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lunes, 12 de diciembre de 2022

Relegación a las posesiones de África

¿Recordáis cómo tras la creación de los tribunales de responsabilidades políticas, se van acumulando sentencias a las que pudiera haber por la vía civil, militar o administrativa, que conllevan la expulsión del territorio ecuatoguineano? Pero no sólo se expulsará, también se retoma la vieja tradición del destierro de la península, relegando a los condenados a las Posesiones Españolas del Golfo de Guinea (con o sin prisión)? 

Las sentencias de los tribunales de responsabilidades políticas se generaron compulsivamente, y su función era marcar de modo indeleble al contrincante político y ensañarse con el sentenciado, castigarle si es posible, dotándose además de una una vía legal para apropiarse de sus propiedades y forzar su exilio. La sanción del inasumible destierro en África, contribuirá precisamente a consolidar el exilio del sancionado y arropar jurídicamente las expropiaciones de bienes.

Poníamos como ejemplo (entre otros), el de Felipe Forner Castells condenado al destierro en el territorio ecuatorial y cuyo delito fue haber sido electo como diputado provincial de Valencia en la República, además de concejal del Ayuntamiento de Sagunto, el cual se vio forzado a vivir exiliado en Francia con su familia... sin llegar nunca a pisar territorio ecuatoguineano, pese a los requerimientos de comparecencia.

El Archivo Foral de Navarra identifica varias condenas -en ausencia de los acusados y con sentencias en fechas tardías- que incluyen un conveniente destierro en los territorios africanos. El previsible incumplimiento de ese destierro forzará el no retorno de los exiliados y la posibilidad de proceder a la expropiación de su bienes.

Condena a:

Sanción:

Responsabilidad política:

1940.08.08 Luis Alfaro González, vecino de Pamplona.

Pago de 5.000 pesetas. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 12 años y 8 meses de relegación a las posesiones de África. 

Estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil, desempeñar cargos directivos en dicho partido, desempeñar el cargo de secretario del Gobernador Civil de Navarra desde febrero hasta julio de 1936, y salir de la zona republicana durante la Guerra Civil y permanecer en el extranjero más de 2 meses.

1940.09.09. Serafín Úriz Ichaso, tipógrafo, vecino de Pamplona.

Pago de 1.000 pesetas. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 10 años, 4 meses y un día de relegación a las posesiones españolas en África.

Estar afiliado a la Casa del Pueblo de Aoiz al iniciarse la Guerra Civil, desempeñar cargos directivos en dicha organización y distinguirse en todas las huelgas.

1940.01.08. Baldomero Ilzarbe Jáuregui, vecino de San Sebastián (Guipúzcoa).

3.000 pesetas. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 12 años y 8 meses de relegación a las posesiones de África. 

Estar afiliado a la UGT al iniciarse la Guerra Civil y tomar parte activa con el bando republicano llevando armas y capitaneando milicias.

1940.10.05. Fermín Ortega Hernández, vecino de San Sebastián (Guipúzcoa).

Pago de 500 pesetas. Sanción restrictiva de la actividad: 8 años, 4 meses y un día de inhabilitación. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 8 años, 4 meses y un día de relegación a las posesiones de África. 

Estar afiliado al Partido Socialista al iniciarse la Guerra Civil, ser miembro destacado de dicho partido, desempeñar el cargo de concejal en el Ayuntamiento de San Sebastián (Guipúzcoa) y formar parte del tribunal que sentenció a los militares que se rindieron en Loyola (Guipúzcoa).

1940.06.24. Eduardo Díaz Gardedependiente de comercio y vecino de Pamplona.

Pago de 500 pesetas en concepto de indemnización de perjuicios y 10 años y 4 meses de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a la CNT al iniciarse la Guerra Civil, ejercer un cargo directivo en dicho sindicato y organizar huelgas, desórdenes y reuniones clandestinas de carácter comunista.

1940.01.29. Tomás Labairu Hualde, jornalero, vecino de Isaba.

Pago de 2.000 pesetas de indemnización de perjuicios y 12 años y 8 meses de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a la UGT al iniciarse la Guerra Civil, intentar asaltar el cuartel de la Guardia Civil de Isaba y haber huido a Francia después de causar daño en las líneas de comunicación.

1940.09.16. Vicente Ajona Urbiola, vecino de Pamplona.

Pago de 1.000 pesetas por vía de resarcimiento de perjuicios y 12 años de relegación a las posesiones en África.

Causas de responsabilidad política: presidir e instruir las Milicias Socialistas, perseguir a los miembros jaimistas de Pamplona, tenencia de arma de fuego y haber huido de la localidad al iniciarse la Guerra Civil.

1939.08.06. Lamberto Caballero Erviti, vecino de Pamplona.

Pago de 500 pesetas en concepto de indemnización de perjuicios y 10 años 4 meses de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a una organización anarcosindicalista al iniciarse la Guerra Civil.

1940.08.17. Emilio Salvatierra Sunsunaga, motorista de la Diputación de Navarra, vecino de Pamplona.

Pérdida total de bienes. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 15 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil, ser miembro destacado del partido, actuar en motines y algaradas callejeras con pistola en mano, participar en los asaltos a la Diputación de Navarra y al Círculo Tradicionalista, ser concejal y confidente del Frente Popular, haber huido al iniciarse la Guerra Civil a zona republicana, y permanecer en el extranjero sin reintegrarse en territorio nacional en un plazo de 2 meses.

1940.09.17. Tomás Zubizarreta Lazcano, contratista de obras, vecino de Irún (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes. Sanción restrictiva de la actividad: 15 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado y ser fundador del Partido Comunista de Irún (Guipúzcoa), pertenecer al Socorro Rojo Internacional, distinguiéndose en los actos públicos en sus discursos en vascuence en favor de su ideario comunista, haberse significado públicamente en contra del Movimiento Nacional llevando pistola, haber intervenido en la detención de personas y en el Tribunal Popular encargado de juzgar a personas adictas al Movimiento Nacional, dedicarse a la venta del periódico "Euzkadi Roja", y haber huido a Francia ante la llegada del ejército nacional y permanecer en el extranjero más de 2 meses.

1940.08.10. Fernando Ariznea Inda, empleado de banca, vecino de San Sebastián (Guipúzcoa).

Pago de 5.000 pesetas. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 12 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a la UGT al iniciarse la Guerra Civil, ser miembro destacado del Sindicato de Banca y Bolsa afecto a UGT y ejercer cargos en la directiva, desempeñar el cargo de secretario de la Comisión de Finanzas de la Junta de Defensa del Frente Popular y haber huido de San Sebastián (Guipúzcoa) a Francia ante la llegada del ejército nacional, permaneciendo en el extranjero más de 2 meses.

1940.02.09. Jesús Monzón Repáraz, abogado, vecino de Pamplona. Destituido como escribiente por oposición de la Diputación Foral de Navarra.

Pérdida total de bienes y a 15 años de relegación a las posesiones de África.

Ser dirigente y organizador del Partido Comunista en Navarra, significarse por su propaganda marxista, desempeñar el cargo de escribiente en la Diputación de Navarra, desempeñar el cargo de Gobernador en Alicante, ser candidato del Partido Comunista en las elecciones del 16 de febrero de 1936, tomar parte en el asalto a la Diputación de Navarra, pertenecer a la Liga de los Derechos de los Hombres, agrupación declarada masónica, y salir de la zona republicana durante la Guerra Civil y permanecer en el extranjero más de 2 meses.

1940.06.08. Ramón Benito Gómez, agente de policía y vecino de Isaba.

Pago de 5.000 pesetas de indemnización de perjuicios y 15 años de inhabilitación absoluta y de relegación a las posesiones en África.

Estar afiliado al Partido Comunista, haberse puesto a disposición de la UGT al iniciarse la Guerra Civil, oponerse al Movimiento Nacional cortando las comunicaciones telegráficas y telefónicas, y permanecer en el extranjero durante la Guerra Civil sin reintegrarse al territorio nacional en un plazo de 2 meses.

1940.03.07. Ricardo Zabalza Elorga, maestro, vecino de Pamplona.

Pago de 25.000 pesetas por vía de indemnización de perjuicios y 12 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado al Partido Socialista al iniciarse la Guerra Civil, colaborar en el periódico "Trabajadores", ser propagandista y organizar actos de propaganda, haber huido de Pamplona a Valencia donde desempeño el cargo de gobernador civil durante el dominio republicano en dicha ciudad, y presentarse candidato para diputado a Cortes en las elecciones del 16 de febrero de 1936 por el Frente Popular.

1940.04.29. Manuel Arocena Echegaray, vecino de Irún (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes y 15 años de inhabilitación absoluta y relegación a las posesiones en África.

Ser destacado miembro de izquierdas y conocido por su amistad con Indalecio Prieto habiéndole procurado a éste su fuga de España en octubre de 1934, dar amparo y alojo en su casa a las hijas del mismo así como a otros significados socialistas y marxistas de San Sebastián (Guipúzcoa), Éibar (Guipúzcoa) y otros lugares, ostentar el cargo de consejero de CAMPSA y trabajar activamente en el paso por la frontera de armas y municiones de guerra durante el dominio republicano en San Sebastián (Guipúzcoa).

1941.07.01. José Miguel Gomendio Larrañaga, abogado, vecino de Oñate (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes. Sanción limitativa de la libertad de residencia: 15 años de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil siendo uno de los dirigentes más característicos por su propaganda oral y escrita en la provincia de Guipúzcoa, fundador del Centro de Izquierda Republicana, desempeñar el cargo de gestor de la Diputación en representación de Ezquerra Vasca, erigirse como jefe del Frente Popular en Guipúzcoa procediendo al nombramiento de comités locales, ordenando detenciones, registros y requisas, distribuir armas entre los milicianos, dictar bandos en el Ayuntamiento de Oñate (Guipúzcoa) y pasar circulares a los bancos de dicha localidad dictando normas y autorizando toda clase de documentos, salvoconductos, vales, recibos, armas, donativos y multas impuestas por el Frente Popular, ejercer el cargo de Fiscal de los Tribunales Populares de San Sebastián (Guipúzcoa), haber huido de San Sebastián (Guipúzcoa) a Oñate (Guipúzcoa) ante la llegada del ejército nacional, destacarse con fuerzas a sus órdenes en el alto de Udana, de allí haber huido a Bilbao (Vizcaya) desempeñando el cargo de Gestor Provincial en Bilbao (Vizcaya) hasta la constitución del Gobierno de Euzkadi, haber huido a Cataluña dónde desempeñó el cargo de secretario del Gobierno de Euzkadi y ante la llegada de las tropas nacionales huir al extranjero y permanecer en el extranjero más de 2 meses.

1940.09.26. Emiliano, Augusto, Sofía,Valeriana y Juana Labairu Hualde, hermanos, vecinos de Isaba.

Emiliano Labairu Hualde pago de 10.000 pesetas; Augusto Labairu Hualde pago de 2.000 pesetas; Sofía y Valeriana Labairu Hualde pago de 1.000 pesetas cada una. Sanción limitativa de la libertad de residencia: Emiliano Labairu Hualde relegación a las posesiones de África. Sentencia absolviendo a Juana Labairu Hualde de la acusación de estar afiliada a algún partido político declarado fuera de la ley o de actuar en contra del Movimiento Nacional.

Emiliano Labairu Hualde por su ideología de izquierdas y por su propaganda y simpatía por los partidos del Frente Popular e intentar junto con otros miembros del Frente Popular de Isaba que se entregaran los 4 guardias civiles de dicho cuartel; Augusto, Sofía y Valeriana Labairu Hualde por difundir propaganda de los partidos del Frente Popular y permanecer en el extranjero durante la Guerra Civil sin reintegrarse al territorio nacional en un plazo de 2 meses.

1940.04.18. Ramón Astudillo Gabarain y Fermín Astudillo, vecinos de San Sebastián (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes, inhabilitación absoluta y relegación a las posesiones en África.

Ramón Astudillo Gabarain estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil, poseer en su domicilio el teléfono del partido, figurar en la lista de pago de la multa impuesta a un destacado activista de izquierdas, ser jefe miliciano dedicado al registro y saqueo de establecimientos y domicilios y realizar detenciones de personas como el Marqués de Ormaza y el reverendo jesuita Padre Aizpuru; Fermín Astudillo estar afiliado a Izquierda Republicana al iniciarse la Guerra Civil, actuar como miliciano republicano y como jefe de un grupo encargado de registros domiciliarios, dirigir el asalto a los juzgados de San Sebastián (Guipúzcoa) llevándose la lista de los empleados de dichos juzgados que habían de ser fusilados.

1940.12.20. Pedro Trimbor Moncada, relojero, vecino de San Sebastián (Guipúzcoa).

Pérdida total de bienes y 15 años de sanción de relegación a las posesiones de África.

Estar afiliado al Partido Comunista, a la Asociación de Amigos de la Unión Soviética y al Socorro Rojo Internacional al iniciarse la Guerra Civil, reunir a miembros destacados del comunismo local en su establecimiento, colaborar con el Frente Popular durante el dominio republicano en San Sebastián (Guipúzcoa) apoderándose de todos los objetos de valor de la joyería Astráin que posteriormente fueron depositados en la Diputación Provincial, encargarse de visar los pasaportes de los súbditos extranjeros que salían por el Club Náutico, haber huido de la localidad ante la llegada del ejército nacional y permanecer en el extranjero más de 2 meses.


Ninguno de ellos pisó nunca el territorio ecuatorial. No es casualidad, que se esa sanción recayera en exiliados condenados en ausencia. Alguno de ellos, como Vicente Ajona Urbiola († Pamplona 1936), el maestro Ricardo Zabalza Elorga († Cementerio del Este, Madrid, 1940) o el también maestro Augusto Labairu Hualde († Pamplona 1936), habían sido fusilados con anterioridad a la sentencia, o incluso -reconoce su condena- como el dependiente de comercio Eduardo Díaz Garde, que habiendo huido de Pamplona fue detenido y conducido a la cárcel de Zaragoza no volviéndose a saber de él (¿recuerdas el principio de La Navaja de Ockham ecuatorial?).

Otros fallecerán en prisión como el tipógrafo Serafín Úriz Ichaso († Pamplona 1943), víctima de los padecimientos que sufrió en la cárcel, o fallecerán en un campo de concentración alemán como el carpintero Tomas Zubizarreta Lazcano († Neuengamme-Bergen-Belsen 1945) tras exiliarse y resistirse infructuosamente a la ocupación alemana de Francia.

Y si se trata de navarros... no te olvides de Un navarro en prisión y el congosá.


viernes, 25 de noviembre de 2022

El exilio de José Poveda

¿Recordáis las entradas sobre el destierro en Guinea aplicable a las supuestas disidencias (externas o internas)?
Un castigo pensado para forzar al exilio al penado y arropar jurídicamente las incautaciones de bienes...

La Universidad de Alicante ha elaborado una base de datos de La represión franquista en la provincia de Alicante, y entre la biografías recopiladas se encuentra la de José Poveda Vila, hijo del también condenado al destierro en Guinea Antonio Poveda Sanjuán:

Natural y vecino de Onil, nacido el 25-XI-1903. Se ganaba la vida como comerciante panadero, por lo que se le conocía popularmente como "Paneque". 

Miembro del Sindicato de Artes Blancas (UGT) y afiliado a la Agrupación Socialista de Onil (Alicante). Su padre, Antonio Poveda Sanjuán, era presidente de la UGT y destacado dirigente de izquierdas.

Durante la guerra civil fue concejal y responsable de Abastos. En marzo de 1939, con 35 años, marchó al exilio en el African Trader, se estableció en Sidi Safi (Argelia), acompañado por su padre de 69 años.

Antonio y José Poveda.

En septiembre de 1941 fue enviado a los campos de concentración de Colomb Béchar y Kenadza. En 1943 estuvo cuarenta días preso en Colomb Béchar y tras la liberación del norte de África por las tropas aliadas estuvo en Argel y Orán. Posteriormente regresó a Sidi Safi, donde estableció una panadería y fue miembro de la UGT y del PSOE. Residió en Sidi Safi hasta la independencia de Argelia, fecha en que se trasladó a Francia estableciéndose en Lyon (Francia), donde murió en 1975.

Antes de su muerte visitó Onil en dos ocasiones.

Acusado en la Causa General de haber participado en un asesinato y en la detención del jefe de las derechas de la localidad, que murió en la cárcel, y de otros tres vecinos, que fueron condenados a muerte y fusilados. También fue acusado de tomar parte en el saqueo de varios edificios religiosos. En diciembre de 1939 el alcalde franquista lo incluyó en una lista de vecinos a los que se debía aplicar la LRP: «concejal, directivo de la Casa del Pueblo, inductor de crímenes y asesinatos, hombre de acción, huido al extranjero». 

El JM de Jijona ordena, en julio de 1940, su busca y captura. La Comisión Dictaminadora de la repatriación de exiliados políticos pide informes suyos, en diciembre de 1962: según la Comandancia de la Guardia Civil, estaba exiliado en Orán, antes del GMN era del PSOE, interviniendo en todos sus actos, y actuaba como lugarteniente de su padre, presidente de la UGT y destacadísimo dirigente de izquierdas. Durante el GMN fue elemento de acción, propagandista, intervino en detenciones y en el saqueo de Iglesias y ermitas. «No se puede comprobar de ningún modo interviniese directamente en los asesinatos cometido por los rojos en dicha época, ni tampoco indirectamente se puede probar nada sobre estos crímenes; a título de sospecha y desde un plano muy oscuro se supone participase indirectamente en los planes de alguno de los asesinados, pero nadie hasta la fecha puede probar nada de estos, ni incluso tampoco aparece acusado en las diligencias que fueron instruidas a la liberación».




El alcalde habla de sus pésimos antecedentes y conducta, dirigía a las masas que controlaba su padre como jefe de un “grupo de revoltosos” de la UGT, se le considera inductor de los asesinatos, pues durante el GMN (sic, Glorioso Movimiento NAcional) “se le veía participar en todas partes” colaborando con el Comité y el Ayuntamiento, aunque nunca ocupó ningún cargo en ellos; se trasladó a Argelia y no se sabe si marchó luego a Francia. “Sería repugnante su presencia aquí”, es peligroso para el orden público, ya que “existen aún elementos de los que eran seguidores del mismo (que) hoy no se mueven, no hay cabeza directora, no se les ve contacto; su presencia podría resultar peligrosa en este aspecto”. Se le aplicó la LRP: en agosto de 1940 el JRP le cita para leerle los cargos, estaba en paradero desconocido: se le condenó a inhabilitación y extrañamiento en la Guinea durante 15 años y a la pérdida total de sus bienes. 

Antonio, al igual que su padre, falleció en el exilio... sin llegar nunca al territorio ecuatorial.

(Fuente: Causa General - AHPA. Legajo 3461 - Gaceta de Alicante, 6-VII-1940 - BOP, 15 y 22-VIII-1940 y 12-VIII y 3-XI-1941 – Fundación Pablo Iglesias).
                 

lunes, 21 de noviembre de 2022

Trotski y Guinea Ecuatorial

En El santoral ecuatoguineano narrábamos las dificultades del viaje al territorio y el lucro que generaba esa precarización del transporte. Resultan ilustrativos Los negros negocios del beato Marqués de Comillas, o el conveniente hundimiento en punta Europa del Crucero Isla de Panay, conocido como el Barco de la Muerte: «Allí debe de estar aún, junto a la conciencia del señor marqués».

Crucero Isla de Panay. Conocido como el Barco de la Muerte, fue usado para transportar hacinadas a las tropas españolas asignadas a la guerra hispanoamericana en Cuba. Terminada la guerra fue reasignado por la Trasmediterránea al golfo de Guinea hasta su hundimiento, para cobrar el seguro.

Para tener un informante más, recomendamos la lectura de Mis peripecias en España de León Trotski. Expulsado de Francia por germanófilo, éste vino a España en 1916. 

José Manuel Pedrosa razona en Trotski y el vapor de Fernando Poo (1916) que «de aquella breve y accidentada estancia (en la que lo mejor que le pasó a Trotski fueron sus visitas al Museo del Prado) dejó el revolucionario ruso unos apuntes autobiográficos que fueron traducidos al español y publicados en 1929 (con prólogo hecho para aquella edición por el propio Trotski) por Andrés (o Andreu) Nin, un dirigente comunista que años después, en 1937, en plena Guerra Civil, sería asesinado por agentes de Stalin. Entre sus notas hay algunas que tienen cierto interés para los interesados en la historia de Guinea Ecuatorial, ya que se refieren al vapor Cataluña, que en aquel agitado año de 1916 estaba cubriendo la ruta de Cádiz a Fernando Poo (por entonces, Póo solía escribirse con acento), que era como se conocía a la actual isla de Bioko».

Así, en el capítulo Fiestas y espectáculos: Trotski recoge sus apreciaciones sobre el transporte a Fernando Poo:

«Llegó de Fernando Poo (litoral occidental de África, este resto de las colonias españolas) el vapor Cataluña. Durante el viaje fallecieron cinco personas (¡muertos al agua!), atacadas de fiebre amarilla, quedando 42 enfermos a bordo. El barco parece, más que otra cosa, un hospital. En Fernando Poo hay ahora muchos alemanes de los Camarones. La población ha pasado de 7000 a 10.000 habitantes. El lugar es insalubre; hay fiebre. Los soldados y los empleados reciben haberes dobles.

Las epidemias se ceban en los navíos, que ahora no se desinfectan. El tiempo es oro: es algo más preciado que los barcos. No solamente no se practican inspecciones sanitarias, sino que ni siquiera técnicas. Hundióse ayer cerca de Canarias un gran buque mercante de la Compañía Penidión. Salváronse 18 personas de la tripulación, y el resto -20 hombres- pereció sin novedad. La Compañía recibe el costo del barco -¡asegurado!-, y el personal y las mercancías son facturados con reserva. La guerra simplifica las relaciones y… las cuentas».

viernes, 4 de noviembre de 2022

En Guinea, la mili y hasta loros

Recuerda Domingo Rodríguez en Pellagofio, edición de noviembre de 2013 de La Provincia que «En la escuela de nuestra infancia aprendíamos que, además de Ifni y el Sáhara, España poseía en África las denominadas provincias de Fernando Poo y Río Muni, colonias que con el paso del tiempo pasarían a denominarse Guinea Ecuatorial. Y de allí, de la Guinea, llegaban maderas. Y cacao. Y café. Y aceite de palma. Y plátanos, cocos y piñas "porque son dos provincias de suelo fertilísimo"; nos decían los maestros. Y así lo señalaba, además, la Enciclopedia de Grado Medio, único libro de texto que utilizábamos en el grupo escolar (además del Catecismo, claro). Llegaban también muchos loros susceptibles de ser malcriados por chiquillos mataperros, capaces de enseñarles palabrotas y otras ordinarieces. No era raro observar cómo de un balcón o azotea salían los sonidos inconfundibles de los papagayos, adquiridos a cambulloneros, traídos como regalo o como recuerdo de la estancia en la colonia africana de muchos canarios que hicieron el servicio militar en aquella plaza. Como quienes aparecen en esta foto, entre los que se encuentra Tomás Pérez Sánchez, canario del Carrizal de Ingenio que cumplió parte de sus siete años de servicio militar en la antigua colonia española, viviendo el desarrollo de la guerra civil desde aquel lugar tan alejado del campo de batalla peninsular, donde fue testigo directo del hundimiento de la motonave Fernando Poo».


martes, 18 de octubre de 2022

Requiem

Lo recogía el diario de Las Palmas Falange en su edición del 18 de octubre de 1939:

Misa de Réquiem por los Caídos de la Guinea Española

Por iniciativa del capellán y oficiales que pertenecieron al Batallón de Voluntarios Patriotas de Las Palmas, en la mañana del sábado último se rezó una misa en la parroquia de San Bernardo (San Telmo) en sufragio de los Caídos en la Guinea Española el 14 de octubre de 1936, día en que se incorporaron a la Nueva España aquellos territorios, por la columna expedicionaria canaria.

Ofició el citado capellán, don Manuel Rodríguez Falcón, y, entre los numerosos fieles que asistieron al piadoso acto, se encontraban la oficialidad que perteneció al Batallón de Voluntarios Patriotas de las Palmas, así como muchos compañeros y familiares de los Caídos.

El piadoso recuerdo, dentro de su sencillez, resultó muy emocionante.

La Patria les agradecía, remarcaba el periódico La Guinea española, por el sacrificio de sus vidas “que para siempre estarán al lado de los luceros eternos”.

Diario Falange de Las Palmas.
12 de octubre de 1938.





Voluntarios canarios
desfilando en el puerto de Santa Isabel

lunes, 3 de octubre de 2022

El Taiwan Ibérico (V)


Esta es una historia curiosa... ¿recordáis El Taiwán ibérico (IV) y el oro de Moscú, conforme al cual el Gobierno de la República en el exilio habría financiado a los independentistas ecuatoguineanos (con el oro de Moscú) como vía para combatir a Franco?
No fue la única ni la última teoría conforme a la cual el declive de Franco debería iniciarse en el reducto más remoto del territorio español... y en las entradas dedicadas al Taiwán Ibérico encontraréis una relación de intentos.

Ésta es una entrada curiosa, ya que PARES conserva una carta (1965-01-28, Nueva York) de Moe Fishman a Margarita Nelken (Comité de Ayuda al Pueblo Español en México):
Se trata de una misiva en la que Mosess "Moe" Fishman, el secretario ejecutivo de Veteranos de la Brigada Abraham Lincoln que luchó en la Guerra Civil española, refiere a Nelken asuntos tocantes a la labor de obtención de fondos para los refugiados y a la actividad de distintos colectivos (Frente Nacional de Liberación de Guinea Española) e individuos (Álvarez del Vayo, Enrique Líster, Modesto, etc.) involucrados en la lucha antifranquista. 
En el caso de los ecuatoguineanos, «éstos ven su lucha como parte de la lucha antifranquista», razona el excombatiente de la guerra civil.
El documento está escrito en papel con membrete de la referida asociación de excombatientes norteamericanos.



They see their struggle as part of the anti-Franco struggle.

lunes, 26 de septiembre de 2022

Mi caballo murió

Razonábamos en El funcionario de Naciones Unidas que «no se trata de hurgar en viejas historias, sino de conocer mejor lo que pasó en el territorio ecuatorial. Y para eso... es esclarecedor conocer a sus protagonistas».

La figura de Juan Fontán ya la hemos tratado anteriormente, pero desconocemos al otro oficial (Edmundo Hernández Medina) que le acompañaba como lugarteniente en la toma de Bata

A través de El curioso alzamiento en Guinea del monárquico José Luis Vila-San Juan sabemos que:
... hay que subrayar que los elementos de la fuerza expedicionaria, a los que se esperaba como amigos, se comportaron en líneas generales, como ocupantes.
Inmediatamente después de una Misa de Campaña, que coincidió con la Fiesta de la Raza, el 12 de octubre de 1936, los canarios se hicieron cargo de cuanto significaba mando. Los presos, hasta entonces respetados, fueron maltratados y apaleados. Los que se habían sublevado (la gente de orden) tratados casi como "nacionales de 2ª clase" o "semirrojos".
Nada me han dicho en contra del Jefe de la expedición (el capitán Fontán). Sí, en cambio, respecto a otro oficial, al que apodaron "Mi caballo murió" pues siempre iba con una fusta de montar (¿o de pegar?) aunque no tenia caballo.
Puede decirse que hubo represalia. No cruenta, no como la de Badajoz, pero si saliéndose algo de la línea moderada que hasta entonces había prevalecido.
El gracejo popular recurrió en este caso a un conocido tango de moda en los años 30, muy festejado entre la tropa, para describir al capitán Edmundo Hernández Mediana ya que -según Donato Ndongo- «andaba siempre fustigando a su alrededor con un látigo, aunque no tenía caballo».



No hay mucha información sobre él, pero se entiende que había tomado parte activa del golpe de Estado en Canarias:

Así, por ejemplo participó en la sustitución de las autoridades republicanas, siendo designado el 4 de agosto por el Gobernador Civil franquista como presidente de la Cámara de Comercio y vicepresidente de la Junta de Obras del Puerto de Las Palmas [un inciso para entender la importancia de esta institución: ¿recuerdas el caso de Joaquín Masmano, y del comité de huelga del puerto, desaparecido en el viaje del 5 de septiembre del Dómine?].

Igualmente, en el portal de Pedro Medina Sanabria, se recoge el expediente de Alberto Hernández Suarez, brigada del Regimiento de Infantería Canarias número 39, en servicio de Jefe de la Guardia Municipal de Las Palmas en 1936.

En ese expediente, consta la declaración del propio Edmundo Hernández:
Que era el Jefe de las fuerzas, y, que obedeciendo ordenes de la comandancia Militar, se personó [el 30 de julio] en el domicilio del denunciante acompañado de varios subordinados.
Que previo consentimiento de la familia del mismo, y a presencia de ella se registraron minuciosamente todas las habitaciones.
Que en la sala de la casa se encontró una Biblioteca comunista; y que a presencia de la citada familia y de los subordinados que le acompañaban, se recogieron todos los tomos, se ataron con cuerdas, poniendo por fuera un papelito en que decían a quien pertenecían.
El brigada denunciante afirmaba en el expediente que la «biblioteca comunista» no era sino ejemplares de la colección Vida Nueva, y que en concreto un tomo «titulado el País de la bruma del autor Conan Doyle» tenía escondidas 5.000 pesetas de un premio de lotería, y que éstas le habrían sido robadas en el registro realizado «sin mandamiento judicial alguno» dirigido por «un paisano que tocándose con el gorro de cuartel ostentaba en el mismo las estrellas de Capitán».
Y pese a ser acusado inicialmente por desobediencia, tras su denuncia del robo del dinero, su acusación se modificará a auxilio a la rebelión (ver: Denunciante transformado en Denunciado), acabando finalmente condenado a muerte por un consejo de Guerra.

El brigada fue fusilado a las dieciocho horas del día 3 de octubre de 1936, en el Campo de Tiro Militar de la Isleta. Y -al día siguiente del fusilamiento- el capitán Hernández embarcaba como oficial del Batallón de Voluntarios Patriotas de Las Palmas.

Tras la caída de Bata, al igual que Fontán, asumirá la función de juez instructor en el encausamiento a los 150 coloniales (la tripulación del vapor Fernando Poo y los leales a la República en el territorio ecuatorial), hasta el traspaso de los expedientes a los tribunales Canarios y confinamiento en el campo de concentración del viejo Lazareto de Gando. Es el caso, por ejemplo, de la instrucción por "delito de rebelión" (sic) al guardia colonial Sebastián Nacarino Romero.

Nota social del diario Falange de marzo de 1938
Mientras tanto, en Canarias -ante la ausencia de su presidente Edmundo Hernández-, la Cámara de Comercio de Las Palmas aplazaba las elecciones para renovar reglamentariamente su directiva. 

Revisando la documentación accesible, su puesto en la gestora de la Cámara se mantenía todavía en mayo de 1938 (a su retorno de Fernando Poo), cuando se incorporaron nuevos miembros a la misma.

El boletín de la Cámara de Comercio resumirá el triunfo de la expedición canaria sobre la Guinea republicana con un lacónico «la tranquilidad es ahora absoluta».

lunes, 19 de septiembre de 2022

El caso de Horacio Pérez Cruz

Veíamos en Sombreros de Copa en Fernando Poo, las dificultades por las que pasaron algunos francmasones en el territorio.

Horacio Pérez Cruz, como a al resto de la población canaria, le ocurrió como a Matías López Morales: es de sobra sabido, que Canarias con el "Manifiesto de Las Palmas" se adelantó al resto de España en el golpe de Estado del 36, Franco como comandante militar de Canarias dejó a sus primos Francisco Franco Salgado-Araujo (Pacón) y Juan Fontán y Lobé al mando mientras él volaba en el dragón rapide al continente africano. Canarias no pasó, por tanto, por la experiencia de la guerra, pero sí por la de la represión de la retaguardia. Así, Horacio o Matías se vieron inicialmente reclutados para integrar el ejército golpista, y posteriormente depurados y sancionados en función a supuestas lealtades o actividades previas al quiebre institucional. 

En el caso de Horacio Pérez Cruz, en octubre de 1936, una declaración anónima marcada como "Notas de Zaragoza" le incluye entre los militares canarios pertenecientes a la masonería, en su caso como sargento de complemente en infantería. Fue depurado y apartado del servicio. Años después (2008), en la esquela de su hermano, Julio, se aludirá a ese proceso derivado de «sus preocupaciones sociales, su trato fraternal y su sentida defensa de la libertad y la igualdad, que compartió desde su infancia con su padre, Julio Pérez Cabrera, y su hermano Horacio, que fueron internados en Fyffes y perseguidos por defender ideales democráticos en los inicios de la dictadura franquista».

Al igual que otros, se desplazó (1938-1942) al territorio ecuatorial como vía para distanciarse de las persecuciones y buscar la subsistencia económica. En su caso, la estrategia no funcionó.


DON HORACIO PEREZ CABRERA (sic)
Nació en 1910, soltero, Comisionista, natural y domiciliado en Santa Cruz de Tenerife, calle de Eduardo Cobián número 19. (Hotel Continental).
Masón grado cuarto. Nombre simbólico “Sabinosa”.
Ingresó en Infantería cuando fue llamada su reemplazo, con la categoría de Sargento de complemento, se retiró cuando fue licenciado el remplazo que le correspondía, no siguiendo como voluntario. Mas tarde ingresó de voluntario con las aspiraciones de ser Oficial de complemento, pero al realizarse una información en la que resultaba haber sido anarquista y más tarde socialista, muy propagandista, los Jefes acordaron desmovilización e impedirle fuera aprobado para alférez.
Situación económica mal.
Con un motivo de un conato de insurrección que se iniciaba en Infantería, estuvo en los primeros meses del Movimiento detenido en la Prisión Militar de la Costa.

Hay una confusión en su apellido, ya que "[Julio] Pérez Cabrera" era su padre.

Cuenta Manuel de Paz en Masones en el Atlántico la historia de Horacio Pérez Cruz, conocido por el nombre de Sabinosa:
Santa Cruz de Tenerife, 5 de octubre de 1910. Estudiante, comisionista y sargento de complemento de Infantería. Casado. Hijo de un miembro del taller, resultó iniciado (1-07-1929) en la logia Añaza, nº 1 (GLC-GLE), de la capital tinerfeña, en la que fue exaltado a los grados 2º y 3º, obteniendo además el grado 4º (1933) en el plano capitular, con lo que entró a formar parte del SCRC Añaza de su ciudad de nacimiento. Redactó un trabajo de grado sobre su experiencia masónica. Principal promotor de la revista masónica Lux, de la que salieron dos números, según carta del 12-03-1934 entabló relaciones comerciales con don Luis Gertsch respecto a la representación de firmas cinematográficas y otros asuntos. Secretario (1932-1936) del taller, resultó elegido también para representarlo ante la obediencia regional. Fundador de la Juventud Socialista en la capital tinerfeña, según manifestó en la plancha mencionada, se había «dado de baja» para aquellas fechas. Ocupó también el cargo de gran orador (1934-1935) de la GLC, aunque esta obediencia había salido muy mal parada de la escisión del taller santacrucero a raíz de la proclamación de la República. Firmó (22-05-1936), como secretario de su logia, una plancha dirigida a Martínez Barrio, al objeto de evitar el traslado del inspector de Hacienda y cofrade Manuel Guisado Durán, por presiones de «nuestros enemigos».
Al producirse el Alzamiento fue movilizado y, en 1937, se le separó por su relación con la masonería. Según informes policiales (18-01-1939) había sido «propagandista del partido comunista y últimamente de los de izquierdas» y, en aquellas fechas, se encontraba en Fernando Poo, a donde había marchado en 1938.
Previamente, según otros informes complementarios, había estado detenido en la prisión militar de la Costa Sur y, según se afirmó, su vocación militar se había visto truncada, con anterioridad a la contienda, por su ideario inicialmente anarquista, que luego evolucionó hacia el socialismo. En 1942, según manifestó más tarde, regresó a Santa Cruz de Tenerife desde Guinea, por lo que no pudo presentar la declaración-retractación conforme a la Ley de 1-03-1940. El juzgado nº 3 del TERMC le instruyó el sumario 534/1943, por lo que compareció en Madrid, donde reconoció su intensa vinculación con la Orden, abjuró ante las autoridades eclesiásticas y, realizados los trámites oportunos, el Tribunal dictó (17-12-1943) sentencia condenándole a doce años y un día de reclusión menor y accesorias. Recluido por esta causa en la prisión provincial de Madrid, presentó recurso de alzada ante el Consejo de Ministros y, tras diecinueve meses de prisión, el Gobierno le conmutó (28-05-1945) la pena impuesta por la de seis años y un día de prisión mayor y accesorias. El TERMC decretó (31-05-1945) prisión atenuada en su domicilio, pero poco después falleció (30- 06-1945), en su lugar de nacimiento (Libro 111, fol. 91v, nº 541), sin hijos (AGGCE, 113-A-3, 364-A-5; TERMC, nº 7231).

En Historia de la francmasonería en Canarias (1739-1936), Manuel de Paz incluirá también que Horacio Pérez fue editor en 1931 de la efímera revista literario-masónica ¡Luz!.
La editorial del primer número decía:
Hoy más que nunca, en que los eternos principios de la fraternidad se vulneran, en que los hombres se acometen bajo banderías egoístas y las naciones se resquebrajan por haber atropellado los sentimientos básicos sobre los cuales se cimenta el bien colectivo; en que la moralidad está ausente de toda actividad, se precisa instaurar nuevamente el credo triple y unitivo de «Libertad, Igualdad, Fraternidad». [...] Las islas necesitan de puertos esperanzados en los que atraquen los barcos de las inquietudes puras. [...] Las ideologías no deben ser barrotes entre los que se debate y acongoja la alegría esencial del ser. No deben estar sujetas a otro mandato que al interior-individual.

lunes, 5 de septiembre de 2022

El médico del penal

¿Recordáis El caso del cocinero?

Se trataba de Mariano Juan Mas, cocinero del Fernando Poo, al que le cayeron los 12 años y un día de prisión. Con el tiempo, ese castigo fue la salvación de sus compañeros, ya que mejoró la alimentación de los reclusos pese a los escasos medios disponibles.

Además del hacinamiento y carencias en la limpieza y alimentación, el penal era deficitario en atención y recursos médicos: «Aunque las condiciones de vida durante la estancia en esta penitenciaría fueron bastantes duras, todos coinciden que el estado sanitario era muy lamentable, sobre todo por el hacinamiento de los detenidos, escasez de agua y medios para desinfectar las perennes plagas de piojos, chinches, cucarachas y demás insectos, además de dañinos roedores que campaban a su antojo por todo el recinto penitenciario».

«Pasados los meses del miedo -contará Juan Rodríguez Doreste- empiezan a preocuparse de cosas más materiales como la alimentación. Juan Mas, cocinero del barco Fernando Poo, mejora la calidad del rancho. También, dos médicos presos se encargaban de la sanidad del Penal, era una especie de clínica ambulante, sin camas».

Así, al igual que la presencia del cocinero del Fernando Poo fue providencial, los propios reclusos suplieron las carencias/ausencias del personal sanitario del campo de concentración: es el caso del doctor Abelardo Lloret Peral, recluso del África ecuatorial.

Se trata de uno de los frentepopulistas de Fernando Poo, de los que la historiografía franquista definía como «una docena de descontentos sin prestigio ni arraigo: un comerciante de Santa Isabel, don Jaime Gay Compte, hombre apasionado y violento; un contratista de Obras, José Serrano Roldán, aventurero procedente de Tánger, que había creado en la isla un logia llamada "Fernandina número 17", filial de otras de Valencia y Barcelona; un médico, Abelardo Lloret, y unos cuantos funcionarios de menor cuantía y colonos descalificados».
Al Dr Lloret, no le dedican en ese párrafo las habituales alusiones personales propias de la retórica franquista: se trata de un profesional con una trayectoria inusual entre los expatriados en Guinea. Nacido en valencia en 1897, se tituló como médico cirujano en Valencia, completando su formación -conforme a la edición del 17 de agosto de 1932 de Luz, Diario de la República- con «estudios especiales de parasitología en Londres, Berlín y París, siendo además diplomado de la Escuela de Medicina Tropical de Bruselas y habiendo trabajado en el Congo, por encargo de Bélgica, como jefe de misión contra la enfermedad del sueño, así como en Honduras al frente de misiones profilácticas contra la viruela, el paludismo y la uncinariasis», a lo que -añadimos- en el estudio y combate de la enfermedad de chagas. En 1932 dirigirá la Misión Especial de Endemias para la tripanosomiasis en la Guinea Española, y en 1934 será nombrado Director de Sanidad en el territorio.

Y -siguiendo con la historiografía franquista- tras la renuncia efectiva del gobernador Sánchez Guerra se ofreció el cargo de gobernador interino al registrador de la propiedad José María Martín-Gamero Isla y al Dr Abelardo Lloret Peral, declinando ambos el ofrecimiento.

Así, hasta la llegada del nuevo gobernado Estanislao Lluesma García, recayó el nombramiento interino finalmente en el jefe del Servicio de Sanidad colonial, comandante médico de la Armada José del Val Cordón. Aunque realmente tampoco hubo mucho margen de maniobra: a las pocas horas del nombramiento del Dr Lluesma (y de Dr del Val, en su ausencia) se produjo el golpe de Estado en Santa Isabel: «esa mañana -cuenta Juan Ramírez Dampierre, Vicecónsul portugues- desde las seis, fueron hechos presos cuantos constituían el grupo político Frente Popular y sus simpatizantes, siendo las prisiones hechas por milicias nacionalistas, acompañadas cada una de tres soldados de la Guardia Colonial indígena, todos debidamente armados y equipados. (...) Los presos políticos en número de cuarenta, están bien guardados y vigilados por las milicias, (…) Entre ellos hay media docena de funcionarios de la Secretaría General del Gobierno, cuatro de la Administración de Hacienda, tres de la Administración de Correos, incluyendo el propio Administrador y varios particulares, algunos sin importancia, además de dos negros. También el capitán del Puerto se encuentra entre ellos, señalado como Gobernador Central comunista. (...) El número de presos políticos o sospechosos, continúa creciendo y algunos que habían sido puestos en libertad, poco después, por considerarlos inofensivos, fueron de nuevo capturados al hacerse nuevos registros en sus domicilios o por haber nuevas denuncias contra ellos».

De los dos gobernadores interinos propuestos y que declinaron el ofrecimiento, José Martín-Gamero acabó sumándose al aparato represor franquista integrando la Comisión de Incautación de Bienes prevista por la Junta de Defensa Nacional, y el Dr Lloret detenido e internado en el campo de concentración de Gando.

Lloret, tenía la imperdonable falta de ser uno de los públicos contribuyentes a la donación de las 10.353,65 pesetas para la República, conforme a la Gaceta de Madrid del 5 Noviembre 1936.

Juan Medina Sanabria recoge en su estudio Isleta, Puerto de la Luz: campos de concentración que:
-Abelardo Lloret Peralt, de profesión Médico, Director de Sanidad en la Guinea: Fue detenido en Santa Isabel el 19 Septiembre 1936 (fecha del Alzamiento Militar en esta zona), quedando a disposición del Auditor de Guerra de Canarias, que ordena su libertad el 4 Marzo 1937. El 26 Abril 1937 reingresa a disposición del Gobernador Militar de Las Palmas, siendo liberado definitivamente el 2 Julio 1937, de orden del Comandante General de Canarias, por nuevo examen de los antecedentes enviados por el Gobernador General de la Guinea Española. Después de ser puesto en libertad, desempeña durante muchos años su profesión en el municipio de Valleseco de Gran Canaria.
Pasadas las detenciones iniciales, es condenado en mayo de 1944 «como autor de un delito consumado de Masonería, (...) a la pena de doce años y un día de reclusión menor, accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua». Dos años después, el Juzgado de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria hace saber que ha sido sobreseído el expediente de responsabilidades políticas y «ha recobrado la libre disposición de todos sus bienes».

Es precisamente durante sus sucesivos cautiverios, que el  Dr Lloret pasaba consulta a sus compañeros de prisión.

Conforme a ASODEGUE, su repatriación definitiva sería en 1963.

lunes, 29 de agosto de 2022

Llegada a Barcelona

Es cierto, no se trata de la guerra civil y sus consecuencias en el territorio ecuatorial.
Sin embargo, ¿quién mejor que Juan Juan Potous y Martínez permite conocer el entramado social del país?:

DE TETUAN A MANILA (crónicas de viaje)
LLEGADA A BARCELONA

Hoy, 16 de Julio, festividad de Nuestra Señora del Carmen, a las ocho de la mañana, apareció ante nuestro horizonte el famoso castillo de Montjuich y poco tiempo después divisábamos el inmenso bosque que en el puerto de Barcelona forman el infinito número de mástiles de los barcos aquí fondeados. El "Isla de Panay" avanza rápidamente, detiénese breves instantes para recoger al práctico que nos ha de guiar en la entrada y continúa su marcha en demanda del puerto exterior.Para celebrar la fiesta del día, Patrona de marineros y navegantes, todos los buques es- pañoles surtos en bahía, aparecen engalanados con banderas y gallardetes, llamando nuestra atención un hermoso vapor inglés de gran tonelaje, que también ha adornado sus mástiles y jarcias. Arriamos nuestra bandera saludando, al pasar junto al muelle donde se hallan atracados el viejo crucero nacional "Rio de la Plata" y el buque "Dédalo", el mas raro y antiestético de los barcos modernos, con su catavientos en forma de enorme cigarro en lo alto de su primer palo, con su extensa plataforma en popa para el lanzamiento de hidroplanos, de los cuales, dos de ellos se hallan en bahía próximos a su nodriza, pues asi puede calificarse el papel que desempeña el "Dédalo'', y con la inmensa variedad de artefactos, la mayor parte de ellos completamente desconocidos para mi, que adornan sus cubiertas. En el fondo del muelle dejamos al lindo vapor "Jaime I", que hace el servicio entre Barcelona y Mallorca, y deslizándose suavemente por las tranquilas aguas del puerto, el "Isla de Panay'' vá a buscar su sitio en el muelle de la Compañía Trasatlántica, amarrando la proa por la popa del magnífico vapor "Barcelona" de la Compañía Pinillos, que dentro de poco partirá en viaje para la América del Sur. Recibida la Sanidad y a libre plática el buque, empiezan las despedidas de los pasajeros que aquí quedan y comienza a disgregarse el extraño conglomerado que hemos formado desde Cádiz los viajeros del "Isla de Panay". Y a fé que no ha podido verse jamás una mezcla mas rara de tipos, profesiones y personas. Junto al hermano del Corazón de María que viene a España a reponer la salud perdida en diez años de estancia en las posesiones de Guinea, los cabos e individuos de la Guardia Colonial de Fernando Poó, luciendo el gorro colorado, que les dá apariencia de maduros "Botones''. Al lado del virtuoso párroco de Canarias, que llevado de su celo religioso, ha predicado un largo sermón en Valencia a los trabajadores del puerto que pronunciaban frases gruesas, la "cocotte" catalana con acento extranjero, que expulsada de Fernando Poó por sus escándalos viene en busca de su familia residente en la Ciudad Condal. En íntima amistad con el grueso y atildado inglés, ingeniero que planea un ferro-carril en la República de Liberia, el mestizo que posee haciendas de cacao en Santa Isabel y San Carlos. Todas estas extrañas figuras, mas los tres monos y las dos cotorras que la hetaira trae de África, nos abandonan, quedando únicamente abordo la familia del Cónsul de Portugal en Singapore, un alto empleado de la Compañía General de Tabacos de Filipinas y nosotros. Por la festividad del día no se trabaja en el puerto, y la quietud y la tranquilidad reinan abordo, pues además han desembarcado en Barcelona muchos de los tripulantes del "Isla de Panay" que allí tienen sus familias.


Crucero Isla de Panay. Conocido como el Barco de la Muerte, fue usado para transportar hacinadas a las tropas españolas asignadas a la guerra hispanoamericana en Cuba. Terminada la guerra fue reasignado por la Trasmediterránea al golfo de Guinea hasta su hundimiento, para cobrar el seguro, en Punta Europa: «Fue en la noche del 7 de Diciembre de 1929, tras embarrancar en un bajo llamado Los Primos entre Santa Isabel y San Carlos. Los supervivientes dijeron que serían casi las tres de la mañana cuando se oyó un ruido sordo debajo del barco, como si hubiese tropezado con un arrecife, y que al ir muy despacio evitó partirse por la mitad; comenzó a inclinarse lentamente y se hundió ante la vista de todos, posándose suavemente en el fondo. Allí debe de estar aún, junto a la conciencia del señor marqués».

lunes, 15 de agosto de 2022

El callejero y la memoria histórica deslocalizada

¿Recordáis la entrada de El callejero y la memoria histórica? o ¿La desconocida calle sobre la calle dedicada al gobernador Juan Fontán en Las Palmas?

No son la única: el gobernador Faustino Ruiz González es "Hijo Predilecto de la Ciudad" de San Fernando (Cádiz) en donde tiene dedicada una calle todavía a día de hoy. Al almirante se le recuerda -entre otras cosas- por la desaparición de Acacio Mañé.

El fallido intento por investigar el suceso y -eventualmente- procesar al gobernador lo recogíamos en El procesamiento a Don Faustino.

Y es que, en no pocas ocasiones olvidamos que la sombra del franquismo, sus normas y sus consecuencias, se proyectaron sobre territorios y poblaciones que hoy no forman parte del Estado español, quedando por fuera incluso de las reivindicaciones de memoria histórica.

Precisamente en "Memoria y frontera...", de María del Mar Fernández Pérez, se analiza:
En este periodo las fronteras del Estado eran diferentes, aunque en muchas ocasiones no se sea consciente de esto: no sólo territorios en Marruecos y el actual Sáhara ocupado eran posesiones españolas, también lo era Guinea Ecuatorial. 

Resulta llamativa esta falta de referencias a las colonias si tenemos en cuenta que el imaginario colectivo de la Guerra Civil está plagado de referencias al norte de África: allí se produjo el golpe de estado en un primer momento, de allí venía el ejército africano y la famosa y temida guardia mora. Esta guerra, tan importante para la historia europea, empezó en África, y allí se produjeron los primeros asesinatos de quienes permanecieron fieles a la legalidad republicana. Es muy difícil hablar de este periodo sin hacer referencia al protectorado y situados en el momento actual, habrá que afrontar el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica en territorio extranjero.

Miguel Ángel López Moreno recoge la existencia de la calle dedicada al Almirante Faustino Ruiz en Las calles indecentes de San Fernando:

(...) Hay en San Fernando calles con nombres de alcaldes que colaboraron, abierta y decididamente, en la represión política y social que se desplegó en .la ciudad desde el 18 de julio de 1936. Fueron alcaldes que sirvieron a una dictadura militar de carácter fascista…

«…en origen, naturaleza, estructura y conducta general, el régimen de Franco es un régimen de carácter fascista, establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania nazi de Hitler y de la Italia fascista de Mussolini».

Así lo definió y condenó la Asamblea General de las Naciones Unidas el 12 de diciembre de 1946, precisamente en los años en los que los alcaldes en cuestión actuaron. Estos mandatarios isleños fueron dirigentes políticos que colaboraron con un Estado ilegal. Las víctimas de la represión en esta ciudad (los asesinados y los perseguidos), que lo fueron bajo los mandatos de estos alcaldes, no merecen la afrenta de ver sus nombres rotulados en las calles. Su permanencia supone, en nuestra opinión, enaltecimiento del golpe militar de 1936, de la represión posterior y de la impunidad.

Permanecen en la ciudad calles con nombres de militares —fundamentalmente marinos— que participaron en el bando sublevado de la guerra civil española y que desarrollaron posteriormente una dilatada y brillante carrera militar, incluso regalaron a la ciudad una valiosa contribución política e intelectual. Todos esos militares tuvieron que demostrar inevitablemente su adhesión a la dictadura militar que se iniciaba el 18 de julio de 1936 y, con ella, acataron la cobertura ideológica de carácter fascista que adoptó el nuevo Estado. Aceptamos que un número indeterminado de ellos —nunca sabremos cuántos— se vieron arrastrados por la pulsión de sobrevivir y asumieron como inevitable la obediencia a una cadena de mando que traicionó la promesa de adhesión a la II República. Entendemos que esos militares se dejaron arrastrar por la supuesta obediencia debida a sus superiores, porque la mínima objeción habría implicado una ejecución inmediata y extrajudicial. Y en el mejor de los casos, un consejo de guerra sumarísimo en el que los militares rebeldes y traidores les acusarían precisamente de rebelión militar con pésimas consecuencias.

«Los militares que se opongan al Movimiento de Salvación iniciado serán pasados por las armas por los delitos de lesa patria y alta traición a España». [En el Decreto nº 2 de la Junta de Defensa Nacional. Burgos, 25 de julio de 1936]. (...)

Pero hubo militares que organizaron la sublevación y/o participaron conscientemente en la guerra posterior y, en consecuencia, asumieron las consecuencias de sus actos. Para fortuna de ellos, resultaron victoriosos y sus decisiones personales fueron recompensadas con una notable carrera militar y con reconocimientos en el ámbito municipal. Por eso algunas calles de San Fernando siguen dedicadas a militares que se alzaron contra el gobierno legítimo de la II República. Eligieron libremente colaborar con la sublevación y, por tanto, cometieron un evidente delito de rebelión contra la legalidad, delito que hoy día sigue impune. Esa decisión les hizo ser presuntos cómplices y/o tener responsabilidad en las detenciones ilegales, torturas y muerte de aquellos isleños susceptibles de oponerse al Movimiento Salvador de la Patria. Así mismo, pudieron ser responsables directos o indirectos de un número indeterminado de incautaciones de bienes, de cárcel, de exilio. Y como miembros de un plan general abiertamente criminal, son responsables en función de la punibilidad del plan…

«Líderes, organizadores, instigadores y cómplices que participen en la formulación o ejecución de un plan general o conspiración, para cometer cualquiera de los crímenes antes citados, son responsables de todos los actos realizados por cualquier persona que ejecute dicho plan…». [En Diligencias Previas Procedimiento abreviado 399 /2006 v, de 16 de octubre de 2008. Juez Garzón, citando el Estatuto de Nüremberg (8 de septiembre de 1945)]

En consecuencia, las carreras profesionales de estos militares parten de un comportamiento desleal e ilícito, es decir, parten de la máxima vergüenza que puede perpetrar un militar: quebrantar su promesa o juramento de acatar las leyes, en este caso promesa de fidelidad a la República para defenderla y servirla bien: «Prometo por mi honor servir bien y fielmente a la República, obedecer sus leyes y defenderla con las armas».

Todos los militares traidores habían prometido defender precisamente a la República, no a una esotérica Patria diseñada ad hoc para justificar cualquier acto de rebeldía. Posiblemente no hay mayor deshonor para un militar que levantar sus armas contra sus propios compañeros y contra los ciudadanos que le otorgaron su confianza. Estos últimos militares no caben en el callejero de San Fernando, lo dice la ley que emana de la voluntad popular, y mantenerlos sería justificar y dar cobertura a la barbarie que se desplegó en este pueblo a partir del 18 de julio de 1936. Es nuestro deber, si tenemos ese conocimiento, exponerlo.
Y aún existen calles dedicadas a personas que avivaron la traición de los militares insurrectos, entendieron las tropelías de la Falange y demonizaron a los republicanos como antiespañoles. Por tanto, justificaron lo que estaba pasando en la ciudad, es decir, justificaron el exterminio físico de los posibles opositores políticos y sociales al Glorioso Movimiento Nacional. Máxime cuando desde su pretendida ascendencia moral declamaban justificaciones vistiendo sotana o blandiendo la pluma con destreza. Consideramos que tales personajes tampoco deberían tener una calle en San Fernando.

En nuestra opinión, eliminar de nuestras calles los vestigios de la dictadura franquista «...representa un paso fundamental hacia la realización del derecho a la verdad de todas las víctimas de graves violaciones de derechos humanos…» que ocurrieron en San Fernando. Pero, sobre todo, será un acto de justicia y valentía política que nos acerque a la conclusión de un ciclo histórico.

Entre otras la calle Almirante Faustino Ruiz:



El 29 de septiembre de 1936, el crucero rebelde Canarias detectó a treinta kilómetros de distancia al destructor Almirante Ferrándiz, leal a la II República, que patrullaba en el Estrecho de Gibraltar tratando de impedir que el ejército sublevado de Marruecos llegara a la península. El Canarias lanzó una andanada de cuatro disparos contra el Ferrándiz que resultó larga, impactó en el mar a 1200 metros del objetivo. En ese momento, ante la inminente huida del destructor y la probabilidad cierta de quedar fuera de alcance, el Director de Tiro del buque rebelde tomó la arriesgada decisión de saltarse el manual artillero y proponer una única andanada de disparos que hizo blanco a 21.000 metros. El Ferrándiz se hundió con rapidez. El mar se cubrió de cadáveres y de náufragos, y el prestigio personal del Director de Tiro del Canarias tuvo alcance internacional. Muchas marinas de guerra se interesaron por el procedimiento que se utilizó para hundir el destructor republicano a esa distancia y sin disparos de aproximación. 

Unos meses después, en lo que se conoce tristemente como la desbandá, desde ese mismo barco se dispararía contra la población civil que huía de Málaga.  

El Director de Tiro del Canarias era el isleño y capitán de corbeta don Faustino Ruiz González que, después de la hazaña, tuvo una larga y fructífera carrera militar —bajo la cobertura del régimen dictatorial del general Franco, naturalmente— hasta llegar al empleo de almirante. Entre 1949 y 1962 fue gobernador general de la Guinea Ecuatorial Española, años en los que reprimió con decisión el incipiente movimiento nacionalista guineano. Y en estas estaba don Faustino cuando fue procesado por la detención, torturas y asesinato del líder nativo Acacio Mañé. Una historia muy fea y muy torpe, que no le impidió seguir adelante con su carrera y su prestigio.