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lunes, 20 de mayo de 2024

El caso del Capitán del puerto

En su informe de 23 de septiembre de 1936, Ramírez Dampierre, habla de un total cuarenta detenidos en la noche del 18 al 19, que los días posteriores se irán incrementando con nuevos arrestos. Entre los mismos, el diplomático luso distinguía, además de tres portugueses, media docena de funcionarios de la Secretaría General del Gobierno, cuatro funcionarios de la Administración de Hacienda, tres de la Administración de Correos, dos negros, el capitán del puerto, y varios particulares.

No sabemos si el desaparecido sargento Núñez estuvo entre estos primeros detenidos, ya que no hay apenas nombres en el relato. En este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel hemos ido desgranando varios de ellos, y aunque nos sigue faltando el nombre del hombre de El Chiringuito (que recibió un tiro en la pierna esa noche), sí tenemos el del Capitán del Puerto.

Se trata de Miguel Morillo Martín-Pinilla, nacido el 18 de febrero de 1905, y que en 1923 opositó con éxito a la Escuela Naval Militar. Una década después -pese a sus deseos de establecerse en París o Londres por una temporada que le escribía a la poeta Mathilde Pomès- el joven alférez de navío de la Armada, de la dotación del cañonero Canalejas, acabó obteniendo la plaza de Ayudante de Marina y Capitán del puerto de Santa Isabel de Fernando Poo en sustitución de Ignacio Martell Viniegras:

«Como resultado del concurso convocado en la Gaceta de Madrid de fecha 7 de Noviembre próximo pasado, para la provisión de la plaza de Capitán de puerto de Santa Isabel de Fernando Poo, ha sido nombrado para desempeñarla el Alférez de Navío D. Miguel Morillo Martín-Pinilla. En previsión de que por cualquier circunstancia vacara de nuevo la referida plaza, se designa a D. Martín Ugalde Echevarría, Oficial primero del Cuerpo general de Servicios Marítimos y Subdelegado Marítimo de Laredo, a quien se confiere esta opción por el plazo máximo de seis meses.
Madrid, 22 de Diciembre de 1934.— El Inspector general, Antonio Nombela

Así, cuando se produce el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, se encuentra destinado en Fernando Póo. Y si bien no consta que se involucrara en la creación del Frente Popular local, la historiografía franquista no duda de su apoyo a la autoridad republicana ("Judas auténtico", dirá de él).

Narciso Jesús Nuñez Calvo, en su ponencia Guarnición militar y Fuerzas de Orden Público en Guinea, lo cuenta así: 

El Heraldo de Zamora,
14 de diciembre de 1936.
«En la bahía de Santa Isabel se encontraba fondeado desde el día 24 del mes anterior, el crucero Méndez Núñez, siendo su comandante el capitán de fragata Trinidad Matres García, quien al estallar el alzamiento militar recibió un radio del ministerio de Marina para que regresase a la metrópoli. Sin embargo cuando realizaba el viaje de regreso, ordenaron su vuelta a Santa Isabel, ya que si bien la colonia no se había sublevado contra el gobierno de Madrid la situación se había tornado muy tensa. 

Dado que el comandante del crucero no era de la confianza de la dotación pro‐republicana se procedió en la madrugada del día 29 de agosto a su destitución siendo desembarcado junto a la mayor parte de los oficiales. Recluidos inicialmente los oficiales desembarcados en el palacio del gobernador tuvieron que ser trasladados (...) hasta  una  finca  ubicada  en  Basakato [la de Teodomiro Avendaño]. La conducción se llevó a cabo por fuerzas de la Guardia Colonial bajo el mando del capitán de la Guardia Civil Enrique Pueyo del Val y acompañados del teniente de navío Miguel Morillo Martín, quien por aquel entonces estaba al servicio de la administración colonial».

Por contar con la autoridad y la confianza del Gobernador, probablemente él también es el responsable del cateo de la hacienda de Avendaño, descubriendo los explosivos que había facilitado su vecino de San Carlos, Maximiliano Jones, y las armas con que los oficiales planificaban tomar y destruir el Méndez Núñez.

Los hermanos Salvador y Fernando Moreno de Alborán y Reina le darán igualmente un valor decisivo en La guerra silenciosa y silenciada

«Mientras tanto, en Santa Isabel, el Comandante y los oficiales [del Méndez Núñez] habían hecho reiteradas gestiones reservadas para tratar de hacerse con el buque para la causa nacional con el concurso de un núcleo de civiles y la Guardia Colonial. Los resultados fueron siempre negativos; podía contarse con tres o cuatro civiles, pero nunca con la Guardia Colonial. El capitán de Puerto de Santa Isabel, teniente de navío Morillo, se mantenía fiel al Gobernador y no actuó ni pensaba actuar en favor del Comandante y oficiales del crucero. (...) Más tarde se supo que el entendimiento directo entre el comité del buque, presidido por el tercer maquinista Sierra y el Presidente del Consejo de ministros a través de radio Basile (...) era un hecho conocido por el Ayudante de Marina, teniente de navío Morillo quién mantenía informado al Gobernador. (...) Si en Fernando Poo, el Comandante del Méndez Núñez, capitán de fragata Matres, hubiera contado con el apoyo del teniente de navío Morillo y la Guardia Colonial, podía haberse resuelto el problema. Bastaba con llevar a cabo unas detenciones a bordo y embarcar un pelotón de guardias, para haber incorporado el crucero al Alzamiento y dominado la isla y el continente. Pero no fue así; no pudo contar con la Guardia Colonial y el teniente de navío Morillo era, además, confidente del Gobernador».

Y para que no hubiera dudas de su lealtad, tenía -además- la falta imperdonable de ser uno de los públicos contribuyentes a la donación de las 10.353,65 pesetas para la República, conforme a la Gaceta de Madrid del 5 Noviembre 1936.



Así, no es de extrañar que con el triunfo del golpe de Estado el 19 de septiembre, Luis Serrano Maranges le depusiera nombrando a José González Ramos en su lugar, y Morillo acabara arrestado y encerrado en el enorme barracón de cemento del puerto viejo.

Tuvo, de todo modos, mejor fortuna que el sargento Anastasio Núñez, que desapareció en los «practicamente incruentos "incidentes" de Santa Isabel».

Tras la caída de Bata, fue posteriormente detenido en el crucero auxiliar Ciudad de Mahón. En febrero de 1937 fue trasladado a la prisión militar del Castillo de Santa Catalina en Cádiz. Fue juzgado en Consejo de Guerra (Causa nº 131 de 1937) y condenado en mayo de 1938 a seis meses y un día de prisión, separación del servicio y baja de la Armada.

Mientras se produce su trasladado a Cádiz, y puesto que no está ni entre los 150 coloniales del campo de concentración de Gando, ni entre los repatriados a través de las fronteras con los territorios bajo administración francesa, el gobierno republicano infiere que se ha sumado a los sublevados e Indalecio Prieto decreta su baja definitiva en la Armada, con pérdida de empleo, sueldos, gratificaciones, derechos pasivos, honorarios, condecoraciones y demás prerrogativas o emolumentos que puedan corresponderle...

A pesar de ser la cara de "Judas auténtico" por su lealtad, según la historiografía franquista, en las décadas posterior hay trazos de que comparte actos sociales y eventos fraternos con sus viejos compañeros de promoción.

Finalmente, le perdemos la pista, hasta diciembre de 1978, ya con una nueva Constitución y muerto Franco, en que Gutiérrez Mellado firma la orden por la que se dispone el pase a la situación de "retirado", «con determinación de que, de haber continuado en activo, habría alcanzado, por antigüedad, el empleo de Capitán de Navío, y su retiro por edad le habría correspondido el 18 de febrero de 1969, quedando modificadas en este sentido la Orden Ministerial de 25 de mayo de 1938, que lo dio de baja en la Armada, y la Orden Ministerial número 1.079/77 (D) , de 25 de agosto (D. O. núm. 196) , que dispuso su pase a la situación de "retirado", habiendo perfeccionado catorce trienios de Oficial».

domingo, 20 de agosto de 2023

Nazis tropicales


En "Llibertat, òrgan oficial antifeixista"
del conseil municipal de Mataró,
6 de agosto de 1937.
Ésta es una de esas historias por contar… algo muy habitual en Guinea Ecuatorial. Más allá de que Macías se declarara admirador de Hitler, «(...) el hombre que hizo posible la libertad de África fue el Fuhrer; al provocar la guerra en Europa, consiguió traer la libertad que hoy disfrutamos. Por más que digan que Hitler fue malo, Hitler intentó salvar África. Ese es el hombre que nos ha dado la libertad, tened eso bien presente...», o que el ejército británico diera un audaz golpe (la operación Postmaster) al eje italo-alemán durante la II Guerra Mundial, secuestrando un enorme buque de pasajeros italiano, el Duchesa d'Aosta, una de las mejores unidades de la flota mercante, y de dos lanchas alemanas, Likomba y Bibundi, amarradas en el puerto de Santa Isabel, ¿hubo nazis en el territorio ecuatorial?

Lo extraño sería que no los hubiera, pensando que España fue el país europeo en el que se identificaron más alemanes con pasado nazi susceptibles de ser extraditados. Y -por otra parte- que Guinea fue anhelada siempre como el pedazo faltante del Camerún Alemán por los añorantes del Reich.

Gonzalo de Reparaz apodado "El Muni", le dedicaba en Diario de nuestra guerra un 26 de febrero de 1937 a la colonización de España por los alemanes y los italianos la siguiente reflexión: «No sabíamos qué hacer de Ifni. Los alemanes, en breves semanas, han construido allí dos aeródromos. No sabíamos para qué servían las Canarias, Fernando Poo y el golfo de Guinea. Pensaban nuestros gobernantes que sólo se podían aprovechar para desterrar a los proletarios o a los políticos a quienes se castigaba arrinconándoles. Tal sucedió con Franco, a quien se le dió el mando del archipiélago, que era precisamente la mejor colocación que podía desear, dados sus planes. Pero la ineptitud de los gobernantes españoles es infinita. Franco se servía de Canarias como base para sus planes. Ahora Alemania las aprovecha para los suyos. Nosotros no aprovechamos nada, porque no teníamos planes y ahora ya nada de aquello es nuestro.
Ni el Estrecho. Ni las Baleares. Ni Guinea. Ni la costa andaluza. Y los fascistas se han repartido España en zonas de influencia: los alemanes la España central y occidental; los italianos la España oriental, es decir el Mediterráneo. La España que queda es la que está en armas y en el campo. Los fusiles y las ametralladoras de nuestros milicianos y la artillería de nuestros aviadores tienen la palabra».

Ángel Miguel Pozanco Barranco, ya lo vaticinaba tras su huida de Bata: en su artículo Por las sendas del fascismo de El Heraldo de Castellón del 9 de abril de 1938, aventuraba una próxima guerra mundial, en la que Guinea sería clave para el aprovisionamiento de materias primas para Alemania, «El África Occidental, base alemana importantísima para una futura conflagración. Los buscadores de materias primas. Alemania, con su garra en la Guinea española, está cerca de su antigua colonia del Camerón». 

No le faltaba razón a Pozanco: «El 1 de diciembre de 1938 -nos recuerda Iñaki Tofiño citando a Donato Ndongo- se firmó en Berlín el contrato de suministro a la Alemania nazi de madera de Guinea, que incluía una cláusula por la que la España sublevada se comprometía a no embarcar madera a ningún otro país antes de haber cumplido con las cuotas impuestas por el convenio, una cláusula que resultaría problemática durante la II guerra mundial, cuando la marina británica dificultara el suministro a Alemania y, por ende, impidiera el comercio maderero de la colonia. Así, una parte sustancial de la deuda contraída por los sublevados con la Alemania nazi se pagó con madera de Guinea, de la misma forma el cacao sirvió de garantía para la adquisición de material del ejército sublevado. Acuerdos muy favorables para los nazis, ante la débil posición negociadora de una España en guerra, hostigada desde Guinea por empresas alemanas que, como Casa Woermann, Alfred Schmidt y Otto Mayer, hacían lo posible para favorecer los intereses de su país».

En ese contexto, la Falange local, el Diario Ébano y el propio gobernador participaron como lobby y apoyo a los intereses alemanes. «...los círculos del gobernador -recuerda Luz Gabás- eran más bien pronazis. De hecho, incluso hubo un momento en el que circulaban libremente por la isla periódicos alemanes con subtítulos en español».


Despedida 8 de noviembre de 1938 en el puerto
de Santa Isabel al Batallón de Voluntarios Patriotas
de Las Palmas
, presidida por la esvástica. 


 

Esa alianza sería decisiva no sólo para el desarrollo de la guerra en territorio peninsular, también para el triunfo de los rebeldes en Río Muni: según "El curioso alzamiento en Guinea" de José Luis Vila-San Juan, en los preparativos del golpe de Estado del 19 de septiembre de 1936 en Santa Isabel, se significó un barco alemán: «el 30 de agosto el Méndez Núñez emprende de nuevo el regreso a la Península. Los oficiales desembarcados, de acuerdo con un agricultor simpatizante que se había puesto en contacto con un bananero alemán, se trasladan a él en una lancha, fugándose a Victoria (Camerún británico), y de allí a Las Palmas de Gran Canaria [en el vapor alemán "Panther"], donde se encuentran con Bone que había conseguido escapar a nado». 

En los días siguientes, desde la isla, los golpistas tomarán medidas para hacerse con el territorio del Muni, sucediéndose escaramuzas en el río Ekuku, incertidumbre, y un par de muertos. Los republicanos permitieron a los rebeldes continentales abandonar Rio Benito camino de Gabón y de Camerún, desde donde se trasladaron a Fernando Poo. Según Togores Sánchez un barco alemán llamado “Whama” y un barco sueco llamado “Aodrin” fueron los que llevaron a los rebeldes a las vecinas colonias francesas. 

Igualmente, los alemanes del territorio continental saldrán huyendo a la espera de que se tranquilice la situación. El 4 de octubre -relata Miguel Hernández-, «el Cónsul (alemán de Santa Isabel) añadió que si no se le ponían trabas, el día 14 inmediato se reintegrarían todos [los colonos alemanes] al Continente, para continuar al frente de sus negocios en un barco alemán que, además, traería cien toneladas de arroz con destino a Kogo». 

Por lo que, cuando en la mañana del 14 de octubre se perfila en la bahía de Bata un barco desconocido con bandera extranjera, la ciudad se despierta alegre y confiada en la convicción de que se trata de los alemanes que regresan. Lo demás es historia: el desconocido barco con bandera extranjera se trataba realmente del repintado "ciudad de Mahón" con bandera falsa. Llegará de Las Palmas, y a bordo estaban los voluntarios canarios, tropas marroquís y Teodomiro Avendaño, el agricultor que había auxiliado a los oficiales del "Méndez Núñez" en su fuga. El barco se abrirá paso a cañonazos y las tropas marroquís desembarcarán en la ciudad generándose el pánico entre la población civil que huirá a los países limítrofes.

La crónica franquista recoge que éstos «siembran a su paso el espanto y contagian a todos su miedo irracional. ¡Los alemanes! ¡Que vienen los alemanes! -gritan, atribuyendo esta nacionalidad a sus vencedores, (…)- Han venido alemanes y moros. Degüellan a todos los españoles y someten, a las mujeres a insufribles vejámenes».

Unos años después, en 1941, George Hermann Schebsdath -el Cónsul Alemán en ese momento- fue nombrado Caballero de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas por Franco. Esta orden fue creada en plena guerra civil como reconocimiento a Mussolini y Hitler: «en esta Cruzada contra la barbarie comunista, amenazadora de la Civilización Occidental, es llegado el día de premiar con ánimo ancho y generoso el esfuerzo de todos». (Un inciso: la  Orden Imperial del Yugo y las Flechas fue disuelta el año pasado con la aprobación de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática. No se otorgaba desde 1975, siendo uno de los últimos receptores el gobernador Juan María Bonelli Rubio).

Consulado de Alemania en Santa Isabel a finales de 1939.

Donato Ndongo señala en Franco no ha muerto en Guinea Ecuatorial. Proyección del fascismo en el golfo de Guinea entre 1935 y 1945, que dos semanas más tarde del bombardeo de Bata, las nuevas autoridades establecieron que cada finquero o comerciante debía entregar voluntariamente un porcentaje sobre su producción en especie, envasada y situada en el puerto de embarque a la Junta de Importación y Exportación como contribución al financiamiento de la guerra: «Si para los españoles afincados en Guinea era difícil evadir la orden de “donación” -por las dificultades burocráticas y el riesgo de ser considerado “tibio” o “desafecto”, con las consecuencias pertinentes, según hemos visto–, para las empresas alemanas resultó muy fácil demostrar que “no estaban en condiciones” de hacer frente a aquel pago, aunque se beneficiaron del aumento de los precios. La Embajada de la Alemania de Hitler se encargaba de tramitar ante la Junta Técnica de Franco las exenciones; de este modo, la Casa W. A. Moritz no solo no realizó donación alguna, sino que obtuvo importantes exoneraciones fiscales y otras ventajas económicas».

Durante el segundo año de Guerra Civil el mecanismo comercial creado por la Alemania nazi para facilitar suministros a la administración golpista creció paulatinamente:  «Abrimos sucursales en Zaragoza, Málaga, Bilbao y Santa Isabel (Guinea española). El crecimiento continuo de la necesidad de bienes importados nos obligó a mayores esfuerzos para aumentar la exportación. Por tanto nos dedicamos a la compra de materias primas además del intercambio del sistema de compensación autorizada», dirán las actas del conglomerado empresarial Sociedad Financiera Industrial Ltda-Sofindus.

Las empresas alemanes se convertirían así en herramientas de la acción exterior alemana en el territorio ecuatorial. 

Pero no sólo será un vínculo comercial: «En 1940, -cuenta José Martínez Carreras en "Guinea Ecuatorial española en el contexto de la Segunda Guerra Mundial"- en el mes de septiembre, se informa sobre la organización de concentraciones de grupos de alemanes nacionalistas y en edad militar -parece que unos 42 en Bata y 40 en Río Benito- para colaborar con las autoridades españolas en la disposición de medidas de defensa en Río Muni. En octubre se transmite la noticia de que muchos comerciantes españoles están llegando a Guinea por cuenta de las firmas alemanas; la Agencia Fortuny Limitada y el Banco Exterior de España permiten que este comercio se haga en su propio nombre, aunque la firma alemana Moritz ha cesado de exportar cacao y café, mientras que otras firmas y agentes que comercian son Antonio Macías Casanova y Drumen, S.A.»

Según Objetivo África: crónica de la Guinea Española en la II Guerra Mundial de Jesús Ramírez Copeiro, la Abwehr -el servicio secreto de información alemán- en Santa Isabel «contó entre sus filas con algunos miembros de la colonia alemana afincados en la isla desde hacía muchos años, conocedores por tanto de su lengua y de sus costumbres: Hans Egon Classen y Heinrich Lühr. Sus nombres figuraban en las listas angloamericanas de agentes alemanes, cuya deportación a Alemania se solicitaba al final de la guerra. Ambos eran personajes en permanente actividad, especialmente Classen, dispuesto siempre a obtener información de primera mano, como cuando se desplazó a Laka (actual Sipopo) a raíz del accidente del Sunderland británico. "Classen era el que más veía moverse, esa era su misión -comenta José A. Dies Latorre- la información recogida la enviaba luego cifrada por radio". Aparte de la estrecha y eficaz colaboración de Classen y Lühr en las labores de información, el cónsul Schebsdath contó también con la ayuda desinteresada de la comunidad alemana establecida en la ciudad. La guerra no hacía distingos, las colonias de los países beligerantes afincadas en Santa Isabel, campo neutral, proporcionaron a sus respectivos países una rica fuente informativa.

Para realizar las tareas de información se contó con la infraestructura de la Casa Moritz (compartían vecindad y empleados). En el colindante despacho y oficina del consulado alemán se realizaban las labores confidenciales propias de un consulado en tiempos de guerra, ofreciendo así una cierta protección diplomática a su personal, práctica habitual que los servicios secretos británicos también realizaban con sus consulados y viceconsulados.

La situación estratégica de la isla de Fernando Poo en el golfo de Guinea, área frecuentada por un importante comercio marítimo con Gran Bretaña y paso obligado de numerosos buques por sus inmediaciones, la convertía en una zona de especial interés para el espionaje alemán».

Sin llegar a adquirir la importancia de Hispano-Marokkanische Transport-Aktiengesellschaft, HISMA, la ecuatoguineana Drumen S.A. sirvió de fachada para las operaciones alemanas en el territorio ecuatorial. Ya en 1937, "Llibertat, òrgan oficial antifeixista" del conseil municipal de Mataró advertía que «En Berlín hay una Compañía de Nueva Guinea, de la que es administrador Albert Heht, ex gobernador de Togo y de Guinea alemana, y miembros del Consejo de Administración: Mosler, director de la Deutsche Bank; von Schwabech, de la casa Breinchroeder; Bucher, del A. B. G.; G.W. Mars, banquero de Berlín. Y el barón D'Oppenheim, de Colonia. El presidente de esta sociedad de expansión en las colonias españolas es el mismo Adolf Hitler. Esta compañía posee Drumen, SA en San Carlos (isla de Fernando Poo), así como la factoría de Bata (territorio de Muni). Se comprende por qué el gobierno de Hitler lo insistió tanto que Franco se apoderase de estos territorios».

Lo contábamos en Operación Gibraltar: Iniciada la II Guerra Mundial, Franco y Hitler mantendrán una entrevista en Hendaya para valorar la participación española en el conflicto. Y según Paul Preston, «Hitler sólo aludió de pasada a Canarias y sugirió un encuentro con Franco en la frontera hispanofrancesa. Poco después, Serrano Súñer volvió a reunirse con Ribbentrop, quien le presionó para obtener la cesión de una de las islas Canarias y añadió que Alemania quería la Guinea española y las islas de Fernando Poo (hoy Bioko), Annobón (Pagalu) y otras menores, a cambio del Marruecos francés. Serrano Súñer reaccionó negativamente, afirmando que, aunque la juventud española clamaba por Gibraltar, sería "absolutamente imposible" consentir otras amputaciones o limitaciones del territorio español». 

Aunque el Reich no logró instalar su base en Fernando Póo, los puertos españoles en África fueron estratégicamente receptivos para barcos italianos y alemanes, dando lugar a la operación Postmaster como advertencia británica.

Incluso Copeiro se hace eco de un persistente rumor sobre el abastecimiento de submarinos en Laka, actual Sipopo: «La firma alemana Drumen S.A. poseía fincas de cacao en San Carlos y en Bata: su representante en Santa Isabel era el comerciante Heinrich Lühr. Pero la sociedad alemana tenía también otra finca de cacao en Fernando Poo de gran extensión y a cota baja -llegaba hasta el mar- situada en el distrito de Laka, no lejos del poblado de Baney. (…) la finca disponía de un puertecito alargado con suficiente calado, construido ante la escasez de vehículos y la falta de carreteras. Pero era mucho puerto para tan poca lancha y los rumores no tardaron en surgir. Al parecer desde este punto se abastecía en noches oscuras, sin luna, a los submarinos alemanes que operaban en aguas del golfo de Guinea. La lancha suministraba bidones de combustible, agua potable y víveres a los sumergibles que se aproximaban a la isla».

Terminada II Guerra Mundial, en aplicación de los Acuerdos de Bretton Woods el gobierno español expropiará bienes y propiedades vinculadas a Alemania en todo el territorio nacional, incluyendo los situados en Guinea.

Cuenta Manu Valentín que «el 10 de agosto de 1942 encontramos, tanto a Josef Euwens como a la Drumen, S.A., en la "Proclaimed List of Certain Blocked Nationals" elaborado por la Secretaría de Estado de los EE.UU» y en 1949 el gobierno español «declara que las participaciones pertenecientes a extranjeros de la sociedad Drumen, S.A. están sujetas a la expropiación. Josef Euwens, entre otros, veían peligrar su patrimonio. Sin embargo, dos años más tardes, el BOE anunciaba que la Drumen, S.A. quedaba exenta de las disposiciones que estaban sujetas al bloqueo de propiedades extranjeras. ¿Qué había pasado? ¿Cómo había conseguido librarse de la expropiación? ¿Había jugado algún papel Teodomiro Avendaño, propietario de la Veiga Avendaño, S.A., sociedad que, tiempo después, acabaría adquiriendo las participaciones de la Drumen fundado la Bokoko-Drumen, S.A.?».


Se dan, además de intereses comerciales y empresas instrumentales, casos particulares: por ejemplo, El País revisó los archivos del Ministerio de Exteriores en busca de nazis que hubieran recurrido al "santuario" franquista. El autor de "Los 104 de la lista negra" se fijó en el caso de Franz Liesau Zacharias, que murió en el 52 de la calle Alcalá en 1992, a los ochenta y cuatro años. En la hoja de extradición que habían remitido los aliados a Franco decía: «Este hombre se hace llamar doctor. En realidad fue agente del servicio de contraespionaje involucrado en la compra de animales del Marruecos español y de la Guinea española para fines experimentales en Alemania, entre ellos la propagación de horribles enfermedades, como la peste, en los campos de concentración». 

Fernando García Pañeda, ficciona sobre su trabajo en "Todos tus nombres": 

-¿Arma misteriosa? ¿Qué clase de arma puede ser esa? pregunta Mr. Timothy.

-Habéis hablado de monos, y los monos son los animales más semejantes a los humanos -responde Alphonse-. Lo que tenemos que preguntarnos es qué clase de experimentos puede realizar un biólogo perteneciente a la inteligencia militar con seres parecidos a los humanos. En realidad, nada que no se haya inventado ya. Un arma tan vieja como la misma guerra.

Los informes y ensayos de Liesau sirvieron, en parte, para reducir la población reclusa en campos de concentración y exterminio nazis que se extendieron por países centroeuropeos. En 1947 el Consejo de Control Aliado pidió la extradición de Liesau, rechazada por autoridades franquistas. 

Donato Ndongo lo recuerda en Franco no ha muerto en Guinea Ecuatorial..., «Además de los acuerdos económicos, destaca la cobertura política otorgada por Fontán a la política africana de Hitler. Finalizada la guerra española, el Gobierno de Alemania solicitó a Franco visados para Guinea en favor del doctor Ebeling y Joseph Ellendorf, que deseaban realizar “un viaje de estudios a las selvas vírgenes del Oeste de África”, calificado por los alemanes como de “suma importancia para el intercambio comercial hispano-alemán”. Si tenemos en cuenta que a lo largo de 1938 habían ido a Guinea los “investigadores” alemanes Johannes Zschucke, Walter Wilkening, Joseph Werner y August Müller, así como el catedrático Kleine y su ayudante Fricke, no parece descabellado afirmar que, ante la proximidad de la Segunda Guerra Mundial, tales viajes no respondían tanto a un interés científico o económico, sino político, o más bien de espionaje, relacionados con las intenciones alemanas de recuperar su antigua colonia de Camerún y parte considerable del África ecuatorial, incluida la Guinea continental española».

Sumado a Franz Liesau Zacharias, la lista de los 104 espías nazis reclamados al gobierno de Franco por el Consejo de Control Aliado en 1947 incluye a empleados de la Drumen como Karl Panhorst, oficial de la Abwehr y miembro del NSDAP, Josef Euwens (conocido como José Euwens Dolleman), miembro del NSDAP, o finqueros con plantaciones de café en Kogo como Joachim Heino von Boddein, oficial de la Abwehr, y Wilhelm Johannes Pahl (alias Fernando), gerente administrativo de la Compañía Vasco-Africana Ltd. en Kogo y espía y reclutador de la Abwehr. Y habrá alguno más...

Entre otros, los dos hermanos Clauss Kindt. Y de éstos, nos recuerda Wiliam Martín, «Adolfo Clauss Kindt, nacido en Huelva, hijo de Ludwig Clauss Röder, cónsul honorario en la ciudad. En la I Guerra Mundial actuó como agente del servicio secreto alemán. Luego realizó estudios de agronomía y trabajó en plantaciones de café y cacao en la Guinea Española.

En la Guerra Civil se afilió a Falange Española y combatió como intérprete y oficial de carros en la Legión Cóndor. Durante la II Guerra Mundial fue jefe del Abwehr en Huelva, estando a cargo del servicio de espionaje, contraespionaje y sabotaje, contra los intereses británicos en la provincia. Llegaría a ser uno de los más importantes, activos e inteligentes agentes alemanes en el sur de Europa».

En 1946, el departamento de Guerra de los Estados Unidos, remitió al comité de asuntos militares del Senado una nueva relación de afiliados al NSDAP por el mundo, incluyendo a «Hans Brandau (comerciante agrícola en Bata), Franz Bruno Buchthal (comerciante en Basakato del Oeste), Franz Dittmer (finquero en Santa Isabel), Willy Dölling (comerciante en Santa Isabel), Heinrich Engelbrecht (plomero en Fernando Póo), Fritz Gerboth (agricultor en Santa Isabel), Ernst Georg Goldschmitt (ingeniero agrónomo en San Carlos), Richard Heiner (comerciante en Bata), Fritz Hemmerle (arquitecto en Santa Isabel), Curt Hillmer (empleado en Santa Isabel), Alfred Liebske (empleado en Santa Isabel), Armin Pilz (empleado en Bata), Gerhard Studemund (comerciante en San Carlos), Kurt Vogt (agricultor en Bococo), Rudolf Wocke (jubilado, exsecretario de la gobernación, en Bococo) y Dr Johannes Zschucke (instructor de la Universidad de Colonia en Santa Isabel)».

Algo se sospechaba sobre esa incómoda presencia en territorio ecuatorial en el consulado británico en Santa Isabel: en 1941 reportaban los inversionistas alemanes a su Embajada en Madrid que tres compatriotas había sido retirados de sus puestos en empresas españolas de Bata y Santa Isabel por presiones del consulado, quedando éstos relegados a puestos más discretos fuera de las capitales.

Precisamente, el plan de invasión de Guinea que había ideado el Consejo Nacional de Euskadi para el 3er. Batallón de Fusileros Marinos de la Francia Libre afirmaba a finales de 1941 que en el territorio operaba la «Organización de la Gestapo, repartida entre alemanes y falangistas españoles. Algunos de sus miembros disponen de documentación española, pero son alemanes, que habitaban en países sudamericanos antes de la guerra». Incluyendo como ejemplo a la Casa Woerman, que «la dirige Mr. Herman, un alemán de la Gestapo (...) Individuo peligroso y gran conocedor de La Guinea, tiene una gran influencia».

Por otra parte, además del claro posicionamiento de la Falange local y su periódico Ébano, no son poco los casos de miembros de la administración colonial que se desempeñaron en la llamada popularmente División Azul (la 250 Infanterie-Division del ejército nazi). Lo contábamos de refilón en Los white hunters, con el ejemplo de dos divisionarios: Juan Chicharro Lamamié de Clairac y Francisco Soriano Frade. El primero fue Subgobernador en Guinea y presidente honorario de la Hermandad de la División Azul. U otros como Luis Teigell Cea (del que todavía no hemos hablado en este paseo por la vieja calle 19 de septiembre de Santa Isabel), falangista y divisionario y que, tras ganar la oposición de Médico del Servicio Sanitario Colonial, fue Director de la Leprosería de Mikomeseng durante 8 años.
Pero hubo más voluntarios ecuatoriales en la 250ª, al igual que hubo otros falangistas que lo intentaron y fueron rechazados como el alférez Juan Manuel John Tray y Mueri, posteriormente conocido como el "comandante Tray".

Así, que algún nazi sí que hubo en el territorio ecuatorial... 

Eso sí, décadas después Carrero Blanco afirmaba sin rubor en el ayuntamiento de Santa Isabel que «casi sin medios, nos enfrentamos en 1808 con Napoleón, en 1936 con el comunismo y que estábamos dispuestos a hacer frente a Hitler en 1941, cuando acababa de llevarse por delante a todos los ejércitos de Europa...».

lunes, 19 de junio de 2023

Vuelven las elecciones...

Decía José Luis Vila-San Juan en El curioso alzamiento en Guinea:

-Los españoles que fuimos a Guinea -me dice uno de mis comunicantes- podíamos ser cualquier cosa, menos políticos... Yo llegue el 33. Aquellos españoles habían ido allí, sencillamente, por ambición. Por un correctísimo deseo de lucro: buenos sueldos (aunque dificilisimas condiciones de trabajo, habitabilidad, clima y salubridad), largos permisos o vacaciones retribuidas, posibilidades de ascensos y de independizarse, etc.
Lógicamente, como en todo este tipo de emigración, se barajaban muy distintos caracteres: el trabajador formal, el vago, el aventurero, el que tiene suerte y el que no la tiene.
-En los años 34 y 35, el Gobierno seguía preocupándose mucho y muy bien por la población de Guinea. Tanto por los nativos como por nosotros. Especialmente, en cuestiones de Sanidad colonial: uno de los grandes triunfos fue la batalla contra la mosca tse-tse, transmisora de la enfermedad del sueno que, al revés de lo que la gente cree, no produce sueño, sino que lo impide...
-Hablemos más de política.
-Esto era política.
-Si claro, pero, había lucha entre los partidos políticos?
-No. No es que hubiese o no lucha, es que no había partidos políticos.
-Pero Vds. bien tendrían ideologías distintas...
-Nosotros habíamos ido allí a trabajar y a luchar por ganar dinero. La Península, Madrid y el Congreso, quedaban muy lejos.

La política empezó al final del periodo inmediatamente anterior al 17 de julio.

La potencialidad económica de Guinea, en aquellos tiempos, era baja. Existían sólo cuatro o cinco Compañías fuertes. No podían dar buen trabajo a cuantos habían llegado allí en busca de un Eldorado. Quien no servía, quien no resistía, quien no se superaba en esfuerzo y en tesón, quedaba marginado. Entonces se empezó a hablar del Frente Popular. Se adherían los fracasados, los descontentos con su situación, que no habían sabido elevar.

-En las elecciones de febrero de 1936, ¿qué resultados hubo?
-No hubo elecciones.
-¿No votaron Vds. o no se efectuaron allí elecciones?
-No se efectuaron.

Se trata de una evidente idealización, cuando finqueros como Joaquín Mallo ocupaban un curul en el congreso de los diputados y significados políticos como Alberto Ruíz Gallardón (tío), que fue fundador de La Falange en el Teatro de la Comedia de Madrid, líderes del tradicionalismo como Teodomiro Avendaño, anarquistas deportados (Durruti y Ascaso incluidos), o Rafael Rodríguez Delgado y Guillermo Cabanellas, ambos republicanos de primera hora y participantes en la fallida sublevación de Jaca, se asentaban en el territorio. Cuando no procedentes de familias con fuertes vinculaciones políticas como Rafael Masiello o el mismo gobernador Luis Sánchez Guerra.

Tan ausente no estaría la política del territorio ecuatorial, si la administración colonial hizo caer a un gobierno de la II República.

Pero, como fuera, estamos en pleno siglo XXI y ¡vuelven las elecciones!

Ejerce tu derecho:

  • Solicitud de certificado para el voto por correo de electores temporalmente en el extranjero (ERTA) hasta el 29 de junio.
  • Electores residentes en el extranjero (CERA) que se encuentren temporalmente en España durante el proceso electoral, puedes solicitar (al igual que los residentes en España) el voto por correo desde el 30 de mayo hasta el 13 de julio y enviar el mismo no más tarde del 20 de julio.
  • Remisión del voto por correo de los electores residentes en el extranjero (CERA) al Consulado o centro de votación habilitado hasta el 18 de julio.
  • Depósito del voto en urna en el Consulado o centro de votación habilitado de los electores residentes en el extranjero entre el 15 y el 20 de julio ambos inclusive, con horario de 09:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00.
  • Si no han recibido las papeletas o los certificados electorales, tanto en la Embajada como en el Consulado les proveerán de éstas, previa acreditación de identidad.
  • Si prefieren, pueden descargar las papeletas.

¡Ah! Y no te pierdas:

jueves, 20 de abril de 2023

El caso del perito agrícola

Contábamos en Los condenados a muerte de Fernando Poo sobre las cuatro sentencias de muerte, por el delito de auxilio a la rebelión en la causa 537/36, a los civiles Generoso Rey García, Gregorio Álvarez Alonso, Vicente Moreno Cancho y Esteban Sánchez Navarro. El consejo de guerra se celebró el 3 Noviembre 1938, en el salón de actos del RIC-39, en La Isleta, donde se condenó a muerte a cuatro de los implicados, siendo aprobada esta sentencia por el Capitán General Vicente Valderrama, con fecha 23 Noviembre 1938. Dada cuenta la sentencia al Cuartel General del Jefe del Estado, con fecha 3 Octubre 1939, la misma es conmutada por la inferior en grado, pasando las penas de muerte a la de reclusión perpetúa.

Finalmente, esa conmutación de la pena de muerte se redujo a reclusión perpetua, posteriormente a 30 años de prisión. Ésta a su vez fue reducida paulatinamente, incluyéndoles en sucesivas resoluciones de libertad preventiva y reducción de pena en la década posterior. 

En cualquier caso, el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas igualmente les condenó a la pérdida total de bienes en la Colonia y al destierro de la misma. Y a Vicente Moreno Cancho, siendo éste funcionario desde 1933, además a la pérdida de empleo:

Boletín Oficial del Estado.-Burgos 16 de diciembre de 1937


Como consecuencia de su intervención directa en actos contrarios al Glorioso Movimiento Nacional, el Gobierno General de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea acordó la separación definitiva del Servicio Colonial del Perito Agrícola del Estado don Vicente Moreno Cancho, habiendo sido confirmada esta Sanción por la Presidencia de la Junta Técnica del Estado. En consecuencia con lo expuesto, esta Presidencia ha dispuesto que el mencionado don Vicente Moreno Cancho sea dado de baja en el escalafón del Cuerpo de Peritos Agrícolas del Estado. Lo que comunico a V. S. para conocimiento y efectos. 
Dios guarde a V. S. muchos años.
Burgos. 13 de diciembre de 1937.- II Año Triunfal.-El Presidente, Eufemio Olmedo. 
Señor Jefe de Personal de la Comisión de Agricultura y Trabajo Agrícola-Burgos

La inhabilitación para la función pública fue una pauta más de ensañamiento, que se sumaba a las sentencias de los tribunales militares, así como a las sanciones del Tribunal de Responsabilidades Políticas.

A finales de 1943, se le concede la libertad condicional y se le libera igualmente de la sentencia de destierro, por lo que abandonó la prisión provincial de Las Palmas.

Todo un calvario: Sentenciado inicialmente a muerte, posteriormente a cadena perpetua, finalmente a 30 años..., indultado en 1943, inhabilitado para la función pública, desterrado... y sanciones económicas aparte. ¿Cuál fue el pecado de Vicente Moreno Cancho?

Básicamente, el haberse significado como leal a la república, solicitando por escrito como junto a otros "frentepopulistas y simpatizantes" al subgobernador que -tras la fuga del finquero Avendaño con los oficiales del Méndez Núñez- depusiera de mando a las autoridades desleales, protegiera las permeables fronteras continentales y conformara una guardia de voluntarios a la par que "declaran su absoluto acatamiento [al Gobierno legítimo de la República] hasta derramar su última gota de sangre".

Encabezará esa carta la firma Alejandro Torres, agricultor y presidente del comité provisional del Frente Popular en Río Muni. Le seguirán otras cartas, como la del día 15, solicitando el control de armas y  si bien esa ya no la firmará Vicente Moreno, éste acabará presidiendo el Comité de Intervención y Control Económico del Frente Popular y constará como afiliado del mismo en los listados recabados durante la instrucción generada tras la caída de Bata.

En cualquier caso, éstas notas serán premonitorias, ya que -como sabemos- el 18 de septiembre, Santa Isabel se acostó republicana... y el 19 se despertó bajo la obediencia al gobierno golpista de Burgos. Incluso las peticiones de cese de los militares desleales y control de fronteras acabará demostrándose que eran medidas prudentes.

No cruzó la frontera de Camerún en la huida generalizada, por lo que su nombre se encuentra en la relación de "presos y expulsados que serán conducidos por el crucero auxiliar Ciudad de Alicante hasta Las Palmas" a inicios de 1937.

Así, sancionado y desterrado, tras su liberación rehizo su vida en Canarias en donde contrajo matrimonio. Todavía en 1946, el Juez de Primera Instancia de Baltanás publicaba una citación como parte interesada en una herencia y añadía "últimamente residente en Canarias, sin que se sepa el punto fijo de residencia".
Falleció en Las Palmas a la edad de 78 años.

miércoles, 15 de junio de 2022

Chacar & Adrián

El caso de Fernando Chacar Bru, es un misterio:

Con las fuentes de información accesibles es posible rastrear la presencia temprana de la familia Chacar en el territorio ecuatorial. Así, Miguel Chacar habría ido en 1903 comisionado a Monrovia para conseguir trabajadores. Hay incluso una finca Chacar en Basakato del Oeste (cruzada por el río Rupe) que con el paso del tiempo fue de la familia Ligero.

Suficiente arraigo familiar en la isla, como para que Fernando Chacar Bru fuera bautizado en la parroquia de Basile el 6 de marzo de 1900. Incluso en La Guinea Española recurren en 1944 al trabajo del «Sr. D. F. Chacar notable cronista de la casa [Bokoko]» para documentar un artículo sobre el origen de la antigua finca de Veiga y Avendaño.

Así con todo, fallecería en Barcelona el 13 de noviembre de 1936, a la de edad de 36 años y dejando una viuda de 26 años.

Aquí es dónde empieza el misterio, ya que su nombre (aunque baila entre Fernando y Frederic) estará entre lo que los apologetas del golpe de Estado del 36 llamarán el “genocidio” de ERC, «con más 8.500 personas asesinadas por Lluís Companys».

De las resoluciones de concesión de pensión a su viuda, la zaragozana Asunción Adrián Comerás, se deduce que éste sería un paisano militarizado con el rango reconocido de cabo de infantería.


Ficha de Asunción Adrián Comeras
en el Centro Documental de la Memoria Histórica

Sin embargo, pese a estar entre los muertos en territorio bajo administración republicana, la propia Asunción -viuda y pensionada- habría sido expedientada y sancionada en 1939 con «pena de multa, remisión o a disposición de otras autoridades» por el Tribunal Militar Territorial Tercero.

Y por esa sanción habría sido “redimida” en 2017 e incluida en la lista de reparación jurídica de víctimas del franquismo (1938-1978) de la Generalitat de Catalunya. Se decreta así la nulidad de su condena y se “restablece el honor, la dignidad y la memoria” de una víctima “injustamente procesada por los tribunales franquistas”.



Aunque igual la historia es más sencilla y cotidiana. Al fin y al cabo, puede ser una historia tan simple como la que relata Elsa López, escritora nacida en Fernando Poo, en El corazón de los pájaros: «El padre siempre decía "los nuestros" porque había sido alférez provisional durante la guerra civil española y tenía la costumbre de hacer suya la guerra; y los demás, incluida su esposa, que era republicana de pura sangre, eran "los otros", los contrarios, los enemigos. Lo de su mujer, según Florentino, era un raro accidente familiar sin importancia y además se lo reía como una gracia».

domingo, 1 de mayo de 2022

Creación del Frente Popular

¡1 de mayo! Aniversario de la creación del Frente Popular en Fernando Póo.

Realmente, fue efímero.
Pero forma parte de una historia apasionante, y poco conocida:

Cuando se repasa el desarrollo del conflicto del 36, el relato impuesto es el que reproduce Gerardo J. Cámara en La tierra amada. Aventura y Fe:
-Yolanda, en la Guerra Civil, ¿qué ocurrió en Guinea?
-Pasó con bastante tranquilidad -comento, no fue como en España. Los habitantes de Guinea no era políticos, eran trabajadores. Allí la política prácticamente no interesaba a nadie. La gente vivía pacíficamente. El gobernador de la colonia fue fiel al Frente Popular hasta que el 19 de septiembre de 1936, el capitán de la Guardia Civil y el teniente coronel de la Guardia Colonial de Fernando Poo le destituyeron en un pequeño golpe sin dar ni un tiro. No hubo derramamiento de sangre y la vida en la colonia continuó como siempre. Todo el mundo se conocía y nadie quería complicarse la vida.
-¿Qué ocurrió después de la Guerra Civil?
-Después de la guerra -continuó Yolanda- la colonia vivió una etapa floreciente (…).
Aunque sabemos que sí hubo tiros (y bombardeos), se trata de la construcción que ya veíamos con José Luis Vila-San Juan en El curioso alzamiento en Guinea:
-Los españoles que fuimos a Guinea -me dice uno de mis comunicantes- podíamos ser cualquier cosa, menos políticos... Yo llegue el 33. Aquellos españoles habían ido allí, sencillamente, por ambición. Por un correctísimo deseo de lucro: buenos sueldos (aunque dificilísimas condiciones de trabajo, habitabilidad, clima y salubridad), largos permisos o vacaciones retribuidas, posibilidades de ascensos y de independizarse, etc.
Lógicamente, como en todo este tipo de emigración, se barajaban muy distintos caracteres: el trabajador formal, el vago, el aventurero, el que tiene suerte y el que no la tiene.
-En los años 34 y 35, el Gobierno seguía preocupándose mucho y muy bien por la población de Guinea. Tanto por los nativos como por nosotros. Especialmente, en cuestiones de Sanidad colonial: uno de los grandes triunfos fue la batalla contra la mosca tse-tse, transmisora de la enfermedad del sueno que, al revés de lo que la gente cree, no produce sueño, sino que lo impide...
-Hablemos más de política.
-Esto era política.
-Si claro, pero, había lucha entre los partidos políticos?
-No. No es que hubiese o no lucha, es que no había partidos políticos.
-Pero Vds. bien tendrían ideologías distintas...
-Nosotros habíamos ido allí a trabajar y a luchar por ganar dinero. La Península, Madrid y el Congreso, quedaban muy lejos.
Fiesta republicana en Río Benito (1934):
«La colonia española en Río Benito (Guinea española)
festejó el aniversario de la proclamación de la República
que simboliza la niña María Luisa Domínguez,
a quién rodean en la foto varios indígenas».

Al fin y al cabo, en julio de 1931, el propio Alcalá-Zamora como presidente del gobierno provisional de la República, firmó un decreto exponiendo que «la modificación trascendental que en todo nuestro régimen jurídico supone el advenimiento de la República tenía que llegar, en su repercusión, al régimen colonial de los territorios que, formando parte integrante de la soberanía, están sitos en las islas y continente de Guinea». Sin embargo, y pese a que en el mismo establece que los derechos constitucionales serán de aplicación igualmente a los pobladores españoles y extranjeros del territorio, explicita que «será especial la legislación de orden público, las de reunión, asociación y Prensa», quedando la regulación de ese derecho fundamental entre las «adaptaciones que a propuesta del Gobernador se acuerden por el Gobierno».

Mientras tanto, de entre las diferentes contradicciones que experimenta la política española esos años, hay una que pese a su lejanía se vive con pasión en el territorio: se trata de la "denuncia Nombela" (por el ex inspector general de Colonias, Antonio Nombela) o "Caso Tayá", vinculada directamente con los intereses y la administración del territorio, y que acabó generando la caída del gobierno de derechas en la península. 

«¡Votad a España!, dicen, y los españoles votarán a España, a la España sin ladrones y sin encubridores, a la España libre de "Straperlos" y de "Golfos de Guinea", a la España digna del catorce de abril».

De hecho, tras las elecciones de febrero de 1936, concluirá Donato Ndongo-Bidyogo «La victoria del Frente Popular en un ambiente de máxima polarización sería el pretexto de la sublevación militar que desembocó en la Guerra Civil». Incluso entre la documentación elaborada por José Antonio Primo de Rivera en la prisión de Alicante, se incluye la referencia al «Asunto de Guinea...» como parte de su "síntesis moral" de los motivos que condujeron a la "rebelión" en julio de 1936.


Manzaneque, ex Gobernador de La Guinea,
momentos antes de jurar su declaración 
por al asunto Nombela ante la comisión parlamentaria el 4 de diciembre de 1935.

Volviendo al territorio ecuatorial, no son pocos los colonos y funcionarios que conocen personalmente a Nombela y que saben de primera mano de las arbitrariedades de las navieras con conocimiento cuando no colaboración de las autoridades de turno. En definitiva, muchos son los que festejen la denuncia y han seguido y alentado los avances del caso. Varios de ellos, redactarán y firmarán una nota de público agradecimiento para el Diario La Libertad, por ser a través de sus editoriales e investigación periodística los más visibles impulsores de que la "denuncia Nombela" no quedara olvidada en un cajón. Éstos firmantes, serán precisamente quienes tras esa euforia y alentados por el triunfo de las izquierdas en las elecciones (en las que no pudieron participar ni desde Fernando Póo, ni desde Río Muni), tomarán la determinación de constituir un estructura local del Frente Popular.
La política -seguirá el informante de Vila-San Juan- empezó al final del periodo inmediatamente anterior al 17 de julio.
La potencialidad económica de Guinea, en aquellos tiempos, era baja. Existían sólo cuatro o cinco Compañías fuertes. No podían dar buen trabajo a cuantos habían llegado allí en busca de un Eldorado. Quien no servía, quien no resistía, quien no se superaba en esfuerzo y en tesón, quedaba marginado. Entonces se empezó a hablar del Frente Popular. Se adherían los fracasados, los descontentos con su situación, que no habían sabido elevar.
En cualquier caso, contando con la necesaria anuencia del gobernador, constituyeron la organización y su primera actividad pública fue la celebración del 1 de mayo de 1936, con un comunicado que generó gran revuelo (gracias a Celeste Muñoz, os compartimos el texto):

 Agricultores, obreros, comerciantes, trabajadores todos de Fernando Póo y del Continente:

La primera agrupación de FRENTE POPULAR de Guinea, acaba de nacer en Santa Isabel de Fernando Póo, y se dirige a todos los que trabajan, en la histórica fecha del primero de Mayo, comenzando su acción pública en este día internacional de fraternidad.
Nosotros, haremos llegar hasta aquí el formidable impulso renovador que ha sacudido al pueblo español, y os aseguramos que haremos oir nuestra voz siguiendo el ejemplo magnífico de España, que en formidable esfuerzo se ha unido contra los saqueadores de las arcas públicas y del Tesoro Colonial.
Por estar lejos de la Metrópoli estos territorios, la intriga, la falta de organización y de moralidad, la arbitrariedad, están a la orden del día. Ni escapa, ni puede escapar a la Colonia a la fiscalización del pueblo. No es Guinea excepción honrosa que sea preciso destacar del bienio negro, como espejo de pureza. También aquí es necesario que lleguen nuevos aires y que soplen con fuerza sobre los emboscados que reniegan de las ideas que ayer sostuvieron, para conservar un puesto desde el que poder sabotear las tareas que se ha marcado el pueblo español, y que habrán de llegar hasta nosotros.
Durante el bienio negro, nos hemos visto asaltados por gentes encumbradas al rescoldo del favor político, ilegalmente nombradas para cargos de vital importancia, que continúan controlando los mandos y utilizándolos contra nosotros, contra el pueblo entero, contra los que representamos el nuevo movimiento del pueblo, derrocador de caciques y de capillitas de compadres.
Pero a pesar de esto, nada nos hará detenernos en nuestro camino. La agrupación de FRENTE POPULAR de Santa Isabel no ha nacido sin lucha y declara a la vez que ha nacido para la lucha.
Hemos de luchar, con toda energía y decisión, para obtener las siguientes reivindicaciones:
  1. Sustitución por elementos de izquierda de las autoridades políticas de la Colonia, nombradas durante el bienio de derechas.
  2. Derechos políticos y sociales de igual amplitud que os reconocidos en la Metrópoli.
  3. Ayuntamiento de elección popular.
  4. Delimitación de jurisdicciones y eliminación de los servicios inútiles con supresión o reforma radical de las Administraciones Territoriales y del Patronato de Indígenas.
  5. Sustitución total e inmediata de la enseñanza religiosa, pasando al Estado todas las escuelas, talleres y fincas detentados por las misiones y que son propiedad del pueblo.
  6. Reorganización de los servicios administrativos, con jornada legal del trabajo, imprimiendo mayor eficacia a la acción de todos.
  7. Revisión de los nombramientos de funcionarios efectuados durante los dos últimos años, con reconocimiento de sus derechos a los funcionarios coloniales.
  8. Fomento de la agricultura, apoyo a los pequeños agricultores y facilidades de crédito.
  9. Consejo Colonial y descentralización administrativa
  10. Modificación democrática del Estatuto Colonial.
  11. Protección eficaz del trabajo, tanto de los europeos como de los nativos.
  12. Elevación del nivel cultural y material de indígena.
POR EL FRENTE POPULAR DE SANTA ISABEL 
LA JUNTA DIRECTIVA 


¿Seguimos con el relato del monárquico Vila-San Juan?:

[El abogado Rafael Rodríguez Delgado,] el llamado Presidente del Frente Popular -único partido existente en Fernando Poo- había ido reclutando a sus adeptos casa por casa (como quien hace seguros), ya que en el Casino -una especie de club privado- sólo tenían entrada los propietarios y apoderados, lo que significaba que, aun en la eventualidad de que hubiera podido hacer allí su propaganda, poca clientela hubiese conseguido...
-En total logró reclutar unos 150 hombres. Pero, nunca fueron extremistas. Era un Frente Popular muy moderado.
De todas formas, el Gobernador General, Luis Sánchez Guerra, el 5 de junio declara el estado de excepción, que, prácticamente, ni se notó. Asimismo, solicitó a Madrid un barco de guerra, como medida preventiva. El crucero «Méndez Núñez» llega a Santa Isabel el 24.
-El Gobierno, ¿era muy izquierdista?
-Luis Sánchez Guerra era un caballero de arriba abajo. Ingeniero de Caminos, fue el quien había ya realizado el puerto de Alicante. Era hijo del ex ministro José Sánchez Guerra.


Según la historiografía franquista, la victoria del Frente Popular en 1936 tras el escándalo de la gürtel del gobierno de derechas, pone nervioso a los poderes fácticos coloniales y el gobernador «reúne a la Junta de Autoridades el 5 de junio y promulga un bando por el que se declara a la colonia en estado de excepción: "El modo de ser interpretado, por algunos, el derecho a la libre emisión de sus ideas, por primera vez reconocido en la Colonia durante el mando de este Gobernador General y el evidente estrago que a la causa de la colonización está ello ocasionando, obligan al Gobierno General, contra lo que fuera su deseo, si el freno del patriotismo hubiera sido suficiente, a adoptar las siguientes medidas,..."».


Con apenas un mes de existencia, la personería jurídica del Frente Popular quedará suspendida... y se expulsará a algunos de los agitadores como al comerciante Rafael Santos o al abogado Antonio Pérez, a los que por decisión del Gobernador General se les aplica el artículo 5 y se pone a disposición de la Audiencia de Canarias. Y así, sea como preso gubernativo de junio 1936 o como leales a la República en el territorio ecuatorial durante el golpe de Estado de julio, los fundadores del Frente Popular en la isla acabarán confinados en el campo de concentración del viejo lazareto de Gando, en donde recibirán al resto de presos coloniales conforme eran procesados en el territorio ecuatorial por las nuevas autoridades franquistas.

El golpe en la mesa del Gobernador General no pasó desapercibido: incluso el 11 de junio el diario uruguayo El bien público abría portada con un "Graves desórdenes en la Guinea Española":



Pero no hay constancia de esas revueltas... ni llegó el Blas de Lezo. Sí llegó por unos días el Méndez Núñez, que retornó a España conforme se apaciguaban los ánimos y se prolongaba inesperadamente en la península el golpe de Estado del 18 de julio.

Regresó de nuevo a mediados de agosto, ante el temor de que la oficialidad del buque se pasara a la armada sublevada en el trayecto a España. De nuevo en el puerto de Santa Isabel, y una vez depuesta la oficialidad y confinada en la hacienda de Teodoro Avendaño, la marinería permanecerá ociosa en la ciudad alentando el debate político e insuflando confianza a los militantes del disuelto Frente Popular.

Cuenta en sus informes Juan Ramírez Dampierre, Vicecónsul portugués en Fernando Póo, que esa presencia envalentonó al colectivo, el cual

dirigió una carta al Gobernador General que la consideró inconveniente e irreverente, castigando al presidente del Grupo del Frente Popular, su autor [Rafael Rodríguez Delgado], con una multa disciplinaria de quinientas pesetas. Como las condiciones financieras de éste fuesen precarias, se le embargaron algunos de sus bienes, retirados de su establecimiento, cuya venta de subasta judicial financiada para el 25 del mes corriente. Como no tuvo compradores se anunció una segunda subasta. 

Finalmente, el buque se retirará a finales de mes, quedando los frentepopulistas isleños sin su respaldo.

Pero veamos un detalle recogido por José Luis Bibang Ondo Eyang en La Guerra Civil en la Guinea española: Un episodio quizá insignificante, pero documentado

Para evitar la especulación [de alimentos], el GG, por medio de una ordenanza de 15 de agosto de 1936 (BOC de 15 de agosto de 1936), dispuso la creación de una Junta de Subsistencias, un órgano cuyas funciones principales, según rezaba la misma disposición, eran: racionar los braceros disponibles entre los finqueros coloniales; controlar y regular los precios de los productos; y proponer cualesquier otras medidas que consideren «procedentes» para el mantenimiento de la estabilidad de la actividad económica colonial durante el curso de la guerra. El presidente de la referida Junta era el Secretario General del Gobierno Colonial. Como vocales de la Junta, estaban: el presidente de la Cámara Agrícola Oficial de Comercio e Industria; el presidente de Consejo de Vecinos de Santa Isabel; el Curador Colonial; el Director de Sanidad; y el Administrador Principal de Hacienda y Aduanas. El Ayudante de la Marina actuaba como secretario de la Junta. En la Guinea continental, las funciones de la Junta de Subsistencia las desempeñaba un Comité de Subsistencias, compuesto por los señores: Toribio Villalobos (presidente), Serra Companys, Rafael Iranzo y Jose Lozano Alonso.

Obsérvese que en la zona insular se integra a representantes de instituciones... mientras que en la zona continental, los integrantes del comité procederán de -por así decirlo- la sociedad civil. 
Con el paso de los días, ese matiz será decisivo: Tras la partida del crucero Méndez Núñez, se generan  movimientos pro golpistas en la zona continental, por lo que los republicanos de Río Muni, solicitan al subgobernador que tome medidas de control de armas y revisión de jerarquías en función a la lealtad al gobierno de República. Solicitan igualmente la conformación de una milicia nacional, firmando la solicitud ciudadanos que posteriormente se verán forzados al exilio y sancionados por su posicionamiento.

El temor se confirma: unos días después, caerá Santa Isabel, y se sublevará Cogo.

Fue dado un "golpe de Estado", en la madrugada del sábado 19 del corriente (septiembre); reteniendo con respeto al Gobernador General que continúa ocupando su casa particular en el Palacio, detenido e incomunicado, esa mañana desde las seis, fueron hechos presos cuantos constituían el Grupo Político Frente Popular y sus simpatizantes, siendo las prisiones hechas por milicias nacionalistas, acompañadas cada una de tres soldados de la Guardia Colonial indígena, todos debidamente armados y equipados. Todo Esto ocurrió con el mayor orden y serenidad, alterado tan sólo con el paso constante de camionetas con tropas armadas en los puntos estratégicos de la ciudad e iban a las casas de los individuos que iban a hacer prisioneros.

La historiografía franquista contará que, tras la caída de Santa Isabel, se producirá una reunión urgente en la subdelegación del Gobierno en Bata: «Por la noche se celebra una reunión confidencial y secreta de elementos del Frente Popular, que presiden Porcel y Pozanco, y a la que asisten Alejandro Torres, Rafael Iranzo, el jefe de Correos, Isidro Álvarez y el brigada e instructor de la Guardia colonial Emilio Fontanet. En esta reunión se adoptaron graves acuerdos: proclamar el estado de guerra; destituir y arrestar al capitán y a los oficiales de la Guardia colonial y nombrar comandante militar de la colonia a Fontanet. Y, por último, sustituir a todos los administradores territoriales que no inspirasen confianza».

Y Alejandro Torres García junto con «el procurador Sierra Companys, primo del Presidente de la Generalidad, de Cataluña; el maestro nacional José Lozano; el agricultor Francisco Padrón y el industrial Enrique Brutinel» conformaron nuevamente el Frente Popular en el territorio continental, con el beneplácito del subgobernador Hernández Porcel y desoyendo el bando del 5 de junio de 1936 que había disuelto la organización en la zona insular.

Este Comité provisional del  Frente Popular en Río Muni permanecerá operativo hasta que la tripulación del vapor Fernando Poo llegó a puerto, y reclamó una asamblea el 1 de octubre, para elegir un nuevo Comité Central.
No es de extrañar esa exigencia: en opinión de la naviera, «los oficiales del barco casi todos son rojos», y de hecho la tripulación había pasado en verano por una huelga que conllevó incluso dormir en comisaría para 80 de ellos, se habían posicionado desde el primer momento a favor del gobierno republicano y contaba con un comité abordo. 

Nos comparte Celeste Muñoz: «Aquí tenim l'acta fundacional, la constitució del comitè central i una llista d'afiliats de la regió de Muni (AGA, caixa 81/15781). Segons la meva estimació el FPG va arribar a tenir entre 150 i 200 militants (tots de la comunitat colona, formada per unes 1000 persones llavors)».





Ese nuevo comité del Frente Popular apenas tendrá un par de semanas de vigencia: la mañana del 14 de octubre, del Ciudad de Mahón en una operación de falsa bandera se hará pasar por un barco extranjero llamado el Ciudad de Macao, sorprendiendo a la población de Bata. Como ya sabemos, la jornada terminará con el Fernando Póo hundido en la bahía, la ciudad bombardeada, y los pobladores huyendo desesperadamente hacia las fronteras más cercanas y zonas boscosas en las que esconderse: Ángel Miguel Pozanco, secretario del Subgobierno de Bata, concluye que «con dos cañonazos destruyó el Fernando Poo y atacó la sede del Subgobierno. En el ataque al Fernando Poo también murieron varios tripulantes y otros fueron hechos prisioneros. Soldados marroquíes bien armados, que fueron desembarcados en Bata, no respetaron nada ni a nadie». O Gustau Nerín que documenta la huida de los republicanos ante el bombardeo y desembarco en Bata, los cuales «se iban a pie, en condiciones extremas, porque habían abandonado sus hogares lo más rápido posible. Según algunos guineanos, testigos de la huida, había incluso niños blancos desnudos».

El último en caer será precisamente el agricultor Alejandro Torres García, que había sido efímero presidente del comité provisional del Frente Popular, y que permanecerá en solitario cubriendo la retirada de funcionarios y población civil. 

Seguirán castigos, juicios, confinamientos, destierros, fusilamientos, ensañamiento e incautaciones de bienes. Incluyendo el periódico El Defensor de Guinea, que con el tiempo había acabado identificándose abiertamente con el Frente Popular, y que una vez integrado en la prensa del movimiento, dio lugar al periódico Ébano.

Al final, el acumulado de días entre la organización del Frente Popular en Fernando Póo y en Río Muni, no alcanzaría ni tan siquiera 2 meses de existencia. Pero hoy... es el aniversario: ¡Feliz 1 de mayo!.