, y el Franquismo hasta la Transición Política, en aplicación del marco cronológico de la Ley 20/2022. Los grupos son: A. Militares rebeldes sublevados contra el orden legal. B. Militares, voluntarios y civiles fallecidos en la Guerra Civil. C. Voluntarios del 18 de julio y posteriores; alféreces y sargentos provisionales. D. Cargos políticos en periodo de excepción y en periodos posteriores. E. Ideólogos, propagandistas, iconógrafos y colaboracionistas del Régimen, así como símbolos de la Sublevación militar, de la Guerra Civil y de la Dictadura franquista. En ellos se aplican y documentan varios supuestos:

1. Participó en la conspiración y/o en la sublevación del 18 de julio de 1936.

2. Desempeñó cargos políticos e institucionales de importancia en los ámbitos local, insular, provincial o nacional durante la Guerra Civil y el período dictatorial.

3. Fue miembro o partícipe en los distintos tipos de represión ejercida a partir de 1936.

4. Relación con las actividades ideológicas en condición de símbolo o propagandista de los sublevados contra el orden constitucional, así como de legitimador del Régimen dictatorial.

5. Fue beneficiario/a en términos económico-sociales de su adhesión a la Rebelión y al Régimen dictatorial implantado a raíz de la Sublevación y posterior Guerra Civil.


A. Militares rebeldes sublevados contra el orden legal

La denominación «Juan Fontán» se incluye en el primer grupo correspondiente a aquellos jefes y oficiales del Ejército que se sublevaron contra el Gobierno legal y legítimo de la Segunda República, tanto en activo como en la reserva por haberse acogido a los decretos que, una vez refundidos, se denominaron «Ley Azaña».

Todos ellos contribuyeron a la victoria de los rebeldes en la Guerra Civil y al establecimiento y consolidación del Régimen dictatorial franquista. La totalidad de las personas distinguidas con denominaciones y honores contempladas en el grupo «Militares rebeldes sublevados contra el orden legal» cometieron un delito de rebelión militar, incumplieron su promesa de fidelidad a la República, realizaron actividades políticas prohibidas, desobedecieron las órdenes dadas por el Gobierno en 18 de julio de 1936 y se escudaron en un bando declaratorio del Estado de guerra ilegal e ilegítimo para justificar sus actuaciones delictivas. Como consecuencia, al aplicar el ilegal bando declaratorio del Estado de guerra, no solo se situaron fuera de la legalidad, sino que iniciaron la Guerra Civil. Además, pervirtieron el derecho, cometieron y posibilitaron la comisión de numerosos crímenes (todas las formas de represión ejercidas desde el inicio de la Sublevación) y vulneraron los más elementales derechos humanos. Finalmente, contribuyeron a la construcción y consolidación de una Dictadura que, en Canarias, se prolongó 39 años. La concesión del nombre «Juan Fontán» a un espacio público del municipio de Las Palmas de Gran Canaria, en este caso a una calle, constituye una exaltación individual de la Rebelión, de la Guerra Civil y de la Dictadura franquista. Dicha denominación se ajusta a lo dispuesto en el Artículo 13 de la Ley 5/2018, de 14 de diciembre, de Memoria histórica de Canarias, y en el Artículo 35 de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, en lo referido a que las administraciones tomen las medidas oportunas para su retirada, ya que constituye una exaltación, en este caso personal, de la Sublevación militar, de la Guerra Civil y de la Dictadura franquista. Por tanto, la denominación debe ser retirada, así como las placas y rótulos que se encuentran en el espacio público.